Diabetes gestacional
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Diabetes gestacional

¿Qué es la Diabetes Gestacional?

La Diabetes Gestacional es un tipo específico de Diabetes que solamente las se desarrolla durante el embarazo. Es una condición en la cual, como en todos los tipos de diabetes, se afecta la forma en que las células utilizan la glucosa y, por lo tanto, se eleva el nivel de la glucosa en la sangre. Generalmente, se resuelve después del embarazo.

Se dice que tienen diabetes gestacional las embarazadas que nunca han tenido diabetes, pero que, generalmente durante la segunda mitad del embarazo, presentan un nivel alto de glucosa en la sangre.

Cerca del dos al 10 por ciento de las futuras mamás desarrollan esta enfermedad, considerada una de las más comunes del embarazo. El porcentaje es mucho más alto entre las mujeres latinas (Fuente: www. Diabetes.org)

¿Cuáles son las causas de la diabetes gestacional?

Los investigadores no saben el porqué algunas mujeres desarrollan diabetes gestacional. Pero para entender cómo ocurre, nos puede ayudar conocer cómo el embarazo afecta el proceso natural de la glucosa en el cuerpo de la embarazada.

Cuando comes, el sistema digestivo descompone los alimentos en compuestos más pequeños hasta convertirlos en glucosa. La glucosa es un tipo de azúcar que tiene la función de alimentar y dar energía a todas las células de nuestro organismo.

Para que las células puedan recibir este azúcar, necesitan de una hormona que produce el páncreas, que se llama insulina. Sin embargo, si tu cuerpo no produce suficiente insulina, o si la insulina no puede hacer entrar la glucosa en la células, esta se queda circulando por la sangre en lugar de llegar a las células y convertirse en energía.

Durante el embarazo sobrevienen varios cambios que tienen un efecto en la regulación y control de la glucosa en la sangre, en especial en la insulina. La placenta además de suministrar nutrientes y oxígeno al feto en crecimiento, produce varias hormonas que son necesarias para mantener el embarazo. Algunas de estas hormonas pueden bloquear el trabajo que hace la insulina. A esto se le llama efecto en contra de la insulina o resistencia a la insulina el cual usualmente comienza como en la semana 20 a la 24 del embarazo.

Para la mayoría de las futuras mamás, eso no representa ningún problema ya que simplemente el páncreas crea más insulina. Sin embargo, otras mujeres no pueden y, sin suficiente insulina, los niveles de azúcar en su sangre se elevan (hiperglucemia). Podemos decir entonces que la diabetes gestacional es el resultado de la incapacidad del páncreas para producir suficiente insulina para superar el efecto de las hormonas que se producen durante el embarazo.

En la mayoría de los casos, este tipo de diabetes desaparece cuando el bebé nace pero, una vez que la has tenido, tienes más riesgo de que aparezca en otros embarazos y también de desarrollar diabetes del tipo 2, más adelante.

 ¿Cómo puedo saber si tengo diabetes gestacional?

La diabetes gestacional usualmente no presenta ningún síntoma. Es por ello que a casi todas las mujeres embarazadas se les realiza una prueba que se llama prueba de tolerancia a la glucosa entre las 24 y las 28 semanas.

Sin embargo, a las mujeres que corren alto riesgo de padecer diabetes (como las latinas), o a las que muestran signos de tenerla (como por ejemplo azúcar en la orina), los médicos les recomiendan hacerse la prueba en su primera visita prenatal y de nuevo entre las 24 y 28 semanas, si el resultado sale negativo.

En caso de que la prueba salga positiva, no quiere decir que tengas diabetes del embarazo, sino que hace falta una prueba más detallada para saberlo con seguridad.

¿Qué factores aumentan el riesgo de padecer diabetes del embarazo?

Se considera que, como latina, tienes un alto riesgo de padecer diabetes gestacional. Además, la Academia Estadounidense de Diabetes indica que si presentas algunas de las condiciones que se señalan a continuación, el riesgo es aún mayor y es importante que te hagan la prueba de tolerancia a la glucosa antes:

  • Eres obesa (tu índice de masa corporal está por encima de 30).
  • Has tenido diabetes del embarazo anteriormente.
  • Hay varias personas en tu familia que padecen diabetes.
  • Encuentran azúcar en tu orina (la glucosa en la orina se comprueba en todas las visitas prenatales, por eso tienes que orinar en un vasito).

Algunos médicos también te harán la prueba antes si:

  • Has tenido anteriormente un bebé muy grande (el límite para algunos médicos es un peso de 8 libras con 13 onzas (casi 4 kg) y para otros 9 libras con 14 onzas (unos 4.5 kg).
  • Has tenido antes un bebé que nació sin vida por causas no explicadas.
  • Has tenido antes un bebé con un defecto de nacimiento.
  • Tienes la presión sanguínea alta.
  • Tienes más de 35 años.

Además, un estudio publicado en la Revista de Obstetricia y Ginecología de Estados Unidos, en marzo de 2010, encontró una relación entre el aumento excesivo de peso durante el embarazo -particularmente durante el primer trimestre- y el riesgo de desarrollar diabetes gestacional. Los investigadores descubrieron que el riesgo más alto correspondía a mujeres que tenían sobrepeso y que no eran anglosajonas.

Ten en cuenta que muchas mujeres que desarrollan diabetes gestacional no tienen ninguno de los factores de riesgo. Es por eso que la mayoría de los doctores recomiendan a todas sus pacientes embarazadas que se hagan la prueba para detectar esta condición, entre la semana 24 y 28 de embarazo.

¿Cómo afecta la diabetes gestacional mi embarazo?

La diabetes influye en el embarazo en la madre, en la placenta y en el feto. En la madre, haciéndola más susceptible a enfermedades infecciosas y estados hipertensivos (se eleva la presión arterial con riesgo de presentar preeclampsia).

Las mujeres que sufren esta condición también pueden tener más riesgo de desarrollar preeclampsia, especialmente si padecían de obesidad antes de quedar embarazadas o si sus niveles de azúcar en la sangre no están muy bien controlados.

En la placenta, produciendo lesiones y edemas que dificultan su función de intercambio materno-fetal y el parto pretérmino (prematuro).

Las latinas que padecen diabetes son propensas a desarrollar más complicaciones. Es importante que tu médico te informe bien sobre cómo puedes prevenir y reducir sus efectos y que acudas a todas tus citas prenatales.

¿Cómo puede afectar la diabetes gestacional a mi bebé durante el embarazo?

La diabetes gestacional afecta a la madre a finales del embarazo, después de que se ha formado el cuerpo del bebé, y mientras el bebé todavía está creciendo. Debido a esto, la diabetes gestacional no causa el tipo de defectos de nacimiento que a veces se presentan en bebés cuyas madres tenían diabetes antes del embarazo.

Sin embargo, la diabetes gestacional no tratada o mal controlada puede hacerle daño al bebé. Como ya lo mencionamos anteriormente, cuando tienes diabetes gestacional, el páncreas funciona horas adicionales para producir insulina, pero la insulina no baja el nivel de glucosa de la sangre.

La glucosa adicional en la sangre atraviesa la placenta, lo que hace que el bebé tenga un alto nivel de glucosa. Esto provoca que el páncreas del bebé produzca más insulina para eliminar el exceso de glucosa en su sangre y, como el bebé está recibiendo más energía de la que necesita para crecer y desarrollarse, la energía adicional se almacena como grasa.

Es como si lo estuvieras sobrealimentando y el resultado es que el bebé acaba engordando mucho, sobre todo en la parte de arriba del cuerpo. Este exceso de peso se conoce como macrosomía.

Los bebés con macrosomía enfrentan problemas propios de salud, entre ellos daño en los hombros durante el parto. Un bebé grande a veces no puede pasar bien por el canal vaginal y en ocasiones, debido a su tamaño, uno de los hombros se queda atorado. Esa situación se llama distocia de hombro. Si sucede esto, el médico y sus ayudantes tendrán que realizar una serie de maniobras especiales para que el bebé pueda nacer.

En casos extremos, el bebé puede sufrir daños en el nervio del brazo o incluso romperse algún hueso, aunque en el 99 por ciento de los casos estos problemas no dejan secuelas.

El bebé puede requerir también cuidados prenatales en la unidad de cuidados intensivos y puede presentar ictericia (color amarillento de la piel).

Dar a luz a bebés muy grandes, también puede producir heridas y lesiones en la vagina o bien requerir una episiotomía grande (un corte en la parte exterior de la vagina).

Debido a todos los riesgos que conlleva el parto de un bebé muy grande, si el médico sospecha que tu hijo puede pesar más de lo normal, es posible que te recomiende una cesárea. Pero si tienes la diabetes bien controlada, no te preocupes porque las probabilidades de que tengas un bebé con exceso de peso son muy pequeñas.

Algunos estudios han encontrado una relación entre la diabetes del embarazo severa y un aumento en los nacimientos de bebés muertos (óbitos) en los dos últimos meses de gestación.

¿Cómo puede afectar la diabetes gestacional a mi bebé después del parto?

Los bebés que nacen con excesiva grasa acumulada como resultado de los altos niveles de azúcar de la madre durante el embarazo, tienden a ser obesos durante su infancia y edad adulta.

Otro de los efectos de todo este azúcar que circula por la sangre y le llega al bebé, es que éste tiene que fabricar mucha insulina para que esa gran cantidad de azúcar entre en sus células. Cuando el bebé nace, su páncreas sigue produciendo toda esa insulina, pero como ya no está recibiendo el azúcar que tú le estabas suministrando, esta insulina excesiva consume de inmediato la glucosa del bebé, que ahora tiene un nivel normal.

Esto se conoce como hipoglucemia (nivel bajo de azúcar en la sangre). Si tienes diabetes gestacional, el equipo médico que te atienda durante el parto comprobará si los niveles de azúcar en la sangre del bebé son muy bajos después del nacimiento.

Si lo son, te recomendarán que lo amamantes lo antes posible, o bien, le proporcionarán un poco de fórmula o agua con glucosa. En casos muy severos de hipoglucemia, pueden administrarle glucosa por vía intravenosa.

Debido a los altos niveles de glucosa que ha estado recibiendo, puede que el bebé tenga un mayor riesgo de desarrollar ictericia (color amarillo de la piel), policitemia (un incremento de los glóbulos rojos en la sangre) e hipocalcemia (poco calcio en la sangre). Asimismo, si el nivel de azúcar en la sangre materna no se ha controlado en absoluto durante el embarazo, el bebé puede tener afectadas las funciones del corazón.

¿Qué debo hacer si padezco diabetes gestacional?

Depende de lo seria que sea tu diabetes, pero por lo general el médico te pedirá que lleves un registro bastante riguroso de cuáles son tus niveles de azúcar en la sangre.

Hay varios tipos de aparatos que puedes usar, pero los más comunes utilizan una pequeña lengüeta o tirita metálica, que se inserta en un medidor de glucosa. Habla con tu médico para que te recomiende el más adecuado para ti.

Te pedirá también que sigas sus recomendaciones al pie de la letra.

¿Cuál es el tratamiento?

Ya que la diabetes gestacional puede afectar tanto a la madre como al bebé, es importante iniciar el tratamiento de inmediato.

El tratamiento para la diabetes gestacional tiene como propósito mantener un nivel de glucosa en la sangre equivalente al de las embarazadas sin diabetes gestacional.

Para mantener tus niveles de glucosa bajo control se te indicará que hagas lo siguiente:

  • Sigue una dieta balanceada. Seguramente tu médico te recomendará ir con una nutrióloga quien te podrá ayudar a desarrollar un plan de comidas específico, de acuerdo a tu altura, peso y nivel de actividad.
  • En general, la dieta debe ser moderada en grasa y proteína y suministrar niveles controlados de carbohidratos a través de alimentos que abarcan frutas, verduras y carbohidratos complejos (tales como pan, cereal, pasta y arroz). También te pedirán que reduzcas los alimentos que contengan mucho azúcar, tales como bebidas gaseosas, jugos de fruta y panes dulces.
  • Igualmente te pedirán que ingieras tres comidas entre pequeñas y moderadas y uno o más refrigerios cada día.
  • Haz ejercicio. Los estudios también muestran que el ejercicio moderado ayuda al cuerpo a procesar la glucosa y hace que los niveles de azúcar en la sangre estén en su nivel adecuado. Caminar o nadar todos los días durante 30 minutos, puede ayudarte a controlar la diabetes gestacional. Pregúntale a tu médico qué tipo de ejercicio te conviene a ti.
  • Toma medicamento si es necesario. Si no es posible controlar el nivel de glucosa en tu sangre mediante la dieta y el ejercicio, tu doctor te prescribirá algún medicamento. La mayoría de los pacientes ahora empiezan el tratamiento con medicamento oral en lugar de inyecciones.

El médico te pedirá que te midas tus niveles de glucosa cuando menos una vez al día.

Te pedirá que te hagas un análisis general de orina cada mes antes de las visitas médicas para buscar la presencia de proteína.

Te hará un ultrasonido mensual para vigilar el crecimiento del bebé y la cantidad de líquido amniótico.

Durante el parto

  • Durante el parto, el equipo médico te medirá el nivel de glucosa cada hora y cada media hora si se usa anestesia general.
  • Es importante que el bebé se alimente lo más inmediatamente que se pueda después del parto y cada 2 a 3 horas de ahí en adelante. Se le medirán los niveles de glucosa en sangre a las 2 a 4 horas del nacimiento o antes si se observan signos de hipoglucemia (el nivel de glucosa es muy bajo).
    • El bebé no será dado de alta sino hasta después de 24 horas del nacimiento y hasta que se observe que se está alimentando bien y que se mantienen sus niveles de glucosa.

¿Necesitaré exámenes adicionales durante mi embarazo?

Tu médico querrá vigilar al bebé con más atención durante los últimos dos o tres meses del embarazo, dependiendo de lo seria que sea tu diabetes y de si tienes otros problemas adicionales.

Más visitas prenatales y pruebas: Esto quiere decir que tu médico te programará más visitas prenatales de lo normal. Es probable que te pida que empieces a contar los movimientos del bebé en la semana 28, para que le avises lo antes posible si sientes que el bebé está menos activo.

Si, por los motivos que sean, no es posible controlar los niveles de glucosa en tu sangre, o tienes unos niveles tan altos que requieres insulina, y presentas otros factores de riesgo, es posible que el médico quiera vigilar el ritmo de los latidos del corazón del bebé por medio de pruebas no estresantes o ultrasonidos regulares (ecografías) alrededor de la semana 32, para ver cómo se encuentra (es posible que esas pruebas te las hagan en la semana 28, eso dependerá de cada caso).

Este tipo de ultrasonido se llama perfil biofísico. Pero si tu nivel de azúcar está bajo control y todo va bien, probablemente no te hagan estas pruebas hasta la semana 36 de embarazo o quizás después.

Más ultrasonidos: El médico también puede solicitar que te hagan un ultrasonido durante el tercer trimestre para observar al bebé y estimar cuál será su peso. Es posible que tu doctor te pida que te hagas un ultrasonido a principios del tercer trimestre, porque eso lo ayudará a determinar si necesitas medicamento.

Es posible que también pida un ultrasonido al acercarse el parto también. Cuando el médico sospecha que el bebé es muy grande, es posible que decida inducir el parto antes de la fecha prevista o que recomiende el parto por cesárea.

Nota: Si te detectaron la diabetes en la primera mitad del embarazo, es posible que ya tuvieras diabetes antes de quedar embarazada y no lo supieras, como les ocurre a muchas latinas.

En este caso, es posible que el médico ordene una prueba que se conoce como ecocardiograma: un ultrasonido que se centra en el corazón del bebé. Los bebés de mujeres que tienen diabetes cuando quedan embarazadas corren más riesgo de tener problemas de corazón, especialmente si el nivel de glucosa en la sangre de la mamá era elevado durante las primeras ocho semanas del embarazo.

¿Seguiré teniendo diabetes después del parto?

Solamente un pequeño porcentaje de mujeres con diabetes del embarazo siguen siendo diabéticas después del parto. Sin embargo, serás más propensa a desarrollar diabetes gestacional en tu próximo embarazo.

Las mamás latinas que padecen de diabetes gestacional son más propensas a desarrollar diabetes del tipo 2 entre los cinco a 10 años después del embarazo.

Se estima que alrededor de un tercio de las mujeres que tuvieron diabetes gestacional tendrán diabetes o bien, lo que se conoce como tolerancia deficiente a la glucosa. Lo que significa que sus niveles de glucosa serán más altos de lo normal, pero no tanto como para diagnosticarles diabetes.

Es por ello que para nosotras, las latinas, es especialmente importante hacerse una prueba de diabetes entre las seis y 12 semanas después de haber tenido al bebé. Para hacértela, tendrás que estar en ayunas desde la noche anterior. Se puede hacer en tu visita posparto, a las seis semanas del nacimiento del bebé.

¿Qué puedo hacer para minimizar los factores de riesgo de desarrollar diabetes en el futuro?

Los niveles altos de azúcar (glucosa) en la sangre suelen volver a la normalidad luego del parto. Sin embargo, las mujeres con diabetes gestacional deben vigilarse cuidadosamente después del parto y en citas regulares con el médico para buscar signos de diabetes.

El médico te recomendará con qué frecuencia deberás comprobar el nivel de azúcar en la sangre. La recomendación para las mujeres latinas, por lo general, es:

  • Que estas pruebas se hagan al menos una vez al año.
  • Que mantengas tu peso bajo control,
  • Comer una dieta sana y hacer ejercicio de forma regular

Todo esto te puede ayudar mucho a que esta enfermedad no se presente.

Además, el amamantar a tu bebé te puede proveer algo de protección. Existen algunos estudios que señalan que las mujeres que dan pecho pierden mucho más peso después del parto y que tienen menos riesgo de desarrollar diabetes del tipo 2 así como problemas cardiovasculares.

¿Qué puedo hacer para que mi niño no sufra de diabetes u otras condiciones relacionadas a esa enfermedad?

Después de que nazca tu bebé, es aconsejable que le des pecho. Existe evidencia que señala que el amamantar mejora el metabolismo de la glucosa y ayuda a prevenir la obesidad además de reducir el riesgo de que tu bebé sufra de diabetes, y otras enfermedades.

Ten en cuenta que existe la posibilidad de que tu bebé tenga tendencia a la obesidad durante su infancia o edad adulta, y de que pueda desarrollar diabetes o problemas cardiovasculares.

Por eso, es importante ayudarle a mantener una dieta sana y equilibrada, y a mantenerse activo físicamente, para que su peso sea el normal que le corresponde.

Recuerda comentarle al pediatra que tuviste diabetes gestacional durante el embarazo.

¿Cómo puedo prevenir la diabetes gestacional?

Acude a tus citas con el obstetra desde el principio del embarazo para que te vaya controlando durante cada etapa. Someterse a pruebas de detección prenatales entre las semanas 24 y 28 del embarazo ayudará a detectar la diabetes gestacional de manera temprana.

Si tienes sobrepeso, trata de bajar de peso antes del embarazo y cuida tu dieta durante la gestación.

¿Cuál es el pronóstico de la Diabetes Gestacional?

La mayoría de las mujeres que tuvieron diabetes gestacional y estuvieron controladas medicamente, van a tener bebés sanos.

El riesgo de las complicaciones se incrementa cuando los niveles de glucosa no son manejados apropiadamente.

Aunque algunas mujeres en un futuro podrán desarrollar diabetes tipo 2 después del parto, este riesgo puede reducirse siguiendo un plan alimenticio adecuado, ejercitándote y manteniendo un peso saludable.

Referencias

Diabetes Mellitus y Embarazo
Complicaciones, Embarazo, Otras

Diabetes Mellitus y Embarazo

Diabetes mellitus y embarazo

¿Qué es la diabetes mellitus?

La diabetes es una enfermedad crónica en la cual el cuerpo no puede regular la cantidad de azúcar en la sangre.

Metabolismo del azúcar y Causa de la diabetes

Para entender mejor la diabetes, es importante que primero entendamos el proceso normal del metabolismo de los alimentos que ingerimos por medio del cual el alimento se descompone y es empleado por el cuerpo para obtener energía. Durante este proceso suceden varias cosas:

  • Los alimentos se transforman durante la digestión en glucosa que es absorbida por la sangre.
  • Un órgano llamado páncreas, produce la insulina cuyo papel es movilizar la glucosa de la sangre y llevarla a los músculos, grasa y células del hígado donde puede almacenarse o utilizarse como energía para que el organismo pueda desarrollar todas sus actividades.

En los diabéticos este sistema se “descompone” y en vez de que la glucosa sea transportada dentro de las células, se acumula en la sangre y eventualmente es excretada por la orina

Esto se debe a que:

  • El páncreas no produce suficiente insulina.
  • Las células no responden de manera normal a la insulina.
  • Ambas razones anteriores.

Clasificación:

Existen 3 tipos principales de diabetes:

  1. La diabetes Tipo I generalmente se diagnostica durante la niñez. El cuerpo fabrica poca o nada de insulina y es necesario inyectarla diariamente para que el niño pueda vivir. La causa exacta se desconoce.
  2. La diabetes Tipo II es más común. Generalmente se presenta durante la vida adulta. El páncreas no fabrica suficiente insulina o desarrolla una resistencia a la insulina. Cuando tus células desarrollan una resistencia a la insulina, se rehúsan a aceptar a esta hormona como la llave para abrirle la puerta a la glucosa y como resultado, la glucosa permanece y se acumula en el flujo sanguíneo. Muchas de las personas que tienen Diabetes Tipo II ni siquiera saben que la tienen.
  3. Diabetes Gestacional es la elevación de los niveles de glucosa que se presenta en cualquier momento del embarazo en una mujer que NO es diabética.

Factores de riesgo

Cualquier cosa que aumente el riesgo de padecer de una enfermedad se llama factor de riesgo. Tener un factor de riesgo no significa que se va a padecer de diabetes; no tener un factor de riesgo no significa que no se va a padecer de cáncer.

Los factores de riesgo para la diabetes son tanto del ambiente como de la herencia, entre ellos encontramos:

  • Uno de los padres, hermano o hermana con diabetes
  • Obesidad
  • Edad arriba de los 45 años
  • Algunos grupos étnicos (afro-americanos , hispano-americanos)
  • Diabetes gestacional o haber tenido un bebé de más de 4.5 kg.
  • Presión arterial elevada
  • Niveles elevados en la sangre de triglicéridos
  • Niveles elevados de colesterol

Complicaciones de la diabetes

Después de muchos años, la diabetes puede llevar a otros problemas serios. Estos problemas se conocen como complicaciones de la diabetes y abarcan:

  • Problemas renales: alteraciones a nivel de los riñones que pueden llevar a insuficiencia renal.
  • Retinopatías: como hay exceso de glucosa (azúcar) en el organismo empieza haber mayor circulación de líquidos hiperosmolares (que tienen sustancias de mayor peso molecular) y la retina empieza a presentar problemas, debido a que ahí se encuentran venas muy pequeñas.
  • Debilitamiento del sistema inmunitario, lo cual puede llevar a infecciones más frecuentes.
  • Aumento de la probabilidad de sufrir un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular.
  • Deshidratación: por la pérdida de agua (orina en exceso) y también de electrólitos (sustancias que se encuentran en el agua).
  • Daño a los nervios en el cuerpo causando dolor, hormigueo, pérdida de la sensibilidad, problemas para digerir el alimento y disfunción eréctil.
  • En casos más graves puede presentarse coma por el aumento de la glucosa (azúcar) y llegar a la muerte.

Diabetes y Embarazo

Si tienes diabetes y estás embarazada, tu embarazo se considerará un embarazo de alto riesgo. Otros embarazos que presentan altos riesgos son los de mellizos (o más de dos bebés) y embarazos en mujeres pasada cierta edad. “Alto riesgo” no significa que tendrás problemas. Simplemente quiere decir que

  • Deberás prestar atención especial a tu salud: Aún cuando ya tengas experiencia en el manejo de tu diabetes, el embarazo puede crear nuevas circunstancias médicas.

Tal vez necesites consultar a médicos especializados: Para conseguir un feliz término de la gestación es imprescindible la participación de un equipo multidisciplinario a la cabeza del cual deben estar el diabetólogo, el obstetra y el neonatólogo

  • Acude a tu ginecólogo y planea tu embarazo desde al menos 6 meses antes de la fecundación.

Millones de embarazos de alto riesgo producen bebés en perfecto estado de salud, sin que se vea afectada la salud de la mamá. Las claves son el cuidado y la atención especial.

Influencia del embarazo sobre la diabetes 

En la placenta se producen hormonas como el cortisol, adrenalina, estrógenos y progesterona las cuales tiene el efecto de bloquear la acción de la insulina materna lo cual finalmente se traduce en hiperglucemia.

El mayor de estos efectos (resistencia a la insulina) está dado por la hormona de crecimiento del bebé que se llama “lactógeno placentario” la cual se comienza a elevar desde la semana 24 (sexto mes) y alcanza su pico máximo entre las 28 a 32 semanas de embarazo.

Por lo que a la diabetes preexistente se refiere, si bien al principio pueden disminuir algo las necesidades insulínicas, a partir de la segunda mitad del embarazo tienden a aumentar, con la consiguiente tendencia a hiperglucemia (elevación de los niveles de azúcar en la sangre de la madre) y cetosis (acidosis sanguínea) si no se establece un control metabólico adecuado.

Durante este periodo puede haber descontroles severos que ameriten el ajuste en las dosis de insulina. Es en este tiempo cuando se desarrollan las complicaciones fetales (fetopatía diabética)

Influencia de la diabetes en el embarazo

Al ser la diabetes una enfermedad previa al embarazo (preexistente), lo convierte a éste en un embarazo de alto riesgo por lo que, el equipo médico tendrá una estrecha vigilancia del bebé y un control estricto de la glucosa en la madre para asegurar el desarrollo adecuado del bebé y para evitar complicaciones al nacimiento originadas por la exposición constante del bebé a los niveles elevados de glucosa en su madre.

El embarazo idealmente en una paciente con diabetes tipo 2 debería de ser un evento planeado y con control de la glucosa previo al mismo en forma estricta con insulina, ya que al inicio de la gestación descontroles severos de más de 160 mg en ayuno pueden terminar en abortos del primer trimestre o bien en malformaciones congénitas.

Repercusiones maternas:

  • Las mujeres con diabetes pueden tener problemas de presión arterial alta que pueden causar complicaciones durante el embarazo.
    • La presencia de presión arterial alta durante el embarazo aumenta el riesgo de sufrimiento fetal agudo o crónico y de que la madre presente preeclampsia, un problema médico grave que puede causar convulsiones y problemas en los riñones o el hígado de la madre.
    • La preeclampsia también aumenta el riesgo del nacimiento de un niño muerto.
  • La mujeres con nefropatía (enfermedad del riñón causada por la diabetes) e hipertensión tienen mayor riesgo de preeclampsia y retraso del crecimiento del bebé dentro del útero.
  • La diabetes provoca Hidramnios: En esta afección, el saco amniótico que rodea al bebé contiene una cantidad mayor de líquido amniótico y esto puede provocar trabajo de parto y parto prematuro.
  • Está demostrado que la diabetes favorece la existencia de una mayor frecuencia infecciones urinarias o vaginales que pueden terminar en amenazas de partos prematuros, muerte del bebé en útero, etc.
  • El embarazo puede contribuir a un empeoramiento de la retinopatía diabética, sobre todo la proliferativa no conocida o no tratada.
  • Se ha descrito una mayor mortalidad entre las mujeres embarazadas diabéticas con cardiopatía isquémica.

Repercusiones en el bebé:

Un bebé de madre diabética es, por definición, un bebé que nació de una madre que padece de Diabetes Mellitus, pero se refiere en especial a aquél que nació de una madre que tuvo un nivel elevado de azúcar en la sangre (glucosa), durante todo el embarazo y que puede presentar:

  1. Macrosomía: Esta complicación se desarrolla entre la semanas 28 a 36 y puede ser evitada teniendo un control estricto de la glucosa en este periodo. Los bebés pesan más de 4 kilos, cara con cachetes grandes y nariz chata. El cuello se ve corto por exceso de grasa y las manos regordetas. A pesar del gran tamaño del bebé, el funcionamiento de su organismo es inmaduro y durante los primeros días pueden presentarse problemas.
    • Los bebés de estas madres crecen tanto porque el azúcar en exceso en la sangre de la madre pasa al feto, quien entonces produce insulina para contrarrestar y esto favorece la acumulación de dicha azúcar como grasa.
    • La grasa se acumula en los hombros y tronco haciendo dificultosos los partos y con riesgo de trauma durante el parto. Sus órganos y sistemas también son más grandes, en especial el hígado, las glándulas adrenales y el corazón.
  2. Los niños nacidos de madres diabéticas, tienen cinco veces más probabilidades que uno normal, de tener alteraciones respiratorias (membrana hialina). La insuficiencia respiratoria o Síndrome de distrés respiratorio (SDR) en el bebé a su nacimiento se debe a la falta de producción en sus pulmones de una substancia llamada agente tensoactivo que es necesario para que se pueda llevar a cabo la respiración.
  3. En el tercer trimestre aumenta la posibilidad de tener óbitos tardíos. Esta es la complicación más temida por todos, ya que representa la muerte intrauterina del bebé entre las 38 a 39 semanas y puede ser secundaria tanto a un descontrol severo agudo como por descontrol crónico de la enfermedad (se piensa que los bebés con macrosomía acabaron con la dotación de oxígeno antes de su nacimiento).
  4. Falla cardiaca o sea la pérdida de la capacidad del corazón para bombear la sangre a todo el cuerpo. Cuando hay falla cardiaca, muchos órganos no reciben suficiente oxígeno y reducen su capacidad de funcionar adecuadamente. Se asocia también a la enfermedad vascular en particular con daño renal (del riñón) y una mayor incidencia de muerte del bebé.
  5. Hipocalcemia (baja de calcio en la sangre) que se pueden traducir en espasmos musculares e incluso crisis convulsivas, e ictericia (color amarillo de la piel) en el recién nacido por inmadurez de su hígado.
  6. Al nacer, estos bebés pueden tener un episodio de hipoglucemia (que se les baja el nivel normal de azúcar que deben de tener en la sangre) poco después de su nacimiento y esto es debido a la alta producción de insulina que tiene el bebé (la sustancia que moviliza el azúcar de la sangre hacia los tejidos del organismo) como una respuesta a los altos niveles de glucosa que recibe de la madre.
    • Es por esto que se debe tener una medición constante de los niveles de azúcar en su sangre durante las primeras horas después del nacimiento.
  7. Aumento en la incidencia de anomalías congénitas por hiperglicemia (elevación de los niveles de azúcar en la sangre) cuando la madre no ha tenido un buen control metabólico en el primer trimestre del embarazo.
  • La incidencia de anomalías mayores (cardíacas, del tubo neural, genitourinarias, gastrointestinales, y músculo esqueléticas) es  varias veces mayor que en la población general:
  1. La cetoacidosis puede llevar a una tasa de hasta el 50% de mortalidad fetal.

A todas estas complicaciones potenciales detectables en el bebé a su nacimiento se le llama en conjunto: Fetopatía diabética.

A largo plazo, parece también que estos niños pueden ser más proclives al desarrollo de obesidad o diabetes que la población general.

Aunque la mayoría de los bebés se encuentran bien después de nacer, algunos deben permanecer por un tiempo en una sala de cuidados especiales de recién nacidos. Lo bueno es que con la debida planificación y el control adecuado de la diabetes, puedes reducir el riesgo de que tu bebé padezca estos problemas.

Control de la diabetes antes del embarazo

Si tienes diabetes, el mejor momento para controlar tu nivel de glucosa en sangre, también denominado nivel de azúcar en sangre, es antes de quedar embarazada. Desde varios meses antes de concebir, acude a una cita con tu especialista para que sepas qué medidas puedes y debes tomar para reducir el riesgo de problemas posteriores.

Es importante lograr este óptimo control antes de la concepción, para evitar o disminuir la presencia de anomalías congénitas en el bebé

  • Durante las primeras 8 semanas de embarazo, se empiezan a formar el cerebro, el corazón, los riñones y los pulmones del bebé.
  • Los niveles altos de azúcar en la sangre son especialmente perjudiciales para los bebés durante esta etapa temprana del embarazo. Demasiada glucosa en la sangre puede causar defectos de nacimiento.

Lamentablemente, la mayoría de las mujeres no se da cuenta de que está embarazada hasta las 5 ó 6 semanas aproximadamente después de la concepción.

Al mismo tiempo, es importante que tu médico te hable claramente acerca de los posible problemas derivados en caso de embarazo, los métodos anticonceptivos que deberás seguir hasta que se considere que estás en el mejor momento para embarazarte, la modificación del tratamiento con insulina según los resultados de tus análisis, etc.

Controlar los niveles de glucosa puede requerir de cambios en tus medicamentos, en la dieta y en tu programa de ejercicios.

Además de normalizar los niveles de glucosa, la atención antes de la concepción también le permite a tu médico:

  • Diagnosticar y tratar los problemas médicos que puedas tener a causa de la diabetes, como presión arterial alta, enfermedades del corazón, enfermedades de los riñones y problemas de la vista
  • Darte información general sobre cómo puedes adelgazar, si fuera necesario, mediante una alimentación saludable y ejercicios.
  • Aconsejarte tomar multivitaminas o suplementos vitamínicos prenatales que contienen por lo menos 400 microgramos de ácido fólico para ayudar a prevenir defectos del tubo neural

Tu médico desaconsejará un embarazo cuando:

  • Hay un mal control metabólico (tu diabetes no está bien controlada).
  • Tienes retinopatía proliferativa (el daño a tus ojos es importante)
  • Tienes cardiopatía isquémica (deficiencia en la irrigación de la circulación del corazón)
  • La enfermedad ha causado nefropatía con deterioro de la función del riñón.

Si No deseas embarazarte: es prioritario y urgente establecer un método anticonceptivo eficaz.

Control de la diabetes durante el embarazo

Inmediatamente después de recibir el diagnóstico de embarazo, debes acudir de inmediato con tu médico endocrinólogo para que se inicie el control que llevarás durante este período, es muy importante controlar los niveles de azúcar.

La meta es mantenerlos tan cercanos a lo normal como sea posible desde antes de quedar embarazada y durante toda la gestación. Aun cuando te enteres de que estás embarazada ya avanzado el embarazo, hay mucho que puedes hacer.

Para que puedas lograr esto, tu médico diseñará junto contigo un plan de cuidado y control de la diabetes que incluye:

  • Una dieta saludable y un plan de comidas
  • Rutina de actividad física
  • Tratamiento médico que deberás tomar siguiendo estrictamente las recomendaciones de tu médico.

El embarazo es causa de una serie de cambios en el cuerpo. Por eso, aún cuando ya tengas experiencia en el cuidado de tu salud, es posible que necesites cambiar la forma en que maneja su diabetes y que tus necesidades muden a medida que avanzas en el embarazo y se acerca la fecha de parto.

Las consultas rutinarias con médicos especialistas te asegurarán la mejor atención posible. El equipo médico que deberá atenderte está compuesto por varios especialistas entre los que se incluyen:

  • Un médico especializado en la atención de la diabetes, como un endocrinólogo o un diabetólogo.
  • Un ginecólogo obstetra con experiencia en atención a mujeres embarazadas con diabetes.
  • Un dietista o nutriólogo con experiencia en dietas para diabéticos -en especial, para embarazadas- que te ayude a planificar tus comidas. Al comer saludablemente puedes controlar el azúcar en la sangre y lograr una buena nutrición.
  • Especialistas que diagnostiquen y traten complicaciones relacionadas con la diabetes, tales como oftalmólogos y optometristas para los problemas de la visión, nefrólogos para los problemas de los riñones y cardiólogos para los problemas del corazón. Si ya sufres complicaciones relacionadas con la diabetes, deberán observar estos problemas durante tu embarazo.
  • Si suben tus niveles de ansiedad, informa a tu ginecólogo. Si necesitas ayuda para resolver estos problemas, pide que te recomiende un especialista.
  • Pediatra o neonatólogo para el bebé. Un neonatólogo, es un médico que atiende a bebés recién nacidos.

Tú también formas parte del equipo. Eres el miembro más importante. Los médicos pueden ofrecerte consejos profesionales, pero tú serás la responsable de llevar a cabo las medidas que se necesitan día a día para controlar la diabetes.

Con el fin de evitar complicaciones, es necesario que sigas estrictamente las recomendaciones que te harán tu equipo médico.

Seguramente tu equipo médico te programará visitas prenatales frecuentes para examinar los niveles de glucosa y hacer otros exámenes.

Tratamiento de la diabetes en el embarazo

En la actualidad no existe ningún tratamiento que cure la diabetes, pero el nivel de glucosa en sangre puede controlarse con una medicación adecuada y un buen manejo del estilo de vida que incluye: comer lo que se debe comer y cuando se debe comer, mantener un peso adecuado y hacer suficiente ejercicio.

Es importante repetirlo: si tienes los niveles de glucosa en sangre controlados desde antes del embarazo y durante el embarazo, es muy factible que puedas tener una gestación y un bebé saludables y sin complicaciones.

Control de los niveles diarios de azúcar en la sangre: El objetivo del tratamiento de la diabetes en el embarazo es evitar complicaciones en el bebé, y para esto el médico te explicará que es necesario tener como meta el llevar los niveles de glucemia a los observados en un embarazo normal.

Si tomamos en cuenta que dichos niveles son hasta 110 mg en personas sin embarazo y que durante la gestación disminuyen en promedio 20 mg, por el consumo de glucemia de origen materno por el bebé, entonces podremos concluir que estos niveles en ayuno deben oscilar entre los 80 a 90 mg.

Otra consideración importante es que la hiperglucemia posprandial (elevación de la glucosa después de haber ingerido alimentos) es la principal causa de los problemas en el bebé y sobretodo de la macrosomía.

Por estas razones a nivel mundial se recomienda que los niveles de glucemia se mantengan durante la gestación como sigue:

  • Ayuno < o =a 95 mg.
  • 1 hr después de los alimentos < o = a 140 mg
  • 2 hs después de los alimentos < o = a 120 m

Seguramente tu médico te pedirá que te midas, varias veces al día, los niveles glucosa en sangre usando el dispositivo especial con tiras reactivas que te permite hacerlo en tu hogar. La mayoría de los médicos recomienda que las embarazadas lo hagan por lo menos cuatro o cinco veces al día.

Puedes llevar un registro de tus niveles de azúcar en la sangre. Anota los resultados cada vez que te midas la glucosa en la sangre. Tanto tú como tus médicos pueden usar este “Registro de glucosa en sangre” para determinar si el plan para el control la diabetes te está dando resultado.

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La prueba de hemoglobina glicosilada: Otra forma de saber si estás logrando los niveles deseados es hacerse una prueba de sangre llamada hemoglobina glicosilada. Los resultados de esta prueba muestran tus niveles promedio de azúcar en la sangre durante los últimos 2 ó 3 meses. Anota el objetivo que tus médicos hayan fijado para ti.

Labor del especialista en diabetes: tu médico buscará una adecuada compensación del metabolismo de tu glucosa mediante el establecimiento de un régimen dietético y un tratamiento insulínico idóneo.

  • La dieta de la embarazada diabética no debe variar de la que vienes realizando desde antes del embarazo, a no ser por la necesidad de un discreto aumento en el aporte de proteínas y ocasionalmente del aporte de calcio, hierro y ácido fólico. Durante el embarazo no deberás engordar más de 12 kg de peso.
  • Medicamentos: Si usabas insulina antes del embarazo para controlar la diabetes, la dosis de insulina generalmente aumentará mientras estás embarazada. Durante el embarazo puedes usar insulina sin riesgo. La insulina NO causa defectos congénitos. Si usabas una bomba de insulina antes de quedar embarazada, probablemente la seguirás usando. A veces, sin embargo, es posible que necesites cambiar a inyecciones de insulina.
    • La insulina se aplica por vía subcutánea (insulina de acción rápida, duración 6 horas o insulina de acción intermedia, duración 12-16 horas). Estas dos solas o mezcladas en pautas de tres a cuatro inyecciones al día (dosis múltiples de insulina)
    • Si generalmente tomabas medicamentos orales, tu médico podría recomendar cambiar la dosis o indicarte usar insulina mientras estás embarazada.

Los requerimientos de insulina tienden a incrementarse durante el embarazo porque las hormonas producidas por la placenta hacen que se disminuya la respuesta normal a la insulina. El médico te enseñará a ajustar la cantidad de insulina que debe administrarse en cada pinchazo; para ello se basará en la valoración de glucosa en sangre capilar que hagas en tu domicilio.

Riesgo de Hipoglucemia: Ten en cuenta que aunque te examines rigurosamente la glucosa en la sangre, durante el embarazo tienes un mayor riesgo de tener niveles bajos de glucosa (hipoglucemia). La hipoglucemia puede ocurrir si no consumes suficientes alimentos, omites una comida, no comes a la hora adecuada del día o haces demasiado ejercicio. Los síntomas de hipoglucemia son los siguientes:

  • Mareos
  • Temblores
  • Hambre repentina
  • Sudor
  • Debilidad

Si crees que estás presentando síntomas de hipoglucemia, mídete el nivel de glucosa en la sangre de inmediato. Si se encuentra debajo de 60 mg/dL, come o bebe algo, como un vaso de leche, unas galletas de soda o tabletas especiales de glucosa. Asegúrate de que los miembros de tu familia sepan lo que deben darte.

¿La hipoglucemia puede dañar al bebé? Por lo general el bebé es muy resistente a la hipoglucemia materna, ya que sus niveles de glucosa en sangre son inferiores en aproximadamente 20 mg en comparación con su madre y, para que se presenten alteraciones, los niveles deben ser menores de 20 mg. Para que esto suceda, los niveles maternos deben ser iguales o menores de 40 mg, por lo que solo las hipoglucemias severas pueden comprometer la salud del bebé.

Hiperglucemia: El nivel de glucosa en la sangre también puede subir demasiado, lo que se llama hiperglucemia. Cuando el nivel de glucosa está demasiado alto, el organismo puede producir unas sustancias que se llaman cetonas y que pueden ser perjudiciales para tu bebé.

Los síntomas del nivel alto de glucosa en la sangre incluyen:

  • Orinar con frecuencia
  • Sed
  • Pérdida de peso

La hiperglucemia puede ocurrir si comes más de lo habitual, estás enferma o menos activa de lo normal. Si tienes hiperglucemia, llámale de inmediato a tu endocrinólogo. Es posible que necesites cambiar tu alimentación, rutina de ejercicios o los medicamentos.

Labor del Nutriólogo: Para lograr los objetivos mencionados, el especialista te diseñará un plan de alimentación con una dieta que reúna las características de ser balanceada, completa, equilibrada, suficiente e inocua.

  • Balanceada: se refiere a que debe de contener todos los tipos de alimentos (frutas, vegetales, cereales, leche y sus derivados, carne, grasas).
  • Equilibrada: significa que debe de contener Carbohidratos, proteínas, grasas, vitaminas y minerales
  • Completa: significa que todos los tipos de alimentos deben de ser consumidos en todos los servicios (desayuno, comida y cena).
  • Suficiente: significa que la alimentación debe de estar en cantidad y calidad adecuada para cada persona, en función de su edad, complexión y estado fisiológico (infancia, adolescencia, embarazo, edad adulta y senectud)
  • Finalmente la alimentación debe de ser inocua, es decir, higiénica y libre de agentes patógenos que nos pudieran causar enfermedades.

La cantidad de calorías que deberás consumir cada día depende de tu peso, la duración del embarazo, tu edad y nivel de actividad y la glucemia. En el embarazo es importante vigilar tu aumento de peso.

Es posible que te pida que escribas en el registro de glucosa, lo que comes durante varios días para que los médicos puedan establecer una estadística comparativa con la dosis del medicamento, el ejercicio que hagas y los niveles de glucosa.

Ejercicio: Otra parte vital de un embarazo saludable es el ejercicio. El ejercicio ayuda a mantener normalizados los niveles de glucosa y ofrece muchos otros beneficios, por ejemplo, controla el peso, aumenta la energía, te ayuda a dormir mejor y reduce los dolores de espalda, el estreñimiento y la hinchazón abdominal debido a gases.

Colabora con tu médico para decidir el tipo y la cantidad de ejercicio que son adecuados para ti. Es beneficioso tratar de hacer por lo menos 30 minutos de ejercicio casi todos los días de la semana.

Labor del obstetra: Cumplirá los siguientes objetivos:

  • Primero que nada tu médico te hará algunas pruebas para controlar tu inmunidad frente a determinadas infecciones (rubéola, toxoplasmosis, etc.).
  • Buscará igualmente la posibilidad de infecciones sobreañadidas (urinarias o vaginales).
  • En cada visita prenatal controlará tu ganancia de peso y de la tensión arterial.
  • Vigilará a lo largo del embarazo el adecuado crecimiento, bienestar y madurez de tu bebé.

Para la valoración del crecimiento del bebé, estudio de la implantación de la placenta y del volumen de líquido amniótico el médico te hará periódicamente pruebas o exámenes especiales.

A medida que progresa el embarazo, el ginecólogo te pedirá algunas pruebas o exámenes especiales para determinar el tamaño y el estado del bebé. Estas pruebas o exámenes le permiten detectar posibles problemas y tomar medidas para tratarlos.

Además del ultrasonido del primer trimestre, se puede hacer un examen de ecografía especializada en el segundo trimestre para detectar defectos congénitos visibles. Los exámenes de ecografía se pueden repetir en las semanas posteriores para dar seguimiento al desarrollo del bebé. A partir de la semana 32–34 de embarazo seguramente te pedirá también:

  • Evaluación por monitor en reposo: Este examen mide la frecuencia cardíaca (el ritmo del corazón) del bebé por medio de un monitor electrónico fetal.
  • Perfil biofísico: Este examen usa la ecografía (ultrasonido) para examinar la respiración, los movimientos del cuerpo y el tono muscular del bebé, así como la cantidad de líquido amniótico. También se registran los cambios en la frecuencia cardíaca del bebé con un monitor electrónico fetal. Los resultados de estos exámenes pueden revelar información detallada sobre el estado del bebé.
  • Evaluación por monitor con contracciones: Este examen mide cómo reacciona la frecuencia cardíaca del bebé cuando el útero se contrae.

Para evaluar el bienestar del bebé, tu médico tendrá en cuenta también todo lo que le relates con respecto a los movimientos del bebé.

En la actualidad, con adecuado control de la diabetes y la oportuna vigilancia obstétrica, el embarazo de una gestante diabética no tiene por qué no finalizar por vía vaginal; no obstante, la presencia de determinadas circunstancias puede conducir en muchos casos a la práctica de cesárea (inmadurez del cuello uterino, macrosomía, nefropatía grave con hipertensión, retinopatía proliferativa con hemorragias retinianas importantes, causas obstétricas independientes de la diabetes, etc.).

Clasificación del descontrol de la glucosa en el embarazo 

El descontrol de la glucosa en el embarazo se clasifica en:

  • Leve cuando la glucemia de ayuno se encuentra entre 96 a 119 mg/dl
  • Moderado cuando esta se encuentra entre 120 a 139 mg/dl y
  • Severo cuando es > o= a 140 mg.

Las mujeres con descontrol leve se tratan con dieta únicamente. En caso de descontrol moderado el médico te pedirá que inicies con el plan de alimentación por 2 semanas, y en caso de que no se controle la glucemia solo con la dieta, te iniciará el tratamiento con insulina.

Las mujeres con descontrol severo son internadas para iniciar tratamiento dietético y médico con insulina al mismo tiempo.

Durante el parto

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Seguramente tu médico programará la fecha del parto aunque es posible que el trabajo de parto ocurra naturalmente. El trabajo de parto se podría inducir (provocar mediante medicamentos u otros métodos) antes de la fecha prevista del parto, especialmente si surgen problemas con el embarazo.

Entre los factores que tu equipo de médicos considerará para decidir qué tipo de parto es mejor para ti y para tu bebé, pueden incluirse los siguientes:

  • El tamaño y la posición del bebé.
  • La maduración pulmonar del bebé.
  • Los movimientos del bebé.
  • La frecuencia cardíaca del bebé.
  • La cantidad de líquido amniótico.
  • Tus niveles de glucosa en sangre y presión arterial.
  • Tu estado de salud general.

Control de la glucosa en sangre durante el trabajo de parto y el parto

Mantener tus niveles de glucosa en sangre bajo control ayuda a garantizar que el bebé no tendrá un nivel bajo de glucosa en sangre inmediatamente después del nacimiento. Cuando estés en trabajo de parto estarás físicamente activa, por lo tanto, es posible que no necesites mucha insulina.

Mientras te encuentres en trabajo de parto, se examinarán rigurosamente los niveles de glucosa (generalmente cada hora). Si fuera necesario, podrías recibir insulina directamente en vena en un suero. Si usas una bomba de insulina, es posible que puedas usarla durante el trabajo de parto. Las mujeres que usan bombas de insulina deben colaborar con sus equipos médicos durante el trabajo de parto para llevar un control de los niveles de glucosa y ajustar las configuraciones de la bomba.

Si tienes un parto quirúrgico, es posible que tus niveles de glucosa en sangre aumenten debido al estrés de la cirugía. Los médicos monitorizarán de cerca tus niveles de glucosa en sangre y probablemente utilicen un suero para administrar la insulina y la glucosa en vena a fin de mantener tus niveles bajo control.

Labor del pediatra neonatólogo: Cuidará del recién nacido, previniendo o tratando las posibles complicaciones, antes referidas, tales como dificultad respiratoria, hipoglucemia, hipocalcemia, ictericia, etc.

De particular importancia es el diagnóstico precoz de las anomalías congénitas mayores o menores que el niño pueda presentar.

Cambios en la rutina diaria durante el embarazo

Días en los que estás enferma: Cuando estás enferma, tus niveles de glucosa en sangre pueden aumentar rápidamente y puede producirse cetoacidosis diabética. Habla con tu equipo médico acerca de lo que debes hacer si te enfermas. Asegúrate de saber lo siguiente:
  • Qué hacer si tienes náuseas o vómitos.
  • Con qué frecuencia debes controlar tu nivel de glucosa en sangre.
  • Con qué frecuencia debes controlar tu nivel de cetonas en orina o sangre.
  • Cuándo debes llamar a tu médico.
Lejos de tu hogar: Cuando estés lejos de tu hogar, durante varias horas o durante un viaje más largo, es recomendable que estés preparada para enfrentar problemas. Asegúrate de tener siempre contigo lo siguiente:
  • Un bocadillo o una comida.
  • Alimentos o bebidas para tratar el nivel bajo de glucosa en sangre.
  • Tus medicamentos y suministros para la diabetes.
  • Tu medidor de glucosa en sangre y sus suministros.
  • Tu kit de glucagón.
  • Los números telefónicos para emergencias de su equipo médico.

Tratamiento y cuidados después del embarazo

No existe ningún inconveniente, sino más bien al contrario, para el establecimiento de la lactancia natural. Los expertos hacen hincapié en que las mujeres con diabetes lacten a sus bebés. La lactancia materna le brinda al bebé la mejor nutrición para mantenerse saludable y es beneficioso para la madre también.

Mediante la lactancia, las madres que acaban de dar a luz pueden perder el peso adicional adquirido durante el embarazo. Además, permite que el útero regrese más rápidamente al tamaño que tenía antes del embarazo.

Deberás examinarte el nivel de glucosa en la sangre rigurosamente después del parto. Esto es vital para determinar tus necesidades continuas de medicamentos o decidir la mejor dosis. La mayoría de las mujeres que usaban insulina antes del embarazo deben poder usar las dosis de insulinas previas al embarazo al poco tiempo de dar a luz.

Habla con tu nutriólogo sobre la cantidad y los tipos de alimentos que pueden darte las calorías adicionales que vas a necesitar para asegurar una producción adecuada de leche. Comer bocadillos (meriendas) pequeñas durante el día puede ser útil.

Si se presenta descontrol de la glucosa mayor o igual a 160 mg, seguramente el endocrinólogo te pedirá que continúes con la insulina durante la lactancia (la insulina no pasa a la leche materna.

Al término de la lactancia, te harán nuevamente análisis para nivelar tu diabetes.

Por último, y de cara al futuro, antes de que tú y tu pareja empiecen a tener relaciones sexuales otra vez, es importante seleccionar un método anticonceptivo para evitar un embarazo no planificado. El médico te recomendará un método anticonceptivo transitorio (anticonceptivos orales, métodos de barrera o dispositivos intrauterinos) o uno definitivo (ligadura de trompas, vasectomía). Lo que se considere más oportuno.

Pronóstico

En cuanto al bebé: el tratamiento preventivo ayuda a asegurar la recuperación. En general, los síntomas se resuelven en unas semanas. Sin embargo, cuando el corazón está crecido entonces tardará meses para resolver el problema.

En cuanto a la madre: Desafortunadamente, muchas diabéticas llegan al consultorio cuando la gestación ya se encuentra adelantada o, incluso, cuando se presentan señales de serias complicaciones. Si los niveles de glucosa no son rigurosamente controlados durante la gestación, existe un riesgo muy aumentado de mortalidad perinatal, abortos, anomalías congénitas y traumatismos durante el parto.

Por otro lado, las embarazadas que tienen un seguimiento médico adecuado, tienen la misma posibilidad de tener un bebé sano que las mujeres no diabéticas.

  • Si tienes diabetes, el mejor momento para controlar tu nivel de glucosa en sangre, también denominado nivel de azúcar en sangre, es antes de quedar embarazada. Los niveles altos de glucosa en sangre pueden ser perjudiciales para tu bebé durante las primeras semanas de embarazo, incluso antes de saber que estás embarazada.
  • Mantener tu nivel de glucosa en sangre lo más cercano posible a los valores normales antes de su embarazo y durante este es la medida más importante que puedes tomar para mantenerte sana y tener un bebé sano.
  • Antes de quedar embarazada, puedes planificar y prepararte para tener un embarazo saludable y un bebé sano. Si tienes diabetes y ya estás embarazada, puedes asegurarte de que estás haciendo todo lo que puedes para cuidar tu salud y tu diabetes durante el embarazo.
  • Acudir a las citas con los médicos especialistas te garantizará el mejor cuidado.
  • Durante el embarazo, el medicamento para la diabetes más seguro es la insulina. Tu equipo médico trabajará contigo para elaborar una rutina personalizada de uso de insulina. No es seguro tomar algunos medicamentos durante el embarazo y antes de quedar embarazada debes hablarlo con tu médico para que él te diga cuáles debes dejar o cuales debes suplir con otros medicamentos que no hagan daño a tu bebé en desarrollo.
  • Durante su embarazo te harán pruebas para controlar la salud del bebé.
  • Mediante el amamantamiento, puedes dar al bebé un comienzo saludable.

Referencias