La Hepatitis “B” como Enfermedad de Transmisión Sexual
Enfermedades de transmisión sexual

La Hepatitis “B”

¿Qué es la hepatitis?

“Hepatitis” significa inflamación del hígado. El hígado es un órgano vital que procesa los nutrientes, filtra la sangre y combate infecciones. Cuando el hígado está inflamado o dañado, su función puede verse afectada. En la mayoría de los casos, la hepatitis es provocada por un virus.

La hepatitis viral, es causada por diferentes virus, cada uno de ellos es nombrado usando una letra del alfabeto. Existen cuatro tipos principales:

  • hepatitis A
  • hepatitis B
  • hepatitis C
  • hepatitis D

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A pesar de que todos los virus son ligeramente diferentes entre sí, tienen una cosa en común: provocan una infección y una inflamación del hígado, que es dañina para las células del hígado.

El consumo excesivo de alcohol, las toxinas, algunos medicamentos y determinadas afecciones médicas también pueden causar hepatitis.

Hepatitis B

La hepatitis B, conocida también como Hepatitis sérica, es una infección hepática contagiosa y potencialmente mortal, causada por el virus de la hepatitis B (VHB). Constituye un importante problema de salud a nivel mundial y es el tipo más grave de hepatitis viral.

Aunque el VHB puede infectar a personas de cualquier edad, los adultos jóvenes y adolescentes corren el mayor riesgo.

Cuando una persona se infecta, puede desarrollar una infección “aguda”, que puede variar en gravedad desde una enfermedad muy leve con pocos o  ningún síntoma hasta una afección grave que requiere hospitalización.

La hepatitis B aguda se refiere a los primeros seis meses después de que alguien ha estado expuesto al virus de la hepatitis B. Algunas personas pueden combatir la infección y eliminar el virus.

En otras, la infección permanece y da lugar a una enfermedad “crónica” o de por vida. La hepatitis B crónica se refiere a la enfermedad que ocurre cuando el virus de la hepatitis B permanece en el cuerpo de la persona.

El hígado tiene una habilidad increíble para curarse a sí mismo, pero una inflamación a largo plazo causada por el virus de la hepatitis B, puede dar como resultado un daño permanente.

  • Se le llama cirrosis al tejido cicatrizal resultante de una inflamación crónica. Esta condición se asocia tradicionalmente al alcoholismo, pero puede ser causa de una infección activa crónica por hepatitis B. Cuando esto ocurre, el hígado pierde totalmente su capacidad de funcionar y el único tratamiento es el trasplante de hígado.
  • La hepatitis B puede ser causa también de un tipo de cáncer hepático.

La probabilidad de desarrollar una hepatitis B crónica depende de la edad y del estado inmunitario (defensas) del sujeto, siendo mayor cuando la infección se adquiere en la infancia que cuando se adquiere siendo adulto.

La hepatitis  B  puede ser una enfermedad silenciosa, (no hay síntomas), algunas personas tienen hepatitis durante muchos años sin saberlo y contagian a sus parejas sexuales, después descubren que padecen la enfermedad cuando el hígado, como consecuencia de la misma,  ya está dañado. Es por esto que es importante que estés informada sobre esta enfermedad y cómo prevenirla.

¿Por qué es tan peligrosa la hepatitis B?

Porque siendo una “infección silenciosa” que puede infectar a las personas sin que éstas se den cuenta, la mayor parte de las personas infectadas de hepatitis B no saben que tienen la infección y sin querer pueden contagiar el virus a otros a través de la sangre y otros fluidos corporales infectados.

Síntomas

Una infección de hepatitis B se considera “aguda” a partir del momento de contagio y durante los siguientes 6 meses. Esta es la cantidad de tiempo que habitualmente tarda un adulto sano en eliminar con éxito la infección de hepatitis B y desarrollar anticuerpos protectores. Durante la infección aguda, la persona puede contagiar y propagar el virus a otros.

Hepatitis B aguda

Los síntomas de la hepatitis B aguda se presentan después de 1 a 4 meses de la adquisición del virus. Muchas personas pueden no presentar ningún síntoma.

  • Entre los síntomas iniciales se incluyen:
  • Cansancio.
  • Disminución del apetito (anorexia).
  • Náuseas.
  • Ictericia o coloración amarillenta de la piel.
  • Orina oscura y turbia.
  • Dolor en la zona superior derecha del abdomen.
  • Dolores musculares y de las articulaciones (por inflamación).
  • Fiebre baja

El 90 por ciento de los adultos sanos pueden “recuperarse” eliminando el virus, lo cual se confirma por medio de un análisis de sangre. Una vez que la persona se ha recuperado, ya no ocasiona el contagio y será inmune a infecciones futuras de hepatitis B.

Hepatitis B crónica

Cuando una persona presenta durante más de 6 meses un resultado positivo en el análisis para detectar el virus de la hepatitis B, se le diagnostica con hepatitis B crónica. La infección crónica de hepatitis B puede persistir de por vida. Cerca del 10 por ciento de los adultos que contraen hepatitis B desarrollan hepatitis B crónica.

La hepatitis B crónica frecuentemente es asintomática o sólo se manifiesta por síntomas inespecíficos como cansancio o disminución del apetito.

Ocasionalmente se presentan incrementos de la actividad inflamatoria del hígado que pueden traducirse en exacerbaciones de los síntomas. En la medida que la infección produce un daño mayor en el hígado, pueden manifestarse los síntomas de la cirrosis hepática.

Cualquier persona infectada puede transmitirle el virus de la hepatitis B a otras personas incluso así no tenga ningún síntoma (portador crónico).

La mayoría de los recién nacidos y alrededor del 50% de los niños infectados con hepatitis B desarrollan hepatitis crónica.

¿Cómo se contagia la hepatitis B?

Como ya lo mencionamos anteriormente, el virus de la hepatitis B se transmite a través del contacto con sangre o fluidos corporales contaminados. Las vías de transmisión incluyen:

  • Relaciones sexuales: Probablemente la forma más frecuente de contagio. La transmisión puede ser través de relaciones tanto hetero como homosexuales.
    • El virus de la hepatitis B es entre 50 y 100 veces más infeccioso que el VIH y puede transmitirse a través del intercambio de líquidos corporales como semen, flujo vaginal y sangre.
    • Está considerada como una enfermedad de transmisión sexual (ETS).
  • Transfusiones de sangre: Actualmente es una forma de transmisión prácticamente inexistente debido a los exámenes practicados rutinariamente a la sangre que es empleada para transfusiones.
  • Transmisión perinatal: Consiste en la transmisión del virus de la hepatitis B de la madre al hijo, habitualmente cercano al momento del parto. Es una importante vía de contagio en países de alta prevalencia como China.
  • Drogas inyectables: El uso de jeringas y/o agujas contaminadas es una importante vía de contagio.
  • Tatuajes, perforaciones o “piercing” realizadas con material no desechable.
  • Contacto cercano o transmisión horizontal: La infección puede producirse si sangre de una persona infectada entra en contacto con las membranas mucosas (ojos, boca, genitales) o con pequeñas heridas de otra persona.
    • el VHB puede sobrevivir fuera del cuerpo humano durante un período prolongado; como resultado, la transmisión a través de artículos de uso doméstico contaminados, tales como cepillos de dientes, maquinillas de afeitar e incluso juguetes puede ser posible.
  • Procedimientos médicos: El virus de la hepatitis B puede transmitirse por instrumentos contaminados durante procedimientos médicos invasivos como cirugías si no se aplican las precauciones necesarias.

La hepatitis B no se contagia a través de la leche materna, ni al compartir utensilios para comer, abrazarse, besarse, tomarse de las manos, toser o estornudar. A diferencia de algunas formas de hepatitis, la hepatitis B tampoco se contagia por medio de comida o agua contaminadas.

¿Quiénes están en mayor riesgo de contraer el VHB?

Todas aquellas personas que:

  • Usan  drogas intravenosas y comparten jeringas.
  • Se involucran en comportamientos sexuales arriesgados (como tener compañeros sexuales múltiples y relaciones sexuales sin protección).
  • Son  receptores de un trasplante de órgano.
  • Tienen VIH o SIDA.
  • Reciben transfusiones de sangre por  sufrir de alguna enfermedad.
  • Han estado sometidas a diálisis renal por largo tiempo.
  • Trabajan en el área de la salud, por ejemplo: en  los laboratorios de análisis clínicos en los cuales se  manejan muestras de  sangre, orina, esperma, etc., Ej.,  los odontólogos e higienistas dentales.
  • Padecen de alguna enfermedad del hígado.
  • Su pareja  sexual padece de VHB.
  • Conviven con  amigos o familiares que padecen de VHB.
  •  Viven en áreas con índice alto de infección.
  • Se hacen un tatuaje o acupuntura con agujas contaminadas.
  • Comparten agujas durante el consumo de drogas.
  • Comparten artículos personales (como cepillo de dientes, maquinilla de afeitar y cortauñas) con una persona que tiene el virus.
  • Nacieron de una madre infectada con hepatitis B (en el parto la madre contagia al bebé).

El virus de la hepatitis B puede sobrevivir fuera del organismo por lo menos siete días. En ese período todavía puede causar infección si penetra en el organismo de una persona no protegida por la vacuna.

¿Cómo se diagnóstica el  VHB?

La infección por el virus de la hepatitis B habitualmente se diagnostica en una persona que tiene los síntomas de una hepatitis aguda, o a través de la investigación de alteraciones de las pruebas hepáticas en una persona sin síntomas.

En cualquier caso, el médico te interrogará acerca de factores de riesgo para adquirir el virus y buscará en el examen físico los signos que puedan orientar hacia el diagnóstico.

Debido a que muchas enfermedades hepáticas pueden tener manifestaciones clínicas similares a la hepatitis B, habitualmente los exámenes de laboratorio son los que dan el diagnóstico definitivo.

  • Aminotransferasas: También conocidas como transaminasas, son exámenes que permiten estimar el grado de inflamación hepática.
  • Bilirrubina: Su elevación indica una falla más importante de la capacidad excretora hepática y se manifiesta como ictericia.
  • Albúmina: es producida en el hígado. Su disminución habitualmente indica un daño importante del hígado.
  • Tiempo de protrombina: es una proteína producida por el hígado que sirve para la coagulación.
  • Marcadores virales: El virus de la hepatitis B puede detectarse a través de una serie de exámenes que detectan directamente proteínas producidas por el virus (antígenos) o la respuesta inmunológica producida por el organismo contra el virus (anticuerpos). El antígeno de superficie de hepatitis B (HBsAg) está presente tanto en la infección aguda como crónica. Su permanencia por más de 6 meses define a la hepatitis B crónica.
  • Carga viral: La detección y cuantificación del DNA (material genético) viral es una excelente forma de monitorizar el grado de replicación viral. Se usa frecuentemente para monitorizar la respuesta al tratamiento.
  • Biopsia hepática: La obtención de un trocito de hígado para análisis microscópico es una excelente manera de determinar el grado de daño existente en el hígado, importante para decidir el tratamiento.

¿Cuál es  el tratamiento?

La hepatitis aguda, a menos que sea grave, no necesita ningún tratamiento. La función hepática y otras funciones corporales se vigilan mediante exámenes de sangre. El médico te pedirá que reposes bastante en cama, que tomes muchos líquidos y que tu dieta sea sana.

Es muy importante seguir una dieta saludable y equilibrada ya que el hígado procesa y filtra todo lo que comemos y bebemos. Se recomienda una dieta baja en grasas y en sal, rica en carbohidratos complejos y que contenga las suficientes proteínas. Las proteínas derivadas de las aves, el pescado y los vegetales son las más beneficiosas.

Algunos pacientes con hepatitis crónica se pueden tratar con antivirales. Estos medicamentos pueden disminuir o eliminar la hepatitis B de la sangre. También ayudan a reducir el riesgo de cirrosis y cáncer del hígado. El médico tendrá que tener un control estricto que le permita evaluar la respuesta a los medicamentos que haya recetado y el funcionamiento del hígado.

No siempre es claro cuáles pacientes con hepatitis B crónica deben recibir tratamiento farmacológico y cuándo se debe iniciar dicho tratamiento. Existe más probabilidad de recibir estos medicamentos si:

  • El funcionamiento del hígado está empeorando rápidamente.
  • Manifiestas síntomas de daño al hígado a largo plazo.
  • Tienes altos niveles del virus de la hepatitis B en la sangre.

Para que estos medicamentos funcionen mejor, es necesario tomarlos tal cual te lo indica el médico. Pregunta qué efectos secundarios puedes esperar y qué debes hacer si se presentan. No toda persona que necesite tomar estos medicamentos responde bien.

Si presentas insuficiencia hepática, puedes recibir un trasplante de hígado. Es la única cura en algunos casos de insuficiencia hepática.

Otras medidas que puedes tomar:

  • Evita el alcohol.
  • Consulta con tu médico antes de tomar cualquier medicamento o suplemento herbario de venta libre. Esto abarca medicamentos como paracetamol, ácido acetilsalicílico (aspirina) o ibuprofeno.
  • El sobrepeso y la obesidad pueden ser factores que contribuyan a dañar el hígado.

¿Cuánto dura el  tratamiento?

El tratamiento puede tomar un año o más, dependiendo de la gravedad de la infección y de la respuesta del sistema inmunológico (las defensas) de la persona ante la infección.

¿Todas las personas que desarrollan VHB crónica se curan después de haber recibido el tratamiento?

Un porcentaje de personas sí se curan después de haber recibido el tratamiento, pero hay algunas que no responden al tratamiento y quedan infectadas y se convierten en portadores crónicos de por vida.

El portador crónico del VHB debe evitar las bebidas alcohólicas y los medicamentos que afectan el hígado porque pueden empeorar la enfermedad hepática.

¿Cómo se previene la VHB?

La infección se previene por medio de la vacuna.

Vacunación en bebés. Todos los bebés tienen que ponerse la vacuna. La primera inyección se administra en cualquier momento entre la 4ª u 8ª semana de vida, pero si la madre es portadora se administra a las 12 horas del nacimiento; la segunda, entre los 30 días y los 2 meses de edad (dependiendo de cuándo se administró la primera); y la tercera, entre los 6 y los 18 meses de edad.

  • Los niños y las personas en alto riesgo de desarrollar hepatitis B deben recibir la vacuna contra esta enfermedad.
  • Los niños menores de 19 meses que no hayan sido vacunados deben recibir dosis “de recuperación”.
  • Los trabajadores de la salud y aquéllos que conviven con alguien con hepatitis B, deben hacerse aplicar la vacuna.
  • Los bebés nacidos de madres que tengan hepatitis B aguda o que hayan tenido la infección en el pasado deben recibir una vacuna especial contra la hepatitis B dentro de las 12 horas posteriores al nacimiento.
  • Vacunación en niños mayores y adultos. También pueden vacunarse los niños y los adultos que no lo hayan hecho antes. La vacunación se realiza a lo largo de seis meses, durante los que hay que ponerse tres inyecciones. Los niños que no se han vacunado deben hacerlo. Pero además, este método preventivo, que se conoce como vacuna combinada, está especialmente indicado en:
    • Viajeros en zonas endémicas del virus A y B: África, América del Sur, Mediterráneo Oriental, Sudeste Asiático, China y las islas del Pacífico (excepto Australia, Nueva Zelanda y Japón).
    • Homosexuales masculinos con múltiples parejas.
    • Usuarios de drogas por vía parental.
    • Pacientes hemofílicos.
    • Personal sanitario de hospitales.

Aunque la mayoría de los niños que reciben la vacuna no sufren ningún problema como consecuencia de la misma, a veces pueden darse problemas menores, tales como enrojecimiento o molestia en el lugar de la inyección. Los problemas más graves asociados a la misma son muy raros. No obstante no se recomienda la administración de la vacuna:

  • Ante cualquier enfermedad más grave que un resfriado.
  • Si después de una dosis de la vacuna se da una reacción alérgica intensa.

Toda la sangre empleada para las transfusiones sanguíneas se analiza, así que la probabilidad de contraer el virus de esta manera es muy pequeña.

La vacuna o la inyección de inmunoglobulina contra la hepatitis B (IGHB) pueden ayudar a prevenir la infección si la recibes dentro de las 24 horas posteriores al contacto con el virus.

Otras medidas de prevención son:

  • Tener relaciones sexuales con condón.
  • No compartir los rastrillos de afeitar o los cepillos dentales.
  • No compartir las jeringas desechables si consumes drogas.
  • Evita la promiscuidad.
  • Uso de guantes desechables cuando se manejan productos biológicos como sangre, orina, esperma, secreciones de genitales.

Pronóstico

La enfermedad aguda generalmente desaparece después de 2 a 3 semanas. El hígado vuelve a la normalidad al cabo de 4 a 6 meses en la mayoría de las personas.

Casi todos los recién nacidos y alrededor de la mitad de los niños que contraen hepatitis B desarrollan la enfermedad crónica. Muy pocos adultos que contraen el virus desarrollan hepatitis B crónica.

Aproximadamente una en 100 personas que contrae la hepatitis B muere a raíz de la enfermedad.

Hay una tasa mucho más alta de cáncer del hígado en personas que tienen hepatitis B crónica.

Preguntas frecuentes

Soy un portador crónico de hepatitis, ¿qué debo de hacer respecto a mi pareja (s)?
Debes ser honesto(a) e informar a tu(s) parejas sexuales que eres un portador crónico, explicar el riesgo que implica el contraer esta infección y la importancia de acudir al médico. Tu(s) pareja(s) deberá(n)  realizarse los análisis de sangre requeridos por el médico.

Los resultados de laboratorio mostrarán si estás infectado(a) o si ya padeciste la enfermedad tiempo atrás, te curaste y  estás inmune.

  1. Si los resultados son  positivos del VHB para hepatitis aguda o crónica, tu pareja debe asistir al médico para que reciba tratamiento y se realice las pruebas de sangre periódicas que le permitirán conocer la evolución  y el pronóstico de la enfermedad.
  2. Si tu pareja no ha contraído el virus, debe consultar al médico para que, si lo desea, reciba la vacuna. Recuerda que debes de usar condón para disminuir el riesgo de contagio de la enfermedad.
  3. Si vas a iniciar una nueva relación de pareja, tienes la responsabilidad de  informarle que padeces de VHB, el alto grado de contagio de este virus, los riesgos de la enfermedad y sobre la existencia de la vacuna.  

El uso del condón reduce el riesgo de contraer el VHB.

Si me diagnosticaron el VHB aguda, ¿cuándo podré iniciar las relaciones sexuales?  

Tu médico, quien  conoce los resultados de laboratorio y la evolución de tu enfermedad,  será el indicado para autorizarte cuándo puedes reanudar tu vida sexual.
Recuerda que aún cuando no tengas síntomas, la infección puede estar presente y puedes contagiar a otras personas.

¿Las personas que padecieron de Hepatitis B y se curaron pueden donar sangre?

NO, nunca podrán donar sangre.        

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Referencias

Clamidia
Enfermedades de transmisión sexual

Clamidia

¿Qué es la Clamidia?                                             

La infección por clamidia es una enfermedad de transmisión sexual (ETS) común, causada por una bacteria -la clamidia trachomatis-,  que puede infectar tanto a los hombres como a las mujeres.

Puede causar daños graves y permanentes en el aparato reproductor de una mujer y hacer más difícil o imposible que quede embarazada en el futuro. La infección por clamidia también puede provocar un embarazo ectópico (embarazo que ocurre fuera del útero) que puede ser mortal.

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¿Quiénes son los que corren el mayor riesgo de infectarse con clamidia?

La clamidia es muy común entre:

  • Las personas que tienen más de un compañero(a) de relaciones sexuales
  • Las personas cuyos compañeros(as) de relaciones sexuales tienen, a su vez, más de un compañero(a) de relaciones sexuales
  • Las personas que no usan condones
  • Las personas con historia de ETS
  • Las personas menores 25 años de edad

La clamidia es:

  • 5 veces más común que la gonorrea
  • 30 veces más común que la sífilis

¿Cómo me contagio de clamidia?

La Clamidia se puede transmitir por dos vías:

  • De una persona a la otra a través del contacto sexual (oral, anal, vaginal)
  • De la madre al bebé durante el parto al pasar el bebé por el cuello uterino y la vagina.

Toda persona sexualmente activa puede ser infectada con clamidia. Entre mayor número de parejas sexuales tengas, mayor es el riesgo de infección. La clamidia puede ser transmitida en parejas heterosexuales y  homosexuales.

La bacteria infecta la vagina, la uretra, el útero, las trompas, el ano y también puede infectar los ojos y la garganta. El contagio a los ojos puede ser   con una mano o con cualquier otra parte del cuerpo humedecida con secreciones infectadas.

Si ya has tenido la infección por clamidia y recibiste tratamiento en el pasado, puedes todavía volver a infectarte si tienes relaciones sexuales sin protección con una persona infectada.

¿Por qué se considera tan seria esta enfermedad en las adolescentes y las mujeres jóvenes?

Las adolescentes y las mujeres jóvenes que son sexualmente activas están expuestas a un mayor riesgo de infección porque su cuello uterino (la abertura del útero) no se ha desarrollado completamente y es más fácil que la infección se propague más rápidamente y se extienda hacia las trompas, causándoles daños severos e irreversibles.

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¿Tengo riesgo de contraer la infección por clamidia?

Cualquier persona que tenga relaciones sexuales puede contraer la infección por clamidia, no obstante, las personas jóvenes sexualmente activas tienen un riesgo mayor de contraer esta infección.

Esto se debe a factores conductuales y biológicos comunes entre las personas jóvenes. Los homosexuales, bisexuales y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres también corren riesgo debido a que la infección por clamidia puede propagarse mediante las relaciones sexuales orales y anales.

Habla con tu médico honestamente y pregúntale si debes hacerse la prueba de detección de la clamidia o de otras ETS. Si eres una mujer sexualmente activa de 25 años o menos, debes hacerte la prueba de detección de la clamidia cada año.

Los homosexuales, bisexuales y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres y las mujeres embarazadas también deben hacerse la prueba de detección de la clamidia.

¿Cuáles son los síntomas de la clamidia?

A la clamidia se le conoce como la enfermedad “silenciosa” porque casi 3 de cada 4 mujeres infectadas y cerca de la mitad de hombres infectados NO presentan síntomas. Si hay síntomas, éstos aparecen generalmente entre 1 y 3 semanas después del contagio y son diferentes de acuerdo al género.

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  • Tres de cada cuatro mujeres con clamidia no tienen síntomas de esta enfermedad.
  • La mitad de los hombres que padecen esta enfermedad no tienen síntomas.

Pero…!ojo¡ incluso cuando no causa síntomas, la infección por clamidia puede dañar tu aparato reproductor.

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Si tienes síntomas, probablemente aparecerán entre una y tres semanas después de que hayas estado expuesta a la infección. Estos síntomas pueden incluir:

  • ardor o molestias cuando orinas,
  • inflamación del cuello del útero o cérvix
  • un incremento del flujo vaginal o incluso algunas pérdidas de sangre,
  •  secreción por la uretra, y dolor durante el acto sexual. 

Si practicas sexo anal, es posible que también presentes una inflamación en el recto. Y si tienes una relación sexual oral con una pareja que está infectada, tu garganta puede inflamarse y dolerte.

Antes y después del embarazo, la clamidia puede desplazarse por el cuello uterino e infectar tu útero o tus trompas de Falopio, causando enfermedad pélvica inflamatoria. De hecho, hasta un 15 por ciento de las mujeres con infecciones de clamidia que no han sido tratadas, y que no están embarazadas, desarrollan la enfermedad pélvica inflamatoria (es posible tener esta enfermedad durante el embarazo, pero es raro).

Los síntomas de la enfermedad pélvica inflamatoria incluyen:

  • dolor en la parte baja del abdomen o en la espalda,
  • dolor durante las relaciones sexuales,
  • sangrado vaginal,
  • fiebre y náuseas.

Estos síntomas son muy similares a los síntomas de la gonorrea, otro tipo de ETS

La enfermedad pélvica inflamatoria puede ocasionar daños permanentes en las trompas de Falopio y hacer que esto cree dolor crónico pélvico e infertilidad, así como un aumento del riesgo de tener un embarazo extrauterino si te quedas embarazada.

Muchas mujeres siguen sin presentar síntomas aún cuando la infección  ya  se extendió a las  trompas de Falopio)

Hombres

Alrededor de la mitad de los hombres infectados con clamidia tienen síntomas, que pueden incluir:

  • secreción en el pene,
  • ardor o dolor al orinar,
  • testículos adoloridos o hinchados e
  • inflamación del recto.

Es importante informarle a tu doctor si tú o tu pareja han tenido síntomas de clamidia y asegurarte de que los dos se realizan pruebas y reciben tratamiento en caso necesario.

Infección de clamidia rectal: Los hombres y las mujeres también pueden infectarse por clamidia en el recto, ya sea mediante las relaciones sexuales anales receptivas o la propagación desde otra parte infectada (como la vagina). Aunque por lo general estas infecciones no causan síntomas, pueden provocar:

  • dolor rectal;
  • enrojecimiento de la zona anal;
  • secreciones o sangrado por el recto y diarrea.

Los síntomas de la clamidia pueden aparecer sólo por la mañana y pueden ser muy leves, especialmente en los hombres. Es por este motivo que muchas personas no saben que tienen la infección.

Si tú o tu pareja muestran alguno de los síntomas mencionados anteriormente, consulta con tu médico y pídele que te realice un examen. Esto es particularmente importante si estás embarazada. 

¿Cómo  se diagnostica esta infección?

Para saber si tienes clamidia, tu doctor tomará una muestra de tu vagina o cuello uterino o una muestra de orina y la enviará al laboratorio para que la analicen. Los resultados tardarán cerca de una semana.

Es probable que al mismo tiempo se haga el análisis para buscar otras enfermedades de transmisión sexual porque muchas de las personas infectadas con Clamidia, pueden tener también otras infecciones como por ejemplo gonorrea o Tricomonas.

Si la prueba sale positiva, y no te habían hecho pruebas de otras enfermedades de transmisión sexual al mismo tiempo, probablemente tu proveedor de salud querrá hacerlas ahora.

En caso de que una persona tenga relaciones sexuales anales, pueden también requerirse muestras del recto.

Todos los compañeros sexuales se deben someter a un examen para clamidia.

El tratamiento de la infección por clamidia es simple y efectivo una vez que se ha diagnosticado.

El tratamiento consiste en antibióticos que, si se toman correctamente, tienen una efectividad del 95%. Un tipo de tratamiento para la clamidia se administra en una dosis. Otros tipos de tratamientos se deben tomar durante siete días. Tu médico te dirá cuál es el indicado en tu caso.

Si eres alérgica a los antibióticos o existe la posibilidad de que estés embarazada, es importante que se lo informes al médico ya que esto puede hacer que cambie el tipo de antibióticos que prescriba.

Si recibes tratamiento para la clamidia, o cualquier otra enfermedad de transmisión sexual, recuerda lo siguiente:

  • Toma todos los medicamentos recetados. Incluso si los síntomas desaparecen, la infección puede permanecer en tu cuerpo hasta que el tratamiento de la clamidia se complete.
  • Si interrumpes el tratamiento, tendrás que empezar nuevamente desde el principio.
  • Programa visitas de seguimiento para asegurarte de que se haya curado antes de tener sexo nuevamente.
  • Asegúrate de que tus parejas reciban tratamiento antes de tener sexo nuevamente para no contagiarse.
  • No compartas tus medicamentos con otras personas.

No existe inmunidad significativa después de la infección y una persona puede resultar infectada en forma repetitiva.

Las personas con SIDA recibirán el mismo tratamiento.

Las mujeres, especialmente las adolescentes, deben considerar hacerse una prueba de control en cuatro semanas para determinar si la infección se ha curado.

Si no me dan tratamiento, ¿cuáles son las complicaciones? 

Al igual que la enfermedad, el daño que causa la clamidia es a menudo “silencioso” y las consecuencias son a corto y a largo plazo.

Una vez que te has infectado,   si no recibes tratamiento  puede propagarse al útero y/o a las trompas de Falopio, en donde va dejando cicatrices que terminan por ocluir (cerrar) las trompas y dañar el endometrio (capa interna del útero, donde se implanta el óvulo fecundado), lo que puede ocasionar  infertilidad.

Es probable que ni siquiera te des cuenta de los daños causados porque, como ya lo dijimos anteriormente, esta infección transcurre de forma silenciosa (no da síntomas).

Si la infección se sigue propagando a otros órganos, se presentará la Enfermedad  Pélvica Inflamatoria (EPI) que puede ocasionar:

  • Dolor pélvico crónico,
  • Infertilidad
  • Embarazo ectópico (embarazo implantado fuera del útero).

La inserción del DIU en mujeres con infecciones del cuello uterino que no han dado síntomas,  no diagnosticadas, especialmente por Clamidia trachomatis es una causa temprana del EPI.

Las mujeres infectadas con clamidia tienen más probabilidades de infectarse con el VIH, si están expuestas al virus.

Los hombres raramente tienen problemas de salud asociados a la infección por clamidia. En ocasiones, la infección se propaga al conducto que transporta el semen desde los testículos, lo cual causa dolor y fiebre. Si no se trata, puede provocar esterilidad. En raras ocasiones, se desarrolla una afección denominada artritis reactiva. La artritis reactiva causa una variedad de problemas, como hinchazón y dolor en las articulaciones, que pueden causar incapacidad.

Para prevenir estos tipos de complicaciones, es importante hacerse un análisis cada vez que se detecten síntomas de clamidia o cuando creas que estuviste expuesto a esta infección.

La clamidia, en muy pocos casos, puede causar que un hombre no pueda tener hijos.

¿Cómo puedo evitar contraer la infección por clamidia? 

  • Abstenerse de tener relaciones sexuales, o
  • mantener relaciones duraderas, monógamas, es decir con una sola persona,  que sabemos que no está infectada
  • Usas el condón, masculino o femenino
  • Si  eres  sexualmente activa, se recomienda hacer pruebas anuales de laboratorio para detectar la clamidia, lo mismo si tienes una nueva pareja o tienes múltiples parejas
  • Todo síntoma genital, como por ejemplo secreción o ardor al orinar, una úlcera poco usual o una irritación en los genitales puede ser un aviso de una infección y se recomienda  evitar las  relaciones sexuales y consultar al médico de inmediato.
  • Si has recibido tratamiento contra la clamidia o contra otra enfermedad de transmisión sexual debes de informárselo  a tu/ tus  parejas sexuales recientes para que consulten con un médico y reciban el tratamiento adecuado.
  • Tú y las personas con quienes  has tenido relaciones sexuales deben practicar la abstinencia hasta haber terminado el  tratamiento contra la clamidia, de lo contrario, es seguro que se volverán a infectar.

¿Cuándo debo contactar al médico?

Dado que muchas personas con clamidia pueden no presentar síntomas, los adultos sexualmente activos deben hacerse exámenes periódicos para esta infección.

Estoy embarazada. ¿Cómo afecta a mi bebé la infección por clamidia?

Si estás embarazada y tienes la infección por clamidia, puedes transmitírsela a tu bebé durante el parto. Esto podría causar una infección en los ojos o neumonía en el recién nacido. Tener la infección por clamidia puede también aumentar tu probabilidad de tener un parto prematuro.

Si crees que has estado expuesta a la clamidia (o a cualquier otra enfermedad de transmisión sexual) durante el embarazo, díselo cuanto antes a tu doctor para que te puedan hacer pruebas y tratarte si es necesario.

¿Cómo se trata la clamidia durante el embarazo?

La clamidia se trata con antibióticos que son seguros durante el embarazo. Tu doctor puede recetarte un antibiótico que se toma en una sola dosis o uno que tomas durante una semana (asegúrate de tomarlo tal cual te lo ha prescrito el doctor). En la mayoría de los casos, un solo tratamiento basta.

Tu pareja también debe recibir tratamiento y deben abstenerse de tener relaciones sexuales hasta una semana después de haberlo completado ambos para que no vuelvan a infectarse. 

Recibí tratamiento contra la infección por clamidia. ¿Cuándo puedo tener relaciones sexuales nuevamente?

No debes tener relaciones sexuales de nuevo hasta que tú y tu pareja sexual o tus parejas sexuales hayan completado el tratamiento. Si tu médico te recetó un medicamento de una sola dosis, deberás esperar siete días después de haberlo tomado, antes de volver a tener relaciones sexuales.

Si el médico te recetó un medicamento que debes tomar durante siete días, deberás esperar a terminar todas las dosis antes de tener relaciones sexuales.

¿Cómo puedo evitar propagar la clamidia?

Si tienes clamidia, existen varias maneras de evitar propagarla a otras personas.

  • Informa a tus parejas sexuales que tienes esta infección.
  • No mantengas relaciones sexuales hasta que completes el tratamiento.
  • Asegúrate de que tu pareja se haga el análisis y se trate antes de mantener relaciones sexuales nuevamente.
  • Una vez curada y que retomes tus relaciones sexuales, utiliza condones femeninos o de látex cada vez que tengas relaciones sexuales vaginales.

Mitos sobre la infección  causada por la Clamidia

  • La clamidia  se puede transmitir compartiendo ropa intima, o a través de asientos de inodoro, sábanas, picaportes, albercas, tinas de hidromasaje, cepillos de dientes  tinas de baño o cubiertos. FALSO 
  • La clamidia se transmite durante relaciones sexuales vaginales, anales o durante las relaciones sexuales orales.
  • La Clamidia solo se contagia  cuando hay penetración vaginal FALSO  
  • Las secreciones que se producen antes de la penetración anal, o vaginal tanto en el hombre como en la mujer contienen la bacteria, no es necesaria la  penetración.
  • Los espermicidas matan a los espermatozoides y sirven paramatar bacterias como la clamidia. FALSO
  • Los espermicidas matan a los espermatozoides o evitan su movilidad, pero no está comprobado que maten a la bacteria de la clamidia.

 Referencias