Cambios Corporales durante el Primer Trimestre
Durante, Embarazo, Semanas 1 - 12

Cambios Corporales del Primer Trimestre

ACTUALIZADO AL 11 DE NOVIEMBRE 2022

INTRODUCCIÓN

El embarazo normalmente dura 40 semanas (alrededor de nueve meses). Este tiempo se divide en tres partes llamadas trimestres durante las cuales van sucediendo diferentes cosas tanto al cuerpo de la embarazada como al bebé.

Durante el primer trimestre (que transcurre desde la semana 0 a la semana 12) podrás comprobar que se irán produciendo una serie de cambios bastante notorios en tu cuerpo, ya que el mismo se está adaptando al ritmo de crecimiento de tu bebé.

Es por ello muy importante comprender que todos estos cambios serán totalmente normales y que la mayoría de los malestares que los mismos pudieran ocasionar desaparecerán a medida que el embarazo vaya progresando.

Cada mujer experimentará los cambios en forma distinta y los percibirá a su manera personal.

CAMBIOS INTERNOS

La menstruación se detiene

Esto es lo primero que te hace sospechar que estás embarazada pero puedes presentar un pequeño sangrado en el momento de la implantación del huevo en el útero (semana 4- 5).

A la ausencia de menstruación, se suelen añadir algunas molestias en la pelvis y un aumento de las secreciones vaginales.

Esto puede ser uno de los primeros signos de embarazo pero es conveniente que se lo comentes a tu médico.

El útero empieza a crecer

Esto sucede desde el principio mismo del embarazo. Tiene mucho camino por recorrer, ya que, en apenas nueve meses

  • Su tamaño tiene que aumentar de 6,5 cm a 32-33 cm.
  • Su peso pasar de unos 50 o 60 g a más de 1 kg.
  • Su capacidad, de 2 o 3 mililitros a 4 o 5 litros.

De hecho, para cuando termine el embarazo tendrá un tamaño 16 veces mayor que el que empezó- y comienza a hacer presión sobre la vejiga de la mujer.

Aumento en el número de micciones

Dicha presión, junto con el aumento de flujo sanguíneo en los riñones pueden aumentar la necesidad de orinar con más frecuencia.

Crecimiento del vientre

Desde fuera, sólo notarás los cambios a partir del cuarto o quinto mes del embarazo, cuando tu vientre comience a hincharse considerablemente,

Sin embargo, con sólo un mes o mes y medio, el médico ya podrá, mediante la palpación, apreciar la transformación del útero: de la inicial forma triangular ha pasado a ser redondo, se ha flexibilizado y ya ha alcanzado el tamaño de una naranja.

 


 

Mareos, náuseas y vómitos

Las náuseas del embarazo pueden aparecer a cualquier hora del día o de la noche y, a menudo, comienzan un mes después de quedar embarazada. Esto podría deberse al aumento de los niveles hormonales.

A pesar de esto, notarás que tu apetito aumenta.

Problemas digestivos

Los efectos de las hormonas en el músculo liso del intestino pueden ocasionar estreñimiento, acidez, indigestión y gases.

Fatiga

La mujer se siente más cansada y tiene más sueño de lo normal, ya que su cuerpo está trabajando muy duro para formar la placenta y para el desarrollo del embrión.

Antojos de comida y aversiones

Durante el embarazo, puedes volverte más sensible a ciertos olores y el sentido del gusto podría cambiar. 

CAMBIOS PSICOLÓGICOS

Durante el primer trimestre del embarazo es frecuente que la mujer experimente también bruscos cambios de humor. Esto se debe probablemente a los cambios hormonales necesarios para que el cuerpo pueda mantener el embarazo.

Pero todas respondemos de manera diferente a estos cambios. Hay futuras mamás que experimentan emociones exageradas: tan pronto están eufóricas como de un terrible mal humor.

Otras se sienten más bien deprimidas o ansiosas. En la mayoría de los casos, los cambios de humor surgen entre las semanas 6 y 10 del embarazo, disminuyen hacia el segundo trimestre y reaparecen al acercarse el fin de la gestación.

CAMBIOS EN EL APARATO CIRCULATORIO

Aumento del volumen sanguíneo

Durante los tres primeros meses del embarazo tu organismo produce más sangre, porque se  requiere un mayor volumen para poder suministrarle un flujo adicional al útero,

De esta manera  tu bebé tendrá los nutrientes y el oxígeno necesario para su desarrollo y crecimiento.

El volumen sanguíneo  aumenta aproximadamente en un 40 a un 50% entre el inicio y el fin del embarazo.

Esto te dará una apariencia rosada a la piel y a la vez puede ser la causa del edema o hinchazón. Es normal, pero si te preocupa, consulta con tu médico.

Aumento del número de latidos cardiacos

Debido al aumento del volumen sanguíneo el corazón late más deprisa porque tiene que bombear más sangre.

La frecuencia cardiaca se acelera entre 10 y 15 latidos por minuto, incluso durante el sueño y algo más en caso de que sean gemelos. Los latidos cardiacos  oscilan entre 60 y 90 latidos por minuto.

El gasto cardiaco aumenta en un 30 ó un 50% desde el final del primer trimestre hasta el final del embarazo y permitirá que tu cuerpo se adapte a los esfuerzos adicionales que inevitablemente hay que realizar durante el embarazo.

La misión de la sangre de la madre durante el embarazo es suministrar las sustancias necesarias para el desarrollo del feto y eliminar los desechos, utilizando como intermediario un órgano que se crea exprofeso durante el embarazo: la placenta

Las venas

El crecimiento del útero que se inicia en este trimestre, dificulta a veces el retorno de la sangre desde los miembros inferiores hacia el corazón; las piernas tienen tendencia a hincharse y existe riesgo de aparición de varices.

Si la hinchazón no desaparece tras el descanso nocturno, debes comentárselo a tu médico. El problema puede estar relacionado con una presión arterial elevada.

Cuando la vena cava inferior (que es la encargada de devolver la sangre de la parte inferior del cuerpo al corazón) queda comprimida por el útero, se pueden sufrir molestias, especialmente cuando se está acostada sobre la espalda.

Para evitarlas, basta con desbloquear dicha vena: lo mejor es acostarse –ya durante todo el embarazo– sobre el costado izquierdo, ya que la vena cava inferior pasa a la derecha del útero.

Efectos Hormonales

En las primeras semanas, los niveles de progesterona, una hormona que es necesaria para mantener el embarazo, se elevan impresionantemente y esta elevación repentina puede, por sí sola, ponerte a dormir.

Otro efecto importante, pero que no notarás, es que tus ligamentos empiezan a suavizarse haciendo espacio para el bebé en crecimiento.

CAMBIOS EN EL APARATO DIGESTIVO

El aumento de progesterona reduce la movilidad y el tono del intestino, puede ocasionar cierta pereza a la hora de ir al WC.

El caso contrario, la diarrea, es rara en el embarazo. Si aparece, debes acudir al médico para controlar una excesiva pérdida de líquidos y sales minerales.

CAMBIOS EXTERNOS

Cambios en los pechos

Poco después de la concepción, los senos pueden volverse sensibles o dolorosos debido a los cambios hormonales.

La incomodidad probablemente disminuirá después de unas semanas a medida que el cuerpo se adapte a dichos cambios.

Los pezones también crecen y se hacen prominentes.

Las aréolas (la zona pigmentada que rodea los pezones) se agrandan y oscurecen; es posible que se cubran de bultos pequeños, de color blanco, llamados “glándulas o tubérculos de Montgomery”.

Se cree que estas pequeñas glándulas productoras de grasa o aceites secretan a su vez una sustancia lubricante y de protección, que altera el pH de la piel y evita el crecimiento bacteriano.

Estas glándulas secretan también una pequeña cantidad de leche que ayuda a mantener la piel de la areola sana y elástica.

Para preservar la función antibacteriana simplemente enjuaga los pezones con agua limpia mientras te bañas.

El uso de jabón en los senos no es recomendable ya que puede eliminar estos aceites de protección y resecar la piel.

En algunas mujeres, aparecerá una especie de red de líneas azuladas justo debajo de la piel, que aumentará a medida que el fluido sanguíneo vaya provocando el agrandamiento de sus pechos.

Sigue estos consejos para aliviar las molestias en el pecho:

  • Utiliza sujetadores que se adapten a tu talla de pecho. A lo largo del embarazo es normal aumentar varias tallas y pasar de la copa B a la D.
  • Cuando escojas sujetador, evita los que tienen varillas internas. Suelen ser menos confortables a la hora de sostener los senos.
  • También debes saber que los sujetadores de algodón son más cómodos que los sintéticos. Esta clase de sujetador minimizará el estiramiento del tejido mamario y la posterior falta de elasticidad y turgencia.
  • Si vas a practicar ejercicio, emplea sujetadores especialmente adaptados para ello.
  • Utiliza un sujetador para la noche de algodón suave y holgado, que te sostenga el pecho mientras duermes.
  • Usa almohadillas protectoras desechables o lavables si tienes secreción en los pechos.
  • Evita lavar la aréola y los pezones con jabón, ya que reseca la piel.

Si eres una de las mujeres que no notas ningún cambio significativo en el tamaño de tus pechos durante el embarazo, no te preocupes.

Esto no tiene nada que ver con tu capacidad para tener un buen embarazo o para dar de mamar a tu futuro bebé

Mucosas

Todas las mucosas están congestionadas, por eso es normal que te sangren las encías (sentirás que tus encías están más sensibles e inflamadas y pueden sangrar fácilmente, sobre todo al cepillarte los dientes) y que se te tapone más la nariz.

Secreción vaginal

Algunas mujeres dicen tener secreción vaginal más abundante (aunque sin mal olor ni picazón) también causada por los cambios hormonales. y aparece una línea oscura desde el ombligo hasta el pubis.

En tu higiene diaria, usa jabones neutros.

Crece la cintura

La cintura se ha desdibujado aunque el útero sólo tiene el tamaño de una naranja. La ropa empieza a ajustarse a la cintura, ya que el tamaño del abdomen comienza a aumentar para hacer lugar al feto en crecimiento.

Aumentan las caderas

En el segundo mes notarás que se han ensanchado un poco, esto es para darle cabida al bebé.

Cambios en piel, uñas y pelo

El incremento de hormonas es el causante de que, en este trimestre, sientas que tu piel se vea más hidratada y con mejor color, tu pelo más brillante y fácil de peinar y tus uñas más resistentes.

Aumento de peso

En este periodo se suelen aumentar entre 1 y 2 kilos si no ha habido problemas con las náuseas. Se recomienda que no sea de más de 1 a 3 kg.

Este aumento de peso no corresponde en su totalidad al feto, sino también a la placenta, al líquido amniótico, al útero, a los pechos y al aumento del volumen de la sangre.

RECUERDA

El embarazo es un fenómeno normal durante el cual experimentarás diferentes y nuevas emociones. Trata de disfrutar cada etapa de este periodo de tu vida.

Cada embarazo es diferente. Sigue el ritmo natural y esto te permitirá disfrutar cada experiencia y reducir el estrés. Este es el momento para bajar en tus actividades y escuchar a tu cuerpo.

REFERENCIAS

 

 

Depresión Post- Parto
Complicaciones de parto / Postparto, Embarazo

Depresión Post- Parto

Definición

Tristeza y depresión posparto, depresión puerperal o depresión posnatal es una depresión nerviosa de moderada a intensa, que está relacionada con el embarazo y parto. Se puede presentar poco después del parto o hasta un año más tarde.

¿Es muy común tener depresión postparto? De hecho, según el Congreso Americano de Obstetras y Ginecólogos (ACOG por su siglas en inglés), entre 14% y 23% de las mujeres sufren depresión en el embarazo, y hasta 70% de las embarazadas tienen algún síntoma de depresión en algún momento,

El fantasma de la depresión post parto

“Deseaba tanto tener este hijo y ahora que lo tengo me siento completamente desdichada”, “¿Qué me está pasando?”, “El parto fue magnífico, mucho mejor de lo que esperaba, y todo el mundo se portó maravillosamente conmigo, especialmente mi marido. Yo debería dar saltos de alegría”, “Tenía miedo que el bebé tuviera algún defecto al nacer, pero es perfecto”, ” Entonces, ¿Porqué estoy tan triste?”.

 El fantasma de la depresión post parto

No lo sabemos, pero NO estás sola. Casi un 80% de las mujeres sufren de algún problema emocional después del embarazo (post parto). Se sienten disgustadas, solas, con miedos, o sin ganas de acercarse al bebé y al mismo tiempo culpables por tener estos sentimientos.

Para la mayoría de las mujeres, estos síntomas son ligeros y desaparecen solos, pero hay un 10- 20% que desarrollan una forma más severa de cambios de humor llamada depresión post parto.

La depresión post parto no es una falla en el carácter o una debilidad. Algunas veces, es simplemente una complicación de dar a luz un bebé. Si tú tienes depresión post parto, un tratamiento rápido puede ayudarte a manejar los síntomas …y disfrutar de tu bebé.

¿Cuántos tipos de depresión post parto hay?

Existen tres tipos:

La “tristeza post parto” (baby blues en inglés) es un estado transitorio de emociones encontradas que le ocurre a un 50% de las mujeres que acaban de parir.

  • Este estado tiene su momento más fuerte a los 3 a 5 días después del parto y puede durar desde varios días hasta dos semanas. Una mujer que tiene este problema puede llorar fácilmente y puede tener dificultad para dormir o sentirse muy irritable, triste, en tensión emocional.
    • Dado que este problema es tan común, no se considera que sea un padecimiento. La tristeza post parto no interfiere con la habilidad de una mujer para cuidar a su bebé, no está relacionada a problemas mentales y no es causada por el estrés. Sin embargo, si existe una historia de depresión previa, puede convertirse en una depresión mayor. Si esto continúa, coméntaselo a tu médico.

La depresión post parto es la depresión nerviosa que se presenta después del parto. Algunos especialistas la llaman “Depresión post parto no Psicótica”.

  • Esta condición ocurre en un 10- 20% de las mujeres y se presenta generalmente unas semanas o unos meses después del parto con cambios de humor, de actitudes y trastornos del sueño, del apetito y disminución de la energía. Tiene una duración mayor y puede interferir con tu habilidad para cuidar al bebé.

La depresión psicótica es un problema serio que requiere tratamiento inmediato.

  • Es un problema raro que se presenta como a las 3 semanas del parto con aparición de cambios de humor muy marcados, confusión, alucinaciones y desorden mental y generalmente está asociada a otros problemas previos como depresión, psicosis bipolar o psicosis.
    • Si no se le da tratamiento, es muy probable que se repita después del periodo de post parto y después de cada parto posterior.

Otra complicación, llamada desorden obsesivo-compulsivo postparto, lleva a las mujeres a tener miedos extremos. En la mayoría de los casos, este desorden se manifiesta como obsesión por la higiene y seguridad del bebé, que puede llevarte a tomar medidas como lavarte las manos constantemente hasta hacerte daño, cerrar con llave puertas y ventanas por temor a intrusos, ocultar armas en tu casa para defenderte o no bañar a tu bebé por miedo a que se ahogue.

  • La psicosis postparto y el desorden obsesivo-compulsivo postparto pueden ser tratados con éxito, pero requieren atención psiquiátrica inmediata.

¿Quién puede tener depresión post parto?

La depresión post parto puede afectar a cualquier persona. Aunque es más reportado por las madres, también puede afectar a cualquiera de los nuevos padres –tanto al papá como a la mamá- y también puede afectar a los padres que adoptan un bebé.

¿Cuál es la causa?

La depresión post parto probablemente está causada por muchos diferentes factores que actúan conjuntamente incluyendo la historia familiar, la biología, personalidad, experiencias de vida y el medio ambiente (especialmente la falta de sueño); se sabe que no está relacionado ni con la edad ni con el número de hijos.

Los expertos mencionan que, entre esos “factores de riesgo”, están:

  • Si tuviste depresión post parto en los embarazos anteriores.
  • Tienes antecedentes familiares o personales de depresión
  • Tu embarazo no fue planeado.
  • Has experimentado mucha ansiedad durante el embarazo.
    • Investigaciones recientes indican que el haber sufrido ansiedad o depresión durante el embarazo, es uno de los factores de riesgo más importantes.
  • Sufres de síndrome pre menstrual severo.
  • Un matrimonio problemático o falta de apoyo de la pareja.
  • Pocos familiares o amigos con quienes puedes platicar o depender de.
  • Un bebé prematuro o con cualquier tipo de enfermedad.
  • Eventos estresantes durante el embarazo o después del parto como la pérdida de un ser querido, una mudanza, problemas económicos, problemas en el trabajo, etc., enfermedades o complicaciones durante el embarazo.
  • Has tenido problemas con las drogas o el alcohol.
  • Si tuviste una pérdida del embarazo: El riesgo en este caso es elevado aún en los casos de un embarazo no deseado. Igualmente es elevado el riesgo de presentar depresión en el caso de aborto.
  • Cambios fisiológicos: el momento del parto es un momento de grandes cambios para una mujer y el ajuste a esos cambios puede ser una de las causas de la depresión.
    • Cambios físicos: cambios en el tono muscular, dificultad para perder peso, cansancio después del parto, dolor en el perineo que no te permite descansar. La recuperación después de una cesárea puede tomar aún más tiempo que en el parto vaginal.
    • Cambios emocionales: Sentimientos de pérdida de una identidad y de libertad, te sientes abrumada por la responsabilidad de la maternidad, tienes estrés por el cambio de rutinas, cansancio por los patrones rotos de sueño y te sientes poco atractiva física y sexualmente.
    • Influencias en tu estilo de vida: Son muchos los factores de tu estilo de vida que pueden llevar a una depresión post parto. Entre ellos podemos mencionar a un bebé demandante, la atención a los hermanos, dificultad para amamantar, problemas financieros y falta de apoyo de tu pareja o de otras personas.
  • Desbalance hormonal: Parece poco probable que la depresión postparto esté relacionada con los importantes cambios hormonales que tienen lugar en el momento del nacimiento de tu bebé, aunque todavía no se disponen de evidencias al respecto.
    • Aunque los niveles de estrógenos, progesterona y otras hormonas relacionadas con la reproducción que pueden afectar a las emociones descienden bruscamente tras el parto, no se han encontrado diferencias entre las hormonas de las madres que desarrollan una depresión postparto y las de las que no. Una posible explicación es que probablemente algunas mujeres puedan ser más sensibles que otras a tales cambios.
  • De la misma manera, podría ser un desajuste en los neurotransmisores del sistema nervioso, o incluso podría tener un origen genético. Los estudios se han inclinado por la búsqueda en el campo biológico, pero no hay nada definitivo, lo que se sabe es que, para algunas mujeres, el parto resulta traumático.

Sin embargo, como ya lo mencionamos, una mujer puede sufrir una depresión postparto sin que se aprecie ninguna razón obvia para la misma.

¿Cuáles son los síntomas?

La depresión post parto, al principio, puede parecer una tristeza post parto (baby blues), pero los signos y síntomas son más intensos, más duraderos y eventualmente interfieren con tu habilidad para cuidar al bebé y manejar otras tareas diarias.

Los síntomas de la depresión post parto son diferentes para cada persona pero semejantes a los síntomas de la depresión que ocurre en otros momentos en la vida y entre ellos se incluyen:

Cambios en tus sentimientos:

Tristeza: La tristeza es desde luego el síntoma más frecuente de la depresión postparto. Se sienten bajas de ánimo, infelices y desgraciadas la mayor parte del tiempo aunque estos síntomas pueden empeorar en algún momento particular del día, como por las mañanas o por las tardes.

En ocasiones, pasan días malos y días buenos, siendo estos últimos realmente frustrantes ya que el día bueno previo hizo que se albergaran esperanzas de mejorar. A veces, les parece que no merece la pena vivir, precisamente en unos momentos en que deberían sentirse muy alegres.

 El fantasma de la depresión post parto

Irritabilidad: La irritabilidad con frecuencia acompaña a la sensación de tristeza. Puede estar irritable con sus otros hijos y ocasionalmente incluso con el recién nacido, aunque la mayoría de las veces lo está con su marido quien no suele comprender qué es lo que está pasando.

Ansiedad o ataques de pánico: Suele ser aguda y se puede presentar en forma de temor a quedarse sola con el bebé por miedo a que éste grite, no quiera comer, se ahogue, se caiga o se haga daño de cualquier otra forma. Algunas madres deprimidas perciben a su bebé como un objeto.

En vez de sentir que han dado a luz a la criatura más cariñosa y adorable del mundo se sienten distantes de su hijo, al cual perciben como un pequeño ser misterioso y extraño, cuyos pensamientos (de tener alguno) son insondables y cuyas necesidades y emociones deben ser en algún modo satisfechas. La tarea de la nueva madre deprimida que todavía no se ha “enamorado” de su hijo es realmente dura. No obstante, el amor surge al final, cuando el niño es mayor y más interesante.

Sin embargo, la depresión postparto puede desarrollarse aún cuando el amor por el recién nacido sea intenso. En estos casos, la madre teme desesperadamente perder a su precioso bebé por no cuidarlo bien, porque no se desarrolle adecuadamente, por una infección o bien teme que muera súbitamente. Un simple catarro puede causar una gran preocupación.

La madre puede obsesionarse con el peso del bebé y alarmarse si llora demasiado o incluso si pasa mucho tiempo en silencio, llegando a pensar: ¿habrá dejado de respirar? Es frecuente que la madre desee ser constantemente tranquilizada por su pareja, su familia, su médico o cualquier otra persona.

La ansiedad también puede hacer a la madre preocuparse por su propia salud. Puede sentir pánico cuando su pulso se acelera o si tiene alguna palpitación, llegando incluso a pensar que tiene algo malo en el corazón o que está al borde de un accidente cerebrovascular. En ocasiones se siente tan debilitada que piensa que tiene alguna enfermedad terrible y que nunca volverá a tener energía de nuevo. Estas sensaciones extrañas e inusuales le harán plantearse la pregunta ¿Me estoy volviendo loca? (La respuesta es NO).

El temor de quedarse sola con todas estas preocupaciones puede dar lugar a que incluso la mujer más capaz se sienta tan indefensa que no desee que su marido vaya al trabajo.

Sentimientos de vergüenza, culpa, o como si hubieras fallado totalmente.

Sentimientos negativos hacia el bebé o incluso pensar en hacerle daño. (Aunque estos sentimientos son aterradores, casi nunca se materializan. No obstante, debes comentarle al médico al respecto inmediatamente).

Desbordamiento: Las madres con depresión postparto tienen la sensación de no disponer de tiempo para nada, de no hacer nada bien y de no poder hacer nada para remediarlo. A estas pacientes les resulta realmente difícil el establecer nuevas rutinas para poder hacer frente al bebé y a la nueva situación que viven.

Cambios de humor marcados por altas y bajas exageradas.

Cambios en tu estilo de vida diaria

Tienes poco interés en cosas que normalmente te gusta hacer

Incapacidad para disfrutar: Lo que antes era un placer ahora no apetece y lo que antes interesaba ahora se convierte en aburrido. Esto es especialmente cierto en el caso de las relaciones sexuales.

Algunas mujeres recuperan el interés por el sexo (si es que en algún momento lo perdieron) antes de que transcurran 6 semanas del parto, pero las madres con depresión postparto suelen rechazar cualquier contacto sexual lo cual puede generar tensión en la pareja.

Fatiga: Todas las nuevas madres se sienten un poco abrumadas y fatigadas, pero la madre con depresión postparto se siente tan agotada que llega a pensar que padece alguna enfermedad física.

Insomnio: Cuando por fin te vas a la cama puede que tengas dificultad para conciliar el sueño, o si duermes, puede que te despiertes muy pronto, incluso aunque tu pareja sea quien se ocupe de alimentar al bebé durante la noche.

                                                                    deprepospar

Pérdida de apetito: Las madres deprimidas generalmente no tienen ni tiempo ni ganas de comer lo cual contribuye a que se sientan malhumoradas y agotadas. Algunas madres deprimidas comen en exceso para aliviar su malestar psicológico y luego se sienten culpables y molestas con su gordura.

Dificultad para concentrarse o recordar y para tomar decisiones.

Llamadas frecuentes al pediatra que nunca te dejan satisfecha y calmada.

Cambios en como piensas de ti misma y del bebé

Tienes problemas con tu propio cuerpo

Llegas a pensar incluso en cómo matarte (es urgente que te comuniques de inmediato con el psiquiatra).

Diagnóstico

Lo más importante es, desde luego, reconocer la depresión y diagnosticarla.

Muchas madres deprimidas no son conscientes de que tienen una enfermedad y se sienten avergonzadas de tener que admitir cómo les ha afectado su reciente maternidad. Algunas pueden llegar a creer que si dicen como se sienten realmente puede que les quiten a su hijo (esto NO ocurrirá).

Algunos médicos y enfermeras están preparados para reconocer la depresión postparto ya que conocen su existencia y se esfuerzan por detectarla, sin embargo, otros profesionales la pasan por alto o, lo que es peor, la ignoran considerándola como un simple “baby blue”.

Los síntomas son iguales que los de cualquier problema mental, especialmente la depresión. Cuando hables con tu médico, seguramente esto es lo que te preguntará:

  • Cuáles son tus síntomas, qué tanto te molestan y desde hace cuándo que los tienes.
  • Te preguntará también si ya habías tenido estos síntomas anteriormente
  • Si existe algún factor de riesgo para que estés deprimida como por ejemplo si hay problemas con tu pareja o en la familia u otra causa de estrés, enfermedades mentales en tu familia y sobre el uso de drogas y alcohol.
  • Es importante que hables con tu médico y le digas como te sientes realmente después del nacimiento de tu bebé. Si estás triste, desgraciada, irritable, incompetente, asustada y desinteresada por el bebé.

Tu médico te tranquilizará y te convencerá de que no eres una madre caprichosa, extravagante o una mala madre, y de que otras muchas personas han padecido y padecen la misma enfermedad. Explicarle a la madre que todo lo que le está pasando es consecuencia de que tiene una enfermedad llamada depresión postparto suele ser de gran ayuda ya que por lo menos sabrá a qué tiene que enfrentarse.

Pruebas y exámenes

 No existe un examen único para diagnosticar la depresión posparto. El diagnóstico se basa en los síntomas que le describes al médico.

Algunas veces, la depresión después del embarazo puede estar relacionada con otros trastornos médicos. El hipotiroidismo, por ejemplo, ocasiona síntomas como fatiga, irritabilidad y depresión. Las mujeres con depresión posparto deben hacerse análisis de sangre para buscar causas físicas de dicha depresión.

¿Cuál es el tratamiento?

La tristeza posparto o baby blues generalmente desaparece sola después de unos días o semanas, mientras tanto, descansa lo más que puedas y acepta ayuda de tus familiares y amigos.

Una vez que se establece el diagnóstico, la depresión postparto generalmente se trata con terapia y medicamentos. El tipo de tratamiento dependerá de la severidad de la depresión y de tus necesidades individuales. éstas son algunas formas de sobrellevarla:

Trátate bien. Asegúrate de que atiendes tus necesidades principales: intenta dormir y comer bien, y no te sientas culpable acerca de cómo te sientes ahora. El hecho de que tengas una depresión posparto no significa que seas una mala madre o que no quieras a tu hijito. Una vez que te sientas mejor, estos sentimientos disminuirán.

Pide ayuda. Una parte muy importante de ser una buena madre es saber cuándo pedir ayuda, de manera que no tengas miedo de hacerlo durante estos momentos difíciles. Ayuda quiere decir muchas cosas: desde familiares o amigos que te ayuden a cocinar o a limpiar la casa o a cuidar del bebé, hasta la ayuda de un psicólogo. Es necesario recibir ayuda para que te mejores.

Comparte tus sentimientos con otros. Dile a alguien a quien quieras cómo te sientes. Llama a un familiar o a una amiga que te sepa escuchar. Únete a un grupo para mamás para encontrar apoyo. Puede que te sorprenda saber cuántas mamás están experimentando sentimientos similares. Si tienes un esposo o pareja que te apoya, asegúrate de que sabe qué es lo que te está ocurriendo y cómo te puede ayudar.

No te abandones “por fuera”. Cuidar tu aspecto físico a veces te puede ayudar por dentro. Haz que tu esposo o un familiar o amigo cuiden de tu bebé mientras tú te das una ducha relajante. Maquíllate, si lo haces normalmente. Sal de compras y elige cosas sólo para ti. También te puedes poner tus prendas favoritas en esos días que son particularmente difíciles. Sentirte mejor por fuera te ayudará a sentirte mejor por dentro.

Averigua cuándo puedes comenzar a hacer ejercicio para ponerte en forma después del parto.

Descansa. El cuidar de un recién nacido es muy cansado y podrías estar exhausta. Desafortunadamente, es común que las mamás que sufren de depresión posparto no puedan dormir cuando lo desean. Sin embargo, es importante descansar.

Puedes simplemente relajarte leyendo una revista o viendo la televisión. Pídele a un familiar o a una amiga que vigile a tu bebé, aunque sea por una hora, todos los días. Si no hay nadie que te pueda ayudar, puedes contratar a una niñera que tenga experiencia con recién nacidos.

Sal a la calle. Pon a tu bebé en su carriola (cochecito) y llévalo a dar un paseo, aunque sea alrededor de la cuadra, o sal con una amiga a un café cercano. El aire fresco, el sol y la compañía les harán mucho bien a tu bebé y a ti. Si un paseo es demasiado para ti en este momento, simplemente vete fuera, cierra los ojos, respira hondo, y siéntate al sol durante unos minutos. Te ayudará.

Tómate las cosas con calma. La llegada de tu bebé es una buena razón para tomarte las cosas con calma. Resiste la tentación de lavar la ropa mientras el niño duerme y deja que el resto de las tareas esperen. Haz que te traigan la comida, o pídele a tu pareja que te traiga algo de camino a la casa. Si el teléfono siempre está sonando en los momentos más inoportunos (por ejemplo cuando estás intentando que el bebé duerma, o cuando finalmente has podido encontrar un ratito para descansar) baja el volumen del timbre y regresa las llamadas cuando sea conveniente para ti.

Tu pareja: En este momento es importante que tu pareja se involucre de forma que él pueda comprender qué es lo que ha estado pasando (no olvidemos que él también ha estado sufriendo las consecuencias de la depresión postparto).

Posiblemente él sea quien mejor pueda apoyar, aunque también necesitará algo de apoyo para sí mismo, especialmente si es el primer hijo que tiene la pareja y si se ha sentido desplazado tras su llegada.

Este es un aspecto realmente importante ya que si el marido está resentido y no comprende hasta que punto su esposa necesita de su apoyo y ayuda podrán surgir más problemas. Es probable que él también se sienta aliviado por el diagnóstico y por recibir consejos sobre cómo actuar. La ayuda práctica con el recién nacido, una actitud comprensiva y afectiva y el ser positivo serán apreciados incluso cuando la depresión desaparezca.

Tratamiento con medicamentos

Los médicos de cabecera no siempre prescriben tratamiento farmacológico para sus pacientes con trastornos emocionales. Sin embargo, en ocasiones la naturaleza de la depresión es tal que hace necesario un tratamiento con fármacos antidepresivos. Estos medicamentos:

  • No son tranquilizantes ni estimulantes.
  • No son adictivos, no crean dependencia.
  • Necesitan dos semanas o más para empezar a hacer efecto.
  • Tu médico te dirá si puedes seguir con la lactancia.
  • Necesitan tomarse durante al menos 6 meses tras la depresión para reducir el riesgo de recaída.

Debes saber que el tratamiento necesitará su tiempo para hacer efecto y que será necesario el concertar algunas citas para que recibas el apoyo necesario hasta que te recuperes.

A muchas mujeres les parece más atractiva la posibilidad de recibir tratamiento con hormonas en lugar de con antidepresivos ya que consideran a éstas más naturales. Sin embargo, las evidencias disponibles sobre su eficacia son cuestionables y además no están exentas de efectos secundarios.

La progesterona parece funcionar mejor en supositorios, mientras que los estrógenos se aplican actualmente en forma de parches en la piel. No existe duda de que muchas mujeres creen que el tratamiento hormonal que han recibido les ha beneficiado, pero todavía está por demostrar que este sea algo más que un placebo, es decir que la curación se produce más por la esperanza puesta en el tratamiento que por el propio tratamiento en sí.

Con un tratamiento adecuado, la depresión generalmente desaparece en unos cuantos meses. Algunas mujeres siguen teniendo ligeros síntomas meses o años después.

La psicosis post parto requiere atención y tratamiento inmediato, por un medico psiquiatra, especializado y generalmente en un hospital donde estarás segura y con el tratamiento adecuado.

 ¿Cuánto dura la depresión post parto?

Es difícil de decir. Algunas mujeres se sienten mejor después de unas semanas, pero otras continúan sintiéndose deprimidas o “diferentes” durante muchos meses. Aquéllas que tuvieron síntomas más severos o que han estado deprimidas con anterioridad, tardarán más tiempo en recuperarse. Es importante que no te olvides de que puedes obtener ayuda para mejorar.

Pronóstico

Los medicamentos y la psicoterapia profesional con frecuencia pueden reducir o eliminar los síntomas de manera efectiva.

¿Puede prevenirse la depresión postparto?

Si. Existen tres formas de prevención: detectar precozmente el trastorno, tratarlo rápidamente y evitar sus consecuencias.

Durante el embarazo:

  • No intentes ser una super mujer. El tener un hijo es un trabajo que puede exigir dedicación exclusiva, de forma que durante tu embarazo intenta reducir tus compromisos (si trabajas, asegúrate de que te alimentas de forma suficiente y con regularidad y pon los pies en alto durante la hora de la comida).
  • No te mudes de casa mientras estés embarazada o hasta que tu hijo no tenga seis meses. Evita en lo que puedas el estrés.
  • Has amistad con otras parejas que estén esperando un hijo o que lo hayan tenido recientemente. Entre otras cosas, esto te ayudará a disponer de alguien que pueda cuidar a tu bebé cuando lo necesites.
  • Identifica a alguien en quién puedas confiar, es necesario disponer de algún amigo a quién acudir en caso de necesidad.
  • Ve a las clases de preparto junto con tu pareja.

Si ha sufrido previamente una depresión, esto no significa que vayas a tenerla de nuevo en el siguiente parto. Sin embargo, tras el parto es necesario que te pongas en contacto con tu médico de cabecera para que éste vigile la posible aparición de cualquier signo de recurrencia de la depresión postparto y así comenzar lo antes posible con el tratamiento.

Una vez que el bebé haya nacido:

  • Aprovecha cualquier oportunidad para descansar. Aprende a echar cabezadas o pequeñas siestas. Tu pareja podrá encargarse de alimentar al bebé por la noche, utilizando, si lo deseas, incluso tu propia leche extraída con anterioridad.
    • Si estás fatigada, acomoda tu sueño al del bebé.
    • No reprimas tus sentimientos, si deseas llorar, hazlo.
  • No permitas que la información que te dan otras personas acerca del cuidado del bebé te abrume, sigue siempre las indicaciones de tu pediatra y cuando pidas ayuda a tu madre o amigas, no permitas que te controlen la vida.
  • No se supone que debas de ser una “super mamá”. Sé honesta contigo misma acerca de lo que puedes hacer y atrévete a pedir ayuda, tus miedos y dudas son normales.

deprepospar

  • Aliméntate adecuadamente. Las ensaladas, los vegetales frescos, la fruta, los zumos, la leche y los cereales son alimentos muy adecuados para este momento y que además no necesitan de mucha cocina.
  • Encuentra tiempo para disfrutar con tu pareja.
  • Intenta intimar con tu pareja, incluso aunque todavía no te apetezca tener relaciones sexuales completas, un beso, un abrazo, una caricia, o un mimo pueden ser bastante reconfortables hasta que regrese el deseo sexual al completo.
  • Encuentra tiempo para hacer algo tuyo, aunque sean solamente 15 minutos. Trata de leer, hacer ejercicio (la caminata es beneficiosa para ti y fácil de realizar), tómate un baño o medita.
  • No seas muy crítica contigo misma ni con tu pareja. La vida se hace bastante dura en estos momentos y el cansancio y la irritabilidad de ambos puede conducir a discusiones frecuentes que no harán más que debilitar su relación en unos momentos en que ésta debería ser más fuerte.
  • Lleva un diario. Cada día, escribe acerca de tus emociones y sentimientos, saca todo. En cuanto empieces a sentirte mejor, relee lo que escribiste y te dará cuenta de lo mejorada que estás.
  • Finalmente, a pesar de que la depresión postparto ya esté instaurada cuando se te diagnostique, no te desesperes, aún cuando solamente puedas hacer una sola cosa en un día, es un paso adelante en la dirección correcta. Habrá día en las que no lo logres, no te enojes contigo misma. el apoyo, el consejo y la medicación marcarán la diferencia y acelerarán tu recuperación. Nunca es tarde.

¿Cuándo debo pedir ayuda profesional?

Llama a tu médico si:

  • Tienes cambios de humor o te sientes deprimida y ya han pasado algunos días después del parto.
  • Si sientes que no puedes con las actividades diarias de tu vida incluyendo el cuidado del bebé
  • Si tienes fuertes sentimientos de depresión o enojo a los 2 o 3 meses del parto

Pídele a tu médico que te recomiende un psicólogo o psiquiatra de confianza con quien puedas tener una entrevista. En el caso de que hayas experimentado depresión postparto anteriormente es importante que te contactes durante el embarazo con los profesionales que te atendieron la última vez.

Si te dieron algún medicamento, seguramente volverán a dártelo inmediatamente después del parto. Esto reduce considerablemente la posibilidad de volver a padecerla.

Algunas personas prefieren comenzar a tomar la medicación no bien los síntomas aparecen, sin embargo de esta forma va a ser más difícil de tratar.

¿Cuál es el futuro de la depresión postparto si no se trata?

Si se deja sin tratamiento, la depresión post parto puede interferir con el lazo de amor entre la madre y el bebé y causar problemas familiares.

Los bebés de las madres que no han sido tratadas tienen mayores posibilidades de presentar problemas de comportamiento como por ejemplo dificultad para dormir o para alimentarse, berrinches e hiperactividad. Es común que tengan también retraso en el desarrollo del lenguaje.

¿Si estoy amamantando puedo tomar un antidepresivo?

Dile a tu médico si estás amamantando,

Los efectos de las medicinas antidepresivas en los bebés lactantes no se han estudiado y por lo tanto no hay muchos datos sobre ello. Pregúntale a tu médico si, con el medicamento que te receta, puedes continuar con la lactancia o es necesario que suspendas.

Referencias