Planeación del Embarazo
Antes, Embarazo

Planeación del Embarazo

Si quieres tener un hijo o estás pensando en embarazarte, nunca es demasiado pronto para prepararte para el embarazo. La salud preconcepcional y el cuidado de la salud se enfoca en las cosas que puedes hacer antes y “entre” embarazos para incrementar las posibilidades de tener un bebé sano.

Para algunas mujeres, prepararse para este evento les toma algunos meses, pero para otras, puede ser incluso más tiempo. Sin importar si este es tu primer embarazo, el segundo o incluso el sexto, seguir algunas de las siguientes recomendaciones te ayudará a tener un embarazo lo más saludable posible.

¿Por qué es importante cuidar la salud preconcepcional?

La salud preconcepcional es la salud de una mujer antes del embarazo. Significa saber cómo algunas condiciones de salud y factores de riesgo pueden afectar a ella misma y a su futuro bebé si llega a embarazarse.
En realidad, todas las mujeres en edad reproductiva deberían de pensar en su salud aunque ni siquiera estén pensando en embarazarse y una razón para esto es que la mayoría de todos los embarazos, no son planeados y se sabe que la falta de salud materna es la causa de muchos de los problemas que se pueden presentar durante el embarazo.

¿Cuál es el mejor momento para que se logre un embarazo?

Si la pareja tiene relaciones sexuales dos o tres veces a la semana sin usar ningún anticonceptivo, más de 8 en 10, lograrán el embarazo en el siguiente año. Algunas personas piensan que tener relaciones cerca de la ovulación es la mejor estrategia, pero en realidad esto no es así.

La relación sexual cada tres o cuatro día previene la presión y el estrés que puede ocurrir si tratas de limitarlo a la ovulación. El estrés en cualquiera de los miembros de la pareja, se sabe que puede afectar las posibilidades de embarazo.

¿Cómo se planea un embarazo?

Concierta una cita con tu ginecólogo. Identifica y habla con él acerca de los riesgos que puedes presentar: edad, enfermedades crónicas y medicamentos que estás tomando, infecciones urinarias o vaginales, estilo de vida, problemas de herencia, si tuviste algún problema en los embarazos anteriores, etc.

  • Verifica qué vacunas has recibido y cuáles te tienes que aplicar cuando menos un mes antes de que te embaraces.
  • Anota las fechas de tu menstruación para que después te sea más fácil calcular el momento de la ovulación.
  • Si estás tomando anticonceptivos, trata de dejarlos 2 meses antes de la fecha planeada para embarazarte.

Medicamentos: Algunos medicamentos pueden causar serios daños al bebé en desarrollo. Esto incluye a los que de libre venta en la farmacia y a los suplementos y productos de hierbas. Comenta con tu médico TODO lo que estás tomando y no te automediques.

Vacunas: Se recomienda revisar tu esquema de vacunación. La rubéola y la varicela pueden causar defectos al nacimiento a tu bebé en desarrollo. Es posible que te falte alguna que tenga que aplicarse antes del embarazo.

El papel de tu pareja en el embarazo

Tu pareja puede hacer mucho para apoyarte en cualquier aspecto de la preparación para el embarazo:

  • Decidan juntos cuál es el mejor momento. Cuando es una decisión de pareja, entonces es más fácil para la mujer tomar los pasos necesarios para cuidar su salud preconcepcional.
  • El hombre puede mejorar su salud reproductiva limitando la ingesta de alcohol, alimentándose sanamente y reduciendo el estrés.
    • Consumo de drogas o de alcohol en el varón, no afectan al bebé pero pueden ser causa de estrés para la madre.
    • Un 40 % de los fumadores pueden presentar problemas de impotencia, antes de los  40 años. La parotiditis  (paperas) puede ocasionar esterilidad en los varones
  • Él también debe hablar con el médico acerca de su salud, la salud de su familia y de si toma algún medicamento.
  • Si trabaja con sustancias tóxicas, es recomendable que se cambie antes de estar contigo y esas ropas deben lavarse separadas de la ropa en general.
  • Enfermedades de transmisión sexual pueden afectar el desarrollo del embarazo y el parto.

Decidan juntos el médico que te atenderá si es particular y el hospital al que llegarás. Conoce  las instalaciones y cuáles serán los costos, o si prefieres ser atendida en alguna institución  gubernamental.

Como pareja, es necesario que se pongan de acuerdo, en los cambios de estilo de vida que se presentan cuando llega el bebé, sobre todo si los dos trabajan. Son una pareja y como tal deben de seguir después de que formen su familia.

Consumo de Ácido Fólico

El ácido fólico es una vitamina del grupo B. Si una mujer tiene suficiente cantidad de este elemento en su cuerpo antes del embarazo, ayudará a prevenir severos defectos del tubo neural.
Tu médico te indicará la cantidad y el momento para empezar a tomarlo previo al embarazo y hasta cuándo lo debes suspender. Lo puedes comprar fácilmente en cualquier farmacia.

Cuida tu estilo de vida

Numerosos estudios han demostrado que fumar, tomar alcohol o usar drogas puede ser causa de aborto, parto prematuro o bebés con bajo peso al nacer. Ten en cuenta que algunas drogas permanecen en tu sistema aún después de que los efectos hayan desaparecido.

  • No Fumes
  • No consumas drogas ni alcohol
  • No te automediques, consulta siempre a tu médico

Realiza algún ejercicio que puedas continuar durante el embarazo, te ayudará a enfrentar los retos físicos de gestar y dar a luz un bebé.

Limita la cafeína: aunque no se sabe exactamente la cantidad de cafeína que puedes consumir durante el embarazo, los expertos consideran que toda mujer que esté tratando de embarazarse debe limitar la cantidad que toma.

Existen algunos estudios que hablan de un alto consumo de cafeína ligado a una disminución en la fertilidad o incluso a abortos.

Antes del embarazo, debes de estar en tu peso ideal: Puedes tener más posibilidades de embarazarte si estás en tu peso ideal. Verifica cuál es tu peso ideal de acuerdo a tu edad y estatura

  • Si estás abajo de tu peso ideal, corres el riesgo de tener un bebé de bajo peso al nacer y puede presentar serias complicaciones.
  • Si  tu peso está por arriba del peso ideal, estás en riesgo de presentar diabetes gestacional e hipertensión que pueden poner en riesgo tu vida y la del bebé.
  • Lleva una dieta balanceada.
    • Llena tu refrigerador de comida sana. Todavía no comes para dos, pero es el momento de iniciar con elección de comida nutritiva para que tu cuerpo almacene los nutrientes que vas a necesitar para un embarazo sano.

Fíjate en el pescado que comes: se recomienda que las mujeres que desean embarazarse no consuman más de 400 gramos de pescado a la semana que no contenga mercurio. Se recomienda sardinas, trucha de granja, salmón y atún enlatado).

Crea y sigue un programa de ejercicio: Un programa saludable incluye 30 minutos o más de ejercicio moderado como caminar o bicicleta. Para mejorar tu flexibilidad puedes tratar yoga. Una vez que estés embarazada, te será fácil continuar con este programa (esto es si no tienes complicaciones y el médico te ha pedido que suspendas).

Considera tu salud mental

De acuerdo con un estudio conducido en Boston por la doctora Alice Domar, las mujeres que sufren de depresión tienen más riesgo de presentar problemas de fertilidad. Domar sugiere que todas las mujeres, pero en especial aquellas que tienen una historia personal o familiar de depresión, se chequen antes de embarazarse. Ante cualquier signo, pídele a tu ginecólogo que te refiera a un psiquiatra.

Si es necesario medicarte, el psiquiatra elegirá algún antidepresivo que sea seguro para tomarlo mientras que estás tratando de embarazarte y durante el embarazo. Es recomendable también tratar con técnicas de manejo de estrés como yoga o meditación.

Visita al dentista

Cuando te estás preparando para el embarazo, no olvides tu salud dental. Los cambios hormonales que vas a tener durante el embarazo pueden hacerte más susceptible a enfermedades de las encías y a caries.

La buena noticia es que las mujeres que se cuidan antes del embarazo, disminuyen el riesgo de tener estos problemas. Visita a tu dentista y pídele que te haga una limpieza general.

Evita las infecciones

Es importante alejarte de los focos de infección, principalmente de aquellas que puedan dañar a tu bebé en desarrollo (por ejemplo, personas con rubéola,  varicela o hepatitis).

Apártate de ciertos alimentos como los quesos suaves no pasteurizados, embutidos y pescado o carne cruda. Lávate las manos frecuentemente cuando prepares comida y asegúrate que tu refrigerador tiene la temperatura adecuada para preservar la comida.

Es una buena idea usar guantes cuando trabajes en el jardín o en la caja de arena de los gatos. Y, finalmente, asegúrate de recibir la vacuna de la influenza antes del embarazo.

Analiza y reduce los riesgos del medio ambiente

Es probable que no puedas eliminarlos totalmente, pero sí puedes tratar de alejarte lo más posible. Algunos trabajos pueden ser peligrosos para ti y para tu futuro hijo. Por ejemplo, si estás expuesta a sustancias químicas o a radiación, tendrás que hacer algunos cambios en tu trabajo antes de embarazarte.
Ten en cuenta también que algunos productos de limpieza de la casa, los pesticidas y fertilizantes, algunos detergentes, solventes y el plomo en el agua para beber que sale de las tuberías antiguas, pueden ser peligrosas para un bebé en desarrollo.

Consejo Genético

Cualquier persona que tenga preguntas sin responder sobre los orígenes de enfermedades o rasgos que vienen de familia debería consultar a un asesor en genética. Las personas a las que puede resultarle útil incluyen:

  • Aquellas que tienen o piensan que podrían tener un trastorno hereditario o un defecto de nacimiento.
  • Mujeres que están embarazadas o tienen pensado tener un hijo después de los 35 años de edad.
  • Las parejas que ya han tenido un hijo con retraso mental, un trastorno hereditario o un defecto de nacimiento.
  • Las parejas cuyos bebés tienen una enfermedad genética diagnosticada mediante una prueba rutinaria de diagnóstico para recién nacidos.
  • Las mujeres que han tenido tres o más abortos espontáneos o bebés que murieron al poco tiempo de nacer.
  • Las personas que estén preocupadas por que su trabajo, estilo de vida o antecedentes médicos puedan representar un riesgo para un embarazo. Entre las causas habituales de preocupación se incluyen la exposición a radiación, los medicamentos, las drogas ilegales, los productos químicos o las infecciones.
  • Las parejas que desean realizarse más pruebas u obtener más información sobre los defectos de nacimiento comunes en el grupo étnico al que pertenecen.
  • Parejas formadas por primos directos o parientes de sangre cercanos.
  • Las mujeres embarazadas cuyas pruebas de ultrasonido o análisis de sangre indican que su embarazo podría tener un riesgo de complicaciones o defectos de nacimiento superior al normal.

Mantente sana durante tu embarazo

Una vez que ya lograste concebir, asegúrate de mantener todos los hábitos de salud que has aprendido, visita a tu ginecólogo regularmente, mantente sana y disfruta tu embarazo.

Referencias

Peso Ideal antes del Embarazo
Antes, Embarazo

Peso Corporal Ideal Antes del Embarazo

La mayoría de las mujeres saben que necesitan ver a un médico y realizar cambios en el estilo de vida mientras están embarazadas, pero es igualmente importante empezar a hacer cambios antes de quedar en embarazo. Estos pasos te ayudarán a preparar tu cuerpo para el embarazo, y te darán una mejor oportunidad de, mantener la salud y tener un bebé sano.

Un factor fundamental a  tener en cuenta a la hora de planear quedar embarazada es el peso corporal. Es importante saber si te encuentras por encima o por debajo de tu peso ideal.

En caso de encontrarte con sobrepeso, el momento ideal para normalizarlo es antes del embarazo. Nunca se debe intentar hacer dieta durante el embarazo; cuando uno adelgaza se producen ciertas sustancias llamadas cuerpos cetónicos que atraviesan la placenta y son dañinos para el bebé.

Durante el embarazo es normal subir de peso, esto permitirá un adecuado crecimiento del bebé. Por eso la mujer siempre tiene que ganar peso durante el embarazo.

¿Cómo puedo saber cuál es mi peso ideal?

Hay varios métodos para determinar cuál es tu peso ideal como así también los límites dentro de los cuales tu peso puede fluctuar. Lo ideal es tener un peso adecuado para la estatura. Esto se relaciona con una medida llamada Índice de Masa Corporal (IMC),

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¿Qué es el Índice de Masa Corporal?

El Índice de Masa Corporal (IMC),  también conocido como índice de Quetelet (Lambert Adolphe Jacques Quételet), es un número que pretende determinar, a partir de la estatura y el peso, el rango más saludable de peso que puede tener una persona  y se obtiene al dividir: el peso en kilos, entre la estatura al cuadrado. De acuerdo a estos resultados el médico o tu nutrióloga te dirán cuánto es lo máximo que puedes aumentar de peso durante las 40 semanas del embarazo. Por ejemplo:

Una mujer que pesa 58 kilos y mide 1.60:

58 / (1.60 x 1.60) = 22.65

El IMC normal es de 20 a 25. Para determinar la ganancia de peso recomendable en cada caso se debe seguir el siguiente lineamiento:

  1. IMC por debajo de 20 la ganancia debe ser entre 11.5 y 16 kilos
  2. IMC entre 20 y 25 la ganancia debe ser entre 9 y 11.5 kilos
  3. IMC entre 26 y 30 la ganancia debe ser entre 7 y 9 kilos
  4. IMC por arriba de 30 la ganancia debe ser de hasta 6 kilos máximo

La Importancia del Peso  Ideal Antes del Embarazo

Las mujeres que inician el embarazo con sobrepeso o las que ganan demasiado durante el embarazo, se exponen a varios riesgos:

  • Las mujeres embarazadas obesas tienen un riesgo incrementado de padecer  diabetes gestacional, bebés grandes, defectos en el “tubo neural”, preeclampsia, e inducción al parto.
  • Por el contrario, las deficiencias nutricionales de la madre sumadas al bajo peso al nacer del bebé, son  a nivel mundial la causa más importante de muerte infantil, en niños menores de 5 años.

¿Cómo afecta la Obesidad a la mujer en la etapa reproductiva?

La palabra “obesidad” generalmente se asocia con hipertensión, diabetes y enfermedades del corazón, pero pocas personas están enteradas del impacto del peso corporal sobre la fertilidad.

La obesidad o el sobrepeso también pueden tener su impacto en la fertilidad de una mujer. Con el exceso de peso, un aumento en los niveles de insulina puede provocar que los ovarios produzcan más hormonas masculinas e interrumpan la liberación de óvulos.

¿Cómo puedo llegar a mi peso ideal?

Lo mejor es que acudas a la consulta con una nutrióloga que te vaya guiando y, en el tiempo que tengas programado, te ayude a llegar a un IMC más aproximado al que deberías tener. No tengas miedo y ve esto como una oportunidad. Cualquier pérdida de peso, te puede ayudar primero a concebir y después, a tener un buen embarazo.

Recuerda, NO es el momento de hacer una dieta severa. Cualquier dieta que restrinja fuertemente tu alimentación o evite que comas alguno de los grupos de alimentos (proteínas, grasas o carbohidratos), te dejará con una baja severa de vitaminas y minerales.

En vez de eso, trata de comer una dieta saludable y balanceada (en la que se incluyen frutas y vegetales variados, productos lácteos y carnes bajos en grasa y granos: alimentos hechos con trigo entero, arroz con cáscara, maíz, cebada y avena), con una restricción moderada de calorías que te ayude a bajar esos kilos extras. Solo así mantendrás tus reservas de nutrientes y cuando te embaraces tu cuerpo podrá arreglárselas con las demandas del embarazo.

La solución ideal es que tu peso baje hasta alcanzar el rango de peso recomendado.  Datos epidemiológicos han demostrado que el 6 % de las mujeres infértiles tiene sobrepeso. Más del 70 % de las mujeres infértiles por esta causa, pueden concebir espontáneamente si se someten a dietas adecuadas para normalizar su peso.

Consecuencias en la  fertilidad por la obesidad

• Ciclos menstruales irregulares o infrecuentes
• Aumento en la tasa de infertilidad
• Riesgo durante la cirugía reproductiva
• Menor éxito con los tratamientos de fertilidad

¿Cómo saber si tengo problemas reproductivos debido a mi peso?

La mayoría de las mujeres tienen ciclos menstruales de 26 a 32 días (contando como día 1 el primer día de sangrado), si tu menstruación no es regular, la función reproductiva puede estar alterada. En la mujer con sobrepeso, los ciclos serán irregulares, impredecibles y prolongados.

Algunas pueden notar un incremento en la vellosidad de la piel de la cara y del abdomen y acné. Las mujeres con ciclos normales tienen secreción de moco en la vagina en la mitad del ciclo y sienten cambios en el tamaño y consistencia de sus senos durante el ciclo. Si esto no ocurre, puede significar que hay una alteración de la ovulación.

Lo más importante es que esto tiene solución y que depende de ti.

Riesgos de la obesidad durante el embarazo

Si antes de embarazarte ya llevas un exceso de peso o estás obesa, los riesgos potenciales  de complicaciones durante el embarazo son los siguientes:

Para la Madre:

  • Preeclamsia: Algunos investigadores han concluido que la obesidad materna antes del embarazo es un factor condicionante de preeclampsia.
  • Diabetes Gestacional: La mujer obesa tiene un riesgo aumentado de padecer diabetes durante el embarazo.
  • Cesárea: El trabajo de parto se hace más  lento  y prolongado, por lo que casi siempre es necesaria la cesárea.
  • Infecciones Post-Parto: La obesidad durante el  embarazo, hace que la mujer este más vulnerable, la recuperación es más difícil y más lenta y si se realizó una cesárea, puede desarrollar infecciones después del parto.

Para el Bebé

  • Macrosomía: Dentro de los factores asociados a este problema se señalan la mayor edad de la madre, obesidad materna antes del embarazo, resistencia a la insulina y el incremento en la incidencia de diabetes gestacional
  • Defectos del Tubo Neural: Los bebés nacidos de madres obesas, corren un riesgo más alto de presentar defectos  muy severos del tubo neural, se piensa que puede ser debido a la deficiencia de nutrientes. Además, en las mujeres obesas las  ondas del ultrasonido tienen dificultad para traspasar las capas de tejido graso y las  imágenes  resultan muy borrosas. Por lo tanto, los defectos del tubo neural en estos bebés, no siempre se pueden detectar.
  • Una niñez con obesidad: Las investigaciones han demostrado que los bebés nacidos de madres obesas  tienen un riesgo aumentado de tener un sobrepeso a los 7 años de edad. Un estudio de la Universidad de Ohio publicado en la revista Pediatrics dice: “La evidencia sugiere que el desarrollo de la obesidad en adolescentes y adultos puede estar relacionado con una programación nutricional que se produce en un estadio muy temprano de la vida”, explican los autores en el estudio.
  • Muerte en útero.

¿Qué problemas presentan las mujeres de bajo peso que se quieren embarazar?

El problema de la infertilidad: La pérdida de peso o el bajo peso pueden afectar la señal hormonal que el cerebro envía a los ovarios o a los testículos. En casos poco severos, los ovarios todavía pueden producir y liberar óvulos; sin embargo, es posible que el endometrio no esté preparado para la implantación del óvulo fecundado debido a la inadecuada producción de hormonas ováricas.

En casos más serios, puede que los ovarios no produzcan óvulos del todo. Además, es posible que las mujeres con bajo peso tengan ciclos menstruales irregulares o que no los tengan, lo que puede contribuir a la infertilidad.

Si el bajo peso ha sido identificado como un problema que puede estar contribuyendo a la infertilidad, el tratamiento ideal en algunos  casos es detener la pérdida de peso mediante una dieta diseñada para estas personas.

Consecuencias para el bebé: Cuando hay un desequilibrio nutricional que impide que la madre gane peso durante el embarazo lo más probable  es que tu bebé nazca con  un bajo peso que es un problema  grave para el futuro del niño, tanto en su nutrición como en su salud.

Grupos de Riesgo

Las madres  adolescentes son las que en general se encuentran con  un bajo peso antes del embarazo y son las que se encuentran en un riesgo más alto  de tener bebés de bajo peso al nacer.

Tratamiento

El cambio de hábitos alimenticios, es quizás el aspecto más importante a tratar, en las mujeres con problemas de bajo peso. Requiere de una vigilancia muy estrecha por parte del médico y el nutriólogo, para asegurase de que reciba el aporte calórico y los nutrientes necesarios para que, durante el embarazo, el aumento de peso se logre de manera  adecuada y tu bebé nazca con un peso normal.

Referencias