Reposo
Durante, Embarazo, Semanas 25 - 40

Reposo

Se calcula que cerca de un millón de embarazos se consideran, en algún momento,  como de “alto riesgo” o simplemente “de riesgo”. Y aunque existe una gran controversia acerca de los beneficios del reposo, muchos médicos continúan indicando la suspensión de actividades para las embarazadas con complicaciones porque creen, basados en su experiencia, que el reposo es beneficioso para prevenir el parto prematuro.

 

Y exponen las siguientes razones:

  • Quita la presión del cuello del útero.
  • Reduce el esfuerzo de tu corazón y mejora la circulación sanguínea en tus riñones lo cual ayuda a eliminar el exceso de líquido.
  • Mejora la circulación a tu útero llevándole así más oxígeno a tu bebé.
  • Minimiza el nivel de catecolaminas –las hormonas del estrés- que están asociadas a la producción de adrenalina y dopamina que pueden producir contracciones.

¿Cuántos tipos de reposo hay?

Reposo absoluto:El reposo en cama puede ser desde quedarse absolutamente en cama levantándose solamente para ir al baño o simplemente estar en cama con permiso de levantarse de vez en cuando a caminar por la habitación.

En cualquier caso, se puede observar una gran mejoría en el momento de iniciar el reposo ya que el organismo agradece que el cuerpo esté relajado.

Reposo relativo: En otras ocasiones, no es necesario el reposo absoluto, pero sí descanso o limitada movilidad. El reposo relativo significa: no caminar mucho, no levantar peso, no subir demasiadas escaleras y tampoco estar de pie muchas horas.

En algunos casos puede que sólo tengas que reducir tu nivel de actividad y descansar en la cama de vez en cuando.

Generalmente se propone si en el primer trimestre ocurrieron abortos previos, presenta contracciones de poca intensidad o persisten, durante todo el día,  dolor lumbar o pélvico.

¿Qué determina la necesidad de un reposo?

A modo de precaución, muchos médicos indican la suspensión de actividades para las embarazadas con complicaciones. En cualquier caso, el efecto positivo también suele ser de tipo psicológico.

Cualquier complicación durante el embarazo, por ejemplo: náuseas, mareos, vómitos,  pérdidas de sangre y cualquier otro síntoma irregular en el desarrollo del embarazo va a ser motivo suficiente para prestar atención al embarazo y disminuir la rutina.

Algunas mujeres ya lo esperan porque su historia médica las ha preparado y entre ellas podemos considerar (entre otras) a las mayores de 35 años, las que tienen un embarazo múltiple o que tienen historia de aborto debido a incompetencia del cuello uterino o son madres primerizas.

Con todas estas embarazadas, el médico estará monitoreando ciertos parámetros para determinar si es necesario el reposo absoluto o relativo:

  • Cambios del cuello uterino. Actualmente es relativamente fácil que el médico, por medio del ultrasonido vaginal, vean el estado del cuello de tu útero. Si se acorta anticipadamente, es probable que te tengan que realizar un “cerclaje” –una sutura circular alrededor del cuello del útero que ayuda a mantenerlo cerrado- y generalmente va acompañado de reposo en cama o parcial.
  • Preeclampsia. Complicación del embarazo que se conoce también como “hipertensión producida por el embarazo”. Se presenta en un 5 a 10% de los embarazos, principalmente en las madres primerizas. En este caso, el tratamiento seguro, es el parto. Y el reposo absoluto en cama se prescribe para que la madre pueda ser monitorizada constantemente.
  • Parto pretérmino. El médico prescribe reposo absoluto en cama a las embarazadas que inician contracciones antes de la semana 37 del embarazo o muestran cualquier otro signo de que se inicia la labor de parto.
    · El objetivo es retrasar el parto cuando menos 48 horas para que se administren los medicamentos esteroideos y tengan tiempo de actuar para madurar los pulmones del bebé.
    · En algunos casos, la labor de parto se logra detener y la madre termina llegando a un parto a término después de unas semanas en reposo absoluto en cama.
  • Placenta previa. En esta complicación, la placenta se ha colocado en la parte baja del útero bloqueando el cuello uterino y, por lo tanto, la salida del bebé. La placenta previa se diagnostica fácilmente mediante el ultrasonido.
    · Los médicos generalmente recomiendan una reducción en actividades o un reposo en cama leve para disminuir la presión del bebé en la placenta y en el cuello del útero y promover así el crecimiento de una placenta fuerte y saludable.
    · Algunas veces, se corrige por sí misma conforme el útero crece. Si aparece sangrado en el segundo o tercer trimestre, es probable que el médico te recomiende reposo absoluto en cama.

El tipo de reposo puede variar con cada embarazada y puede ir de simples periodos de reposo durante el día hasta reposo absoluto en cama y en el hospital.

 

¿Cuáles son las causas para el reposo?

Hay muchos motivos por los que se puede indicar reposo durante el embarazo pero su única razón de ser es lograr el bienestar de la madre y el bebé para que éste se desarrolle satisfactoriamente.

Otras complicaciones que se pueden presentar y ser causa de que el médico te prescriba reposo pueden ser:

 

  • Sangrado vaginal: en las hemorragias del segundo y tercer trimestre, el tipo de reposo dependerá de la causa que originó los síntomas.
  • Labor de parto prematura.
  • Historia de pérdida del embarazo, muerte en útero o muerte prematura.
  • Pobre desarrollo y crecimiento del bebé
  • Diabetes gestacional
  • Infecciones de vías urinarias que pueden ser causa de parto prematuro.

 

¿Cómo me va a ayudar el reposo?

 

Aún cuando no se han documentado científicamente los beneficios del reposo absoluto, el 20% de las embarazadas pasarán una semana o más en cama. El parto prematuro es la complicación más común por la que el médico puede indicar el reposo; se piensa que al disminuir el estrés de la actividad diaria, el organismo se normaliza y esto puede ayudar a mantener el cuello del útero cerrado y aumentar las posibilidades de un bebé sano.

 

El descanso ayuda a las embarazadas a relajarse y, además, ellas sienten que están “haciendo algo”  para cuidar a sus bebés.

 

¿Qué significa reposo?

 

El reposo no es lo mismo para cada embarazada. La variedad depende de ella misma, de la causa y de su propio médico.

 

En algunos casos simplemente significa que tienes que disminuir tu actividad por un periodo de tiempo. Eres libre de moverte alrededor de la casa siempre cuidando que no cargues NADA ni hagas trabajos pesados de limpieza. Dependiendo de la naturaleza de tu trabajo, incluso quizás hasta te permiten que continúes trabajando.

 

Pero en otros casos, la orden de reposo es más estricta y quizás te pidan que permanezcas sentada o semi-sentada casi todo el día y que únicamente te levantes para ir al baño o bañarte. No te permitirán trabajar ni hacer ninguno de los quehaceres de la casa hasta que nazca el bebé.

 

Si tu médico lo considera necesario y prescribe un reposo total en cama, necesitarás acostarte de lado –incluso cuando comes. La higiene personal se limitará a baños de esponja y a un “cómodo” para ir al baño. Este tipo de reposo puede necesitar hospitalización.

 

Es muy importante que aclares esto con tu médico antes de empezar. Algunas de las preguntas que le puedes hacer son:

  • Tiempo: ¿Por qué necesito reposo en cama? ¿Cuándo voy a empezar? ¿Cuánto tiempo estaré en reposo? ¿Si mejoro me podré levantar?
  • Posición: ¿Me puedosentar? ¿Por cuánto tiempo? ¿Puedo caminar? ¿Puedosubirescalones? ¿Cuándo estoy en la cama, tengo que estar en alguna posición determinada? ¿Qué puedo hacer para prevenir la formación de coágulos?
  • Higiene personal: ¿Está bien que me levante al baño, que me bañe y que me lave la cabeza?
  • Actividad: ¿Puedo comer en la mesa o en el sillón? ¿Puedo doblar la ropa o hacer algún otro quehacer ligero? ¿Cómo qué? ¿Puedo manejar o subirme a mi coche? ¿Puedo hacer estiramientos o algún otro tipo de ejercicio?

 

¿Qué problemas pueden presentarse con el reposo absoluto en cama?

 

Desafortunadamente, las investigaciones realizadas demuestran que el reposo en cama sí tiene riesgos que deben ser tomados en cuenta. Entre estos se incluye:

  • Formación de coágulos
  • Depresión y ansiedad.
  • Estrés familiar.
  • Preocupación financiera principalmente cuando dejaste de trabajar.
  • Bajo peso al nacer para tu bebé.
  • Recuperación más lenta después del parto.
  • Debilidad muscular y de los huesos (ósea).
  • Depresión

 

Los estudios demuestran que mientras más estricto sea el reposo en la cama, peores serán los efectos colaterales y sugieren que las embarazadas –aún las que tienen complicaciones- están mejor si continúan en su rutina normal.

 

Un estudio realizado en el 2004 por el Instituto de Salud de Estados Unidos encontró que las embarazadas que estuvieron en un prolongado reposo absoluto en cama, tenían un mayor riesgo de tener bebés con bajo peso al nacer (ellas comían menos y perdieron peso).

 

Y la recomendación más reciente del Colegio de Obstetricia y Ginecología (ACOG por sus siglas en inglés), cuestiona si el reposo absoluto ayuda realmente a retrasar un parto prematuro. La buena noticia es que muchos de estos efectos colaterales pueden disminuirse cuando llevas la dieta adecuada y te mueves (cuando menos hasta donde te permiten).

 

¿Cuánto tiempo debo de estar en reposo?

 

El tiempo de descanso no tiene patrones específicos, en este trimestre generalmente lo que se espera es que el bebé en desarrollo madure y especialmente que tenga los pulmones bien desarrollados y gane el peso ideal.

 

Algunas mujeres descubrirán que su médico las pondrá en reposo durante un breve periodo de tiempo hasta que se estabilice o solucione la complicación que lo causó, mientras que otras tendrán que estar en cama todo el resto del embarazo.

 

Recomendaciones y estrategias

 

Antes de iniciar el reposo:Habla claro con tu ginecólogo, es importante que entiendas bien los motivos para hacer reposo, que sepas con exactitud lo que puedes hacer y lo que no y que te quedes tranquila con respecto a tu bebé.

 

Es importante que pienses que nadie es irremplazable. Si dejaste tu puesto en la oficina no habrá ningún problema, alguien hará tu trabajo muy bien. Si tienes otros hijos, sin duda entre tu mamá o una amiga y tu marido se las podrán arreglar para lo que tú no puedes hacer en la cama.

 

Busca un colchón ortopédico y almohadas confortables, ya que el progreso en el tamaño del útero implica una posición semi-sentada.

 

Cuando ya hayas iniciado el reposo: Sigue una dieta balanceada, ya que se eliminan menos calorías por la falta de ejercicio y se tiende a engordar más.

  • Debes ingerir mucha fibra, pues el reposo acentúa el estreñimiento.
  • Es importante la dieta para que tu bebé siga engordando.

 

El reposo en la cama hace que tus músculos pierdan el tono y puede ser que hasta te duelan las articulaciones. Estar acostada por tanto tiempo influye también en tu circulación.

  • Cambia de lado constantemente para evitar la presión sobre un solo lado.

Para conservar el tono muscular de brazos y piernas es conveniente, siempre con la aprobación de tu médico, realizar ejercicios ligeros: El ejercicio es importante pero nunca inicies nada sin hablarlo antes con tu médico. Algunos de los que podrías hacer son:

  • Apretar con las manos alternadamente,  una pelota de esponja
  • Presionar  suavemente  tus pies y tus manos contra una pared
  • Mover  tus brazos en círculos lentamente
  • Apretar y relajar los músculos de  piernas y brazos.
  • No utilizar los músculos abdominales. Siempre consulta con tu médico antes de empezar.

 

Cuida tu estado de ánimo

 

Todo lo que uno pensaría que podría hacer en esa situación en general se comienza a mirar con menos optimismo y alegría y la mujer lo único que quiere es salir de dicha situación. Esto es normal que suceda y es por ello que la embarazada a la que se le ha indicado reposo debe estar muy atenta a sus estados de ánimo y esforzarse por no dejarse llevar por la desgana.

 

Aunque permanecer todo el tiempo en cama resulte frustrante, hay que pensar siempre que es por el bienestar del bebé. Es de entender que el hecho de sentirse encerrada por tanto tiempo, suponga una reacción de dejadez e incluso depresión, pero existen varias cosas que tú puedes hacer para hacer del reposo una experiencia más positiva.

 

Mantén una buena comunicación con tu pareja:este es un momento difícil para los dos. Tu pareja tendrá ahora dos trabajos, el suyo mismo y el de cuidar de ti. No olvides darle un abrazo y apreciar todo lo que hace. Trata de estar un tiempo a solas con él y se creativa.

 

Habla con tus hijos:si tienes otros hijos habla con ellos para que entiendan que esta es una situación de emergencia y temporal. Marca con ellos un calendario y ve tachando los días, organiza su transporte al colegio y revisa sus mochilas para estar pendiente de lo que se necesite en la escuela. Trata de tener un rato con cada uno de ellos para hablar de “su día”, ayúdalos con su tarea y juega con ellos.

 

Háblale a tu bebé:Aunque muchas mujeres tienen miedo de estar demasiado involucradas emocionalmente, por miedo a perder al bebé, es muy importante recordar que la mayoría de las mujeres salen adelante y dan a luz bebés sanos. Comunícate y acércate emocionalmente a tu bebé.

 

Establece una rutina:El reposo en cama puede hacerte pensar que las cosas están fuera de control, establece una rutina diaria que te ayude a pensar que todavía no es así.

 

Organizar cosas:Esta es una excelente oportunidad para organizar tus álbumes de fotos, para cambiar tu libreta de direcciones, para actualizar tu recetario o para trabajar en cualquier otro proyecto hayas dejado pendiente por falta de tiempo.

 

Llama a tus amistades:cuando el bebé nazca, estarás muy ocupada y sin tiempo de ver a nadie. Aprovecha ahora para llamarlas y ponerte al día en las noticias.

 

Prepara todo para el bebé:Puedes empezar por elegir el nombre, en dónde y cómo se va a registrar, los seguros de enfermedad que debe tener y cómo vas a cubrir los gastos de su nacimiento, las tarjetas de agradecimiento a las personas que te visiten, organiza la parte económica y prepara todo lo que te vas a tener que llevar al hospital tanto para ti como para el bebé.

 

Permite que te ayude la familia y los amigos:No tengas miedo de pedirles ayuda, ellos saben que tú harías lo mismo por ellos en caso necesario. Puedes facilitar su trabajo si haces una lista de los pendientes que tienes. Tómate tiempo para mostrarles cuánto aprecias su esfuerzo y prepara una tarjeta, escribe una carta o pide que te compren algo especial.

 

Aprovecha y aprende:En este momento puedes leer libros o revistas especializadas en el cuidado de un bebé, en la lactancia, en el desarrollo de un bebé y las vacunas que se le deben dar y cualquier otra cosa que te ayuden a ser una madre experimentada cuando nazca el bebé.

 

Organízate:Estar en cama no quiere decir que no puedas ser productiva ya sea haciendo cosas para tu familia, tu casa o para ti misma. Pon una mesa cerca y ubica allí todo lo que puedas requerir, eso evitará que te levantes sin necesidad.

 

  • Fíjate metas a corto plazo y ve marcando en el calendario cada semana que pasa
  • No pienses en ti misma y lo que te estás perdiendo, concéntrate más bien en lo que estás logrando con tu bebé.

 

Rodéate de gente positiva y recuerda que tu estado de ánimo, cualquiera que sea, se transmite al bebé.

Con el permiso del médico, hay que procurar levantarse a un cierto horario todos los días, ducharse y alistarse. Hay que procurar estar bien y cuidar el aseo personal, ya que sin duda esto influye en el estado de ánimo.

 

Es importante que entiendas que tú no estás enferma y que el reposo que tienes que hacer, vale la pena. Cada día que pase y tu bebé sigue en tu vientre es probablemente un día menos de incubadora para él, ha ganado en madurez y peso y podrá enfrentar mejor la vida, le hace bien, así que ten paciencia.

 

Mantener una actitud positiva y hacer un esfuerzo consciente por no dejarse atormentar por los miedos o incertidumbres que genera la situación de reposo. Ante todo, es importante tener en cuenta que la indicación de reposo no debe tomarse como motivo de alarma para las futuras madres. La buena predisposición, la confianza depositada en el médico y el optimismo son fundamentales para continuar con un embarazo sano, tanto física como psíquicamente.

Referencias

 

 

Dolor de espalda
Durante, Embarazo, Semanas 25 - 40

Dolor de espalda durante el tercer trimestre

Dolor de Espalda durante el  Tercer Trimestre 

Dolor que aparece en la parte baja y central de la espalda y que puede o no irradiarse hacia los lados. Aumenta al estar de pié o andando. El dolor de espalda puede presentarse en cualquier momento del embarazo, pero es común que se presente en la última etapa del embarazo y se intensifique a medida que progresa el embarazo debido al aumento de peso del bebé. El dolor de espalda puede irrumpir en la rutina de tu vida diaria, o interferir con tu sueño durante la noche.

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La lumbalgia aparece en el 80% de las gestantes siendo para algunas simples molestias y para otras, dolores invalidantes que les llevan a desplazarse en silla de ruedas.

¿Qué me produce el dolor de Espalda? 

Aunque las causas pueden variar, la mayoría se deben a:

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Aumento de peso y cambios en la postura. La mayor parte del peso ganado por la embarazada está concentrado en la parte inferior de la pelvis junto con el aumento de volumen abdominal. Por esto se produciría una tendencia a inclinar el cuerpo hacia delante, lo cual la embarazada tiende a compensar inconscientemente con una posición hacia atrás de la parte superior del cuerpo por sobre la pelvis, restaurando su centro de gravedad, pero aumentando la lordosis (curvatura hacia adelante) del segmento lumbar de la columna vertebral y aumentando el esfuerzo en la espalda.

El dolor de espalda también se presenta si se está presionando un nervio. Además el peso adicional que llevas  implica más trabajo para tus músculos y un aumento de estrés para las articulaciones, por eso al final del día el dolor de espalda se siente mucho peor.

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Un estudio antropológico de la Universidad de Texas en Austin (Estados Unidos), publicado en la revista científica “Nature” revela que sin este cambio el embarazo supondría una carga mucho mayor para los músculos de la espalda.

Los investigadores han descubierto cómo la curvatura lumbar va aumentando merced a que las articulaciones de la mujer son más largas que las de los hombres y a que intervienen tres vértebras en ese lugar. La naturaleza es sabia, y el cuerpo de la mujer se prepara para estos cambios, pero aún así el dolor de espalda llega con frecuencia.

Separación de los músculos.A medida que el útero se va expandiendo, los músculos rectos del abdomen que van de las costillas hasta el hueso púbico, se separan a lo largo y se relajan, esta relajación sucede también con los glúteos.  Esta separación empeora el dolor de espalda.

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Cambios hormonales. Durante el embarazo tu cuerpo produce una hormona llamada Relaxina que permite que los ligamentos  del área pélvica  se relajen para que estén más sueltos y prepararse para el parto, esta misma hormona  puede aflojar los ligamentos de la columna y puede hacer que te sientas menos estable y tengas dolor al caminar, al estar de pie o sentada por períodos de tiempo prolongados.

Estrés. El estrés emocional puede causar tensión en los músculos de la espalda, que muchas veces se siente como espasmos o como dolor. Puedes  sentirlo en períodos de estrés durante tu embarazo.

¿Cuáles son las características y cuándo aparece el dolor de espalda?

Las características del dolor varían en cada caso tanto en forma como en intensidad y localización. Los síntomas son frecuentemente moderados, aunque también pueden ser severos e incapacitantes.

Comúnmente, la aparición del dolor ocurre alrededor de la semana 18 de embarazo y la máxima intensidad se observaría entre la semana 24 a 36. El dolor durante el primer trimestre de embarazo puede ser un antecedente fuerte de que se presentará el dolor en el tercer trimestre.

Se describen como dolores “intensos”, “secos”, “profundos”… y algunos pueden resultar incapacitantes, esto es, impiden que la embarazada realice sus actividades cotidianas, incluso caminar.

¿Hay diferentes tipos de  dolor espalda  en el embarazo?

Los especialistas describen dos tipos comunes de dolor en la parte baja de la espalda durante el embarazo:

El dolor lumbar. Es como el dolor en la parte baja de la espalda que quizás experimentaste antes del embarazo. Se siente sobre la columna vertebral y alrededor de ella, aproximadamente al nivel de la cintura o un poco más arriba. También puede irradiar a las piernas.

Permanecer sentada o de pie durante periodos de tiempo prolongados y levantar objetos hacen por lo general que el dolor empeore y éste tiende a ser más intenso al final del día.

Dolor pélvico posterior. Un mayor número de mujeres embarazadas padecen de dolor pélvico posterior, que se siente más abajo que el dolor lumbar. Se puede sentir muy adentro de las nalgas, en una o ambas, o en la parte trasera de los muslos.

Es posible que se desencadene a raíz de ciertas actividades tales como caminar, subir escaleras, entrar o salir de la tina, sentarse o levantarse de un sillón bajo, darse vuelta en la cama, girar el cuerpo y levantar cosas.

Las posiciones en que flexionas las caderas — como cuando te sientas en una silla o te inclinas hacia adelante mientras trabajas sentada en el escritorio — pueden empeorar el dolor pélvico posterior. Las mujeres con dolor pélvico posterior están también más predispuestas a tener dolor en el hueso púbico.

¿Quiénes están más predispuestas a tener este tipo de dolor?

Si sufriste este tipo de dolor, ya sea antes de quedar embarazada o durante un embarazo previo, serás más propensa al dolor en la parte baja de la espalda.

Por motivos ginecológicos, algunas mujeres deben guardar reposo durante el embarazo, otras lo hacen por hábito, sin motivo médico que lo justifique.

El sedentarismo y el reposo provocan con relativa rapidez una pérdida de fuerza y masa muscular, y con ello aumenta la probabilidad de que la musculatura se sobrecargue o lesione, y  el dolor de espalda dure más

Si estás embarazada de mellizos o gemelos, o incluso de más bebés, aumentan las posibilidades de tener dolor de espalda. La obesidad puede ser un factor de riesgo que genere dolor en la parte inferior de la espalda durante el embarazo. Sin embargo, los estudios que existen al respecto muestran resultados contradictorios.

¿Cómo puedo distinguirlo de la ciática?

Cuando el dolor en la parte baja de la espalda se irradia hacia las nalgas  y los muslos, frecuentemente se confunde con ciática. 

Pero la verdadera ciática  puede ser causada por una hernia o una inflamación de un disco en la parte inferior de la columna vertebral, afecta sólo a alrededor del uno por ciento de las mujeres embarazadas.

Si padeces ciática, el dolor de tu pierna generalmente será más severo que el de tu espalda,  y también puedes sentirlo detrás de tu rodilla  e irradiarse a tu pie y dedos.

Probablemente puedas sentir piquetes y  adormecimiento en tus piernas.

Si piensas que tienes ciática debes de ir al médico. Llámale inmediatamente si  pierdes sensibilidad o debilidad en una o en ambas piernas, en las ingles,   o falta de sensibilidad en la vejiga o el ano, lo que te puede ocasionar dificultad para orinar  o evacuar, incluso incontinencia

¿Qué puedo hacer para mejorar el dolor de espalda?

Cuando las molestias de dolor de espalda durante el embarazo nos impiden llevar un ritmo de vida normal hay que consultar al especialista por si necesitamos un medicamento y, en la medida de lo posible, buscar una postura cómoda de descanso que alivie el dolor. La fisioterapia y determinadas técnicas de relajación pueden ser eficaces para aliviarlo.

Los planes de tratamiento tienen un enfoque amplio y buscan trabajar en todo lo que puede provocar el dolor como puede ser la postura, la alineación de las articulaciones, fuerza muscular y flexibilidad.

Ejercicio. Practicar ejercicio regularmente fortifica los músculos y aumenta la flexibilidad. Esto podría aliviar el estrés en tu columna. Algunos de los ejercicios se pueden practicar durante el embarazo para la embarazada son: caminar, nadar y la bicicleta fija.

Tu médico o fisioterapeuta te puede recomendar ejercicios para hacer más fuertes los músculos de la espalda y del abdomen. Esto mejorará la mecánica de tu cuerpo y te preparará para el momento del parto en el que hay una gran demanda física. Será un gran apoyo también en el proceso de recuperación después del parto.

Al tonificar tus músculos mejoras el metabolismo, disminuyes la severidad de la fatiga post parto y recuperas más rápido tu peso de antes del embarazo.

Aplicación de frío y calor. La aplicación de calor  y frio en tu espalda, pueden ayudar. Si tu médico está de acuerdo, puedes aplicarte compresa frías en el área adolorida durante 20 minutos varias veces al día. A los dos o tres días  cambia por aplicación de calor, ya sea con el cojín eléctrico  o la bolsa de agua caliente. NO DEBES DE APLICAR CALOR SOBRE TU ABDOMEN DURANTE EL EMBARAZO.

Mejora tu postura. Para prevenir el dolor lumbar es conveniente adaptar las posturas de la actividad diaria al nuevo estado de embarazo. Para ello no es aconsejable estar mucho tiempo de pie, quieta, sin un punto de apoyo.

Es recomendable, si la embarazada está de pie, que apoye la parte inferior de la espalda en una pared. Utilizar un asiento cómodo en el trabajo, colocando cojines o una toalla en la zona lumbar, coloca tus pies sobre una pila de libros o un banco y siéntate derecha llevando los glúteos hasta el final del asiento y echa los hombros hacia atrás.

Al agacharte, no te inclines hacia adelante, hazlo en cuclillas.

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Usar un cinturón de soporte para maternidad, puede ayudarte.

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Realiza técnicas de elongación: Aquí te sugerimos una técnica de elongación llamada “elongación del gato” que te ayudará para aliviar estos dolores. Arrodíllate en el piso, cabeza abajo y camina solamente con tus manos hacia delante de modo que los brazos queden totalmente extendidos frente a ti. Sin arquear tu columna sostén esta posición contando hasta cinco. Lentamente empieza a sentarte de forma que tu cola se apoye sobre tus talones. Repite este ejercicio de cinco a diez veces.

El masaje. te puede ayudar a que te relajes, tu pareja  puede ayudarte con esta medida.

El calzado. Usa zapatos de tacón bajo, no planos, que tengan un buen soporte en el arco del pie.

Reposa y relájate. El reposo es muy beneficioso en estos casos. Debes recostarte en posición lateral con las rodillas hacia arriba (posición fetal).

Asesoramiento. Si tu dolor de espalda se relaciona con el estrés, hablar  con un profesional de la salud te puede ayudar.

Acupuntura. Los estudios han comprobado que este método puede ser muy efectivo para aliviar el dolor  en la parte baja de la espalda  durante el embarazo. Consúltalo con tu médico si estás interesada en probarlo.

Tratamiento quiropráctico.  Cuando este tratamiento  es realizado correctamente, la manipulación de la columna puede ser segura durante el embarazo, pero debes de consultar a tu médico antes  de buscar este tipo de tratamiento.

¿Qué hago si el dolor persiste?

Si ya has hecho todo lo que mencionamos anteriormente y el dolor no se mejora, llama a tu médico.

Aunque el dolor de espalda es muy común, no es algo que se deba ignorar. En algunos casos puede ser un signo de labor de parto pre término o de algún otro problema obstétrico, así que siempre coméntale a tu médico que tienes dolor de espalda para que pueda evaluar cuál es la causa y sugerirte el tratamiento adecuado.

Referencias