La tecnología de reproducción asistida (ART por sus siglas en inglés) -que consigue la mayor posibilidad de éxito para la mayoría de las parejas- es cualquier tratamiento para la infertilidad en el que se manipulan el óvulo y el esperma.
El grupo médico que se involucra en este tipo de tratamientos consiste de médicos generales, psicólogos, embriólogos, técnicos de laboratorio y otros médicos que trabajan como equipo para ayudar a las parejas infértiles que desean llegar a un embarazo.
Se considera como tratamiento de reproducción asistida:
- Inducción de ovulación
- Inseminación intrauterina
- Fertilización in Vitro
- Inyección de esperma intracitoplasmática (ICSI)
- Transferencia intratubaria de gametos GIFT
- Donación de óvulos o esperma
- Maternidad subrogada o “alquiler de vientre”
Actualmente, miles y miles de niños en todo el mundo deben su existencia a la terapia ART, y para muchas parejas por debajo del nivel normal de fertilidad, la perspectiva es enormemente más optimista de lo que era 2 décadas atrás.
Inducción de la ovulación (IO)
La inducción de la ovulación (IO) es uno de los varios tratamientos de reproducción asistida. La IO es utilizada principalmente en mujeres que no ovulan regularmente y por lo tanto no pueden concebir. La IO apunta a restaurar el equilibrio hormonal, a estimular el crecimiento de los folículos y así lograr el embarazo en forma natural (a menudo por medio de relaciones sexuales «programadas»).
Un elemento decisivo para el éxito de la IO es que la relación sexual coincida en tiempo con la ovulación que el tratamiento ha logrado. El monitoreo de la respuesta es por ende una parte vital del programa, para maximizar las posibilidades de un embarazo exitoso y para minimizar todo riesgo. El monitoreo es mejor realizado por medio de estudios de ultrasonido y respaldado por mediciones de los niveles de hormona en sangre. Los niveles de estrógeno son de suma importancia, dado que éstos indican como están creciendo los folículos, no obstante lo cual, solamente el estudio por ultrasonido puede revelar cuántos hay. La posibilidad promedio de concebir luego de un ciclo de tratamiento varía de un 15 a un 25 por ciento.
Inseminación Intrauterina (IIU):
Es apropiada para tratar la infertilidad debido a un problema masculino, es decir a hombres subfértiles con mujeres fértiles. La respuesta es positiva cuando el problema radica en baja motilidad y concentración de espermatozoides y escaso volumen de semen. Este procedimiento también se utiliza comúnmente para tratar la infertilidad causada por problemas de moco cervical o factores inmunológicos en la mujer.
Consiste en la inserción de espermatozoides, recolectados, preparados y concentrados cuidadosamente, directamente en la vagina, el canal cervical o el útero cerca del momento de la ovulación. Algunas veces se realiza más de una inseminación por ciclo para asegurar que coincida con la ovulación. La inseminación intrauterina también suele realizarse mediante espermatozoides donados en casos de ausencia de espermatozoides, problemas de eyaculación, infertilidad inmunológica o resultados de ensayos de penetración deficiente de espermatozoides.
Este es un procedimiento casi indoloro. La tasa de éxito de la IIU se encuentra en el rango del 10 al 20 por ciento por ciclo.
Si no se logra embarazo con esta primera etapa de tratamiento, se consideran dos grupos:
- Mayor de 35 años y/o Test de ovulación alterado: Se derivará a Fertilización Asistida de alta complejidad.
- Menor de 35 años y Test de ovulación normal: Se discutirán opciones con la pareja planteando laparoscopía o fertilización asistida de alta complejidad.
Fertilización in-vitro (FIV)
La fertilización in-vitro es un proceso llevado paso a paso, por medio del cual múltiples huevos (oocitos) son recuperados de los sacos existentes en los ovarios (folículos), fertilizados con esperma en laboratorio hasta lograr, por cultivo, los primeros embriones que luego serán transferidos para su implantación en el útero.
En este tratamiento generalmente se utilizan dos tipos de hormonas, una para la estimulación del crecimiento de folículos múltiples en el ovario (gonadotropinas tales como la hormona folículo estimulante FSH) y otra para suprimir la producción orgánica natural de la hormona luteinizante (LH). El tratamiento continúa conjuntamente con la terapia FSH durante otros 10 a 14 días hasta la recolección del huevo.
Cuando el monitoreo por ultrasonido y/o las mediciones hormonales indican que existen folículos de dimensiones y cantidad suficientes (por lo general después de un período de 10 a 12 días de tratamiento con la FSH) se procede a la inducción de la maduración final de los huevos por medio de una inyección de hCG. Alrededor de 32 a 36 horas después de esta inyección final, los huevos son recolectados a través de la vagina bajo guía ultrasónica y generalmente bajo anestesia local.
El mismo día de la recolección de los huevos, se extrae una muestra de esperma fresca de la pareja masculina. Los huevos y la esperma se preparan y cultivan de inmediato en forma conjunta y se examinan al día siguiente bajo microscopio para controlar la fertilización. Por lo general, dos o tres días después de la fertilización, los embriones se transfieren directamente al útero por medio de un catéter.
Este es un procedimiento sencillo e indoloro. Es común transferir dos o hasta un máximo de tres embriones por ciclo. Gracias a los avances en crioconservación, se ha hecho posible almacenar embriones de reemplazo de buena calidad para su posterior uso. En las mujeres que superan los 35 años de edad, la tasa de embarazo decae considerablemente, razón por la cual muchos especialistas en esterilidad instan a las parejas a que actúen con celeridad cuando la mujer se encuentra ya en los primeros años de su tercera década de vida.