Los dolores de cabeza durante el embarazo
Durante, Embarazo, Semanas 1 - 12

Dolor de cabeza en el primer trimestre de embarazo

El dolor de cabeza en el primer trimestre del embarazo es una de las molestias más comunes.

Algunas mujeres tienen muchos dolores de cabeza en el primer trimestre del embarazo y, comunmente, mejoran o desaparecen después.

¿ES FRECUENTE EL DOLOR DE CABEZA EN EL PRIMER TRIMESTRE?

 El dolor de cabeza en el primer trimestre del embarazo es muy frecuente y puede presentarse en cualquier momento, pero es más común en el primer y tercer trimestre.

  • En la mayoría de los casos, aparece y desaparece.
  • No es un problema para el embarazo pero es muy molesto para ti.

TIPOS DE DOLOR DE CABEZA

La mayoría de los dolores de cabeza en el primer trimestre del embarazo son “primarios”. Es decir, el dolor se presenta por sí mismo y no es un síntoma de otro problema o complicación del embarazo. Entre ellos se incluyen:

  • Dolor de cabeza tensional.
  • Migraña.
  • Ciclos o episodios de dolor de cabeza seguido de un periodo sin dolor.

¿QUÉ SON LAS MIGRAÑAS?

 Las migrañas son un tipo de dolor de cabeza más severo que afecta los nervios y los vasos sanguíneos (es decir, es neurovascular). Los dos tipos más comunes de migraña son la migraña con aura y la migraña sin aura.

  • Migraña con aura. Este tipo de migraña se presenta con un aura.
    • Se pueden ver destellos de luz o líneas en zigzag o se puede perder la vista durante un período de tiempo breve.
    • Habitualmente, esto ocurre entre 10 y 30 minutos antes de que empiece la migraña.
    • El aura también puede presentarse al mismo tiempo que la migraña.
  • Migraña sin aura. Este tipo de migraña no tiene generalmente un aura. Pueden aparecer otros síntomas antes de que comience.

¿ES PELIGROSA LA MIGRAÑA EN EL EMBARAZO?

Muchas embarazadas tienen migrañas. Más de la mitad de ellas descubren que sus migrañas se vuelven menos frecuentes en los últimos meses de embarazo. La migraña en el  embarazo no pone en riesgo la vida de la madre ni la del hijo. El problema es su tratamiento.

  • Durante el embarazo tu médico tratará de utilizar la menor cantidad de medicamentos posibles. Nunca te automediques.

¿CUÁL ES LA CAUSA DEL DOLOR DE CABEZA EN EL EMBARAZO?

 La causa exacta no siempre se conoce. En el primer trimestre puede ser por diferentes razones que en el segundo y tercero. Entre los factores asociados al dolor de cabeza durante el primer trimestre, podemos mencionar los siguientes:

  • Estrés y ansiedad. La mujer embarazada tiene una peor tolerancia a las situaciones reconocidas como estresantes.
  • Cambios hormonales.
  • Disminuye la glucosa sanguínea lo que induce una baja presión arterial acompañada de mareos y cefalea.
  • Aumento en el volumen de sangre circulante.
  • Falta de sueño y mala nutrición.
  • Deshidratación, nausea y vómito.
  • Falta de cafeína (cuando estás acostumbrada a consumirla).
  • Sensibilidad a la luz y cambios en la visión.

TRATAMIENTO

 La mayoría de los medicamentos utilizados (analgésicos, antiinflamatorios y otros medicamentos), no se deben tomar durante el embarazo y la lactancia porque pueden causar alteraciones en el bebé o interrumpir el desarrollo normal del embarazo.

  • Si sufres de migrañas, NO podrás tomar todos los medicamentos que tomabas antes.

 ¿QUÉ PUEDO HACER PARA PREVENIR EL DOLOR DE CABEZA?

 La mejor manera de tratar el dolor de cabeza en el primer trimestre del embarazo es, evitarlo completamente. Esto es más fácil cuando sigues estos consejos:

  • Duerme lo suficiente. Si sufres de insomnio, no hagas siestas.
  • Nunca comas cosas nuevas. No sabes si pueden precipitarte el dolor.
  • Evita alimentos como queso, chocolate, tomates, cebollas, naranjas, comida china, cafeína, cítricos, nueces y bebidas alcohólicas.
  • Evita en lo posible el estrés.
  • Haz compresión a nivel temporal (sien) con los dedos.
  • Puedes ponerte paños de agua fría en la frente y sienes. Si tu dolor de cabeza es tensional, puedes ponértelos en la base del cuello.
  • Chupa hielo para disminuir las náuseas del primer trimestre.
  • Hidrátate bien. Bebe lentamente para evitar la posibilidad del vómito.
  • Evita el calor y el sol excesivos.
  • Evita los olores penetrantes y el humo del cigarrillo.
  • Mantén tu nivel de azúcar en sangre comiendo comidas más frecuentes y pequeñas. Lleva contigo algo ligero para comer (galletas, fruta, un yogurt).
  • Evita el desgaste energético exagerado: Realiza actividades físicas no extenuantes.
  • Evita estar parada mucho rato o dormir boca arriba.
  • Date un baño tibio.

¿EL DOLOR DE CABEZA PUEDE SER UN SÍNTOMA SERIO?

 En el segundo o tercer trimestre del embarazo, un dolor de cabeza puede ser un signo de preeclampsia que incluye elevación de la presión arterial, presencia de proteína en la orina y otros cambios.

¿CUÁNDO DEBO LLAMAR AL MÉDICO?

  • Antes de tomar cualquier medicamento
  • Si el dolor no cede o empeora después de usar los remedios recomendados.
  • Si se acompaña de visión borrosa, aumento de peso repentino, dolor en el abdomen superior derecho e hinchazón en manos y cara.
  • Si has tenido problemas con la presión arterial, llámalo aunque solamente sea un ligero dolor de cabeza.
  • Si sientes un dolor “violento y agudo” que te despierta en la noche. Un dolor que no se quita o uno que es algo que nunca habías sentido.
  • Si el dolor de cabeza se acompaña de fiebre y de cuello endurecido.
  • Si el dolor se inicia después de haberte caído o golpeado en la cabeza.
  • Tienes congestión nasal acompañada de dolor y presión bajo los ojos o frente o incluso dolor dental.
    • Puede ser que tengas una sinusitis que necesite tratamiento con antibióticos.
  • Si el dolor de cabeza se inicia después de estar frente a la televisión o a la pantalla de la computadora, chécate con un oftalmólogo.
  • No dudes en llamar a tu médico si el dolor de cabeza te preocupa.

 RECOMENDACIONES

 El manejo del dolor de cabeza en el primer trimestre del embarazo es especialmente problemático cuando es importante que evites los medicamentos. Si tienes alguna duda, pregunta en el Consultorio Virtual en donde médicos especialistas te responderán a la brevedad.

BIBLIOGRAFÍA

Labor o Trabajo de Parto y Parto
Durante, Embarazo, Semanas 25 - 40

Trabajo de parto, parto y nacimiento

Introducción

Si nunca has tenido un bebé, puedes asumir que “sabrás” el momento preciso que nacerá tu bebé. En realidad, el comienzo de una verdadera labor de parto no siempre es fácil de identificar y los sucesos que le preceden pueden prolongarse por días. También recuerda que tu fecha probable de parto es simplemente un punto de referencia—es normal que la labor de parto inicie en cualquier momento entre las tres semanas antes y dos semanas después de esta fecha.

¿Qué es el trabajo o labor de parto?

El trabajo de parto es el conjunto de acontecimientos que se suceden para permitir el nacimiento de tu bebé: el útero se contrae repetidamente (se tensa y se relaja), provocando que el cuello uterino se debilite (deforme) y se abra (dilate) para que puedas empujar a tu bebé al nuevo mundo.

Este proceso tiene un inicio, una evolución y una finalización:

Inicio:

  • Puede ser espontáneo, cuando las contracciones se generan por si solas y contribuyen al descenso del bebé y a la dilatación del cuello uterino, o bien i nducido, cuando por alguna razón es necesario finalizar el embarazo porque su continuación puede ser perjudicial para la mamá o para el bebé. Son las llamadas causas de inducción del parto.

Evolución:

  •  Puede ser:
    • eutócica, se llama así cuando el médico solamente controla los acontecimientos que se producen naturalmente, o bien
    • conducida cuando el médico decide intervenir utilizando técnicas que favorezcan la prosecución del parto como la rotura artificial de la bolsa, el goteo de un suero con soluciones que ayuden a la contracción del útero o al control del dolor durante el parto.

La finalización:

  • Determina la forma en que se producirá la salida del bebé y puede ser vaginal o abdominal.El parto abdominal es el que requiere de una cirugía para la extracción del bebé y la placenta y se denomina cesárea.
    • El parto vaginal es el que utiliza el canal del parto para la salida del bebé y la placenta. El parto vaginal puede ser:
      • natural, es decir que se produce por el efecto de los pujos maternos, o
      • artificial, cuando se utilizan distintos instrumentos para ayudar a la salida del bebé como el fórceps o la ventosa extractora.
  • Parto abdominal es el que requiere de una cirugía para la extracción del bebé y la placenta y se denomina cesárea.

¿Cómo sabré que la labor de parto está comenzando?

Porque antes de que se inicie el proceso, suceden varias cosas que te van preparando para el momento, entre ellas podemos mencionar las siguientes:

  • Aligeramiento: Esto sucede cuando la cabeza de tu bebé “baja” hasta tu pelvis. De repente tu vientre lucirá más bajo y podrás respirar más fácilmente que cuando tu bebé estaba presionando tus pulmones. Aunque el inconveniente ahora es que él está presionando la vejiga, incrementando la necesidad de orinar. Para las madres primerizas, el aligeramiento normalmente ocurre unas semanas antes del parto. Para las madres con experiencia, probablemente éste no suceda hasta que haya comenzado la labor de parto.
  • Secreciones sanguinolentas: Si presentas secreciones sanguinolentas o un flujo vaginal de color café, esto significa que tu cuello uterino se ha dilatado lo suficiente para expulsar el tapón mucoso que lo ha sellado durante los últimos nueve meses. Esta es una buena señal, pero todavía pueden faltar días para la labor de parto en sí.
  • Tu bebé se mueve menos: Muchas veces, las mujeres sienten que su bebé está menos activo el día antes de la labor de parto. Nadie sabe, con certeza, porqué ocurre esto, pero una teoría es que el bebé simplemente esta ahorrando energías para el gran día. Si adviertes un movimiento menor, comunícate con tu médico y coméntale esto.
  • La fuente se rompe: Cuando el saco amniótico se rompe, sentirás que sale líquido de la vagina, goteando o a chorros. Para la mayoría de las mujeres, las contracciones comienzan poco tiempo después. Pero aunque todavía no comiencen, tan pronto sientas que la fuente se rompió, infórmalo a tu médico.
    • En casi 1 de cada 10 mujeres, las contracciones no inician por sí solas en un lapso de 24 horas. Si esto sucede, puedes necesitar que tu labor de parto sea inducida, ya que las probabilidades de infección se incrementan una vez que se rompe la burbuja estéril de tu bebé.
    • En otras mujeres, el saco amniótico no se rompe hasta que la labor de parto está en proceso.
  • Diarrea: Si sientes la urgencia de evacuar frecuentemente y tus deposiciones son más blandas de lo normal, puede ser que la labor de parto sea inminente.
  • Anidando: No hay evidencias científicas que asocien esto al inicio del trabajo de parto, pero muchas de las futuras madres sienten una repentina necesidad de “anidar”—aspiran toda la casa a las 3:00 a.m. o le dan los toques finales al cuarto del bebé – justo antes que inicie la labor de parto.

Contracciones

Diferencia entre las contracciones falsa y las verdaderas:La mayoría de las mujeres que están esperando un bebé sienten contracciones leves antes de que realmente inicien la labor de parto. Estas son llamadas contracciones de Braxton Hicks. Puede ser difícil identificar una contracción de Braxton Hicks de una contracción real, especialmente si estás cerca de tu fecha probable de parto. (Si quieres saber más de esto, te recomendamos leer el artículo de “Contracciones de Braxton Hicks” en esta misma sección del Sitio).

A diferencia del verdadero trabajo de parto, el falso trabajo de parto no lleva a que el cuello uterino se dilate o se abra. Las contracciones de una labor de parto falsa suelen ser:

  • Irregulares: Las contracciones de Braxton Hicks son esporádicas, no tienen un patrón definido y normalmente desaparecen si descansas o cambias de posición.
    • Generalmente son irregulares y cortas.
    • No se hacen más largas, más fuertes ni más frecuentes.
    • Pueden presentarse durante varios minutos.
    • Recostarse puede hacer que desaparezcan.
    • Se pueden sentir más en el frente y en la ingle. Por el contrario, las contracciones de una verdadera labor de parto, normalmente se producen “alrededor del cuerpo”, van desde tu espalada hasta el vientre.
    • Sirven de ayuda para prepararse para el trabajo de parto real.
  • Si las contracciones de Braxton Hicks te incomodan, toma un baño tibio y bebe muchos líquidos para aliviar la incomodidad.

Contracciones regulares de parto: Para saber si ya es el momento del parto, toma tiempo a tus contracciones. Observa qué tan seguido se presentan.

Avísale a tu médico cuando inicien las contracciones normales. Éstas pueden dar la sensación de que tu útero se “está anudando” y al inicio pueden ser relativamente indoloras, pero gradualmente suben de intensidad, iniciando en la parte superior del útero y diseminándose hacia el vientre y la parte baja de espalda.

Es probable que se haya iniciado la labor de parto cuando:

  • Las contracciones que iniciaron irregulares, se vuelven regulares.
  • Tienes más de cinco en una hora.
  • Duran de 30 a 70 segundos.
  • Se empeora cuando te mueves  (en las contracciones de Braxton Hicks, el dolor mejora con el movimiento y cambio de posición).
    • Caminar generalmente las hace más fuertes.
    • Recostarse no hace que desaparezcan.
    • Dormir puede ser un gran reto.
  • Pueden durar 24-36 horas sin mayores cambios en el cuello del útero.
  • Es una práctica muy común que te envíen a casa para descansar o esperar un trabajo de parto más fuerte.

El médico necesitará conocer los otros síntomas que estás sintiendo, con qué frecuencia se producen las contracciones y si puedes hablar mientras éstas ocurren.

Si tienes estos síntomas, llama a tu médico inmediatamente, aún cuando todavía no sea tu fecha.

¡Ojo!. Aún cuando no se presenten las contracciones regulares, puedes haber empezado el trabajo de parto.

¿Por qué inicia el trabajo de parto?

Existen diversas teorías de por qué comienza el trabajo de parto, pero en realidad podría ser incluso, el conjunto de todas ellas:

  • El envejecimiento físico de la placenta podría enviar insuficientes nutrientes para el feto.
  • El útero alcanza un punto crucial de distensión, lo cual puede provocar tensión en las fibras musculares y estimular su actividad.
  • Los impulsos nerviosos del útero a la glándula pituitaria posterior, podrían provocar una liberación de oxitocina (una hormona que provoca la contracción del útero).
  • El descenso en el nivel de la hormona progesterona puede causar cambios en el útero.
  • Las glándulas suprarrenales del feto, cuando maduran, podrían liberar una sustancia que estimula el trabajo de parto.
  • La liberación de prostaglandina de la pared del útero, podría iniciar el trabajo de parto.

¿Cuándo debo ir al hospital?

Una vez que se presentan todas las señales de la labor de parto seguramente te harás la pregunta ¿es ya el momento de irme al hospital? Cada situación es diferente, pero lo recomendable es que hables con tu médico días antes de la fecha de tu parto para decidir el mejor plan en su caso.

La mayoría de los médicos y parteras recomiendan que se les llame cuando las contracciones son de cinco minutos entre una y otra, duran 60 segundos y han durado alrededor de una hora.

Cuando llames a tu médico o partera, infórmale lo siguiente:

  • Cuánto tiempo transcurre entre una contracción y otra, su duración e intensidad, y si estás llevando a cabo las técnicas de respiración.

o   Si las contracciones son demasiado dolorosas como para permitirte hablar,

  • Si se ha reventado o no la bolsa de agua, la hora en que se rompió y el color del fluido.
  • Si se han presentado manchas de sangre (la pérdida de mucosidad de color café claro, rosado o con puntos sangrientos del cuello del útero).

Sal con más anticipación si vives lejos del hospital que te va a atender, si te preocupa no llegar a tiempo o si tienes otra preocupación en especial.

Algunas mujeres se adelantan a su fecha y tienen partos prematuros. Si tienes cualquiera de los síntomas que se mencionan arriba, llama a tu médico o vete al hospital. Una vez que hayas empezado con tu trabajo de parto, trata de no comer, puedes, sin embargo, beber agua o jugos.

Durante el trabajo de parto el bebé se termina de colocar en posición para poder nacer. Esto puede tomar unas pocas horas o todo el día. Puede ser doloroso y cansado, pero la mujer está preparada para soportarlo.

El médico puede sugerir pruebas para monitorear el estado del bebé. Si tiene problemas o está en mala posición, puede sugerir una operación cesárea (operación quirúrgica por medio de la cual se extrae al bebé del útero).

¿Qué sucede en el hospital?

Cuando llegues al hospital, una enfermera revisará tu presión sanguínea y temperatura. La enfermera quizás te tome también muestras de sangre y orina y te coloque algunos aparatos en el abdomen para monitorear los latidos de corazón del bebé y las contracciones. La enfermera, tu médico o partera te practicará luego un examen vaginal para evaluar la dilatación y adelgazamiento del cuello del útero y después hablará contigo para explicarte la situación.

Dependiendo de la etapa del trabajo de parto, del patrón de contracciones que presentas, del grado de dilatación y del resultado del monitoreo del corazón de su bebé, será que tu médico o partera te admitan en el hospital o te recomienden volver a casa hasta que las contracciones se presenten más cercanas una de otra.

Durante el trabajo de parto activo, las contracciones se presentan con un tiempo de menos de 5 minutos entre una y otra, duran de 45 a 60 segundos y el cuello del útero se dilata 3 centímetros o más.

Es muy común que te sientas decepcionada y hasta avergonzada de ser enviada a casa por encontrarte en trabajo de parto temprano. Las actividades como caminar, ducharse, descansar, tomar líquidos, rentar películas o escuchar música relajante pueden ser de ayuda en la etapa temprana del trabajo de parto.

Pero si eres admitida en el hospital y has presentado un cultivo positivo del Estreptococo Beta Grupo B durante el embarazo o presentas cualquier otro factor de riesgo, tendrás que recibir antibióticos previos al momento del alumbramiento.

¿Cómo se desarrolla el trabajo de parto?

Para describir el trabajo de parto lo dividiremos en tres etapas.

  1. Primera: período dilatante, en dónde el cuello del útero se ablanda y dilata como consecuencia de la acción de las contracciones uterinas y la presión que ejerce el bebé (cefálico –con la cabeza-  o pelviano –con la pompa cuando viene en esta posición-).
  2. Segunda: período expulsivo, en donde se produce la salida del bebé Tercera: alumbramiento, en donde se produce la salida de la placenta.

Periodo dilatante: El objetivo de la primera etapa es alcanzar la completa dilatación del cuello uterino. Ésta comienza con el inicio de las contracciones uterinas de labor de parto y es la fase más larga de la misma. La primera etapa se divide a su vez en tres fases: latente, activa y desaceleración.

  • En la fase latente, las contracciones se vuelven más frecuentes, fuertes y adquieren regularidad y se presenta el mayor cambio del cuello uterino, que se adelgaza o se borra. La fase latente es la que varía más de una mujer a otra y de una labor de parto a otra. Puede tomar algunos días o unas pocas horas. Por lo general, se espera que la fase latente se prolongue de 10 a 12 horas en mujeres que ya han tenido niños y en un parto de primeriza puede durar casi las 20 horas.
    • Como ya lo mencionamos anteriormente, para muchas mujeres, la fase latente de la labor de parto puede ser confundida con las contracciones de Braxton Hicks. Las membranas se romperán espontáneamente, al comienzo o en la mitad de la primera etapa de la labor de parto. Una vez que éstas se rompen, el proceso de labor de parto usualmente se acelera.
  • La siguiente parte de la primera fase de la labor de parto es la fase activa, la cual es la fase en la que el cuello uterino se dilata con más rapidez. Para la mayoría de las mujeres ésta es desde los 3 a 4 centímetros de dilatación hasta los 8 a 9 centímetros.
    • La fase activa es la más predecible, dura un promedio de cinco horas en las mujeres que no han tenido partos anteriores y dos horas en las multíparas (mujeres que han tenido hijos).
  • Finalmente, tenemos la fase de desaceleración, durante la cual la dilatación del cuello uterino continúa, pero a un paso más lento, hasta la dilatación completa. En algunas mujeres la fase de deceleración no es muy evidente, se combina con la fase activa. Esta es también la fase de más rápido descenso, cuando el bebé se introduce más en la pelvis y más profundamente a través del canal de nacimiento.

Labor o Trabajo de Parto y Parto

Simultáneamente, el bebé desciende por el efecto de la gravedad y por el impulso de las contracciones uterinas. Para descender, el bebé debe efectuar distintos movimientos para acomodarse en la pelvis de la mamá. En primer lugar debe decidir qué diámetro de la pelvis le es más cómodo para introducirse en el canal del parto. Luego de tomar esta decisión debe reducir al máximo los diámetros del polo que ofrece (la cabeza o la cola) para poder atravesar este obstáculo óseo. Cuando lo logra, se dice que “se ha encajado” pues ya no puede regresar a una posición anterior.

Labor o Trabajo de Parto y Parto

Luego debe rotar sobre sí mismo para que una parte firme del polo ofrecido (la cabeza o la cola) se contacte con el pubis para ejercer un movimiento de tipo bisagra que lo impulsará hacia el mundo exterior durante el período expulsivo.

Labor o Trabajo de Parto y Parto

Durante este período, el médico puede intervenir de varias maneras para ayudar, ya sea favoreciendo el descenso con la rotura artificial de la bolsa o incrementando las contracciones si son insuficientes con el suero con soluciones que ayudan a la contracción del útero (oxitocina) o si el dolor es intolerable para la mamá, utilizando analgesia para el trabajo de parto.

El período expulsivo: El período expulsivo es el instante más esperado de todo el trabajo de parto porque se produce la salida del bebé por los genitales, ayudado por los pujos de la mamá durante cada contracción. Durante esta etapa, el médico decide la necesidad de realizar la episiotomía.  Una vez que sale el polo fetal (cabeza o cola) el médico realiza una serie de maniobras para ayudar a que el resto del cuerpo atraviese el canal del parto.

Una vez que el bebé ha nacido, se procede a pinzar y cortar el cordón umbilical, la circulación del bebé ha cambiado y se oxigenará a partir del aire que ingresa a su propio pulmón. A partir de este momento tu bebé es un ser totalmente autónomo.

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Nacimiento

La segunda etapa es el nacimiento del bebé. Esta etapa toma unos minutos pujando en algunas mujeres y para otras puede ser normal pujar por 3 a 4 horas.

Este es el momento de pujar. Tu médico te indica cómo y cuándo, pero por lo general lo que sucede es que pujas varias veces con cada contracción (que a estas alturas duran entre sesenta y noventa segundos).

Cuánto dure esta etapa depende de ti. Las madres primerizas suelen durar más, hasta varias horas, pero el tiempo disminuye en los embarazos subsecuentes.

Durante la contracción, tu útero se endurece y tu bebé desciende un poco por el canal de parto. Estos son algunos consejos para facilitar esta etapa:

  • Considera cuál posición te es más fácil. La más frecuente en hospitales es semi-sentada (con tu espalda en un ángulo de cuarenta y cinco grados) y con los pies sobre estribos. Sin embargo, para que te ayude la gravedad, puedes solicitar que te permitan hacerlo de cuclillas o hasta en el agua.
  • Puja como cuando quieres ir al baño – es exactamente el tipo de empuje que necesita tu bebé. No te preocupes por tus necesidades fisiológicas, esto suele suceder y los médicos están acostumbrados a ellas. Tú concéntrate en que tu bebé nazca.
  • Utiliza la fuerza de tu abdomen. Contraer los músculos de tu abdomen te beneficia en dos formas: concentras tus pujidos en la parte inferior de tu cuerpo, y creas un suelo duro para que tu bebé se empuje y no se devuelva tanto entre contracciones. Para lograr esto, lleva tu barbilla a tu pecho y aprieta los músculos abdominales cuando sientes la contracción (antes de pujar).

El nacimiento requiere que pujes varias veces, porque cada vez tu bebé desciende un poco más por el canal del parto. Cuando su cabeza por fin es visible por la vagina, se dice que tu bebé ya “coronó”. Tu médico te indicará cuándo dejar de pujar para que pueda ayudarle a la cabeza a salir sin que te desgarres el perineo. Luego succiona los líquidos de la nariz y boca de tu bebé para finalmente sacar su cuerpo y… ¡felicidades! ya eres mamá.

Tendrás unos minutos para conocer a tu bebé antes de que se lo lleven (en tu misma habitación) para limpiarlo, abrigarlo y realizar la prueba APGAR.

Alumbramiento

 

El alumbramiento es la expulsión de la placenta y las membranas ovulares (la bolsa que alberga al bebé). Esto se logra gracias a fuertes contracciones uterinas y se puede acelerar de forma natural amamantando o administrando un medicamento.  Se produce habitualmente antes de transcurridos 30 minutos del nacimiento.

El alumbramiento va acompañado por una hemorragia de mediana cantidad que cede en las primeras horas del postparto y continúa en mucha menor cantidad por un período de 20 a 50 días, denominado comúnmente cuarentena. Esta hemorragia se origina en la herida que deja la placenta sobre el útero al desprenderse.

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Inducción de la labor de parto

Algunas veces, el médico necesitará inducir la labor de parto. La decisión se hace cuando se ha pasado tu fecha de parto o cuando existe preocupación acerca de la salud materna o del bebé. Entre ellas podemos mencionar:

  • Se rompe la bolsa de aguas (ruptura de membranas) pero no se inicia la labor de parto.
  • Se detecta infección uterina.
  • El bebé ha crecido muy lentamente (restricción de crecimiento uterino).
  • Aparecen complicaciones cuando el factor Rh de la madre es negativo y el del bebé es positivo.
  • Cuando se detecta que no hay suficiente líquido amniótico.
  • Cuando hay otras complicaciones como por ejemplo elevación de la presión arterial o preeclampsia.
  • Otros problemas de salud maternos como problemas renales, diabetes o cualquier otra enfermedad crónica.

El médico utilizará medicamentos para dilatar el cuello uterino, estimular las contracciones y prepararte para parto vaginal.

La inducción electiva del parto se ha hecho más común en los últimos años. Esto se hace cuando el embarazo es a término pero no hay ninguna razón médica para realizarlo. Algunos médicos deciden hacer la inducción ya sea por las molestias que tiene la embarazada, por temas de programación de fechas o por pensar que si se esperan más, podrían surgir complicaciones, sin embargo, no se ha determinado bien el beneficio y los daños que pueda causar. La inducción por elección –que se hace después de la semana 39- no se ha reportado que afecte la salud del bebé.

Si tu médico sugiere inducir el parto, habla con él acerca de todos los pros y contras como podría ser el riesgo de una cesárea y el de un bebé con bajo peso al nacer. Querrás estar completamente segura de que los beneficios son mucho mayores que los riesgos de continuar con el embarazo.

 

Referencias

 

Viaje
Durante, Embarazo, Semanas 25 - 40

Viajes en el tercer trimestre

¿Se puede viajar durante todo el embarazo?

Después de la 34ª semana es recomendable no moverse mucho, si bien esta no es una norma estricta. Debe ser el ginecólogo el que decida la conveniencia o no de iniciar un viaje en función del estado de la embarazada y la necesidad del desplazamiento.

Si tu embarazo es normal,  generalmente se permite viajar hasta casi la última etapa del embarazo. Será prudente desplazarse preferentemente hacia lugares de fácil acceso, donde haya un teléfono y un hospital cerca

De cualquier manera, durante el embarazo la decisión de viajar y la distancia del viaje deben ser tomadas conjuntamente entre la mujer embarazada y su médico. Algunas condiciones de la embarazada o del sitio de destino pueden contraindicar un viaje.

Recomendaciones:

No viajes sola. Es conveniente que, en esta etapa del embarazo, viajes acompañada.

Anticipa complicaciones. Durante el tercer trimestre debe incluir la posible atención de complicaciones del embarazo, parto prematuro y atención del recién nacido.

  • Anticipa cualquier complicación o emergencia que podría surgir antes de tu viaje y asegúrate de que tu seguro de salud es válido mientras estás en el extranjero. Comprueba si la póliza cubrirá al recién nacido, en el caso de que des a luz mientras estás fuera.
  • Investiga las instalaciones médicas en su lugar de destino. Las mujeres en el último trimestre de embarazo deberían buscar instalaciones que puedan controlar las complicaciones del embarazo, la toxemia y las cesáreas.

Evitar viajar a ciertos países o lugares. Muchas vacunas y medicamentos están contraindicados durante el embarazo: Pueden usarse vacunas con virus o microorganismos inactivados, o de subunidades, durante el segundo y tercer trimestre del embarazo cuando están indicadas, pero NO deben usarse vacunas de “virus vivo atenuado” como las de sarampión, rubéola, parotiditis, fiebre amarilla, polio oral y varicela, durante todo el embarazo. Por este motivo se recomienda no viajar a países donde el riesgo de contagio con algunas infecciones infrecuentes, como el paludismo o la fiebre amarilla, es mayor.

Preparativos

Es bueno organizar la salida con anticipación para evitar los nervios de última hora. Por supuesto, no hay que hacer esfuerzos, ni acarrear maletas ni bolsas.

Conviene llevar ropa cómoda (sin elásticos que puedan apretar y cortar la circulación), zapatos flexibles sin tacón, un saco o suéter grueso, por si el aire acondicionado juega una mala pasada, y un bolso ligero de mano con lo estrictamente necesario: pañuelos, útiles de aseo, algo para comer y una botellita de agua (es importante beber líquido frecuentemente). En los desplazamientos largos puede venir bien una almohada para el cuello.

Las mujeres embarazadas tienen más predisposición a marearse cuando viajan, por lo que es bueno llevar a mano algo de comida, como frutos secos, galletas o alguna fruta. Para evitar las náuseas, lo mejor es chupar algo con glucosa, como caramelos. No se deben tomar pastillas, ni chicles, ni jarabes para prevenir el mareo sin consultar antes con el médico.

Elección del medio de transporte

Al elegir el medio de transporte hay que considerar varias cosas: el tiempo que tarda en llegar al destino, la comodidad de los asientos, la movilidad que permite y el acceso a los aseo.

La comodidad del tren

Si tenemos en cuenta la movilidad, la forma más cómoda de viajar es el tren. Es fácil cambiar de posición durante el trayecto y levantarse a caminar de vez en cuando.

Viajes en automóvil

Al viajar en coche es conveniente que recuerdes:

El automóvil suele ser la mejor opción para los trayectos cortos, sobre todo si lo lleva otra persona. En los últimos meses de embarazo los médicos suelen desaconsejar que manejes.

Si no te queda más remedio que desplazarte y si viajas en coche, siéntate en la parte de atrás. Delante, te verías obligada a ponerte el cinturón de seguridad, que, aun en el caso de ir bien ajustado, es decir, a un lado y a otro del vientre, puede, si se produce algún choque, traumatizar el útero y causar un desprendimiento de la placenta.

  • Si vas adelante, ponte el cinturón de seguridad siempre. Coloca el cinturón superior sobre tu hombro y entre los pechos pero no sobre el abdomen. Las bolsas de aire están diseñadas para proteger tu cara y la parte superior de tu cuerpo cuando chocas. Sin embargo y como precaución, mueve el sillón lo más atrás posible y baja el respaldo hacia atrás para aumentar la distancia entre el pecho y la bolsa de aire.
  • Párate cada 2 horas en viajes largos para evitar la presión en la vejiga y estimular la circulación sanguínea en tus piernas.

En el segundo y el tercer trimestre los problemas más importantes en caso de accidente, por orden de frecuencia, son: desprendimiento de placenta, hemorragia transplacentaria, rotura o laceración del útero y lesión directa fetal.

Además, la posibilidad de que se desencadene el parto en las cuarenta y ocho horas siguientes al accidente se multiplica por dos. Obviamente, el riesgo más grave para el niño en estos casos es el fallecimiento materno que traería como consecuencia, casi segura, la muerte del feto.

Viajes en avión

Al viajar en avión recuerda:

Los viajes en avión no implican, en principio, ningún riesgo para la madre y el futuro bebé, aunque las mujeres con embarazos complicados o de riesgo no deben volar en los nueve meses. El avión es uno de los medios de transporte más seguros para viajes largos.

  • Es preferible no volar en el último mes de embarazo por el riesgo de que se produzca una rotura de la bolsa o un parto prematuro.
  • La mayoría de las compañías aéreas ponen restricciones a las embarazadas de más de siete meses para evitar la posibilidad de que se presente un parto durante el vuelo. A partir de las 35 semanas de gestación, las aerolíneas exigen un certificado médico que confirme la fase del embarazo y la aptitud para volar de la pasajera.

o   La futura madre debe firmar un documento que exima a la compañía de toda responsabilidad en caso de que surgiera algún problema relacionado con su estado durante el vuelo.

  • Aunque en los aviones es difícil moverse, se recomienda pasear por el pasillo cinco minutos cada hora. Los viajes largos, sentadas en sitios con poco espacio, pueden provocar la aparición de una trombosis venosa. El embarazo aumenta este riesgo debido a la obstrucción de la vena cava por compresión del útero.

o   Elige un lugar de pasillo, de preferencia uno en donde puedas estirar las piernas, y cerca del baño, esto te ayudará a moverte con más facilidad en el avión.

  • El cinturón de seguridad debe colocarse por debajo del vientre, sobre las caderas y debe usarse lo más posible durante el vuelo.
  • Bebe bastantes líquidos para contrarrestar el efecto deshidratante de la baja humedad en las cabinas de los aviones.
  • La hinchazón de las manos y de los pieses común en el tercer trimestre y, aunque suene raro, para disminuir esta hinchazón, es importante mantenerte bien hidratada.
  • Al abandonar el avión hay que evitar los empujones y posibles golpes con el equipaje de mano, por lo que, si la embarazada no puede salir de las primeras, conviene que espere y se quede la última.
  • Los detectores de metales que se usan en los aeropuertos son totalmente inocuos para la futura madre y su bebé.

Los menos aconsejables: autobús y barco

De todas las opciones, el autobús es el transporte menos recomendable. No suele tener baño, y si lo hay, es de pequeñas dimensiones. Las posibilidades de movimiento son mínimas (no se puede pasear, los asientos son estrechos…) y, además, realiza paradas de tarde en tarde.

  • Los viajes en barco se consideran muy poco aconsejables para una gestante por los vaivenes de las olas.
  • Si, a pesar de ello, vas a hacer un crucero, hay que evitar los programas demasiado cargados de actividades. Lo importante es reposar y relajarse y, por supuesto, no realizar ninguna excursión que pueda resultar peligrosa.

Documentación que debes llevar en la maleta

Para prevenir sorpresas, antes de salir de viaje hay que hablar con el ginecólogo o la matrona y pedirle una carta que resuma el historial de tu embarazo por si fuera necesario consultar a otro especialista en el lugar de destino. Asegúrate una buena atención por si surgiera algún problema o se adelante el parto.

Precauciones con el agua y los alimentos

En la embarazada es más importante aún seguir las recomendaciones para evitar las enfermedades trasmitidas por agua y alimentos. Siempre lleva una botella de agua contigo.

La deshidratación producida por la diarrea puede ser más grave. Debe usarse suero de rehidratación oral según necesidad.

Si viajas a sitios fríos, ten cuidado con los enfriamientos y lleva abrigo suficiente.

En resumen, muéstrate prudente y no corras riesgos inútiles. No es el momento adecuado.

Referencias

Ultrasonido
Durante, Embarazo, Semanas 25 - 40

Ultrasonido o ecografía en el tercer trimestre de embarazo

Introducción

 

Si tu embarazo es normal y no has tenido problemas, probablemente ya no te harán más ultrasonidos después de la semana 20 hasta llegar al tercer trimestre.

Tu médico vigilará el crecimiento y bienestar de tu bebé midiendo la altura del fondo uterino (la distancia entre tu pelvis y la altura máxima de tu abdomen), escuchando el latido del corazón del bebé a través de un Doppler y se asegurará también de que te mantienes saludable tomando en cada visita tu presión arterial, y pidiéndote análisis de orina y de sangre.

¿Con qué frecuencia se deben hacer los ultrasonidos durante el embarazo?

No hay ninguna regla rígida acerca del número de ultrasonidos que una mujer debe tener durante su embarazo.

Si has tenido complicaciones en los embarazos anteriores o si sufres de algún problema de salud como diabetes o presión arterial elevada, entonces te harán ultrasonidos regularmente durante todo el embarazo y uno o más durante el tercer trimestre para vigilar la salud de tu bebé.

Pero por lo general, se realizan tres ultrasonidos, uno en cada trimestre.

Han transcurrido 40 años desde que el ultrasonido se utilizó por primera vez en mujeres embarazadas.

Hasta ahora, en estudios llevados a cabo por varios grupos de investigadores, no se ha encontrado ninguna evidencia conclusiva de que produzca algún daño a la madre o al feto.

¿Cuándo se realiza el ultrasonido del Tercer Trimestre?

Se realiza entre las semanas 32 y 36. En algunos países se hace de rutina. Es la tercera de las ecografías recomendadas, después de la de la semana 12 y la de la semana 20. No requiere un grado de especialización tan alto ni un equipo de alta calidad, como la de la semana 20.

Esta ecografía se prescribe de forma rutinaria a todas las embarazadas. Revela información muy útil para los especialistas, ya que así podrán hacerse una idea de cómo será el parto. Para la embarazada es, además, muy emocionante volver a ver a su bebé en el útero antes de que nazca.

¿Qué información proporciona un ultrasonido del tercer trimestre?

 

Esta ecografía va a obtener información muy valiosasobre el estado del bebé y su evolución de cara al parto.

La ultrasonografía del tercer trimestre se centra particularmente en placenta, líquido amniótico y crecimiento fetal (en esta época del embarazo los bebés son más susceptibles a presentar problemas de crecimiento) así como situación, presentación y actitud fetal sin descuidar los parámetros de los primeros trimestres:

Valorar el perfil biofísico del feto: su frecuencia cardíaca, sus movimientos respiratorios y corporales y el tono fetal.

  • Se medirá la circunferencia de la cabeza del bebé y del abdomen y el largo del fémur. Si todas las medidas están dentro de los límites normales, entonces el bebé tendrá un tamaño promedio.
  • En algunos casos se recomienda un segundo ultrasonido en dos semanas porque los bebés crecen en etapas y es más fácil detectar problemas cuando se hacen seriados.
  • Un bebé con una cabeza normal o dentro del promedio y un abdomen pequeño, puede simplemente ser un bebé pequeño pero saludable (los bebés vienen en todos los tamaños y formas). Sin embargo, algunas veces esto indica que el bebé no está creciendo en forma adecuada –a este problema se le da el nombre de “restricción del crecimiento intrauterino”- especialmente cuando hay reducción del líquido amniótico. Cuando existe esta sospecha, se recomienda una ecografía Doppler que nos da información sobre las características del flujo a través de los vasos sanguíneos (principalmente los del cordón umbilical) que le informan al médico sobre normalidad o anormalidad.

Salud fetal. En el ultrasonido es posible constatar la salud del bebé al tomar sus medidas, observar el flujo sanguíneo y simplemente al verlo mover y actuar. Un bebé sano se estira y flexiona, mueve sus brazos y piernas, abre y cierra las manos, agita los dedos de la mano y del pie y mueve sus labios y lengua. Respira el líquido amniótico y esto le ayuda a madurar sus pulmones. Podrás tener una idea de cómo será tu bebé simplemente con la foto que tomarán de su carita.

Un bebé que no hace estas cosas puede ser que no esté recibiendo suficiente oxígeno de la placenta y puede tener el riesgo de un parto prematuro. Como ya lo mencionamos, esto se confirma con un estudio Doppler.

Número de fetos: casi siempre existirán ultrasonidos previos donde ya se estableció el número de fetos.

Posición fetal: Conocer la colocación del feto dentro del útero. Ya estamos cerca del final del embarazo. Saber cómo se encuentra el feto puede ser importante a la hora de planificar la finalización del embarazo y el tipo de parto.

Los bebés se mueven y cambian de posición frecuentemente durante el embarazo, pero esto se disminuye al llegar a la semana 34 y, generalmente, cerca de la semana 36, se voltea de cabeza y así seguirá hasta el parto. Cuando el bebé se coloca transversal o de nalgas, puede predecirse que también hay problemas en la posición de la placenta.

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Anomalías fetales: La ecografía más adecuada para el estudio anatómico del feto es la de la semana 20. En el tercer trimestre existe menos cantidad de líquido amniótico, el feto se mueve con menos libertad y además las estructuras óseas están más calcificadas. Todo esto hace que la evaluación anatómica sea peor que en la semana 20.

No obstante, puede detectarse alguna anomalía de aparición tardía o no detectada en la ecografía de la semana 20. En esta ecografía el especialista presta especial atención a los órganos en los que es más probable que aparezcan anomalías tardías, entre estos se incluye los riñones, la vejiga y la cara.

Características de la placenta: Se estudia el grado de madurez de la placenta, ya que si la placenta envejece de manera prematura puede acarrear problemas de oxigenación y nutrición al feto. Una placenta joven es lisa y homogénea; una placenta vieja está muy segmentada y tiene muchas calcificaciones y lagunas vasculares.

También es muy importante constatar su localización, para descartar que su implantación esté tapando, total o parcialmente, el cuello del útero, que como sabemos debe dilatarse para permitir el paso del feto. Si la placenta es previa el parto vaginal no es posible y las contracciones pueden desencadenar una hemorragia que puede comprometer la salud de la madre y del bebé.

Características de cordón umbilical:Es necesario conocer el número de vasos que tiene: en condiciones normales consta de dos venas y una arteria. Se debe evaluar la zona de inserción en la placenta. Lo normal es que se inserte en la zona central, en casos de inserción muy periférica o a través de las membranas que forman la bolsa puede haber problemas de crecimiento fetal o hemorragias.

 

Circulares de cordón: También se debe evaluar si existen (es un episodio al azar producido porque en el cuello del bebé se da una o varias vueltas el cordón umbilical). Conocer esta circunstancia puede ayudar a valorar cambios en la gráfica de monitorización y estar un poco más alerta en el transcurso de la dilatación, pero no debe constituir un motivo de preocupación, ya que las circulares de cordón son muy frecuentes, aproximadamente en el 15 por ciento de los partos y rara vez existen complicaciones por este motivo.

Cantidad de líquido amniótico: El líquido amniótico está formado, fundamentalmente, por orina fetal. Su diminución constituye siempre un signo de alarma. Puede estar disminuido en casos de pérdida del bienestar fetal, como manifestación de una situación de retraso de crecimiento.

Su disminución o ausencia también puede deberse a rotura de la bolsa. En otros casos puede estar aumentado, muchas veces sin causa aparente, pero en otros debido a diabetes o determinadas anomalías fetales.

 

Longitud cervical: La longitud del cuello del útero es un factor que ayuda a predecir la posibilidad de un parto prematuro. El cuello del útero es una estructura en forma de cono truncado, que durante el embarazo mide unos 3-4 centímetros. Cuando se inicia el parto, en una primera fase, el cuello se acorta hasta llegar a desaparecer, es decir pasa de medir 3-4 centímetros de longitud a convertirse en una fina membrana de unos 3 milímetros de espesor.

A partir de aquí, comienza la dilatación. En algunos casos, el cuello se puede acortar de manera prematura, aumentando el riesgo de parto pretérmino. En mujeres con contracciones antes de tiempo o antecedentes de partos prematuros, la medición de la longitud del cuello  le permite al médico predecir el riesgo de parto prematuro y en caso afirmativo tomar las medidas oportunas para evitar el desencadenamiento del parto (reposo, medicamentos que disminuyen las contracciones…).

En caso de embarazo gemelar permite conocer la situación de cada gemelo dentro del útero y programar el tipo de parto más adecuado a esta circunstancia.

 

Se calcula el peso del feto (estimado) y su edad gestacional.

Evaluación del útero. Algunas tumoraciones pélvicas, en particular miomas de gran tamaño pueden estar localizados en la parte baja del útero impidiendo el descenso de la cabeza fetal. En estas circunstancias es necesario programar una cesárea.

¿Qué cosas no nos puede decir el ultrasonido del tercer trimestre?

Si la fecha es correcta. Después de las primeras 20 semanas, cada bebé es diferente en tamaño y forma. Si tu bebé es más pequeño o más grande que el promedio a las, por ejemplo, 34 semanas, esto no quiere decir que sea menor o mayor su edad gestacional. Esta fecha tiene que establecerse a las 20 semanas de embarazo.

 

De dónde proviene el sangrado. Un pequeño sangrado es bastante común en el tercer trimestre del embarazo y puede venir del cuello uterino o más adentro del útero. El ultrasonido puede asegurarte que tu bebé no es afectado por el sangrado, pero difícilmente puede ver la causa.

Cuánto pesa tu bebé. Mientras más grande sea el bebé y más cerca esté del término del embarazo, más difícil será detectar su peso. Su cabeza puede estar más encajada en la pelvis como para poderla medir y aún cuando sea posible medir su abdomen, no se pueden tomar otros datos en cuenta como por ejemplo qué tan largo es.

¿Cómo debo prepararme para la ecografía?

Cuando te vayan a realizar la ecografía lleva ropa que te permita descubrir el abdomen con facilidad. Es conveniente que la vejiga esté llena de orina, pues ello ayuda al médico a localizar los órganos que están en la pelvis y permite obtener imágenes más claras.

Para conseguirlo puedes vaciar tu vejiga y beber 2 vasos de agua una hora antes de la exploración y tratar de no orinar hasta que sea realizada. La vejiga no debe estar tan llena como para causar dolor.

Te recostarán en una camilla con el vientre descubierto desde la parte más baja. Para mejorar el contacto entre el transductor y la superficie del abdomen te aplicarán un gel o aceite.

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En ocasiones es necesaria una exploración a través de la vagina para intentar obtener imágenes más nítidas. Para ello utilizan una sonda diseñada especialmente, la incomodidad de esta exploración es similar a la de un tacto vaginal.

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¿Por qué algunas mujeres se sienten mal durante el ultrasonido?

 

En este trimestre, con el crecimiento del bebé el útero se hace más grande y pesado. Al acostarte sobre tu espalda para que te hagan el ultrasonido, puedes sentir mareos y nausea, especialmente en el caso de un embarazo múltiple o de un bebé grande.

Esta sensación de desmayo se debe a un descenso en tu presión arterial causada por la compresión que provoca el útero y el bebé, de las venas que corren en la parte de atrás del abdomen materno (la vena cava inferior).

Por favor, coméntalo de inmediato con el especialista para que te cambien de posición de inmediato antes de que te sientas peor.

 

¿Para qué sirven los resultados obtenidos en esta prueba?

La información que revela la ecografía del tercer trimestre es muy útil para que el especialista pueda, a grandes rasgos, determinar cómo será el final del embarazo, el parto.

En algunas ocasiones, la información obtenida en esta prueba hace sospechar al médico que habrá que programar un parto por cesárea. En estos casos, generalmente se realizará otra ecografía más adelante.

¿Qué circunstancias pueden dificultar una correcta interpretación ecográfica?

 

En resumen, la obesidad materna, la escasez o ausencia de líquido amniótico y la presencia de miomas son factores que pueden dificultar una correcta evaluación fetal.

Como ya lo mencionamos anteriormente, esta es una ecografía dedicada más a la valoración del tamañoy bienestar fetal que al diagnóstico de anomalías fetales.

 

¿Cuándo se realiza por vía vaginal?

La ecografía del tercer trimestre se realiza por vía abdominal, pero hay alguna circunstancia que puede requerir evaluación por vía transvaginal.

La medición del largo del cuello del útero (longitud cervical) es más precisa por esta vía. En algunos casos de sospecha de placenta previa, la ecografía vaginal puede ayudar a tu médico a confirmar el diagnóstico o a descartarlo y para valorar con mayor precisión alguna estructura fetal que se encuentre en la parte inferior del útero

Referencias:

Sexualidad
Durante, Embarazo, Semanas 25 - 40

Sexualidad en el Tercer Trimestre del embarazo

Introducción

Durante el tercer trimestre suele presentarse cierto declive de la libido, sobre todo a consecuencia de la aparición de algunos trastornos típicos de esta época y por la incomodidad que supone para la práctica del coito un vientre ya muy abultado.

Pero si la pareja lo desea, siempre que el embarazo transcurra con normalidad, no existe contraindicación alguna para mantener relaciones sexuales prácticamente hasta el momento del parto, aunque habrá que adaptarse a las limitaciones que supone el agrandamiento del abdomen y recurrir a las posturas que sean más adecuadas.

Si te preguntas qué es lo normal en cuanto al sexo durante el embarazo, aquí está la respuesta: lo que te parezca bien a ti. La clave es comprender los diversos factores físicos y emocionales que pueden afectar la libido y tener la mente abierta y ser flexible.

¿El embarazo puede provocar cambios en el deseo sexual de la pareja?

Durante la última etapa del embarazo la sexualidad vuelve a estar comprometida ya que ahora es el abdomen el que se interpone entre los dos y, a veces, es muy difícil abstenerse de toda la ansiedad que despierta el parto, especialmente cuando se trata del primer hijo.

Cansancio, disminución de la agilidad, pesadez de piernas, molestia en la parte baja de la pelvis, micciones frecuentes…, son diversas las molestias habituales en el tercer trimestre que, sumadas a la sensación de pérdida de atractivo que experimenta la mujer a medida que su vientre se agranda provocan que,  tanto el placer como el deseo sexual, disminuyan en gran cantidad de parejas y en estudios científicos se ha encontrado que durante el último mes del embarazo solamente el 75% de las parejas continuaban sus relaciones sexuales en la forma habitual.

Sin embargo, buena parte de las embarazadas afirma mantener su nivel normal de libido en esta época e incluso para algunas, el deseo sexual resulta más intenso de lo habitual. No hay, pues, normas fijas, y por tanto un embarazo avanzado no implica siempre una pérdida del interés por el sexo, como erróneamente suele pensarse.

La clave para lidiar con los cambios del deseo sexual, es comunicarse con su pareja y compartir los sentimientos mutuamente. Estas conversaciones le ayudarán a establecer la base para los grandes cambios que ambos experimentarán en poco tiempo, ¡la paternidad y maternidad! Incluso con las variaciones del deseo sexual durante el embarazo.

¿Son seguras las relaciones sexuales en este trimestre?

Muchas parejas dejan de mantener relaciones sexuales  en el tercer trimestre del embarazo por miedo a dañar al “bebé”. Esto es absolutamente falso, salvo situaciones muy especiales que con toda seguridad les advertirá el ginecólogo.

Con un embarazo normal, las relaciones sexuales son seguras en las últimas semanas de embarazo hasta el momento en que se rompe la bolsa de líquido amniótico. A partir de ese momento NADA debe penetrar a través de la vagina.

A menos que tu médico te indique lo contrario, el sexo durante el embarazo es seguro para ti y para el bebé. De hecho, algunos estudios sugieren que mantener relaciones sexuales durante el embarazo está asociado con un menor riesgo de un parto prematuro.

Es importantísimo realizarlas cuando se desee, sin movimientos bruscos ni hacer ejercicios ni fuerzas permitiendo, además, que el abdomen  de la embarazada esté en situación de apoyo.

Posiciones: Cuando tienes espíritu y fuerza para tener relaciones sexuales, prepárate para experimentar. Y esto es porque quizás no sea fácil encontrar una posición que te sea cómoda.

Recuerda que durante el octavo y noveno mes, una embarazada debe descansar más sobre su lado izquierdo que sobre su espalda o el lado derecho ya que el peso del útero en crecimiento oprimiría los grandes vasos sanguíneos (vena cava inferior y aorta) que recorren el abdomen y alimentan la placenta.

Por suerte, existen alternativas como recostarse de costado o dejar que la mujer se coloque arriba.

Los pechos, en particular, pueden mostrarse sensibles y tiernos, y el compañero debe ser gentil y cuidadoso. Una actividad sexual vigorosa puede causar dolores e irritación; y si la higiene es deficiente, probablemente una infección.

No te preocupes por el bebé, como ya te lo dijimos en los trimestres anteriores, está bien protegido por el líquido amniótico y los fuertes músculos del útero. También hay un tapón grueso de mucosidad que sella el cuello uterino y ayuda a protegerlo contra las infecciones.

¿El orgasmo puede producir contracciones?

No hay pruebas de que el orgasmo pueda dañar al feto o inducir al aborto, a pesar de que ocasiona contracciones del útero y en el post orgasmo el útero se mantiene tenso un rato. Pero es algo natural y normal que no afectará en nada a tu bebé.

Tampoco se ha comprobado que las prostaglandinas presentes en el semen puedan provocar contracciones, sangrado o aborto.

¿Qué cambios se presentan en la respuesta sexual?

Las modificaciones de la respuesta sexual que acontecen en el segundo trimestre resultan más claras y acusadas durante la última etapa del embarazo.

Aunque no en todos los casos, muchas veces la vasocongestión pélvica (inflamación de los tejidos que rodean la vagina debido a un mayor flujo sanguíneo) determina que las sensaciones ante la estimulación sean menos intensas y también que disminuya la frecuencia con que se alcanza el orgasmo como la intensidad del mismo.

 

Y entonces, ¿qué podemos hacer?

 

Es importante que la pareja mantenga la comunicación sobre este tema durante todo el embarazo para que puedan ir acomodándose a los cambios.

Los rápidos cambios físicos que se van sucediendo en el cuerpo de la mujer, pueden ser causa de que lo que fue muy agradable la semana pasada, ya no lo sea la semana siguiente y se vuelve hasta doloroso.

Si por alguna razón la pareja no puede continuar con su vida sexual como antes del embarazo, los mimos y las caricias son alternativas validas para estar juntos.

¿Hasta cuándo concretamente?

Como lo mencionamos anteriormente, hasta que se produzca el desprendimiento del tapón mucoso que durante el embarazo obtura el canal cervical y protege al feto alojado dentro del útero de posibles contaminaciones.

Sobre todo, no se debe realizar el coito una vez producida la rotura de la bolsa de las aguas, pues la probabilidad de contaminación del feto en tal circunstancia resulta todavía más elevada.

Si bien es cierto que el coito puede desencadenar el parto cuando el útero ya está maduro para que se inicie el proceso, no hay razones para evitar las relaciones por este motivo, por una parte porque se trata de un mecanismo natural de inicio del parto y, por otra, porque habrá suficiente tiempo para acudir a la clínica con toda tranquilidad.

¿Qué ventajas tiene el tener relaciones sexuales durante el embarazo?

El sexo durante el embarazo produce un cambio que puede resultar muy positivo:

 Es más espontáneo y relajado: En las parejas que han debido estar bajo tratamiento para quedar embarazadas, es a veces el momento en que realmente pueden disfrutar de su sexualidad espontáneamente sin estar pensando en termómetros, calendarios o días especiales del ciclo para poder tener sus relaciones.

Despierta sentimientos más profundos: A veces uno de los dos no se encuentra de humor para una relación y deben encontrarse otras alternativas para llegar a la intimidad. Algunas cosas a tener en cuenta es que la sexualidad debe darse como un complemento de otros aspectos en la vida de la pareja. No es necesario cantidad si no intensidad de la relación para llegar a un estado de satisfacción mutua. Siempre pon énfasis en el amor más que en la relación sexual.

Es más romántico: Existen más variantes que las posiciones para el sexo descriptas en muchos manuales. A veces es suficiente un beso, una caricia, un abrazo, una cena con velas o una ducha juntos. Charla con tu pareja las cosas que más te gustan, tal vez ahora él deberá “prepararte” para ese momento durante mucho más tiempo que antes y de otras formas.

Prepara los músculos para el parto: Una buena sexualidad durante el embarazo es importante para preparar el cuerpo para un parto vaginal, los músculos de la vagina se ejercitan durante una relación sexual, y mejoran su tono muscular para el momento del nacimiento.

La sexualidad favorece la autoestima

El embarazo es una de las etapas más importantes en la vida de la mujer y es decisiva en la vida en pareja, por eso deben comunicarse y complementarse manteniendo activa su vida sexual. Esto favorece la autoestima de la mujer que se encuentra algo deteriorada por los cambios en su cuerpo.

La mujer embarazada sufre distintas reacciones, como el sentimiento de que su rol de amante pasó a un segundo plano. En su interior se mezcla alegría, ilusión, esperanza y orgullo con miedo, tristeza, depresión y ansiedad en relación a su personalidad. Comienzan las dudas sobre si el bebé se desarrollará bien, si no nacerá con ningún defecto, si será niño o niña, si el embarazo y el parto no tendrán complicaciones.

Siempre se debe recordar que una relación con placer significa estar en contacto tanto física como emocionalmente con el ser amado.

¿Es normal que cambien mis sensaciones a lo largo de los meses?

Absolutamente. El cuerpo está lleno de hormonas que contribuyen al bienestar de la madre; los estrógenos favorecen el flujo sanguíneo a todos los órganos genitales, aumentando su sensibilidad. La vagina está más lubricada y receptiva. El pecho, al volverse más voluminoso puede constituir una nueva zona erógena o cuando menos no pasarán desapercibidos para el hombre.

¿En qué caso debo interrumpir las relaciones sexuales?

Tu médico puede recomendarte que limites las relaciones sexuales, si se presentan síntomas o complicaciones durante el embarazo. Las mujeres cuyo cuello uterino parece estar abriéndose demasiado pronto y aquellas con sangrado o una placenta de posición anormal (placenta previa) no deberían tener relaciones sexuales mientras están embarazadas.

Es importante abstenerte de relaciones sexuales vaginales si presentas algunos de los siguientes síntomas:

  • Antecedentes de un parto pretérmino
  • Sangrado vaginal
  • Goteo de líquido amniótico o rompimiento de la fuente
  • Cuello uterino incompetente (el cuello uterino y la abertura del útero es débil y se abre prematuramente, lo que aumenta el riesgo de aborto o parto prematuro)
  • Placenta previa (se encuentra delante del cuello uterino o en la parte más baja del útero, en vez de encontrarse en la ubicación usual que es en la parte superior del útero)
  • Relacionessexualesdolorosas
  • Infección vaginal o urinaria

Referencias

La Ropa Adecuada
Durante, Embarazo, Semanas 25 - 40

Ropa adecuada para el tercer trimestre

¡El embarazo usualmente es un momento colmado de felicidad y gozo, durante el cual te estarás preparando para la llegada de un nuevo miembro a tu familia! Pero, también es un momento que trae aparejados innumerables cambios que podrían causarte temor, tanto en el plano físico como en el emocional. Muchas mujeres descubren que les es sumamente difícil lidiar con todos los cambios que van surgiendo en sus vidas y en sus cuerpos; otras parecen adecuarse a ellos sin ninguna clase de problemas.

La imagen corporal es una de las principales preocupaciones que surgen durante el embarazo. Con frecuencia, la forma en la que percibes tu cuerpo durante el transcurso del embarazo repercutirá directamente en cuán feliz te sentirás durante el mismo. ¿Por qué las personas se sienten de diferente manera cuando están embarazadas? ¿Puede la imagen corporal afectar el crecimiento y el desarrollo de tu bebé? ¿Cómo podrías elevar tu autoestima cuando estás esperando un bebé?

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En la ropa de embarazada, ¿hay alguna regla?

La regla general en estos casos es comprar y usar lo que a ti más te guste, pero  debes evitar las prendas ajustadas que puedan incomodarte, sobre todo en la zona abdominal. Deben evitarse los tejidos demasiado rígidos que puedan favorecer rozaduras o molestias en pliegues. Una prenda cómoda es aquella a la que una persona se adapta  es decir,  una vez puesta, no notas que la transportas. El hecho de usar ropa que te haga sentir cómoda es la clave para mantener una imagen corporal positiva durante todo tu embarazo.

Ocuparte de tu apariencia durante el embarazo y aún más en esta etapa, aumentará tu confianza y te dará placer a ti y a los que te rodean. Es el momento ideal para el desafío. Diviértete con tu vestimenta y que a la vez, la misma sea confortable.

Actualmente existe una amplia variedad de ropa para embarazadas, de todos los estilos, desde vestidos  hasta jeans, calzas, camisolas y leggins. Además los modelos actuales permiten que una futura mamá pueda vestir a la moda.

Pero ¿qué debemos tener en cuenta a la hora de comprar?

 

Elige ropa cómoda, combinable y sencilla, pues cuanto más estampados o bordados  tengan, te hará parecer con mayor volumen. Recuerda que los accesorios como aros, pulseras, collares, pañuelos y demás, son excelentes aliados para complementar  y adaptar un conjunto básico a diferentes circunstancias.

Conoce lo que tienes que buscar.

  • Muchas mujeres compran ropa de tallas regulares pero de mayor tamaño. Generalmente esto funciona bien durante el primer trimestre. Sin embargo, a partir del segundo trimestre es preferible comprar ropa de maternidad porque se ajusta mejor al cuerpo (tiene más tela en donde es necesario) y generalmente está hecha con materiales ligeros, suaves y que se estiran. La ropa durante el embarazo debe ser holgada. Esto no significa que debas lucir como una carpa (tienda de campaña). El tener unos kilitos de más, no implica tirarse al abandono. Puedes verte sexy y hermosa con la ropa apropiada.
  • Elige ropa fresca, pues aunque sea invierno, tu bebé te dará todo el calor que necesitas. No gastes en abrigos costosos, porque no los necesitarás. Prefiere la ropa de algodón, sin productos sintéticos. Debido a la mayor temperatura corporal y el aumento de la sensibilidad de la piel para desarrollar alergias es mucho mejor elegir ropa hechas con fibra natural como el algodón, ya que permita que tu piel respire.
  • Recuerda que la mayoría de las tallas están basadas en tu talla previa al embarazo, pero las marcas varían. Si tienes dudas, compra en tallas mayores a la tuya.
  • Por incómodo que parezca, trata de probarte todo lo que pienses comprar. Si te pica, está pegajoso o es incómodo, regrésalo.
  • Considera vestirte por capas. Dado que tus hormonas cambian, tu temperatura corporal puede ir de muy caliente a muy fría varias veces al día. Forma tu guardarropa de tal modo que te puedas quitar o poner prendas fácilmente.
  • Escoge distintos estilos de ropa. Especialmente en pantalones, que vienen con distintos tipos de paneles elásticos que te quedarán y se sentirán diferentes. Además, cuando tu embarazo avance, no sólo crecerá tu estómago, también crecerán tus glúteos y tus caderas.
  • Para estar cómoda en casa, elige la ropa deportiva para embarazadas o los overoles que puedes utilizar en cualquier estación del año.
  • Para trabajar podemos adquirir un par de pantalones de buena calidad y combinarlos con camisetas, pañuelos y otros accesorios.
  • Si hace falta ropa para una ocasión especial y no podemos pedirlo prestado, lo más práctico es adquirir un conjunto que también se pueda usar como ropa de diario y adornarlo con accesorios elegantes.

La ropa durante el embarazo no tiene que ser fea ni incómoda. Debe resaltar tu nueva figura, para que te sientas feliz y disfrutes de tu embarazo. Sigue estos consejos y lo lograrás

 

El calzado durante el embarazo 

Durante el primer trimestre de embarazo, cuando aún no se han producido la mayoría de las variantes anatómicas la futura madre puede utilizar el calzado que empleaba antes de la concepción.

Estas recomendaciones no valen para el segundo y tercer trimestre de gestación. A partir del segundo, se producen los cambios físicos antes mencionados: el aumento del volumen uterino y el peso materno. Es, a partir de este momento, cuando más cuidado debemos poner en la elección del calzado diario.

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Según avanza el embarazo, se produce una ganancia de peso y un aumento de la curvatura lumbar (hiperlordosis lumbar). Estos dos hechos ocasionan un sobreesfuerzo en piernas y pies y, a medida que aumenta el peso, disminuye paulatinamente el arco plantar. Otra razón para que esto ocurra: el tejido conectivo aumenta su elasticidad durante la gestación gracias a ciertas hormonas.

Horma ancha y tacón bajo en el embarazo

Se recomienda un calzado de horma ancha para aumentar así la base de apoyo. De esta forma, ganamos algo de estabilidad y favorecemos el equilibrio disminuido de la gestante. Además deben evitarse los tejidos sintéticos cuya elasticidad es más reducida.

Son preferibles los tejidos naturales y semi sintéticos con cierta flexibilidad que permitan adaptarse a la forma del pie. Si empleamos tejidos demasiado rígidos se favorecerá el desequilibrio ya que aparecerán zonas de compresión, pequeñas rozaduras y molestias que producen una alteración en la actitud de apoyo y favorecen las caídas.

El tacón recomendable durante el periodo gestacional no varía respecto a las recomendaciones para la población en general. La altura del tacón ideal para mantener una postura lo más ergonómica posible es de entre 2 y 4 centímetros. Esta es la altura más adecuada que requiere un menor tono muscular y ligamentoso para mantener la postura.

El zapato más recomendado es aquel zapato cómodo y que estabilice el pie. El empleo de sandalias con pequeñas zonas de sujeción o los zapatos abiertos, pueden favorecer tropiezos, que el calzado se mueva y, por lo tanto, producir caídas en la embarazada.

La ropa interior para embarazadas  

Las pantaletas: Algunas mujeres descubren que seguir usando ropa interior estilo bikini es adecuado, mientras que otras necesitan comprar ropa interior nueva. Puedes comprarte unas de maternidad o comprarte las que acostumbras usar, pero una talla más grande y úsalas por debajo de tu pancita. Los calzones para embarazadas son ideales para que no sientas que se te corta la circulación.

En cualquier caso, deberías tratar de usar ropa interior de algodón, ya que las mujeres embarazadas son generalmente más susceptibles a padecer infecciones de vejiga e infecciones vaginales las cuales podrían ser provocadas por la ropa interior fabricada con materiales de fibras sintéticas.

El sostén: Cuando hablamos de corpiños o sostenes, muchas mujeres rellenitas podrían darse cuenta que necesitarán comprar nuevos corpiños de diferente tamaño varias veces durante todo el transcurso de su embarazo.

No obstante, no debería comprar corpiños de maternidad hasta que haya llegado a este tercer trimestre, dado que es el momento en el que generalmente el tamaño del pecho comenzará a estabilizarse. Los corpiños de maternidad con tirantes extensibles son también una muy buena opción, debido a que el tamaño de tu corpiño seguramente aumentará después de que tu bebé haya nacido.

Debes usar uno que soporte el peso de tus senos conforme van creciendo, sin que te apriete. Si vas a dar de lactar, elige en este momento uno que puedas abrir a la altura de tus pezones. Así no tendrás que desvestirte cada vez que tengas que dar de lactar.

Medias de Soporte: En esta etapa del embarazo, probablemente te irás acostumbrando a que tus pies y tus tobillos siempre estén inflamados al final del día, los calambres nocturnos te despertarán durante las noches, y quizás te sea imposible evitar la formación de venas varicosas. A pesar de que todas estas molestias propias del embarazo son normales, ¿qué pensarías si pudiera evitarlas simplemente usando medias de (mediana) compresión?

Las medias de compresión no son idénticas a un par de típicas medias de nylon. Siendo éstas una forma médicamente aceptada para tratar los dolores y las molestias en las piernas, las medias de compresión son una excelente alternativa si se las compara con las cirugías para aliviar los problemas leves o más severos que pueden surgir en sus piernas.

La mayor parte de los problemas en las piernas son causados por una deficiente circulación; dado que tu sangre y tus venas deberán actuar contra la gravedad a fin de que la sangre llegue hasta tu corazón. Durante el embarazo, el abdomen está en constante expansión y la presión que ejerce el bebé sobre tu cuerpo, provocará que tus venas se dilaten y trabajen con mucha menos eficiencia.

Las medias de soporte actúan promoviendo la circulación y el retorno de la sangre hacia el corazón, a través del sistema venoso. Las mismas aplican gradualmente presión en sus piernas, siendo la zona en la que ejercen mayor compresión la de los tobillos, y disminuyendo la presión en la parte superior de las mismas; a fin de aliviar las molestias.

Las medias de compresión son útiles para tratar un gran número de problemas, entre los que se incluyen:

  • Calambres en las piernas.
  • Venas varicosas.
  • Inflamación o edemas.
  • Dolor en las piernas.
  • Prevención del desarrollo de trombosis en las venas (coágulos sanguíneos).

¿Realmente las necesito?

Podrías llegar a necesitar medias de compresión si tienes:

  • Sensación de cansancio, dolor o pesadez en las piernas.
  • Dolor en las piernas cada vez que te sientas o permaneces de pie durante extensos períodos de tiempo.
  • Inflamación o hinchazón en los tobillos o en las piernas al finalizar el día
  • Sensación de entumecimiento o de hormigueo en las piernas y/o en los pies.
  • Decoloración de la piel.
  • Formación de venas varicosas o en forma de arañitas.
  • Antecedentes familiares de problemas de venas.

Las medias de soporte han sido diseñadas en una gran variedad de graduaciones, lo cual permite tratar problemas en las piernas de leves a severos. También podrías comprarlas en una gran variedad de estilos, entre los que se incluyen: medias hasta la rodilla, medias hasta el muslo, pantimedias, medias para mujeres embarazadas y calcetines de viaje (comúnmente recomendados para usar cuando debas viajar en avión). Por lo general, las medias son vendidas de manera individual dado que no es inusual necesitar sólo una media de compresión.

Es muy importante comprar el tamaño correcto y es más importante que antes de hacer el gasto le preguntes a tu médico si realmente las necesitas.

La ropa que no conviene usar en el embarazo

  • Evita usar tejidos rígidos que puedan producir irritaciones en la piel
  • Si llevas calcetines, usa aquellos que no compriman demasiado para permitir la buena circulación de la sangre. Sobre todo porque en este período porque es fácil que se produzca la hinchazón en tobillos.
  • Evita los tacones altos, no sólo te resultará complicado llevarlos ya que tu centro de gravedad está desplazado, sino que no son buenos para la circulación y pueden provocar la aparición de varices.
  • Durante los meses de calor, evita los colores oscuros, ya que absorben más el calor del sol y provocan una mayor sudoración

Trucos y consejos

  • No es necesario adquirir muchas prendas, pero sí procurar que la ropa que se compre sea fácilmente combinable entre sí, para que, con unas pocas piezas, se puedan formar varios modelos y se puedan modificar fácilmente con complementos como pañuelos, collares o bolsos.
  • Al usarse durante poco tiempo, la ropa premamá, en general, queda en muy buen estado y no siempre se vuelve a utilizar. No hay que dudar en pedir prendas prestadas a amigas, hermanas o cuñadas. La mujer evitará que los gastos se eleven demasiado.
  • Los pies se hinchan y crecen durante el embarazo. Esto explica que, en ocasiones, sea preciso adquirir un número de calzado mayor. Estos zapatos probablemente seguirán siendo útiles después del nacimiento del bebé.
  • El armario de la pareja puede ser un buen aliado sobre todo para los primeros meses. Camisas y camisetas holgadas, aunque sean masculinas, pueden ser de gran utilidad para la embarazada.
  • Las faldas y vestidos son, en general, más cómodos para las embarazadas, ya que no comprimen ninguna parte del cuerpo y facilitan los movimientos.
  • Calcular bien las fechas. Un embarazo que comienza en enero finaliza en septiembre. Por lo tanto, hay que calcular que la estación en la que la ropa de maternidad  será  de mayor utilidad es en  el verano. En el momento de las compras hay que procurar adquirir prendas versátiles que puedan usarse durante toda la temporada y, en todo caso, adaptadas a las características climáticas de las últimas fases del embarazo, que será cuando más utilidad se les dé.

Referencias:

Riesgo de parto Pre-Término
Durante, Embarazo, Semanas 25 - 40

Riesgo de parto Pre-Término

Definición

Lo normal de un embarazo es que dure 40 semanas hasta el parto, en consecuencia, cuando el parto se produce entre la semana 37 y 42, se habla de un bebé “nacido a término”.

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Cuando el parto se produce antes de las 37 semanas de embarazo y después de las 23 semanas o 161 días calculados desde el primer día de la última menstruación, es cuando se puede hablar de nacimiento prematuro o bebés nacidos antes de término.

Mientras más corto es el período del embarazo, más alto es el riesgo de las complicaciones. Los bebés que nacen en forma prematura tienen un alto riesgo de muerte en sus primeros años de vida. Existe también un alto riesgo de desarrollar serios problemas de salud como: parálisis cerebral, enfermedades crónicas a los pulmones, problemas gastrointestinales, retraso mental, pérdida de la visión y el oído.

 

Clasificación

 

El parto pretérmino o prematuro puede ser:

  • Espontáneo
  • Por rotura de las membranas (de la bolsa de aguas)
  • Inducido por razones obstétricas como por ejemplo: un deterioro del medio intrauterino por infección, retraso del crecimiento intrauterino o peligro significativo de la salud materna en la preeclampsia y cáncer.

Basado en la edad gestacional, o sea, en las semanas que llevas de embarazo, el bebé se considera:

  • Prematuro extremo cuando el bebé nace antes de la semana 28 (5%)
  • Prematuro severo cuando nace entre la semana 32 y 33
  • Prematuro moderado si nace entre la semana 34 y la 36.

Con bajo peso al nacer

La clasificación basada en el peso, reconoce también el grupo de los que son de muy bajo peso al nacer, que nacen con menos de 1500 g. y aquellos que pesan menos de 1000 g.

 

Casi todos los recién nacidos en estos dos últimos grupos han nacido prematuramente. Pero también se incluyen los que nacen a término y que son pequeños para la edad gestacional. Estos últimos bebés pueden tener pesos inferiores al rango normal por otros motivos que el parto prematuro, como es el caso del consumo del tabaco y alcohol durante el embarazo

¿Qué tan peligroso es un parto prematuro para el bebé?

Es posible que hayas leído en los diarios sobre bebés que nacen mucho tiempo antes de término y que gozan de buena salud, pero es importante que sepas que son casos excepcionales. Los bebés que nacen antes de término tienen un riesgo muy alto de sufrir problemas cerebrales y otros problemas neurológicos, respiratorios y digestivos, e incluso de morir en el primer mes de vida.

Lamentablemente, también corren el riesgo de sufrir un retraso en su desarrollo y tener problemas de aprendizaje en la escuela, lo que demuestra que los efectos del nacimiento prematuro pueden ser devastadores durante toda la vida del niño. Cuanto más tiempo antes de término nazca el bebé, más problemas es probable que tenga.

Causa

 

A pesar que existen varios factores conocidos que llevan al nacimiento prematuro, en casi la mitad de todos los nacimientos de este tipo se desconoce su causa.

El parto es un proceso complejo que involucra muchos factores. Se han identificado cuatro diferentes vías que pueden resultar en el nacimiento prematuro y tienen considerable evidencia:

  • Activación precoz del sistema hormonal del feto.
  • Sobre distensión uterina (por ejemplo en el caso de embarazo múltiple).
  • Hemorragia intrauterina.
  • Inflamación o infección.

La activación de una o más de estas vías puede haber ocurrido gradualmente a lo largo de semanas, incluso meses.

En la práctica, los investigadores han identificado también una serie de factores (se les llama “factores de riesgo”) que se asocian con un nacimiento pretérmino, sin embargo, una asociación no establece que esa sea la causa.

 

Factores de riesgo

 

Existen muchos factores de riesgo para un parto prematuro. Algunos de ellos son reversibles, es decir, se pueden cambiar, pero otros son permanentes. La identificación de estos factores idealmente antes del embarazo o al inicio de la gestación, podría llevar a intervenciones que podrían ayudar a prevenir esta complicación.

Sin embargo, sabemos que este objetivo es difícil de lograr por distintas razones:

 

  •  El parto prematuro puede ocurrirle a cualquier mujer. Aunque una mujer haga todo “bien” durante el embarazo, puede, de todas formas, tener un bebé prematuro.
  •  La causalidad de los factores de riesgo es difícil de probar.
  •  En realidad, solamente la mitad (aproximadamente) de las mujeres que tienen un parto prematuro pertenece a un grupo de riesgo conocido.

Se ha comprobado que las mujeres que tienen el riesgo más alto de tener un parto prematuro son aquellas que están dentro de los siguientes grupos:

Factores demográficos:

  • edad materna (menor de 18 años o mayor de 35 años),
  • estado civil (solteras),
  • bajo nivel socioeconómico y bajo nivel cultural (aunque son independientes uno del otro),

o    Se considera que las condiciones estresantes, el trabajo pesado y largas horas laborales y de pie, tienen una probable asociación con la prematuridad.

 

Antecedentes obstétricos:

  • Historial médico familiar de nacimiento prematuro. Eso significa que alguien de tu familia tuvo un bebé prematuro.
  • Tú misma ya has tenido un parto o bebé prematuro.  El riesgo de recurrencia de un parto pretérmino en mujeres con antecedentes de prematuridad, oscila entre 17% y 40 %.
  • Con más de tres abortos  espontáneos.
  • El intervalo entre embarazos hace una diferencia ya que las mujeres con un período de 6 meses o menor entre un embarazo y el siguiente tienen un aumento del doble en partos prematuros.
  • Fumar cigarrillos durante el embarazo. El hábito de fumar juega un papel mucho más significativo en el retardo del crecimiento intrauterino que en el parto pretérmino. Sin embargo, las mujeres fumadoras tienen 20 a 30 % más probabilidad de tener un parto de pretérmino.
  • Tomar alcohol.
  • Sufren maltrato físico, sexual o emocional.
  • Consumen drogas ilícitas durante el embarazo.
  • Anemia.
  • Obesidad: no conlleva directamente a un nacimiento pretérmino, pero se asocia con la diabetes y la hipertensión arterial que son factores de riesgo por sí mismos.
  • Sufren maltrato físico, sexual o emocional.

Factores del embarazo actual:

  • Aumento de peso escaso  (especialmente aquellas que empiezan el embarazo con un peso normal o bajo peso) o aumento excesivo.
    · La adecuada nutrición materna es importante, pues las mujeres con un bajo índice de masa corporal tienen un mayor riesgo de prematuridad. Además, las mujeres con un estado nutricional deficiente también pueden estar deficientes en vitaminas y minerales.
  • Sangrado vaginal: Si bien las hemorragias en el tercer trimestre pueden ser una señal de placenta previa o desprendimiento placentario – las cuales se producen frecuentemente de manera prematura – incluso el sangrado en meses iniciales no causado por estos dos trastornos se vincula a una mayor probabilidad de parto prematuro.
  • Están embarazada de mellizos o más bebés
    · El embarazo múltiple constituye uno de los riesgos más altos de prematurez. Casi el 50 % de los embarazos dobles y prácticamente todos los embarazos múltiples con más de dos productos, terminan antes de completar las 37 semanas , siendo su duración promedio, más corta cuanto mayor es el número de productos que crecen in útero en forma simultánea (36 semanas para los gemelares, 33 para los triples y 31 para los cuádruples).
  • Estar embarazada de un bebé que tenga ciertos defectos al nacimiento como defectos cardiacos congénitos o espina bífida
  • Infecciones: Las mujeres que tienen una infección en el tracto vaginal o las vías urinarias NO tratada durante el embarazo. Ciertas enfermedades de transmisión sexual.
  • Cambios en el líquido amniótico:Las mujeres con cantidades anormales de líquido amniótico, como el “polihidramnios” (exceso) o el “oligohidramnios” (menos de lo normal), también están en situación de riesgo.
  • Problemas crónicos de salud en la madre, como presión arterial alta, diabetes y trastornos de la coagulación, asma, enfermedades del corazón o tiroides.
      • Las condiciones de salud materna aumenta el riesgo de prematuridad y, a menudo, el parto debe ser inducido por razones médicas.
  • Presentan fiebre elevada por alguna causa
  • Se hicieron alguna cirugía abdominal durante el embarazo

Hay una serie de trastornos anatómicos en ciertas mujeres que evitan que el bebé llegue a término.

  • Algunas mujeres tienen un cuello uterino débil o demasiado corto (el más fuerte pronóstico de un parto prematuro); a este problema se le denomina “insuficiencia cervicouterina”.
  • Cuando la forma del útero no es normal.
  • Mal funcionamiento de la placenta.

Estos son los factores en los que más se presentan, pero recordemos que muchas mujeres que no presentan ninguno de estos factores de riesgo, también  pueden tener partos prematuros.

¿Cómo se puede confirmar si estoy en riesgo?

En cada cita prenatal, tu médico te pedira una serie de exámenes de laboratorio de rutina cuyos resultados, sumados a la información que tú das acerca de tu historial médico y tu estilo de vida, lo mantendrán al tanto de tu salud y la del bebé durante el embarazo.

¿Y qué pueden revelar tu historia médica, los factores de tu estilo de vida y los análisis de laboratorio que te realizan?

  • Que todo está bien: si los resultados muestran que tu embarazo progresa normalmente, puedes estar tranquila hasta tu próxima cita.
  • Existen síntomas que hacen necesario un monitoreo más cercano y otras pruebas de laboratorio: por ejemplo, si tienes la presión arterial elevada, esto puede no ser un problema por sí mismo, pero tu médico necesitará asegurarse de que NO está asociado a preeclampsia que puede incrementar tu riesgo de parto prematuro.
  • Tienes definitivamente riesgo de parto prematuro: Algunos resultados de los estudios de laboratorio mostrarán a tu médico inmediatamente que estás en riesgo por problemas relacionados con tu salud en general, con tu abdomen o con tu bebé. Esto lo obligará a llevar un monitoreo muy cercano durante el resto del embarazo.

¿Cuáles son los estudios de laboratorio e imagen complementarios que me tendrían que hacer?

El médico puede solicitarte algunos estudios que le ayudarían a detectar los problemas potenciales que se están presentando y decidir un plan de cuidados y tratamiento para el resto del embarazo. Estos podrían ser:

  • Análisis de sangre y orina
  • Muestras vaginales
  • Ultrasonidos

Estos estudios pueden revelar si tienes alguna infección, diabetes o alguna enfermedad crónica, por ejemplo, algún problema renal. En algunos casos, esto puede ser causa de un parto prematuro.

Los ultrasonidos pueden revelar una serie de factores que se han asociado a parto prematuro: Entre estos se incluye:

  • El tamaño del cuello uterino.
  • El tamaño de tu abdomen (útero).
  • El tamaño y posición del bebé.
  • La cantidad de líquido amniótico.

Si los resultados revelan cualquier problema potencial, el médico tomará acción tan pronto como sea posible.

¿Cuáles son los síntomas de un parto prematuro?

Algunas de las señales del parto prematuro son:

  • Cuatro o más contracciones en una hora que se presenten antes de la semana 37 del embarazo.
  • Salida de líquido por la vagina lo que puede sugerir que se ha roto la bolsa de líquido amniótico.
  • Cambio en el color del flujo vaginal, o sangrado de la vagina
  • La sensación de que el bebé está empujando hacia abajo. A esto se le llama presión pélvica.
  • Dolor débil en la parte baja de la espalda o del abdomen
  • Cólicos como si tuvieras la regla o el período
  • Dolor de abdomen con o sin diarrea

Puedes ayudar a prevenir el parto prematuro tomando conciencia de tus síntomas y siguiendo algunas instrucciones sencillas. Llama a tu médico o ve al hospital de inmediato si crees que estás por tener un parto prematuro.

Si los síntomas empeoran o no desaparecen después de una hora, llama nuevamente a tu médico o ve directamente al hospital. Si los síntomas desaparecen, reposa el resto del día. Si los síntomas se detienen pero regresan, llama a tu médico nuevamente o vete al hospital.

No es necesario que tengas todos estos síntomas para tener un parto prematuro. No dejes que nadie te diga que estos síntomas son “malestares normales del embarazo”. Actúa y llama a tu médico aunque sólo tengas uno de ellos.

¿Cómo puedo reducir el riesgo de un parto prematuro?

Es muy importante que todas las mujeres embarazadas conozcan:

  • Cuáles son los factores de riesgo,
  • Cuáles son los síntomas de parto prematuro y
  • Qué hacer si sospechan que pueden estar teniendo un parto prematuro.

No existen garantías, pero hay mucho de lo que puedes hacer para lograr que tu embarazo llegue a término:

  • Asiste a tus visitas médicas prenatales mensuales. Tu médico estará pendiente de los cambios en tu salud y en la de tu bebé. No te olvides de comentarle cualquier síntoma que te preocupe por simple que parezca.
  • Nútrete sanamente. Durante el embarazo necesitas más ácido fólico, calcio, hierro, proteínas y otros nutrientes esenciales. Iniciar la ingesta del ácido fólico antes del embarazo es lo ideal.
  • Atención médica de las enfermedades crónicas. Las enfermedades como diabetes y presión arterial elevada incrementan el riesgo de tener un parto pretérmino. Acude a tu médico para que todo esté bajo control.
  • Sigue las recomendaciones de tu médico acerca de la actividad que puedes desarrollar. Si tienes algún o algunos síntomas de parto pretérmino, tu médico te va a pedir que disminuyas tu actividad y que permanezcas menos tiempo de pie.
  • Evita consumir substancias peligrosas. Si fumas, suspende ahora, el consumo de cigarrillos puede provocar un parto pretérmino y el mismo riesgo se corre con el alcohol y las drogas. Debes considerar también los medicamentos de venta libre, siempre pregunta a tu médico antes de tomar cualquier cosa.
  • Pregúntale a tu médico acerca de la actividad sexual. Tener relaciones sexuales durante el embarazo no es un problema en un embarazo normal, pero puede no ser recomendable cuando hay complicaciones como el sangrado vaginal o problemas con tu cuello (cuello incompetente) o con la placenta, o si hay contracciones
  • Limita el estrés. Ponte límites razonables y respétalos. Date tiempo para descansar diariamente y pide ayuda cuando la necesites.
  • Cuida tu dentadura. Cepíllate y limpia tu boca cuidadosamente todos los días y visita a tu dentista para una limpieza general. Los problemas de las encías están relacionados con partos pretérmino.

Evaluación del cuello del útero: Por otro lado, la evaluación del cuello uterino que se realiza mediante la ecografía en las consultas prenatales, es un método alternativo para la predicción de parto prematuro. Este estudio se realiza entre la semana 18 y la 23 del embarazo y se puede medir la longitud del cuello uterino y estudiar su morfología. Normalmente la longitud del cuello oscila entre 4 y 5 cm.

Pero en aquellas embarazadas con riesgo de parto prematuro la medida es menor, es decir que tendrán el cuello acortado. Con este método de medición el médico ginecólogo puede detectar a casi todas las que tienen algún riesgo y esto le permite que, rápidamente, tome las medidas necesarias para  prevenir el parto prematuro.

Tratamiento cuando se sospecha el riesgo de parto prematuro

Si tu médico sospecha que tienes un riesgo elevado de tener un parto prematuro, te pedirá que acortes el tiempo entre cada cita y que te mantengas en contacto. Incluso es posible que te pida que acudas a una cita con algún especialista.

El tipo de cuidados dependerá principalmente de la razón por la que consideran que tu riesgo es elevado y, en lo posible, se buscará retrasar el parto para que tu bebé permanezca el mayor tiempo posible en tu panza.

Tratamiento cuando se ha iniciado la labor de parto

Cuando las condiciones lo permiten, tu médico tratará de detener la labor de parto para que el embarazo pueda continuar y llegue a término incrementando así las posibilidades del bebé de sobrevivir y nacer sano.

Sin embargo, si el trabajo de parto se ha iniciado, no existen métodos fiables para detener o prevenir el trabajo de parto prematuro en todos los casos.

Todas las acciones médicas consideradas tienen los siguientes objetivos:

  • Inhibir o reducir la fuerza y la frecuencia de las contracciones, retrasando el momento del parto, y
  • Preparar al bebé para este nacimiento adelantado.

Retrasar lo más posible el parto es la primera opción. Esto dará al bebé el mayor tiempo posible para su desarrollo dentro del útero. Tu médico puede recomendarte:

  • Si tienes señales de parto prematuro (o incluso si considera que estás en riesgo de parto prematuro), tal vez tu médico desee hacerte la prueba fFN. fFN significa fibronectina fetal.
    · La fibronectina fetal es una proteína que produce tu cuerpo para mantener al bebé dentro del útero. Cuando tu cuerpo ya está listo para el parto, esta sustancia se diluye y se “escurre” fuera del útero a través de la vagina.
    · La prueba fFN es como un Papanicolaou. Detecta cuánta cantidad de proteína fFN hay en la vagina. Si la prueba indica que no tienes fFN, lo más probable es que el bebé no nazca por al menos en otras 2 semanas.
  • Reposo absoluto en cama. Una posición horizontal reduce la presión en el cuello del útero lo que puede ayudar a que se mantenga cerrado por más tiempo. Además, al evitar movimientos innecesarios también se evita la irritación del útero que puede provocar contracciones.
  • Una buena nutrición y, especialmente, una buena hidratación, son importantes ya que la deshidratación puede ser la causa de contracciones uterinas.
  • Algún medicamento para detener las contracciones aunque estos parece que no tienen un efecto duradero y para ayudar a evitar problemas de salud para su bebé. Estos incluyen:
  1. Corticosteroides. Estos medicamentos aceleran el desarrollo pulmonar de su bebé. También reducen en gran medida el riesgo de problemas de salud en su bebé, como síndrome disneico y hemorragia intraventricular.
  2. Tocolíticos. Estos medicamentos pueden postergar el parto, a menudo durante sólo unos días. Esa demora puede darle tiempo de hacerse tratamiento con corticosteroides y disponer de tener a su bebé en un hospital con una unidad de cuidados intensivos neonatales (NICU, por sus siglas en inglés). Esa unidad es un área del hospital que atiende a los recién nacidos enfermos.
  3. Sulfato de magnesio. Este medicamento puede ayudar a reducir el riesgo de la parálisis cerebral en los bebés prematuros.
  4. Antibióticos para prevenir las infecciones en el bebé

El parto prematuro a veces puede impedirse con esta combinación de medicamentos y reposo, sin embargo, la mayoría de los esfuerzos son aquellos orientados a prevenir complicaciones para el bebé.

Estos medicamentos sólo funcionan si la mujer recibe atención médica rápidamente, por lo que es esencial saber identificar los síntomas.

¿Qué debo hacer si tengo síntomas de parto prematuro?

Llama a tu médico o vete al hospital de inmediato si crees que va a tener un parto prematuro. Tu médico puede indicarte que:

  • Vayas a su consultorio o al hospital para un chequeo
  • Dejes lo que estuvieras haciendo y descanses recostada sobre el lado izquierdo durante una hora

Si los síntomas empeoran o no desaparecen después de una hora, llama a tu médico nuevamente o vete al hospital. Cuando llames a tu médico, asegúrate de decirle a la persona que te atiende que crees que estás teniendo un parto prematuro.

Si no te hacen la prueba fFN, la única manera en que tu médico puede saber si estás por tener un parto prematuro es haciéndote un examen interno del cuello uterino. Si el cuello se está dilatando, es posible que esté comenzando el parto prematuro.

Tú y tu médico forman un equipo y trabajan juntos para que tengas un embarazo sano y un bebé sano. Todo equipo funciona mejor cuando todos sus miembros participan, por lo que estar bien informada sobre el parto prematuro puede ser esencial para ayudarte a prevenirlo.

Habla con tu médico sobre esto y asegúrate de asistir a todas tus citas de cuidados prenatales. El parto prematuro es una de las complicaciones del embarazo que los médicos están luchando por erradicar. Tu participación en esta lucha es tan importante como la de ellos.

¿Qué atención se le da a un bebé prematuro?

Después de nacer, los recién nacidos prematuros son llevados a una Unidad Neonatológica de Cuidados Intensivos. Allí el neonatólogo lo pone en una incubadora, una cuna cerrada en plástico con ambiente controlado diseñada para mantenerlos tibios ya que al nacimiento están expuesto a factores ambientales externos, y procesos fisiológicos propios que ponen en riesgo la estabilidad de la temperatura del bebé.

Su manejo debe de ser mínimo para evitar perdida de energía y limitar su exposición a gérmenes. En algunos casos se usa una atmósfera enriquecida de oxígeno, aunque se trata de evitar ya que puede causar efectos secundarios dañinos como la retinopatía por concentraciones altas de oxígeno. Los bebés prematuros pueden ser dados de alta del hospital cuando ya no necesitan los cuidados intensivos constantes que el hospital provee.

Después de que el bebé sale del hospital, los padres van ajuste ansioso a una acomodación exhausta, y luego cuidado confiado, generalmente este proceso ocurre dentro de los primeros tres meses después de la salida del hospital.

Referencias

Problemas para Dormir
Durante, Embarazo, Semanas 25 - 40

Problemas para Dormir en el trercer trimestre del embarazo

A medida que se acerca el final de la “luna de miel” de tu embarazo (como llaman al segundo trimestre), también se van terminando tus noches de plácido sueño. Muchos estudios demuestran que la calidad del sueño durante el tercer trimestre es peor que nunca (aunque tal vez eches de menos esta fase una vez que nazca tu bebé) y  es habitual que comiencen a aparecer los problemas de sueño.

Algunos vienen producidos por cuestiones físicas, como la presión que ejerce el bebé sobre la vejiga, que provoca la necesidad de ir al baño de noche en más de una ocasión, interrumpiendo el ciclo del sueño. Otros son provocados por cuestiones emocionales o psicológicas, ya que las preocupaciones por la llegada del momento del parto o por los cambios que se producirán con el nacimiento del bebé también pueden desvelarnos.

Puedes tener problemas para quedarte dormida, para acomodarte o estás preocupada y sueñas pesadillas o sueños desagradables.

Cambios físicos

Existen varios problemas físicos y mentales que pueden ser la causa de este problema:

Tu panza ha crecido:Tu abdomen está demasiado grande para que puedas acostarte cómodamente. Si acostada sobre el lado izquierdo con almohadas o cojines colocados entre tus rodillas y detrás de tu espalda, no logras conciliar el sueño, entonces cambia la cama por un cómodo sillón reclinable. A medida que tu panza va alcanzando su dimensión máxima, puede que duermas mejor en una posición más incorporada.

  • Dificultad para darse vuelta en la cama que se incrementa con el crecimiento del abdomen: Mientras más vaya creciendo tu bebé, más se te va a dificultar el darte la vuelta en la cama mientras duermes y es natural que te despiertes cada vez. Es probable que con las almohadas te facilites este movimiento.

Calambres en las piernas:Si tienes calambres en los pies o en las piernas, presiona el pie contra la pared o levántate a caminar un poco para aliviar el dolor.

La falta de calcio es una de las causas para los calambres, así que es importante que tomes suficiente calcio en tu dieta (leche y sus derivados). Esto te preparará también para la lactancia.

Dificultad para respirar y sensación de los latidos del corazón: Un corazón que late tan fuerte que hasta lo puedes escuchar o la dificultad para respirar se deben al aumento del volumen de sangre que ocurre durante el embarazo.

Si estás anémica es muy probable que tu corazón tenga que trabajar de más para poder transportar suficiente oxígeno hacia tu cuerpo y al bebé. Pregúntale a tu médico si es necesario que tomes algún suplemento de hierro para corregir este problema.

Ronquidos: Muchas mujeres empiezan a roncar en el tercer trimestre debido a la congestión nasal y el aumento del tamaño de tu útero que presiona el diafragma. Cerca de un 30% roncará por la inflamación de las narices que pueden llegar a bloquear el paso del aire.

El ronquido puede ser causa de aumento en la presión arterial y si es muy severo, puede resultar en “apnea del sueño” (dejas de respirar por momentos) que se caracteriza por un ronquido fuerte y periodos de suspensión de la respiración mientras duermes. Estos dos síntomas son de advertencia, sobre todo si se combinan con sueño durante el día, hinchazón de las piernas y dolor de cabeza.

Aumenta la presión en tu vejiga: Querer orinar frecuentemente es muy común durante el embarazo porque un bebé en crecimiento presiona constantemente la vejiga, probablemente no puedas hacer mucho, pero trata de no tomar mucho líquido cuando ya te vayas a acostar y evita las bebidas con cafeína como el té, el café y la mayoría de las bebidas gaseosas ya que esto estimula el riñón y producirás más orina.

Si te acuestas del lado también te ayudará. Es necesario que observes y le avises a tu médico si tienes dolor o ardor al orinar ya que esto puede ser un signo de infección de vías urinarias.

Un bebé super activo:Ya habías notado antes sus pataditas, pero es en esta etapa cuando los movimientos del feto son mucho más potentes y visibles. Los sentirás de forma mucho más intensa cuando estés tranquila e inactiva; es decir, cuando te encuentres tumbada en la cama. Recuerda, su cabeza ya está abajo.

En algunos casos estos movimientos pueden ser dolorosos para la futura madre, lo que dificultará el descanso, pero debes pensar que constituyen un signo de bienestar fetal.

Dolor de espalda, especialmente dolores en la parte baja: Si tienes dolor en la parte baja de la espalda, trata de dormir con más almohadas colocadas de tal manera que te permitan descansar. Por ejemplo, puedes colocar una bajo tu abdomen, una entre tus piernas, una más firme atrás de tu espalda y una extra bajo tu cabeza.

Sueñas mucho más que lo que estabas acostumbrada y tienes pesadillas que son fáciles de recordar: Los sueños y las pesadillas pueden ser muy inquietantes y, por alguna razón, las mujeres son capaces de recordar más de sus sueños cuando están embarazadas.

  • Te sientes nerviosa con la cercanía del parto:Si tienes miedo del parto y del dolor que vayas a sentir, es muy importante que asistas a algunas clases de preparación para el parto en las que te expliquen perfectamente lo que va a pasar y qué ejercicios puedes hacer para ayudar en forma adecuada durante el parto. Es también la oportunidad de hacer todas las preguntas que quieras y resolver tus dudas.

Estás preocupada por lo que le puede pasar al bebé y te preocupas acerca de si es normal estar preocupada: Habla con tu medico si tienes miedo, la mayoría de las mujeres se preocupan acerca de si tu bebé será normal o si puede pasar algo en ese momento.

Todo esto, es absolutamente normal en cualquier embarazo. El insomnio puede ser frustrante, pero es perfectamente normal durante el embarazo y no daña a tu bebé, simplemente te sentirás cansada.

Y entonces, ¿qué puedo hacer para dormir bien?

1. Practica una buena “higiene para dormir”:

  • Mantén un horario regular para dormir: trata de irte a dormir y levantarte en el mismo horario todos los días.
  • Establece una rutina de relajación para la hora de dormir: 20 o 30 minutos antes puedes darte un baño tibio o leer.
  • Trata de que tu habitación sea lo más cómoda posible: que la temperatura sea agradable para ti, que no haya mucha luz, que no haya ruidos (una música de fondo tranquila y relajada puede enmascarar los ruidos de la calle).
  • Usa tu cama únicamente para dormir, para tener sexo y quizás para leer un poco. No la uses para escribir o para ver la televisión y menos para platicar.
  • Duérmete del lado izquierdo: si no lo estás haciendo ya, trata de acostumbrarte. Esta posición ayuda a que la sangre y los nutrientes vayan hacia el bebé y el útero y a que los riñones eliminen los deshechos y el exceso de agua. Además, dormir del lado izquierdo te ayudará a dormir mejor cuando tu panza haya crecido.
    • Cuando sientas demasiados movimientos del bebe, te levantas y das un paseo para “mecer” al bebé y hacer que se relaje.
  • Ayúdate a encontrar una posición cómoda utilizando cojines o almohadas. La mejor posición de descanso cuando estás embarazada es quedarte del lado y con las rodillas dobladas. Esta posición facilita el trabajo del corazón porque detiene el peso del bebé sobre tus grandes venas que llevan la sangre de regreso al corazón. Ponerte de lado te ayuda además a disminuir las molestias de la parte baja de la espalda.

2. Vigila lo que comes y lo que bebes

  • Vigila lo que comes bebes y en qué momento lo haces: la nicotina, el alcohol y la cafeína no solamente hacen daño a tu bebé sino que además pueden arruinar tu sueño. Evita todas las bebidas con cafeína, sobre todo en la tarde.
  • Bebe menos cantidad de líquidos en la tarde y en la noche: es importante que te mantengas hidratada, pero puedes distribuir tus líquidos de manera que en la mañana tomes más cantidad que en la tarde.
  • Evita las comidas pesadas o muy sazonadas: Haz una cena ligera aunque completa y nutritiva. Procura tomarla un par de horas antes de ir a dormir. Si lo que te mantienen despierta por las noches son las nauseas puedes tomar un tentempié antes de ir a dormir, lo que se conoce como una “recena”, consistente por ejemplo en unas galletitas o en un vaso de leche.
    · El chile y los alimentos muy ácidos (salsa de jitomate) producen agruras (acidez estomacal) e indigestión.

3. Aprende a relajarte

  • Duerme durante el día, has pequeñas siestas de 30 minutos que te ayudarán a recuperar la energía. Cuídate de no hacerlo por la tarde, cerca de la hora de dormir ya que esto podría interrumpir tu sueño nocturno.
  • No hagas ejercicio en la tarde: aunque el ejercicio durante el embarazo es recomendable, es mejor hacerlo temprano en la mañana para darle tiempo a tu cuerpo a que baje la energía y puedas relajarte.
  • Aprende y practica algunas técnicas para relajarte como puede ser la respiración profunda o relajación muscular progresiva.
  • Haz visualizaciones positivas, imaginándote a tu hijo atravesando el canal del parto sin complicaciones y viviendo esta experiencia juntos. Envíale mensajes mentales o hablados de ánimo y de tranquilidad. Verás cómo te quedas más relajada… y cómo todo sale estupendamente.
  • Deja tus pendientes en la puerta de tu habitación: has una lista de las preguntas o dudas que tienes, de las cosas que tienes que hacer, de las preocupaciones que te agobian y termínala una hora antes de irte a la cama y déjala fuera de tu habitación.
    · Si a pesar de eso todavía te despiertas con algún pendiente o problema en la mente, deja una hoja de papel y un lápiz junto a tu cama para que lo puedas escribir de inmediato (de esta manera “lo depositas” y al día siguiente lo solucionas). Sin embargo, lo más conveniente es hacer la lista y…olvidarte hasta el día siguiente.

¿Y si a pesar de hacer todo esto no me puedo dormir?

Primero que nada deja de mirar el reloj, preocuparte porque no puedes dormir solamente empeorará el problema.  Si no te has dormido en 20 o 30 minutos o  si te despiertas a media noche, en vez de quedarte acostada en la cama sin hacer nada, es mucho mejor, y más relajante, levantarte y hacer algo.

Lee un libro, escucha algo de música tranquila, teje, cose, navega el internet, escribe cartas, ve la televisión, date un baño tibio, has algo de quehacer o arréglate las uñas. Después de hacer algo tranquilo y que te guste, es mucho más fácil regresar a tu cama y dormirte.

No te preocupes. El sueño interrumpido durante el embarazo es perfectamente natural y poco a poco establecerás una rutina que sea conveniente para ti y que te permita sentirte descansada al amanecer.

Los medicamentos para dormir casi nunca se utilizan durante el embarazo ya que son peligrosos para un bebé en desarrollo.

Háblalo con tu médico, entre los dos podrán encontrar alguna solución. Recuerda, NO debes tomarte ningún medicamento si tu médico no te lo ha recomendado, las píldoras para dormir no deben usarse durante el embarazo.

Referencias

 

Reposo
Durante, Embarazo, Semanas 25 - 40

Reposo

Se calcula que cerca de un millón de embarazos se consideran, en algún momento,  como de “alto riesgo” o simplemente “de riesgo”. Y aunque existe una gran controversia acerca de los beneficios del reposo, muchos médicos continúan indicando la suspensión de actividades para las embarazadas con complicaciones porque creen, basados en su experiencia, que el reposo es beneficioso para prevenir el parto prematuro.

 

Y exponen las siguientes razones:

  • Quita la presión del cuello del útero.
  • Reduce el esfuerzo de tu corazón y mejora la circulación sanguínea en tus riñones lo cual ayuda a eliminar el exceso de líquido.
  • Mejora la circulación a tu útero llevándole así más oxígeno a tu bebé.
  • Minimiza el nivel de catecolaminas –las hormonas del estrés- que están asociadas a la producción de adrenalina y dopamina que pueden producir contracciones.

¿Cuántos tipos de reposo hay?

Reposo absoluto:El reposo en cama puede ser desde quedarse absolutamente en cama levantándose solamente para ir al baño o simplemente estar en cama con permiso de levantarse de vez en cuando a caminar por la habitación.

En cualquier caso, se puede observar una gran mejoría en el momento de iniciar el reposo ya que el organismo agradece que el cuerpo esté relajado.

Reposo relativo: En otras ocasiones, no es necesario el reposo absoluto, pero sí descanso o limitada movilidad. El reposo relativo significa: no caminar mucho, no levantar peso, no subir demasiadas escaleras y tampoco estar de pie muchas horas.

En algunos casos puede que sólo tengas que reducir tu nivel de actividad y descansar en la cama de vez en cuando.

Generalmente se propone si en el primer trimestre ocurrieron abortos previos, presenta contracciones de poca intensidad o persisten, durante todo el día,  dolor lumbar o pélvico.

¿Qué determina la necesidad de un reposo?

A modo de precaución, muchos médicos indican la suspensión de actividades para las embarazadas con complicaciones. En cualquier caso, el efecto positivo también suele ser de tipo psicológico.

Cualquier complicación durante el embarazo, por ejemplo: náuseas, mareos, vómitos,  pérdidas de sangre y cualquier otro síntoma irregular en el desarrollo del embarazo va a ser motivo suficiente para prestar atención al embarazo y disminuir la rutina.

Algunas mujeres ya lo esperan porque su historia médica las ha preparado y entre ellas podemos considerar (entre otras) a las mayores de 35 años, las que tienen un embarazo múltiple o que tienen historia de aborto debido a incompetencia del cuello uterino o son madres primerizas.

Con todas estas embarazadas, el médico estará monitoreando ciertos parámetros para determinar si es necesario el reposo absoluto o relativo:

  • Cambios del cuello uterino. Actualmente es relativamente fácil que el médico, por medio del ultrasonido vaginal, vean el estado del cuello de tu útero. Si se acorta anticipadamente, es probable que te tengan que realizar un “cerclaje” –una sutura circular alrededor del cuello del útero que ayuda a mantenerlo cerrado- y generalmente va acompañado de reposo en cama o parcial.
  • Preeclampsia. Complicación del embarazo que se conoce también como “hipertensión producida por el embarazo”. Se presenta en un 5 a 10% de los embarazos, principalmente en las madres primerizas. En este caso, el tratamiento seguro, es el parto. Y el reposo absoluto en cama se prescribe para que la madre pueda ser monitorizada constantemente.
  • Parto pretérmino. El médico prescribe reposo absoluto en cama a las embarazadas que inician contracciones antes de la semana 37 del embarazo o muestran cualquier otro signo de que se inicia la labor de parto.
    · El objetivo es retrasar el parto cuando menos 48 horas para que se administren los medicamentos esteroideos y tengan tiempo de actuar para madurar los pulmones del bebé.
    · En algunos casos, la labor de parto se logra detener y la madre termina llegando a un parto a término después de unas semanas en reposo absoluto en cama.
  • Placenta previa. En esta complicación, la placenta se ha colocado en la parte baja del útero bloqueando el cuello uterino y, por lo tanto, la salida del bebé. La placenta previa se diagnostica fácilmente mediante el ultrasonido.
    · Los médicos generalmente recomiendan una reducción en actividades o un reposo en cama leve para disminuir la presión del bebé en la placenta y en el cuello del útero y promover así el crecimiento de una placenta fuerte y saludable.
    · Algunas veces, se corrige por sí misma conforme el útero crece. Si aparece sangrado en el segundo o tercer trimestre, es probable que el médico te recomiende reposo absoluto en cama.

El tipo de reposo puede variar con cada embarazada y puede ir de simples periodos de reposo durante el día hasta reposo absoluto en cama y en el hospital.

 

¿Cuáles son las causas para el reposo?

Hay muchos motivos por los que se puede indicar reposo durante el embarazo pero su única razón de ser es lograr el bienestar de la madre y el bebé para que éste se desarrolle satisfactoriamente.

Otras complicaciones que se pueden presentar y ser causa de que el médico te prescriba reposo pueden ser:

 

  • Sangrado vaginal: en las hemorragias del segundo y tercer trimestre, el tipo de reposo dependerá de la causa que originó los síntomas.
  • Labor de parto prematura.
  • Historia de pérdida del embarazo, muerte en útero o muerte prematura.
  • Pobre desarrollo y crecimiento del bebé
  • Diabetes gestacional
  • Infecciones de vías urinarias que pueden ser causa de parto prematuro.

 

¿Cómo me va a ayudar el reposo?

 

Aún cuando no se han documentado científicamente los beneficios del reposo absoluto, el 20% de las embarazadas pasarán una semana o más en cama. El parto prematuro es la complicación más común por la que el médico puede indicar el reposo; se piensa que al disminuir el estrés de la actividad diaria, el organismo se normaliza y esto puede ayudar a mantener el cuello del útero cerrado y aumentar las posibilidades de un bebé sano.

 

El descanso ayuda a las embarazadas a relajarse y, además, ellas sienten que están “haciendo algo”  para cuidar a sus bebés.

 

¿Qué significa reposo?

 

El reposo no es lo mismo para cada embarazada. La variedad depende de ella misma, de la causa y de su propio médico.

 

En algunos casos simplemente significa que tienes que disminuir tu actividad por un periodo de tiempo. Eres libre de moverte alrededor de la casa siempre cuidando que no cargues NADA ni hagas trabajos pesados de limpieza. Dependiendo de la naturaleza de tu trabajo, incluso quizás hasta te permiten que continúes trabajando.

 

Pero en otros casos, la orden de reposo es más estricta y quizás te pidan que permanezcas sentada o semi-sentada casi todo el día y que únicamente te levantes para ir al baño o bañarte. No te permitirán trabajar ni hacer ninguno de los quehaceres de la casa hasta que nazca el bebé.

 

Si tu médico lo considera necesario y prescribe un reposo total en cama, necesitarás acostarte de lado –incluso cuando comes. La higiene personal se limitará a baños de esponja y a un “cómodo” para ir al baño. Este tipo de reposo puede necesitar hospitalización.

 

Es muy importante que aclares esto con tu médico antes de empezar. Algunas de las preguntas que le puedes hacer son:

  • Tiempo: ¿Por qué necesito reposo en cama? ¿Cuándo voy a empezar? ¿Cuánto tiempo estaré en reposo? ¿Si mejoro me podré levantar?
  • Posición: ¿Me puedosentar? ¿Por cuánto tiempo? ¿Puedo caminar? ¿Puedosubirescalones? ¿Cuándo estoy en la cama, tengo que estar en alguna posición determinada? ¿Qué puedo hacer para prevenir la formación de coágulos?
  • Higiene personal: ¿Está bien que me levante al baño, que me bañe y que me lave la cabeza?
  • Actividad: ¿Puedo comer en la mesa o en el sillón? ¿Puedo doblar la ropa o hacer algún otro quehacer ligero? ¿Cómo qué? ¿Puedo manejar o subirme a mi coche? ¿Puedo hacer estiramientos o algún otro tipo de ejercicio?

 

¿Qué problemas pueden presentarse con el reposo absoluto en cama?

 

Desafortunadamente, las investigaciones realizadas demuestran que el reposo en cama sí tiene riesgos que deben ser tomados en cuenta. Entre estos se incluye:

  • Formación de coágulos
  • Depresión y ansiedad.
  • Estrés familiar.
  • Preocupación financiera principalmente cuando dejaste de trabajar.
  • Bajo peso al nacer para tu bebé.
  • Recuperación más lenta después del parto.
  • Debilidad muscular y de los huesos (ósea).
  • Depresión

 

Los estudios demuestran que mientras más estricto sea el reposo en la cama, peores serán los efectos colaterales y sugieren que las embarazadas –aún las que tienen complicaciones- están mejor si continúan en su rutina normal.

 

Un estudio realizado en el 2004 por el Instituto de Salud de Estados Unidos encontró que las embarazadas que estuvieron en un prolongado reposo absoluto en cama, tenían un mayor riesgo de tener bebés con bajo peso al nacer (ellas comían menos y perdieron peso).

 

Y la recomendación más reciente del Colegio de Obstetricia y Ginecología (ACOG por sus siglas en inglés), cuestiona si el reposo absoluto ayuda realmente a retrasar un parto prematuro. La buena noticia es que muchos de estos efectos colaterales pueden disminuirse cuando llevas la dieta adecuada y te mueves (cuando menos hasta donde te permiten).

 

¿Cuánto tiempo debo de estar en reposo?

 

El tiempo de descanso no tiene patrones específicos, en este trimestre generalmente lo que se espera es que el bebé en desarrollo madure y especialmente que tenga los pulmones bien desarrollados y gane el peso ideal.

 

Algunas mujeres descubrirán que su médico las pondrá en reposo durante un breve periodo de tiempo hasta que se estabilice o solucione la complicación que lo causó, mientras que otras tendrán que estar en cama todo el resto del embarazo.

 

Recomendaciones y estrategias

 

Antes de iniciar el reposo:Habla claro con tu ginecólogo, es importante que entiendas bien los motivos para hacer reposo, que sepas con exactitud lo que puedes hacer y lo que no y que te quedes tranquila con respecto a tu bebé.

 

Es importante que pienses que nadie es irremplazable. Si dejaste tu puesto en la oficina no habrá ningún problema, alguien hará tu trabajo muy bien. Si tienes otros hijos, sin duda entre tu mamá o una amiga y tu marido se las podrán arreglar para lo que tú no puedes hacer en la cama.

 

Busca un colchón ortopédico y almohadas confortables, ya que el progreso en el tamaño del útero implica una posición semi-sentada.

 

Cuando ya hayas iniciado el reposo: Sigue una dieta balanceada, ya que se eliminan menos calorías por la falta de ejercicio y se tiende a engordar más.

  • Debes ingerir mucha fibra, pues el reposo acentúa el estreñimiento.
  • Es importante la dieta para que tu bebé siga engordando.

 

El reposo en la cama hace que tus músculos pierdan el tono y puede ser que hasta te duelan las articulaciones. Estar acostada por tanto tiempo influye también en tu circulación.

  • Cambia de lado constantemente para evitar la presión sobre un solo lado.

Para conservar el tono muscular de brazos y piernas es conveniente, siempre con la aprobación de tu médico, realizar ejercicios ligeros: El ejercicio es importante pero nunca inicies nada sin hablarlo antes con tu médico. Algunos de los que podrías hacer son:

  • Apretar con las manos alternadamente,  una pelota de esponja
  • Presionar  suavemente  tus pies y tus manos contra una pared
  • Mover  tus brazos en círculos lentamente
  • Apretar y relajar los músculos de  piernas y brazos.
  • No utilizar los músculos abdominales. Siempre consulta con tu médico antes de empezar.

 

Cuida tu estado de ánimo

 

Todo lo que uno pensaría que podría hacer en esa situación en general se comienza a mirar con menos optimismo y alegría y la mujer lo único que quiere es salir de dicha situación. Esto es normal que suceda y es por ello que la embarazada a la que se le ha indicado reposo debe estar muy atenta a sus estados de ánimo y esforzarse por no dejarse llevar por la desgana.

 

Aunque permanecer todo el tiempo en cama resulte frustrante, hay que pensar siempre que es por el bienestar del bebé. Es de entender que el hecho de sentirse encerrada por tanto tiempo, suponga una reacción de dejadez e incluso depresión, pero existen varias cosas que tú puedes hacer para hacer del reposo una experiencia más positiva.

 

Mantén una buena comunicación con tu pareja:este es un momento difícil para los dos. Tu pareja tendrá ahora dos trabajos, el suyo mismo y el de cuidar de ti. No olvides darle un abrazo y apreciar todo lo que hace. Trata de estar un tiempo a solas con él y se creativa.

 

Habla con tus hijos:si tienes otros hijos habla con ellos para que entiendan que esta es una situación de emergencia y temporal. Marca con ellos un calendario y ve tachando los días, organiza su transporte al colegio y revisa sus mochilas para estar pendiente de lo que se necesite en la escuela. Trata de tener un rato con cada uno de ellos para hablar de “su día”, ayúdalos con su tarea y juega con ellos.

 

Háblale a tu bebé:Aunque muchas mujeres tienen miedo de estar demasiado involucradas emocionalmente, por miedo a perder al bebé, es muy importante recordar que la mayoría de las mujeres salen adelante y dan a luz bebés sanos. Comunícate y acércate emocionalmente a tu bebé.

 

Establece una rutina:El reposo en cama puede hacerte pensar que las cosas están fuera de control, establece una rutina diaria que te ayude a pensar que todavía no es así.

 

Organizar cosas:Esta es una excelente oportunidad para organizar tus álbumes de fotos, para cambiar tu libreta de direcciones, para actualizar tu recetario o para trabajar en cualquier otro proyecto hayas dejado pendiente por falta de tiempo.

 

Llama a tus amistades:cuando el bebé nazca, estarás muy ocupada y sin tiempo de ver a nadie. Aprovecha ahora para llamarlas y ponerte al día en las noticias.

 

Prepara todo para el bebé:Puedes empezar por elegir el nombre, en dónde y cómo se va a registrar, los seguros de enfermedad que debe tener y cómo vas a cubrir los gastos de su nacimiento, las tarjetas de agradecimiento a las personas que te visiten, organiza la parte económica y prepara todo lo que te vas a tener que llevar al hospital tanto para ti como para el bebé.

 

Permite que te ayude la familia y los amigos:No tengas miedo de pedirles ayuda, ellos saben que tú harías lo mismo por ellos en caso necesario. Puedes facilitar su trabajo si haces una lista de los pendientes que tienes. Tómate tiempo para mostrarles cuánto aprecias su esfuerzo y prepara una tarjeta, escribe una carta o pide que te compren algo especial.

 

Aprovecha y aprende:En este momento puedes leer libros o revistas especializadas en el cuidado de un bebé, en la lactancia, en el desarrollo de un bebé y las vacunas que se le deben dar y cualquier otra cosa que te ayuden a ser una madre experimentada cuando nazca el bebé.

 

Organízate:Estar en cama no quiere decir que no puedas ser productiva ya sea haciendo cosas para tu familia, tu casa o para ti misma. Pon una mesa cerca y ubica allí todo lo que puedas requerir, eso evitará que te levantes sin necesidad.

 

  • Fíjate metas a corto plazo y ve marcando en el calendario cada semana que pasa
  • No pienses en ti misma y lo que te estás perdiendo, concéntrate más bien en lo que estás logrando con tu bebé.

 

Rodéate de gente positiva y recuerda que tu estado de ánimo, cualquiera que sea, se transmite al bebé.

Con el permiso del médico, hay que procurar levantarse a un cierto horario todos los días, ducharse y alistarse. Hay que procurar estar bien y cuidar el aseo personal, ya que sin duda esto influye en el estado de ánimo.

 

Es importante que entiendas que tú no estás enferma y que el reposo que tienes que hacer, vale la pena. Cada día que pase y tu bebé sigue en tu vientre es probablemente un día menos de incubadora para él, ha ganado en madurez y peso y podrá enfrentar mejor la vida, le hace bien, así que ten paciencia.

 

Mantener una actitud positiva y hacer un esfuerzo consciente por no dejarse atormentar por los miedos o incertidumbres que genera la situación de reposo. Ante todo, es importante tener en cuenta que la indicación de reposo no debe tomarse como motivo de alarma para las futuras madres. La buena predisposición, la confianza depositada en el médico y el optimismo son fundamentales para continuar con un embarazo sano, tanto física como psíquicamente.

Referencias

 

 

Cambios en la piel de la embarazada
Durante, Embarazo, Semanas 25 - 40

Cambios en la piel durante el tercer trimestre

Hay diversos cambios que puedes experimentar en la piel en el tercer trimestre que se suman a los que ya has ido experimentando durante los meses anteriores. Algunos desaparecerán poco a poco después del parto pero otros, como las estrías, serán permanentes. Los cambios que a menudo sorprenden a las mujeres embarazadas son los que afectan la piel, el cabello, el vello y las uñas.

Son muchas las causas que pueden provocar cambios en la piel y varían de una mujer a otra. En algunos casos, se asocian a los cambios hormonales que ocurren sólo durante el embarazo, pero también es posible que ciertos problemas hayan estado presentes antes de quedar embarazada y cambian en el transcurso del embarazo.

¿Cuáles son los cambios que puedo tener en la piel?

Oscurecimiento  de la piel en ciertas regiones. En la mayoría de las embarazadas, se presenta un  oscurecimiento de aquellas regiones de la piel que ya son más oscuras que el resto: las pecas, lunares, arolas (el aro pigmentado alrededor de los pezones), pezones, labios vaginales (tejido genital en la parte externa de la vagina) y cara interior de los muslos.

Parte del oscurecimiento se desvanece después del parto, pero es probable que esas zonas permanezcan más oscuras de lo que eran antes del embarazo. Si observas alguna mancha oscura nueva o una que cambia rápidamente (o “lunar”), muéstrasela a tu médico de inmediato.

Estas áreas oscuras se producen debido a un aumento en la melanina del cuerpo. Esta sustancia natural imparte color a la piel y al cabello. Más de un 90 por ciento de las mujeres embarazadas tendrán estas áreas oscuras. Las mujeres con tonos más oscuros de piel las notarán más aún.

Algunas mujeres también notan una línea ligeramente oscura que va desde el ombligo hasta el vello púbico. Esto se llama línea negra. Esta línea siempre está presente pero antes de quedar embarazada tiene el mismo color de la piel que la rodea.

Cloasma  (Paño del embarazo)

Las manchas color café o morenas que aparecen alrededor de los ojos, nariz y mejillas, se denominan cloasma o la “máscara del embarazo”. Hasta un 70 por ciento de las mujeres embarazadas presentarán cloasma. La causa principal es el incremento de producción de melanina (normal en el embarazo), los genes y la luz solar.

En las personas de piel oscura, se ven como manchas más claras. Al cloasma o melasma se lo llama la máscara del embarazo porque las manchas de la cara remedan el aspecto de una máscara. El problema es más frecuente en mujeres morenas. Estas manchas pueden aparecer desde el segundo mes de gestación, e ir acentuándose a medida que ésta avanza.

Recuerda que  hay medidas que pueden ayudar a prevenirlo como evitar la exposición directa al sol, especialmente en las horas de mayor intensidad lumínica, usar un  sombrero de ala ancha, un filtro solar prescrito por el dermatólogo y asegúrate de estar tomando ácido fólico y suficientes alimentos ricos en folatos como granos y vegetales verdes. Los estudios sugieren que la deficiencia de esta vitamina puede incrementar la decoloración de la piel.

Pero no todas las mujeres embarazadas necesariamente padecerán cloasma. Es necesaria una predisposición genética. Una mujer embarazada, genéticamente predispuesta, ante la exposición solar es más probable que se híper pigmente, comparada con una embarazada no predispuesta.

¿Requiere tratamiento o se va solo? Generalmente el cloasma debido al embarazo desaparece poco tiempo después del parto

¿Qué sucede cuando el cloasma persiste? En este caso será necesario recurrir con el dermatólogo para recibir un tratamiento específico.

Estrías en la piel

Las estrías son lesiones atróficas cutáneas producidas por la rotura de la piel y alteraciones de las fibras elásticas (colágeno y elasticidad). Las zonas más vulnerables son los senos, vientre, muslos y los glúteos.

El comienzo de las estrías se caracteriza por la aparición de líneas rojizas muy finas que con el tiempo y si su causa no desaparece, se transforman en gruesas líneas, que pueden tener un tamaño de hasta 1 centímetro de ancho. Luego se tornan blanquecinas y desaparece el vello de la piel sobre ellas.

¿Cuáles son las causas de su aparición? La causa más frecuente de su aparición es la variación brusca en el peso o el tamaño, común en la adolescencia y en los embarazos. En el embarazo a medida que crece el vientre y los senos  aparecen las estrías y ocurren cuando la piel se estira rápidamente para apoyar al feto en desarrollo.

También influye que la piel está adelgazada debido a los elevados niveles hormonales del embarazo  que rompen el balance de proteínas de la piel.

Para el tercer trimestre, casi todas las mujeres embarazadas tendrán estrías en la piel del abdomen, los glúteos, los senos o los muslos.

¿Cómo puedo prevenirlas durante el embarazo? El embarazo es un período que predispone la aparición de estrías en la piel. Son una de las principales preocupaciones de las mujeres porque pueden dejar una señal en la piel difícil de eliminar. Todos los cuidados son pocos en este período, procura que tu aumento de peso sea gradual y dentro de lo programado por tu médico.

Es aconsejable hidratar la piel 3 4 veces al día sobre todo en las áreas donde es más factible que aparezcan las estrías. Puedes comenzar -a partir de saber que estás embarazada- a utilizar cremas corporales específicas anti estrías o bien cremas humectantes. La piel bien hidratada y nutrida, conserva mejor su elasticidad y resiste mejor los estiramientos importantes. De esta forma sencilla el riesgo de aparición de estrías disminuye considerablemente pero no es ninguna garantía. Igualmente puede ayudarte el ejercicio.

  • Evita usar agua caliente durante el baño,  puedes tibiarla un poco, sobre todo si vives en un país muy frío.
  • Usa un jabón con pH neutro, a base de glicerina o vitamina E.
  • Enjabona tu cuerpo una vez al día, si deseas bañarte otra vez por la tarde sólo usa el jabón para refrescar las axilas y los genitales, enjuaga el resto de tu cuerpo con abundante agua fresca.
  • Sécate con una toalla suave, sin restregar, mas bien dándote toquecitos, para que tu cuerpo conserve la humedad.

Receta casera para la prevención de estrías
Aquí te damos una receta casera para que hidrates tu piel:

  • Una cucharada sopera de aceite de oliva
  • Una cucharada sopera de aceite de germen de trigo
  • 3 gotas de aceite esencial de sándalo

Piel grasa durante el embarazo

Puede dar lugar a la aparición de acné, debido a los cambios hormonales. Y aunque es difícil eliminarlos totalmente, estos son algunos consejos que pueden mantener los “granos” a raya:

  • Sigue una dieta equilibrada, no abuses de las grasas, los fritos y los dulces, es bueno para ti y para tu bebé.
  • Hidrátate bien, bebe suficiente agua a diario, es el mejor purificante de la piel.
  • Limpia la cara 2 veces al día con un jabón suave y usa un tónico sin alcohol después.
  • Usa una crema hidratante sin grasa para mantener la piel bien hidratada.
  • Elige productos para el cuidado de la piel y maquillaje que no obstruyan los poros y  que no sean grasos.

Consulta siempre a tu ginecólogo antes de usar cualquier medicamento para el acné de venta en farmacias, ya que pueden contener componentes no recomendables  durante la gestación.

Piel seca durante el embarazo

La piel puede pasar de estar grasa a seca en menos de un mes, debido a que  las hormonas fluctúan de forma natural. Una piel demasiado seca puede manifestarse con picores, descamación o incluso grietas y heridas.

Es fundamental  mantener la piel muy hidratada, preferiblemente aplicar las cremas después del baño o la ducha, cuando la piel todavía este húmeda.

Bebe mucho líquido, preferiblemente agua, las cremas tópicas hidratan la piel desde el exterior, pero el agua ayuda a hidratar tu piel desde el interior.

Elimina las células muertas de la piel con un limpiador suave y que contenga avena o leche de almendras.

Los lavados o baños demasiado frecuentes y con jabón, resecan más la piel, procura realizar duchas rápidas sin gel o con un jabón de pH neutro.

No abuses de los perfumes o colonias.

Humedece el ambiente. También puedes mantener el ambiente de la habitación con humedad, sobre todo en los meses de calor.

Comezón en el abdomen y en el pecho

Debido a que la piel se ha ido estirando durante el embarazo, se produce resequedad y puedes sentir algo de comezón. Es bastante común sentir comezón (picor), en especial en el abdomen y pechos a medida que crecen. Los cambios hormonales que estás experimentando también pueden, en parte, ser responsables.

¿Cómo puedo calmar la comezón? Evita darte duchas o baños calientes ya que pueden secarte la piel y empeorar la comezón. Usa jabón suave, enjuágate bien y sécate suavemente con una toalla. A continuación ponte crema hidratante sin perfume, ya que algunos perfumes pueden producir irritación.

De vez en cuando puedes darte un baño tibio de avena. (Puedes comprar preparados para baños de avena en las farmacias.) Usa ropa de algodón holgada y evita salir en las horas de mucho calor, porque el calor puede agudizar la comezón. La crema te la puedes aplicar varias veces durante el día.

Rozaduras

Al aumentar de peso, tu piel se pone irritada y húmeda, debajo de los senos y entre las piernas, incluso se puede inflamar y podrán formarse ampollas y hasta puedes tener olor. Trata de mantener esas áreas secas, usa talco y mantén tu piel fresca usando ropas de algodón para evitar en lo posible el sudor. Puede generarse una infección de hongos que es necesario curar antes del parto ya que puedes contagiar al bebé.

Palmas rojas o con comezón

El aumento del estrógeno puede causar el enrojecimiento y comezón de las palmas de las manos. También puede afectar las plantas de los pies en algunas mujeres. Al igual que la gran parte de los cambios que ocurren durante el embarazo, el enrojecimiento se desvanece después del parto.

Cambios en el cabello y el vello

Las fluctuaciones hormonales en el embarazo hacen que aumente el crecimiento del cabello o vello. Muchas mujeres embarazadas notan que el cabello se vuelve más grueso.

El efecto que este cambio va a producir en tu propia cabellera dependerá del tipo de cabello que tengas antes del embarazo, ya sea graso, normal o seco. De acuerdo a esto deberás cuidarlo.

  1. Cabellos secos. Notarás que tiene tu pelo mejor que nunca. Las hormonas aumentan la secreción grasa del cuero cabelludo y le dan mucha vitalidad, fuerza y brillo. También notarás una disminución en la cada del mismo. En este caso el aspecto de tu pelo se ver favorecido por el embarazo.
  2. Cabellos normales. En el caso de que tengas cabellos normales, trata de utilizar champús de uso frecuente que mantendrán tu pelo en óptimas condiciones.
  3. Cabellos grasos. Los cabellos grasos requieren de algunos cuidados especiales ya que como deberás lavarlos ms frecuentemente de lo habitual (por el aumento de su grasa), sólo debes usar champús muy suaves y evitar en lo posible el uso de secadores eléctricos.

Tinturas, decoloraciones y permanentes: Con respecto a los tintes, lo ideal es que durante el embarazo se utilicen los que están hechos a base de extractos vegetales como el Henna, que desaparecen al cabo de varios lavados.
Lo que no conviene utilizar son los colorantes que contengan amoniaco ni oxidante.

Actualmente, la mayoría de las tinturas fabricadas, poseen dosis mínimas de amoníaco que han demostrado una absorción prácticamente nula del mismo a través del cuero cabelludo y en consecuencia, no dañan al bebé.

No son aconsejables las decoloraciones y permanentes durante la gestación dado a que pueden provocar reacciones alérgicas en el cuero cabelludo. No hay estudios científicos que demuestren que hay riesgos en la salud del bebé con los químicos utilizados para decoloraciones y permanentes. Por precaución, recomendamos evitar su utilización.

Al cabo de 3 meses de dar a luz, la mayoría de las mujeres notan pérdida de cabello. Esto se debe a que las hormonas regresan a sus niveles normales lo que permite que el cabello regrese a su ciclo normal de crecimiento y caída.

Aunque no hay medicamentos para evitar la caída del cabello, ten en cuenta que esta situación no es permanente. El cabello volverá a crecer completamente al cabo de 3 a 6 meses.

Aparición de vello. A veces, crece vello en áreas donde no existía normalmente, como en la cara, el pecho y los brazos. Este nuevo crecimiento de vello se denomina hirsutismo y se cree que los cambios hormonales del cuerpo son responsables del mismo. El estado del cabello o vello debe normalizarse al cabo de 6 meses de dar a luz.

Si observas una cantidad abundante de vello que crece rápidamente en la cara, el pecho y el abdomen, esto puede ser la señal de un problema. Habla con tu médico si estás preocupada.

Si acaso te molesta, este vello puede eliminarse extrayéndolo con pinzas, cera, o afeitándolo, incluso empleando una técnica de láser de extracción de vello. Todas estas técnicas son seguras para las mujeres embarazadas o las que lactan.

Cambios en las uñas

Las uñas, al igual que el cabello y el vello, pueden cambiar durante el embarazo. Algunas mujeres observan que las uñas les crecen con mayor rapidez. Otras encuentran que las uñas tienden a partirse y quebrarse más fácilmente. Al igual que ocurre con los cambios en el cabello o vello, los cambios que afectan a las uñas se reducen después de dar a luz.

Arañas vasculares

La cantidad mayor de sangre en las venas durante el embarazo puede causar cambios en los vasos sanguíneos. Por consiguiente, pueden aparecer diminutas venas rojas en la piel, denominadas arañas vasculares. Las arañas vasculares son más comunes durante la primera mitad del embarazo.
Casi dos terceras partes de mujeres embarazadas con piel más blanca y aproximadamente una tercera parte de las mujeres embarazadas con piel oscura las tendrán en la cara, el cuello y los brazos. Nuevamente, el enrojecimiento se desvanece después de dar a luz.

  • La vitamina C y no cruzar las piernas, ayudan a que no se acentúen (en las piernas). No duelen ni causan ningún malestar y generalmente se desvanecen después del parto.
  • Para disminuir la posibilidad de que se presenten en la cara, no te expongas a climas extremos: calor, o frío ya que la exposición a ellos puede agravar el problema.

Venas varicosas

El peso y la presión en el útero pueden reducir el flujo de sangre hacia la parte inferior del cuerpo y hacer que las venas en las piernas se hinchen, vuelvan azuladas y duelan. Estas venas se denominan venas varicosas y pueden aparecer cerca de la vagina (varices vulvares) y el recto (por lo general se conocen como hemorroides). En la mayoría de los casos, las venas varicosas no causan problemas.
Es más probable que presentes venas varicosas si alguien en tu familia las ha tenido. Aunque no puedes prevenirlas, hay ciertas medidas que puedes tomar para reducir la hinchazón, aliviar el dolor y evitar que empeoren:

  • Si tienes que estar sentada o de pie por mucho tiempo, asegúrate de moverte de vez en cuando.
  • No te sientes con las piernas cruzadas.
  • Eleva las piernas en el escritorio, sofá, banquillo o una silla, tan a menudo como puedas.
  • Realiza ejercicios regularmente, por ejemplo, caminar, nadar o correr en una bicicleta estacionaria.
  • Usa medias de compresión.

Trastornos de la piel.

Hay ciertos trastornos de la piel que pueden surgir durante el embarazo. Éstos pueden causar molestias que a menudo pueden aliviarse con tratamiento.

Erupciones

Pápulas y placas urticarianas pruriginosas del embarazo. Son  formaciones  de pequeñas protuberancias y ronchas rojas que se presentan por lo general en el tercer trimestre. Estas protuberancias pueden formar parches grandes y causar mucha comezón.

Es más común entre las mujeres que están embarazadas de mellizos o gemelos y aquellas que son primerizas. A menudo comienzan en el abdomen y se propagan a los muslos, glúteos y senos.

Esta erupción es inofensiva tanto para ti como para tu bebé, pero la sensación de comezón puede volverse ¡insoportable!, desaparece por lo general en los días posteriores al parto, aunque algunas veces persiste durante varias semanas. (En raras ocasiones, puede incluso comenzar después del parto.) Por suerte, no es común que se repita en embarazos posteriores. Mientras tanto, tu médico puede recetarte una crema que alivia la picazón.

Prurigo del embarazo (comezón o picazón del embarazo). Con el prurigo del embarazo aparecen diminutas protuberancias que causan picazón y parecen mordeduras de insectos en prácticamente cualquier parte del cuerpo pero es probable que aparezcan primero en las manos, los pies, los brazos y las piernas y por lo general comienza con unas pocas protuberancias que aumentan cada día.

Si bien las erupciones te pueden dar comezón y ser muy fastidiosas, el prurigo del embarazo no es peligroso para el bebé. Esta afección, por lo general, se origina en los comienzos del tercer trimestre y puede durar hasta tres meses después del parto. Casi siempre puede tratarse con medicamentos.

Infórmale a tu médico si te aparece cualquier tipo de sarpullido durante el embarazo. Es aconsejable que tu médico lo examine y te recomiende un tratamiento apropiado o te mande a un dermatólogo.

Papilomas cutáneos. Los papilomas cutáneos son tumores benignos o pedunculares pequeños, suaves y de color de la piel que salen de ésta (como verrugas). Por lo general aparecen en el cuello, senos o axilas. La causa más probable son los cambios hormonales que provocan una hiperactividad en la capa superior de tu piel. Los papilomas cutáneos pueden desaparecer por si solos después del parto, pero si no es así, puedes acudir a un dermatólogo para que te los extraiga.

Colestasis del embarazo

La colestasis es el trastorno más común del hígado que ocurre sólo durante el embarazo. El síntoma principal es picazón aguda en la palma de las manos y la planta de los pies que puede propagarse al tronco del cuerpo.

Los síntomas por lo general comienzan durante el tercer trimestre y a menudo desaparecen al cabo de pocos días de dar a luz. La colestasis puede regresar, sin embargo, en embarazos posteriores.

Si tu médico te diagnostica este trastorno tras realizar análisis de sangre, se les vigilará cuidadosamente a ti y a tu bebé durante el tercer trimestre. Esto se debe a que la colestasis puede aumentar el riesgo de un parto prematuro y otros problemas, como muerte fetal.

Tu médico también puede recomendarte cremas que alivian la picazón y agregar almidón de maíz (maicena) al agua de baño para aliviar este síntoma y las molestias que produce. En algunos casos se trata con medicamentos.

Enfermedades preexistentes

Algunas mujeres con ciertas enfermedades de la piel antes del embarazo notarán que sus trastornos empeoran o mejoran mientras están embarazadas. Por ejemplo, la dermatitis atópica es una enfermedad crónica de la piel que causa llagas en la piel y a menudo empeora durante el embarazo. Sin embargo, la psoriasis, que es otra enfermedad crónica de la piel que causa parches elevados de piel roja, puede mejorar. Si tienes algún tipo de enfermedad en la piel, infórmale a tu médico si observas algún cambio en los síntomas mientras estás embarazada.

Infórmale a tu médico si te aparece cualquier tipo de sarpullido durante el embarazo. Es aconsejable que tu médico lo examine y te recomiende un tratamiento apropiado o te mande a un dermatólogo.

¿Cómo hacerle frente a los cambios?

Consulta siempre con tu médico antes de usar cremas o ungüentos medicados para tratar los problemas de la piel. Algunos son peligrosos para las embarazadas
Otros consejos que ayudan a aliviar las molestias son:

  • Báñate  con un jabón suave.
  • Evita salir en horas de mucho calor, porque aumentaría la comezón
  • Evita usar telas y ropa que te irriten la piel
  • Aplica un humectante a la piel dos veces al día
  • Usa ropa holgada  de algodón
  • No te des baños prolongados ya que esto te deshidratara  y aumentará la molestia de la comezón
  • Té de manzanilla  fresco,  aplícalo con un algodón sobre la cara bien limpia durante 15 minutos, te ayudará a “aclarar” tu piel y actúa como calmante y refrescante

¿Cuándo debo llamar al médico?

La mayoría de los cambios en la piel que aparecen durante el embarazo son inofensivos e indoloros. Debes consultar con tu médico cuando tienes:

  • Comezón aguda.
  • Oscurecimiento de la piel con otros síntomas. Ciertas clases de oscurecimiento de la piel pueden ser un signo de problemas graves.

Llama a tu médico si el cambio del color de la piel viene acompañado de dolor, molestia, enrojecimiento o sangrado, o si nota cambios en el color, forma o tamaño de un lunar.

Referencias

http://www.acog.org/For_Patients/Search_Patient_Education_Pamphlets_-_Spanish/Files/Trastornos_de_la_piel_durante_el_embarazo
http://nacersano.marchofdimes.com/embarazo/cambios-en-la-piel.aspx
http://www.livestrong.com/es/31-semanas-embarazo-info_16159/
http://www.conmishijos.com/embarazo/embarazo-semana-a-semana/cambios-en-la-piel-durante-las-primeras-semanas-de-embarazo.html
http://www.natalben.com/cuidados-embarazo/piel-estrias-celulitis
http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/patientinstructions/000611.htm
http://mom.me/parenting/5374-skin-issues-third-trimester-pregnancy/
http://www.babycenter.com.au/a222/skin-changes-during-pregnancy