Ultrasonido
Durante, Embarazo, Semanas 25 - 40

Ultrasonido o ecografía en el tercer trimestre de embarazo

Introducción

 

Si tu embarazo es normal y no has tenido problemas, probablemente ya no te harán más ultrasonidos después de la semana 20 hasta llegar al tercer trimestre.

Tu médico vigilará el crecimiento y bienestar de tu bebé midiendo la altura del fondo uterino (la distancia entre tu pelvis y la altura máxima de tu abdomen), escuchando el latido del corazón del bebé a través de un Doppler y se asegurará también de que te mantienes saludable tomando en cada visita tu presión arterial, y pidiéndote análisis de orina y de sangre.

¿Con qué frecuencia se deben hacer los ultrasonidos durante el embarazo?

No hay ninguna regla rígida acerca del número de ultrasonidos que una mujer debe tener durante su embarazo.

Si has tenido complicaciones en los embarazos anteriores o si sufres de algún problema de salud como diabetes o presión arterial elevada, entonces te harán ultrasonidos regularmente durante todo el embarazo y uno o más durante el tercer trimestre para vigilar la salud de tu bebé.

Pero por lo general, se realizan tres ultrasonidos, uno en cada trimestre.

Han transcurrido 40 años desde que el ultrasonido se utilizó por primera vez en mujeres embarazadas.

Hasta ahora, en estudios llevados a cabo por varios grupos de investigadores, no se ha encontrado ninguna evidencia conclusiva de que produzca algún daño a la madre o al feto.

¿Cuándo se realiza el ultrasonido del Tercer Trimestre?

Se realiza entre las semanas 32 y 36. En algunos países se hace de rutina. Es la tercera de las ecografías recomendadas, después de la de la semana 12 y la de la semana 20. No requiere un grado de especialización tan alto ni un equipo de alta calidad, como la de la semana 20.

Esta ecografía se prescribe de forma rutinaria a todas las embarazadas. Revela información muy útil para los especialistas, ya que así podrán hacerse una idea de cómo será el parto. Para la embarazada es, además, muy emocionante volver a ver a su bebé en el útero antes de que nazca.

¿Qué información proporciona un ultrasonido del tercer trimestre?

 

Esta ecografía va a obtener información muy valiosasobre el estado del bebé y su evolución de cara al parto.

La ultrasonografía del tercer trimestre se centra particularmente en placenta, líquido amniótico y crecimiento fetal (en esta época del embarazo los bebés son más susceptibles a presentar problemas de crecimiento) así como situación, presentación y actitud fetal sin descuidar los parámetros de los primeros trimestres:

Valorar el perfil biofísico del feto: su frecuencia cardíaca, sus movimientos respiratorios y corporales y el tono fetal.

  • Se medirá la circunferencia de la cabeza del bebé y del abdomen y el largo del fémur. Si todas las medidas están dentro de los límites normales, entonces el bebé tendrá un tamaño promedio.
  • En algunos casos se recomienda un segundo ultrasonido en dos semanas porque los bebés crecen en etapas y es más fácil detectar problemas cuando se hacen seriados.
  • Un bebé con una cabeza normal o dentro del promedio y un abdomen pequeño, puede simplemente ser un bebé pequeño pero saludable (los bebés vienen en todos los tamaños y formas). Sin embargo, algunas veces esto indica que el bebé no está creciendo en forma adecuada –a este problema se le da el nombre de “restricción del crecimiento intrauterino”- especialmente cuando hay reducción del líquido amniótico. Cuando existe esta sospecha, se recomienda una ecografía Doppler que nos da información sobre las características del flujo a través de los vasos sanguíneos (principalmente los del cordón umbilical) que le informan al médico sobre normalidad o anormalidad.

Salud fetal. En el ultrasonido es posible constatar la salud del bebé al tomar sus medidas, observar el flujo sanguíneo y simplemente al verlo mover y actuar. Un bebé sano se estira y flexiona, mueve sus brazos y piernas, abre y cierra las manos, agita los dedos de la mano y del pie y mueve sus labios y lengua. Respira el líquido amniótico y esto le ayuda a madurar sus pulmones. Podrás tener una idea de cómo será tu bebé simplemente con la foto que tomarán de su carita.

Un bebé que no hace estas cosas puede ser que no esté recibiendo suficiente oxígeno de la placenta y puede tener el riesgo de un parto prematuro. Como ya lo mencionamos, esto se confirma con un estudio Doppler.

Número de fetos: casi siempre existirán ultrasonidos previos donde ya se estableció el número de fetos.

Posición fetal: Conocer la colocación del feto dentro del útero. Ya estamos cerca del final del embarazo. Saber cómo se encuentra el feto puede ser importante a la hora de planificar la finalización del embarazo y el tipo de parto.

Los bebés se mueven y cambian de posición frecuentemente durante el embarazo, pero esto se disminuye al llegar a la semana 34 y, generalmente, cerca de la semana 36, se voltea de cabeza y así seguirá hasta el parto. Cuando el bebé se coloca transversal o de nalgas, puede predecirse que también hay problemas en la posición de la placenta.

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Anomalías fetales: La ecografía más adecuada para el estudio anatómico del feto es la de la semana 20. En el tercer trimestre existe menos cantidad de líquido amniótico, el feto se mueve con menos libertad y además las estructuras óseas están más calcificadas. Todo esto hace que la evaluación anatómica sea peor que en la semana 20.

No obstante, puede detectarse alguna anomalía de aparición tardía o no detectada en la ecografía de la semana 20. En esta ecografía el especialista presta especial atención a los órganos en los que es más probable que aparezcan anomalías tardías, entre estos se incluye los riñones, la vejiga y la cara.

Características de la placenta: Se estudia el grado de madurez de la placenta, ya que si la placenta envejece de manera prematura puede acarrear problemas de oxigenación y nutrición al feto. Una placenta joven es lisa y homogénea; una placenta vieja está muy segmentada y tiene muchas calcificaciones y lagunas vasculares.

También es muy importante constatar su localización, para descartar que su implantación esté tapando, total o parcialmente, el cuello del útero, que como sabemos debe dilatarse para permitir el paso del feto. Si la placenta es previa el parto vaginal no es posible y las contracciones pueden desencadenar una hemorragia que puede comprometer la salud de la madre y del bebé.

Características de cordón umbilical:Es necesario conocer el número de vasos que tiene: en condiciones normales consta de dos venas y una arteria. Se debe evaluar la zona de inserción en la placenta. Lo normal es que se inserte en la zona central, en casos de inserción muy periférica o a través de las membranas que forman la bolsa puede haber problemas de crecimiento fetal o hemorragias.

 

Circulares de cordón: También se debe evaluar si existen (es un episodio al azar producido porque en el cuello del bebé se da una o varias vueltas el cordón umbilical). Conocer esta circunstancia puede ayudar a valorar cambios en la gráfica de monitorización y estar un poco más alerta en el transcurso de la dilatación, pero no debe constituir un motivo de preocupación, ya que las circulares de cordón son muy frecuentes, aproximadamente en el 15 por ciento de los partos y rara vez existen complicaciones por este motivo.

Cantidad de líquido amniótico: El líquido amniótico está formado, fundamentalmente, por orina fetal. Su diminución constituye siempre un signo de alarma. Puede estar disminuido en casos de pérdida del bienestar fetal, como manifestación de una situación de retraso de crecimiento.

Su disminución o ausencia también puede deberse a rotura de la bolsa. En otros casos puede estar aumentado, muchas veces sin causa aparente, pero en otros debido a diabetes o determinadas anomalías fetales.

 

Longitud cervical: La longitud del cuello del útero es un factor que ayuda a predecir la posibilidad de un parto prematuro. El cuello del útero es una estructura en forma de cono truncado, que durante el embarazo mide unos 3-4 centímetros. Cuando se inicia el parto, en una primera fase, el cuello se acorta hasta llegar a desaparecer, es decir pasa de medir 3-4 centímetros de longitud a convertirse en una fina membrana de unos 3 milímetros de espesor.

A partir de aquí, comienza la dilatación. En algunos casos, el cuello se puede acortar de manera prematura, aumentando el riesgo de parto pretérmino. En mujeres con contracciones antes de tiempo o antecedentes de partos prematuros, la medición de la longitud del cuello  le permite al médico predecir el riesgo de parto prematuro y en caso afirmativo tomar las medidas oportunas para evitar el desencadenamiento del parto (reposo, medicamentos que disminuyen las contracciones…).

En caso de embarazo gemelar permite conocer la situación de cada gemelo dentro del útero y programar el tipo de parto más adecuado a esta circunstancia.

 

Se calcula el peso del feto (estimado) y su edad gestacional.

Evaluación del útero. Algunas tumoraciones pélvicas, en particular miomas de gran tamaño pueden estar localizados en la parte baja del útero impidiendo el descenso de la cabeza fetal. En estas circunstancias es necesario programar una cesárea.

¿Qué cosas no nos puede decir el ultrasonido del tercer trimestre?

Si la fecha es correcta. Después de las primeras 20 semanas, cada bebé es diferente en tamaño y forma. Si tu bebé es más pequeño o más grande que el promedio a las, por ejemplo, 34 semanas, esto no quiere decir que sea menor o mayor su edad gestacional. Esta fecha tiene que establecerse a las 20 semanas de embarazo.

 

De dónde proviene el sangrado. Un pequeño sangrado es bastante común en el tercer trimestre del embarazo y puede venir del cuello uterino o más adentro del útero. El ultrasonido puede asegurarte que tu bebé no es afectado por el sangrado, pero difícilmente puede ver la causa.

Cuánto pesa tu bebé. Mientras más grande sea el bebé y más cerca esté del término del embarazo, más difícil será detectar su peso. Su cabeza puede estar más encajada en la pelvis como para poderla medir y aún cuando sea posible medir su abdomen, no se pueden tomar otros datos en cuenta como por ejemplo qué tan largo es.

¿Cómo debo prepararme para la ecografía?

Cuando te vayan a realizar la ecografía lleva ropa que te permita descubrir el abdomen con facilidad. Es conveniente que la vejiga esté llena de orina, pues ello ayuda al médico a localizar los órganos que están en la pelvis y permite obtener imágenes más claras.

Para conseguirlo puedes vaciar tu vejiga y beber 2 vasos de agua una hora antes de la exploración y tratar de no orinar hasta que sea realizada. La vejiga no debe estar tan llena como para causar dolor.

Te recostarán en una camilla con el vientre descubierto desde la parte más baja. Para mejorar el contacto entre el transductor y la superficie del abdomen te aplicarán un gel o aceite.

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En ocasiones es necesaria una exploración a través de la vagina para intentar obtener imágenes más nítidas. Para ello utilizan una sonda diseñada especialmente, la incomodidad de esta exploración es similar a la de un tacto vaginal.

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¿Por qué algunas mujeres se sienten mal durante el ultrasonido?

 

En este trimestre, con el crecimiento del bebé el útero se hace más grande y pesado. Al acostarte sobre tu espalda para que te hagan el ultrasonido, puedes sentir mareos y nausea, especialmente en el caso de un embarazo múltiple o de un bebé grande.

Esta sensación de desmayo se debe a un descenso en tu presión arterial causada por la compresión que provoca el útero y el bebé, de las venas que corren en la parte de atrás del abdomen materno (la vena cava inferior).

Por favor, coméntalo de inmediato con el especialista para que te cambien de posición de inmediato antes de que te sientas peor.

 

¿Para qué sirven los resultados obtenidos en esta prueba?

La información que revela la ecografía del tercer trimestre es muy útil para que el especialista pueda, a grandes rasgos, determinar cómo será el final del embarazo, el parto.

En algunas ocasiones, la información obtenida en esta prueba hace sospechar al médico que habrá que programar un parto por cesárea. En estos casos, generalmente se realizará otra ecografía más adelante.

¿Qué circunstancias pueden dificultar una correcta interpretación ecográfica?

 

En resumen, la obesidad materna, la escasez o ausencia de líquido amniótico y la presencia de miomas son factores que pueden dificultar una correcta evaluación fetal.

Como ya lo mencionamos anteriormente, esta es una ecografía dedicada más a la valoración del tamañoy bienestar fetal que al diagnóstico de anomalías fetales.

 

¿Cuándo se realiza por vía vaginal?

La ecografía del tercer trimestre se realiza por vía abdominal, pero hay alguna circunstancia que puede requerir evaluación por vía transvaginal.

La medición del largo del cuello del útero (longitud cervical) es más precisa por esta vía. En algunos casos de sospecha de placenta previa, la ecografía vaginal puede ayudar a tu médico a confirmar el diagnóstico o a descartarlo y para valorar con mayor precisión alguna estructura fetal que se encuentre en la parte inferior del útero

Referencias:

Cáncer y embarazo, Complicaciones, Durante, Embarazo, Otras

Cáncer de Seno (mama) en el embarazo

Los procesos oncológicos que con más frecuencia se asocian al embarazo son el cáncer de mama y el cáncer invasor de cuello uterino, representando cada uno el 25% del total de cánceres y embarazo. El 3% de estos cánceres ocurren durante la gestación complicando 1 de cada 3000 embarazos.

El cáncer de seno se considera “asociado” al embarazo si es diagnosticado durante el embarazo o hasta un año posterior al parto.

 ¿Qué es el cáncer?

El cuerpo está compuesto por millones de millones de células vivas. Las células normales del cuerpo crecen, se dividen formando nuevas células y mueren de manera ordenada. Durante los primeros años de vida de una persona, las células normales se dividen más rápidamente para facilitar el crecimiento. Una vez que se llega a la edad adulta, la mayoría de las células sólo se dividen para remplazar las células desgastadas o las que están muriendo y para reparar lesiones.

El cáncer se origina cuando las células en alguna parte del cuerpo comienzan a crecer de manera descontrolada. Existen muchos tipos de cáncer, pero todos comienzan debido al crecimiento sin control de células anormales.

En la mayoría de los casos, las células cancerosas forman un tumor. Las células cancerosas a menudo se trasladan a otras partes del organismo donde comienzan a crecer y a formar nuevos tumores que remplazan al tejido normal. A este proceso se le conoce como metástasis. Ocurre cuando las células cancerosas entran al torrente sanguíneo o a los vasos linfáticos de nuestro organismo.

Los diferentes tipos de cáncer se pueden comportar de manera muy distinta. Por esta razón, las personas con cáncer necesitan un tratamiento que sea específico para el tipo particular de cáncer que les afecta

¿Qué es el cáncer de seno?

El cáncer de seno (mama) es una afección por la cual se forman y proliferan células malignas (cancerosas) en los tejidos de la mama.

Existen dos tipos principales:

  • El carcinoma ductal que comienza en los conductos que llevan leche desde la mama hasta el pezón. La mayoría de los cánceres de mama son de este tipo.
  • El carcinoma lobulillar comienza en partes de las mamas, llamadas lobulillos, que producen leche.

El cáncer de mama puede ser, o no, invasivo. Esto significa que se ha propagado desde el conducto galactóforo o lobulillo a otros tejidos en la mama. No invasivo significa que aún no ha invadido otro tejido mamario. El cáncer de mama no invasivo se denomina in situ.

  • El carcinoma ductal in situ (CDIS), o carcinoma intraductal, es un cáncer de mama en el revestimiento de los conductos galactóforos que todavía no ha invadido tejidos cercanos. Sin tratamiento, puede progresar a cáncer invasivo.
  • El carcinoma lobulillar in situ (CLIS) es un marcador del aumento del riesgo de cáncer invasivo en la misma o ambas mamas.

La asociación de cáncer de mama y embarazo se define como la aparición de un tumor maligno mamario en la gestación o durante el primer año posparto.

 ¿Qué es el seno o mama?

La mama es una glándula que está compuesta de lóbulos y conductos. Cada mama tiene entre 15 y 20 secciones llamadas lóbulos, que tienen secciones más pequeñas llamadas lobulillos. Los lóbulos y los lobulillos están conectados por tubos delgados llamados conductos.

Cada mama contiene también vasos sanguíneos y vasos linfáticos. Los vasos linfáticos transportan un líquido prácticamente incoloro llamado linfa. Los vasos linfáticos conducen a órganos pequeños en forma de frijol llamados ganglios linfáticos que ayudan al cuerpo a defenderse contra infecciones y enfermedades. Los ganglios linfáticos se encuentran en todo el cuerpo. Grupos de ganglios linfáticos se encuentran cerca de la mama en la axila (bajo el brazo), sobre la clavícula (hueso que va del centro del tórax al hombro) y en el tórax, por detrás del esternón.

Causas

Se desconoce el por qué una mujer puede desarrollar cáncer de seno, pero se piensa que puede ser por una combinación de factores genéticos (herencia), del medio ambiente y del estilo de vida de la mujer.

Factores de riesgo

Los factores de riesgo que no se pueden cambiar abarcan:

  • Edad y sexo: El riesgo de padecer cáncer de mama aumenta a medida que la mujer envejece. La mayoría de los casos de cáncer de mama avanzado se encuentra en mujeres de más de 50 años.
  • Antecedentes familiares de cáncer de mama: existe un riesgo más alto de padecer cáncer de mama si tienes un familiar cercano que haya padecido este tipo de cáncer, al igual que cáncer uterino, ovárico o de colon.
  • Genes: Algunas personas tienen mutaciones genéticas (cambios en los genes) que las hacen más propensas a enfermarse de cáncer de mama.
  • Ciclo menstrual: Las mujeres que inician tempranamente sus períodos menstruales (antes de los 12 años) o llegan a la menopausia tarde (después de los 55) tienen un riesgo mayor de cáncer de mama.

Otros factores de riesgo abarcan:

  • Consumo de alcohol: El consumo de más de 1 o 2 vasos de alcohol al día puede incrementar el riesgo de cáncer de mama.
  • Parto: Las mujeres que nunca han tenido hijos o que los tuvieron recién después de los 30 años tienen un mayor riesgo de presentar cáncer de mama.
  • DES: Las mujeres que tomaron dietilestilbestrol (DES) para evitar abortos pueden tener un mayor riesgo de sufrir cáncer de mama después de los 40 años.
  • Hormonoterapia: Existe un mayor riesgo de cáncer de mama si ha recibido hormonoterapia con estrógenos durante algunos años o más.
  • Obesidad: Ha estado asociada con el cáncer de mama, aunque este vínculo no se ha comprendido por completo.
  • Radiación: Si recibiste radioterapia cuando eras niña o adulta joven para tratar un cáncer del área del tórax, tienes un riesgo muy alto de padecer cáncer de mama.

Los implantes mamarios, el uso de antitranspirantes y el uso de sostenes con varillas no aumentan el riesgo de cáncer de mama. Tampoco existe ninguna prueba de un vínculo directo entre el cáncer de mama y los pesticidas.

El embarazo como factor de riesgo

El cáncer de seno es muy poco común durante el embarazo, pero cada vez más son las mujeres que deciden tener sus hijos a una mayor edad, y con ello, el riesgo de cáncer aumenta a medida que la edad de la mujer aumenta. Es por esto que los médicos esperan que en el futuro haya más casos de cáncer de seno durante el embarazo.

El cáncer de seno se diagnostica en aproximadamente 1 de cada 3,000 mujeres embarazadas. Y el cáncer de seno es el tipo de cáncer que con más frecuencia se da durante el embarazo, la lactancia o dentro del primer año tras el nacimiento del bebé.

Puede que hayas escuchado que se le refiera como cáncer de seno gestacional o cáncer de seno asociado a embarazo.

En algunas ocasiones se detecta (encuentra) cáncer de seno (mama) en mujeres embarazadas o que acaban de dar a luz. En estas mujeres, el cáncer de seno se presenta con mayor frecuencia entre los 32 y los 38 años de edad.

Existen algunos factores de riesgo que SÍ están asociados al cáncer de mama:

  • La edad: el riesgo aumenta con la edad
  • La dieta: el sobrepeso y el abuso en el consumo de alcohol pueden aumentar el riesgo
  • La historia familiar: una mujer con un pariente en primer grado con cáncer de seno, incrementa su riesgo dos o tres veces.
  • El sexo: las mujeres tienen un riesgo mayor que los hombres.
  • Las hormonas: Mientras más expuestas al estrógeno, mayor es su riesgo (empiezan a menstruar antes de los 11 años, tienen ciclos menstruales más cortos o más largos de los 26 a 29 días, tienen su primer hijo después de los 30 años o terminan de menstruar después de los 55 años.
  • Estilo de vida: la falta de ejercicio aumenta el riesgo.
  • Historia médica: la mujer que ya tuvo cáncer de seno, tiene más riesgo de desarrollar cáncer en la otra glándula mamaria.
  • El uso de anticonceptivos o de tratamiento hormonal de reemplazo.
  • Empieza a existir evidencia de que el cigarro puede estar contribuyendo al incremento de esta enfermedad.

El embarazo afecta el riesgo de cáncer de seno posteriormente en la vida: El embarazo ocasiona muchos cambios hormonas en el cuerpo. Por una parte, el embarazo detiene los ciclos menstruales de cada mes y cambia el equilibrio hormonal hacia la progesterona en vez del estrógeno. Debido a esto, puede que las mujeres que tengan varios embarazos durante su juventud presenten un riesgo ligeramente menor de cáncer de seno posteriormente, pues quedan expuestas a menos estrógeno. Por otro lado, las mujeres que no han tenido hijos o que tuvieron su primer embarazo después de los 30 años tienen un riesgo de cáncer del seno ligeramente mayor.

La lactancia afecta el riesgo de cáncer de seno: Algunos estudios sugieren que la lactancia puede reducir ligeramente el riesgo de padecer cáncer de seno. Esto es más probable cuando una mujer amamanta de 1½ a 2 años. Pero esto ha sido algo muy difícil de estudiar, especialmente en lugares como los Estados Unidos, donde la lactancia por un periodo tan prolongado como éste no es común.

Una manera de explicar este posible efecto puede ser que la lactancia reduce el número total de ciclos menstruales en la vida de una mujer. Esto es muy similar a comenzar los periodos menstruales a una edad mayor o experimentar la menopausia temprano.

El factor de riesgo más importante es, ser mujer

Síntomas

El cáncer de mama precoz generalmente no causa síntomas; razón por la cual los exámenes regulares de las mamas son importantes. La forma más común de detectar este padecimiento es cuando tú misma observas cambios físicos en el aspecto de los pechos.

Si notas una bolita –que generalmente es indolora- o cualquier cosa que creas que no es normal en tus pechos, acude de inmediato a tu médico.

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Diagnóstico durante el embarazo

Aún cuando es muy importante que el tumor sea detectado en las primeras etapas, en el caso de una mujer embarazada puede tardar en detectarse tres veces más que en una mujer no embarazada, esto implica un retraso en el diagnóstico de 3 a 6 meses, con lo que se aumenta el riesgo de diseminación del tumor a los ganglios linfáticos en un 5-10%.

Este retraso se debe a que toda mujer embarazada sufre cambios fisiológicos importantes en sus pechos:

La influencia del estrógeno y la progesterona causan un aumento en el flujo de sangre y en la grasa lo que da como resultado un aumento en el tamaño de las glándulas que producirán la leche.

Al prepararse para la lactancia, los senos pueden hasta duplicar su tamaño y peso, hacerse más sensibles y presentar protuberancias. El tejido mamario se hace más denso y puede ocultar el cáncer en etapa inicial.

Además, los cambios iniciales causados por el cáncer podrían confundirse fácilmente por los cambios naturales que se dan con el embarazo. Los diagnósticos demorados continúan siendo el mayor problema con el cáncer de seno durante el embarazo.

  • la irritación de los conductos del seno por el crecimiento durante el embarazo, en algunas ocasiones produce salida de sangre la cual, generalmente, es una situación benigna.

Es por todo esto que el médico generalmente aduce los cambios al embarazo demorándose el diagnóstico de cáncer de mama el cual se detecta finalmente cuando ya está en un estadio más avanzado y el cáncer se ha diseminado a los ganglios.

Si encuentras una masa o nota cualquier cambio en tus senos, debes tomarlo en serio. Si tu médico no considera necesario hacerte estudios, tal como un mamograma, pregunta acerca de otras clases de estudios por imágenes y busca una segunda opinión. Cualquier cambio sospechoso del seno debe ser sometido a biopsia antes de asumir que son una respuesta normal al embarazo.

Incluso durante el embarazo, la detección temprana es un aspecto importante para la salud mamaria.

Diagnóstico

Es importante que tu ginecólogo haga una revisión completa de las mamas al principio del embarazo, antes de que se inicien los cambios fisiológicos mencionados. Durante la gestación se deben realizar revisiones periódicas y si el médico detecta cualquier alteración en la exploración física de la mama, de inmediato te pedirá que te realices las pruebas diagnósticas necesarias sin retrasarlas hasta después del parto.

La evaluación y tratamiento del cáncer de mama debe ser realizada por un equipo multidisciplinario de médicos especialistas, coordinados por el ginecólogo, que colaboren cercanamente para lograr los mejores resultados posibles.

En el caso de que se detecte una alteración en la mama, seguramente el ginecólogo te pedirá que te realices alguna de estas pruebas o todas ellas:

  • Ecografía o ultrasonido de la glándula mamaria: Se realiza con un aparato denominado ecógrafo. Es útil para valorar si el nódulo que se palpa es un quiste o una masa sólida que requiere realizar más estudios.
    • Es una prueba muy empleada durante el embarazo, ya que no emite radiación y permite el estudio de una mama densa, típica del embarazo. Esta técnica no discrimina entre lesiones benignas y malignas de manera completamente concluyente.
  • Mamografía o mastografía: Es una radiografía especial de la mama, que se realiza con un mamógrafo. La mastografía supone un riesgo mínimo de exposición a radiación para el feto, siempre que se emplee la protección  adecuada. El riesgo disminuye también dependiendo del trimestre del embarazo en que te encuentres (en el tercer trimestre prácticamente no existe riesgo).
    • Sin embargo en el embarazo, la mastografía no se debe realizar como prueba de rutina. Está indicada cuando es necesario evaluar nódulos palpables y para localizar carcinomas ocultos ante la presencia de otros hallazgos clínicos que hagan sospechar un tumor.
  • Biopsia: El diagnóstico definitivo de la lesión se puede realizar de manera segura con una punción aspiración de aguja fina (PAAF) o con una biopsia de la zona. En el primer caso se obtienen células por aspiración con una aguja fina, que posteriormente son estudiadas al microscopio. En el segundo, bajo anestesia local o general se obtiene una muestra de tejido del nódulo o de la zona sospechosa. En esto no se realizan diferencias respecto a la mujer no embarazada.
  • Resonancia Nuclear Magnética de la mama: Al ser una técnica que no emplea radiaciones ionizantes, es segura para el feto y puede ser utilizada durante la lactancia; la eficacia para un diagnóstico fiable es alta.

El examen de las mamas debe formar parte de la atención prenatal y postnatal.

A fin de detectar el cáncer de seno (mama), las mujeres embarazadas y lactantes deben aprender a examinar ellas mismas sus mamas y tu médico seguramente te pedirá que te hagas algunos estudios de laboratorio y de imagen como parte de tu visita prenatal y postnatal de rutina.

Estadios del cáncer de seno

Cuando el médico ha confirmado el diagnóstico de cáncer de seno, es importante entonces determinar el tipo de tumor y el estadio del cáncer para saber si hay diseminación de las células cancerosas dentro de la mama o a otras partes del cuerpo.

El proceso utilizado para determinar si el cáncer se ha propagado dentro de la mama o a otras partes del cuerpo se llama estadificación. Es importante hacerlo para que el médico pueda planificar el tratamiento. Según el sistema TNM (tumor, nódulos, metástasis), se consideran los siguientes estadios en el cáncer de mama:

  • Estadio 0: cáncer “in situ”, es una lesión precancerosa o precursora de cáncer, describe el más temprano de los cánceres de mama. En este estadio no existe riesgo de diseminación, pero si no se trata, muchas de estas mujeres desarrollarán un cáncer invasor.
  • Estadio I: El cáncer ya es invasor (ya tiene la capacidad de diseminarse), pero está confinado en la glándula o mama y mide menos de 2 cm de diámetro.
  • Estadio II: El tumor mide entre 2 y 5 cm y puede haber afectado ganglios linfáticos.
  • El estadio III: ocurre cuando el tumor mide más de 5 cm, puede llegar a afectar músculos y la piel de la glándula y casi siempre a múltiples ganglios linfáticos.
  • El estadio IV: es la etapa más avanzada e implica que la enfermedad se ha diseminado a otros órganos: hueso, hígado, pulmón, cerebro, etc.

El cáncer recurrente es aquel que reaparece a pesar de los tratamientos aplicados a una persona. La recurrencia puede aparecer unos cuantos meses o muchos años después del tratamiento inicial.

Los métodos empleados para determinar el estadio del cáncer de seno (mama) pueden modificarse para hacerlos más seguros para el feto.

Los métodos estándar para las imágenes por resonancia magnética pueden adaptarse para exponer al bebé a menos radiación. Las pruebas para medir la concentración hormonal en la sangre también pueden utilizarse en el proceso de clasificación en estadios.

Tratamiento

Una vez que se ha confirmado el diagnóstico, el ginecólogo y el equipo multidisciplinario de médicos especialistas deberán evaluar los tipos de tratamiento  disponibles para cada caso en particular.

Existen diferentes tipos de tratamiento para el cáncer de mama. Las opciones terapéuticas para las mujeres embarazadas dependen de varios factores:

  • El estadio del cáncer (si está localizado en la mama solamente o si se ha diseminado a otras partes del cuerpo).
  • El tamaño del tumor.
  • El tipo de cáncer de mama.
  • La edad del feto.
  • Si se presentan síntomas.
  • La salud general de la embarazada y su opinión y preferencia.

El tratamiento no debe de posponerse por el embarazo.

Se utilizan varios tipos de tratamiento:

Cirugía: Es el primer tratamiento que se realiza en la mayoría de las mujeres con cáncer de mama durante el embarazo. La cirugía consiste en extirpar el tumor y una zona, más o menos amplia, de tejido mamario sano y la extracción de los ganglios linfáticos de la axila.

Generalmente el médico revisará también, antes de la cirugía, los ganglios que se encuentran en la axila ya que es importante saber si están afectados para decidir si son necesarios más tratamientos y cuáles. Los ganglios se pueden observar con ultrasonido y, si se detecta alguna anormalidad, el médico hará una biopsia.

Cualquier tipo de cirugía que te hagan involucra anestesia general la cual se considera como segura durante el embarazo, pero puede incrementarse el riesgo de aborto, especialmente al principio del embarazo. Después de la cirugía no hay ningún problema en permitir que el embarazo continúe.

Radioterapia: La radioterapia es el empleo de radiaciones ionizantes para el tratamiento, exclusivamente local o loco-regional (cuando se incluyen los ganglios cercanos) del tumor. Es decir, trata el cáncer en su lugar de origen.

La radioterapia no debe ser administrada a mujeres embarazadas con cáncer de seno (mama) en estadio temprano (estadio I o II) porque puede dañar al feto.

En mujeres con cáncer de seno (mama) en estadio tardío (estadio III o IV), no debe administrarse radioterapia durante los tres primeros meses del embarazo.

Quimioterapia: La quimioterapia es un tratamiento del cáncer que utiliza medicamentos para interrumpir el crecimiento de células cancerosas, ya sea mediante la eliminación de estas o evitando la división de las células. La forma de administración de la quimioterapia depende del tipo y del estadio del cáncer tratado.

Habitualmente, el médico prefiere no utilizar este tipo de tratamiento durante los primeros tres meses del embarazo ya que puede producir malformaciones severas o la muerte del feto. La quimioterapia administrada después de este periodo generalmente no hace daño al bebé, pero puede estar relacionada con parto prematuro y bajo peso al nacer.
Si el diagnóstico se elabora poco antes o después del parto, el médico te pedirá que no amamantes al bebé o interrumpir la lactancia porque muchos de los  medicamentos contra el cáncer pueden presentarse en concentraciones altas en la leche materna y perjudicar al bebé.

Tratamiento hormonal: La terapia hormonal es un tratamiento que bloquea la producción o la acción de las hormonas, capaz de detener el crecimiento de determinados cánceres. Las hormonas son sustancias químicas producidas por las glándulas (ovarios, tiroides, etc.) del cuerpo, que circulan por el torrente sanguíneo y tienen una función determinada a nivel de distintos órganos.
En determinados cánceres de mama la presencia de hormonas sexuales femeninas (estrógenos) favorece el crecimiento del tumor. Si el análisis del tejido tumor revela que las células cancerosas poseen zonas  donde se unen las hormonas (receptores), se pueden emplear tratamientos hormonales, cirugía o radioterapia en los ovarios para reducir la producción de estrógenos o impedirles que ejerzan su función.

El cáncer de seno (mama) no parece dañar al feto y las  células cancerosas de la mama no parecen transmitirse de la madre al feto.
Se sabe que el aborto no mejora el pronóstico de cáncer de mama, por lo que no se recomienda salvo en situaciones muy particulares. Muchas mujeres embarazadas pueden someterse a tratamientos efectivos contra el cáncer de mama y dar a luz bebés saludables.

Tratamiento en el segundo trimestre del embarazo: no existe ningún riesgo en dar el tratamiento y los médicos consideran que es mejor iniciarlo que esperar hasta después del parto. Una espera de algunas semanas puede cambiar el resultado.
Las mujeres que tienen cáncer en estadio III y IV tienen un pronóstico pobre y esto dificulta el plan de tratamiento el cual siempre debe ser elaborado tomando en cuenta la decisión y voluntad de la embarazada.

Cuidado del feto durante el embarazo: El ginecólogo y el oncólogo harán un seguimiento cercano del embarazo para evaluar la tolerancia del bebé al tratamiento. En el plan de tratamiento tomarán en cuenta el tiempo de embarazo y la fecha de parto y te harán un ultrasonido después de cada ciclo de quimioterapia para verificar el crecimiento fetal.
Si es necesario, podrían programar una fecha adelantada para el parto siempre verificando antes la maduración de los pulmones. Es preferible que el parto sea por vía vaginal para no detener el tratamiento después del parto.
Los efectos que se han reportado de los medicamentos anticancerígenos en los bebés, son: anemia, alopecia (caída del pelo del bebé), y neutropenia (disminución de las células llamadas “granulocitos” de la sangre). Todos estos son reversibles y si se terminan las quimioterapias tres o cuatro semanas antes del parto, esto puede minimizarse.
Es importante que al nacer el bebé, se le hagan análisis de sangre y que se le dé un especial cuidado para evitar infecciones o complicaciones por hemorragias, sobre todo si es un parto prematuro que sucede antes de tres semanas del último tratamiento de quimioterapia.

¿Es posible tener un hijo después de un cáncer de mama?

Los datos científicos que se tienen hasta la actualidad son limitados, aunque se ha observado que el embarazo no parece afectar negativamente el pronóstico  en mujeres con cáncer de mama previo. Si una mujer que ha padecido cáncer de mama desea tener un hijo, es importante que lo consulte con su oncólogo, para que valore de forma individual su caso.

¿Cuánto debo esperar para embarazarme después del tratamiento de cáncer de seno?

Algunos médicos recomiendan que una mujer deba esperar dos años después del tratamiento del cáncer de seno (mama) antes de intentar tener un bebé, de manera que pueda detectarse si hay alguna reincidencia temprana del cáncer. Esto puede repercutir en la decisión de una mujer sobre un embarazo.
Se sabe muy poco acerca del embarazo después de un trasplante de médula y alta dosis de quimioterapia con o sin radiación total.
En un reporte que se hizo de embarazos posteriores a trasplante de médula por problemas hematológicos, se notó la incidencia de un 25% de parto pre término y bajo peso al nacer (Sanders JE, Hawley J, Levy W, et al).

Pronóstico

Ciertos factores repercuten en el pronóstico (posibilidad de recuperación):

  • El estadio del cáncer (si está localizado solamente en la mama o se ha propagado a otras partes del cuerpo).
  • El tamaño del tumor.
  • El tipo de cáncer de seno (mama).
  • La edad del feto.
  • Si se presentan síntomas.
  • La salud de la embarazada.
  • El momento en el que se inicia el tratamiento.

Documento elaborado con la colaboración y supervisión del médico cirujano especialista en oncología Dr. Eduardo Maafs Molina.

Referencias

Estudios de Laboratorio
Durante, Embarazo, Semanas 25 - 40

Estudios de laboratorio en el tercer trimestre

Normalmente en el tercer trimestre de tu embarazo tus visitas al médico son más cercanas. Desde la semana 27 a 28 empezarás a ir cada quince días y ya en la semana 36 tendrás que ir cada semana y así continuarás hasta que nazca el bebé.

 Si se presenta alguna complicación, tu médico te pedirá incluso que vayas más seguido o que le hables diariamente para ir monitoreando tu embarazo más cercanamente. Y como en las visitas anteriores, te preguntará acerca de los signos o síntomas que hayas tenido desde la última visita y te hará las siguientes  mediciones de rutina:

  • Presión arterial
  • Medir la altura del útero
  • Tu peso
  • Revisará tu cuello uterino

 En cuanto a estudios de laboratorio, los únicos estudios que requerirás son los que te hacen de rutina en cualquiera de las visitas prenatales:

Análisis general de orina

Para detectar presencia de azúcar o de proteínas (proteinuria)

Análisis de sangre

Para cuenta de glóbulos rojos. En caso de que se detecte anemia, seguramente te elevarán la dosis de hierro tomado para corregir la anemia antes del parto. Este análisis no se hace siempre, si tienes dudas, coméntalo con tu médico. 

En esta ocasión, se agregará también este importante estudio:

Prueba del Estreptococo tipo B

Es probable que también te haga la prueba para detectar si eres portadora del estreptococo grupo B  que le puedes pasar a tu bebé durante el  trabajo de  parto. El 20% de las mujeres lo tienen en su vagina sin presentar síntomas que sugieran que tienen una infección.

La prueba se toma en la semana 35 a 37  y  consiste en  tomar una muestra de mucosa vaginal o rectal que se envía al laboratorio. Si la prueba es positiva,  se te aplicará un antibiótico a través de la vena, durante el trabajo de parto para evitar que tu bebé se infecte. El estreptococo B, es el causante de una infección neonatal muy grave que puede causar daño cerebral, meningitis, daño a la visión y pérdida auditiva y muerte.

Monitoreo electrónico del latido cardiaco del bebé

Generalmente se realiza para confirmar la salud del bebé. Se realiza también durante la labor de parto y parto. Se puede hacer en cualquier momento del embarazo a partir de la semana 20 durante las visitas prenatales.

Detección de infecciones de transmisión sexual

Si has padecido de alguna enfermedad de transmisión sexual o estás en riesgo de contraerla, es importante que, en este momento, el médico la detecte y trate para prevenir contagios al bebé.

Ultrasonido

El ultrasonido del tercer trimestre es muy útil para evaluar si existe algún problema con la placenta, calcular el crecimiento fetal y apreciar la anatomía fetal, pero no es preciso en cuanto a la determinación de la edad gestacional.

Crecimiento Fetal. Si hay un ultrasonido del segundo trimestre, se pueden comparar ambos para evaluar el crecimiento fetal.

Anatomía Fetal. La anatomía Fetal puede ser  evaluada en el tercer trimestre. Es muy importante ver el desarrollo de los órganos durante el embarazo, hay  anomalías que se manifiestan hasta el tercer trimestre. Es muy útil comparar laanatomía fetal del segundo trimestre con la del tercer trimestre para ver si las anomalías  se  detuvieron o empeoraron.

El seguimiento puede determinar el pronóstico y te ayudará en cuanto a las decisiones que tengas que tomar para el parto.

Estudios que se pueden realizar para embarazos de riesgo

Afortunadamente la mayoría de las embarazadas necesitan  pocas pruebas o exámenes. Sin embargo tu médico puede indicar otros estudios y procedimientos cuando padeces de algún problema crónico de salud  como diabetes, hipertensión, o en caso de un embarazo múltiple (gemelos, triates  etc.), de que tu fecha de parto se pasó o tu bebé está creciendo muy despacio. 

Entre ellas podemos mencionar:

Prueba  oral de tolerancia de la glucosa

¿En qué consiste la prueba oral  de tolerancia a la glucosa para la diabetes gestacional? Este estudio sirve para detectar la diabetes gestacional. Este tipo de diabetes se puede presentar durante  en el embarazo, después de la semana 24. Las mujeres que desarrollan esta  complicación no eran diabéticas antes del embarazo.

¿Cuándo se debe de hacer la prueba oral de tolerancia a la glucosa? Es posible que tu doctor quiera que te hagan la prueba antes de las 24 semanas si una de las pruebas rutinarias de orina muestra que hay una cantidad elevada de azúcar en la sangre o si cree que tienes un riesgo alto de padecer diabetes gestacional. Si los resultados son normales, te volverán a hacer una prueba entre la semana 24 y 28 de embarazo.

Por supuesto, si ya te han diagnosticado diabetes antes del embarazo, no necesitarás que te vuelvan a hacer la prueba. En vez de eso tu médico estará trabajando contigo para controlar esta enfermedad durante tu embarazo.

¿Qué ocurre si me diagnostican diabetes del embarazo? Estarás en contacto con tu médico y con un especialista en diabetes del embarazo, y posiblemente con una nutricionista para crear un plan para manejar esta condición. La diabetes gestacional suele durar hasta que acaba el embarazo, pero hay un pequeño número de mujeres que la siguen teniendo después. Por eso, es importante que hagas otra prueba de la glucosa seis a ocho semanas después de haber dado a luz.

RH negativo (incompatibilidad del Rh)

Al principio del embarazo te realizarán un análisis de sangre para determinar tu grupo sanguíneo y tu factor Rh, es decir, si tienes el factor Rh (Rhesus), una proteína que la mayoría de las personas tienen en la superficie de los glóbulos rojos. Si tienes el factor Rh, tu condición es Rh positiva. (Aproximadamente el 93 por ciento de los hispanos en los Estados Unidos son Rh positivos.) En caso de que no lo tengas, eres Rh negativa, y deberás tomar ciertas precauciones durante el embarazo.

Si eres Rh negativa, hay muchas posibilidades de que tu sangre sea incompatible con la de tu bebé, quien probablemente sea Rh positivo. Ser “Rh incompatible” generalmente no es perjudicial para ti ni para tu bebé en el primer embarazo. Pero si la sangre del bebé se filtra en la tuya (como puede ocurrir durante algunos momentos del embarazo y durante el parto), tu sistema inmunitario comenzará a producir anticuerpos contra esta sangre Rh positiva.

Afortunadamente, puedes evitar quedar sensibilizada al Rh mediante la inyección de un medicamento llamado inmunoglobulina de Rh. El médico te aplicará dos dosis de gama globulina hiperinmune, la primera, durante la semana 28 del embarazo (aunque a esta altura todavía no se sabe si el bebé es positivo o negativo) y la segunda, dentro de las 72 horas posteriores al nacimiento. Si el bebé es Rh negativo, no es necesario aplicar esta segunda dosis.

Esto evitará problemas en el segundo embarazo. Cuando no fuiste vacunada, es probable que tengas problemas en el segundo embarazo. El análisis de anticuerpos a menudo se hace al final del segundo trimestre, cuando se extrae sangre para la prueba de glucosa.

Perfil biofísico

Esta prueba de control de bienestar fetal combina la “prueba fetal No estresante” con el “ultrasonido” y, en total, analiza 5 variables.

  • Movimientos corporales fetales (ultrasonido)
  • Movimientos respiratorios fetales (ultrasonido)
  • Tono fetal (ultrasonido)
  • Cantidad de líquido amniótico (ultrasonido)
  • Frecuencia cardiaca (prueba fetal no estresante)

Prueba  fetal no estresante

Se le llama no estresante  porque durante la prueba el feto no sufre ningún tipo de estrés. Generalmente se hace, semanalmente, en el mismo consultorio de tu médico y puedes estar sentada o recostada en la camilla del consultorio.

¿Cómo se realiza? Conectan a tu abdomen un cinturón con un  monitor fetal que medirá el latido del corazón de tu bebé cuando está en movimiento. Te pedirán que aprietes un botón cuando sientas que se mueve el bebé para ver la relación que hay entre estos dos parámetros: movimiento y corazón y el aporte de oxígeno que recibe el bebé.

Los bebés sanos responderán mostrando un aumento en su frecuencia cardíaca cuando se mueven y la frecuencia cardíaca bajará cuando están en reposo.

¿Cuando está indicada la prueba No estresante?Esta prueba está indicada en embarazos considerados de riesgo y cuando:

  • Sientes que tu bebé no se está moviendo con la misma frecuencia que acostumbra
  • Se pasó tu fecha de parto
  • Hay razones para pensar que la placenta no está funcionando adecuadamente

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¿En qué etapa del embarazo se puede hacer? La prueba fetal no estresante generalmente  se hace entre la semana 38 y la 42, sin embargo, se puede hacer pasada la semana 28.

¿Cómo se interpretan los resultados y qué razones habría para  repetir la prueba?

  • Una prueba no estresante con un resultado “Reactivo” indica el flujo de sangre y el aporte de oxígeno del feto es adecuado
  • Una prueba no estresante con un resultado “NO Reactivo” requiere de otras pruebas para determinar si realmente se debe a una mala oxigenación o existen otras causas para la  No reactividad Fetal. Ejemplo: los patrones de sueño, ciertos medicamentos de prescripción y de no prescripción que tome la madre.

Prueba de estrés en contracciones

La prueba de estrés de contracciones, que igualmente se realiza en embarazos de riesgo, mide también la frecuencia del corazón del feto, pero en este caso, en respuesta a las contracciones que pueden ser estimuladas por aplicación de oxitocina o por estimulación de los pezones. Normalmente el flujo de sangre de la placenta, disminuye durante las contracciones, pero si la placenta está funcionando bien, la frecuencia cardiaca del bebé permanece estable.

Este estudio le ayuda al médico a valorar como responderá el bebé al estrés que se presenta durante el trabajo de parto.

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¿Por qué se hace esta prueba? Esta prueba –que no es muy común- se puede hacer en las últimas semanas del embarazo y se usa cuando se ha pasado la fecha que tu médico te había asignado para el parto. En algunos casos se hace como precaución porque en el embarazo anterior se presentaron problemas o porque, por alguna causa, se considera un embarazo de riesgo.

Amniocentesis

Esta prueba se hace en el segundo trimestre para diagnosticar o detectar defectos al nacimiento y, generalmente, se recomienda a mujeres de 35 años o más. Durante el tercer trimestre se realiza únicamente cuando existen ciertas condiciones médicas entre las cuales se incluye la sospecha de que la embarazada tiene corioamnioitis (infección bacterial del útero) o estás en riesgo de parto prematuro (el líquido amniótico puede usarse para estimar la madurez de los pulmones del bebé).

Si la prueba demuestra que los pulmones están inmaduros, tu médico probablemente te tratará con corticoesteroides, estos medicamentos aceleran el desarrollo pulmonar de tu bebé. Los corticoesteroides también pueden disminuir la incidencia del síndrome  de estrés respiratorio en un 50%,  lo cual reduce  a un tercio la  muerte neonatal. Tu médico también puede tratar de posponer el parto.

Si tu médico recomienda estas pruebas, trata de no preocuparte. Las pruebas tardías de laboratorio te permiten recibir cuidados especiales  que  necesitas  para  que tu bebé  y tú reciba la mejor atención en el trabajo de parto, y en el parto.

 Referencias