Mujer, Sexo y Adolescencia

Anatomía del aparato genital femenino

Introducción

El aparato genital o sistema reproductivo es la parte del cuerpo involucrado en la función sexual. En la mujer, este sistema tiene también la función de mantener al bebé en su desarrollo durante el embarazo.

El médico que se especializa en el cuidado del sistema reproductivo de las mujeres es el ginecólogo.

¿Conozco mi cuerpo?  ¿Cómo es por fuera el aparato genital femenino?

La mujer tiene el sistema reproductor localizado íntegramente en la pelvis. Los genitales de la mujer se agrupan para su estudio en: externos – los que podemos ver a simple vista – e internos – se encuentran localizados en el interior del cuerpo.

Genitales externos de la mujer

Los genitales externos de la mujer tienen tres principales funciones:

  • Facilitan la entrada del esperma al cuerpo.
  • Protegen a los genitales internos de infecciones.
  • Proveen placer sexual durante las relaciones sexuales.

Si bien no participan directamente de la fecundación y el embarazo, las estructuras alojadas en la parte externa del cuerpo femenino están adaptadas para facilitar la estimulación y el encuentro con los órganos reproductores masculinos.

A los genitales externos femeninos se les da globalmente el nombre de “vulva”.

01vagina

La vulva:

Es el nombre colectivo que se da a los genitales externos localizados en la región púbica del cuerpo. La vulva rodea las partes externas de la abertura uretral y de la vagina.

La vulva está compuesta por una serie de estructuras que rodean al orificio vaginal y que participan de manera directa en la relación sexual: el monte de Venus (pubis), los labios mayores, los labios menores, el clítoris, el meato uretral, el orificio vaginal y el himen.

  • El pubis:Es la zona más visible de la vulva, ubicada en la pelvis; también se la conoce como Monte de Venus. Tiene forma triangular, con la base en la parte superior. Está constituida en su interior por un abundante tejido graso y exteriormente por una piel que se cubre de vello a partir de la pubertad.
  • Los labios mayores:Los labios mayores o externos, son dos pliegues de piel que protegen la vulva y que se recubren de vello desde la pubertad. Se parecen al escroto masculino en su función de protección, pero se diferencian en que no se unen en la parte central y en que están formados por tejido graso con una gran circulación sanguínea.
    • Son dos pliegues carnosos de piel, que rodean y protegen verticalmente a las estructuras más delicadas de la vulva (como el clítoris, el orificio uretral y vaginal, entre otros). Su extensión se prolonga desde el límite con el monte de Venus, hasta su unión lateral con la piel del muslo.
  • Labios menores:son dos pliegues, pero más delgados, ubicados dentro de los labios mayores. Rodean y protegen directamente las aberturas vaginal y uretral. En uno de sus extremos -el más cercano al monte de Venus-, los pliegues que lo conforman se fusionan formando el clítoris.

El clítoris:

Órgano sexual muy sensible en la mujer, ubicado en la vulva. El clítoris de la mujer es el equivalente al pene en el hombre, que al ser estimulado aumenta de volumen y produce placer sexual debido a que tiene muchas terminaciones nerviosas. La estimulación del clítoris debe estar acompañada del deseo sexual, de la disposición y la voluntad de la mujer para que la actividad sexual resulte agradable y placentera.

La punta del clítoris es la zona más sensible de la mujer y la que le proporciona mayor fuente de placer sexual.

No todos los clítoris son iguales, unos son más grandes y otros más pequeños. En cuanto a los labios de la vulva, no solo pueden variar de tamaño de una mujer a otra sino que en raras ocasiones el derecho y el izquierdo son iguales en la misma persona. Lo mismo que se dice sobre el pene sirve aquí: el tamaño no importa.

El meato uretral:

Tiene el mismo nombre tanto en los chicos como en las chicas y es el pequeño agujero donde termina la uretra y por el que sale la orina. Se localiza entre el clítoris y el orificio vaginal.

El orificio vaginal:

Este agujero es la puerta de entrada de la vagina. Por aquí es por donde se introduce el pene en el coito, por donde sale la sangre cuando se tiene la regla, por donde se introducen los tampones quienes los usan y sirve como canal para el parto.

A cada lado del orificio vaginal hay situada una glándula glándula de Bartholin- que lubrica la vagina y la prepara para la penetración.

El himen:

Todos los fetos femeninos tienen una membrana que cubre la entrada de la vagina. Generalmente esta membrana se disuelve antes de que la bebé nazca dejando únicamente un pequeño anillo alrededor del orificio de la vagina (el himen). En algunas mujeres, la membrana se disuelve parcialmente y entonces existe un bloqueo parcial que puede dificultar la aplicación de tampones o la entrada del pene. En la primera relación sexual puede desgarrarse un poco aunque existen otras causas por las que se puede romper: gimnasia, esfuerzos excesivos, etc.

Se ha exagerado mucho sobre las consecuencias de la pérdida del himen, pero lo más habitual es que tras el desgarro se experimente un dolor leve y una pérdida moderada de sangre. Incluso hay chicas que se les rompe el himen sin notarlo. No cumple ninguna función.

Por otro lado, a muchas chicas les preocupa tener el himen tan cerrado que no puedan colocarse un tampón, pero este caso no es habitual. Normalmente, existe una obertura suficiente como para introducir tampones y permitir la salida de la sangre en la menstruación. El himen puede verse mediante una simple autoexploración con la ayuda de un espejo.

¿Es verdad que algunas mujeres nacen sin himen?

Hay mujeres que carecen de la membrana y se considera que nacen sin himen. También están los casos en los que el himen no presenta perforación (himen imperforado), que requieren una intervención quirúrgica para permitir el paso de la primera menstruación.

¿Qué es la virginidad?

La virginidad es un concepto cultural que está relacionado con que el himen de la mujer permanezca completo, ese hecho se ha entendido como no haber tenido relaciones sexuales genitales. Al ser un concepto construido culturalmente y que ha pasado de generación en generación, para algunas personas puede ser importante y para otras no, de acuerdo con su crianza, educación, creencias, convicción y principios.

El significado que cada persona le dé a la virginidad puede influenciar la manera como vive la sexualidad. Actualmente el término virginidad ha sido cuestionado y revaluado, ahora se utiliza “inicio de relaciones sexuales”.

Los senos

Los senos llamados también, pechos, chichis. bubis etc., se consideran órganos sexuales secundarios y cumplen una muy importante función.

Por lo general, en la mujer los pechos aumentan de tamaño durante la pubertad como consecuencia de la acción de los estrógenos. Los estrógenos son hormonas sintetizadas en los ovarios.

02vagina

¿Cómo es por dentro el aparato genital femenino?

Los órganos internos comprenden la vagina, el útero, las trompas de Falopio y los ovarios.

03vagina

Ovarios:

Tienes dos ovarios, uno a cada lado, tienen forma oval. La reproducción del ser humano no sería posible sin estos órganos. Cada uno contiene cientos de miles de óvulos también llamados huevos. En la pubertad, la hipófisis, una glándula ubicada en el centro del cerebro, empieza a fabricar hormonas que estimulan a los ovarios a producir hormonas sexuales femeninas, incluyendo los estrógenos. La secreción de estas hormonas determina que una niña se desarrolle hasta transformarse en una mujer sexualmente madura.

  • Óvulo: Cada uno lleva tu información genética. El espermatozoide lleva la información genética del hombre. Es así que cada uno de nosotros heredamos el 50% de genes de nuestra madre y 50% de nuestro padre.
    • Cada mes, durante la ovulación, se desprende un óvulo maduro el cual viajará hacia las trompas de Falopio en donde puede ser fertilizado antes de llegar al útero.

 

Trompas de Falopio:

Las trompas de Falopio son unos conductos de 12 a 14 cm que tienen como función llevar el óvulo hasta el útero y en los que se produce la fecundación. Las trompas miden de 12 a 14 cm

 

Útero o Matriz:

Órgano hueco y musculoso. No es muy grande pero durante la pubertad crece más. En una mujer adulta tiene la forma y el tamaño de una pera invertida. Está conectado, en la parte superior, a las dos trompas de Falopio; y en la parte inferior, a la vagina (a través del cuello uterino).

Se le conoce también como “la matriz” y es la que rodea y protege al bebé en su desarrollo durante el embarazo.

  • Endometrio: La pared interior del útero es el endometrio, el cual presenta cambios cíclicos mensuales (menstruación) relacionados con el efecto de hormonas producidas en el ovario, los estrógenos. En caso de embarazo, sirve de apoyo al embrión durante el inicio del embarazo.
  • Cuello del útero o cérvix:la parte inferior del útero que ocupa aproximadamente la tercera parte de este órgano. Forma un canal que desemboca en la vagina, la cual a su vez se comunica con el exterior del cuerpo.
  • ¿Qué es el moco cervical?:Es un líquido transparente producido por las glándulas que se encuentran en el cuello del útero. Su función es regular el paso de los espermatozoides de la vagina hacia el útero y por ello su aspecto varía según el momento del ciclo, siendo más transparente y más líquido en el período fértil.
  • Los músculos uterinos: se contraen durante el parto para empujar al bebé a través del canal del parto.

No debe confundirse con el líquido lubricante secretado por la vagina, el cual sólo se produce por el deseo sexual y su función es facilitar la penetración durante las relaciones sexuales.

Vagina:es un tubo muscular elástico que conecta el cuello uterino con el exterior del cuerpo. Está localizada abajo del útero y atrás de la vejiga urinaria.

La vagina funciona como el receptáculo para el pene durante la relación sexual y traslada el esperma hacia el útero y las trompas de Falopio. Funciona también como el canal del parto al estirarse para permitir la salida del bebé durante el parto

Durante la menstruación, el flujo sanguíneo sale del cuerpo a través de la vagina.

  • Secreciones vaginales (flujo): alrededor de un año o dos antes de que tengas tu primera menstruación, tu cuerpo empieza a producir una pequeña cantidad de flujo que mantiene húmedos tu cuello uterino y tu vagina y ayuda a que permanezca limpia. La secreción sale del cuerpo por el orificio vaginal, es de color blanquecino o transparente pero al secarse puede dejar una mancha amarilla en tu ropa interior.

¿Qué funciones desempeña el sistema reproductor femenino?

El sistema reproductor femenino permite que una mujer:

  • produzca óvulos
  • mantenga relaciones sexuales
  • proteja y nutra al óvulo cuando es fecundado hasta que se desarrolle completamente.
  • Pueda parir.

¿Qué función tiene el cerebro en el desarrollo sexual durante la adolescencia?

El cerebro desempeña un importante papel en el desarrollo físico durante la adolescencia.

El sistema endocrino (encargado de producir y enviar hormonas) y el sistema nervioso se encargan de la regulación de mensajes (necesarios para el buen funcionamiento de nuestro cuerpo). El sistema nervioso trabaja por vía neuronas y el endocrino con las hormonas que secreta al torrente sanguíneo.

04vagina

La glándula hipófisis es una pequeña glándula (ubicada en el cerebro) que segrega las hormonas que son fundamentales en el desarrollo de los órganos sexuales: folículo estimulante (FSH) y Luteinizante (LH).  El aumento en la producción y segregación de estas hormonas es lo que inicia el funcionamiento de los órganos sexuales. La hipófisis también segrega otras hormonas.

Las hormonas  folículo-estimulante (FSH) y la hormona luteinizante (LH) que son las que hacen funcionar los órganos sexuales, afectan así:

En las mujeres:

  • Llega la  primera regla (menarquía: primera menstruación) es el indicio al ingreso de su pubertad.
  • En la mujer las hormonas  folículo-estimulante (FSH) y luteinizante (LH) ponen en funcionamiento los ovarios y estos a su vez secretarán las hormonas femeninas: los estrógenos y la progesterona.

Los estrógenos hacen aparecer el vello y hace crecer los pechos.  La progesterona participará luego en la preparación de la matriz para el embarazo.

Los cambios en el cuerpo de la mujer:

  • Aparece el vello púbico y sobresale el pezón de los pechos.
  • El vello recubre todo el pubis, se vuelve más grueso; los senos crecen y se forma la aréola.
  • Aparece vello en las axilas y otras partes del cuerpo: piernas.

 

Referencias

Placenta Previa
Complicaciones, Embarazo, Otras

Placenta Previa

La placenta es un órgano fundamental en el embarazo, ya que constituye la conexión vital del bebé con la madre. Su nombre proviene del latín y significa “torta plana”, refiriéndose a su apariencia en humanos.

¿Cuándo se forma la placenta?

La placenta se empieza a formar en el mismo momento de la implantación del embrión en la pared uterina, acontecimiento que ocurre aproximadamente a la semana de haberse producido la fecundación. La placenta se desarrolla de las mismas células provenientes del espermatozoide y el óvulo que dieron desarrollo al feto.

¿Cuál es la función de la Placenta?

Su principal misión es la de transmitir los nutrientes al bebé. El nivel de flujo sanguíneo hacia el útero –a través del cordón umbilical- es de unos 500-700 ml por minuto. Gracias a esa sangre, suministra al bebé oxígeno (funciona de “pulmón fetal”), nutrientes y hormonas.

La placenta realiza para el feto funciones muy parecidas a las del hígado para el adulto, ya que sirve de reserva de nutrientes, modifica algunas sustancias antes de ingresarlas al feto y contribuye a la regularización de la glucemia fetal (azúcar en la sangre); estas funciones van disminuyendo al desarrollarse el hígado fetal.

También se encarga de los desechos del bebé, sobre todo del anhídrido carbónico que hace pasar al torrente sanguíneo materno para eliminarlo. La madre elimina esos desechos a través de los riñones.

De este modo, la placenta actúa también como un filtro encargado de mantener estas sustancias nocivas alejadas del sistema orgánico de tu bebé. Sirve de filtro pero hay sustancias que consiguen penetrar en la placenta como por ejemplo las drogas, por eso muchos medicamentos están prohibidos en el embarazo.

Otra de las misiones es la función endocrina, esto es, la fabricación de hormonas, entre ellas la gonadotropina coriónica humana, que es la que permita que el embarazo siga delante. Esta hormona es la que se mide en las pruebas de embarazo.

Igualmente sintetiza estrógenos u hormonas sexuales de tipo femenino, que juegan un papel muy importante en la implantación del embrión, el desarrollo de las mamas y lactógeno placentario, que controla el metabolismo materno y estimula el crecimiento del bebé. Todas estas hormonas contribuyen a asegurarse de que el cuerpo de la mujer vaya atravesando los cambios apropiados durante el embarazo.

Si bien muchos microorganismos como bacterias, gérmenes o tóxicos no son capaces de atravesar la placenta, por lo que el feto está protegido durante una época en la que su sistema inmune no está maduro, la mayoría de los virus sí son capaces de atravesar o romper esta barrera.

Resulta increíble tan sólo imaginar que este pedazo de carne llamado placenta, del que es tan fácil deshacerse, sea en realidad un laboratorio que hizo funciones respiratorias, digestivas, excretoras, endócrinas (hormonales) durante la etapa más crítica del desarrollo del ser humano, funciones todas que, posteriormente, requerirán de la actividad conjunta de muchos órganos y sistemas interrelacionados para mantener la vida extrauterina y adulta.

¿Dónde se sitúa la placenta?

Una vez implantada y bien sujeta en la pared uterina, la placenta no se mueve.

Durante el embarazo, la placenta se desplaza a medida que el útero se estira y crece. Al inicio del embarazo, es muy común que la placenta esté en la parte baja en el útero, pero a medida que el embarazo continúa, la placenta se desplaza hacia la parte superior de éste debido a que su crecimiento es mucho menor al crecimiento del útero y el borde placentario se aleja poco a poco del cuello uterino.

Hacia el tercer trimestre, la placenta debe estar cerca de la parte superior del útero, de manera que el cuello uterino esté despejado para el parto.

                                                             

Sólo entre las semanas 16 a la 20 puede establecerse si su ubicación es anormalmente baja o no, de ser así se la denominaría  placenta de inserción baja o placenta previa.

¿Cuánto vive la placenta?

Como todo órgano, la placenta tiene un proceso biológico: nace, crece y muere. ¿Y hasta cuándo vive la placenta? Tanto como el embarazo: aproximadamente 40 semanas. Crece durante todo el embarazo, aunque en las últimas semanas comienza a envejecer.

A partir de las 41ª semana hay más riesgo de que no funcione correctamente y deje de transmitir los nutrientes que el bebé necesite para crecer, es lo que se denomina “placenta envejecida o vieja”.

Cuando acaba la gestación la placenta suele medir 1,5-3 centímetros de grosor y de 15-20 centímetros de diámetro y pesa alrededor de 450-550 gramos, sin tener en cuenta el cordón umbilical al que está unida.

El parto no finaliza hasta que la madre no expulsa la placenta, es decir, hasta la última fase del parto, llamada “alumbramiento”, en la que sigue habiendo contracciones.

Una vez que sea expulsada, el médico deberá controlar que esté completa, ya que si han quedado restos en el interior del útero podrían presentarse complicaciones. Y además se controla el estado de la placenta la cual puede dar pistas sobre el estado del bebé.

¿Qué es la “placenta previa”?

La placenta previa se considera una complicación del segundo trimestre del embarazo, pues es cuando el cuello empieza a tener modificaciones por las contracciones, como son el borramiento, la formación del segmento y finalmente la dilatación, que al ocurrir en el sitio de la inserción placentaria producen la ruptura de vasos sanguíneos o despegamiento placentario que puede ocasionar hemorragias graves con funestas consecuencias para el bebé y para la mamá.

La placenta previa pone en un riesgo muy alto a la madre y al feto. La madre esta en riesgo severo de un sangrado incontrolable (una hemorragia) con pérdidas importantes de sangre lo cual pone en riesgo el aporte de oxígeno al feto ya que la única fuente que recibe, proviene de la madre.

La placenta previa aumenta el riesgo de un trabajo de parto pretérmino y, por lo tanto, la posibilidad de que el bebé nazca prematuramente.

Clasificación de la placenta previa

La placenta previa puede ser:

  • Total cuando se implanta sobre el orificio interno del cuello uterino obturándolo por completo.

                                                                            placenta1

  • Parcial cuando cubre parte del orificio interno del cuello uterino.

                                                                          placenta2

  • Marginal cuando se ubica a la orilla del orificio interno del cuello del útero.

                                                                            placenta3

  • Inserción baja cuando está situada a 2 cm del orificio interno de cuello uterino pero sin alcanzarlo.

                                                                              placenta4

Incidencia

La placenta previa se presenta en 1 de cada 200 embarazos.

Factores de riesgo

Un factor de riesgo es aquello que aumenta la probabilidad de adquirir una enfermedad o afección. Los factores de riesgo para placenta previa incluyen:

  • Múltiples embarazos en los que la zona de inserción de la placenta en las sucesivas gestaciones va siendo sustituida por tejido cicatrizal restando terreno apto para la implantación de la zona habitual.
  • Edad materna avanzada
  • Cicatrices uterinas producidas por cirugías anteriores: cesáreas u operaciones por malformaciones uterinas.
  • Anormalidades uterinas que impiden la implantación normal de la placenta.
  • Embarazo múltiple (dos o más fetos).
  • Tabaquismo.
  • Consumo de Cocaína.
  • Abortos previos, espontáneos o provocados.

Signos y síntomas

Metrorragia: Las mujeres con placenta previa a menudo se presentan sin dolor y reportando un sangrado vaginal súbito de color rojo brillante. El sangrado a menudo se inicia levemente y puede aumentar progresivamente a medida que la zona de separación placentaria aumenta (desprendimiento de placenta), en muchas pacientes el sangrado va acompañado de contracciones uterinas.

Los movimientos del bebé son normales y la embarazada se siente bien salvo por la preocupación que le ocasiona el sangrado vaginal. Si el sangrado ha sido profuso, puede presentar debilidad, mareo y palpitaciones.

Se debe sospechar una placenta previa si hay sangrado después de las 24 semanas de gestación.

En el examen abdominal, el médico puede encontrar al feto en una situación oblicua, transversa o presentación de nalgas como consecuencia de la posición anormal de la placenta.

En el 10% de los casos, la placenta se empieza a separar de la pared uterina (sería un desprendimiento prematuro de placenta) y hay dolor.

El 25 % de las pacientes inician el trabajo de parto en los días siguientes. Muchas veces la placenta previa no causa sangrado hasta que se inicia el trabajo de parto.

Diagnóstico

Se realiza por medio de un ultrasonido transabdominal. El diagnóstico diferencial entre una placenta previa y un desprendimiento prematuro de placenta se hace de manera muy precisa con el ultrasonido vaginal.

Se considera placenta previa cuando hay sangrado vaginal después de la semana 20 de embarazo. El examen pélvico digital puede aumentar el sangrado y muchas veces, de manera espontánea, se presenta un sangrado masivo. Por lo tanto, el examen pélvico se hace cuando el diagnóstico de placenta previa ha sido descartado después de haber realizado el ultrasonido transabdominal.

El médico pedirá también un análisis de sangre completo para determinar anemia, grupo sanguíneo y Rh o algún otro problema.

Diagnóstico diferencial

Es muy importante que el médico descarte cualquier otro trastorno que se puede presentar como causa del sangrado incluyendo:

  • Desprendimiento prematuro de la placenta.
  • Cervicitis (infección del cuello uterino).
  • Ruptura prematura de membrana (blosa).
  • Parto pretérmino.
  • Vaginitis (infección de la vagina).
  • Desgarro o laceración del cuello uterino o de la vagina.
  • Aborto espontáneo.

Tratamiento

En las mujeres en las que, por los síntomas, se sospecha de una de placenta previa, se necesita de un monitoreo del corazón fetal.

En la placenta previa es común que el sangrado sea abundante, sin dolor y la sangre es mas brillante que en el desprendimiento prematuro de placenta, pero clínicamente la diferenciación no es posible.

Se debe determinar qué tan urgente es el parto, esto se sabe con el monitoreo del corazón fetal para detectar si hay sufrimiento fetal, además se requiere de una muestra de líquido amniótico para valorar la madurez pulmonar del feto.

Para la mayoría de los sangrados antes de la 36, se recomienda hospitalización, reposo moderado, evitar estar de pie y evitar las relaciones sexuales que pueden causar sangrado y contracciones. Si el sangrado se detiene, puede caminar y se le permitirá salir del hospital.

Si el sangrado es antes de las 34 semanas, se considerará indicar corticoesteroides para acelerar la madurez pulmonar. Si se presenta un 2º episodio de sangrado las pacientes son readmitidas en el hospital y se quedan en observación hasta que nace el bebé.

Adelantar el parto está indicado cuando el sangrado es severo, la madre o el feto está inestable o si la madurez pulmonar fetal es confirmada.

El parto es casi siempre es por cesárea, pero el parto vaginal puede llevarse a cabo cuando inserción de la placenta es baja, la cabeza del feto comprime de manera efectiva la placenta, el trabajo de parto está avanzado o si son 23 semanas de embarazo y se espera un parto rápido.

Complicaciones

Las pacientes con placenta previa, o una placenta con inserción baja, tiene riesgos de:

  • Mala presentación fetal.
  • Ruptura prematura de membranas.
  • Shock por hemorragia (que puede ser por varias causas).
  • Restricción del crecimiento fetal.
  • Riesgo de infección y formación de coágulos sanguíneos.

Hemorragia de la segunda mitad del embarazo

Dentro de las causas más importantes de sangrado genital durante la segunda mitad del embarazo y el trabajo de parto, se encuentran la placenta previa, la placenta Acreta y la vasa previa.

La Vasa Previa es una condición de alto riesgo obstétrico en la cual vasos sanguíneos de la placenta o del cordón umbilical, están atrapados entre el feto y la apertura el canal del parto, lo que pone en riesgo de muerte al feto, por hemorragia debido al rompimiento de los vasos sanguíneos en el momento que se rompen las membranas durante el trabajo de parto y parto.

Otro peligro es la falta de oxígeno al feto.

                                                                           placenta5

La vasa previa se presenta frecuentemente cuando:

  • Hay una inserción baja de la placenta debido a: cicatrices en el útero por un aborto previo o por dilataciones y curetajes.
  • Cuando la placenta presenta una formación anormal como la Placenta Bipartida o Bilobulada. La placenta está dividida en dos lóbulos separados pero unidos entre sí por los vasos primarios y por las membranas, este tipo es una variedad rara, la retención de un lóbulo después del parto producirá complicaciones hemorrágicas y de infecciones.
  • Fertilizaciones in vitro.
  • Embarazos múltiples (gemelos, triates etc.).

La Vasa previa puede no ser detectada hasta que se rompen los vasos sanguíneos fetales. La disminución de la mortalidad fetal depende del DIAGNÓSTICO PRENATAL.

Cuando la vasa previa es detectada antes del trabajo de parto, hay una mayor posibilidad de que sobreviva el feto. La vasa previa se puede detectar desde las semana 16 del embarazo con un ultrasonido vaginal en combinación con un Doppler de color.

Cuando la vasa previa es diagnosticada, se programa la cesárea antes de que se inicie el trabajo de parto y se puede salvar la vida del bebé. La cesárea se debe realizar con tiempo para evitar una emergencia, pero considerando evitar problemas asociados con la Prematurez

Prevención

La consulta prenatal desde el inicio del embarazo, permite al médico hacer el diagnóstico antes de que se presenten los síntomas y puede sugerir medidas preventivas para evitar que se produzcan sangrados más adelante. Podrás tener un monitoreo continuo hasta que el embarazo llegue a término.

Referencias

Endometriosis
Antes, Embarazo, Mujer, Sexo y Adolescencia

Endometriosis

Introdución

La palabra “Endometriosis” viene de “endometrio” que es el tejido que recubre el interior del útero.

La palabra “Endometriosis” viene de “endometrio” que es el tejido que recubre el interior del útero.

El endometrio es un tejido que responde a los cambios que tienen lugar durante el ciclo menstrual que, generalmente, es de 28 días. Estos cambios

son provocados por las hormonas (estrógeno y progesterona) que producen los ovarios y permiten la implantación del óvulo fecundado en caso de embarazo.

Se calcula que un 10% de las mujeres van a padecer endometriosis durante su vida reproductiva. Esto da un total de 176 millones de mujeres alrededor del mundo que son afectadas sin importar su raza o condición social. Muchas de ellas no son diagnosticadas y, por lo tanto, no son tratadas.

Definición

La endometriosis es una enfermedad en la cual un tejido similar al del endometrio se encuentra fuera del útero donde induce una reacción inflamatoria crónica que puede dar como resultado tejido cicatrizal. Se encuentra principalmente en otros órganos reproductivos dentro de la pelvis o en la cavidad abdominal. En muy raros casos se ha encontrado en el diafragma y en los pulmDAones.

En esas localizaciones extrauterinas, el tejido endometrial se desarrolla bajo la forma de “nódulos”, “tumores”, “lesiones”, “injertos” o “”crecimientos” de tejido endometrial en lugares en donde no debería de estar.

Es una enfermedad que afecta a las mujeres, jóvenes y adultas, durante sus años de fertilidad.

¿Qué pasa en la endometriosis?

Cada mes, los ovarios de una mujer producen hormonas que le ordenan a las células del revestimiento del útero (células endometriales) a multiplicarse, hincharse y volverse más gruesas preparándose para un posible embarazo, si éste no ocurre, entonces este tejido se desecha en forma de sangrado y el tejido se adelgaza nuevamente.

El fluido menstrual contiene sangre y fragmentos vivos de endometrio. Algunos de estos fragmentos de alguna forma se implantan en la superficie de los tejidos de los órganos de alrededor del útero y comienzan a crecer y funcionar formando “parches” de endometrio implantado, que son conocidos como implantes o “focos endometriósicos”, los cuales, una vez implantados,  comienzan a responder a las hormonas del ciclo menstrual de la misma manera del endometrio normal del útero.

Si el embarazo no ocurre, entonces ambos (endometrio normal e implantes endometriósicos) se fracturan y empiezan a sangrar. Sin embargo, la sangre de los implantes endometriósicos no puede escapar del cuerpo así que sangran directamente en la superficie de los órganos y tejidos de alrededor quedando dentro del abdomen.

Esta sangre provoca irritación que lleva a inflamación, cicatrización y, en algunos casos, a la formación de adherencias (bandas de tejido fibroso) entre los órganos de la pelvis, que pueden ser causa de dolor o incluso pueden unir dos órganos que normalmente estarían separados.

Así mismo, si las trompas de Falopio o los ovarios están afectados por la endometriosis, puede resultar obstruido el paso del óvulo, lo que impide el embarazo. De hecho, la endometriosis es considerada como una de las causas más importantes de infertilidad femenina.

Las mujeres con endometriosis típicamente tienen implantes de este tejido en:

  • los ovarios: los implantes localizados en el ovario a menudo crecen más rápidamente que en otras localizaciones y pueden formar grandes quistes endometriósicos comúnmente llamados “endometriomas” o “quistes de chocolate”.
  • las trompas de Falopio
  • en el peritoneo
  • en los ligamentos que sostienen al útero
  • el intestino,
  • el recto, la vejiga y en el revestimiento del área pélvica. También pueden ocurrir en otras áreas del cuerpo.
  • En el septum recto- vaginal

Aunque es más raro, puede también encontrarse en:

  • Las cicatrices de la cesárea o de la laparoscopía/ laparotomía.
  • En la vejiga
  • En los intestinos: colon, apéndice y recto.

En casos más raros, se han encontrado dentro de la vagina, dentro de la vejiga, en la piel, en el pulmón y en el cerebro.

¿Qué pasa en la endometriosis?

Al ir progresando la enfermedad los implantes pueden crecer y eventualmente formar pequeños quistes.

Causas

No se sabe exactamente cuál es la causa y de hecho hay varias teorías al respecto, desafortunadamente, ninguna de ellas ha sido probada ni explica claramente los mecanismos asociados con el desarrollo de la enfermedad.

Algunas de estas teorías han sido más aceptadas aunque la realidad es que pueden ser una combinación de factores los que hacen que algunas mujeres desarrollen este padecimiento.

Teoría de la menstruación retrógrada: esta teoría fue promovida por el doctor John Sampson en 1920. Él conjeturó que el tejido menstrual fluye hacia la pelvis a través de las trompas de Falopio (a esto se le llama “menstruación retrógrada”) y se deposita en los órganos pélvicos donde se implantan y desarrollan. Sin embargo, existe muy poca evidencia de que las células endometriales puedan pegarse a los órganos pélvicos y crecer. Años más tarde, los investigadores encontraron que el 90% de las mujeres tiene menstruación retrógrada y como la mayoría de ellas no tiene endometriosis, algunos de ellos concluyeron que algo más (quizás un problema del sistema inmune o una disfunción hormonal), es lo que dispara la enfermedad

La teoría inmune: Sin embargo, los científicos han encontrado recientemente que la formación de endometriosis tiene que ver con la forma en que el sistema inmune (defensas) del organismo enfrenta a esa sangre dentro de la cavidad abdominal y se han encontrado defectos en el sistema inmune que pueden derivar en la incapacidad para eliminar esta sangre y fragmentos de tejidos de donde no deberían de estar. La mayoría de las mujeres que tienen endometriosis presentan alteraciones metabólicas que favorecen que su útero (matriz) se contraiga de una forma anormal durante la menstruación, permitiendo mayor flujo retrógrado de la menstruación hacia el interior del abdomen, favoreciendo la implantación de más tejido endometrial en sitios donde no debería de existir.

Teoría genética: se ha demostrado que las mujeres con parentesco de primer grado con mujeres que tienen este padecimiento, tienen un riesgo aumentado de desarrollar endometriosis y en estos casos, la enfermedad tiende a ser empeorar en la siguiente generación. Las mujeres con una madre, hermana o hija con endometriosis, es muy probable que también presenten este padecimiento. En la actualidad existen estudios en todo el mundo que buscan un gen de endometriosis.

La endometriosis se encuentra en casi las tres cuartas partes de las mujeres que tienen dolor pélvico crónico. Puede afectar a cualquier mujer en edad reproductiva ya que el crecimiento del tejido anormal depende de los estrógenos. Lo demuestra el hecho de que muy rara vez se produce endometriosis antes de la primera regla y de que desaparece en la menopausia (aunque puede volver a aparecer si la mujer sigue un tratamiento hormonal).

Aunque típicamente suele diagnosticarse entre los 25 y 35 años, la afección probablemente comienza alrededor del momento del inicio de la menstruación regular.

Teoría de la distribución linfática o vascular: algunos fragmentos endometriales pueden viajar a través de la circulación linfática o sanguínea a otras partes del organismo. Esto puede explicar cómo es que la endometriosis termina en lugares muy distantes como los pulmones, el cerebro, la piel o el ojo.

Factores de riesgo

Existe más probabilidad de presentar endometriosis si:

  • Comenzaste a menstruar a una edad temprana.
  • Nunca has tenido hijos.
  • Tienes períodos menstruales menores a 27 días o que duran 7 días o más.
  • Tienes un himen cerrado, que bloquea el flujo de sangre menstrual durante el período.

Se sabe que esta alteración es ahora más frecuente que hace 50 años y los investigadores piensan que en la actualidad la mujer casi siempre trabaja, ha retrasado la maternidad, tiene menos hijos y ha acortado el tiempo de lactancia. Es decir, hoy en día las mujeres tienen un mayor número de menstruaciones, elemento clave, al parecer, para el desarrollo de la endometriosis.

¿Qué tan frecuente es la endometriosis?

Alrededor del 15 y el 20% de las mujeres padecen endometriosis. La severidad de la enfermedad varía de mujer a mujer. Es interesante notar que no hay relación entre la cantidad de endometriosis y la severidad de los síntomas. Una mujer puede tener una pequeña cantidad de endometriosis y padecer síntomas importantes, mientras otra puede tener una endometriosis extensa y no padecer ninguno de sus síntomas.

  • La endometriosis se presenta principalmente en mujeres en sus años reproductivos, es decir a partir de que inicia la primera menstruación hasta la última, sin embargo se ha encontrado en mujeres desde 10 y hasta 70 años.

¿Cómo se clasifica?

Basándose en la localización afectada, se han clasificado cuatro etapas:

  1. Mínima: endometriosis superficial con adherencias leves.
  2. Leve: endometriosis superficial y profunda, adherencias leves.
  3. Moderada: endometriosis superficial y profunda, adherencias leves y densas.
  4. Severa: endometriosis superficial y profunda con adherencias densas.

Aunque estas etapas pueden parecer similares, el tamaño y número de las áreas afectadas indica el diagnóstico. (Breitkopf and Bakoulis,)

¿Cuáles son los síntomas de la endometriosis?

El tipo, número y severidad de los síntomas experimentados varía ampliamente. Algunas mujeres experimentan muchos síntomas que pueden ser en ocasiones debilitantes. Otras no experimentan ninguno de sus síntomas y descubren que tienen endometriosis cuando no se pueden embarazar.

Al progresar la enfermedad el número y severidad de los síntomas aumenta, así como el número de días en el mes en los que se sienten los síntomas:

El síntoma más común de la endometriosis es el dolor pélvico, sin embargo existen un amplio rango de síntomas que pueden ser asociados a esta condición.

Dolor: en la parte baja del vientre antes y/o durante la menstruación, que posiblemente guarda relación con la congestión, la producción hormonal y la formación de adherencias. Sin embargo, algunas mujeres experimentan dolor que no está relacionado con su ciclo menstrual y esto es lo que hace que esta enfermedad sea tan impredecible y frustrante.

El dolor de leve intensidad al inicio de la menstruación puede ser normal, pero no es normal si:

  • Es tan intenso que te impide ir a la escuela, hacer deportes o te hace faltar al trabajo.
  • Es tan intenso que te hace quedarte en cama
  • No mejora con los medicamentos comunes para el dolor como son: los analgésicos (tempra, aspirina, ponstan, naxen, etc.)
  • Ocurre siempre en las mismas fases (período menstrual, ovulación)
  • Son progresivamente más intensos, es decir te duele cada vez más y tienes la necesidad de ir tomando medicamentos cada vez más fuertes.

El dolor se presenta más comúnmente durante los períodos menstruales, pero se puede presentar de muchas otras formas como:

  • dolor durante o después de las relaciones sexuales (por el estiramiento de los órganos y tejidos de la pelvis que están pegados, afectando los ligamentos y nervios.
  • dolor abdominal o pélvico (no necesariamente en el periodo menstrual), dolor de espalda baja,
  • dolor durante la ovulación, dolor en las piernas o en la ingle y dolor en la vagina o en el recto al ser examinadas por el ginecólogo.

¿Cuáles son los síntomas de la endometriosis?

Sangrado anormal o muy abundante en el momento de la menstruación sangrados prolongados, manchado premenstrual, sangrados irregulares durante el mes, ciclos irregulares.

Síntomas intestinales: Las mujeres afectadas de Endometriosis, presentan frecuentemente síntomas intestinales y muchas han sido diagnosticadas de padecer “colitis”, “síndrome de intestino irritable” o “colon espástico”. Sin embargo el origen de sus molestias es esta enfermedad.

Pueden tener:

  • Nausea y vómito durante la menstruación.
  • Movimientos intestinales dolorosos.
  • Dolor al expulsar gases o al defecar.
  • Dolor intestinal o síntomas de intestino irritable.
  • Distensión abdominal durante el periodo.
  • Diarrea o estreñimiento durante la menstruación.
  • Sangrado a través del recto.

Síntomas vesicales (Urinarios): Aunque es menos frecuente, algunas mujeres presentan síntomas urinarios, que pueden llegar a ser muy molestos y preocupantes, sobre todo si se presentan durante la menstruación.

  • Dolor al orinar
  • Aumento de la frecuencia urinaria
  • Puedes llegar a orinar con sangre.

Infertilidad (dificultad para embarazarse): Es la incapacidad de lograr el embarazo ó la incapacidad de llevar a buen término un embarazo (pérdidas o abortos repetidos). La infertilidad es una situación frecuente asociada a la presencia de endometriosis.

  • Casi un tercio de las mujeres infértiles tienen endometriosis y alrededor del 40% de las mujeres que padecen Endometriosis padecen infertilidad.
  • A veces, las mujeres experimentan alivio de los síntomas cuando están embarazadas. De hecho, muchos de los medicamentos empleados para aliviar los síntomas de endometriosis se basan en los efectos de las hormonas que se producen durante el embarazo.
  • La infertilidad relacionada a la endometriosis puede ser tratada por cirugía laparoscópica, hiperestimulación ovárica, inseminación intrauterina o fertilización in vitro.

Otros síntomas señalados por mujeres comprenden:

La endometriosis es una enfermedad sistémica que puede afectar otras áreas del organismo como son el sistema inmune y el endócrino (referente a las hormonas) afectando el metabolismo de una manera importante por lo que puedes presentar otros síntomas como: fatiga, depresión, insomnio e infecciones vaginales recurrentes.

En muchos casos el tratamiento puede ayudar a evitar que este problema se empeore.

Diagnóstico

La endometriosis solo puede diagnosticarse por medio de una laparoscopía que consiste en la inserción de una cámara muy pequeña a través de dos cortes pequeños a la altura del ombligo, para ver los órganos reproductivos y la cavidad pélvica y evaluar la gravedad de la endometriosis. Cuando lo considera necesario, al mismo tiempo puede:

  • tomar muestras de tejido para diagnóstico en el laboratorio
  • eliminar las lesiones de endometriosis que sea posible extraer en este tratamiento quirúrgico.
  • Liberar de adherencias y cicatrices las trompas de Falopio, los ovarios, etc.,
  • Eliminar los quistes ováricos.

La endometriosis solo puede diagnosticarse por medio de una laparoscopía

El diagnóstico definitivo, necesario para justificar tratamientos prolongados por endometriosis debe ser la biopsia de tejido y el diagnóstico en el laboratorio.

Sin embargo, este procedimiento es caro e invasivo y, si el cirujano que lo hace, no es especialista en endometriosis, es posible que no sea capaz de reconocerlo y esto puede dar como consecuencia que el resultado sea un falso “negativo” (sobre todo si no se toma biopsia de tejido). Además, no todo el mundo está dispuesto a pasar por un procedimiento de cirugía.

Esto hace que el diagnóstico de la endometriosis sea un desafío y es necesario que el ginecólogo esté capacitado para reconocer los síntomas sugerentes de endometriosis a través de una extensa plática e interrogatorio que le permita hacer una historia clínica. Para que esto suceda, es MUY importante que la mujer sea honesta acerca de sus síntomas y de los patrones en que se presentan.

Para llegar al diagnóstico seguramente tu médico te pedirá que te hagas algunos estudios auxiliares como son:

  • El tacto ginecológico puede poner de manifiesto puntos dolorosos o incluso la presencia de tumoraciones pélvicas dolorosas (endometriomas ováricos).
  • La ecografía o ultrasonido transvaginal (por vagina) ayuda al médico a identificar datos indirectos de la enfermedad y a detectar imágenes características de endometriosis ovárica que en la práctica se denominan endometriomas o quistes de chocolate por su aspecto visual
  • en algunos casos resonancia magnética nuclear.

Con estos estudios es posible observar lesiones muy grandes, la presencia de quistes de endometriosis o –muy importante- descartar otras alteraciones que sean responsables de los síntomas. Sin embargo, en la gran mayoría de los casos los focos o lesiones endometriósicas no miden más que unos milímetros y se hacen imperceptibles para estos estudios. Es por esto que la única forma de lograr un diagnóstico definitivo es con la visualización directa de las lesiones a través de la “laparoscopía”.

Investigaciones que se realizaron en la Universidad de Chicago han demostrado que las mujeres a veces tienen que esperar un promedio de diez años antes de ser diagnosticadas, ya que sus síntomas son atribuidos generalmente a exageraciones y son rechazados, subestimados o ignorados por los médicos generales.

Tratamiento

La endometriosis es una enfermedad crónica que depende del estatus hormonal de la mujer que la padece, así, mientras exista función hormonal sexual, la enfermedad seguirá presente.

Cuando la endometriosis no da síntomas, o si sus síntomas son muy ligeros, generalmente no necesita de ningún tratamiento médico pero hay que acudir al médico con regularidad para que pueda detectar cualquier cambio.

No existe una cura total para la endometriosis, pero hay tratamientos que pueden ayudar a aliviar los síntomas y mejorar tu calidad de vida. El truco está en encontrar la mejor solución para ti. Esto quiere decir que tendrás que hablar con tu médico acerca de tus síntomas, cómo afectan tu vida diaria y si quieres o no tener bebés en el futuro.

Las mujeres, por regla general, tienen dos alternativas bien definidas:

  • el tratamiento a base de medicamentos y
  • la intervención quirúrgica.

En algunos casos resulta necesario combinar ambos métodos.

Tratamiento Médico

Analgésicos: la mayoría de las mujeres afectadas han utilizado toda clase de medicamentos para el dolor como aspirina, paracetamol, panadol, tylenol, etc. Estos medicamentos actúan reduciendo la sensibilidad del cuerpo al dolor.

Pero muy pocas saben del uso de los medicamentos anti inflamatorios no esteroideos como el motrín, el advil, ibuprofen, ponstan, etc. Estos medicamentos son efectivos para aliviar el dolor y la inflamación, pero para que actúen deben de ser usados correctamente.

Se piensa que mucho del dolor causado por la endometriosis se debe a la inflamación provocada en parte por los altos niveles de “prostaglandinas malas”. Estas son sustancias químicas que se pueden encontrar en todas las células de nuestro organismo y que tienen efectos benéficos y necesarios pero también tienen efectos perjudiciales (produce inflamación, disminuye el flujo del oxígeno, induce el dolor, etc.). La mala noticia es que se ha visto que las mujeres con endometriosis producen un exceso de las prostaglandinas malas que causan inflamación, dolor y contracciones uterinas.

Teóricamente, los anti inflamatorios no esteroideos son una buena elección porque trabajan bloqueando la producción de todas las prostaglandinas pero para que funcionen deben tomarse 24 horas antes de lo que esperas el dolor. Si no sabes la fecha exacta, se recomienda tomarlas desde una semana antes. Lo más importante es que recuerdes, la acción de estos medicamentos no es para aliviar el dolor sino para evitar la producción de prostaglandinas. Es difícil saber cuál será la mejor para un caso determinado por lo que a veces tu médico tendrá que probar con dos o tres marcas.

Dieta: Es importante recordar que los efectos de las “prostaglandinas malas” también pueden moderarse en parte con la dieta y suplementos alimenticios. Reduciendo la ingesta de grasas animales, cafeína y alcohol y agregando aceite de pescado y aceite de oliva a tu dieta, puedes aumentar la producción de prostaglandinas buenas y decrecer la de las “malas”.

Tratamiento hormonal: Aunque la causa de la endometriosis no sea conocida, sí se sabe que la enfermedad es exacerbada por los estrógenos. Por lo tanto, el tratamiento hormonal para la endometriosis está diseñado para tratar de moderar la producción de estrógenos en el cuerpo de la mujer. La terapia hormonal se usa para suspender el periodo menstrual y prevenir el sangrado mensual.

Existen varios tipos de medicamentos que actúan contrayendo el revestimiento del útero y las lesiones endométriosas.

  • La píldora anticonceptiva: suprime la menstruación e inhibe el crecimiento del endometrio y de los implantes endometriosos.
    • Dado que cada mujer responde de forma diferente a las dosis hormonales, a veces es necesario “experimentar” hasta que se encuentra cuál es la píldora que funciona mejor para cada persona y tiene los menores efectos colaterales.
    • Tu médico te dirá cómo debes tomarla. Es importante que lo visites regularmente.
    • Como cualquier tratamiento hormonal, la píldora combinada no mejorará tus posibilidades de embarazarte, es por eso que no debe ser usada como tratamiento para la infertilidad.
  • Progestógenos/progesterona: son un grupo de medicamentos que se comportan como la hormona progesterona. Vienen en diferentes presentaciones cada una de las cuales tiene sus ventajas o desventajas. Se consideran como un tratamiento efectivo de los síntomas de la  endometriosis pero puede tener efectos colaterales muy molestos para algunas mujeres.
    • No se entiende exactamente cómo es que mejoran los síntomas pero probablemente lo hacen al suprimir el crecimiento del endometrio y de los implantes haciendo que, gradualmente, se pierdan. Puede también disminuir la inflamación pélvica.
    • En las dosis utilizadas (el médico tratará de darte la mínima dosis necesaria para evitar los efectos colaterales), la mayoría de las mujeres dejan de ovular y de menstruar; estas funciones se recuperan a las 3 o 4 semanas de suspender el medicamento.
    • El tratamiento puede ser de 3 a 6 meses pero,  dado que es una enfermedad crónica, es probable que el médico decida repetir esto o alargarse hasta un año. El sistema de levonorgestrel intrauterino puede permanecer en el útero hasta 5 años.
    • Este medicamento no interactúa con ningún alimento ni con el alcohol.

Tratamiento quirúrgico

La cirugía tratará de reducir el dolor causado por la endometriosis al remover las lesiones visibles de endometriosis y las adherencias asociadas a este problema.

La laparoscopía es el único medio definitivo para diagnosticar y tratar la endometriosis. En la actualidad ya casi no se hacen laparotomías para tratar la endometriosis.

El éxito de la cirugía depende de la experiencia y capacidad del cirujano pero también estará influenciado por la personalidad de la mujer, su estado emocional, la severidad, la extensión de la endometriosis, etc.

Es posible que se alivie el dolor después de la cirugía, sin embargo, los síntomas pueden regresar. En muchos casos, el médico decide hacer el tratamiento con cirugía y al mismo tiempo receta medicamentos para ayudar a prolongar el período sin síntomas.

Histerectomía y oovarectomía: Si el dolor es agudo y no se alivia después del tratamiento, se considerará realizar un procedimiento de histerectomía (cirugía para extraer el útero). Es menos probable que la endometriosis se vuelva a producir si se extraen los ovarios. Después de este procedimiento, la mujer dejará de tener periodos menstruales y no podrá quedar embarazada. Sin embargo, hay una pequeña probabilidad de que los síntomas regresen aun después de extraer el útero y los ovarios.

Eligiendo el médico adecuado

Es vital que una mujer con endometriosis pueda comunicarse libremente con su médico y viceversa.

Afortunadamente, hay varias cosas que puedes hacer antes de la cita:

  • Tómate unos minutos para marcarte un objetivo y hacer una lista con todas las preguntas que consideras importantes para este caso, por ejemplo:
    • ¿Cómo sabremos si este tratamiento funciona?
    • ¿Cuáles son los beneficios?, ¿cuáles son los riesgos?
    • ¿durante cuánto tiempo lo voy a tomar?
    • ¿necesitaré otros tratamientos o procedimientos en el futuro?
  • Escribe también TODOS tus síntomas tal cual suceden (sin minimizarlos) anotando la fecha, momento y situación del dolor. Por ejemplo:
    • “vengo hoy porque tengo dolor pélvico durante dos semanas cada mes. He tomado analgésicos pero no me sirven. Quiero saber la causa y qué puedo hacer para mejorarlo”.
  • Sé específica acerca de tus síntomas: describe el dolor cuándo sucede, cuánto dura, cuál es su intensidad y cuál es su localización.
    • Con información específica, puedes darle un panorama adecuado de tus síntomas, por ejemplo, puedes decir: “Desde hace dos meses tengo dolor durante las relaciones sexuales. Tengo una sensación de ardor en la penetración y un dolor agudo como de cuchillo al terminar que a veces me dura hasta dos horas. Esto sucede más bien a la mitad de mi ciclo menstrual”. No tengas pena, si le dices simplemente “tengo cólicos”, no das la verdadera dimensión de tu molestia y no levantas una bandera roja en la mente del médico. Tú juegas un papel determinante en la obtención de un buen diagnóstico y plan de tratamiento.
  • Recuerda los nombres de los medicamentos que estás tomando y llévale tus estudios de laboratorio que te hayas practicado últimamente.

Si sientes que el médico no te escucha y simplemente te dice que te relajes, pídele que te refiera con otro ginecólogo y busca que sea especialista en endometriosis.

Se persistente hasta que encuentres la respuesta que realmente te convenza. Lee, investiga y habla con otras mujeres acerca de la endometriosis.

¿Qué puedo hacer yo para mejorar mis síntomas?

Además de la parte médica, hay varias cosas que puedes hacer para ayudarte en el tratamiento y disminuir el dolor:

  • Cuida tu dieta: elimina la cafeína, el alcohol, el azúcar, las carnes rojas y los alimentos fritos. Suspende todos los alimentos que contengan trigo justo antes y durante la menstruación. Incluye alimentos que contengan Omega 3 como el salmón.
  • Trata de relajarte: la relajación no es solamente buena en teoría. Trata de relajarte completamente unos minutos diarios. Los ejercicios respiratorios pueden ayudar también a calmar el cuerpo.
  • Duerme, duerme, duerme: los estudios sugieren que la falta de sueño pueden causar cambios de nuestras hormonas y del metabolismo., inflamación y niveles incrementados de dolor.
  • Piensa positivamente: de acuerdo con los investigadores de la Universidad de Harvard, el optimismo da como resultado una mejor salud. Trata de cambiar los pensamientos negativos por otros positivos y te sentirás mejor si encuentras formas de tener esperanza mientras que te enfrentas a los problemas diarios de la endometriosis.
  • Muévete siempre que puedas: los investigadores han encontrado que la actividad física puede bajar la tensión y hacer que tu cuerpo produzca endorfinas (el analgésico natural de tu cuerpo). Aprovecha los momentos en los que puedes moverte y cuando no, trata de hacer algo más tranquilo como caminar alrededor de tu manzana. Te sentirás mejor después.
  • Simplifica tu vida: la mayoría de las mujeres tienen demasiadas cosas que hacer y demasiados compromisos. Eso puede aumentar el estrés y hacerte daño a la larga. Trata de disminuir el ritmo y delegar más.
  • Evita las toxinas de tu medio ambiente: Trata de evitar las toxinas y aliméntate con productos orgánicos.

Pronóstico

La terapia hormonal y la laparoscopia NO pueden curar la endometriosis; sin embargo y como ya lo mencionamos, estos tratamientos pueden aliviar, parcial o totalmente, los síntomas en muchas mujeres durante años.

El hecho de extirpar el útero, ambos ovarios y las trompas de Falopio (histerectomía) brinda la mejor probabilidad de cura.

Posibles complicaciones

La endometriosis puede llevar a problemas para quedar embarazada (esterilidad). No todas las mujeres, sobre todo aquellas con endometriosis leve, tendrán esterilidad.

Otras complicaciones de la endometriosis abarcan:

  • Dolor pélvico crónico o prolongado que interfiere con las actividades sociales y laborales.
  • Quistes grandes en la pelvis (llamados endometriomas) que pueden romperse.

En unos pocos casos, los implantes de endometriosis pueden causar obstrucción de los tractos gastrointestinal o urinario, pero es infrecuente.

En muy raras ocasiones, se puede desarrollar cáncer en las áreas de endometriosis después de la menopausia.

Prevención

No existe ningún método probado para prevenirlo, pero las mujeres que tienen en su familia historia de endometriosis podrían considerar tomar píldoras anticonceptivas ya que este tratamiento ayuda a prevenir o a retrasar su aparición.

Preguntas Frecuentes

¿La Endometriosis produce cáncer?: No, la endometriosis no es cancerosa ni aumenta el riesgo de la mujer para tener cáncer de útero u otro tipo de cáncer.

¿La endometriosis puede curarse?: No existe una cura conocida para la endometriosis. Desafortunadamente, es un padecimiento que tiende a empeorar con la edad hasta la menopausia. Sin embargo, sí hay tratamientos que ayudan a reducir el tamaño del tejido y a disminuir los síntomas dolorosos.

¿La endometriosis es una enfermedad de transmisión sexual?: No. La endometriosis no puede transmitirse de un humano a otro. Se desconoce la causa pero NO es una enfermedad infecciosa.

¿La endometriosis se hereda?: La causa de la endometriosis se desconoce pero las investigaciones muestran que las mujeres que tienen una pariente en primer grado con este padecimiento, tienen un riesgo aumentado de padecer endometriosis.

¿Podré tener bebés?: Se calcula que el 30- 40% de las mujeres con endometriosis pueden tener dificultades para embarazarse. Si deseas quedarte embarazada, habla con tu médico para que juntos diseñen un plan de tratamiento.

¿Cuál es el pronóstico en la infertilidad?: La mayor parte de las mujeres afectadas podrán concebir siguiendo métodos naturales o avanzados según las condiciones particulares de la enfermedad de cada una (estadío de la endometriosis), los factores masculinos asociados a la pareja y otros factores asociados que podrían limitar la fertilidad femenina.

¿Si me quitan el útero (histerectomía), me curaré de la endometriosis?: Algunas mujeres eligen, como último recurso, que les quiten el útero. Sin embargo, aún esto no garantiza que el dolor se quitará totalmente. Si optas por esta cirugía, es importante que el médico quite también todos los tejidos de endometriosis que encuentre.

¿El embarazo cura la endometriosis? No. Algunas mujeres encuentran que sus síntomas de dolor se reducen durante el embarazo, pero esto no es una generalidad. En la mayoría de los casos, la endometriosis regresará después del embarazo cuando acabes de amamantar.

A mayor edad menor fertilidad y mayor tiempo expuesta a la enfermedad. Es por eso que los médicos recomiendan el embarazo en edades tempranas o al menos no prolongar excesivamente la reproducción. La edad y el tiempo de exposición, especialmente en ausencia de un adecuado control médico de la enfermedad, son tus peores enemigos reproductivos

Referencias