ACTUALIZADO AL 03 de Octubre 2022

¿QUÉ ES LA TERMORREGULACIÓN?

La termorregulación o regulación de la temperatura es la capacidad del hombre para producir calor y conservar la temperatura normal del cuerpo.

El organismo trata de mantener, con todos los medios a su disposición, esta temperatura. Cualquier alteración de este equilibrio pone en actividad los llamados mecanismos de termorregulación

INTRODUCCIÓN

El Dr. Pierre Budin a comienzos del siglo XX observó que los prematuros de menos de 1500g que se enfriaban tenían una mortalidad significativamente alta. Posteriormente el Dr. William Silverman en estudios controlados dejó establecida la importancia de la temperatura del medio ambiente en la sobrevida de los recién nacidos.

De estas primeras observaciones surgió el uso de la incubadora destinada a proporcionar al prematuro un ambiente térmico adecuado que lo aislara de las variaciones de la temperatura ambiental.

La práctica actual del cuidado del recién nacido se funda en la prevención de cambios significativos de temperatura.

¿QUÉ ES LA HIPOTERMIA?

 La temperatura axilar normal del bebé es de 36.5- 37.5 ° C. Se considera que hay hipotermia cuando la temperatura está por debajo de estos parámetros.

Tradicionalmente la hipotermia se clasifica en tres grupos:

  • Leve (36.0 a 34.0°C)
  • Moderada (32 a – 33.9°C )
  • Severa: menos de (32°C)

 LAS PRIMERAS HORAS DE VIDA

El sistema termorregulador no se utiliza en la etapa intrauterina, ya que el bebé no está sometido a variaciones de temperatura. Bajo condiciones normales, la temperatura uterina es de 37.9 °C y fluctúa poco.

Al nacer, la transición del ambiente intrauterino al extrauterino crea un cambio térmico significativo que desafía la habilidad de termorregulación del RN.

La primera experiencia de frío para el ser humano es al nacimiento y en ese momento, su sistema termorregulador comienza a funcionar por primera vez, lo que probablemente explique la falta de una respuesta adecuada en la producción de calor en las primeras horas de vida.

Es importante observar que el enfriamiento ligero puede ser beneficioso en la adaptación a la vida extrauterina para el inicio de la respiración y de la función tiroidea:

  • Los cambios repentinos de temperatura producen impulsos sensoriales en la piel que son transmitidos al centro respiratorio
  • Y la vasoconstricción y la resistencia que se crea en los vasos sanguíneos periféricos que se observa con el enfriamiento leve, contribuye, junto con la respiración del bebé, a que se cierre el conducto arterioso del corazón del bebé que permaneció abierto durante el embarazo.

Sin embargo, es en las primeras horas de vida donde hay mayor riesgo de enfriamiento para el recién nacido. Contribuye a esto que los bebés nacen desnudos y mojados y la sala de partos tiene, generalmente, una temperatura fría.

¿CÓMO REGULA EL BEBÉ SU PROPIA TEMPERATURA?

La piel del recién nacido es muy delgada, con poca grasa subcutánea y con los vasos sanguíneos muy próximos a la piel, lo que favorece la pérdida de calor.

Los receptores en la piel del bebé envían mensajes al cerebro de que el cuerpo tiene frío e inmediatamente empieza a reaccionar.

El recién nacido produce calor principalmente por la termogénesis química o termogénesis sin estremecimiento. Los escalofríos, que son la principal forma para generar calor de los niños y de los adultos, son imposibles o no efectivos en los bebés.

El recién nacido tiene una forma especial y muy eficiente de regular su temperatura que es realizada por el metabolismo de la llamada “grasa parda”.

La grasa parda es un tejido graso especial del recién nacido que tiene una alta capacidad para producir calor a través de reacciones químicas. La grasa parda se encuentra distribuida en diferentes partes del cuerpo del bebé.

La sangre que circula a través de la grasa parda se calienta y lleva este calor a los vasos sanguíneos periféricos del resto del cuerpo que, al mismo tiempo se estrechan (vasoconstricción) para evitar la pérdida de calor.

Sabemos que se está efectuando la vasoconstricción porque se puede ver que el bebé está pálido y aumentan el número de respiraciones por minuto.

Este mecanismo está bien desarrollado en los recién nacidos a término a los pocos días de nacido, pero en los prematuros no es tan efectivo.

Periodos prolongados de bajas temperaturas (hipotermia), agotan los depósitos de grasa parda.

 Se creía que esta grasa desaparecía cuando nos hacíamos mayores. Sin embargo, no solo sigue presente en pequeñas cantidades durante la edad adulta, sino que, según han confirmado diversas investigaciones, la grasa parda sirve, además, para facilitar la digestión, metabolizar la glucosa, metabolizar la bilirrubina y estimular el gasto energético de forma significativa.

 La grasa parda se puede identificar a partir de las 26 semanas de gestación y continúa desarrollándose hasta el final del embarazo.

¿CUÁL ES LA RESPUESTA DEL ORGANISMO DEL BEBÉ AL FRÍO?

Cuando las pérdidas de calor superan a la producción de calor, el organismo del bebé responde también con otro mecanismo que ayuda a disminuir las pérdidas:

  • incremento del uso del oxígeno (se aumenta el número de respiraciones del bebé),
  • y la postura corporal:

 La postura es un mecanismo de defensa frente al frío, es la tendencia a “acurrucarse” para disminuir la exposición de la superficie expuesta al medio ambiente.

El recién nacido a término puede cambiar su posición de flexión de las cuatro extremidades y el prematuro, por lo contrario, presenta una posición con todos sus miembros extendidos.

Sin embargo, el organismo pierde más calor que el que produce, a pesar de estos mecanismos de defensa, cuando la temperatura ambiental es excesivamente baja.

Es importante saber que esta capacidad de regulación está influida por otros factores:

  1. Debe existir una función tiroidea normal: en el hipotiroidismo congénito hay dificultad para regular la temperatura.
  2. La asfixia y algunos medicamentos disminuyen la respuesta metabólica al frío.

CAUSAS DE QUE EL BEBÉ PIERDA TEMPERATURA

 El recién nacido pierde calor por:

Evaporación del líquido amniótico de la superficie de su piel.

  • La superficie de su cuerpo expuesta al ambiente externo (por la cual se pierde calor), es muy grande con relación a su peso (mientras más pequeño sea, mayor será esa relación), el tejido subcutáneo es escaso y casi no hay grasa.
  • Gran parte de la superficie corporal está dada por la cabeza, que en el prematuro también es relativamente más grande (por lo que no conviene raparlos, ya que el pelo les protege del enfriamiento).

Conducción: al ponerse en contacto con superficies frías:

  • El recién nacido perderá calor a través de su piel y de la respiración, al bañarlo, cuando tiene los pañales o ropa mojada y al entrar en contacto directo con otras superficies: la balanza de peso, manos frías, ropa, colchón, sábanas, el estetoscopio del médico, etc.

Convección:

  • Perderá también calor por el movimiento del aire que le rodea: ventiladores, aire acondicionado, corrientes de aire.

Radiación:

  • hacia los objetos o ventanas frías.

Por lo contrario, ganará calor de objetos calientes a los que esté expuesto: rayos solares, radiadores de calefacción, fototerapia, etc.

 ¿CUÁLES SON LOS SIGNOS DE HIPOTERMIA O BAJA TEMPERATURA?

Se define como “hipotermia” una disminución en la temperatura del bebé por debajo de 36° C producida por una rápida pérdida de calor debida al medio ambiente.

Todos los recién nacidos tienen el riesgo de tener una pérdida de calor y aún más los prematuros.

 

El primer signo de que el bebé tiene hipotermia puede ser que está frío cuando lo tocan, irritable o letárgico, con alteración en sus patrones de sueño.

 

Puede perder el apetito y el estómago se le distiende. Al empeorar su condición, disminuyen sus latidos del corazón y su respiración se hace más lenta, cambia su metabolismo, puede presentar falla renal y finalmente muere.

 

¿CUÁNTO TARDA EN MADURAR EL SISTEMA TERMORREGULADOR DEL RECIÉN NACIDO?

 

Un recién nacido sano y de buen peso de nacimiento demora algunas horas, o a lo más unos pocos días en poner a punto su centro termorregulador, pasando a ser entonces un “homeotermo”.

Esto significa que su temperatura corporal no depende tanto del ambiente como de su propia regulación, produciendo o perdiendo calor para mantener una temperatura normal.

El prematuro demora mucho más, tanto por la inmadurez de su pequeño termostato, como por una serie de otros factores: su superficie corporal en relación a su peso es mayor que en el niño de término y el calor se pierde fundamentalmente por la piel.

Pueden enfriarse muy deprisa, por eso los bebés necesitan ir a la incubadora, en la que son mantenidos a una temperatura de 37° (la temperatura del cuerpo de la madre), y en una atmósfera húmeda al 80% (los prematuros necesitan esta humedad para mantener la constancia de su temperatura).

TEMPERATURA IDEAL DEL MEDIO AMBIENTE PARA UN RECIÉN NACIDO

 

El ambiente térmico neutral.

 

Este se define como la situación térmica en la que un bebé puede mantener una temperatura estable sin que exista aumento de consumo de oxígeno o incremento en su metabolismo.

 

Para un bebé que está vestido y arropado en una cuna abierta, el cuarto deberá estar a 24º C.

 

En las primeras horas de vida se requiere tener una temperatura ambiental de alrededor de 27 a 28 C° por las razones ya expuestas.

 

Posteriormente, ya en casa, podrás tenerlo en una temperatura ambiental de alrededor de 24 a 25°.

 

Es importante que consideres los siguientes factores:

 

Por parte del bebé:

  • la edad gestacional (si es a término o prematuro),
  • su peso,
  • la edad postnatal (en los primeros días es más importante cuidar la temperatura del medio ambiente),
  • la vestimenta (debe tenerse en cuenta la importancia de la vestimenta adecuada, la cual crea una capa aislante frente a las variaciones de la temperatura ambiental),
  • la salud del bebé.

 

La mayoría de los expertos en el cuidado de bebés recomiendan vestir a los bebés con la misma cantidad de capas de ropa que tú usarías para estar cómoda.

 

Evita el impulso de abrigar demasiado a tu bebé. Por lo general, un bebé muy abrigado estará molesto, se pondrá colorado y, posiblemente, transpirará.

 

Un bebé que está fresco también puede estar molesto, pero no se pondrá colorado, y es posible que tenga las manos o los pies fríos, pálidos o de aspecto marmolado.

 

La temperatura de las manos o los pies del bebé puede no ser una buena medida de su temperatura, pero si la pancita de su bebé está fría, agrega una capa de ropa y vuelve a verificar su temperatura al cabo de, aproximadamente, una hora.

 

Dado que en la mayoría de los casos la pérdida de temperatura de los bebés se produce a través de la superficie de la cabeza, usar un sombrero suave de algodón puede ayudar a mantener a su bebé abrigado.

 

También puede ser útil mantener a tu bebé alejado de corrientes de aire.

 

Por parte del medio ambiente:

 

  • La temperatura del ambiente.
  • La temperatura de las superficies radiantes cercanas: sol, calefactores, paredes, ventanas etc.
  • No coloques a tu bebé cerca de una ventana en la que dé el sol o que se sienta el frío, ni cerca de un calentador.
  • La presencia de corrientes de aire y la humedad ambiental que pueden alterar el ambiente aun cuando la temperatura ambiental (del aire) sea aparentemente adecuada.

 

¿CÓMO SABER SI LA TEMPERATURA DEL MEDIO AMBIENTE ES LA CORRECTA?

 

La forma práctica de evaluar si tu bebé se encuentra en un ambiente con la temperatura adecuada, es tomando su temperatura axilar y verificando que ésta se encuentra entre 36.5 y 37.3° C.

 

La temperatura rectal no es un buen indicador. La temperatura axilar es la primera que desciende frente a un ambiente frío debido a la vasoconstricción de la piel.

 

Si tu bebé parece estar frío todo el tiempo (menos de 36.5° C) o demasiado caliente (más de 37 ° C), comunícate con tu pediatra

 

¿ES POSIBLE SOBRECALENTAR AL BEBÉ?

 

Así como el recién nacido tiene facilidad para enfriarse en ambientes fríos, también tiene mayor facilidad para absorber calor en ambientes cálidos.

 

El principal mecanismo de defensa en estos casos es la sudoración. Esta función está limitada en el recién nacido a término y más en el prematuro por la inmadurez de sus glándulas sudoríparas.

 

De tal manera que tienen también dificultad para mantener su temperatura en ambientes cálidos y por ende mayor riesgo de que suba su temperatura corporal en estas situaciones.

 

El buen manejo del ambiente térmico es un aspecto fundamental en el cuidado del recién nacido, especialmente del prematuro.

 

HIPERTERMIA O ELEVACIÓN EXCESIVA DE LA TEMPERATURA

 

Con respecto al aumento de temperatura esto puede provocarse por factores ambientales como excesivo abrigo, cercanía a fuentes de calor o debido a la elevada temperatura ambiental.

 

En el caso de que se registre una hipertermia debe desabrigarse al recién nacido o retirarlo del ambiente caluroso y vigilar si la temperatura desciende rápida y espontáneamente.

 

Cuando hay hipertermia el bebé presenta vasodilatación (los vasos sanguíneos se dilatan para perder calor y la piel se enrojece), aumenta el número de respiraciones por minuto, está irritado y puede haber sudoración sobre todo en el cuello.

 

Al igual que en la hipotermia, la hipertermia puede ser por infección en el recién nacido.

 

En este caso la temperatura no desciende al desabrigarlo y suele requerir tratamiento médico para su descenso.

 

En estas condiciones y con temperatura axilar mayor o igual a 38ºC se considera que tiene fiebre. Otra causa de fiebre en el recién nacido es la deshidratación.

 

Por lo tanto, la recomendación es que, ante cualquier alteración de la temperatura axilar normal, debes consultar al médico de inmediato.

¿QUÉ DEBO HACER CUANDO ME LLEVE AL BEBÉ A CASA?

A veces cuesta convencer a las madres de que el exceso de calor también es dañino.

Es frecuente constatar, por ejemplo, que al niño se le mantenga en la cocina, envuelto en ropas de lana y frazadas, mientras el calor ambiental obliga a los adultos a circular en blusas o mangas de camisa.

En el adulto la ropa reemplaza, hasta cierto punto, la función de la erección del pelaje de los animales.

La vestimenta nos protege, no por su grosor, sino porque las capas de aire entre las diferentes piezas actúan como aislador térmico y disminuyen la pérdida de calor.

Por lo tanto, varias capas de ropa delgada defienden más contra el frío que una tela gruesa.

No es raro en estas circunstancias, que el niño sufra deshidratación grave y fiebre alta, y en casos extremos presente un “golpe de calor”.

Este último es gravísimo, con una alta mortalidad, quedando muchos de los que sobreviven con daño neurológico.

La ropa del recién nacido ha de ser holgada y preferentemente de algodón. Se deben evitar las prendas de lana en contacto directo con la piel, ya que pueden ser irritantes.

Como vemos, en el recién nacido y el lactante pequeño, tanto el frío como el calor excesivo son malos y, como todo en la vida, hay que saber encontrar el justo equilibrio.

CONCLUSIÓN

En conclusión, es esencial mantener una temperatura estable en los primeros días de vida del recién nacido y hacer todos los esfuerzos necesarios para mantener la cadena de calor natural, detectar a tiempo la hipotermia y la hipertermia y tomar las medidas necesarias para corregir este problema. Esto es especialmente importante en los prematuros y bebés con bajo peso al nacer.

Hacer esto disminuirá significativamente el riesgo de mortalidad y morbilidad en ese periodo.

REFERENCIAS