La temperatura corporal ideal para un bebé está entre 36.5 y 37.5 °C. Si su temperatura baja de este rango puede entrar en un estado de hipotermia, que puede clasificarse como leve, moderada o severa, y requiere atención médica.

¿Por qué es importante controlar la temperatura al nacer?

Al momento del nacimiento, el bebé pasa de un ambiente cálido dentro del útero a un entorno mucho más frío. Este cambio es natural, pero también puede ser riesgoso si no se regula bien.

Un leve descenso de temperatura es normal e incluso beneficioso para estimular la respiración y el funcionamiento cardíaco. Sin embargo, una exposición prolongada al frío puede interferir con estas funciones vitales.

Recomendación general:

Después del nacimiento, es importante mantener al bebé seco, abrigado y en contacto piel con piel con la madre siempre que sea posible. Esto ayuda a regular su temperatura y favorece la estabilidad fisiológica en sus primeras horas de vida.