Viajes en el Embarazo
Durante, Embarazo, Semanas 1 - 12

Viajar durante el embarazo

 

INTRODUCCIÓN

Es un hecho que, en la actualidad, las personas viajan mucho más que antes, tanto de negocios como por placer.

No necesitas cancelar tus planes de viaje porque estás embarazada, siempre y cuando sigas unas cuantas reglas y tengas permiso de tu médico para realizar ese viaje.

VIAJES EN EL PRIMER TRIMESTRE

Muchas mujeres prefieren no viajar en el primer trimestre por la fatiga, sueño constante y náuseas que caracterizan esta etapa.

Pero si tienes ganas de viajar y tu médico te ha dado permiso para hacerlo, no hay ninguna razón para que no disfrutes un viaje pre-bebé en este momento.

Antes que nada es necesario que acudas a tu médico para que comentes con él tus planes de viaje y que te haga una revisión médica para detectar si hay algún problema y darle tratamiento antes de que te vayas.

El primer trimestre es una etapa clave ya que puede haber riesgo de aborto o de embarazo ectópico.

¿QUÉ TENGO QUE TOMAR EN CUENTA CUANDO DECIDO VIAJAR?

Es importante que las mujeres, si ya están embarazadas o si piensan embarazarse, al hacer sus planes de viaje tengan en cuenta:

  • Destino
  • Distancia del Viaje
  • Cuánto tiempo vas a viajar
  • Las actividades que vas a realizar
  • El tipo de transporte que vas a utilizar
  • Preguntar a tu médico cuándo está contraindicado viajar y
  • Saber cuándo debes llamar al médico

DESTINO

Los viajes a otros países te exponen a enfermedades que no son habituales en el país donde resides.

Las mujeres embarazadas deben de ser advertidas sobre los lugares que vayan a visitar y que presentan riesgo adicionales. La lista que aparece a continuación puede no estar completa, por lo que se recomienda que discutas los planes del viaje con el médico:

  • Los viajes a altitudes mayores de 3,658 mts no se recomiendan durante el embarazo. Si lo haces, es importante que pospongas el ejercicio hasta que estés adaptada al cambio de altitud.
  • Lugares en donde existan brotes endémicos (infecciones permanentes de ese lugar) de infecciones provocado por insectos o por alimentos.
  • Lugares endémicos, en donde la malaria (paludismo) es resistente a las cloroquinas( es un medicamento que sirve para combatir el paludismo)
  • Lugares que requieran de inmunizaciones con virus vivos
    • Vacunas: la exposición a vacunas no se recomienda durante el embarazo ya que existe el riesgo teórico de que la bacteria viva puede atravesar la placenta y dañar al bebé en desarrollo.
    • Es por eso que se recomienda que, si puedes, evites viajar a países en donde se requiere vacunarse.
    • Si decides viajar, el médico pesará el riesgo- beneficio de la vacuna contra la enfermedad y, por lo general, se aplicará la vacuna ya que contraer la enfermedad puede ser más riesgoso para la salud del bebé y de la madre.

Recuerda que si tu médico te indica que no puedes viajar, debes de obedecerlo y posponer el viaje hasta que nazca tu bebé y no arriesgar tu salud y la de tu hijo.

En muchos países en desarrollo, la atención local para la salud, la calidad de los alimentos y del agua, es cuestionable. Durante el embarazo es mejor evitar viajes a este tipo de países.

La diarrea y el vómito deshidratan fácilmente a la mujer embarazada y ponen en riesgo la salud del bebé.

DURACIÓN DEL TIEMPO DE TRASLADO

Es importante tener en cuenta el tiempo que vas a permanecer sentada durante el traslado para evitar una “trombosis venosa profunda”.

La trombosis venosa profunda es una afección donde se forma un coágulo de sangre en las venas de las piernas u otras partes del cuerpo.

Puede causar un estado peligroso que se denomina “embolia pulmonar”, donde un coágulo de sangre se desprende del primero que se formo y viaja a los pulmones.

Los estudios de investigación han revelado que todo tipo de viaje que dure 4 o más horas—ya sea en automóvil, tren autobús o avión—hace que aumente al doble el riesgo de presentar trombosis venosa profunda.

Esto indica que el medio de transporte no aumenta la probabilidad de presentar este problema, sino el tiempo en que una persona permanece sentada sin moverse.

Estar embarazada es otro factor de riesgo para presentar trombosis venosa profunda.

Si estás programando un viaje largo, es importante que tomes las siguientes medidas para reducir el riesgo de desarrollar este problema:

  • Bebe muchos líquidos (aunque tengas que ir más seguido al baño).
  • Usa ropa holgada.
  • Camina y estírate a intervalos regulares (por ejemplo, cuando viaje en automóvil, para con frecuencia para que puedas salir, caminar  y estirar las piernas).

Puedes también usar medias especiales que comprimen las piernas debajo de la rodilla para prevenir la formación de coágulos de sangre.

Sin embargo, habla primero con tu médico  ya que algunas personas no deben usarlas (por ejemplo, las personas con diabetes o problemas de circulación).

DISTANCIA DEL VIAJE

Es obvio que mientras más lejos te vayas, más riesgos tienes si llegas a tener una complicación mientras que estás fuera.

Planea con anticipación y asegúrate de que haya buenas facilidades médicas en donde vas.

Lleva una copia de tu expediente médico incluyendo las pruebas y estudios que te han hecho, los medicamentos que tomas (y copias de las recetas por si se llegaran a perder), tu tipo de sangre, vacunas que se aplicaron antes de salir de viaje, alergias a medicamentos y alimentos, fecha de la última consulta prenatal, fecha probable de parto y cualquier otra información que consideres importante.

Asegúrate de llevar una lista de nombres y teléfonos de personas que puedas contactar en caso de emergencia y no te olvides de incluir el nombre de tu médico y sus teléfonos de emergencia.

Si vas a viajar a un lugar húmedo y caliente, debes de evitar las infecciones vaginales producidas por hongos. Usa ropa interior que no sea ajustada, ligera y de algodón.

No te dejes el traje de baño húmedo, cámbiatelo tan pronto puedas y pregúntale a tu médico qué tipo de crema anti hongos puedes usar en caso de que se presente una infección.

Lleva tus vitaminas pre natales y los medicamentos que te haya recetado tu médico.

ACTIVIDADES

Ten en cuenta los cambios de clima y altitud, los tipos de comida (ya que esto puede causarte molestias digestivas).

Limita tus actividades en los primeros días y reposa cuanto te sea necesario, escucha a tu cuerpo, particularmente si el clima es caliente y si la altitud es mayor que la que estás acostumbrada.

  • Si el viaje que planeas es una vacación, considera el tipo de actividad que debes hacer cuando estás embarazada.
  • Por ejemplo, relajarte en la playa es mucho mejor que hacer una caminata extenuante en las montañas, nadar es mejor que esquiar.
  • No planees demasiadas actividades en un día ya que notarás que te cansas mucho antes que cuando no estabas embarazada.
  • Si estás viajando por negocios, trata de llegar un día antes de tus reuniones para que puedas descansar y adaptarte al cambio.
  • Si puedes, limita el tiempo de trabajo y toma descansos que te permitan caminar y estirar tus piernas.

Viajar y tener cambio de horario, puede alterar tus patrones de alimentación y causar problemas digestivos como la indigestión y la distensión, que son tan comunes en este primer trimestre.

Trata de comer pequeñas porciones de comida durante el día. No comas cerca de la hora de irte a dormir, evita las bebidas gaseosas con cafeína, el chocolate y las comidas con muchas especies, consume fibra para que tu intestino funcione correctamente y mantente activa para que tu aparato digestivo este en óptimas condiciones.

Cuando salgas siempre lleva una botella de agua, fruta, galletas y no estés mucho tiempo sin alimento, recuerda que la náusea aumenta cuando el estómago está vacío.

PRECAUCIONES CON RESPECTO A ALIMENTOS

Viajar a otros países quiere decir que podrías estar expuesta a otros tipos de gérmenes. Aunque la gente que vive en un país está acostumbrada a los organismos en los alimentos y el agua, los viajeros no lo están. Estos organismos pueden enfermar gravemente a un viajero.

La diarrea del viajero puede ser un problema leve para una mujer que no está embarazada. No obstante, puede ser peligroso para las mujeres embarazadas. Si te da diarrea, bebe muchos líquidos para combatir la deshidratación.

Antes de usar un tratamiento para la diarrea, con un médico para asegurarte que puedes usarlo sin riesgo durante el embarazo.

La mejor manera de prevenir enfermedades es evitar el consumo inseguro de alimentos y agua. Sigue los siguientes consejos:

  • El agua embotellada es más segura que el agua de grifo sin hervir. Sin embargo, debido a que no hay normas para el agua embotellada, no se puede garantizar que no contiene gérmenes que producen enfermedades.
  • Se pueden consumir sin riesgo gaseosas y bebidas elaboradas con agua hervida.
  • No uses hielo de agua sin hervir en tus bebidas.
  • Evita consumir frutas y verduras a menos que estén cocidas o que tú misma las hayas pelado.
  • No comas carne ni pescado crudos o que no estén bien cocidos.

TIPO DE TRANSPORTE

Viajes en automóvil

Viajar en automóvil es, quizás, la forma más cómoda de viajar durante el embarazo porque tienes la capacidad de controlar los periodos de traslado y puedes detenerte cada vez que te sientas fatigada.

Es muy común estar fatigada y mareada en el primer trimestre, es por esto que se recomienda no salir muy temprano en la mañana, viajar en distancias cortas en automóvil y compartir el volante si es posible.

Nunca viajes sola y si te sientes cansada o mareada DETÉNTE y descansa en donde quiera que estés.

Mantente hidratada (especialmente si estás viajando en climas cálidos) y repón la energía con un pequeño refrigerio como frutas o nueces que te ayuden a mantener el nivel de glucosa en sangre estable (no son recomendables los caramelos).

Trata de mantener una temperatura fresca en el coche y el aire circulando, esto te ayudará a controlar la náusea y el sueño.

Lleva una pequeña almohada para colocarla en la espalda a la altura cintura, para que te canses menos.

Siempre debes de usar tu cinturón de seguridad ya que, en caso de un accidente, te protegerá, a ti y a tu bebé.

La forma más segura es el cinturón diagonal que cruza en medio del pecho y el de abajo que cruce sobre la pelvis y no sobre el abdomen.

Cuando te detengas para descansar, siempre ve al baño y vacía tu vejiga, esto te ayudará a prevenir una infección de las vías urinarias. Aprovecha esos minutos para estirar y flexionar tus piernas.

Recuerda que durante el embarazo, si permaneces mucho tiempo sentada, tus pies y piernas se hinchan, eleva tus piernas cuando puedas.

Si vas en tu auto, cada 90 minutos puedes bajar del auto y caminar un poco. Si vas en camión y hay un asiento vacío junto a ti, sube las piernas.

Cuando planees un viaje por carretera, piensa en las facilidades con que cuenta los caminos por los cuales vas a viajar por ejemplo: baños, teléfonos, auxilio vial, poblaciones y hospitales cercanos, hoteles, venta de agua embotellada.

Si llegas a tener un accidente, por pequeño y sin importancia que sea, debes avisar a tu médico para que te hagan una revisión.

Viajes en avión

Si tu médico te ha dado permiso, viajar por avión en el primer trimestre no tiene mayor riesgo para ti o para tu bebé. La única excepción es cuando viajas en líneas no comerciales en donde no se ajusta la presión de la cabina porque la cantidad de oxígeno en el aire disminuye conforme se incrementa la altitud y puede ser demasiado escaso para tus necesidades de oxigenación y las de tu bebé.

Trata de que tu equipaje tenga ruedas para que te facilite la tarea y pide un asiento de pasillo para que puedas levantarte libremente al baño o a caminar. No debes sentarte en las salidas de emergencia.

Solicita una bolsa para el mareo por si acaso llegaras a tener un acceso de náusea.

Los asientos que están a nivel con las alas del avión, son los más estables y en donde menos sufrirás por el movimiento.

 

Si estás con mucha náusea y malestar, es recomendable llevarte tus propios bocadillos por si no puedes comer la comida que te sirven.

Puedes poner en tu bolso fruta seca, galletas y barras nutritivas. Te ayudará también a mantener alto tu nivel de energía.

Dado que el líquido amniótico se forma en el primer trimestre, es especialmente importante que te mantengas hidratada.

La atmósfera en los aviones generalmente es muy seca así que asegúrate de tomar suficientes líquidos durante el viaje y evita las bebidas con cafeína (esto te ayudará a no hincharte aunque tengas que ir al baño más frecuentemente).

Durante el vuelo, el riesgo de que se llegue a formar un coágulo que obstruya tus venas se incrementa durante el embarazo por lo que debes tratar de estar lo más activa posible.

Levántate y camina cuando menos cada hora y estira tus piernas y pies cada media hora para ayudar a estimular la circulación sanguínea. Pregunta a tu médico si debes usar medias elásticas de soporte.

  • A las mujeres que padecen de tromboflebitis y a las que padecen anemia depranocítica (una enfermedad de la sangre que afecta a la hemoglobina),  generalmente no les está permitido viajar por avión.
  • Antes de subir al avión, evita las bebidas o la comida que produzca gases. Los gases atrapados en el aparato digestivo, se expanden en las altitudes y causan dolor abdominal, náusea y vómito.
  • Lleva equipaje de mano ligero y no cargues cosas pesadas

Viajes en barco o lancha

No hay problema para viajar en barco o realizar un crucero siempre y cuando el embarazo no sea de riesgo.

El viaje por mar puede ser divertido. También puede alterar tu estómago. Si nunca has estado en un barco antes, el primer trimestre de tu embarazo no es un buen momento para intentarlo.

Si has viajado antes y piensas que tu estómago puede resistir el movimiento del barco, inspecciona las reglas del crucero para las embarazadas.

Asegúrate que la nave tiene doctor o una enfermera a bordo. También asegúrate qué tan cercanas están las áreas con los médicos apropiados.

Si no te mareas, puedes viajar tranquila, las vibraciones no causan abortos ni tienen efecto dañino ni en el embarazo ni en el bebé. Evita ir en lancha rápida que golpee contra las olas.

Para evitar la náusea y el mareo puedes usar las muñequeras elásticas especiales que presionan un punto en la muñeca que detiene el malestar. Las puedes adquirir en farmacias.

Viajes en tren

El tren es un medio de transporte muy recomendable y tiene ventajas sobre el automóvil y el autobús.

Durante el trayecto no hay obligatoriedad de permanecer sentada todo el rato, y puedes moverte, caminar y estar de pie. También, si deseas, hay la posibilidad de viajar de noche.

El tren tiene a su favor que se pueden realizar caminatas largas y puede contar con vagones tipo camarote en donde te sentirás más cómoda ya que podrás recostarte en una cama.

También puede contar con un vagón restaurante en donde podrás comer algo si tienes algún antojo.

Viajes en autobús

Lo bueno de los viajes en ómnibus o en tren es que puedes sentarte, cerrar los ojos y relajarte, sin tener que prestar atención al tráfico.

Además tendrás tiempo para leer algún libro o disfrutar del paisaje. Algunos ómnibus además proyectan películas que te mantendrán entretenida.

Los trayectos cortos no suelen plantear problemas, siempre que el pavimento de la carretera sea correcto y no existan aglomeraciones de las horas pico.

Lo más conveniente es viajar sentada pero puedes subir tus piernas si el asiento de al lado está vacío.

Aprovecha siempre las paradas obligatorias para bajar a estirar las piernas, vaciar tu vejiga y estimular la circulación de tus piernas.

¿CUÁNDO ESTÁ CONTRAINDICADO VIAJAR?

De acuerdo con las diferentes asociaciones de especialistas en obstetricia y perinatología, se debería advertir del peligro de viajar durante el embarazo a mujeres con especiales condiciones, sean éstas malos antecedentes u otros factores de riesgo que pongan su salud o la de su hijo en peligro:

Riesgos obstétricos:

  • Malos antecedentes: abortos o incompetencia cervical (partos pretérmino previos)
  • Antecedentes de embarazo ectópico: Un embarazo fuera del cuerpo uterino es una situación de suma gravedad que va a requerir, sea cual sea el tratamiento (tanto si es médico como si es quirúrgico), un reposo absoluto hasta su solución, pues sólo entonces habrá pasado el riesgo.
  • Antecedentes de rotura prematura de membranas
  • Anomalías de placenta (previa, baja, vasos previos)
  • Hemorragias en cualquier trimestre: tanto la amenaza de aborto (por definición el sangrado vaginal que ocurre hasta la 22 semanas de gestación), como cualquier otro sangrado que pueda ocurrir, constituye un motivo suficiente para indicar la necesidad de reposo y, por tanto una contraindicación para viajar.
  • Embarazo múltiple
  • Antecedente de hipertensión arterial y/o diabetes.
  • Enfermedades maternas cardíacas
  • Antecedentes de trastorno de formación de trombos o coágulos.
  • Anemia severa.
  • Antecedentes de infertilidad o dificultad para embarazarse
  • Edad materna mayor de 35 años en el primer embarazo.

Riesgos médicos de la salud en general:

  • Hipertensión pulmonar
  • Asma severa u otros padecimientos pulmonares crónicos.
  • Cardiomiopatia (enfermedades del corazón)
  • Insuficiencia renal
  • Enfermedades sistémicas crónicas que requieren vigilancia médica continua.

¿Cuándo debo llamar al médico?

Siempre debes llamar a tu médico cuando tengas:

  • Sangrado vaginal o Salida de líquido por vagina.
  • Cólicos que no cesan o que se repiten constantemente.
  • Hinchazón excesiva de las piernas y de los pies
  • Dolor de cabeza y visión borrosa.

FINALMENTE…

Disfruta el viaje: si viajas a sitios cálidos, ten cuidado con las aguas contaminadas y los alimentos crudos; si viajas a sitios fríos, ten cuidado con los enfriamientos y lleva suficiente ropa para cubrirte y mantenerte cómoda.

El viaje puede romper tu rutina diaria. Si sigues un horario sensato y checas las señales de alarma o los signos de tu organismo, los problemas deben ser pocos.

Habla con tu médico sobre tus planes de viaje. Él puede ayudarte con tus dudas y aconsejarte cuándo es el mejor tiempo, y cuáles son las mejores maneras para viajar de acuerdo a tu embarazo.

REFERENCIAS

Durante, Embarazo, Semanas 25 - 40

Signos de que se aproxima el parto

La fecha probable de parto, se calcula contando cuarenta semanas a partir del día uno de la última menstruación. Gran parte de los nacimientos se producen en forma inesperada entre la semana 38 y 42 de gestación, cuando se supone que el bebé ya ha llegado a su madurez y está listo para nacer.

Existen signos y síntomas que aparecen los días previos al parto, los cuales indican que la fecha se está acercando. Hay mujeres que no los llegan a notar porque su parto se desencadena directamente con contracciones regulares.

  • EL ABDOMEN DESCIENDE

El bebé se va “encajando” en la pelvis y aumenta la sensación de peso en el bajo vientre.

En las primerizas esto sucede 2 a 4 semanas antes del parto pero puede suceder incluso antes. En las mujeres que ya han tenido más hijos, el bebé puede no descender sino hasta el momento del parto.

Generalmente la cabeza del bebé es la primera parte que entra en la pelvis (se encaja). Ahora el útero va a presionar la vejiga y tendrás necesidad de orinar más frecuentemente y con menos cantidad.

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  •  MOLESTIAS FÍSICAS

Recarga de energía:  Algunas mujeres tienen una necesidad enorme de limpiar su casa y preparar todo para la llegada del bebé. A esto se le conoce como el “instinto de la preparación del nido”.

Irritabilidad:  La sensibilidad que aparece poco antes del parto se debe a los nuevos cambios hormonales.

Diarrea y náuseas:  Estos nuevos cambios afectan tu estómago o intestino.

Dolor de espalda:  es un dolor de espalda que corre en la parte baja de la espalda y se extiende hacia los lados del vientre. Puede ser una sensación de la que casi no te des cuenta hasta un dolor que moleste bastante.

Dolor abdominal: Son molestias parecidas a las de la menstruación.

  • DEJAS DE GANAR PESO

El peso tiende a nivelarse al final del embarazo. No te preocupes, esto no afecta a tu bebé.

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Referencias

Semanas 25 - 40

¿Cuándo debo llamar al médico?

Estas instrucciones dependerán de tu situación particular, como por ejemplo, si tienes complicaciones durante el embarazo, si el médico considera que el embarazo es de alto riesgo, si es tu primer bebé o no.

Probablemente te dirán que te quedes en casa hasta que las contracciones duren aproximadamente un minuto cada una, y empiecen cada cinco minutos, durante más o menos una hora. (La frecuencia de las contracciones se mide desde el comienzo de una contracción hasta el comienzo de la siguiente).

No tengas miedo de llamar si piensas que ha llegado el momento aunque los síntomas no sean claros. Y la verdad es que la comunicación oral ayuda mucho porque tu médico o partera puede notar muchas cosas a través del tono de tu voz. Te preguntará la frecuencia, duración e intensidad de tus contracciones (notará si puedes hablar durante una contracción) y cualquier otro síntoma que tengas.

Y por último, aunque tu embarazo no haya tenido complicaciones hasta el momento, asegúrate de llamar a tu médico o partera inmediatamente (y en caso de que no los encuentres, dirigirte al hospital) en las siguientes situaciones:

  • Se te rompe la fuente (o la bolsa de agua) o sospechas que estás perdiendo líquido amniótico.
  • Notas que el bebé está menos activo.
  • Tienes sangrado vaginal(a menos que sea sólo el tapón mucoso, es decir, un flujo con un hilo de sangre), dolor abdominal fuerte y constante, o fiebre.
  • Comienzas a tener contracciones antes de la semana 37 o tienes algún otro síntoma de parto prematuro.
  • Tienes dolores de cabeza severos o persistentes,cambios en la visión, dolor intenso o mucha molestia en la parte alta de tu abdomen, hinchazón anormal, o cualquier otro síntoma de preeclampsia (presión arterial alta).

Recuerda que cada embarazo es diferente. Así es que si no estás segura si un síntoma es grave o si te sientes incómoda o algo te causa preocupación, confía en tus instintos y llama a tu médico o partera.

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Referencias

Los dolores de cabeza durante el embarazo
Durante, Embarazo, Semanas 1 - 12

Dolor de cabeza en el primer trimestre de embarazo

El dolor de cabeza en el primer trimestre del embarazo es una de las molestias más comunes.

Algunas mujeres tienen muchos dolores de cabeza en el primer trimestre del embarazo y, comunmente, mejoran o desaparecen después.

¿ES FRECUENTE EL DOLOR DE CABEZA EN EL PRIMER TRIMESTRE?

 El dolor de cabeza en el primer trimestre del embarazo es muy frecuente y puede presentarse en cualquier momento, pero es más común en el primer y tercer trimestre.

  • En la mayoría de los casos, aparece y desaparece.
  • No es un problema para el embarazo pero es muy molesto para ti.

TIPOS DE DOLOR DE CABEZA

La mayoría de los dolores de cabeza en el primer trimestre del embarazo son “primarios”. Es decir, el dolor se presenta por sí mismo y no es un síntoma de otro problema o complicación del embarazo. Entre ellos se incluyen:

  • Dolor de cabeza tensional.
  • Migraña.
  • Ciclos o episodios de dolor de cabeza seguido de un periodo sin dolor.

¿QUÉ SON LAS MIGRAÑAS?

 Las migrañas son un tipo de dolor de cabeza más severo que afecta los nervios y los vasos sanguíneos (es decir, es neurovascular). Los dos tipos más comunes de migraña son la migraña con aura y la migraña sin aura.

  • Migraña con aura. Este tipo de migraña se presenta con un aura.
    • Se pueden ver destellos de luz o líneas en zigzag o se puede perder la vista durante un período de tiempo breve.
    • Habitualmente, esto ocurre entre 10 y 30 minutos antes de que empiece la migraña.
    • El aura también puede presentarse al mismo tiempo que la migraña.
  • Migraña sin aura. Este tipo de migraña no tiene generalmente un aura. Pueden aparecer otros síntomas antes de que comience.

¿ES PELIGROSA LA MIGRAÑA EN EL EMBARAZO?

Muchas embarazadas tienen migrañas. Más de la mitad de ellas descubren que sus migrañas se vuelven menos frecuentes en los últimos meses de embarazo. La migraña en el  embarazo no pone en riesgo la vida de la madre ni la del hijo. El problema es su tratamiento.

  • Durante el embarazo tu médico tratará de utilizar la menor cantidad de medicamentos posibles. Nunca te automediques.

¿CUÁL ES LA CAUSA DEL DOLOR DE CABEZA EN EL EMBARAZO?

 La causa exacta no siempre se conoce. En el primer trimestre puede ser por diferentes razones que en el segundo y tercero. Entre los factores asociados al dolor de cabeza durante el primer trimestre, podemos mencionar los siguientes:

  • Estrés y ansiedad. La mujer embarazada tiene una peor tolerancia a las situaciones reconocidas como estresantes.
  • Cambios hormonales.
  • Disminuye la glucosa sanguínea lo que induce una baja presión arterial acompañada de mareos y cefalea.
  • Aumento en el volumen de sangre circulante.
  • Falta de sueño y mala nutrición.
  • Deshidratación, nausea y vómito.
  • Falta de cafeína (cuando estás acostumbrada a consumirla).
  • Sensibilidad a la luz y cambios en la visión.

TRATAMIENTO

 La mayoría de los medicamentos utilizados (analgésicos, antiinflamatorios y otros medicamentos), no se deben tomar durante el embarazo y la lactancia porque pueden causar alteraciones en el bebé o interrumpir el desarrollo normal del embarazo.

  • Si sufres de migrañas, NO podrás tomar todos los medicamentos que tomabas antes.

 ¿QUÉ PUEDO HACER PARA PREVENIR EL DOLOR DE CABEZA?

 La mejor manera de tratar el dolor de cabeza en el primer trimestre del embarazo es, evitarlo completamente. Esto es más fácil cuando sigues estos consejos:

  • Duerme lo suficiente. Si sufres de insomnio, no hagas siestas.
  • Nunca comas cosas nuevas. No sabes si pueden precipitarte el dolor.
  • Evita alimentos como queso, chocolate, tomates, cebollas, naranjas, comida china, cafeína, cítricos, nueces y bebidas alcohólicas.
  • Evita en lo posible el estrés.
  • Haz compresión a nivel temporal (sien) con los dedos.
  • Puedes ponerte paños de agua fría en la frente y sienes. Si tu dolor de cabeza es tensional, puedes ponértelos en la base del cuello.
  • Chupa hielo para disminuir las náuseas del primer trimestre.
  • Hidrátate bien. Bebe lentamente para evitar la posibilidad del vómito.
  • Evita el calor y el sol excesivos.
  • Evita los olores penetrantes y el humo del cigarrillo.
  • Mantén tu nivel de azúcar en sangre comiendo comidas más frecuentes y pequeñas. Lleva contigo algo ligero para comer (galletas, fruta, un yogurt).
  • Evita el desgaste energético exagerado: Realiza actividades físicas no extenuantes.
  • Evita estar parada mucho rato o dormir boca arriba.
  • Date un baño tibio.

¿EL DOLOR DE CABEZA PUEDE SER UN SÍNTOMA SERIO?

 En el segundo o tercer trimestre del embarazo, un dolor de cabeza puede ser un signo de preeclampsia que incluye elevación de la presión arterial, presencia de proteína en la orina y otros cambios.

¿CUÁNDO DEBO LLAMAR AL MÉDICO?

  • Antes de tomar cualquier medicamento
  • Si el dolor no cede o empeora después de usar los remedios recomendados.
  • Si se acompaña de visión borrosa, aumento de peso repentino, dolor en el abdomen superior derecho e hinchazón en manos y cara.
  • Si has tenido problemas con la presión arterial, llámalo aunque solamente sea un ligero dolor de cabeza.
  • Si sientes un dolor “violento y agudo” que te despierta en la noche. Un dolor que no se quita o uno que es algo que nunca habías sentido.
  • Si el dolor de cabeza se acompaña de fiebre y de cuello endurecido.
  • Si el dolor se inicia después de haberte caído o golpeado en la cabeza.
  • Tienes congestión nasal acompañada de dolor y presión bajo los ojos o frente o incluso dolor dental.
    • Puede ser que tengas una sinusitis que necesite tratamiento con antibióticos.
  • Si el dolor de cabeza se inicia después de estar frente a la televisión o a la pantalla de la computadora, chécate con un oftalmólogo.
  • No dudes en llamar a tu médico si el dolor de cabeza te preocupa.

 RECOMENDACIONES

 El manejo del dolor de cabeza en el primer trimestre del embarazo es especialmente problemático cuando es importante que evites los medicamentos. Si tienes alguna duda, pregunta en el Consultorio Virtual en donde médicos especialistas te responderán a la brevedad.

BIBLIOGRAFÍA

Durante, Embarazo, Semanas 25 - 40

Preparación para la lactancia en el tercer trimestre

Tanto si piensas en ello como si no, tu cuerpo de embarazada ya se está preparando para amamantar. Ese es uno de los motivos por los que tus senos se ponen tan grandes durante el embarazo: los conductos lácteos y las células productoras de leche empiezan a desarrollarse y los senos reciben más sangre que antes. Pero el tamaño de los senos no tiene nada que ver con tu capacidad para amamantar con éxito; incluso si tienes los senos pequeños lo más probable es que puedas alimentar a tu bebé normalmente.

¿Y por qué es importante la lactancia?

Porque la lactancia es el medio que la naturaleza provee para alimentar a tu bebé hasta que sea capaz de obtener los nutrientes necesarios por él mismo. Esto quiere decir que la lactancia y la leche materna será el alimento principal durante el primer año de la vida de tu bebé.

La lactancia es un proceso completamente natural y la producción de leche sucede espontáneamente durante las horas posteriores al nacimiento , sin embargo, son varias las actividades que puedes realizar durante el embarazo que te facilitarán este proceso e incluso disminuirán el grado de dolor que puedas llegar a sentir.

 

Deja que la naturaleza actúe

 

Desde el comienzo del embarazo, tus hormonas trabajarán para prepararte para amamantar. La naturaleza te hará almacenar grasa a nivel de las caderas y de los pechos para asegurar una regularidad perfecta de la calidad de tu leche, cualquiera sea tu alimentación y estado de salud después del parto. Por lo general, esto representa entre 3 y 4 kg del total del peso que acumularás durante tu embarazo.

¿Cómo debo prepararme en este momento para amamantar?

Aprende tanto como puedas sobre la lactancia antes de que nazca tu bebé. Habla con otras mamás que estén dando el pecho, lee libros para familiarizarte, llama a tu oficina local de La Liga de la Leche o asiste a una clase sobre cómo amamantar en algún momento del tercer trimestre (la mayoría de los hospitales las ofrecen). Cuanto más sepas sobre cómo empezar y sobre los beneficios de dar de mamar, mejor lo harás.

Dieta: Es importante que tu dieta esté bien balanceada en cuanto tus requerimientos calóricos y contenido de nutrientes, porque de ello va a depender la calidad de la leche que produzcas y la buena nutrición de tu bebé, pero además tu suplemento de calcio debe de ser suficiente para que TÚ cuentes con las reservas necesarias y, cuando nazca tu bebé e inicies la lactancia, tus huesos no se descalcifiquen.

Recuerda, es importante que acumules reservas de grasa para este momento, no debes de hacer ningún tipo de dieta de bajas calorías.

Observa a mamás cuando están amamantando: Observar a otras mamás alimentar a sus bebés te permitirá darte cuenta de lo natural que es y tener una idea más amplia de cómo hacerlo en el momento que llegue tu turno.

Seguramente alguna compañera de tus clases prenatales tendrá a su bebé antes. En los grupos de estimulación temprana las mamás amamantan a sus bebes durante la sesión, puedes asistir a una de bebes pequeños, donde además podrás ver una clase y saber qué se hace en ellas.

Aunque las anteriores son actividades que te ayudan a estar preparada físicamente para la lactancia, el simple hecho de realizarlas, predispone a tu mente y a tu cuerpo para estar lista y disfrutar al máximo de una maravillosa labor que tendrás pocas ocasiones de llevar a cabo.

 

Cambios que se observan en estos momentos en tus pechos

Tus pechos se modificarán por la influencia de las hormonas. Ciertas estructuras, tales como los conductos galactóforos que llevarán leche de la glándula mamaria al pezón, se multiplicarán. El volumen de tus pechos aumentará, así como tu circulación sanguínea, lo que se traducirá en la aparición progresiva de una red de venas en los pechos, visibles bajo la piel y que constituye un fenómeno completamente normal. El pezón también se preparará, su volumen aumentará y su color se oscurecerá.

El círculo de piel pigmentada que lo rodea, se abombará y aparecerán pequeñas protuberancias a su alrededor. Tal vez sientas tensión, picazón e incluso urticarias sin gravedad. También es posible que tus pechos se tornen muy sensibles, incluso dolorosos, sin que ello deba preocuparte. Pero en caso de presentar dolores, menciónaselos a tu médico.

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En el transcurso del trimestre, los senos comienzan a producir calostro, esa primera leche que el bebé absorberá y que tiene una tasa de anticuerpos particularmente elevada. Algunas mujeres notan que hacia el final del embarazo escurre algo de calostro de sus senos. Si ese no es tu caso, no te preocupes, no hay nada que impida iniciar la lactancia.

 

Cuida tus pechos

 

Al contrario de lo que por lo general se piensa, no es la lactancia la que malogra directamente tus pechos, sino el aumento de su volumen durante el embarazo. Por lo tanto, debes cuidarlos mediante la elección de un sostén que mantenga los senos firmes, con una buena copa y con tirantes anchos para sostener correctamente tus pechos sin comprimirlos y evitando que se estiren los ligamentos que lo sostienen ocasionando que los senos se caigan en el futuro.

El sostén debe adecuarse al tamaño de los pechos. No se recomienda que los presionen demasiado sobre todo en el contorno de la mama o hacia la axila. La ropa en general debe ser cómoda, liviana, fácil de poner y sacar, que no dificulte los movimientos.

Algunas mujeres duermen más cómodas con un sostén, pero de preferencia debe de ser de algodón, muy elástico y no debe de quedar ajustado.

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Los senos están más sensibles al tacto y al movimiento, pero con un buen sostén estas molestias mejorarán mucho.

Hidrata asimismo la piel de los senos mediante cremas nutritivas, tales como las formuladas para prevenir las estrías. Masajéalos con suavidad, con movimientos circulares, desde el pezón hacia el hombro y axila. Puedes reforzar la tonicidad de tu piel mediante duchas suaves y con agua más fresca, al terminar tu ducha diaria.

Desde el 8º mes, y si tus pezones están umbilicados, es decir si tienden a retraerse, puedes masajearlos y presionarlos suavemente entre el pulgar y el índice, para que vuelvan a emerger.

 

Prepara tus pezones antes de que el bebé nazca

Tener los pezones listos para amamantar, además de facilitarle al bebé succionar la leche, te ayudará a disminuir el riesgo de la aparición de grietas. Para el cuidado del pezón se puede recordar la siguiente nemotecnia: “ALAS”

Aire: Es importante airear los pezones para fortalecer la delicada piel que los recubre.

Lubricación: Para mantener la lubricación del pezón y de la areola durante el embarazo y luego de cada toma se puede utilizar una gota del propio calostro, aceites naturales como el de almendras dulces, o crema de caléndula.

Agua:Para la higiene diaria utiliza agua corriente. Las Glándulas de Montgómery ubicadas en la areola lubrican naturalmente tu piel y tienen propiedades antibacterianas, y odoríferas. El uso de jabones o cepillos barren esta grasitud natural favoreciendo la aparición de grietas durante la lactancia.

Sol: Exponer los pezones al sol, empezando con una toma de cinco minutos diarios ayuda a fortalecer y favorecer la elasticidad de la piel. Es importante que la exposición sea directa (no a través de un vidrio) y que se realice en los horarios de máxima protección y seguridad.

  • El uso de protectores para la salida del calostro: Si tienes salida del calostro puedes usar protectores y después de retirarlos debes asear los pezones, sin jabón y dejarlos airear unos momentos. Es importante airear los pezones para fortalecer la delicada piel que los recubre

Solicita a tu médico obstetra que examine tus mamas y pezones. Él te indicará si es necesario realizar ejercicios para formarlos.

Los pezones pueden ser salientes (protráctiles), pequeños o planos, o retráctiles o umbilicados.

 ¿Cómo puedo saber qué tipo de pezón tengo?

Con tu dedo pulgar (sobre el borde superior de la areola) y el índice (sobre el borde inferior) formando una  C abierta realiza  un movimiento de pinza acercando ambos dedos.

Si tu pezón se proyecta hacia afuera es un pezón protráctil o saliente. La mayoría de las mujeres tienen este tipo de pezones.

Si sobresale muy poco sobre la piel de la areola, es un pezón plano.

Si se hunde o retira dentro de la mama al pinzar la areola es un pezón retráctil o umbilicado (queda similar a un ombligo, por eso lleva ese nombre). Generalmente salen cuando se los estimula o mama el bebé y se vuelven a hundir (son los pezones umbilicados falsos). Los pezones umbilicados verdaderos son pocofrecuentes.

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¿Qué tengo que comprar?

Realmente no necesitas gran cosa para dar de mamar a tu bebé, pero quizás sea bueno que adquieras unos cuantos sostenes para la lactancia. Éstos proporcionan un soporte añadido a tus senos, que ahora son más grandes de lo habitual.

Suelen venir con copas que pueden bajarse con facilidad a la hora de amamantar. Habla con una vendedora que los conozca bien para que te aconseje los más adecuados para ti cuando entres en las dos últimas semanas de embarazo. (También puedes esperar hasta dar a luz, pero piensa que los primeros días después del parto quizás no puedas salir de tu casa para comprarlos).

Además de esto, hay madres que encuentran útil llevar camisetas o camisas de lactancia cuando salen a la calle con el bebé. Estas prendas vienen con una especie de solapa o cubierta muy útil para poder amamantar fácilmente y con discreción.

También necesitarás una cierta cantidad de almohadillas para el proteger el sostén, que absorben la leche que gotea de tus senos al comienzo de la lactancia. El llanto de otro bebé o la visión de un pequeño pueden ser suficientes para estimular el flujo de leche cuando menos te lo esperas.

Puedes comprar almohadillas desechables de antemano. Y si ves que las usas mucho, siempre puedes pasarte a almohadillas lavables, las cuales, a la larga, pueden resultar más cómodas y baratas.

No te olvides de comprar uno o dos paquetes de gel para congelar o una bolsa de chícharos congelados que te ayudarán en el momento de la bajada de la leche para disminuir la inflamación y las molestias.

Referencias

 

Labor o Trabajo de Parto y Parto
Durante, Embarazo, Semanas 25 - 40

Trabajo de parto, parto y nacimiento

Introducción

Si nunca has tenido un bebé, puedes asumir que “sabrás” el momento preciso que nacerá tu bebé. En realidad, el comienzo de una verdadera labor de parto no siempre es fácil de identificar y los sucesos que le preceden pueden prolongarse por días. También recuerda que tu fecha probable de parto es simplemente un punto de referencia—es normal que la labor de parto inicie en cualquier momento entre las tres semanas antes y dos semanas después de esta fecha.

¿Qué es el trabajo o labor de parto?

El trabajo de parto es el conjunto de acontecimientos que se suceden para permitir el nacimiento de tu bebé: el útero se contrae repetidamente (se tensa y se relaja), provocando que el cuello uterino se debilite (deforme) y se abra (dilate) para que puedas empujar a tu bebé al nuevo mundo.

Este proceso tiene un inicio, una evolución y una finalización:

Inicio:

  • Puede ser espontáneo, cuando las contracciones se generan por si solas y contribuyen al descenso del bebé y a la dilatación del cuello uterino, o bien i nducido, cuando por alguna razón es necesario finalizar el embarazo porque su continuación puede ser perjudicial para la mamá o para el bebé. Son las llamadas causas de inducción del parto.

Evolución:

  •  Puede ser:
    • eutócica, se llama así cuando el médico solamente controla los acontecimientos que se producen naturalmente, o bien
    • conducida cuando el médico decide intervenir utilizando técnicas que favorezcan la prosecución del parto como la rotura artificial de la bolsa, el goteo de un suero con soluciones que ayuden a la contracción del útero o al control del dolor durante el parto.

La finalización:

  • Determina la forma en que se producirá la salida del bebé y puede ser vaginal o abdominal.El parto abdominal es el que requiere de una cirugía para la extracción del bebé y la placenta y se denomina cesárea.
    • El parto vaginal es el que utiliza el canal del parto para la salida del bebé y la placenta. El parto vaginal puede ser:
      • natural, es decir que se produce por el efecto de los pujos maternos, o
      • artificial, cuando se utilizan distintos instrumentos para ayudar a la salida del bebé como el fórceps o la ventosa extractora.
  • Parto abdominal es el que requiere de una cirugía para la extracción del bebé y la placenta y se denomina cesárea.

¿Cómo sabré que la labor de parto está comenzando?

Porque antes de que se inicie el proceso, suceden varias cosas que te van preparando para el momento, entre ellas podemos mencionar las siguientes:

  • Aligeramiento: Esto sucede cuando la cabeza de tu bebé “baja” hasta tu pelvis. De repente tu vientre lucirá más bajo y podrás respirar más fácilmente que cuando tu bebé estaba presionando tus pulmones. Aunque el inconveniente ahora es que él está presionando la vejiga, incrementando la necesidad de orinar. Para las madres primerizas, el aligeramiento normalmente ocurre unas semanas antes del parto. Para las madres con experiencia, probablemente éste no suceda hasta que haya comenzado la labor de parto.
  • Secreciones sanguinolentas: Si presentas secreciones sanguinolentas o un flujo vaginal de color café, esto significa que tu cuello uterino se ha dilatado lo suficiente para expulsar el tapón mucoso que lo ha sellado durante los últimos nueve meses. Esta es una buena señal, pero todavía pueden faltar días para la labor de parto en sí.
  • Tu bebé se mueve menos: Muchas veces, las mujeres sienten que su bebé está menos activo el día antes de la labor de parto. Nadie sabe, con certeza, porqué ocurre esto, pero una teoría es que el bebé simplemente esta ahorrando energías para el gran día. Si adviertes un movimiento menor, comunícate con tu médico y coméntale esto.
  • La fuente se rompe: Cuando el saco amniótico se rompe, sentirás que sale líquido de la vagina, goteando o a chorros. Para la mayoría de las mujeres, las contracciones comienzan poco tiempo después. Pero aunque todavía no comiencen, tan pronto sientas que la fuente se rompió, infórmalo a tu médico.
    • En casi 1 de cada 10 mujeres, las contracciones no inician por sí solas en un lapso de 24 horas. Si esto sucede, puedes necesitar que tu labor de parto sea inducida, ya que las probabilidades de infección se incrementan una vez que se rompe la burbuja estéril de tu bebé.
    • En otras mujeres, el saco amniótico no se rompe hasta que la labor de parto está en proceso.
  • Diarrea: Si sientes la urgencia de evacuar frecuentemente y tus deposiciones son más blandas de lo normal, puede ser que la labor de parto sea inminente.
  • Anidando: No hay evidencias científicas que asocien esto al inicio del trabajo de parto, pero muchas de las futuras madres sienten una repentina necesidad de “anidar”—aspiran toda la casa a las 3:00 a.m. o le dan los toques finales al cuarto del bebé – justo antes que inicie la labor de parto.

Contracciones

Diferencia entre las contracciones falsa y las verdaderas:La mayoría de las mujeres que están esperando un bebé sienten contracciones leves antes de que realmente inicien la labor de parto. Estas son llamadas contracciones de Braxton Hicks. Puede ser difícil identificar una contracción de Braxton Hicks de una contracción real, especialmente si estás cerca de tu fecha probable de parto. (Si quieres saber más de esto, te recomendamos leer el artículo de “Contracciones de Braxton Hicks” en esta misma sección del Sitio).

A diferencia del verdadero trabajo de parto, el falso trabajo de parto no lleva a que el cuello uterino se dilate o se abra. Las contracciones de una labor de parto falsa suelen ser:

  • Irregulares: Las contracciones de Braxton Hicks son esporádicas, no tienen un patrón definido y normalmente desaparecen si descansas o cambias de posición.
    • Generalmente son irregulares y cortas.
    • No se hacen más largas, más fuertes ni más frecuentes.
    • Pueden presentarse durante varios minutos.
    • Recostarse puede hacer que desaparezcan.
    • Se pueden sentir más en el frente y en la ingle. Por el contrario, las contracciones de una verdadera labor de parto, normalmente se producen “alrededor del cuerpo”, van desde tu espalada hasta el vientre.
    • Sirven de ayuda para prepararse para el trabajo de parto real.
  • Si las contracciones de Braxton Hicks te incomodan, toma un baño tibio y bebe muchos líquidos para aliviar la incomodidad.

Contracciones regulares de parto: Para saber si ya es el momento del parto, toma tiempo a tus contracciones. Observa qué tan seguido se presentan.

Avísale a tu médico cuando inicien las contracciones normales. Éstas pueden dar la sensación de que tu útero se “está anudando” y al inicio pueden ser relativamente indoloras, pero gradualmente suben de intensidad, iniciando en la parte superior del útero y diseminándose hacia el vientre y la parte baja de espalda.

Es probable que se haya iniciado la labor de parto cuando:

  • Las contracciones que iniciaron irregulares, se vuelven regulares.
  • Tienes más de cinco en una hora.
  • Duran de 30 a 70 segundos.
  • Se empeora cuando te mueves  (en las contracciones de Braxton Hicks, el dolor mejora con el movimiento y cambio de posición).
    • Caminar generalmente las hace más fuertes.
    • Recostarse no hace que desaparezcan.
    • Dormir puede ser un gran reto.
  • Pueden durar 24-36 horas sin mayores cambios en el cuello del útero.
  • Es una práctica muy común que te envíen a casa para descansar o esperar un trabajo de parto más fuerte.

El médico necesitará conocer los otros síntomas que estás sintiendo, con qué frecuencia se producen las contracciones y si puedes hablar mientras éstas ocurren.

Si tienes estos síntomas, llama a tu médico inmediatamente, aún cuando todavía no sea tu fecha.

¡Ojo!. Aún cuando no se presenten las contracciones regulares, puedes haber empezado el trabajo de parto.

¿Por qué inicia el trabajo de parto?

Existen diversas teorías de por qué comienza el trabajo de parto, pero en realidad podría ser incluso, el conjunto de todas ellas:

  • El envejecimiento físico de la placenta podría enviar insuficientes nutrientes para el feto.
  • El útero alcanza un punto crucial de distensión, lo cual puede provocar tensión en las fibras musculares y estimular su actividad.
  • Los impulsos nerviosos del útero a la glándula pituitaria posterior, podrían provocar una liberación de oxitocina (una hormona que provoca la contracción del útero).
  • El descenso en el nivel de la hormona progesterona puede causar cambios en el útero.
  • Las glándulas suprarrenales del feto, cuando maduran, podrían liberar una sustancia que estimula el trabajo de parto.
  • La liberación de prostaglandina de la pared del útero, podría iniciar el trabajo de parto.

¿Cuándo debo ir al hospital?

Una vez que se presentan todas las señales de la labor de parto seguramente te harás la pregunta ¿es ya el momento de irme al hospital? Cada situación es diferente, pero lo recomendable es que hables con tu médico días antes de la fecha de tu parto para decidir el mejor plan en su caso.

La mayoría de los médicos y parteras recomiendan que se les llame cuando las contracciones son de cinco minutos entre una y otra, duran 60 segundos y han durado alrededor de una hora.

Cuando llames a tu médico o partera, infórmale lo siguiente:

  • Cuánto tiempo transcurre entre una contracción y otra, su duración e intensidad, y si estás llevando a cabo las técnicas de respiración.

o   Si las contracciones son demasiado dolorosas como para permitirte hablar,

  • Si se ha reventado o no la bolsa de agua, la hora en que se rompió y el color del fluido.
  • Si se han presentado manchas de sangre (la pérdida de mucosidad de color café claro, rosado o con puntos sangrientos del cuello del útero).

Sal con más anticipación si vives lejos del hospital que te va a atender, si te preocupa no llegar a tiempo o si tienes otra preocupación en especial.

Algunas mujeres se adelantan a su fecha y tienen partos prematuros. Si tienes cualquiera de los síntomas que se mencionan arriba, llama a tu médico o vete al hospital. Una vez que hayas empezado con tu trabajo de parto, trata de no comer, puedes, sin embargo, beber agua o jugos.

Durante el trabajo de parto el bebé se termina de colocar en posición para poder nacer. Esto puede tomar unas pocas horas o todo el día. Puede ser doloroso y cansado, pero la mujer está preparada para soportarlo.

El médico puede sugerir pruebas para monitorear el estado del bebé. Si tiene problemas o está en mala posición, puede sugerir una operación cesárea (operación quirúrgica por medio de la cual se extrae al bebé del útero).

¿Qué sucede en el hospital?

Cuando llegues al hospital, una enfermera revisará tu presión sanguínea y temperatura. La enfermera quizás te tome también muestras de sangre y orina y te coloque algunos aparatos en el abdomen para monitorear los latidos de corazón del bebé y las contracciones. La enfermera, tu médico o partera te practicará luego un examen vaginal para evaluar la dilatación y adelgazamiento del cuello del útero y después hablará contigo para explicarte la situación.

Dependiendo de la etapa del trabajo de parto, del patrón de contracciones que presentas, del grado de dilatación y del resultado del monitoreo del corazón de su bebé, será que tu médico o partera te admitan en el hospital o te recomienden volver a casa hasta que las contracciones se presenten más cercanas una de otra.

Durante el trabajo de parto activo, las contracciones se presentan con un tiempo de menos de 5 minutos entre una y otra, duran de 45 a 60 segundos y el cuello del útero se dilata 3 centímetros o más.

Es muy común que te sientas decepcionada y hasta avergonzada de ser enviada a casa por encontrarte en trabajo de parto temprano. Las actividades como caminar, ducharse, descansar, tomar líquidos, rentar películas o escuchar música relajante pueden ser de ayuda en la etapa temprana del trabajo de parto.

Pero si eres admitida en el hospital y has presentado un cultivo positivo del Estreptococo Beta Grupo B durante el embarazo o presentas cualquier otro factor de riesgo, tendrás que recibir antibióticos previos al momento del alumbramiento.

¿Cómo se desarrolla el trabajo de parto?

Para describir el trabajo de parto lo dividiremos en tres etapas.

  1. Primera: período dilatante, en dónde el cuello del útero se ablanda y dilata como consecuencia de la acción de las contracciones uterinas y la presión que ejerce el bebé (cefálico –con la cabeza-  o pelviano –con la pompa cuando viene en esta posición-).
  2. Segunda: período expulsivo, en donde se produce la salida del bebé Tercera: alumbramiento, en donde se produce la salida de la placenta.

Periodo dilatante: El objetivo de la primera etapa es alcanzar la completa dilatación del cuello uterino. Ésta comienza con el inicio de las contracciones uterinas de labor de parto y es la fase más larga de la misma. La primera etapa se divide a su vez en tres fases: latente, activa y desaceleración.

  • En la fase latente, las contracciones se vuelven más frecuentes, fuertes y adquieren regularidad y se presenta el mayor cambio del cuello uterino, que se adelgaza o se borra. La fase latente es la que varía más de una mujer a otra y de una labor de parto a otra. Puede tomar algunos días o unas pocas horas. Por lo general, se espera que la fase latente se prolongue de 10 a 12 horas en mujeres que ya han tenido niños y en un parto de primeriza puede durar casi las 20 horas.
    • Como ya lo mencionamos anteriormente, para muchas mujeres, la fase latente de la labor de parto puede ser confundida con las contracciones de Braxton Hicks. Las membranas se romperán espontáneamente, al comienzo o en la mitad de la primera etapa de la labor de parto. Una vez que éstas se rompen, el proceso de labor de parto usualmente se acelera.
  • La siguiente parte de la primera fase de la labor de parto es la fase activa, la cual es la fase en la que el cuello uterino se dilata con más rapidez. Para la mayoría de las mujeres ésta es desde los 3 a 4 centímetros de dilatación hasta los 8 a 9 centímetros.
    • La fase activa es la más predecible, dura un promedio de cinco horas en las mujeres que no han tenido partos anteriores y dos horas en las multíparas (mujeres que han tenido hijos).
  • Finalmente, tenemos la fase de desaceleración, durante la cual la dilatación del cuello uterino continúa, pero a un paso más lento, hasta la dilatación completa. En algunas mujeres la fase de deceleración no es muy evidente, se combina con la fase activa. Esta es también la fase de más rápido descenso, cuando el bebé se introduce más en la pelvis y más profundamente a través del canal de nacimiento.

Labor o Trabajo de Parto y Parto

Simultáneamente, el bebé desciende por el efecto de la gravedad y por el impulso de las contracciones uterinas. Para descender, el bebé debe efectuar distintos movimientos para acomodarse en la pelvis de la mamá. En primer lugar debe decidir qué diámetro de la pelvis le es más cómodo para introducirse en el canal del parto. Luego de tomar esta decisión debe reducir al máximo los diámetros del polo que ofrece (la cabeza o la cola) para poder atravesar este obstáculo óseo. Cuando lo logra, se dice que “se ha encajado” pues ya no puede regresar a una posición anterior.

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Luego debe rotar sobre sí mismo para que una parte firme del polo ofrecido (la cabeza o la cola) se contacte con el pubis para ejercer un movimiento de tipo bisagra que lo impulsará hacia el mundo exterior durante el período expulsivo.

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Durante este período, el médico puede intervenir de varias maneras para ayudar, ya sea favoreciendo el descenso con la rotura artificial de la bolsa o incrementando las contracciones si son insuficientes con el suero con soluciones que ayudan a la contracción del útero (oxitocina) o si el dolor es intolerable para la mamá, utilizando analgesia para el trabajo de parto.

El período expulsivo: El período expulsivo es el instante más esperado de todo el trabajo de parto porque se produce la salida del bebé por los genitales, ayudado por los pujos de la mamá durante cada contracción. Durante esta etapa, el médico decide la necesidad de realizar la episiotomía.  Una vez que sale el polo fetal (cabeza o cola) el médico realiza una serie de maniobras para ayudar a que el resto del cuerpo atraviese el canal del parto.

Una vez que el bebé ha nacido, se procede a pinzar y cortar el cordón umbilical, la circulación del bebé ha cambiado y se oxigenará a partir del aire que ingresa a su propio pulmón. A partir de este momento tu bebé es un ser totalmente autónomo.

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Nacimiento

La segunda etapa es el nacimiento del bebé. Esta etapa toma unos minutos pujando en algunas mujeres y para otras puede ser normal pujar por 3 a 4 horas.

Este es el momento de pujar. Tu médico te indica cómo y cuándo, pero por lo general lo que sucede es que pujas varias veces con cada contracción (que a estas alturas duran entre sesenta y noventa segundos).

Cuánto dure esta etapa depende de ti. Las madres primerizas suelen durar más, hasta varias horas, pero el tiempo disminuye en los embarazos subsecuentes.

Durante la contracción, tu útero se endurece y tu bebé desciende un poco por el canal de parto. Estos son algunos consejos para facilitar esta etapa:

  • Considera cuál posición te es más fácil. La más frecuente en hospitales es semi-sentada (con tu espalda en un ángulo de cuarenta y cinco grados) y con los pies sobre estribos. Sin embargo, para que te ayude la gravedad, puedes solicitar que te permitan hacerlo de cuclillas o hasta en el agua.
  • Puja como cuando quieres ir al baño – es exactamente el tipo de empuje que necesita tu bebé. No te preocupes por tus necesidades fisiológicas, esto suele suceder y los médicos están acostumbrados a ellas. Tú concéntrate en que tu bebé nazca.
  • Utiliza la fuerza de tu abdomen. Contraer los músculos de tu abdomen te beneficia en dos formas: concentras tus pujidos en la parte inferior de tu cuerpo, y creas un suelo duro para que tu bebé se empuje y no se devuelva tanto entre contracciones. Para lograr esto, lleva tu barbilla a tu pecho y aprieta los músculos abdominales cuando sientes la contracción (antes de pujar).

El nacimiento requiere que pujes varias veces, porque cada vez tu bebé desciende un poco más por el canal del parto. Cuando su cabeza por fin es visible por la vagina, se dice que tu bebé ya “coronó”. Tu médico te indicará cuándo dejar de pujar para que pueda ayudarle a la cabeza a salir sin que te desgarres el perineo. Luego succiona los líquidos de la nariz y boca de tu bebé para finalmente sacar su cuerpo y… ¡felicidades! ya eres mamá.

Tendrás unos minutos para conocer a tu bebé antes de que se lo lleven (en tu misma habitación) para limpiarlo, abrigarlo y realizar la prueba APGAR.

Alumbramiento

 

El alumbramiento es la expulsión de la placenta y las membranas ovulares (la bolsa que alberga al bebé). Esto se logra gracias a fuertes contracciones uterinas y se puede acelerar de forma natural amamantando o administrando un medicamento.  Se produce habitualmente antes de transcurridos 30 minutos del nacimiento.

El alumbramiento va acompañado por una hemorragia de mediana cantidad que cede en las primeras horas del postparto y continúa en mucha menor cantidad por un período de 20 a 50 días, denominado comúnmente cuarentena. Esta hemorragia se origina en la herida que deja la placenta sobre el útero al desprenderse.

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Inducción de la labor de parto

Algunas veces, el médico necesitará inducir la labor de parto. La decisión se hace cuando se ha pasado tu fecha de parto o cuando existe preocupación acerca de la salud materna o del bebé. Entre ellas podemos mencionar:

  • Se rompe la bolsa de aguas (ruptura de membranas) pero no se inicia la labor de parto.
  • Se detecta infección uterina.
  • El bebé ha crecido muy lentamente (restricción de crecimiento uterino).
  • Aparecen complicaciones cuando el factor Rh de la madre es negativo y el del bebé es positivo.
  • Cuando se detecta que no hay suficiente líquido amniótico.
  • Cuando hay otras complicaciones como por ejemplo elevación de la presión arterial o preeclampsia.
  • Otros problemas de salud maternos como problemas renales, diabetes o cualquier otra enfermedad crónica.

El médico utilizará medicamentos para dilatar el cuello uterino, estimular las contracciones y prepararte para parto vaginal.

La inducción electiva del parto se ha hecho más común en los últimos años. Esto se hace cuando el embarazo es a término pero no hay ninguna razón médica para realizarlo. Algunos médicos deciden hacer la inducción ya sea por las molestias que tiene la embarazada, por temas de programación de fechas o por pensar que si se esperan más, podrían surgir complicaciones, sin embargo, no se ha determinado bien el beneficio y los daños que pueda causar. La inducción por elección –que se hace después de la semana 39- no se ha reportado que afecte la salud del bebé.

Si tu médico sugiere inducir el parto, habla con él acerca de todos los pros y contras como podría ser el riesgo de una cesárea y el de un bebé con bajo peso al nacer. Querrás estar completamente segura de que los beneficios son mucho mayores que los riesgos de continuar con el embarazo.

 

Referencias

 

Viaje
Durante, Embarazo, Semanas 25 - 40

Viajes en el tercer trimestre

¿Se puede viajar durante todo el embarazo?

Después de la 34ª semana es recomendable no moverse mucho, si bien esta no es una norma estricta. Debe ser el ginecólogo el que decida la conveniencia o no de iniciar un viaje en función del estado de la embarazada y la necesidad del desplazamiento.

Si tu embarazo es normal,  generalmente se permite viajar hasta casi la última etapa del embarazo. Será prudente desplazarse preferentemente hacia lugares de fácil acceso, donde haya un teléfono y un hospital cerca

De cualquier manera, durante el embarazo la decisión de viajar y la distancia del viaje deben ser tomadas conjuntamente entre la mujer embarazada y su médico. Algunas condiciones de la embarazada o del sitio de destino pueden contraindicar un viaje.

Recomendaciones:

No viajes sola. Es conveniente que, en esta etapa del embarazo, viajes acompañada.

Anticipa complicaciones. Durante el tercer trimestre debe incluir la posible atención de complicaciones del embarazo, parto prematuro y atención del recién nacido.

  • Anticipa cualquier complicación o emergencia que podría surgir antes de tu viaje y asegúrate de que tu seguro de salud es válido mientras estás en el extranjero. Comprueba si la póliza cubrirá al recién nacido, en el caso de que des a luz mientras estás fuera.
  • Investiga las instalaciones médicas en su lugar de destino. Las mujeres en el último trimestre de embarazo deberían buscar instalaciones que puedan controlar las complicaciones del embarazo, la toxemia y las cesáreas.

Evitar viajar a ciertos países o lugares. Muchas vacunas y medicamentos están contraindicados durante el embarazo: Pueden usarse vacunas con virus o microorganismos inactivados, o de subunidades, durante el segundo y tercer trimestre del embarazo cuando están indicadas, pero NO deben usarse vacunas de “virus vivo atenuado” como las de sarampión, rubéola, parotiditis, fiebre amarilla, polio oral y varicela, durante todo el embarazo. Por este motivo se recomienda no viajar a países donde el riesgo de contagio con algunas infecciones infrecuentes, como el paludismo o la fiebre amarilla, es mayor.

Preparativos

Es bueno organizar la salida con anticipación para evitar los nervios de última hora. Por supuesto, no hay que hacer esfuerzos, ni acarrear maletas ni bolsas.

Conviene llevar ropa cómoda (sin elásticos que puedan apretar y cortar la circulación), zapatos flexibles sin tacón, un saco o suéter grueso, por si el aire acondicionado juega una mala pasada, y un bolso ligero de mano con lo estrictamente necesario: pañuelos, útiles de aseo, algo para comer y una botellita de agua (es importante beber líquido frecuentemente). En los desplazamientos largos puede venir bien una almohada para el cuello.

Las mujeres embarazadas tienen más predisposición a marearse cuando viajan, por lo que es bueno llevar a mano algo de comida, como frutos secos, galletas o alguna fruta. Para evitar las náuseas, lo mejor es chupar algo con glucosa, como caramelos. No se deben tomar pastillas, ni chicles, ni jarabes para prevenir el mareo sin consultar antes con el médico.

Elección del medio de transporte

Al elegir el medio de transporte hay que considerar varias cosas: el tiempo que tarda en llegar al destino, la comodidad de los asientos, la movilidad que permite y el acceso a los aseo.

La comodidad del tren

Si tenemos en cuenta la movilidad, la forma más cómoda de viajar es el tren. Es fácil cambiar de posición durante el trayecto y levantarse a caminar de vez en cuando.

Viajes en automóvil

Al viajar en coche es conveniente que recuerdes:

El automóvil suele ser la mejor opción para los trayectos cortos, sobre todo si lo lleva otra persona. En los últimos meses de embarazo los médicos suelen desaconsejar que manejes.

Si no te queda más remedio que desplazarte y si viajas en coche, siéntate en la parte de atrás. Delante, te verías obligada a ponerte el cinturón de seguridad, que, aun en el caso de ir bien ajustado, es decir, a un lado y a otro del vientre, puede, si se produce algún choque, traumatizar el útero y causar un desprendimiento de la placenta.

  • Si vas adelante, ponte el cinturón de seguridad siempre. Coloca el cinturón superior sobre tu hombro y entre los pechos pero no sobre el abdomen. Las bolsas de aire están diseñadas para proteger tu cara y la parte superior de tu cuerpo cuando chocas. Sin embargo y como precaución, mueve el sillón lo más atrás posible y baja el respaldo hacia atrás para aumentar la distancia entre el pecho y la bolsa de aire.
  • Párate cada 2 horas en viajes largos para evitar la presión en la vejiga y estimular la circulación sanguínea en tus piernas.

En el segundo y el tercer trimestre los problemas más importantes en caso de accidente, por orden de frecuencia, son: desprendimiento de placenta, hemorragia transplacentaria, rotura o laceración del útero y lesión directa fetal.

Además, la posibilidad de que se desencadene el parto en las cuarenta y ocho horas siguientes al accidente se multiplica por dos. Obviamente, el riesgo más grave para el niño en estos casos es el fallecimiento materno que traería como consecuencia, casi segura, la muerte del feto.

Viajes en avión

Al viajar en avión recuerda:

Los viajes en avión no implican, en principio, ningún riesgo para la madre y el futuro bebé, aunque las mujeres con embarazos complicados o de riesgo no deben volar en los nueve meses. El avión es uno de los medios de transporte más seguros para viajes largos.

  • Es preferible no volar en el último mes de embarazo por el riesgo de que se produzca una rotura de la bolsa o un parto prematuro.
  • La mayoría de las compañías aéreas ponen restricciones a las embarazadas de más de siete meses para evitar la posibilidad de que se presente un parto durante el vuelo. A partir de las 35 semanas de gestación, las aerolíneas exigen un certificado médico que confirme la fase del embarazo y la aptitud para volar de la pasajera.

o   La futura madre debe firmar un documento que exima a la compañía de toda responsabilidad en caso de que surgiera algún problema relacionado con su estado durante el vuelo.

  • Aunque en los aviones es difícil moverse, se recomienda pasear por el pasillo cinco minutos cada hora. Los viajes largos, sentadas en sitios con poco espacio, pueden provocar la aparición de una trombosis venosa. El embarazo aumenta este riesgo debido a la obstrucción de la vena cava por compresión del útero.

o   Elige un lugar de pasillo, de preferencia uno en donde puedas estirar las piernas, y cerca del baño, esto te ayudará a moverte con más facilidad en el avión.

  • El cinturón de seguridad debe colocarse por debajo del vientre, sobre las caderas y debe usarse lo más posible durante el vuelo.
  • Bebe bastantes líquidos para contrarrestar el efecto deshidratante de la baja humedad en las cabinas de los aviones.
  • La hinchazón de las manos y de los pieses común en el tercer trimestre y, aunque suene raro, para disminuir esta hinchazón, es importante mantenerte bien hidratada.
  • Al abandonar el avión hay que evitar los empujones y posibles golpes con el equipaje de mano, por lo que, si la embarazada no puede salir de las primeras, conviene que espere y se quede la última.
  • Los detectores de metales que se usan en los aeropuertos son totalmente inocuos para la futura madre y su bebé.

Los menos aconsejables: autobús y barco

De todas las opciones, el autobús es el transporte menos recomendable. No suele tener baño, y si lo hay, es de pequeñas dimensiones. Las posibilidades de movimiento son mínimas (no se puede pasear, los asientos son estrechos…) y, además, realiza paradas de tarde en tarde.

  • Los viajes en barco se consideran muy poco aconsejables para una gestante por los vaivenes de las olas.
  • Si, a pesar de ello, vas a hacer un crucero, hay que evitar los programas demasiado cargados de actividades. Lo importante es reposar y relajarse y, por supuesto, no realizar ninguna excursión que pueda resultar peligrosa.

Documentación que debes llevar en la maleta

Para prevenir sorpresas, antes de salir de viaje hay que hablar con el ginecólogo o la matrona y pedirle una carta que resuma el historial de tu embarazo por si fuera necesario consultar a otro especialista en el lugar de destino. Asegúrate una buena atención por si surgiera algún problema o se adelante el parto.

Precauciones con el agua y los alimentos

En la embarazada es más importante aún seguir las recomendaciones para evitar las enfermedades trasmitidas por agua y alimentos. Siempre lleva una botella de agua contigo.

La deshidratación producida por la diarrea puede ser más grave. Debe usarse suero de rehidratación oral según necesidad.

Si viajas a sitios fríos, ten cuidado con los enfriamientos y lleva abrigo suficiente.

En resumen, muéstrate prudente y no corras riesgos inútiles. No es el momento adecuado.

Referencias

Ultrasonido
Durante, Embarazo, Semanas 25 - 40

Ultrasonido o ecografía en el tercer trimestre de embarazo

Introducción

 

Si tu embarazo es normal y no has tenido problemas, probablemente ya no te harán más ultrasonidos después de la semana 20 hasta llegar al tercer trimestre.

Tu médico vigilará el crecimiento y bienestar de tu bebé midiendo la altura del fondo uterino (la distancia entre tu pelvis y la altura máxima de tu abdomen), escuchando el latido del corazón del bebé a través de un Doppler y se asegurará también de que te mantienes saludable tomando en cada visita tu presión arterial, y pidiéndote análisis de orina y de sangre.

¿Con qué frecuencia se deben hacer los ultrasonidos durante el embarazo?

No hay ninguna regla rígida acerca del número de ultrasonidos que una mujer debe tener durante su embarazo.

Si has tenido complicaciones en los embarazos anteriores o si sufres de algún problema de salud como diabetes o presión arterial elevada, entonces te harán ultrasonidos regularmente durante todo el embarazo y uno o más durante el tercer trimestre para vigilar la salud de tu bebé.

Pero por lo general, se realizan tres ultrasonidos, uno en cada trimestre.

Han transcurrido 40 años desde que el ultrasonido se utilizó por primera vez en mujeres embarazadas.

Hasta ahora, en estudios llevados a cabo por varios grupos de investigadores, no se ha encontrado ninguna evidencia conclusiva de que produzca algún daño a la madre o al feto.

¿Cuándo se realiza el ultrasonido del Tercer Trimestre?

Se realiza entre las semanas 32 y 36. En algunos países se hace de rutina. Es la tercera de las ecografías recomendadas, después de la de la semana 12 y la de la semana 20. No requiere un grado de especialización tan alto ni un equipo de alta calidad, como la de la semana 20.

Esta ecografía se prescribe de forma rutinaria a todas las embarazadas. Revela información muy útil para los especialistas, ya que así podrán hacerse una idea de cómo será el parto. Para la embarazada es, además, muy emocionante volver a ver a su bebé en el útero antes de que nazca.

¿Qué información proporciona un ultrasonido del tercer trimestre?

 

Esta ecografía va a obtener información muy valiosasobre el estado del bebé y su evolución de cara al parto.

La ultrasonografía del tercer trimestre se centra particularmente en placenta, líquido amniótico y crecimiento fetal (en esta época del embarazo los bebés son más susceptibles a presentar problemas de crecimiento) así como situación, presentación y actitud fetal sin descuidar los parámetros de los primeros trimestres:

Valorar el perfil biofísico del feto: su frecuencia cardíaca, sus movimientos respiratorios y corporales y el tono fetal.

  • Se medirá la circunferencia de la cabeza del bebé y del abdomen y el largo del fémur. Si todas las medidas están dentro de los límites normales, entonces el bebé tendrá un tamaño promedio.
  • En algunos casos se recomienda un segundo ultrasonido en dos semanas porque los bebés crecen en etapas y es más fácil detectar problemas cuando se hacen seriados.
  • Un bebé con una cabeza normal o dentro del promedio y un abdomen pequeño, puede simplemente ser un bebé pequeño pero saludable (los bebés vienen en todos los tamaños y formas). Sin embargo, algunas veces esto indica que el bebé no está creciendo en forma adecuada –a este problema se le da el nombre de “restricción del crecimiento intrauterino”- especialmente cuando hay reducción del líquido amniótico. Cuando existe esta sospecha, se recomienda una ecografía Doppler que nos da información sobre las características del flujo a través de los vasos sanguíneos (principalmente los del cordón umbilical) que le informan al médico sobre normalidad o anormalidad.

Salud fetal. En el ultrasonido es posible constatar la salud del bebé al tomar sus medidas, observar el flujo sanguíneo y simplemente al verlo mover y actuar. Un bebé sano se estira y flexiona, mueve sus brazos y piernas, abre y cierra las manos, agita los dedos de la mano y del pie y mueve sus labios y lengua. Respira el líquido amniótico y esto le ayuda a madurar sus pulmones. Podrás tener una idea de cómo será tu bebé simplemente con la foto que tomarán de su carita.

Un bebé que no hace estas cosas puede ser que no esté recibiendo suficiente oxígeno de la placenta y puede tener el riesgo de un parto prematuro. Como ya lo mencionamos, esto se confirma con un estudio Doppler.

Número de fetos: casi siempre existirán ultrasonidos previos donde ya se estableció el número de fetos.

Posición fetal: Conocer la colocación del feto dentro del útero. Ya estamos cerca del final del embarazo. Saber cómo se encuentra el feto puede ser importante a la hora de planificar la finalización del embarazo y el tipo de parto.

Los bebés se mueven y cambian de posición frecuentemente durante el embarazo, pero esto se disminuye al llegar a la semana 34 y, generalmente, cerca de la semana 36, se voltea de cabeza y así seguirá hasta el parto. Cuando el bebé se coloca transversal o de nalgas, puede predecirse que también hay problemas en la posición de la placenta.

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Anomalías fetales: La ecografía más adecuada para el estudio anatómico del feto es la de la semana 20. En el tercer trimestre existe menos cantidad de líquido amniótico, el feto se mueve con menos libertad y además las estructuras óseas están más calcificadas. Todo esto hace que la evaluación anatómica sea peor que en la semana 20.

No obstante, puede detectarse alguna anomalía de aparición tardía o no detectada en la ecografía de la semana 20. En esta ecografía el especialista presta especial atención a los órganos en los que es más probable que aparezcan anomalías tardías, entre estos se incluye los riñones, la vejiga y la cara.

Características de la placenta: Se estudia el grado de madurez de la placenta, ya que si la placenta envejece de manera prematura puede acarrear problemas de oxigenación y nutrición al feto. Una placenta joven es lisa y homogénea; una placenta vieja está muy segmentada y tiene muchas calcificaciones y lagunas vasculares.

También es muy importante constatar su localización, para descartar que su implantación esté tapando, total o parcialmente, el cuello del útero, que como sabemos debe dilatarse para permitir el paso del feto. Si la placenta es previa el parto vaginal no es posible y las contracciones pueden desencadenar una hemorragia que puede comprometer la salud de la madre y del bebé.

Características de cordón umbilical:Es necesario conocer el número de vasos que tiene: en condiciones normales consta de dos venas y una arteria. Se debe evaluar la zona de inserción en la placenta. Lo normal es que se inserte en la zona central, en casos de inserción muy periférica o a través de las membranas que forman la bolsa puede haber problemas de crecimiento fetal o hemorragias.

 

Circulares de cordón: También se debe evaluar si existen (es un episodio al azar producido porque en el cuello del bebé se da una o varias vueltas el cordón umbilical). Conocer esta circunstancia puede ayudar a valorar cambios en la gráfica de monitorización y estar un poco más alerta en el transcurso de la dilatación, pero no debe constituir un motivo de preocupación, ya que las circulares de cordón son muy frecuentes, aproximadamente en el 15 por ciento de los partos y rara vez existen complicaciones por este motivo.

Cantidad de líquido amniótico: El líquido amniótico está formado, fundamentalmente, por orina fetal. Su diminución constituye siempre un signo de alarma. Puede estar disminuido en casos de pérdida del bienestar fetal, como manifestación de una situación de retraso de crecimiento.

Su disminución o ausencia también puede deberse a rotura de la bolsa. En otros casos puede estar aumentado, muchas veces sin causa aparente, pero en otros debido a diabetes o determinadas anomalías fetales.

 

Longitud cervical: La longitud del cuello del útero es un factor que ayuda a predecir la posibilidad de un parto prematuro. El cuello del útero es una estructura en forma de cono truncado, que durante el embarazo mide unos 3-4 centímetros. Cuando se inicia el parto, en una primera fase, el cuello se acorta hasta llegar a desaparecer, es decir pasa de medir 3-4 centímetros de longitud a convertirse en una fina membrana de unos 3 milímetros de espesor.

A partir de aquí, comienza la dilatación. En algunos casos, el cuello se puede acortar de manera prematura, aumentando el riesgo de parto pretérmino. En mujeres con contracciones antes de tiempo o antecedentes de partos prematuros, la medición de la longitud del cuello  le permite al médico predecir el riesgo de parto prematuro y en caso afirmativo tomar las medidas oportunas para evitar el desencadenamiento del parto (reposo, medicamentos que disminuyen las contracciones…).

En caso de embarazo gemelar permite conocer la situación de cada gemelo dentro del útero y programar el tipo de parto más adecuado a esta circunstancia.

 

Se calcula el peso del feto (estimado) y su edad gestacional.

Evaluación del útero. Algunas tumoraciones pélvicas, en particular miomas de gran tamaño pueden estar localizados en la parte baja del útero impidiendo el descenso de la cabeza fetal. En estas circunstancias es necesario programar una cesárea.

¿Qué cosas no nos puede decir el ultrasonido del tercer trimestre?

Si la fecha es correcta. Después de las primeras 20 semanas, cada bebé es diferente en tamaño y forma. Si tu bebé es más pequeño o más grande que el promedio a las, por ejemplo, 34 semanas, esto no quiere decir que sea menor o mayor su edad gestacional. Esta fecha tiene que establecerse a las 20 semanas de embarazo.

 

De dónde proviene el sangrado. Un pequeño sangrado es bastante común en el tercer trimestre del embarazo y puede venir del cuello uterino o más adentro del útero. El ultrasonido puede asegurarte que tu bebé no es afectado por el sangrado, pero difícilmente puede ver la causa.

Cuánto pesa tu bebé. Mientras más grande sea el bebé y más cerca esté del término del embarazo, más difícil será detectar su peso. Su cabeza puede estar más encajada en la pelvis como para poderla medir y aún cuando sea posible medir su abdomen, no se pueden tomar otros datos en cuenta como por ejemplo qué tan largo es.

¿Cómo debo prepararme para la ecografía?

Cuando te vayan a realizar la ecografía lleva ropa que te permita descubrir el abdomen con facilidad. Es conveniente que la vejiga esté llena de orina, pues ello ayuda al médico a localizar los órganos que están en la pelvis y permite obtener imágenes más claras.

Para conseguirlo puedes vaciar tu vejiga y beber 2 vasos de agua una hora antes de la exploración y tratar de no orinar hasta que sea realizada. La vejiga no debe estar tan llena como para causar dolor.

Te recostarán en una camilla con el vientre descubierto desde la parte más baja. Para mejorar el contacto entre el transductor y la superficie del abdomen te aplicarán un gel o aceite.

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En ocasiones es necesaria una exploración a través de la vagina para intentar obtener imágenes más nítidas. Para ello utilizan una sonda diseñada especialmente, la incomodidad de esta exploración es similar a la de un tacto vaginal.

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¿Por qué algunas mujeres se sienten mal durante el ultrasonido?

 

En este trimestre, con el crecimiento del bebé el útero se hace más grande y pesado. Al acostarte sobre tu espalda para que te hagan el ultrasonido, puedes sentir mareos y nausea, especialmente en el caso de un embarazo múltiple o de un bebé grande.

Esta sensación de desmayo se debe a un descenso en tu presión arterial causada por la compresión que provoca el útero y el bebé, de las venas que corren en la parte de atrás del abdomen materno (la vena cava inferior).

Por favor, coméntalo de inmediato con el especialista para que te cambien de posición de inmediato antes de que te sientas peor.

 

¿Para qué sirven los resultados obtenidos en esta prueba?

La información que revela la ecografía del tercer trimestre es muy útil para que el especialista pueda, a grandes rasgos, determinar cómo será el final del embarazo, el parto.

En algunas ocasiones, la información obtenida en esta prueba hace sospechar al médico que habrá que programar un parto por cesárea. En estos casos, generalmente se realizará otra ecografía más adelante.

¿Qué circunstancias pueden dificultar una correcta interpretación ecográfica?

 

En resumen, la obesidad materna, la escasez o ausencia de líquido amniótico y la presencia de miomas son factores que pueden dificultar una correcta evaluación fetal.

Como ya lo mencionamos anteriormente, esta es una ecografía dedicada más a la valoración del tamañoy bienestar fetal que al diagnóstico de anomalías fetales.

 

¿Cuándo se realiza por vía vaginal?

La ecografía del tercer trimestre se realiza por vía abdominal, pero hay alguna circunstancia que puede requerir evaluación por vía transvaginal.

La medición del largo del cuello del útero (longitud cervical) es más precisa por esta vía. En algunos casos de sospecha de placenta previa, la ecografía vaginal puede ayudar a tu médico a confirmar el diagnóstico o a descartarlo y para valorar con mayor precisión alguna estructura fetal que se encuentre en la parte inferior del útero

Referencias:

Sexualidad
Durante, Embarazo, Semanas 25 - 40

Sexualidad en el Tercer Trimestre del embarazo

Introducción

Durante el tercer trimestre suele presentarse cierto declive de la libido, sobre todo a consecuencia de la aparición de algunos trastornos típicos de esta época y por la incomodidad que supone para la práctica del coito un vientre ya muy abultado.

Pero si la pareja lo desea, siempre que el embarazo transcurra con normalidad, no existe contraindicación alguna para mantener relaciones sexuales prácticamente hasta el momento del parto, aunque habrá que adaptarse a las limitaciones que supone el agrandamiento del abdomen y recurrir a las posturas que sean más adecuadas.

Si te preguntas qué es lo normal en cuanto al sexo durante el embarazo, aquí está la respuesta: lo que te parezca bien a ti. La clave es comprender los diversos factores físicos y emocionales que pueden afectar la libido y tener la mente abierta y ser flexible.

¿El embarazo puede provocar cambios en el deseo sexual de la pareja?

Durante la última etapa del embarazo la sexualidad vuelve a estar comprometida ya que ahora es el abdomen el que se interpone entre los dos y, a veces, es muy difícil abstenerse de toda la ansiedad que despierta el parto, especialmente cuando se trata del primer hijo.

Cansancio, disminución de la agilidad, pesadez de piernas, molestia en la parte baja de la pelvis, micciones frecuentes…, son diversas las molestias habituales en el tercer trimestre que, sumadas a la sensación de pérdida de atractivo que experimenta la mujer a medida que su vientre se agranda provocan que,  tanto el placer como el deseo sexual, disminuyan en gran cantidad de parejas y en estudios científicos se ha encontrado que durante el último mes del embarazo solamente el 75% de las parejas continuaban sus relaciones sexuales en la forma habitual.

Sin embargo, buena parte de las embarazadas afirma mantener su nivel normal de libido en esta época e incluso para algunas, el deseo sexual resulta más intenso de lo habitual. No hay, pues, normas fijas, y por tanto un embarazo avanzado no implica siempre una pérdida del interés por el sexo, como erróneamente suele pensarse.

La clave para lidiar con los cambios del deseo sexual, es comunicarse con su pareja y compartir los sentimientos mutuamente. Estas conversaciones le ayudarán a establecer la base para los grandes cambios que ambos experimentarán en poco tiempo, ¡la paternidad y maternidad! Incluso con las variaciones del deseo sexual durante el embarazo.

¿Son seguras las relaciones sexuales en este trimestre?

Muchas parejas dejan de mantener relaciones sexuales  en el tercer trimestre del embarazo por miedo a dañar al “bebé”. Esto es absolutamente falso, salvo situaciones muy especiales que con toda seguridad les advertirá el ginecólogo.

Con un embarazo normal, las relaciones sexuales son seguras en las últimas semanas de embarazo hasta el momento en que se rompe la bolsa de líquido amniótico. A partir de ese momento NADA debe penetrar a través de la vagina.

A menos que tu médico te indique lo contrario, el sexo durante el embarazo es seguro para ti y para el bebé. De hecho, algunos estudios sugieren que mantener relaciones sexuales durante el embarazo está asociado con un menor riesgo de un parto prematuro.

Es importantísimo realizarlas cuando se desee, sin movimientos bruscos ni hacer ejercicios ni fuerzas permitiendo, además, que el abdomen  de la embarazada esté en situación de apoyo.

Posiciones: Cuando tienes espíritu y fuerza para tener relaciones sexuales, prepárate para experimentar. Y esto es porque quizás no sea fácil encontrar una posición que te sea cómoda.

Recuerda que durante el octavo y noveno mes, una embarazada debe descansar más sobre su lado izquierdo que sobre su espalda o el lado derecho ya que el peso del útero en crecimiento oprimiría los grandes vasos sanguíneos (vena cava inferior y aorta) que recorren el abdomen y alimentan la placenta.

Por suerte, existen alternativas como recostarse de costado o dejar que la mujer se coloque arriba.

Los pechos, en particular, pueden mostrarse sensibles y tiernos, y el compañero debe ser gentil y cuidadoso. Una actividad sexual vigorosa puede causar dolores e irritación; y si la higiene es deficiente, probablemente una infección.

No te preocupes por el bebé, como ya te lo dijimos en los trimestres anteriores, está bien protegido por el líquido amniótico y los fuertes músculos del útero. También hay un tapón grueso de mucosidad que sella el cuello uterino y ayuda a protegerlo contra las infecciones.

¿El orgasmo puede producir contracciones?

No hay pruebas de que el orgasmo pueda dañar al feto o inducir al aborto, a pesar de que ocasiona contracciones del útero y en el post orgasmo el útero se mantiene tenso un rato. Pero es algo natural y normal que no afectará en nada a tu bebé.

Tampoco se ha comprobado que las prostaglandinas presentes en el semen puedan provocar contracciones, sangrado o aborto.

¿Qué cambios se presentan en la respuesta sexual?

Las modificaciones de la respuesta sexual que acontecen en el segundo trimestre resultan más claras y acusadas durante la última etapa del embarazo.

Aunque no en todos los casos, muchas veces la vasocongestión pélvica (inflamación de los tejidos que rodean la vagina debido a un mayor flujo sanguíneo) determina que las sensaciones ante la estimulación sean menos intensas y también que disminuya la frecuencia con que se alcanza el orgasmo como la intensidad del mismo.

 

Y entonces, ¿qué podemos hacer?

 

Es importante que la pareja mantenga la comunicación sobre este tema durante todo el embarazo para que puedan ir acomodándose a los cambios.

Los rápidos cambios físicos que se van sucediendo en el cuerpo de la mujer, pueden ser causa de que lo que fue muy agradable la semana pasada, ya no lo sea la semana siguiente y se vuelve hasta doloroso.

Si por alguna razón la pareja no puede continuar con su vida sexual como antes del embarazo, los mimos y las caricias son alternativas validas para estar juntos.

¿Hasta cuándo concretamente?

Como lo mencionamos anteriormente, hasta que se produzca el desprendimiento del tapón mucoso que durante el embarazo obtura el canal cervical y protege al feto alojado dentro del útero de posibles contaminaciones.

Sobre todo, no se debe realizar el coito una vez producida la rotura de la bolsa de las aguas, pues la probabilidad de contaminación del feto en tal circunstancia resulta todavía más elevada.

Si bien es cierto que el coito puede desencadenar el parto cuando el útero ya está maduro para que se inicie el proceso, no hay razones para evitar las relaciones por este motivo, por una parte porque se trata de un mecanismo natural de inicio del parto y, por otra, porque habrá suficiente tiempo para acudir a la clínica con toda tranquilidad.

¿Qué ventajas tiene el tener relaciones sexuales durante el embarazo?

El sexo durante el embarazo produce un cambio que puede resultar muy positivo:

 Es más espontáneo y relajado: En las parejas que han debido estar bajo tratamiento para quedar embarazadas, es a veces el momento en que realmente pueden disfrutar de su sexualidad espontáneamente sin estar pensando en termómetros, calendarios o días especiales del ciclo para poder tener sus relaciones.

Despierta sentimientos más profundos: A veces uno de los dos no se encuentra de humor para una relación y deben encontrarse otras alternativas para llegar a la intimidad. Algunas cosas a tener en cuenta es que la sexualidad debe darse como un complemento de otros aspectos en la vida de la pareja. No es necesario cantidad si no intensidad de la relación para llegar a un estado de satisfacción mutua. Siempre pon énfasis en el amor más que en la relación sexual.

Es más romántico: Existen más variantes que las posiciones para el sexo descriptas en muchos manuales. A veces es suficiente un beso, una caricia, un abrazo, una cena con velas o una ducha juntos. Charla con tu pareja las cosas que más te gustan, tal vez ahora él deberá “prepararte” para ese momento durante mucho más tiempo que antes y de otras formas.

Prepara los músculos para el parto: Una buena sexualidad durante el embarazo es importante para preparar el cuerpo para un parto vaginal, los músculos de la vagina se ejercitan durante una relación sexual, y mejoran su tono muscular para el momento del nacimiento.

La sexualidad favorece la autoestima

El embarazo es una de las etapas más importantes en la vida de la mujer y es decisiva en la vida en pareja, por eso deben comunicarse y complementarse manteniendo activa su vida sexual. Esto favorece la autoestima de la mujer que se encuentra algo deteriorada por los cambios en su cuerpo.

La mujer embarazada sufre distintas reacciones, como el sentimiento de que su rol de amante pasó a un segundo plano. En su interior se mezcla alegría, ilusión, esperanza y orgullo con miedo, tristeza, depresión y ansiedad en relación a su personalidad. Comienzan las dudas sobre si el bebé se desarrollará bien, si no nacerá con ningún defecto, si será niño o niña, si el embarazo y el parto no tendrán complicaciones.

Siempre se debe recordar que una relación con placer significa estar en contacto tanto física como emocionalmente con el ser amado.

¿Es normal que cambien mis sensaciones a lo largo de los meses?

Absolutamente. El cuerpo está lleno de hormonas que contribuyen al bienestar de la madre; los estrógenos favorecen el flujo sanguíneo a todos los órganos genitales, aumentando su sensibilidad. La vagina está más lubricada y receptiva. El pecho, al volverse más voluminoso puede constituir una nueva zona erógena o cuando menos no pasarán desapercibidos para el hombre.

¿En qué caso debo interrumpir las relaciones sexuales?

Tu médico puede recomendarte que limites las relaciones sexuales, si se presentan síntomas o complicaciones durante el embarazo. Las mujeres cuyo cuello uterino parece estar abriéndose demasiado pronto y aquellas con sangrado o una placenta de posición anormal (placenta previa) no deberían tener relaciones sexuales mientras están embarazadas.

Es importante abstenerte de relaciones sexuales vaginales si presentas algunos de los siguientes síntomas:

  • Antecedentes de un parto pretérmino
  • Sangrado vaginal
  • Goteo de líquido amniótico o rompimiento de la fuente
  • Cuello uterino incompetente (el cuello uterino y la abertura del útero es débil y se abre prematuramente, lo que aumenta el riesgo de aborto o parto prematuro)
  • Placenta previa (se encuentra delante del cuello uterino o en la parte más baja del útero, en vez de encontrarse en la ubicación usual que es en la parte superior del útero)
  • Relacionessexualesdolorosas
  • Infección vaginal o urinaria

Referencias

La Ropa Adecuada
Durante, Embarazo, Semanas 25 - 40

Ropa adecuada para el tercer trimestre

¡El embarazo usualmente es un momento colmado de felicidad y gozo, durante el cual te estarás preparando para la llegada de un nuevo miembro a tu familia! Pero, también es un momento que trae aparejados innumerables cambios que podrían causarte temor, tanto en el plano físico como en el emocional. Muchas mujeres descubren que les es sumamente difícil lidiar con todos los cambios que van surgiendo en sus vidas y en sus cuerpos; otras parecen adecuarse a ellos sin ninguna clase de problemas.

La imagen corporal es una de las principales preocupaciones que surgen durante el embarazo. Con frecuencia, la forma en la que percibes tu cuerpo durante el transcurso del embarazo repercutirá directamente en cuán feliz te sentirás durante el mismo. ¿Por qué las personas se sienten de diferente manera cuando están embarazadas? ¿Puede la imagen corporal afectar el crecimiento y el desarrollo de tu bebé? ¿Cómo podrías elevar tu autoestima cuando estás esperando un bebé?

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En la ropa de embarazada, ¿hay alguna regla?

La regla general en estos casos es comprar y usar lo que a ti más te guste, pero  debes evitar las prendas ajustadas que puedan incomodarte, sobre todo en la zona abdominal. Deben evitarse los tejidos demasiado rígidos que puedan favorecer rozaduras o molestias en pliegues. Una prenda cómoda es aquella a la que una persona se adapta  es decir,  una vez puesta, no notas que la transportas. El hecho de usar ropa que te haga sentir cómoda es la clave para mantener una imagen corporal positiva durante todo tu embarazo.

Ocuparte de tu apariencia durante el embarazo y aún más en esta etapa, aumentará tu confianza y te dará placer a ti y a los que te rodean. Es el momento ideal para el desafío. Diviértete con tu vestimenta y que a la vez, la misma sea confortable.

Actualmente existe una amplia variedad de ropa para embarazadas, de todos los estilos, desde vestidos  hasta jeans, calzas, camisolas y leggins. Además los modelos actuales permiten que una futura mamá pueda vestir a la moda.

Pero ¿qué debemos tener en cuenta a la hora de comprar?

 

Elige ropa cómoda, combinable y sencilla, pues cuanto más estampados o bordados  tengan, te hará parecer con mayor volumen. Recuerda que los accesorios como aros, pulseras, collares, pañuelos y demás, son excelentes aliados para complementar  y adaptar un conjunto básico a diferentes circunstancias.

Conoce lo que tienes que buscar.

  • Muchas mujeres compran ropa de tallas regulares pero de mayor tamaño. Generalmente esto funciona bien durante el primer trimestre. Sin embargo, a partir del segundo trimestre es preferible comprar ropa de maternidad porque se ajusta mejor al cuerpo (tiene más tela en donde es necesario) y generalmente está hecha con materiales ligeros, suaves y que se estiran. La ropa durante el embarazo debe ser holgada. Esto no significa que debas lucir como una carpa (tienda de campaña). El tener unos kilitos de más, no implica tirarse al abandono. Puedes verte sexy y hermosa con la ropa apropiada.
  • Elige ropa fresca, pues aunque sea invierno, tu bebé te dará todo el calor que necesitas. No gastes en abrigos costosos, porque no los necesitarás. Prefiere la ropa de algodón, sin productos sintéticos. Debido a la mayor temperatura corporal y el aumento de la sensibilidad de la piel para desarrollar alergias es mucho mejor elegir ropa hechas con fibra natural como el algodón, ya que permita que tu piel respire.
  • Recuerda que la mayoría de las tallas están basadas en tu talla previa al embarazo, pero las marcas varían. Si tienes dudas, compra en tallas mayores a la tuya.
  • Por incómodo que parezca, trata de probarte todo lo que pienses comprar. Si te pica, está pegajoso o es incómodo, regrésalo.
  • Considera vestirte por capas. Dado que tus hormonas cambian, tu temperatura corporal puede ir de muy caliente a muy fría varias veces al día. Forma tu guardarropa de tal modo que te puedas quitar o poner prendas fácilmente.
  • Escoge distintos estilos de ropa. Especialmente en pantalones, que vienen con distintos tipos de paneles elásticos que te quedarán y se sentirán diferentes. Además, cuando tu embarazo avance, no sólo crecerá tu estómago, también crecerán tus glúteos y tus caderas.
  • Para estar cómoda en casa, elige la ropa deportiva para embarazadas o los overoles que puedes utilizar en cualquier estación del año.
  • Para trabajar podemos adquirir un par de pantalones de buena calidad y combinarlos con camisetas, pañuelos y otros accesorios.
  • Si hace falta ropa para una ocasión especial y no podemos pedirlo prestado, lo más práctico es adquirir un conjunto que también se pueda usar como ropa de diario y adornarlo con accesorios elegantes.

La ropa durante el embarazo no tiene que ser fea ni incómoda. Debe resaltar tu nueva figura, para que te sientas feliz y disfrutes de tu embarazo. Sigue estos consejos y lo lograrás

 

El calzado durante el embarazo 

Durante el primer trimestre de embarazo, cuando aún no se han producido la mayoría de las variantes anatómicas la futura madre puede utilizar el calzado que empleaba antes de la concepción.

Estas recomendaciones no valen para el segundo y tercer trimestre de gestación. A partir del segundo, se producen los cambios físicos antes mencionados: el aumento del volumen uterino y el peso materno. Es, a partir de este momento, cuando más cuidado debemos poner en la elección del calzado diario.

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Según avanza el embarazo, se produce una ganancia de peso y un aumento de la curvatura lumbar (hiperlordosis lumbar). Estos dos hechos ocasionan un sobreesfuerzo en piernas y pies y, a medida que aumenta el peso, disminuye paulatinamente el arco plantar. Otra razón para que esto ocurra: el tejido conectivo aumenta su elasticidad durante la gestación gracias a ciertas hormonas.

Horma ancha y tacón bajo en el embarazo

Se recomienda un calzado de horma ancha para aumentar así la base de apoyo. De esta forma, ganamos algo de estabilidad y favorecemos el equilibrio disminuido de la gestante. Además deben evitarse los tejidos sintéticos cuya elasticidad es más reducida.

Son preferibles los tejidos naturales y semi sintéticos con cierta flexibilidad que permitan adaptarse a la forma del pie. Si empleamos tejidos demasiado rígidos se favorecerá el desequilibrio ya que aparecerán zonas de compresión, pequeñas rozaduras y molestias que producen una alteración en la actitud de apoyo y favorecen las caídas.

El tacón recomendable durante el periodo gestacional no varía respecto a las recomendaciones para la población en general. La altura del tacón ideal para mantener una postura lo más ergonómica posible es de entre 2 y 4 centímetros. Esta es la altura más adecuada que requiere un menor tono muscular y ligamentoso para mantener la postura.

El zapato más recomendado es aquel zapato cómodo y que estabilice el pie. El empleo de sandalias con pequeñas zonas de sujeción o los zapatos abiertos, pueden favorecer tropiezos, que el calzado se mueva y, por lo tanto, producir caídas en la embarazada.

La ropa interior para embarazadas  

Las pantaletas: Algunas mujeres descubren que seguir usando ropa interior estilo bikini es adecuado, mientras que otras necesitan comprar ropa interior nueva. Puedes comprarte unas de maternidad o comprarte las que acostumbras usar, pero una talla más grande y úsalas por debajo de tu pancita. Los calzones para embarazadas son ideales para que no sientas que se te corta la circulación.

En cualquier caso, deberías tratar de usar ropa interior de algodón, ya que las mujeres embarazadas son generalmente más susceptibles a padecer infecciones de vejiga e infecciones vaginales las cuales podrían ser provocadas por la ropa interior fabricada con materiales de fibras sintéticas.

El sostén: Cuando hablamos de corpiños o sostenes, muchas mujeres rellenitas podrían darse cuenta que necesitarán comprar nuevos corpiños de diferente tamaño varias veces durante todo el transcurso de su embarazo.

No obstante, no debería comprar corpiños de maternidad hasta que haya llegado a este tercer trimestre, dado que es el momento en el que generalmente el tamaño del pecho comenzará a estabilizarse. Los corpiños de maternidad con tirantes extensibles son también una muy buena opción, debido a que el tamaño de tu corpiño seguramente aumentará después de que tu bebé haya nacido.

Debes usar uno que soporte el peso de tus senos conforme van creciendo, sin que te apriete. Si vas a dar de lactar, elige en este momento uno que puedas abrir a la altura de tus pezones. Así no tendrás que desvestirte cada vez que tengas que dar de lactar.

Medias de Soporte: En esta etapa del embarazo, probablemente te irás acostumbrando a que tus pies y tus tobillos siempre estén inflamados al final del día, los calambres nocturnos te despertarán durante las noches, y quizás te sea imposible evitar la formación de venas varicosas. A pesar de que todas estas molestias propias del embarazo son normales, ¿qué pensarías si pudiera evitarlas simplemente usando medias de (mediana) compresión?

Las medias de compresión no son idénticas a un par de típicas medias de nylon. Siendo éstas una forma médicamente aceptada para tratar los dolores y las molestias en las piernas, las medias de compresión son una excelente alternativa si se las compara con las cirugías para aliviar los problemas leves o más severos que pueden surgir en sus piernas.

La mayor parte de los problemas en las piernas son causados por una deficiente circulación; dado que tu sangre y tus venas deberán actuar contra la gravedad a fin de que la sangre llegue hasta tu corazón. Durante el embarazo, el abdomen está en constante expansión y la presión que ejerce el bebé sobre tu cuerpo, provocará que tus venas se dilaten y trabajen con mucha menos eficiencia.

Las medias de soporte actúan promoviendo la circulación y el retorno de la sangre hacia el corazón, a través del sistema venoso. Las mismas aplican gradualmente presión en sus piernas, siendo la zona en la que ejercen mayor compresión la de los tobillos, y disminuyendo la presión en la parte superior de las mismas; a fin de aliviar las molestias.

Las medias de compresión son útiles para tratar un gran número de problemas, entre los que se incluyen:

  • Calambres en las piernas.
  • Venas varicosas.
  • Inflamación o edemas.
  • Dolor en las piernas.
  • Prevención del desarrollo de trombosis en las venas (coágulos sanguíneos).

¿Realmente las necesito?

Podrías llegar a necesitar medias de compresión si tienes:

  • Sensación de cansancio, dolor o pesadez en las piernas.
  • Dolor en las piernas cada vez que te sientas o permaneces de pie durante extensos períodos de tiempo.
  • Inflamación o hinchazón en los tobillos o en las piernas al finalizar el día
  • Sensación de entumecimiento o de hormigueo en las piernas y/o en los pies.
  • Decoloración de la piel.
  • Formación de venas varicosas o en forma de arañitas.
  • Antecedentes familiares de problemas de venas.

Las medias de soporte han sido diseñadas en una gran variedad de graduaciones, lo cual permite tratar problemas en las piernas de leves a severos. También podrías comprarlas en una gran variedad de estilos, entre los que se incluyen: medias hasta la rodilla, medias hasta el muslo, pantimedias, medias para mujeres embarazadas y calcetines de viaje (comúnmente recomendados para usar cuando debas viajar en avión). Por lo general, las medias son vendidas de manera individual dado que no es inusual necesitar sólo una media de compresión.

Es muy importante comprar el tamaño correcto y es más importante que antes de hacer el gasto le preguntes a tu médico si realmente las necesitas.

La ropa que no conviene usar en el embarazo

  • Evita usar tejidos rígidos que puedan producir irritaciones en la piel
  • Si llevas calcetines, usa aquellos que no compriman demasiado para permitir la buena circulación de la sangre. Sobre todo porque en este período porque es fácil que se produzca la hinchazón en tobillos.
  • Evita los tacones altos, no sólo te resultará complicado llevarlos ya que tu centro de gravedad está desplazado, sino que no son buenos para la circulación y pueden provocar la aparición de varices.
  • Durante los meses de calor, evita los colores oscuros, ya que absorben más el calor del sol y provocan una mayor sudoración

Trucos y consejos

  • No es necesario adquirir muchas prendas, pero sí procurar que la ropa que se compre sea fácilmente combinable entre sí, para que, con unas pocas piezas, se puedan formar varios modelos y se puedan modificar fácilmente con complementos como pañuelos, collares o bolsos.
  • Al usarse durante poco tiempo, la ropa premamá, en general, queda en muy buen estado y no siempre se vuelve a utilizar. No hay que dudar en pedir prendas prestadas a amigas, hermanas o cuñadas. La mujer evitará que los gastos se eleven demasiado.
  • Los pies se hinchan y crecen durante el embarazo. Esto explica que, en ocasiones, sea preciso adquirir un número de calzado mayor. Estos zapatos probablemente seguirán siendo útiles después del nacimiento del bebé.
  • El armario de la pareja puede ser un buen aliado sobre todo para los primeros meses. Camisas y camisetas holgadas, aunque sean masculinas, pueden ser de gran utilidad para la embarazada.
  • Las faldas y vestidos son, en general, más cómodos para las embarazadas, ya que no comprimen ninguna parte del cuerpo y facilitan los movimientos.
  • Calcular bien las fechas. Un embarazo que comienza en enero finaliza en septiembre. Por lo tanto, hay que calcular que la estación en la que la ropa de maternidad  será  de mayor utilidad es en  el verano. En el momento de las compras hay que procurar adquirir prendas versátiles que puedan usarse durante toda la temporada y, en todo caso, adaptadas a las características climáticas de las últimas fases del embarazo, que será cuando más utilidad se les dé.

Referencias: