El estreñimiento es un síntoma, no una enfermedad. Se dice que hay constipación o estreñimiento cuando hay dificultad para evacuar el intestino.

Se considera que hay estreñimiento cuando:

  1. Hay dos o menos movimientos por semana.
  2. El peso de las heces menor de 35 gr. por día.
  3. Hay pujo (esfuerzo excesivo) y las heces son duras en más del 25% de las ocasiones.

El estreñimiento hace que te sientas incómoda, pesada y sin ánimo. La eliminación regular de los productos de deshecho del organismo es vital para mantener la salud. Las mujeres embarazadas al igual que los de pacientes post quirúrgicos y de post parto se quejan frecuentemente de este síntoma.

¿Por qué estoy constipada?

Es relativamente normal no evacuar hasta dos o tres días después del parto (la madre naturaleza es benigna). Si tuviste al bebé en un hospital, a lo mejor no quisiste hacer uso del baño ahí. Es natural que tengas miedo de defecar cuando tienes una herida o estás lastimada.

La constipación o estreñimiento puede ser un verdadero problema, sobre todo si también la tuviste durante el embarazo. Normalmente, los movimientos intestinales se inician en los primeros días después del parto.

Y aún cuando nunca hayas tenido problemas de estreñimiento durante el embarazo, puede ser que los presentes ahora que ya nació tu bebé. Sin embargo, no es necesario que te preocupes por esto sino hasta que hayan pasado unos días después del parto.

¿Por qué estoy constipada?

¿Cuál es la causa?

Razones físicas:

Si te tuvieron que hacer un enema (lavado intestinal), si tuviste una labor de parto larga y complicada o si moviste el intestino y defecaste en este momento o en el parto o si no has tomado suficientes líquidos, quizás tardes dos o tres días en volver a defecar porque simplemente no hay nada que digerir en tus intestinos.

Si pasado este tiempo aún continúas teniendo problemas, entonces puede ser que:

  • Es probable que tus músculos abdominales estén demasiado laxos y esto hace que se te dificulte pujar para expulsar las heces fecales.
  • Es posible que, además, el propio intestino se haya visto traumatizado por el parto y haya quedado perezoso.
  • Aún hay en tu organismo muchas de las hormonas relacionadas con el embarazo. Una de estas hormonas, la progesterona siempre ha sido una de las causantes de la constipación.
  • Los analgésicos o anestesia que te dieron para disminuir el dolor durante la labor de parto o en el parto y que puede que aún estés tomando, hacen que tu digestión sea más lenta. En cuanto los dejes de tomar, tu digestión se normalizará.
  • Si estás amamantando es muy probable que continúes tomando las vitaminas prenatales –que también son causa de constipación. No debes suspenderlas, pero puedes preguntarle a tu médico si hay alguna otra que no te estriña tanto.
  • Si estás muy molesta después del parto porque tienes hemorroides, por la episiotomía o porque estás lastimada del perineo, es posible que tengas miedo de provocarte más dolor (¿tan pronto otra vez?) o de dañar la herida, o te da pena porque estás en un cuarto compartido en el hospital. Eso hace que automáticamente te aguantes las ganas de pujar y te estriñas. Aún cuando sea difícil relajarte, trata. No te preocupes, a tu herida no le pasará nada.
  • El sedentarismohabitual en los primeros días tras el parto no favorece el tránsito intestinal, así que, aunque nos cueste un gran esfuerzo, se recomienda iniciar los paseos cuanto antes. Un cuerpo inactivo favorece un intestino inactivo.

Razones médicas

Es más probable que sufras de constipación cuando

  • El equipo médico que te atendió durante el parto tuvo que hacer uso de forceps o de ventosa para ayudarte en el parto.
  • Estás tomando tabletas de Hierro para la anemia.
  • Se desgarró severamente el perineo durante el parto.

¿Qué puedo hacer para mejorar el estreñimiento?

Este problema se acabará en unos días siempre que tú ayudes a mejorarlo.

  1. Nunca ignores el deseo de ir al baño a defecar aún cuando ya sepas que las primeras veces va a ser muy molesto. Mientras más te tardes más duras se hacen las heces fecales y más trabajo te va a costar expulsarlas.
    1. Cuando la sensación de evacuar llegue, siéntate bien en el escusado y levanta los talones de tus pies como si te quedaras de puntas. De esta manera, tus rodillas estarán ligeramente más arriba que tu cadera. Si es posible, pon los pies en un banco, sube los talones y descansa tus codos en tus rodillas. Esto hará que quedes como haciendo sentadillas que es la posición perfecta para ir al baño.
    2. Dobla una toalla sanitaria y sostenla contra tu perineo (si tienes episiotomía colócala encima) y puja. Esto te ayudará a sostener el piso del perineo y además estarás segura de que no se abre la herida (de todas maneras no se abrirá). Es probable que tengas que repetir esto durante varias semanas.
  2. Haz el esfuerzo de comer alimentos ricos en fibra como por ejemplo cereales integrales, frijoles, lentejas (tendrás muy buenos resultados y muchos menos gases de lo que te esperabas), panes integrales, cualquier cosa hecha con trigo entero, avena y frutas frescas y vegetales ligeramente cocidos todos los días.

constripacion

  • Lubrica tus alimentos, agrega un poco de aceite de oliva a tu pescado, carne, ensaladas o pasta.
  • Tómate el tiempo para comer bien, y no lo hagas a las carreras o parada. Coloca al bebé en su cuna, en una sillita junto a ti o en algún lugar donde te permita tener las manos libres y disfrutar de la comida.
    • Al terminar, no te quedes sentada, vete a caminar un poco.
  • Agrega a tu dieta frutas secas: duraznos, ciruelas, higos, pasas. Mézclalas con nueces para que logres una ayuda extra en esta lucha.
  • Bebe mucha agua, cuando menos de seis a ocho vasos de agua diariamente (necesitarás aún más si estás amamantando a tu bebé) para ayudar a que se suavice la materia fecal. Algunas personas encuentran que beber un vaso de agua tibia en la mañana es una buena ayuda para mover el intestino.
  1. Evita los refrescos azucarados y muy calóricos.
  • Camina mucho, muévete. Mientras más te muevas, más se moverán tus intestinos. Puede ser que al principio te duela, especialmente si te estás recuperando de una cesárea o si tienes episiotomía, pero aún una caminata corta y calmada te pueden ayudar a que tus intestinos se despierten y empiecen a trabajar.
  • Come ciruelas pasas o toma jugo de ciruelas pasas (no lo hagas si estás amamantando). De acuerdo con un estudio publicado en abril de 2011 en la revista «Alimentary Pharmacology and Therapeutics», comer ciruelas pasas puede a aliviar el estreñimiento al aumentar el número de evacuaciones intestinales que tienes por semana, ablandando las heces y reduciendo el esfuerzo durante la defecación.
    • Las ciruelas son ricas en fibra dietética, proporcionando 6 gramos de fibra por cada 100 gramos, lo que explica algunos de sus positivos efectos digestivos. También contienen compuestos laxantes naturales, tales como sorbitol, para ayudan a aliviar el estreñimiento.
  • Los ejercicios de Kegel que se pueden realizar prácticamente tras el parto y desde la misma cama, ayudarán a tonificar, no solo el perineo, sino también el recto.
  • Descansa todo lo que puedas. Muévete y camina, pero también relájate y descansa.
  • Pregunta a tu médico si puedes tomar algún laxante ligero o un suavizante de materia fecal. Este último puede ser necesario si tienes hemorroides, si estás tomando hierro o si te han recetado analgésicos. El estreñimiento puede ser un efecto colateral de los medicamentos.
  • Llama a tu médico si el problema persiste después de cinco días.

¿Me dolerá cuando vaya a defecar?

Trata de no preocuparte, el área entre la vagina y el ano se sentirá bastante “dormida” porque durante el parto se estiraron los tejidos y los nervios del perineo.

La preocupación por que llegue el momento hace que, instintivamente, aprietes el ano en vez de relajarlo y abrirlo. Trata de distraerte con una revista o libro cuando, con toda calma, vayas al baño.

Ya traté y todavía no puedo ir al baño. ¿Qué más puedo hacer?

Pujar esforzadamente no mejorará el estreñimiento y puede dejarte adolorida. Trata de hacer los siguientes ejercicios:

  • Pon tus manos en el abdomen y aprieta tus músculos abdominales, sentirás que tu abdomen se sume y tu cintura se ensancha. Mantén unos segundos.
  • Ahora, empuja los músculos hacia tus manos con fuerza. Mantén unos segundos.
  • Repite esto 10 veces y termina con una sacada de panza que dure más tiempo y simultáneamente afloja el perineo. Deberás sentir ganas de ir al baño.
  • Si no lo lograste, repite todo con calma y trata de nuevo. Si no lo logras, levántate del escusado y vete a caminar.

Si no hay señales de acción a los cuatro días después del parto, habla con tu médico quien seguramente te prescribirá algún laxante ligero. Los laxantes estimulan el ritmo del movimiento intestinal.

Nunca te automediques ya que todo dependerá de si estás tomando algún otro medicamento o de si estás amamantando.

¿Cuándo debo preocuparme por el estreñimiento después del nacimiento?

Por lo general, esta condición no es grave, pero puede ser indicativo de otros problemas médicos. Por ejemplo, estreñimiento grave, con aparición de dolor abdominal alternando con diarrea, o presencia de sangre y moco, llama la atención inmediata del médico o una partera.

Aparte de ser un síntoma de otros problemas de salud, el estreñimiento también puede agravar otros problemas del sistema digestivo como las hemorroides. Las hemorroides son venas inflamadas localizadas a lo largo del recto o del ano.

Las hemorroides se encuentran entre los problemas que surgen durante el embarazo y con frecuencia desaparecen una vez que la presión pélvica después de dar a luz. Sin embargo, el dolor extremo y el sangrado rectal son señales de necesitar evaluación médica.

¿Qué le tengo que decir al médico?

Cuando vayas al doctor a tu primera cita después del parto, es importante que le expliques claramente cuáles son tus síntomas (todos) para que él pueda hacer el diagnóstico y darte el tratamiento adecuado.

Es importante que le digas si no has podido defecar después del parto, si el estreñimiento no es continuo, si has notado algo que empeore este problema, cómo afecta tu estado de ánimo y tus actividades, etc. No te olvides de mencionar si estás tomando algún medicamento.

Siempre pregunta acerca del tratamiento que te recomiende

Una vez que se ha establecido un diagnóstico, tu médico te ofrecerá una o más opciones de tratamiento. La decisión final es tuya, pero solamente podrás hacerla bien si estás informada.

  • Seguramente quieres saber cuánto tiempo durará y el costo de los medicamentos que te receta.
  • Si hay algún efecto colateral que te pueda provocar alguna molestia o si tiene algún riesgo.
  • Si el medicamento no afectará a tu bebé en caso de que estés amamantando.
  • Cuánto tiempo debes esperar para empezar a sentirte mejor.
  • Qué pasa si no tomas el tratamiento, si retrasas el inicio o si no lo terminas.
  • Si son varios medicamentos con horarios complicados, pídele que te escriba un plan.
  • Pregunta también si debes de evitar algo durante el tratamiento (por ejemplo alcohol) o si debes de cambiar tu estilo de vida.

¿Qué hago si tengo incontinencia fecal?

La incontinencia fecal después del parto es un problema que puede presentarse, especialmente si tu labor de parto ha sido muy larga. Trata de realizar, frecuentemente, los ejercicios de Kegel, seguramente te ayudarán a resolver este problema.

Referencias

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