Actualizado a Diciembre 2022

INTRODUCCIÓN

Tu cuerpo se transforma de diferentes maneras durante el embarazo y el aumento de flujo vaginal es uno de esos cambios incómodos.

Si el flujo es transparente o blanco y sin olor, seguramente es a causa del aumento de las hormonas del embarazo y es un signo de que la vagina está saludable.

Pero, algunas veces, el flujo marca señales de infección vaginal la cual ocurre cuando hay un desbalance entre la bacteria buena y la mala que normalmente habita en tu vagina.

TIPOS DE INFECCIÓNES VAGINALES

 Existen cuatro tipos de infecciones vaginales que pueden afectar a las embarazadas que van desde las más comunes hasta las más raras:

  • Vaginosis bacterial.
  • Vaginosis por hongos (clamidia es la más común).
  • Infecciones por el estreptococo grupo B
  • Tricomoniasis.

La buena noticia es que son de fácil tratamiento cuando se diagnostican a tiempo.

La parte compleja es aprender a distinguir la diferencia en el aspecto del flujo vaginal que es lo que marca cuando hay una infección.

VAGINOSIS BACTERIAL

 Aproximadamente 1 de cada 5 mujeres embarazadas tendrán esta molesta e irritante infección.

La vaginosis bacterial ocurre cuando hay un incremento de bacterias que viven comúnmente en la vagina lo cual se debe al efecto de las hormonas del embarazo.

Si no se le da tratamiento, los síntomas persisten y puede provocarse un parto prematuro o tener un bebé con bajo peso al nacer.

La buena noticia es que el diagnóstico es fácil de hacer mediante un estudio de laboratorio del flujo vaginal.

Síntomas:

  • Flujo vaginal grisáceo- blanquecino.
  • Dolor al orinar.
  • Comezón alrededor de la vagina.

Algunas veces desaparece por sí sola y otras el médico tendrá que darte algún tratamiento sencillo.

INFECCIÓN POR HONGOS (CÁNDIDA)

La comezón y el ardor provocado por una infección por hongos generalmente es causada por un incremento de la cándida, un hongo que normalmente habita en la vagina.

Durante el embarazo, el aumento en los niveles de estrógeno y progesterona ayudan a crear un medio ambiente en la vagina en el cual la cándida se desarrolla fácilmente.

Tu médico puede hacer el diagnóstico mediante el cultivo en laboratorio de una muestra de tu flujo

Síntomas:
  • Dolor y ardor en la vagina. Algunas veces puedes sentir inflamación y enrojecimiento del área.
  • El flujo es blanco amarillento con aspecto de queso cottage. Puede o no tener olor que se parece al del pan al hornearse.
  • Dolor o molestias durante las relaciones sexuales.
  • Ardor al orinar.

El tratamiento mediante óvulos o crema es sencillo. No te automediques.

ESTREPTOCOCO TIPO BETA

Cerca del 25 % de las personas tienen la bacteria del estreptococo en su sistema, generalmente el en intestino, recto o en la vagina.

No está claro el por qué a algunas  de estas personas infectadas les afecta más que a otras y llegan a desarrollar infecciones más serias.

Sin embargo, si la embarazada tiene esta infección, puede ser dañina para tu bebé e incluso causarle la muerte si se llega a contagiar durante el parto. Es por esto que es importante saber si eres positiva.

Tu médico te pedirá una prueba de laboratorio en la semana 35 y 37 de tu embarazo.

Síntomas:

La infecciones por estreptococo pueden ser causa de una infección de vías urinarias en algunas personas, pero, por lo general, no causa ningún síntoma.

El tratamiento es por antibióticos que incluso te lo pasarán durante el parto por medio de un suero para evitar que el bebé se contagie.

TRICOMONASIS

Es una de las enfermedades de transmisión sexual más comunes,

Síntomas
  • Flujo verde amarillento y espumoso con muy mal olor.
  • Ardor y comezón y posible irritación durante las relaciones sexuales.
  • Incomodidad al orinar.
  • Cerca del 70% de las mujeres no tiene ningún síntoma.

El tratamiento que te administrará tu médico será con antibióticos.

¿CUÁL ES LA CAUSA?

Esto es debido a que su sistema inmunológico es un poco menos efectivo durante el embarazo ya que su cuerpo disminuye sus defensas –en forma natural y como parte del proceso del embarazo- para asegurarse que el bebé no sea rechazado como “un órgano trasplantado”.

Una de las desventajas de esto es que quedan más expuestas a enfermarse y esto es un problema de especial importancia ya que ciertas infecciones se presentan en forma más severa en ellas y son particularmente peligrosas durante el embarazo para su salud y la del bebé.

Es importante tenerlas en cuenta, tanto para prevenirlas como para tratarlas y evitar con ello sus efectos negativos.

¿CÓMO AFECTA AL EMBARAZO?

Una infección no tratada puede afectar el embarazo provocando un trabajo de parto prematuro, una amenaza de aborto o que se rompan las membranas que rodean al feto.

O bien, al transmitirse de la madre al bebé (transmisión vertical), puede causar algún defecto al nacimiento en el bebé y esto puede ocurrir tanto durante el embarazo como durante el parto y aún después del parto.

¿POR QUÉ SON PELIGROSAS LAS INFECCIONES DURANTE EL EMBARAZO?

Es sabido que muchas infecciones pueden complicar la salud de la mujer embarazada o la del bebé durante el período intrauterino.

Hasta una simple infección del tracto urinario, común durante el embarazo, debe tratarse de inmediato.

Una infección no tratada puede traer complicaciones en el embarazo de diferentes tipos.

Algunas pueden ser causa de problemas serios como malformaciones cardíacas, ceguera, recién nacidos de bajo peso para su edad gestacional o causar retraso mental.

Las infecciones más frecuentemente asociadas con problemas en el recién nacido son la toxoplasmosis, listeriosis, salmonelosis, rubéola, citomegalovirus, hepatitis B y herpes genital.

Afortunadamente existen medidas que pueden ayudarte a disminuir la posibilidad de desarrollar una de estas infecciones durante el embarazo.

PREVENCIÓN

La primera línea de prevención la constituye la vacunación antes del embarazo. Idealmente toda mujer en edad fértil debería estar vacunada contra rubéola, varicela (esto si no las tuviste en tu niñez), hepatitis B y difteria-tétanos (refuerzos cada 10 años).

Además, por el mayor riesgo materno de complicaciones, se recomienda la vacunación contra la influenza durante el embarazo.

  • No todas las vacunas se pueden aplicar durante el embarazo, hay un esquema de vacunación que se debe de seguir y tu médico te lo debe de indicar.
  • Vacunas para la familia: es recomendable que tanto los niños como todos los miembros de la familia estén al día con sus vacunas.

 

MEDIDAS DE HIGIENE

 

Son varias las enfermedades infecciosas mencionadas anteriormente que no pueden prevenirse con vacunas y es mejor evitarlas con una buena práctica de higiene.

 Las prácticas de higiene como un frecuente lavado de manos y evitar el contacto con la saliva de otras personas (a través de compartir alimentos, bebidas o utensilios), puede disminuir la posibilidad de infectarte.

Una buena higiene es de particular importancia cuando tu trabajo te obliga a estar en contacto con grupos de niños o si tienes hijos propios, porque algunas infecciones, como la del citomegalovirus, son más fáciles de adquirir a través de ellos.

El lavado de manos: Es una de la medidas indispensables y efectivas para prevenir el contagio de muchas enfermedades infecciosas, así como su dispersión hacia otras personas.

Lo ideal es usar jabones antimicrobianos y frotarse las manos por 20 segundos, poniendo atención en las uñas, entre los dedos y las muñecas.

Debes de lavarte las manos:

  • antes y después de ir al baño.
  • Si manipulaste carne cruda, huevos crudos o los vegetales  que no han sido lavados
  • Antes de preparar los alimentos y antes de comer
  • Después de haber trabajado en labores de jardinería o haber tocado tierra o polvo
  • Después de haber tocado a tus mascotas
  • Si has estado en contacto con gente enferma
  • Cuando le has cambiado el pañal a tu bebé
  • Si has estado jugando o cuidando niños
  • Después de usar el transporte público
  • Después de  llegar del mercado
  • Después de haber  manejado los desechos de tus mascotas
  • Después del manejo de la basura
  • Antes y después de curar un herida
  • Después de haberte aseado la nariz, toser o estornudar

¡OJO! No siempre sabrás si estás padeciendo una infección, muchas veces ni siquiera te sientes enferma, pero cuando tengas la duda  o pienses que estás en riesgo de contraer  una infección debes de avisar a tu médico de inmediato

No debes compartir tenedores, vasos, cucharas  y comida con otros niños o adultos: A  través de la saliva, se trasmiten muchas infecciones  como el citomegalovirus muy frecuente en los niños a los que  aparentemente no les afecta  pero a tu bebé que aún no nace SÍ le puede dañar.

 Cocina bien las carnes: Las carnes no deben de estar rojas o con salida de jugos sanguinolentos, si consumes “hotdogs” deben de estar bien cocidos.

Existen muchas bacterias dañinas que se propagan a través de las carnes mal preparadas.

Las carnes no deben de estar rojas o con salida de jugos sanguinolentos

Los productos lácteos: Leche, quesos, yogures, cremas, que no estén pasteurizados los debes de evitar, ya que pueden contener bacterias como la Listeria, que afectan tu salud y la de tu bebé, verifica en la etiqueta si los productos están pasteurizados.

Leche, quesos, yogures, cremas, que no estén pasteurizados los debes de evitar, ya que pueden contener bacterias como la Listeria

Si tienes gatos: Usa guantes de hule cuando cambies su arenero, o pide a alguien que lo haga por ti. En ocasiones los desechos felinos pueden estar contaminados con parásitos como el Toxoplasma.

 Mantente alejada de ratones o de mascotas como el hámster, así como de sus desechos: Si tienes en tu hogar roedores, contrata a un profesional en control de plagas y deshazte de ellos.

Si tienes una mascota, pide a alguien que te la cuide hasta después del nacimiento de tu bebé. Algunos roedores son portadores de un virus llamado Virus de la Coriomeningitis Linfocítica.

Una mujer embarazada le puede pasar la infección a su bebé causándole defectos al nacimiento.

Consulta con tu médico, sobre las pruebas en sangre, para detectar enfermedades de trasmisión sexual: HIV, Hepatitis B y C, muchas personas no tienen los síntomas de la enfermedad.

Si padeces alguna enfermedad, habla con tu médico para que te informe, cuál es la mejor forma de proteger a tu bebé antes de nacer.

Evita tener contacto con personas con procesos infecciosos. Es aconsejable que la embarazada trate de no estar en lugares cerrados y mal ventilados, ni convivir con personas enfermas que puedan contagiar.

Sobre todo, si se trata de personas que estén padeciendo rubéola o varicela y tú no las has padecido o no estás vacunada.

La vacuna de la varicela está hecha con virus vivos, una mujer embarazada corre cierto riesgo de contagio cuando está expuesta a personas que han sido vacunadas recientemente.

Para prevenir infecciones urinarias hay que cuidar la higiene personal y si aparecen molestias al orinar (ardor), hay que recurrir al médico.

Igualmente, si se presenta infección vaginal (dolor, comezón y flujo abundante y de mal olor) hay que consultar con el médico.

Este tipo de infecciones pueden propiciar un problema serio durante el embarazo. (Ver información más amplia en la sección “Complicaciones del embarazo”).

Viajes: Evita viajar a lugares que estén calificados como de alto riesgo para infecciones. En algunas partes del mundo es todavía muy común encontrar polio, fiebre amarilla y malaria.

Para prevenir infecciones de transmisión sexual (ITS): Las embarazadas tienen que estar conscientes que el riesgo de infectarse con una ITS puede incrementarse si tiene varias parejas sexuales o si tu pareja tiene relaciones sexuales con múltiples parejas.

A menos de que estés absolutamente cierta de que tu pareja no tiene ninguna enfermedad sexual, deberás pedirle que use condón para cada encuentro sexual.

Consejos para prevenir infecciones vaginales

  • Se recomienda usar ropa suelta, ya que los pantalones ajustados favorecen a que aumente la temperatura en la zona.
  • La buena higiene es indispensable, aunque no se recomienda el uso de jabones muy fuertes que terminen por destruir la flora vaginal.
  • Es preferible evitar todo tipo de productos con olor, tales como desodorantes vaginales, toallitas femeninas perfumadas, etc.
  • La ropa mojada debe cambiarse lo antes posible. También se recomienda evitar los baños en tinas a altas temperaturas.
  • La dieta debe ser balanceada y sana incluyendo la ingesta de yogurt, de esta forma se mantiene la buena salud del cuerpo.

Y siempre, ante cualquier duda o persistencia de la infección, lo mejor es consultar con el médico.

REFERENCIAS:

Con la colaboración de la doctora Bárbara Asch, médico genetista.

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