El cáncer de colon, es el que comienza en el intestino grueso (colon) o en el recto (parte final del colon).El cáncer del colon o el recto también se conoce como cáncer colorrectal.
¿Qué es el cáncer?
El cuerpo está compuesto por millones de millones de células vivas. Las células normales del cuerpo crecen, se dividen formando nuevas células y mueren de manera ordenada. Durante los primeros años de vida de una persona, las células normales se dividen más rápidamente para facilitar el crecimiento. Una vez que se llega a la edad adulta, la mayoría de las células sólo se dividen para remplazar las células desgastadas o las que están muriendo y para reparar lesiones.
El cáncer se origina cuando las células en alguna parte del cuerpo comienzan a crecer de manera descontrolada. Existen muchos tipos de cáncer, pero todos comienzan debido al crecimiento sin control de células anormales.
En la mayoría de los casos, las células cancerosas forman un tumor. Las células cancerosas a menudo se trasladan a otras partes del organismo donde comienzan a crecer y a formar nuevos tumores que remplazan al tejido normal. A este proceso se le conoce como metástasis. Ocurre cuando las células cancerosas entran al torrente sanguíneo o a los vasos linfáticos de nuestro organismo.
Los diferentes tipos de cáncer se pueden comportar de manera muy distinta. Por esta razón, las personas con cáncer necesitan un tratamiento que sea específico para el tipo particular de cáncer que les afecta.
¿Qué es el colon?
El intestino grueso, o colon, es el último componente del sistema o aparato digestivo y realiza la fase terminal de la digestión. El intestino grueso toma el alimento digerido (quimo) proveniente desde el intestino delgado y termina el proceso de absorción. Por lo tanto, la función principal del intestino grueso en el sistema digestivo es la concentración y almacenamiento de los desechos sólidos, convirtiendo el quimo en heces para ser excretadas.
La pared del colon y del recto está compuesta por varias capas (vea ilustración en la sección sobre clasificación por etapas). El cáncer colorrectal se origina en la capa más interna y puede crecer a través de algunas o de todas las demás capas. Es importante saber algo sobre estas capas, ya que la etapa o estadio (extensión de la propagación) del cáncer colorrectal depende en gran medida de cuán profundo crece en estas capas.
Cáncer de colon y recto y embarazo
El cáncer de colon o recto asociado al embarazo es un padecimiento muy raro. Las neoplasias de colon y recto son las segundas en frecuencia entre las mujeres de todas las edades en Estados Unidos, sin embargo, su asociación con el embarazo es extremadamente infrecuente pues la mayoría de estos tumores se presentan en pacientes mayores de 40 años.
Los tumores cancerosos se pueden presentar en cualquier momento del embarazo o descubrirse en el parto. El cáncer colorrectal representa una seria amenaza tanto para la madre como para el bebé.
Riesgo para el bebé
No existen reportes en la literatura médica de que el cáncer colonorrectal afecte al bebé aún cuando existe metástasis (el cáncer se diseminó a otros órganos).
Las principales causas de mortalidad perinatal y pérdida fetal en embarazadas fueron la prematurez, restricción en el crecimiento intrauterino del bebé, óbito fetal (el bebé muere dentro del útero) y aborto terapéutico.
Incidencia
La incidencia de cáncer de colon y recto durante el embarazo en los últimos años ha aumentado a 1 en 13.000 embarazos. Es probable que la tendencia actual de las mujeres a postergar el embarazo hasta edades más avanzadas y las mejores técnicas diagnósticas hayan influido en este incremento.
Síntomas y signos
Los síntomas y signos más comunes del cáncer colorrectal incluyen:
- Cambio en los hábitos de evacuación como diarrea, estreñimiento o reducción del diámetro de las heces fecales (excremento) por varios días.
- Una sensación de que necesita defecar y que no desaparece después de hacerlo.
- Pérdida inexplicable de peso.
- Cólicos o dolor abdominal.
- Debilidad y cansancio
- Náusea y vómito persistente durante el embarazo
- Sangrado rectal, heces oscuras o sangre en las heces fecales (sin embargo, a menudo, el excremento luce normal).
La mayoría de estos síntomas y signos pueden ser atribuidos al embarazo normal o a la presencia de hemorroides, lo que determina que el médico haga un diagnóstico tardío y que el pronóstico se empeore. La hemorragia por el recto es un signo de alarma que NO debe atribuirse nunca al embarazo o a hemorroides. Es por esto que la mayoría de los casos de cáncer de colon y recto son diagnosticados más tarde en el embarazo ya cuando existen metástasis importantes.
Es transcendental que tu ginecólogo tome en cuenta tus síntomas y haga siempre una evaluación completa, sobre todo si tienes factores de riesgo o antecedentes familiares de cáncer colorrectal.
Factores de riesgo
Un factor de riesgo es cualquier cosa que afecte su probabilidad de tener una enfermedad como el cáncer. Los investigadores han encontrado varios factores de riesgo que pueden aumentar las probabilidades que tiene una persona de presentar pólipos o cáncer colorrectal.
Es importante tener en mente factores de riesgo que pueden predisponerte a padecer cáncer de colon como: historia familiar de cáncer de recto, colitis, pólipos intestinales, síndrome de Gardners y tumores de las vellosidades intestinales.
Diagnóstico
El diagnóstico de un cáncer durante el embarazo puede ser una situación muy desgastante asociado a un estrés emocional y físico tanto para la embarazada como para su familia. Las decisiones que tenga que tomar para el tratamiento pueden incrementar esta carga. En el cáncer de colon o recto es importante que el diagnóstico se haga lo más pronto posible y se dé inicio al tratamiento de inmediato.
Frecuentemente, sucede que es la embarazada la que retrasa la ida al médico porque confunde los síntomas del cáncer como por ejemplo el sangrado rectal y la náusea y el vómito, con síntomas normales del embarazo. Y el médico, a su vez, retrasa las pruebas de diagnóstico por los daños que se puedan hacer al feto y porque no pone atención al significado potencial de los síntomas ya que es muy raro que se presente cáncer de colon durante el embarazo. Esto puede hacer que la enfermedad avance y el pronóstico empeore.
La evaluación para hacer el diagnóstico en una embarazada con cáncer colorrectal incluye tres componentes básicos:
- Colonoscopía con toma de biopsia. La endoscopía durante el embarazo debe hacerse únicamente cuando el médico considere que es absolutamente necesario hacerla y de preferencia hasta el segundo trimestre y un ultrasonido endoluminal para confirmar el estadio de las lesiones cancerígenas. En su lugar, es mejor hacer una sigmoidoscopia flexible (un examen visual del recto y la parte baja del colon, llamado colon sigmoidal, con un instrumento llamado sigmoidoscopio flexible.) que le ayude al médico a determinar la ubicación del tumor y a hacer una biopsia.
- Medición de antígeno carcinoembrionario (CEA) o “marcadores tumorales” (los marcadores tumorales son sustancias que se encuentran en el cuerpo que pueden detectarse en una persona con cáncer. Éstos se encuentran más comúnmente en la sangre o en la orina, aunque también pueden estar en los tumores y otros tejidos) en sangre.
- Estudio de imágenes del abdomen: resonancia magnética (que es un sustituto apropiado de la tomografía computarizada para determinar el estadio (cuando es necesario) y ultrasonido del hígado para detectar si existen lesiones metastásicas.
La biopsia será enviada al laboratorio para determinar el tipo y estadio del tumor (es el índice para saber qué tan lejos se ha diseminado el tumor a través de las capas del intestino). Este resultado es muy importante para que el equipo médico pueda establecer el plan de tratamiento.
- Etapa 0: cáncer muy inicial en la capa más interna (se considera con más precisión un cáncer primario)
- Etapa I: tumor en las capas internas del colon
- Etapa II: el tumor se ha diseminado a través de la pared muscular del colon
- Etapa III: el tumor se ha diseminado a los ganglios linfáticos
- Etapa IV: el tumor se ha diseminado a órganos distantes
Cuando se diagnostica cáncer de recto en estadío 2 ó 3 en la última etapa del embarazo, se hace un cuidadoso estudio tanto del lugar preciso como del tamaño para asegurarse que el tumor no obstruirá una labor de parto normal ni el parto vaginal, en cuyo caso el médico preferirá un parto por cesárea.
Riesgo fetal
No existen reportes de problemas para el feto debidos al cáncer en sí mismo aun cuando haya metástasis. Es por esto que se recomienda hacer una revisión completa de la placenta (en búsqueda de metástasis) pero –en los casos reportados- no hay evidencia de que sea necesario dar seguimiento posterior al bebé. Las muertes fetales fueron a causa de muerte en útero, prematuridad o terminación del embarazo.
Tratamiento
El tratamiento del cáncer de colon durante el embarazo presenta varios problemas para el médico –tanto éticos como legales- justamente por los conflictos que se presentan entre los intereses de la madre y del feto. Generalmente, durante el embarazo se considera que lo que beneficia a la madre, beneficia al feto, pero este principio falla cuando se trata de la terapia que se debe dar a un cáncer de colon: la cirugía abdominal (laparotomía), es buena para la madre pero no tanto para el feto, particularmente al principio del embarazo. La quimioterapia para el estadio C del cáncer de colon de Duke, es benéfica para la madre, pero muy dañina para el feto.
Además de los conflictos entre los intereses de la madre y el bebé, el padre también se preocupa acerca del pronóstico tanto de la madre como del feto.
Para dar consejo, guiar e iniciar un tratamiento adecuado a la madre embarazada que se encara a decisiones de carga emocional acerca de su tratamiento, se requiere que un equipo médico que incluye al ginecólogo, gastroenterólogo, cirujano oncólogo, oncólogo médico, neonatólogo y nutriólogo, ofrezca toda su experiencia en áreas de cáncer de colon y embarazo de alto riesgo y, al mismo tiempo, sean sensibles para entender las consecuencias emocionales y psicológicas de una enfermedad que amenaza la vida de una joven mujer embarazada.
A menos de que los síntomas mejoren, el médico está obligado a realizar una investigación completa. Una vez que se ha establecido el diagnóstico, es importante iniciar el tratamiento. El equipo médico trabajará en conjunto para lograr que, de ser posible, llegues al momento en que te induzcan el parto para poder iniciar el tratamiento definitivo del cáncer.
Existen varios factores que el equipo de especialistas debe tomar en cuenta: localización del tumor cancerígeno, edad gestacional, el estadio del tumor, las complicaciones que puede causar el tumor en el embarazo (necesidad de cirugía de urgencia o electiva) y tu opinión o preferencias.
Desafortunadamente, el cáncer de colon en el embarazo generalmente se diagnostica en etapas avanzadas cuando el tratamiento quirúrgico y la quimioterapia son poco efectivas.
Cirugía: La cirugía es el tratamiento primario. Si bien beneficia a la madre, puede ser potencialmente dañina para el feto, especialmente durante el primer trimestre y lo mismo se puede decir de la quimioterapia y radioterapia.
- Durante la primera mitad del embarazo, la cirugía debe realizarse lo antes posible, para minimizar el riesgo de progresión del tumor y metástasis.
- Durante la segunda mitad del embarazo la cirugía debe, en lo posible, posponerse hasta que el bebé sea viable y sus pulmones hayan madurado, momento en que tu ginecólogo inducirá el parto. La cirugía se realiza unos días después del parto para permitir que el útero haya regresado a su tamaño normal.
Quimioterapia: su utilización dependerá del estadio y tamaño del tumor, sin embargo, el médico siempre debe discutir contigo los riesgos y beneficios a los que se exponen tú y tu bebé ya que se considera que la administración de medicamentos anti cancerígenos durante el primer trimestre del embarazo puede ser causa de defectos al nacimiento o de abortos.
La quimioterapia durante el segundo y trimestre del embarazo se considera sin riesgos para el embarazo aunque se ha observado que existe la posibilidad de que el bebé tenga retardo en el crecimiento o prematuridad.
Radioterapia: La radioterapia puede ser utilizada como complemento en el tratamiento del cáncer de colon pero no durante el embarazo por el daño potencial que puede causarle al bebé. Al término del embarazo el médico puede considerar este tipo de terapia pero siempre tendrá que hablar contigo ya que puede causar infertilidad.
Pronóstico
El pronóstico depende del estadio y ubicación del tumor.
Conclusión
El cáncer colorrectal es un padecimiento raro en el embarazo y debido a que los síntomas pueden confundirse con los signos y síntomas propios del embarazo, el diagnóstico es un desafío médico.
Los principios para el tratamiento durante el embarazo no difieren de los que se usan en la población en general pero es importante considerar la salud y condición del bebé.
Documento elaborado con la colaboración y supervisión del médico cirujano especialista en oncología Dr. Eduardo Maafs Molina.
Referencias
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