Durante, Embarazo, Semanas 13 - 24

DOLOR DE ESPALDA DURANTE EL SEGUNDO TRIMESTRE

INTRODUCCIÓN

Si padeces de dolor de espalda, no te preocupes. Alrededor de un 75 por ciento de mujeres embarazadas sufren de dolor de espalda. Es común que el dolor se presente en los últimos meses de embarazo o que se intensifique a medida que progresa el embarazo.

 

 

El dolor podría incluso continuar después de que nazca el bebé, pero no te preocupes, es muy probable que desaparezca en unos meses.

CAUSAS DEL DOLOR DE ESPALDA DURANTE EL EMBARAZO

Durante el embarazo, el cuerpo experimenta cambios significativos que pueden afectar la columna vertebral y los músculos de la espalda.

El aumento de peso, la postura y la relajación de los ligamentos y músculos pueden contribuir al dolor de espalda.

Aumento de peso: A medida que el feto crece y se desarrolla, la madre aumenta de peso. Este peso adicional puede ejercer una presión adicional en la columna vertebral y los músculos de la espalda.

Postura: El útero en expansión desplaza el centro de gravedad y estira y debilita los músculos abdominales, lo que hace que tu postura cambie y tu espalda se vea sometida a una presión adicional.

Esto puede hacer que te sientas menos estable y tengas dolor al caminar, estar de pie o sentada por periodos de tiempo prolongados, al darte vuelta en la cama, al levantarte de un sillón bajo, salir de la tina (bañera), agacharte, o levantar objetos.

Relajación de los ligamentos y músculos: Para preparar el cuerpo para el parto, los ligamentos y músculos se relajan durante el embarazo. Esta relajación puede afectar la estabilidad de la columna vertebral y contribuir al dolor de espalda.

Además, el útero también puede ejercer presión sobre un nervio.

SÍNTOMAS DEL DOLOR DE ESPALDA DURANTE EL EMBARAZO

Los síntomas del dolor de espalda durante el embarazo pueden variar desde un dolor leve hasta un dolor intenso.

El dolor puede ser agudo o sordo y puede sentirse en la parte inferior de la espalda, la pelvis, los glúteos y los muslos.

Además del dolor, otros síntomas pueden incluir rigidez, debilidad o entumecimiento en las piernas o los pies.

También es común que las mujeres embarazadas experimenten dolor al estar de pie o caminar por períodos prolongados.

¿QUÉ CLASE DE DOLORES SON COMUNES EN LA PARTE BAJA DE LA ESPALDA DURANTE EL EMBARAZO?  

Existen dos clases de dolor de espalda relacionado con el embarazo:

Dolor de cintura o un poco más arriba (dolor lumbar) cuando te paras, te sientas o cuando te acuestas. También se puede irradiar a las piernas.

Permanecer sentada o de pie durante periodos de tiempo prolongados y levantar objetos hacen por lo general que el dolor empeore y éste tiende a ser más intenso al final del día

El dolor en la parte posterior de la pelvis y en la parte profunda de los glúteos.

Se siente más abajo que el dolor lumbar. Se puede sentir muy adentro de las nalgas, en una o ambas, o en la parte trasera de los muslos.

Es posible que se desencadene a raíz de ciertas actividades tales como caminar, subir escaleras, entrar o salir de la tina, sentarse o levantarse de un sillón bajo, darse vuelta en la cama, girar el cuerpo y levantar cosas.

Las posiciones en que flexionas las caderas — como cuando te sientas en una silla o te inclinas hacia adelante mientras trabajas sentada en el escritorio — pueden empeorar el dolor pélvico posterior.

Las mujeres con dolor pélvico posterior están también más predispuestas a tener dolor en el hueso púbico.

Algunas mujeres tienen síntomas de ambos tipos de dolor.

¿QUÉ PUEDO HACER PARA EVITAR EL DOLOR DE ESPALDA?

 Para proteger tu espalda de malas posturas, esfuerzo innecesario y daños que causen dolor, te sugerimos lo siguiente:

Evitar el reposo salvo que sea necesario por motivos médicos.

Postura. Presta atención a tu postura. Trata de mantener las caderas hacia adelante y la espalda recta. No camines arqueando la espalda ni sacando la panza.

Aprieta tus nalgas, hecha tus hombros para atrás y hacia abajo y párate derecha. Fíjate en cómo te paras, cómo te sientas y cómo te mueves.

Pararse. Evita en lo posible pasar mucho tiempo de pie, cambia de posición constantemente.

Si tienes que estar parada durante un tiempo largo, descansa un pie sobre un banquito o caja (libro o lo que sea). Así aliviarás la tensión en la espalda.

Levantar objetos. Evita levantar objetos pesados o niños porque significa aun más esfuerzo para la espalda.

Si tienes que levantar algo del piso, flexiona las rodillas, levanta poniendo la fuerza en tus piernas y no en tu espalda y mantén la espalda recta.

Divide el peso de los artículos que transportas. Una bolsa de compras en cada mano con la mitad del peso es mucho mejor que la presión dispareja que ejerce sobre la espalda una sola bolsa más pesada.

Calzado. Usa zapatos de tacón bajo con buen apoyo en el arco del pie. Evita usar zapatos de tacón alto porque ponen presión sobre los músculos de la cintura.

Agacharse y estirarse. Ten a mano las cosas que necesitas para que no debas agacharte ni estirarte para alcanzarlas. Recuerda que es más fácil perder el equilibrio cuando estás embarazada.

Sentarse. Siéntate en sillas que tengan buen apoyo para la espalda. Coloca una almohada pequeña detrás de la cintura para que tengas más apoyo cuando estés sentada.

Si tienes que estar sentada por mucho tiempo, trata de levantarse cuando menos cada hora.

Dormir. El mejor apoyo para la espalda es un colchón firme más que uno blando. Si tu colchón es demasiado blando, coloca una tabla entre el colchón y la base.

Duerme de costado en lugar de dormir boca arriba. Coloca una almohada entre las piernas cuando te acuestes de costado. La almohada te ayudará a mantener recta la columna vertebral y te dará más apoyo a la espalda.

A medida que avance el embarazo, usa otra almohada o un almohadón en forma de cuña para sostener el abdomen.

Agacharse y estirarse. Ten a mano las cosas que necesitas para que no debas agacharte ni estirarte para alcanzarlas. Recuerda que es más fácil perder el equilibrio cuando estás embarazada.

Apoyo. Usa pantalones de embarazo con una banda ancha de elástico que caiga debajo de la curva de la panza. Esa banda te ayudará a sostener el peso extra.

También hay fajas especiales de apoyo abdominal que te brindan ese tipo de soporte lumbar. Puedes conseguirlas en tiendas de ropa para embarazadas.

Alivio del dolor. Por lo general no conviene tomar medicamentos para aliviar el dolor de espalda durante el embarazo. Antes de tomar cualquier tipo de remedio, consulta con tu médico.

Puedes aliviar el dolor de espalda con una almohadilla térmica, una bolsa de agua caliente o compresas frías.

Aprende técnicas de relajación. Te pueden ayudar a sobrellevar las molestias y pueden resultarte especialmente útiles a la hora de acostarte, si es que el dolor de espalda es una de las cosas que te dificultan el sueño.

Ejercicios. Puedes hacer algunos ejercicios para fortalecer y estirar los músculos de la espalda. Eso te ayudará a mejorar la postura y fortalecer los músculos abdominales en preparación para el parto.

No olvides consultar con tu médico qué ejercicios son buenos para ti y cuánto tiempo puedes mantener el programa de actividad física.

Mantenerte activa durante el embarazo puede ayudar a aliviar el dolor de espalda. Los ejercicios acuáticos y las salidas a caminar se pueden hacer sin riesgo durante el embarazo y son muy buenos para la espalda.

Presta atención a tu cuerpo. Si descubres que una actividad en particular te da dolor de espalda, simplemente deja de hacerla.

Un masaje suave en esa zona puede ayudar a disminuir el esfuerzo y la tensión muscular.

Pregunta a tu médico si puedes ir con un fisioterapista que te enseñe a hacer algunos ejercicios sencillos y seguros especiales para el dolor.

FACTORES DE RIESGO

La propensión al dolor en la parte baja de la espalda es mayor si ya has sufrido este tipo de dolor, ya sea antes de quedar embarazada o durante un embarazo anterior.

 

También presentas mayor riesgo si llevas un estilo de vida muy sedentario, eres poco ágil y los músculos de tu espalda y abdomen están débiles.

Si estás embarazada de mellizos o gemelos, o incluso de más bebés, aumentan las posibilidades de tener dolor de espalda.

 

La obesidad puede ser un factor de riesgo.

¿PODRÍA SER CIÁTICA?

Cuando el dolor en la parte baja de la espalda irradia a las nalgas y los muslos, se confunde muchas veces con ciática, una afección que no es común.

La verdadera ciática, que puede ser causada por una hernia o una inflamación de un disco en la parte inferior de la columna vertebral, afecta sólo a alrededor del uno por ciento de las mujeres embarazadas.

Si tienes ciática, el dolor de pierna será por lo general más intenso que el de espalda. Posiblemente sientas también dolor debajo de la rodilla, que puede incluso irradiarse al pie y los dedos de éste.

Es probable que también sientas una sensación de cosquilleo u hormigueo en las piernas o te parezca que están como dormidas.

Si la ciática es intensa, también puedes tener sensación de adormecimiento en la ingle o en la zona genital. Incluso puede suceder que tengas dificultad al orinar o al evacuar. O es posible que sufras del problema opuesto, es decir, de incontinencia (dificultad para contener la orina o las heces).

Si piensas que tienes ciática, díselo a tu médico. Llámalo de inmediato si observas pérdida de sensibilidad o debilidad en una o ambas piernas o si sientes pérdida de sensibilidad en la ingle, vejiga o ano.

¿CUÁNDO DEBO LLAMAR A MI MÉDICO?

Si sientes dolor en la cintura a finales del segundo trimestre o durante el tercer trimestre y, a pesar de haber hecho todo lo posible, el dolor no disminuye o aumenta, consulta con tu médico.

Esto puede ser también un signo de una infección renal o  parto prematuro, en especial si no tuviste dolor de espalda hasta ese momento.

El dolor fuerte de espalda de todo tipo puede ser un signo de problemas, como cálculos o infección de los riñones. Cerciórate de consultar con tu médico si tienes:

  • Dolor fuerte de espalda que no mejora con compresas de calor o frío ni con el uso de prendas de apoyo lumbar
  • Dolor irradiado, entumecimiento, cosquilleo o debilidad en las piernas (el dolor se irradia a partir de un punto central)
  • Fiebre

CONCLUSIÓN

El dolor de espalda durante el embarazo es común y puede ser causado por una variedad de factores.

Si el dolor de espalda es constante o severo, siempre es importante hablar con un médico para evaluar cualquier posible complicación y obtener el tratamiento adecuado.

REFERENCIAS

 

 

Durante, Embarazo

Dieta

ACTUALIZADO AL 11 DE NOVIEMBRE 2022

 

INTRODUCCIÓN

 En la primera etapa del embarazo la dieta es muy importante, ya que en este momento hay que marcar el tipo de alimentación que es conveniente seguir durante todo el embarazo.

Ningún suplemento vitamínico tiene la capacidad de suplir los beneficios que una dieta sana y balanceada (con alimentos sanos y naturales), puede otorgar.

No se puede hacer una recomendación general respecto a la cantidad de calorías de una dieta para embarazadas y más bien tiene que ser específica para cada una ya que dependerá de su altura y tipo de cuerpo, así como de su estilo de vida (sedentaria o activa).

DIETA SEGÚN EL MES DE GESTACIÓN

Entre las náuseas matutinas y la acidez estomacal, puede ser que el alimentarte bien no sea una de tus mayores preocupaciones.

Tu cuerpo está experimentando una oleada de hormonas que pueden producir esas náuseas. La progesterona en particular puede disparar ese malestar digestivo que incluye estreñimiento y reflujo.

Es probable que te encuentres que no quieres comer ni siquiera lo que siempre te ha gustado (como vegetales frescos y carne magra).

No te preocupes, poco a poco recuperarás el apetito y, por ahora, si no estás con ánimo de servirte un plato entero en cada comida, enfócate en aquellos alimentos que te gustan y son buenos para que cubran tus necesidades nutritivas en el primer trimestre.

¿CUÁNTAS CALORÍAS ES NECESARIO AUMENTAR EN EL PRIMER TRIMESTRE?

Tus necesidades calóricas aumentan ligeramente en el primer trimestre de embarazo, apenas unas 150 calorías más por día: equivalen sólo a dos yogures naturales sin azúcar.

Trata de comer tres comidas al día (normales) y agrega dos pequeños refrigerios en la mañana y en la tarde.

Concéntrate más en calidad que en cantidad y asegúrate que lo que logras comer es tanto nutritivo como sabroso.

Elige siempre los alimentos sanos que te sientan bien y que te nutren en este primer trimestre.

Recuerda que también es imprescindible hidratarse correctamente.

“EL PLATO DEL BIEN COMER Y LA ALIMENTACIÓN DURANTE EL EMBARAZO”

 Utilizando “El Plato del Bien Comer” es fácil diseñar una dieta correcta.

Como se puede apreciar, los alimentos están agrupados en tres:

-Verduras y frutas

-Cereales

-Leguminosas y Alimentos de Origen Animal

Para utilizar “El Plato del Bien Comer” como herramienta para diseñar una dieta correcta durante el embarazo, es necesario tomar en cuenta que la mujer embarazada tiene necesidades nutricias incrementadas.

Para tener una dieta correcta únicamente basta con seguir tres recomendaciones sencillas:

  1. Incluir al menos un alimento de cada grupo en cada comida del día; por ejemplo, para el desayuno:
    1.  un plato de papaya del grupo de “Verduras y frutas”,
    2. unas quesadillas con frijoles de la olla, donde las tortillas pertenecen al grupo de “Cereales”, y el queso y los frijoles al de “Leguminosas y alimentos de origen animal”.
  2. Intercambiar los alimentos que se encuentran dentro de cada grupo. Por ejemplo, si en el desayuno se consumió papaya del grupo de “Verduras y frutas”, en la comida se puede cambiar por una ensalada de espinacas y en la cena por un mango.

 ENERGÍA

 Para asegurar un crecimiento y desarrollo adecuados del bebé, no significa comer por dos, basta con aumentar un plato de guisado a la hora de la comida.

En el entendido de que el guisado consiste en la combinación de por lo menos dos grupos de alimentos, como por ejemplo tacos de nopales y queso, arroz con huevo y frijoles, tortas de verduras y huevo en salsa de jitomate.

 VITAMINAS Y NUTRIMENTOS INORGÁNICOS

 En relación con las vitaminas y nutrimentos inorgánicos, es bien sabido que la deficiencia de vitaminas y nutrimentos inorgánicos (minerales), durante el embarazo, está relacionada con complicaciones durante este período, bajo peso al nacer y prematurez.

Las deficiencias más comunes en mujeres embarazadas son la de hierro, zinc, vitamina C, vitamina A y ácido fólico.

Por lo cual, a continuación, se darán consejos específicos sobre como cubrir las necesidades de estos nutrimentos durante el embarazo.

 Hierro

 Durante el embarazo, las necesidades de este micronutriente aumentan considerablemente, debido a que el volumen de sangre de la madre aumenta en esta etapa, así como por las necesidades del bebé que se está formando.

Por lo anterior, es indispensable que la dieta aporte una cantidad significativa de hierro además de consumir un suplemento de éste a partir del cuarto mes de embarazo.

“El Plato del Bien Comer” presenta aquellos alimentos que constituyen una fuente importante de hierro como la carne roja, vísceras y pescado, así como algunos de origen vegetal como los frijoles y las espinacas.

Cabe mencionar que el hierro que está presente en los alimentos de origen vegetal no es utilizado tan eficientemente por el cuerpo.

Sin embargo, cuando éstos se combinan con un medio ácido como el vinagre, el limón, el agua de naranja o el jitomate, inclusive con pequeñas cantidades de carne, mejora considerablemente su absorción.

 Zinc

Las necesidades de zinc también se ven incrementadas durante el embarazo. Su deficiencia grave se ha asociado con malformaciones en el feto, así como paladar hendido y labio leporino.  

 Dentro de “El Plato del Bien Comer” están representadas fuentes de zinc, tal es caso de la carne, pescado, leche, quesos, cereales integrales, leguminosas y oleaginosas.

 Vitamina C

 La baja concentración de esta vitamina está relacionada con preeclampsia y parto pretérmino.

“El Plato del Bien Comer” presenta una gran diversidad de verduras y frutas que son altamente disponibles y accesibles, en especial si son de temporada, como, por ejemplo: la naranja, la guayaba, la papaya, las fresas y el jitomate, entre otros.

 Ácido fólico

 Durante el embarazo las necesidades de ácido fólico aumentan de manera importante. Su deficiencia está relacionada con malformaciones en el bebé y con aborto espontáneo.

Al igual que el hierro, también está normado que toda mujer embazada debe consumir un suplemento de ácido fólico durante este periodo.

Dentro de “El Plato del Bien Comer” están representados algunos alimentos que constituyen una fuente importante de folatos como la carne roja, los frijoles, el pan de trigo integral, las espinacas, la lechuga, la naranja y la papa.

 Vitamina A

 No se recomienda suplementar con esta vitamina durante el embarazo, pues su exceso está relacionado con malformaciones en el bebé.

Sin embargo, es necesario promover un consumo dietético adecuado de dicha vitamina, pues su deficiencia se ha relacionado con prematurez y con un mayor riesgo de infecciones en el recién nacido.

 Las necesidades de esta vitamina pueden cubrirse mediante el consumo de alimentos tales como frutas y verduras de color rojo y verde intenso; y alimentos de origen animal como el hígado, el huevo y la leche.

 Calcio

El calcio es el nutrimento inorgánico más abundante en el cuerpo humano que junto con el fósforo fortalece y da consistencia a los huesos.

Como el organismo no lo produce, su aporte debe ser a partir de fuentes externas (alimentos), por ello todos los días necesitamos de una cantidad adecuada que debe aumentar durante ciertas etapas como el crecimiento y desarrollo de los niños y adolescentes, la gestación, lactancia y después de la menopausia.

¿Qué pasa con el calcio de nuestro cuerpo en el embarazo?

Durante el embarazo los niveles de calcio en la sangre disminuyen debido a que se aporta gran cantidad de sus reservas a la formación de hueso en el bebé.

¿Qué cantidad de calcio debo de tomar?

La ingestión diaria sugerida, considerada suficiente para cubrir las demandas de calcio en menores de 18 años es de 1300 y para las mayores de 19 años es de 1000 mg/día.

Un aporte adecuado de calcio durante el embarazo y período de lactancia logra mejorar el panorama de la integridad ósea de la madre.

El hecho de amamantar no implica que se presenten alteraciones en el hueso, es un desgaste “normal” (fisiológico), donde hay recuperación del hueso, siempre y cuando se consuma la cantidad adecuada de calcio.

Los alimentos presentes en “El Plato del Bien Comer” que son fuente importante de calcio son las tortillas, lácteos, sardinas, oleaginosas, hojas de color verde oscuro y frutas secas como almendras.

¿Cómo puedo consumir el calcio necesario para mantener mis huesos sanos?

A continuación, se enlista una serie de alimentos con más de 150 mg de calcio por ración, con los cuales se alcanza a cubrir la demanda de calcio en el período de embarazo y lactancia.

  • 1 taza de yogurt
  • 1 vaso de leche
  • 30 g queso canasta
  • ¼ de taza de almendras
  • 30 g charales, acociles o sardina
  • 5 tortillas de nixtamal
  • 1 taza de brócoli
  • ½ taza de avena

Por su parte la vitamina D, ayuda a absorber mayores cantidades de calcio y contribuye a fijarlo en los huesos, por lo que se recomienda consumir alimentos que la contengan por ejemplo las verduras y frutas, el hígado y la leche.

Es necesario mencionar que la luz solar hace que funcione mejor la vitamina en la fijación del calcio en el hueso.

El estreñimiento crónico es un trastorno que obstruye la absorción de calcio, y para evitarlo hay que comer suficientes verduras, frutas con cáscara y tomar más de ocho vasos de agua al día.

Asimismo, se recomienda hacer ejercicio rutinariamente.

¡OJO! Evite durante el embarazo:

  • Pescados: Evita pescados grandes. El pescado con altas cantidades de mercurio como el atún, la caballa o el pez espada puede provocar a la madre daños renales y también puede verse perjudicado el sistema nervioso, pulmones y riñones del bebé.
  • Ten especial cuidado con la ingesta de almejas y ostiones crudos.
  • Quesos suaves y comidas preparadas: se han asociado a un padecimiento infeccioso denominado “listeriosis” que puede causar abortos u óbitos (la muerte de un bebé en el útero).
    • La listeria es un germen que se encuentra en varios alimentos.
  • Se debe evitar al máximo los alimentos con conservadores y el uso de productos “light”. Sólo cuando el médico los recomiende.

Para evitar cualquier contagio con alimentos, se recomienda:

 

  • Cocinar todas las carnes y pescados perfectamente bien y lavarse las manos después de tocar la carne cruda.
  • Lavar bien las frutas y los vegetales.
  • Evitar la leche no pasteurizada y los productos derivados de ella.
  • No comer quesos suaves: blanco, fresco, asadero, ranchero o enchilado y evitar la feta, brie, camembert y azul o roquefort.
  • Puede comer quesos duros procesados: Monterrey, cheddar y mozarela, queso crema, cottage y yogurt.
  • No consumir comidas que se quedaron a la intemperie o volverlas a cocinar a temperaturas altas.
  • El hígado es muy saludable, pero contiene cantidades muy elevadas de Vitamina A que podrían ser dañinas para el bebé.

 MULTIVITAMÍNICOS

 Aunque en general la alimentación aporta estos nutrientes, seguramente tu médico te recomendará un suplemento vitamínico que contenga ácido fólico y yodo.

 Lo ideal es empezar a tomarlo en cuanto tomes la decisión de buscar un embarazo, ya que la carencia del primero se ha relacionado con defectos del tubo neural, como la espina bífida.

El yodo, por su parte, es un nutriente básico para el desarrollo cerebral del bebé.

 NÁUSEAS MATUTINAS

 En el 1er trimestre, un 30% de las embarazadas presenta náuseas matutinas que pueden llegar al vómito.

Se desconoce la causa del problema, quizá se deba a cambios hormonales, pero no se produce en todas las embarazadas ni ocurre en todos los embarazos.

Para disminuir esta molestia se recomienda tomar 5 comidas ligeras en lugar de 3 y procurar, al despertar en la mañana (que es el momento en que suele presentarse el problema), tomar una galleta o un pan tostado.

Se agradece la participación de las Nutriólogas:

Ma. Emilia Roselló Soberón

nutrimare@yahoo.com

Departamento de Investigación en Nutrición

Instituto Nacional de Perinatología

Reyna Sámano.

Departamento de Investigación en Nutrición.

Instituto Nacional de Perinatología

REFERENCIAS

 

 

 

 

Viajes en el Embarazo
Durante, Embarazo, Semanas 1 - 12

Viajar durante el embarazo

 

INTRODUCCIÓN

Es un hecho que, en la actualidad, las personas viajan mucho más que antes, tanto de negocios como por placer.

No necesitas cancelar tus planes de viaje porque estás embarazada, siempre y cuando sigas unas cuantas reglas y tengas permiso de tu médico para realizar ese viaje.

VIAJES EN EL PRIMER TRIMESTRE

Muchas mujeres prefieren no viajar en el primer trimestre por la fatiga, sueño constante y náuseas que caracterizan esta etapa.

Pero si tienes ganas de viajar y tu médico te ha dado permiso para hacerlo, no hay ninguna razón para que no disfrutes un viaje pre-bebé en este momento.

Antes que nada es necesario que acudas a tu médico para que comentes con él tus planes de viaje y que te haga una revisión médica para detectar si hay algún problema y darle tratamiento antes de que te vayas.

El primer trimestre es una etapa clave ya que puede haber riesgo de aborto o de embarazo ectópico.

¿QUÉ TENGO QUE TOMAR EN CUENTA CUANDO DECIDO VIAJAR?

Es importante que las mujeres, si ya están embarazadas o si piensan embarazarse, al hacer sus planes de viaje tengan en cuenta:

  • Destino
  • Distancia del Viaje
  • Cuánto tiempo vas a viajar
  • Las actividades que vas a realizar
  • El tipo de transporte que vas a utilizar
  • Preguntar a tu médico cuándo está contraindicado viajar y
  • Saber cuándo debes llamar al médico

DESTINO

Los viajes a otros países te exponen a enfermedades que no son habituales en el país donde resides.

Las mujeres embarazadas deben de ser advertidas sobre los lugares que vayan a visitar y que presentan riesgo adicionales. La lista que aparece a continuación puede no estar completa, por lo que se recomienda que discutas los planes del viaje con el médico:

  • Los viajes a altitudes mayores de 3,658 mts no se recomiendan durante el embarazo. Si lo haces, es importante que pospongas el ejercicio hasta que estés adaptada al cambio de altitud.
  • Lugares en donde existan brotes endémicos (infecciones permanentes de ese lugar) de infecciones provocado por insectos o por alimentos.
  • Lugares endémicos, en donde la malaria (paludismo) es resistente a las cloroquinas( es un medicamento que sirve para combatir el paludismo)
  • Lugares que requieran de inmunizaciones con virus vivos
    • Vacunas: la exposición a vacunas no se recomienda durante el embarazo ya que existe el riesgo teórico de que la bacteria viva puede atravesar la placenta y dañar al bebé en desarrollo.
    • Es por eso que se recomienda que, si puedes, evites viajar a países en donde se requiere vacunarse.
    • Si decides viajar, el médico pesará el riesgo- beneficio de la vacuna contra la enfermedad y, por lo general, se aplicará la vacuna ya que contraer la enfermedad puede ser más riesgoso para la salud del bebé y de la madre.

Recuerda que si tu médico te indica que no puedes viajar, debes de obedecerlo y posponer el viaje hasta que nazca tu bebé y no arriesgar tu salud y la de tu hijo.

En muchos países en desarrollo, la atención local para la salud, la calidad de los alimentos y del agua, es cuestionable. Durante el embarazo es mejor evitar viajes a este tipo de países.

La diarrea y el vómito deshidratan fácilmente a la mujer embarazada y ponen en riesgo la salud del bebé.

DURACIÓN DEL TIEMPO DE TRASLADO

Es importante tener en cuenta el tiempo que vas a permanecer sentada durante el traslado para evitar una “trombosis venosa profunda”.

La trombosis venosa profunda es una afección donde se forma un coágulo de sangre en las venas de las piernas u otras partes del cuerpo.

Puede causar un estado peligroso que se denomina “embolia pulmonar”, donde un coágulo de sangre se desprende del primero que se formo y viaja a los pulmones.

Los estudios de investigación han revelado que todo tipo de viaje que dure 4 o más horas—ya sea en automóvil, tren autobús o avión—hace que aumente al doble el riesgo de presentar trombosis venosa profunda.

Esto indica que el medio de transporte no aumenta la probabilidad de presentar este problema, sino el tiempo en que una persona permanece sentada sin moverse.

Estar embarazada es otro factor de riesgo para presentar trombosis venosa profunda.

Si estás programando un viaje largo, es importante que tomes las siguientes medidas para reducir el riesgo de desarrollar este problema:

  • Bebe muchos líquidos (aunque tengas que ir más seguido al baño).
  • Usa ropa holgada.
  • Camina y estírate a intervalos regulares (por ejemplo, cuando viaje en automóvil, para con frecuencia para que puedas salir, caminar  y estirar las piernas).

Puedes también usar medias especiales que comprimen las piernas debajo de la rodilla para prevenir la formación de coágulos de sangre.

Sin embargo, habla primero con tu médico  ya que algunas personas no deben usarlas (por ejemplo, las personas con diabetes o problemas de circulación).

DISTANCIA DEL VIAJE

Es obvio que mientras más lejos te vayas, más riesgos tienes si llegas a tener una complicación mientras que estás fuera.

Planea con anticipación y asegúrate de que haya buenas facilidades médicas en donde vas.

Lleva una copia de tu expediente médico incluyendo las pruebas y estudios que te han hecho, los medicamentos que tomas (y copias de las recetas por si se llegaran a perder), tu tipo de sangre, vacunas que se aplicaron antes de salir de viaje, alergias a medicamentos y alimentos, fecha de la última consulta prenatal, fecha probable de parto y cualquier otra información que consideres importante.

Asegúrate de llevar una lista de nombres y teléfonos de personas que puedas contactar en caso de emergencia y no te olvides de incluir el nombre de tu médico y sus teléfonos de emergencia.

Si vas a viajar a un lugar húmedo y caliente, debes de evitar las infecciones vaginales producidas por hongos. Usa ropa interior que no sea ajustada, ligera y de algodón.

No te dejes el traje de baño húmedo, cámbiatelo tan pronto puedas y pregúntale a tu médico qué tipo de crema anti hongos puedes usar en caso de que se presente una infección.

Lleva tus vitaminas pre natales y los medicamentos que te haya recetado tu médico.

ACTIVIDADES

Ten en cuenta los cambios de clima y altitud, los tipos de comida (ya que esto puede causarte molestias digestivas).

Limita tus actividades en los primeros días y reposa cuanto te sea necesario, escucha a tu cuerpo, particularmente si el clima es caliente y si la altitud es mayor que la que estás acostumbrada.

  • Si el viaje que planeas es una vacación, considera el tipo de actividad que debes hacer cuando estás embarazada.
  • Por ejemplo, relajarte en la playa es mucho mejor que hacer una caminata extenuante en las montañas, nadar es mejor que esquiar.
  • No planees demasiadas actividades en un día ya que notarás que te cansas mucho antes que cuando no estabas embarazada.
  • Si estás viajando por negocios, trata de llegar un día antes de tus reuniones para que puedas descansar y adaptarte al cambio.
  • Si puedes, limita el tiempo de trabajo y toma descansos que te permitan caminar y estirar tus piernas.

Viajar y tener cambio de horario, puede alterar tus patrones de alimentación y causar problemas digestivos como la indigestión y la distensión, que son tan comunes en este primer trimestre.

Trata de comer pequeñas porciones de comida durante el día. No comas cerca de la hora de irte a dormir, evita las bebidas gaseosas con cafeína, el chocolate y las comidas con muchas especies, consume fibra para que tu intestino funcione correctamente y mantente activa para que tu aparato digestivo este en óptimas condiciones.

Cuando salgas siempre lleva una botella de agua, fruta, galletas y no estés mucho tiempo sin alimento, recuerda que la náusea aumenta cuando el estómago está vacío.

PRECAUCIONES CON RESPECTO A ALIMENTOS

Viajar a otros países quiere decir que podrías estar expuesta a otros tipos de gérmenes. Aunque la gente que vive en un país está acostumbrada a los organismos en los alimentos y el agua, los viajeros no lo están. Estos organismos pueden enfermar gravemente a un viajero.

La diarrea del viajero puede ser un problema leve para una mujer que no está embarazada. No obstante, puede ser peligroso para las mujeres embarazadas. Si te da diarrea, bebe muchos líquidos para combatir la deshidratación.

Antes de usar un tratamiento para la diarrea, con un médico para asegurarte que puedes usarlo sin riesgo durante el embarazo.

La mejor manera de prevenir enfermedades es evitar el consumo inseguro de alimentos y agua. Sigue los siguientes consejos:

  • El agua embotellada es más segura que el agua de grifo sin hervir. Sin embargo, debido a que no hay normas para el agua embotellada, no se puede garantizar que no contiene gérmenes que producen enfermedades.
  • Se pueden consumir sin riesgo gaseosas y bebidas elaboradas con agua hervida.
  • No uses hielo de agua sin hervir en tus bebidas.
  • Evita consumir frutas y verduras a menos que estén cocidas o que tú misma las hayas pelado.
  • No comas carne ni pescado crudos o que no estén bien cocidos.

TIPO DE TRANSPORTE

Viajes en automóvil

Viajar en automóvil es, quizás, la forma más cómoda de viajar durante el embarazo porque tienes la capacidad de controlar los periodos de traslado y puedes detenerte cada vez que te sientas fatigada.

Es muy común estar fatigada y mareada en el primer trimestre, es por esto que se recomienda no salir muy temprano en la mañana, viajar en distancias cortas en automóvil y compartir el volante si es posible.

Nunca viajes sola y si te sientes cansada o mareada DETÉNTE y descansa en donde quiera que estés.

Mantente hidratada (especialmente si estás viajando en climas cálidos) y repón la energía con un pequeño refrigerio como frutas o nueces que te ayuden a mantener el nivel de glucosa en sangre estable (no son recomendables los caramelos).

Trata de mantener una temperatura fresca en el coche y el aire circulando, esto te ayudará a controlar la náusea y el sueño.

Lleva una pequeña almohada para colocarla en la espalda a la altura cintura, para que te canses menos.

Siempre debes de usar tu cinturón de seguridad ya que, en caso de un accidente, te protegerá, a ti y a tu bebé.

La forma más segura es el cinturón diagonal que cruza en medio del pecho y el de abajo que cruce sobre la pelvis y no sobre el abdomen.

Cuando te detengas para descansar, siempre ve al baño y vacía tu vejiga, esto te ayudará a prevenir una infección de las vías urinarias. Aprovecha esos minutos para estirar y flexionar tus piernas.

Recuerda que durante el embarazo, si permaneces mucho tiempo sentada, tus pies y piernas se hinchan, eleva tus piernas cuando puedas.

Si vas en tu auto, cada 90 minutos puedes bajar del auto y caminar un poco. Si vas en camión y hay un asiento vacío junto a ti, sube las piernas.

Cuando planees un viaje por carretera, piensa en las facilidades con que cuenta los caminos por los cuales vas a viajar por ejemplo: baños, teléfonos, auxilio vial, poblaciones y hospitales cercanos, hoteles, venta de agua embotellada.

Si llegas a tener un accidente, por pequeño y sin importancia que sea, debes avisar a tu médico para que te hagan una revisión.

Viajes en avión

Si tu médico te ha dado permiso, viajar por avión en el primer trimestre no tiene mayor riesgo para ti o para tu bebé. La única excepción es cuando viajas en líneas no comerciales en donde no se ajusta la presión de la cabina porque la cantidad de oxígeno en el aire disminuye conforme se incrementa la altitud y puede ser demasiado escaso para tus necesidades de oxigenación y las de tu bebé.

Trata de que tu equipaje tenga ruedas para que te facilite la tarea y pide un asiento de pasillo para que puedas levantarte libremente al baño o a caminar. No debes sentarte en las salidas de emergencia.

Solicita una bolsa para el mareo por si acaso llegaras a tener un acceso de náusea.

Los asientos que están a nivel con las alas del avión, son los más estables y en donde menos sufrirás por el movimiento.

 

Si estás con mucha náusea y malestar, es recomendable llevarte tus propios bocadillos por si no puedes comer la comida que te sirven.

Puedes poner en tu bolso fruta seca, galletas y barras nutritivas. Te ayudará también a mantener alto tu nivel de energía.

Dado que el líquido amniótico se forma en el primer trimestre, es especialmente importante que te mantengas hidratada.

La atmósfera en los aviones generalmente es muy seca así que asegúrate de tomar suficientes líquidos durante el viaje y evita las bebidas con cafeína (esto te ayudará a no hincharte aunque tengas que ir al baño más frecuentemente).

Durante el vuelo, el riesgo de que se llegue a formar un coágulo que obstruya tus venas se incrementa durante el embarazo por lo que debes tratar de estar lo más activa posible.

Levántate y camina cuando menos cada hora y estira tus piernas y pies cada media hora para ayudar a estimular la circulación sanguínea. Pregunta a tu médico si debes usar medias elásticas de soporte.

  • A las mujeres que padecen de tromboflebitis y a las que padecen anemia depranocítica (una enfermedad de la sangre que afecta a la hemoglobina),  generalmente no les está permitido viajar por avión.
  • Antes de subir al avión, evita las bebidas o la comida que produzca gases. Los gases atrapados en el aparato digestivo, se expanden en las altitudes y causan dolor abdominal, náusea y vómito.
  • Lleva equipaje de mano ligero y no cargues cosas pesadas

Viajes en barco o lancha

No hay problema para viajar en barco o realizar un crucero siempre y cuando el embarazo no sea de riesgo.

El viaje por mar puede ser divertido. También puede alterar tu estómago. Si nunca has estado en un barco antes, el primer trimestre de tu embarazo no es un buen momento para intentarlo.

Si has viajado antes y piensas que tu estómago puede resistir el movimiento del barco, inspecciona las reglas del crucero para las embarazadas.

Asegúrate que la nave tiene doctor o una enfermera a bordo. También asegúrate qué tan cercanas están las áreas con los médicos apropiados.

Si no te mareas, puedes viajar tranquila, las vibraciones no causan abortos ni tienen efecto dañino ni en el embarazo ni en el bebé. Evita ir en lancha rápida que golpee contra las olas.

Para evitar la náusea y el mareo puedes usar las muñequeras elásticas especiales que presionan un punto en la muñeca que detiene el malestar. Las puedes adquirir en farmacias.

Viajes en tren

El tren es un medio de transporte muy recomendable y tiene ventajas sobre el automóvil y el autobús.

Durante el trayecto no hay obligatoriedad de permanecer sentada todo el rato, y puedes moverte, caminar y estar de pie. También, si deseas, hay la posibilidad de viajar de noche.

El tren tiene a su favor que se pueden realizar caminatas largas y puede contar con vagones tipo camarote en donde te sentirás más cómoda ya que podrás recostarte en una cama.

También puede contar con un vagón restaurante en donde podrás comer algo si tienes algún antojo.

Viajes en autobús

Lo bueno de los viajes en ómnibus o en tren es que puedes sentarte, cerrar los ojos y relajarte, sin tener que prestar atención al tráfico.

Además tendrás tiempo para leer algún libro o disfrutar del paisaje. Algunos ómnibus además proyectan películas que te mantendrán entretenida.

Los trayectos cortos no suelen plantear problemas, siempre que el pavimento de la carretera sea correcto y no existan aglomeraciones de las horas pico.

Lo más conveniente es viajar sentada pero puedes subir tus piernas si el asiento de al lado está vacío.

Aprovecha siempre las paradas obligatorias para bajar a estirar las piernas, vaciar tu vejiga y estimular la circulación de tus piernas.

¿CUÁNDO ESTÁ CONTRAINDICADO VIAJAR?

De acuerdo con las diferentes asociaciones de especialistas en obstetricia y perinatología, se debería advertir del peligro de viajar durante el embarazo a mujeres con especiales condiciones, sean éstas malos antecedentes u otros factores de riesgo que pongan su salud o la de su hijo en peligro:

Riesgos obstétricos:

  • Malos antecedentes: abortos o incompetencia cervical (partos pretérmino previos)
  • Antecedentes de embarazo ectópico: Un embarazo fuera del cuerpo uterino es una situación de suma gravedad que va a requerir, sea cual sea el tratamiento (tanto si es médico como si es quirúrgico), un reposo absoluto hasta su solución, pues sólo entonces habrá pasado el riesgo.
  • Antecedentes de rotura prematura de membranas
  • Anomalías de placenta (previa, baja, vasos previos)
  • Hemorragias en cualquier trimestre: tanto la amenaza de aborto (por definición el sangrado vaginal que ocurre hasta la 22 semanas de gestación), como cualquier otro sangrado que pueda ocurrir, constituye un motivo suficiente para indicar la necesidad de reposo y, por tanto una contraindicación para viajar.
  • Embarazo múltiple
  • Antecedente de hipertensión arterial y/o diabetes.
  • Enfermedades maternas cardíacas
  • Antecedentes de trastorno de formación de trombos o coágulos.
  • Anemia severa.
  • Antecedentes de infertilidad o dificultad para embarazarse
  • Edad materna mayor de 35 años en el primer embarazo.

Riesgos médicos de la salud en general:

  • Hipertensión pulmonar
  • Asma severa u otros padecimientos pulmonares crónicos.
  • Cardiomiopatia (enfermedades del corazón)
  • Insuficiencia renal
  • Enfermedades sistémicas crónicas que requieren vigilancia médica continua.

¿Cuándo debo llamar al médico?

Siempre debes llamar a tu médico cuando tengas:

  • Sangrado vaginal o Salida de líquido por vagina.
  • Cólicos que no cesan o que se repiten constantemente.
  • Hinchazón excesiva de las piernas y de los pies
  • Dolor de cabeza y visión borrosa.

FINALMENTE…

Disfruta el viaje: si viajas a sitios cálidos, ten cuidado con las aguas contaminadas y los alimentos crudos; si viajas a sitios fríos, ten cuidado con los enfriamientos y lleva suficiente ropa para cubrirte y mantenerte cómoda.

El viaje puede romper tu rutina diaria. Si sigues un horario sensato y checas las señales de alarma o los signos de tu organismo, los problemas deben ser pocos.

Habla con tu médico sobre tus planes de viaje. Él puede ayudarte con tus dudas y aconsejarte cuándo es el mejor tiempo, y cuáles son las mejores maneras para viajar de acuerdo a tu embarazo.

REFERENCIAS

Durante, Embarazo, Semanas 25 - 40

Signos de que se aproxima el parto

La fecha probable de parto, se calcula contando cuarenta semanas a partir del día uno de la última menstruación. Gran parte de los nacimientos se producen en forma inesperada entre la semana 38 y 42 de gestación, cuando se supone que el bebé ya ha llegado a su madurez y está listo para nacer.

Existen signos y síntomas que aparecen los días previos al parto, los cuales indican que la fecha se está acercando. Hay mujeres que no los llegan a notar porque su parto se desencadena directamente con contracciones regulares.

  • EL ABDOMEN DESCIENDE

El bebé se va “encajando” en la pelvis y aumenta la sensación de peso en el bajo vientre.

En las primerizas esto sucede 2 a 4 semanas antes del parto pero puede suceder incluso antes. En las mujeres que ya han tenido más hijos, el bebé puede no descender sino hasta el momento del parto.

Generalmente la cabeza del bebé es la primera parte que entra en la pelvis (se encaja). Ahora el útero va a presionar la vejiga y tendrás necesidad de orinar más frecuentemente y con menos cantidad.

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  •  MOLESTIAS FÍSICAS

Recarga de energía:  Algunas mujeres tienen una necesidad enorme de limpiar su casa y preparar todo para la llegada del bebé. A esto se le conoce como el “instinto de la preparación del nido”.

Irritabilidad:  La sensibilidad que aparece poco antes del parto se debe a los nuevos cambios hormonales.

Diarrea y náuseas:  Estos nuevos cambios afectan tu estómago o intestino.

Dolor de espalda:  es un dolor de espalda que corre en la parte baja de la espalda y se extiende hacia los lados del vientre. Puede ser una sensación de la que casi no te des cuenta hasta un dolor que moleste bastante.

Dolor abdominal: Son molestias parecidas a las de la menstruación.

  • DEJAS DE GANAR PESO

El peso tiende a nivelarse al final del embarazo. No te preocupes, esto no afecta a tu bebé.

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Referencias

Durante, Embarazo, Semanas 25 - 40

¿Cuándo debo llamar al médico?

Estas instrucciones dependerán de tu situación particular, como por ejemplo, si tienes complicaciones durante el embarazo, si el médico considera que el embarazo es de alto riesgo, si es tu primer bebé o no.

Probablemente te dirán que te quedes en casa hasta que las contracciones duren aproximadamente un minuto cada una, y empiecen cada cinco minutos, durante más o menos una hora. (La frecuencia de las contracciones se mide desde el comienzo de una contracción hasta el comienzo de la siguiente).

No tengas miedo de llamar si piensas que ha llegado el momento aunque los síntomas no sean claros. Y la verdad es que la comunicación oral ayuda mucho porque tu médico o partera puede notar muchas cosas a través del tono de tu voz. Te preguntará la frecuencia, duración e intensidad de tus contracciones (notará si puedes hablar durante una contracción) y cualquier otro síntoma que tengas.

Y por último, aunque tu embarazo no haya tenido complicaciones hasta el momento, asegúrate de llamar a tu médico o partera inmediatamente (y en caso de que no los encuentres, dirigirte al hospital) en las siguientes situaciones:

  • Se te rompe la fuente (o la bolsa de agua) o sospechas que estás perdiendo líquido amniótico.
  • Notas que el bebé está menos activo.
  • Tienes sangrado vaginal(a menos que sea sólo el tapón mucoso, es decir, un flujo con un hilo de sangre), dolor abdominal fuerte y constante, o fiebre.
  • Comienzas a tener contracciones antes de la semana 37 o tienes algún otro síntoma de parto prematuro.
  • Tienes dolores de cabeza severos o persistentes,cambios en la visión, dolor intenso o mucha molestia en la parte alta de tu abdomen, hinchazón anormal, o cualquier otro síntoma de preeclampsia (presión arterial alta).

Recuerda que cada embarazo es diferente. Así es que si no estás segura si un síntoma es grave o si te sientes incómoda o algo te causa preocupación, confía en tus instintos y llama a tu médico o partera.

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Referencias

Los dolores de cabeza durante el embarazo
Durante, Embarazo, Semanas 1 - 12

Dolor de cabeza en el primer trimestre de embarazo

El dolor de cabeza en el primer trimestre del embarazo es una de las molestias más comunes.

Algunas mujeres tienen muchos dolores de cabeza en el primer trimestre del embarazo y, comunmente, mejoran o desaparecen después.

¿ES FRECUENTE EL DOLOR DE CABEZA EN EL PRIMER TRIMESTRE?

 El dolor de cabeza en el primer trimestre del embarazo es muy frecuente y puede presentarse en cualquier momento, pero es más común en el primer y tercer trimestre.

  • En la mayoría de los casos, aparece y desaparece.
  • No es un problema para el embarazo pero es muy molesto para ti.

TIPOS DE DOLOR DE CABEZA

La mayoría de los dolores de cabeza en el primer trimestre del embarazo son “primarios”. Es decir, el dolor se presenta por sí mismo y no es un síntoma de otro problema o complicación del embarazo. Entre ellos se incluyen:

  • Dolor de cabeza tensional.
  • Migraña.
  • Ciclos o episodios de dolor de cabeza seguido de un periodo sin dolor.

¿QUÉ SON LAS MIGRAÑAS?

 Las migrañas son un tipo de dolor de cabeza más severo que afecta los nervios y los vasos sanguíneos (es decir, es neurovascular). Los dos tipos más comunes de migraña son la migraña con aura y la migraña sin aura.

  • Migraña con aura. Este tipo de migraña se presenta con un aura.
    • Se pueden ver destellos de luz o líneas en zigzag o se puede perder la vista durante un período de tiempo breve.
    • Habitualmente, esto ocurre entre 10 y 30 minutos antes de que empiece la migraña.
    • El aura también puede presentarse al mismo tiempo que la migraña.
  • Migraña sin aura. Este tipo de migraña no tiene generalmente un aura. Pueden aparecer otros síntomas antes de que comience.

¿ES PELIGROSA LA MIGRAÑA EN EL EMBARAZO?

Muchas embarazadas tienen migrañas. Más de la mitad de ellas descubren que sus migrañas se vuelven menos frecuentes en los últimos meses de embarazo. La migraña en el  embarazo no pone en riesgo la vida de la madre ni la del hijo. El problema es su tratamiento.

  • Durante el embarazo tu médico tratará de utilizar la menor cantidad de medicamentos posibles. Nunca te automediques.

¿CUÁL ES LA CAUSA DEL DOLOR DE CABEZA EN EL EMBARAZO?

 La causa exacta no siempre se conoce. En el primer trimestre puede ser por diferentes razones que en el segundo y tercero. Entre los factores asociados al dolor de cabeza durante el primer trimestre, podemos mencionar los siguientes:

  • Estrés y ansiedad. La mujer embarazada tiene una peor tolerancia a las situaciones reconocidas como estresantes.
  • Cambios hormonales.
  • Disminuye la glucosa sanguínea lo que induce una baja presión arterial acompañada de mareos y cefalea.
  • Aumento en el volumen de sangre circulante.
  • Falta de sueño y mala nutrición.
  • Deshidratación, nausea y vómito.
  • Falta de cafeína (cuando estás acostumbrada a consumirla).
  • Sensibilidad a la luz y cambios en la visión.

TRATAMIENTO

 La mayoría de los medicamentos utilizados (analgésicos, antiinflamatorios y otros medicamentos), no se deben tomar durante el embarazo y la lactancia porque pueden causar alteraciones en el bebé o interrumpir el desarrollo normal del embarazo.

  • Si sufres de migrañas, NO podrás tomar todos los medicamentos que tomabas antes.

 ¿QUÉ PUEDO HACER PARA PREVENIR EL DOLOR DE CABEZA?

 La mejor manera de tratar el dolor de cabeza en el primer trimestre del embarazo es, evitarlo completamente. Esto es más fácil cuando sigues estos consejos:

  • Duerme lo suficiente. Si sufres de insomnio, no hagas siestas.
  • Nunca comas cosas nuevas. No sabes si pueden precipitarte el dolor.
  • Evita alimentos como queso, chocolate, tomates, cebollas, naranjas, comida china, cafeína, cítricos, nueces y bebidas alcohólicas.
  • Evita en lo posible el estrés.
  • Haz compresión a nivel temporal (sien) con los dedos.
  • Puedes ponerte paños de agua fría en la frente y sienes. Si tu dolor de cabeza es tensional, puedes ponértelos en la base del cuello.
  • Chupa hielo para disminuir las náuseas del primer trimestre.
  • Hidrátate bien. Bebe lentamente para evitar la posibilidad del vómito.
  • Evita el calor y el sol excesivos.
  • Evita los olores penetrantes y el humo del cigarrillo.
  • Mantén tu nivel de azúcar en sangre comiendo comidas más frecuentes y pequeñas. Lleva contigo algo ligero para comer (galletas, fruta, un yogurt).
  • Evita el desgaste energético exagerado: Realiza actividades físicas no extenuantes.
  • Evita estar parada mucho rato o dormir boca arriba.
  • Date un baño tibio.

¿EL DOLOR DE CABEZA PUEDE SER UN SÍNTOMA SERIO?

 En el segundo o tercer trimestre del embarazo, un dolor de cabeza puede ser un signo de preeclampsia que incluye elevación de la presión arterial, presencia de proteína en la orina y otros cambios.

¿CUÁNDO DEBO LLAMAR AL MÉDICO?

  • Antes de tomar cualquier medicamento
  • Si el dolor no cede o empeora después de usar los remedios recomendados.
  • Si se acompaña de visión borrosa, aumento de peso repentino, dolor en el abdomen superior derecho e hinchazón en manos y cara.
  • Si has tenido problemas con la presión arterial, llámalo aunque solamente sea un ligero dolor de cabeza.
  • Si sientes un dolor “violento y agudo” que te despierta en la noche. Un dolor que no se quita o uno que es algo que nunca habías sentido.
  • Si el dolor de cabeza se acompaña de fiebre y de cuello endurecido.
  • Si el dolor se inicia después de haberte caído o golpeado en la cabeza.
  • Tienes congestión nasal acompañada de dolor y presión bajo los ojos o frente o incluso dolor dental.
    • Puede ser que tengas una sinusitis que necesite tratamiento con antibióticos.
  • Si el dolor de cabeza se inicia después de estar frente a la televisión o a la pantalla de la computadora, chécate con un oftalmólogo.
  • No dudes en llamar a tu médico si el dolor de cabeza te preocupa.

 RECOMENDACIONES

 El manejo del dolor de cabeza en el primer trimestre del embarazo es especialmente problemático cuando es importante que evites los medicamentos. Si tienes alguna duda, pregunta en el Consultorio Virtual en donde médicos especialistas te responderán a la brevedad.

BIBLIOGRAFÍA

Lactancia. ¿Cómo hacer para que todo salga bien?
Complicaciones de parto / Postparto, Durante, El bebé, Embarazo

Lactancia. ¿Cómo hacer para que todo salga bien?

ACTUALIZADO AL 03 de Mayo 2022

INTRODUCCIÓN

Cuando estás embarazada, es muy común sentir la incertidumbre de si podrás

amamantar, ya que seguramente habrás escuchado a muchas madres decir que no tuvieron leche, que fue doloroso o simplemente que el bebé no se prendía y por lo tanto no lograron alimentar al pecho a su bebé.

 

Afortunadamenteel 99% de las mujeres que dan a luz, están en condiciones de iniciar y de practicar la lactancia debido a que durante el embarazo, su glándula mamaria alcanzó la madurez y el desarrollo necesarios para la producción y excreción de la leche.

Sin embargo, para la mujer la lactancia materna representa una conducta que tiene que “aprender”.

Aprender a hacerlo correctamente para que sea exitosa y que, tanto el bebé como la mamá, obtengan los mayores beneficios que la lactancia les puede brindar.

¿POR QUÉ VALE LA PENA EL ESFUERZO?

La superioridad de la leche materna sobre cualquier otro alimento (leche de fórmula artificial) para la nutrición y desarrollo del bebé durante los primeros cuatro meses de vida, ha quedado bien demostrada.

Son numerosos los estudios que señalan un mayor riesgo en problemas de salud en los niños no amamantados entre los que se resalta el riesgo de muerte súbita y muerte durante el primer año, infecciones gastrointestinales, respiratoria y urinarias y otros padecimientos.

Por otro lado, en las madres aumenta el riesgo de padecer hemorragia postparto, Fractura de columna y de cadera en la edad postmenopáusica, cáncer de ovario y de útero, hipertensión y depresión.

IMPORTANCIA DE LA LECHE MATERNA

Tu leche es un alimento completo que contiene todas las sustancias nutritivas que el bebé necesita (más de 400), incluyendo hormonas y componentes para combatir enfermedades que no se encuentran en las leches artificiales, o fórmulas infantiles.

Más increíble todavía es el hecho de que su composición nutritiva cambia y se ajusta a las necesidades del niño a lo largo de la lactancia, a lo largo del día e incluso en cada toma.

BENEFICIOS DE LA LECHE MATERNA PARA EL BEBÉ

 Aparte de los beneficios que la leche materna ofrece en la formación del cerebro de tu bebé y en la lucha contra las infecciones, la lactancia te ayuda a crear un vínculo muy fuerte y especial con tu pequeño.

Al amamantar, tu bebé también se “nutre” de tu cariño, el contacto directo con tu piel y la seguridad que siente en tus brazos. 

 PREOCUPACIONES DE LA EMBARAZADA CON RESPECTO A LA LACTANCIA

El tamaño de sus senos. Se piensa que si son pequeños producirán poca leche, sin embargo,  esto es totalmente falso.

El tamaño del seno va en función de la cantidad de grasa que rodea a la glándula mamaria,  no de su capacidad para producir leche.

La forma del pezón. Es conveniente que hacia el final del embarazo revisemos nuestro pezón para corroborar que sobresalga ante el estímulo.

En caso de tener pezones invertidos o planos, no debemos preocuparnos, ya que el bebé no mama del pezón, sino de la areola.

No tuvo “escurrimientos” de calostro durante el embarazo. También es común escuchar que hay mujeres embarazadas a las que les escurren gotas de calostro y se piensa que quienes no tienen esos escurrimientos no producirán  leche.

 

Sin embargo, esto nuevamente es falso, ya que esto  no es indicativo de la capacidad para producir leche después del parto. Simplemente es algo que nos puede o no suceder.

¿QUÉ ASPECTOS TENGO QUE CUIDAR PARA QUE SALGA BIEN?

En términos prácticos, el aspecto que hay que cuidar para que la lactancia “salga bien”, es que la leche sea extraída eficientemente de la glándula mamaria; esto asegura que:

  • la mujer produzca suficiente leche para cubrir las necesidades de su bebé,
  • su hijo crezca adecuadamente y,
  • se prevengan problemas en los pechos.

Para lograr esta extracción hay que cuidar dos factores: la práctica y la técnica de la lactancia.

¿A QUÉ SE REFIERE LA PRÁCTICA DE LA LACTANCIA?

La práctica se refiere a las decisiones que la mujer hace con respecto a la manera en que llevará a cabo la lactancia.

Es muy importante que hagas los arreglos necesarios con tus médicos y hospital desde antes del parto para que te ayuden a iniciar la lactancia lo más pronto posible después del parto o cesárea, idealmente dentro de las dos primeras horas de vida del bebé.

La primera vez que tengas en brazos a tu bebé, aun en la sala de partos, ponlo en tu pecho. El estómago de tu recién nacido es muy pequeñito así que no necesita mucha leche para llenarse.

 

lactancia

A medida que su pancita crezca, tu producción de leche aumentará para satisfacer sus necesidades. 

 

El inicio precoz de la lactancia se asocia con:

  • Establecimiento más temprano  de una succión  efectiva del bebé.
  • Estimula el control de la temperatura del recién nacido.
  • Estabiliza los niveles de azúcar.
  • Incrementa las evacuaciones y disminuye la ictericia (color amarillento de la piel del bebé).

 

LA BAJADA DE LA LECHE

La bajada de la leche es la consecuencia de un proceso hormonal que se desencadena después del parto, haya sido parto vaginal o cesárea.

En ambos casos, el tiempo que demora en que baje la leche es el mismo, entre el primero y el tercer día después del parto, es un mito que con una cesárea la bajada de la leche materna tarde más.

Hasta que se produce la bajada de la leche, los pechos de la madre producen calostro, un líquido amarillento y espeso que contiene todo lo que el recién nacido necesita.

Entre otros beneficios, facilita la eliminación del meconio: las primeras heces del bebé; favorece la flora bacteriana del bebé y, debido a su consistencia, es ideal como entrenamiento, practicando el ejercicio de succión-deglución-respiración.

 

Interferencia en la bajada de leche

 

Existen varios factores que pueden interferir en la bajada de leche:

  • Emociones tales como vergüenza, enojo, irritación, miedo o resentimiento
  • Agotamiento
  • Succión deficiente debido a una posición inadecuada
  • Tiempo insuficiente de amamantamiento activo del bebé
  • Estrés
  • Comentarios negativos de parientes o amigos
  • Miedo a sentir dolor en sus senos o en el útero (p. ej., dolor en los pezones o dolores después del parto)
  • Congestión mamaria durante los primeros días

 

LECHE MADURA

 

Tu leche cambiará y aumentará en cantidad aproximadamente 48 a 72 horas después de dar a luz.

 

Puede tomar más tiempo, según cuándo comiences a amamantar y con qué frecuencia lo hagas. El cambio de la leche se produce un poco antes si ya has amamantado anteriormente.

 

Leche inicial

 

Cuando comienzas a amamantar, la leche que recibe el bebé se denomina leche inicial.

 

Es poco espesa y acuosa, y tiene un tinte celeste. La leche inicial es más que nada agua que se necesita para saciar la sed de tu bebé.

 

Leche final

 

La leche final es liberada después de varios minutos de haber comenzado a amamantar.

 

Su textura es similar a la de la crema y tiene la más alta concentración de grasas. La leche final tiene un efecto relajante en el bebé. La leche final ayuda al bebé a sentirse satisfecho y a aumentar de peso.

 

Alimenta a tu bebé hasta que notes que se está quedando dormido y está satisfecho.

 

NOTA: La “leche materna débil” no existe. Tu cuerpo combinará la cantidad exacta de ingredientes necesaria para satisfacer las necesidades del bebé.

RECOMENDACIONES PARA UNA PRÁCTICA ADECUADA

Libre demanda, es decir, ofrecer el pecho cada vez que el bebé presente signos de tener hambre (durante el día y la noche) y no restringir el tiempo que dure la tetada.

Esto es importante ya que la concentración de grasas (lípidos) es diferente en la leche que sale al principio que al final de la tetada y esto ayudará a que el bebé reciba la cantidad de energía que necesita.

El número de tetadas y su duración varía ampliamente. La única restricción es que el recién nacido no pase más de 3 horas sin recibir la leche materna. Generalmente, el bebé  succionará de 8 a 12 veces en 24 horas.

  • La lactancia a libre demanda:
  • Disminuye la posibilidad de que el bebé presente ictericia.
  • Estabiliza los niveles de azúcar (glucose) en la sangre del bebé.
  • Disminuye la pérdida inicial de peso
  • Promueve la “bajada” de la leche madura.
  • Incrementa la duración de la lactancia

Con el tiempo irás reconociendo los gestos del bebé que indican que quiere mamar: se mete las manos en la boca, hace el movimiento de succión o abre la boca buscando el pecho.

No esperes a que llore, en cuanto notes estas señales colócale al pecho.

Ofrecer un pecho sin restringir el tiempo que lacte de él, no tienes que estar pendiente del reloj. Cuando el bebé lo suelte espontáneamente y después de haber sacado el aire, se puede ofrecer el otro pecho.

  • Si el bebé ya no lo toma o se ha quedado dormido, la siguiente tetada habrá de comenzar con el pecho que no tomó o que amamantó por menos tiempo.
  • Es muy importante que tengas en cuenta la importancia de que cuanto más tiempo esté el bebé al pecho más succionará y más se activará la producción de leche.

LACTANCIA EXCLUSIVA

Esto es, sin incluir otro alimento líquido o sólido a la dieta del lactante durante este tiempo. Mínimo durante cuatro y preferiblemente durante seis meses.

Procura permanecer tranquila, sobre todo si a tu recién nacido le cuesta encontrar el pezón o mantenerlo en la boca.

 

Dar de mamar es un arte que exige un poco de paciencia y mucha práctica y nadie espera que sepas hacerlo desde el comienzo, o sea que no dudes en pedir ayuda.

 

El biberón de apoyo y los suplementos no sirven para solucionar los problemas y si pueden poner en riesgo la lactancia.

¿A QUÉ SE REFIERE LA TÉCNICA DE AMAMANTAMIENTO?

La técnica de amamantamiento se refiere a la posición en la que la mujer se dispone a amamantar, la manera en la que acomoda al bebé con respecto a su cuerpo para estimular el reflejo de búsqueda en el bebé y permitir que éste tome el pecho.

La base de una lactancia exitosa es lograr que el bebé agarre el pecho correctamente. Un bebé que se prende bien, saca bien la leche.

 

Un bebé que no se prende bien, tiene más dificultad para obtener leche, especialmente si el suministro no es abundante.

 

La producción de leche no es abundante en los primeros días después del nacimiento, esto es normal, así lo diseñó la naturaleza; pero si la forma en que está agarrando el pecho el bebé no es buena, se le hará difícil obtener leche.

 

Los bebés no necesitan demasiada leche en los primeros días, pero sí necesitan algo de leche.

 

Y posteriormente, aunque la producción de leche sea abundante, tratar de amamantar a un bebé con un mal agarre es similar a darle un biberón con un agujero que es demasiado pequeño: el biberón está lleno de leche, pero el bebé no va a obtener mucha o le va a salir muy despacio.

Una técnica adecuada evitará que los pezones y areolas (la parte más oscura del pecho que rodea al pezón) se lastimen y se agrieten y permitirá que la leche sea extraída eficientemente del pecho.

La elección de la posición para amamantar depende de las circunstancias de la madre y del niño y se buscará la que sea más cómoda y eficiente para ambos.

¿CUÁNDO SE CONSIDERA CORRECTA LA TÉCNICA DE AMAMANTAMIENTO?

  • Cuando hay una correcta adhesión o acoplamiento de la boca del bebé al pecho de la madre.
  • Cuando la duración de las mamadas asegura la extracción de los dos tipos de leche.

RECOMENDACIONES PARA UNA TÉCNICA CORRECTA:

El bebé debe permanecer en contacto piel con piel con su madre tanto tiempo como sea posible inmediatamente después del parto y durante tanto tiempo como sea posible en las primeras semanas de vida.

 

Por cierto, algunos estudios también han demostrado que el contacto piel con piel entre madre e hijo(a) mantiene al bebé tan caliente como una incubadora.

 

No debe haber prendas que interfieran entre el pecho y la boca del bebé. Cuanto más contacto piel con piel haya, mejor.

  1. En cuanto al bebé:

Una colocación correcta es indispensable para el éxito de la lactancia. Para que el recién nacido pueda realizar una adecuada succión, el acoplamiento boca-pecho debe ser funcional:

  • El bebé debe tomar el pecho de frente, sin voltear la cara. El acoplamiento correcto permite que el bebé introduzca el pezón y gran parte de la areola dentro de la boca.
  • La boca del bebé debe cubrir toda o casi toda la areola mamaria y el pezón debe estar completamente dentro de su boca, sobre el paladar blando en la parte superior de la boca.
  • Para dejarlo más claro, el pezón no debe quedar en los labios del bebé sino todo dentro de la boca.
  • La leche sale por el pezón pero gracias a la succión que hace el bebé.
  • El reflejo de succión del bebé enviará al cerebro de la madre la orden para producir prolactina, hormona responsable de la producción de leche.

Existe una regla muy importante que se debe cumplir en el amamantamiento: “La boca del niño se acerca al pecho y no el pecho al niño”.

  • Si el bebé no se coge al pecho enseguida, no te agobies, sigue intentándolo. Algunos lo hacen enseguida y otros tardan un poco más.
  • Para ayudarle, déjale en contacto con tu pecho desnudo la mayor parte del tiempo, cerca de tu olor y tu calor.
  1. En cuanto a la madre:

La mujer necesita estar en una posición relajada y cómoda y puede estar sentada o acostada.

Sentada: Puedes apoyar los pies en un banquito y/o colocar una almohada sobre los muslos para quitar tensión de la espalda y acercar al bebé a la altura del pecho.

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La cabeza y espalda del bebé descansan sobre el antebrazo, del lado del pecho que se está ofreciendo, de tal manera que la cabeza del bebé quede libre para moverse asegurando que la nariz del bebé no se presione contra el pecho y pueda respirar normalmente.

Ofrecer el pecho al bebé tomándolo con la mano en forma de “C” con el dedo pulgar arriba de la areola y los otros cuatro dedos por abajo, soportando la base del pecho contra el tórax, o bien en forma de “U”, de manera que el pulgar quede del lado interno del pecho y los otro cuatro del lado opuesto a la areola.

En esta forma el bebé podrá introducir suficiente tejido mamario a la boca evitando la obstrucción por los dedos.

  • Estimular el reflejo de búsqueda tocando los labios del bebé con el dedo o la punta del pezón y cuando el bebé abra la boca introducir buena parte de la areola y pezón.
  • Afuera de la boca del bebé se podrá apreciar mayor proporción de la areola por arriba del labio superior que del lado inferior.
  • En esta posición se suscitarán los reflejos de succión y deglución.

No te preocupes, aunque el bebé tenga su nariz estrechamente pegada contra la mama, puede respirar normalmente debido a la conformación anatómica de ésta.

Al terminar, el retiro del pecho debe hacerse cuidadosamente, ya que el retiro brusco puede causar trauma del pezón. Romper el vacío succional de la boca separando los labios con el dedo meñique en la comisura e introduciéndolo entre las encías. Sólo entonces retirar el pecho suavemente.

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Posición para amamantar gemelos

¿A QUÉ DEBO PONER ATENCIÓN MIENTRAS AMAMANTO?

Ahora, vamos a ver en la práctica de la lactancia a qué aspectos debes de poner atención:

Sonido de deglución audible.

Cuando el bebé está extrayendo leche suficiente, su deglución (tragar) es perfectamente audible.

El sonido característico de la deglución a veces se acompaña de una especie de suave quejido producido por el aire que se desplaza en el espacio retrofaríngeo (atrás de la garganta).

Actitud de bebé satisfecho:

Cuando el amamantamiento se hace correctamente, tanto el bebé como la madre sienten placer al hacerlo.

El bebé mama tranquilamente, sin apuro ni ansiedad, en forma rítmica, apreciándose claramente relajado y satisfecho.

Sueño Tranquilo:

Habitualmente después de mamar del segundo pecho, el bebé se queda dormido plácidamente y es habitual que suelte el pecho espontáneamente cuando se relaja.

El bebé duerme 1,5 a 3 horas y al despertar, con una actitud corporal, una actividad bucal y lingual propia y un gemido o leve llanto característicos, pide de mamar nuevamente.

Mucho antes de llorar, el bebé muestra que está listo para alimentarse. Su respiración puede cambiar, por ejemplo. O puede empezar a estirarse.

 

La madre, a menudo en sueño ligero y en sintonía con su bebé, se despertará, su leche empezará a fluir y el bebé, calmado, usualmente tomará el pecho, contento.

 

Un bebé que ha estado llorando durante algún tiempo antes de ser puesto al pecho, puede rechazarlo aunque esté muy hambriento.

Producción de leche constante

La madre que amamanta en forma correcta puede notar que la producción de leche es constante y sentirá que la bajada de la leche está ajustada al horario de mamadas de su bebé.

Aumento de peso normal

Desde el punto de vista nutricional, el bebé que se amamanta correctamente, con la frecuencia y duración de las mamadas que corresponde a su edad, tiene un incremento de peso y estatura perfectamente adecuado

Al menos seis pañales mojados

Si el bebé está recibiendo la cantidad de leche suficiente, mojará al menos 6 pañales en el día con una orina clara que no deja marca en el pañal

Deposiciones amarillas y fluidas

Después que se ha eliminado el meconio, las deposiciones son de color amarillo oro, de consistencia más o menos fluida y tienen un olor característico.

Pezones y pechos sanos

Si el niño se acopla bien y hace una succión correcta, el amamantamiento no provoca dolor ni daño en los pezones.

Por otra parte, si la extracción de la leche es adecuada, se evita la plétora (Inflamación dolorosa) y la congestión de los pechos.

  • El pecho se va ablandando mientras avanza la lactancia.
  • El pezón se verá elongado  (alargado)  después de la lactancia, pero no marcado o lastimado

¿CUÁNDO PUEDO SABER SI YA TERMINÉ DE AMAMANTAR?

Cuando el bebé haya extraído la leche disponible o cuando haya quedado satisfecho, soltará el pezón espontáneamente.

Si por alguna razón hay que suspender la tetada antes del que el bebé termine de succionar, es importante romper la presión negativa de la boca del bebé sobre el pecho, para evitar que se lastime el tejido.

Esto se logra si la mamá introduce su dedo meñique y abre la boquita del bebé.

RÉGIMEN DE LIBRE DEMANDA

En el régimen de libre demanda es el bebé el que regula la frecuencia de las mamadas de acuerdo con la necesidad que tiene de recibir alimento y de hidratarse.

Durante los primeros días el vaciamiento gástrico se produce más o menos cada 1,5 hora y con esa frecuencia el bebé necesita recibir alimento y agua.

Los bebés a menudo amamantan muy seguido los primeros días, esto es normal y temporal.

 

En realidad, durante los primeros días los bebés tienden a mamar con frecuencia, en especial al final de la tarde o durante la noche.

Es importante que entiendas esto, ya que muchas veces esta demanda frecuente se interpreta como que la leche materna no es suficiente y se recurre a la fórmula, que obviamente mantendrá satisfecho al niño por más tiempo porque se digiere más lentamente.

Hasta que se ajusta el proceso de producción de leche a la demanda del niño, durante las primeras semanas la madre tendrá que amamantar frecuentemente (cada 2 1/2 a 3 horas), pudiendo también tomar la iniciativa de dar de mamar cuando sienta los pechos demasiados llenos.

La base de la manutención de la producción de la leche está en permitir el equilibrio natural entre lo que el bebé pide y lo que la madre produce.

El poner horarios rígidos interfiere con el delicado mecanismo fisiológico de la lactogénesis (producción de leche).

Cuando se inicia la mamada, el bebé hace una succión “vacía” por algunos segundos. Con esto estimula el reflejo de eyección (salida de la leche) y a la vez le da tiempo al bebé para organizar el sistema de succión-deglución para recibir la leche.

En cada mamada el bebé debe recibir los dos tipos de leche de cada pecho: la leche inicial, con más contenido de lactosa y agua, y la leche final, con más contenido de grasa y mayor concentración.

Estudios han demostrado que, en las primeras semanas, la segunda leche empieza a fluir después de los 7 minutos, razón por la cual las mamadas deben prolongarse al menos 15 minutos por lado, vaciando siempre un pecho antes de ofrecer el otro.

Si la leche no es removida, la glándula produce una sustancia que inhibe el proceso de síntesis celular, y si esta situación persiste, cesa totalmente la producción.

El vaciamiento de ambos pechos es indispensable para que se mantenga en ellos la producción normal de leche.

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¿CÓMO PODEMOS RECONOCER UN AMAMANTAMIENTO CORRECTO?

  • Cuando satisface todas sus necesidades nutricionales, con un mínimo de desgaste metabólico.
  • Cuando no provoca molestias en la madre y ella siente verdadero placer de amamantar a su hijo.
  • Cuando satisface psico-emocionalmente tanto a la madre como al niño.

¿CÓMO ME DEBO CUIDAR YO SI ESTOY AMAMANTANDO?

En cuanto a alimentación: debes incluir en tu dieta todo tipo de productos, en especial frutas, hortalizas, verduras, líquidos y carnes.

La grasa, sal y dulce debe ingerirse en poca cantidad.

No consumas alcohol o cigarrillos y procura no tomar bebidas con cafeína, si necesita medicamentos consulta a tu médico.

El uso de medicamentos durante la lactancia debe ser cuidadosamente monitoreado por un médico. Todos los fármacos pasan a la leche. Algunos medicamentos son compatibles con la lactancia y otros no.

  • Examina con frecuencia tus pechos
  • Báñate diariamente y limpia siempre el pezón antes de empezar a amamantar a tu bebé.
  • Usa un sostén o corpiño adecuado.

CONSEJOS QUE TE AYUDARÁN A TENER UNA LACTANCIA EXITOSA

¿Cuándo y cómo despertar al bebé? Recuerda, durante las primeras cuatro semanas NO debe transcurrir más de tres horas sin que el bebé reciba alimento.

 

Estimula al bebé para que despierte completamente: quítale las cobijas, cámbiale el pañal, coloca al bebé en contacto piel a piel ya sea con la madre o padre, masajéale su espalda, brazos y piernas.

 

Pasa un algodón húmedo en su carita.

 

NO le ofrezcas complementos como fórmulas o tés. La leche materna es el alimento ideal y contiene todos los nutrientes necesarios para que nuestros hijos se desarrollen correctamente.

 

Si la madre alimenta a su hijo a libre demanda, generará la leche que requiere su bebé.

 

COMO CREAR UN BUEN AMBIENTE PARA EL AMAMANTAMIENTO

  • Busca un lugar tranquilo para amamantar. Antes de comenzar a alimentar a tu bebé, desenchufa el teléfono, pon música relajante y respira profundo.
  • Si amamantar en público te incomoda, insiste en tener privacidad y/o coloca una manta liviana sobre el bebé y tu hombro.
  • No dejes que amigos y parientes con buenas intenciones y que piensen distinto te desanimen.
  • Restringe las visitas hasta que te sientas cómoda.

Con la colaboración:

Maestra en Ciencias Ma. Eugenia Flores Quijano del Departamento de Investigación en Nutrición del Instituto Nacional de Perinatología.

Dra. Giovanna Majanos Rivas.

IBCLC Graciela Hess

REFERENCIAS

 

Muerte del Feto durante el embarazo
Complicaciones, Durante, Embarazo

Muerte del Feto durante el embarazo, Óbitos

Introducción

En la mayoría de las ocasiones, la pérdida es inesperada puesto que hasta la mitad de los óbitos ocurren en embarazos cuyo curso había sido completamente normal. El 14 por ciento de las muertes fetales ocurren durante el parto mientras que el 86 por ciento tiene lugar antes del mismo.

La muerte fetal es una de las situaciones más desconcertantes para el médico, la paciente embarazada y su familia, ya que sus causas son múltiples y a veces desconocidas, así como sus factores contribuyentes.

DEFINICIÓN

La definición médica de “muerte en útero” es el nacimiento de un bebé que nace sin signos de vida después de las 24 semanas de embarazo. El bebé puede haber muerto durante el embarazo (a esto se le llama muerte intrauterina) o -esto es más raro- durante la labor de parto o durante el nacimiento (a esta situación se le denomina “muerte intraparto”)

Aunque algunos autores definen al óbito fetal como “el cese de la vida fetal (no hay latido cardiaco, pulsación del cordón umbilical ni movimientos del feto) a partir de las 20 semanas de gestación y con un peso mayor a 500 gramos”.

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REFERENCIAS

Constipación o Estreñimiento despúes del Parto
Complicaciones de parto / Postparto, Durante, Embarazo

Constipación o Estreñimiento despúes del Parto

El estreñimiento es un síntoma, no una enfermedad. Se dice que hay constipación o estreñimiento cuando hay dificultad para evacuar el intestino.

Se considera que hay estreñimiento cuando:

  1. Hay dos o menos movimientos por semana.
  2. El peso de las heces menor de 35 gr. por día.
  3. Hay pujo (esfuerzo excesivo) y las heces son duras en más del 25% de las ocasiones.

El estreñimiento hace que te sientas incómoda, pesada y sin ánimo. La eliminación regular de los productos de deshecho del organismo es vital para mantener la salud.

Las mujeres embarazadas al igual que los de pacientes post quirúrgicos y de post parto se quejan frecuentemente de este síntoma.

¿Por qué estoy constipada?

Es relativamente normal no evacuar hasta dos o tres días después del parto (la madre naturaleza es benigna). Si tuviste al bebé en un hospital, a lo mejor no quisiste hacer uso del baño ahí. Es natural que tengas miedo de defecar cuando tienes una herida o estás lastimada.

La constipación o estreñimiento puede ser un verdadero problema, sobre todo si también la tuviste durante el embarazo. Normalmente, los movimientos intestinales se inician en los primeros días después del parto.

Y aún cuando nunca hayas tenido problemas de estreñimiento durante el embarazo, puede ser que los presentes ahora que ya nació tu bebé. Sin embargo, no es necesario que te preocupes por esto sino hasta que hayan pasado unos días después del parto.

¿Por qué estoy constipada?

¿Cuál es la causa?

Razones físicas:

Si te tuvieron que hacer un enema (lavado intestinal), si tuviste una labor de parto larga y complicada o si moviste el intestino y defecaste en este momento o en el parto o si no has tomado suficientes líquidos, quizás tardes dos o tres días en volver a defecar porque simplemente no hay nada que digerir en tus intestinos.

Si pasado este tiempo aún continúas teniendo problemas, entonces puede ser que:

  • Es probable que tus músculos abdominales estén demasiado laxos y esto hace que se te dificulte pujar para expulsar las heces fecales.
  • Es posible que, además, el propio intestino se haya visto traumatizado por el parto y haya quedado perezoso.
  • Aún hay en tu organismo muchas de las hormonas relacionadas con el embarazo. Una de estas hormonas, la progesterona siempre ha sido una de las causantes de la constipación.
  • Los analgésicos o anestesia que te dieron para disminuir el dolor durante la labor de parto o en el parto y que puede que aún estés tomando, hacen que tu digestión sea más lenta. En cuanto los dejes de tomar, tu digestión se normalizará.
  • Si estás amamantando es muy probable que continúes tomando las vitaminas prenatales –que también son causa de constipación. No debes suspenderlas, pero puedes preguntarle a tu médico si hay alguna otra que no te estriña tanto.
  • Si estás muy molesta después del parto porque tienes hemorroides, por la episiotomía o porque estás lastimada del perineo, es posible que tengas miedo de provocarte más dolor (¿tan pronto otra vez?) o de dañar la herida, o te da pena porque estás en un cuarto compartido en el hospital. Eso hace que automáticamente te aguantes las ganas de pujar y te estriñas. Aún cuando sea difícil relajarte, trata. No te preocupes, a tu herida no le pasará nada.
  • El sedentarismohabitual en los primeros días tras el parto no favorece el tránsito intestinal, así que, aunque nos cueste un gran esfuerzo, se recomienda iniciar los paseos cuanto antes. Un cuerpo inactivo favorece un intestino inactivo.

Razones médicas

Es más probable que sufras de constipación cuando

  • El equipo médico que te atendió durante el parto tuvo que hacer uso de forceps o de ventosa para ayudarte en el parto.
  • Estás tomando tabletas de Hierro para la anemia.
  • Se desgarró severamente el perineo durante el parto.

¿Qué puedo hacer para mejorar el estreñimiento?

Este problema se acabará en unos días siempre que tú ayudes a mejorarlo.

  1. Nunca ignores el deseo de ir al baño a defecar aún cuando ya sepas que las primeras veces va a ser muy molesto. Mientras más te tardes más duras se hacen las heces fecales y más trabajo te va a costar expulsarlas.
    1. Cuando la sensación de evacuar llegue, siéntate bien en el escusado y levanta los talones de tus pies como si te quedaras de puntas. De esta manera, tus rodillas estarán ligeramente más arriba que tu cadera. Si es posible, pon los pies en un banco, sube los talones y descansa tus codos en tus rodillas. Esto hará que quedes como haciendo sentadillas que es la posición perfecta para ir al baño.
    2. Dobla una toalla sanitaria y sostenla contra tu perineo (si tienes episiotomía colócala encima) y puja. Esto te ayudará a sostener el piso del perineo y además estarás segura de que no se abre la herida (de todas maneras no se abrirá). Es probable que tengas que repetir esto durante varias semanas.
  2. Haz el esfuerzo de comer alimentos ricos en fibra como por ejemplo cereales integrales, frijoles, lentejas (tendrás muy buenos resultados y muchos menos gases de lo que te esperabas), panes integrales, cualquier cosa hecha con trigo entero, avena y frutas frescas y vegetales ligeramente cocidos todos los días.

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  • Lubrica tus alimentos, agrega un poco de aceite de oliva a tu pescado, carne, ensaladas o pasta.
  • Tómate el tiempo para comer bien, y no lo hagas a las carreras o parada. Coloca al bebé en su cuna, en una sillita junto a ti o en algún lugar donde te permita tener las manos libres y disfrutar de la comida.
    • Al terminar, no te quedes sentada, vete a caminar un poco.
  • Agrega a tu dieta frutas secas: duraznos, ciruelas, higos, pasas. Mézclalas con nueces para que logres una ayuda extra en esta lucha.
  • Bebe mucha agua, cuando menos de seis a ocho vasos de agua diariamente (necesitarás aún más si estás amamantando a tu bebé) para ayudar a que se suavice la materia fecal. Algunas personas encuentran que beber un vaso de agua tibia en la mañana es una buena ayuda para mover el intestino.
  1. Evita los refrescos azucarados y muy calóricos.
  • Camina mucho, muévete. Mientras más te muevas, más se moverán tus intestinos. Puede ser que al principio te duela, especialmente si te estás recuperando de una cesárea o si tienes episiotomía, pero aún una caminata corta y calmada te pueden ayudar a que tus intestinos se despierten y empiecen a trabajar.
  • Come ciruelas pasas o toma jugo de ciruelas pasas (no lo hagas si estás amamantando). De acuerdo con un estudio publicado en abril de 2011 en la revista “Alimentary Pharmacology and Therapeutics”, comer ciruelas pasas puede a aliviar el estreñimiento al aumentar el número de evacuaciones intestinales que tienes por semana, ablandando las heces y reduciendo el esfuerzo durante la defecación.
    • Las ciruelas son ricas en fibra dietética, proporcionando 6 gramos de fibra por cada 100 gramos, lo que explica algunos de sus positivos efectos digestivos. También contienen compuestos laxantes naturales, tales como sorbitol, para ayudan a aliviar el estreñimiento.
  • Los ejercicios de Kegel que se pueden realizar prácticamente tras el parto y desde la misma cama, ayudarán a tonificar, no solo el perineo, sino también el recto.
  • Descansa todo lo que puedas. Muévete y camina, pero también relájate y descansa.
  • Pregunta a tu médico si puedes tomar algún laxante ligero o un suavizante de materia fecal. Este último puede ser necesario si tienes hemorroides, si estás tomando hierro o si te han recetado analgésicos. El estreñimiento puede ser un efecto colateral de los medicamentos.
  • Llama a tu médico si el problema persiste después de cinco días.

¿Me dolerá cuando vaya a defecar?

Trata de no preocuparte, el área entre la vagina y el ano se sentirá bastante “dormida” porque durante el parto se estiraron los tejidos y los nervios del perineo.

La preocupación por que llegue el momento hace que, instintivamente, aprietes el ano en vez de relajarlo y abrirlo. Trata de distraerte con una revista o libro cuando, con toda calma, vayas al baño.

Ya traté y todavía no puedo ir al baño. ¿Qué más puedo hacer?

Pujar esforzadamente no mejorará el estreñimiento y puede dejarte adolorida. Trata de hacer los siguientes ejercicios:

  • Pon tus manos en el abdomen y aprieta tus músculos abdominales, sentirás que tu abdomen se sume y tu cintura se ensancha. Mantén unos segundos.
  • Ahora, empuja los músculos hacia tus manos con fuerza. Mantén unos segundos.
  • Repite esto 10 veces y termina con una sacada de panza que dure más tiempo y simultáneamente afloja el perineo. Deberás sentir ganas de ir al baño.
  • Si no lo lograste, repite todo con calma y trata de nuevo. Si no lo logras, levántate del escusado y vete a caminar.

Si no hay señales de acción a los cuatro días después del parto, habla con tu médico quien seguramente te prescribirá algún laxante ligero. Los laxantes estimulan el ritmo del movimiento intestinal.

Nunca te automediques ya que todo dependerá de si estás tomando algún otro medicamento o de si estás amamantando.

¿Cuándo debo preocuparme por el estreñimiento después del nacimiento?

Por lo general, esta condición no es grave, pero puede ser indicativo de otros problemas médicos. Por ejemplo, estreñimiento grave, con aparición de dolor abdominal alternando con diarrea, o presencia de sangre y moco, llama la atención inmediata del médico o una partera.

Aparte de ser un síntoma de otros problemas de salud, el estreñimiento también puede agravar otros problemas del sistema digestivo como las hemorroides. Las hemorroides son venas inflamadas localizadas a lo largo del recto o del ano.

Las hemorroides se encuentran entre los problemas que surgen durante el embarazo y con frecuencia desaparecen una vez que la presión pélvica después de dar a luz. Sin embargo, el dolor extremo y el sangrado rectal son señales de necesitar evaluación médica.

¿Qué le tengo que decir al médico?

Cuando vayas al doctor a tu primera cita después del parto, es importante que le expliques claramente cuáles son tus síntomas (todos) para que él pueda hacer el diagnóstico y darte el tratamiento adecuado.

Es importante que le digas si no has podido defecar después del parto, si el estreñimiento no es continuo, si has notado algo que empeore este problema, cómo afecta tu estado de ánimo y tus actividades, etc. No te olvides de mencionar si estás tomando algún medicamento.

Siempre pregunta acerca del tratamiento que te recomiende

Una vez que se ha establecido un diagnóstico, tu médico te ofrecerá una o más opciones de tratamiento. La decisión final es tuya, pero solamente podrás hacerla bien si estás informada.

  • Seguramente quieres saber cuánto tiempo durará y el costo de los medicamentos que te receta.
  • Si hay algún efecto colateral que te pueda provocar alguna molestia o si tiene algún riesgo.
  • Si el medicamento no afectará a tu bebé en caso de que estés amamantando.
  • Cuánto tiempo debes esperar para empezar a sentirte mejor.
  • Qué pasa si no tomas el tratamiento, si retrasas el inicio o si no lo terminas.
  • Si son varios medicamentos con horarios complicados, pídele que te escriba un plan.
  • Pregunta también si debes de evitar algo durante el tratamiento (por ejemplo alcohol) o si debes de cambiar tu estilo de vida.

¿Qué hago si tengo incontinencia fecal?

La incontinencia fecal después del parto es un problema que puede presentarse, especialmente si tu labor de parto ha sido muy larga. Trata de realizar, frecuentemente, los ejercicios de Kegel, seguramente te ayudarán a resolver este problema.

Referencias

Durante, Embarazo, Semanas 25 - 40

Preparación para la lactancia en el tercer trimestre

Tanto si piensas en ello como si no, tu cuerpo de embarazada ya se está preparando para amamantar. Ese es uno de los motivos por los que tus senos se ponen tan grandes durante el embarazo: los conductos lácteos y las células productoras de leche empiezan a desarrollarse y los senos reciben más sangre que antes. Pero el tamaño de los senos no tiene nada que ver con tu capacidad para amamantar con éxito; incluso si tienes los senos pequeños lo más probable es que puedas alimentar a tu bebé normalmente.

¿Y por qué es importante la lactancia?

Porque la lactancia es el medio que la naturaleza provee para alimentar a tu bebé hasta que sea capaz de obtener los nutrientes necesarios por él mismo. Esto quiere decir que la lactancia y la leche materna será el alimento principal durante el primer año de la vida de tu bebé.

La lactancia es un proceso completamente natural y la producción de leche sucede espontáneamente durante las horas posteriores al nacimiento , sin embargo, son varias las actividades que puedes realizar durante el embarazo que te facilitarán este proceso e incluso disminuirán el grado de dolor que puedas llegar a sentir.

 

Deja que la naturaleza actúe

 

Desde el comienzo del embarazo, tus hormonas trabajarán para prepararte para amamantar. La naturaleza te hará almacenar grasa a nivel de las caderas y de los pechos para asegurar una regularidad perfecta de la calidad de tu leche, cualquiera sea tu alimentación y estado de salud después del parto. Por lo general, esto representa entre 3 y 4 kg del total del peso que acumularás durante tu embarazo.

¿Cómo debo prepararme en este momento para amamantar?

Aprende tanto como puedas sobre la lactancia antes de que nazca tu bebé. Habla con otras mamás que estén dando el pecho, lee libros para familiarizarte, llama a tu oficina local de La Liga de la Leche o asiste a una clase sobre cómo amamantar en algún momento del tercer trimestre (la mayoría de los hospitales las ofrecen). Cuanto más sepas sobre cómo empezar y sobre los beneficios de dar de mamar, mejor lo harás.

Dieta: Es importante que tu dieta esté bien balanceada en cuanto tus requerimientos calóricos y contenido de nutrientes, porque de ello va a depender la calidad de la leche que produzcas y la buena nutrición de tu bebé, pero además tu suplemento de calcio debe de ser suficiente para que TÚ cuentes con las reservas necesarias y, cuando nazca tu bebé e inicies la lactancia, tus huesos no se descalcifiquen.

Recuerda, es importante que acumules reservas de grasa para este momento, no debes de hacer ningún tipo de dieta de bajas calorías.

Observa a mamás cuando están amamantando: Observar a otras mamás alimentar a sus bebés te permitirá darte cuenta de lo natural que es y tener una idea más amplia de cómo hacerlo en el momento que llegue tu turno.

Seguramente alguna compañera de tus clases prenatales tendrá a su bebé antes. En los grupos de estimulación temprana las mamás amamantan a sus bebes durante la sesión, puedes asistir a una de bebes pequeños, donde además podrás ver una clase y saber qué se hace en ellas.

Aunque las anteriores son actividades que te ayudan a estar preparada físicamente para la lactancia, el simple hecho de realizarlas, predispone a tu mente y a tu cuerpo para estar lista y disfrutar al máximo de una maravillosa labor que tendrás pocas ocasiones de llevar a cabo.

 

Cambios que se observan en estos momentos en tus pechos

Tus pechos se modificarán por la influencia de las hormonas. Ciertas estructuras, tales como los conductos galactóforos que llevarán leche de la glándula mamaria al pezón, se multiplicarán. El volumen de tus pechos aumentará, así como tu circulación sanguínea, lo que se traducirá en la aparición progresiva de una red de venas en los pechos, visibles bajo la piel y que constituye un fenómeno completamente normal. El pezón también se preparará, su volumen aumentará y su color se oscurecerá.

El círculo de piel pigmentada que lo rodea, se abombará y aparecerán pequeñas protuberancias a su alrededor. Tal vez sientas tensión, picazón e incluso urticarias sin gravedad. También es posible que tus pechos se tornen muy sensibles, incluso dolorosos, sin que ello deba preocuparte. Pero en caso de presentar dolores, menciónaselos a tu médico.

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En el transcurso del trimestre, los senos comienzan a producir calostro, esa primera leche que el bebé absorberá y que tiene una tasa de anticuerpos particularmente elevada. Algunas mujeres notan que hacia el final del embarazo escurre algo de calostro de sus senos. Si ese no es tu caso, no te preocupes, no hay nada que impida iniciar la lactancia.

 

Cuida tus pechos

 

Al contrario de lo que por lo general se piensa, no es la lactancia la que malogra directamente tus pechos, sino el aumento de su volumen durante el embarazo. Por lo tanto, debes cuidarlos mediante la elección de un sostén que mantenga los senos firmes, con una buena copa y con tirantes anchos para sostener correctamente tus pechos sin comprimirlos y evitando que se estiren los ligamentos que lo sostienen ocasionando que los senos se caigan en el futuro.

El sostén debe adecuarse al tamaño de los pechos. No se recomienda que los presionen demasiado sobre todo en el contorno de la mama o hacia la axila. La ropa en general debe ser cómoda, liviana, fácil de poner y sacar, que no dificulte los movimientos.

Algunas mujeres duermen más cómodas con un sostén, pero de preferencia debe de ser de algodón, muy elástico y no debe de quedar ajustado.

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Los senos están más sensibles al tacto y al movimiento, pero con un buen sostén estas molestias mejorarán mucho.

Hidrata asimismo la piel de los senos mediante cremas nutritivas, tales como las formuladas para prevenir las estrías. Masajéalos con suavidad, con movimientos circulares, desde el pezón hacia el hombro y axila. Puedes reforzar la tonicidad de tu piel mediante duchas suaves y con agua más fresca, al terminar tu ducha diaria.

Desde el 8º mes, y si tus pezones están umbilicados, es decir si tienden a retraerse, puedes masajearlos y presionarlos suavemente entre el pulgar y el índice, para que vuelvan a emerger.

 

Prepara tus pezones antes de que el bebé nazca

Tener los pezones listos para amamantar, además de facilitarle al bebé succionar la leche, te ayudará a disminuir el riesgo de la aparición de grietas. Para el cuidado del pezón se puede recordar la siguiente nemotecnia: “ALAS”

Aire: Es importante airear los pezones para fortalecer la delicada piel que los recubre.

Lubricación: Para mantener la lubricación del pezón y de la areola durante el embarazo y luego de cada toma se puede utilizar una gota del propio calostro, aceites naturales como el de almendras dulces, o crema de caléndula.

Agua:Para la higiene diaria utiliza agua corriente. Las Glándulas de Montgómery ubicadas en la areola lubrican naturalmente tu piel y tienen propiedades antibacterianas, y odoríferas. El uso de jabones o cepillos barren esta grasitud natural favoreciendo la aparición de grietas durante la lactancia.

Sol: Exponer los pezones al sol, empezando con una toma de cinco minutos diarios ayuda a fortalecer y favorecer la elasticidad de la piel. Es importante que la exposición sea directa (no a través de un vidrio) y que se realice en los horarios de máxima protección y seguridad.

  • El uso de protectores para la salida del calostro: Si tienes salida del calostro puedes usar protectores y después de retirarlos debes asear los pezones, sin jabón y dejarlos airear unos momentos. Es importante airear los pezones para fortalecer la delicada piel que los recubre

Solicita a tu médico obstetra que examine tus mamas y pezones. Él te indicará si es necesario realizar ejercicios para formarlos.

Los pezones pueden ser salientes (protráctiles), pequeños o planos, o retráctiles o umbilicados.

 ¿Cómo puedo saber qué tipo de pezón tengo?

Con tu dedo pulgar (sobre el borde superior de la areola) y el índice (sobre el borde inferior) formando una  C abierta realiza  un movimiento de pinza acercando ambos dedos.

Si tu pezón se proyecta hacia afuera es un pezón protráctil o saliente. La mayoría de las mujeres tienen este tipo de pezones.

Si sobresale muy poco sobre la piel de la areola, es un pezón plano.

Si se hunde o retira dentro de la mama al pinzar la areola es un pezón retráctil o umbilicado (queda similar a un ombligo, por eso lleva ese nombre). Generalmente salen cuando se los estimula o mama el bebé y se vuelven a hundir (son los pezones umbilicados falsos). Los pezones umbilicados verdaderos son pocofrecuentes.

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¿Qué tengo que comprar?

Realmente no necesitas gran cosa para dar de mamar a tu bebé, pero quizás sea bueno que adquieras unos cuantos sostenes para la lactancia. Éstos proporcionan un soporte añadido a tus senos, que ahora son más grandes de lo habitual.

Suelen venir con copas que pueden bajarse con facilidad a la hora de amamantar. Habla con una vendedora que los conozca bien para que te aconseje los más adecuados para ti cuando entres en las dos últimas semanas de embarazo. (También puedes esperar hasta dar a luz, pero piensa que los primeros días después del parto quizás no puedas salir de tu casa para comprarlos).

Además de esto, hay madres que encuentran útil llevar camisetas o camisas de lactancia cuando salen a la calle con el bebé. Estas prendas vienen con una especie de solapa o cubierta muy útil para poder amamantar fácilmente y con discreción.

También necesitarás una cierta cantidad de almohadillas para el proteger el sostén, que absorben la leche que gotea de tus senos al comienzo de la lactancia. El llanto de otro bebé o la visión de un pequeño pueden ser suficientes para estimular el flujo de leche cuando menos te lo esperas.

Puedes comprar almohadillas desechables de antemano. Y si ves que las usas mucho, siempre puedes pasarte a almohadillas lavables, las cuales, a la larga, pueden resultar más cómodas y baratas.

No te olvides de comprar uno o dos paquetes de gel para congelar o una bolsa de chícharos congelados que te ayudarán en el momento de la bajada de la leche para disminuir la inflamación y las molestias.

Referencias