Cáncer y embarazo, Complicaciones

Cáncer de vulva

El cáncer es una enfermedad en la cual las células del cuerpo se reproducen sin control. El cáncer siempre recibe el nombre de la región o parte del cuerpo donde se inicia, aún cuando después se extienda a otras partes.

El cáncer de vulva es un tipo raro de cáncer. La vulva es la porción externa de los genitales femeninos, incluyendo labios mayores y menores, clítoris, y vestíbulo o entrada de la vagina.

El cáncer en vulva generalmente afecta los labios mayores y menores. Es un cáncer raro, pero es un padecimiento serio ya que afecta la función sexual de la mujer.

Es una enfermedad que se presenta más bien en la mujer madura y por lo tanto es extremadamente raro encontrarlo en la embarazada.  Sin embargo, al retrasar la etapa de reproducción, este padecimiento es cada vez más frecuente.

El cáncer suele desarrollarse con el transcurso de varios años. En primer lugar, las células precancerosas crecen en la piel de la vulva. Esta lesión se denomina neoplasia intraepitelial vulvar (NIV) o displasia. No todos los casos de NIV se convierten en cáncer, pero es mejor tratarlos anticipadamente.

Factores de riesgo

Se considera un factor de riesgo todo  lo que incremente la posibilidad de contraer alguna enfermedad. Los factores de riesgo del cáncer de vulva son:

  • La edad: ¾ de las mujeres que lo desarrollan son mayores de 50 años.
  • Infección por virus del papiloma humano o VPH (riesgo elevado).
  • Inflamación crónica.
  • Infección por VIH Sida (virus del Sida)
  • Múltiples parejas sexuales y enfermedades de transmisión sexual.
  • Fumadoras.
  • Otros cánceres ginecológicos.

Causa

El incremento en la incidencia del cáncer de vulva puede deberse a varias razones como pueden ser el aumento de infecciones por virus de papiloma humano. El VPH se ha considerado como el principal culpable de las neoplasias malignas(cánceres) de vulva pues cualquiera que sea el tratamiento, las recurrencias son frecuentes.

Otra de las causas que se ha considerado es el tabaquismo ya que hay muchas substancias del cigarro que pueden causar cáncer (carcinógenas) y las mujeres que fuman tienen una incidencia mayor de cáncer de vejiga, es posible que la orina que contiene estas substancias y que baña la vulva en el momento de orinar, pueda ser la causante de las lesiones malignas. En la actualidad, es frecuente ver lesiones “in situ” (precursor de cáncer o pre cancerosa) y condilomas (lesiones del papiloma humano) en embarazadas.

Síntomas

Muchas veces, el cáncer de vulva no tiene síntomas anticipados. Sin embargo, consulta a tu médico para que te haga un análisis si observas:

  • Presencia de tumores en la vulva
  • Heridas o úlceras en la vulva que no se curan.
  • Ardor, comezón o dolor en la vulva que continua aún después de los tratamientos médicos.
  • Hemorragia de la vulva (diferente al sangrado de la menstruación) o flujo anormal
  • Cualquier cambio en tamaño, color o textura de un lunar en la vulva.

Es importante que hables con tu médico de inmediato si tienes cualquiera de estos síntomas. El diagnóstico temprano es clave para el éxito del tratamiento.

Diagnóstico

El diagnóstico del cáncer de la vulva (vulvar) se hace por exploración física por parte del médico especialista y realizando una biopsia (toma de tejido) de las zonas sospechosas que se mandará al laboratorio para que sea analizada en el microscopio.

En caso de confirmación se realiza un estudio para ver si hay metástasis (el cáncer se ha extendido a otras partes del organismo) y se clasifica por estadios que van del 0 al IV.

  • Estadio 0 – neoplasia “in situ” o pre-cancerosa vulvar
  • Estadio I – el cáncer se limita a la vulva y al periné (o piso de la pelvis), y mide menos de 2 cm
  • Estadio II – el cáncer se limita a la vulva y al periné, pero el tumor es  mayor de 2 cm
  • Estadio III – cáncer extendido a la vagina, a la uretra, al ano, y/o a los ganglios linfáticos de la ingle
  • Estadio IV – cáncer extendido a la vejiga, al intestino, a los huesos de la pelvis, a los ganglios linfáticos pélvicos, y/o a otras partes del cuerpo

Tratamiento

Cuando una mujer embarazada tiene un diagnóstico de cáncer en vulva, su tratamiento va a significar un reto tanto para el ginecólogo como para el oncólogo obstetra.

El tratamiento debe ser, desde un principio, llevado por un equipo médico de especialistas y varía, dependiendo del estado general de salud de la embarazada y del estadio del cáncer. Puede incluir tratamiento con rayos láser, cirugía, radiación o quimioterapia. (Fuente: NIH: Instituto Nacional del Cáncer).

El tratamiento debe de ser individualizado y el equipo médico prestará especial atención a la edad materna, la edad gestacional, las características del tumor (en dónde está, el tamaño y el estadio), los parámetros del tumor que se hayan obtenido en el estudio de la biopsia y el estado de los ganglios linfáticos. El equipo médico debe considerar el impacto psicológico de un cáncer durante el embarazo y las secuelas a largo plazo que dejan las intervenciones terapéuticas en estas mujeres jóvenes.

Las mujeres con lesiones “in situ” y cánceres muy pequeños pueden ser tratadas durante el embarazo con rayo láser. Dado que estas lesiones tienden a ser varias y simultáneas (multifocales), el láser es el tratamiento ideal para no mutilar la vulva.

Sin embargo, en las lesiones que tienen más de 1 cm. de diámetro o más de 1 mm de profundidad el tratamiento deberá ser más agresivo.

Cuando se considera el uso de radioterapia o quimioterapia, para el médico es muy importante considerar el riesgo de exposición al feto contra el riesgo que puede correr la madre si se retrasa el tratamiento.

Es posible que el médico considere necesario hacer una cirugía unilateral de la vulva y de los ganglios de la ingle del lado afectado o incluso bilateral si el estadio de la enfermedad ya es muy avanzado.

Primer Trimestre: el cirujano oncólogo hará una cirugía radical de la vulva y de los ganglios si se ha comprobado la afección. Sin embargo, el cirujano trabajará para lograr un mínimo de trauma quirúrgico y desfiguramiento.

Segundo Trimestre: el tratamiento es el mismo, pero como ya es más complicado extraer los ganglios, el médico puede dejar esto para después del embarazo.

Tercer Trimestre: si la lesión es pequeña, se debe permitir el parto por vía vaginal. Debido al aumento de vascularidad (circulación sanguínea) de la vulva en este trimestre, la cirugía de vulva y de los ganglios se debe hacer poco después del parto (2 a 4 semanas).

Si el parto se adelanta antes de que haya curado la herida de la cirugía, entonces seguramente el ginecólogo preferirá hacer una cesárea para evitar mayores daños a la vulva.

Parto: el médico elegirá el método más adecuado para cada persona. Si el tratamiento se retrasó para después del parto, seguramente considerará que cualquier daño que se haga a la vulva durante el parto, puede provocar una embolia del tumor y la consiguiente diseminación, por lo que seguramente preferirá un parto por cesárea.

Si se ha realizado una cirugía radical, el parto puede ser por vía vaginal, sin embargo, si no hay una curación total de la cirugía y existe alguna pequeña herida, el parto también será por cesárea.

Post parto: El tratamiento es igual

Embarazos subsecuentes: La embarazada deberá tener parto por cesárea solamente si está indicado por el ginecólogo.

Cuando el cáncer de vulva se diagnostica y trata tempranamente, la tasa de curación es de un 90%.

Después del tratamiento, asegúrate de acudir a todas las consultas de seguimiento que te haya programado tu médico

Documento elaborado con la colaboración y supervisión del médico cirujano especialista en oncología Dr. Eduardo Maafs Molina.

Referencias

Cáncer y embarazo, Complicaciones

Melanoma, Cáncer de piel y embarazo

Los investigadores estiman que cerca de un tercio de los cánceres con melanoma, la más peligrosa forma de cáncer en la piel, se diagnostican en mujeres durante su vida reproductiva.

Dado que la mujer actual ha retrasado la edad para el embarazo hasta después de los 30 y 40, y el melanoma es el cáncer más común entre los adultos jóvenes de 25 a 30 años, cada vez más se observa que la mujer se enfrenta al hecho de desarrollar melanoma durante o después del embarazo.

Para entender el cáncer de piel, es útil entender la estructura y funciones de la piel

La piel normal

La piel es el órgano más grande del cuerpo a cargo de muchas funciones diferentes, tal como:

  • Recubre los órganos internos y ayuda a protegerlos de lesiones.
  • Sirve de barrera a los gérmenes, como las bacterias.
  • Evita la pérdida excesiva de agua y de otros líquidos.
  • Ayuda a controlar la temperatura corporal.
  • Protege el resto del cuerpo de los rayos ultravioleta (UV).
  • Ayuda al cuerpo a producir vitamina D.

La piel tiene tres capas: la epidermis, la dermis y la hipodermis (vea la imagen).

melanomaEpidermis: La capa superior de la piel es la epidermis. La epidermis es muy delgada y su función es proteger las capas más profundas de la piel y los órganos del cuerpo contra el medio ambiente.

Los queratinocitos son el tipo de célula principal de la epidermis. Estas células producen una importante proteína llamada queratina que ayuda a la piel a proteger el resto del cuerpo.

Los melanocitos también están presentes en la epidermis. Estas células de la piel producen el pigmento marrón llamado melanina, lo que hace que la piel tenga un color moreno o bronceado para proteger las capas más profundas de la piel contra algunos efectos nocivos del sol. Para la mayoría de las personas, cuando la piel se expone al sol, los melanocitos producen más pigmento, causando que la piel se torne bronceada o más oscura.

La epidermis está separada de las capas más profundas de la piel por la membrana basal. Esta membrana constituye una estructura importante porque cuando un cáncer de piel alcanza un grado avanzado, generalmente atraviesa esta barrera y las capas más profundas.

Dermis: La capa media de la piel se llama dermis, la cual es mucho más gruesa que la epidermis. Esta capa contiene folículos pilosos, glándulas sudoríparas, vasos sanguíneos y nervios que se mantienen en su sitio gracias a una proteína llamada colágeno, la cual imparte elasticidad y fuerza a la piel.

Hipodermis: La capa más profunda de la piel se llama hipodermis. La hipodermis ayuda al cuerpo a conservar el calor y posee un efecto de amortiguación de choque que ayuda a proteger a los órganos del cuerpo para que no se lesionen.

¿Qué es el cáncer de piel?

Es el cáncer más frecuente en el ser humano. Existen varios tipos de cáncer cutáneo, los más usuales son:

Los epiteliomas cutáneos: Son tumores malignos originados en la epidermis (capa más superficial de la piel) y/o sus anexos (folículos pilosebáceos y glándulas sudoríparas).

Los más frecuentes son el carcinoma de células basales o epitelioma basocelular y el carcinoma de células escamosas o epitelioma espinocelular.

Estos dos no se asocian al embarazo porque ocurren en persona de edad avanzada.

El otro tipo de cáncer cutáneo es el melanoma maligno.

¿Qué es el melanoma maligno?

El melanoma es un cáncer que se origina en los melanocitos. Entre otros nombres de este tipo de cáncer se encuentran los de melanoma maligno y melanoma cutáneo. La palabra Melanoma proviene del griego: mélas “negro”  y  oma “tumor” y se origina en los melanocitos, que son unas células que producen melanina (pigmento que absorbe los rayos ultravioleta). Los melanocitos se localizan en la piel, los ojos, el sistema nervioso central, las mucosas.

Debido a que la mayoría de las células del melanoma continúan produciendo melanina, los tumores tipo melanoma usualmente son de color café o negro. Sin embargo, algunos melanomas no producen melanina y pueden lucir del color de la piel, rosados, rojos, morados, azules o blancos.

El melanoma es la forma más peligrosa del cáncer de piel. En su estado avanzado puede causar incluso la muerte. Afortunadamente, es raro que el melanoma se presente sin previo aviso, es por eso que es importante aprender a identificarlo a tiempo.

Causas

Por lo general, el riesgo de un individuo de contraer un melanoma depende de dos grupos de factores: intrínsecos y ambientales.

  • Los factores intrínsecos incluyen la historia familiar, la raza (la raza blanca tiene mucho más riesgo que las razas mestizas, negras o asiáticas)  y el genotipo heredado (el conjunto de genes de cada organismo),
  • Mientras que el factor ambiental más relevante es la exposición a la luz solar.

Los estudios de los investigadores sugieren que la exposición a la radiación proveniente de la luz ultravioleta (UVA y UVB) es una de las causas principales en la aparición del melanoma. Las investigaciones actuales mencionan también la importancia de una combinación de factores en los que se incluye historia familiar, genética y medio ambiente

¿En dónde se presenta?

Los melanomas pueden ocurrir en cualquier parte de la piel, pero son más propensos a comenzar en ciertas áreas. El sitio más común en los hombres es en el torso (pecho y espalda). En las mujeres, las piernas son la parte donde se presentan con más frecuencia. El cuello y el rostro son otros sitios comunes.

En los hombres prevalece en cara, cuero cabelludo y tórax en tanto que en las mujeres se presenta en cara, brazos y piernas. Por lo general afecta a adultos aunque puede manifestarse a cualquier edad.

Tener una piel con pigmentación oscura disminuye su riesgo de melanoma en estos lugares más comunes, aunque cualquier persona puede desarrollar este tipo de cáncer en las palmas de las manos, las plantas de los pies y debajo de las uñas. Los melanomas en estas áreas representan más de la mitad de todos los melanomas en los estadounidenses de raza negra, pero menos de 1 en 10 melanomas en los de raza blanca (fuente: American Cancer Society)

También los melanomas pueden formarse en otras partes del cuerpo como los ojos, la boca, los genitales y el área anal, pero estos son mucho menos comunes que los melanomas de la piel.

¿Cuáles son los signos y síntomas del melanoma?

Los síntomas del melanoma y de otros cánceres de la piel, varían de persona a persona. Pero si tú sospechas que una mancha en tu piel llena la siguiente descripción, llama de inmediato a tu médico para que te revise. Es importante notar que no todos los cánceres de la piel caen en la siguiente categoría, esto es nada más una guía:

  • Un cambio en la piel, puede ser una nueva mancha, un cambio en el color forma o tamaño de alguna mancha anterior.
  • Una herida que no cicatriza.
  • Un lunar o herida que empieza a dar comezón, arde, duele o sangra.
  • Un lunar o bolita que se ve brillante, suave o pálida.
  • Una bolita dura que sangra o aparece ulcerada o con costras.
  • Un lunar plano de color rojo que esta rugoso, seco o que descarapela.

Uno de los aspectos más importantes del melanoma es que se diagnostique en sus fases más iniciales.

Muchas veces los melanomas se desarrollan en una mancha oscura o lunar que puede estar desde el nacimiento (y cambia de apariencia) o aparecer sin previo aviso en la vida adulta.

Hay una serie de consideraciones que la gente puede apreciar para consultar con un dermatólogo, si es que alguna mancha nueva le llama la atención, o alguna antigua sufre modificaciones.

Dichas consideraciones están tipificadas con las primeras cuatro letras del abecedario A, B, C, D.

  • En la A se mide la asimetría de una mancha. la mitad del lunar no es igual a la otra mitad.

melanoma1

  • Bajo la letra B es el borde: el contorno del lunar es irregular. Tiene una apariencia desigual o borrosa (cuanto más irregular esté, más sospechosa es la manchita).
  • La C nos hace identificar el color: el color del lunar no es uniforme. Pueden aparecer zonas más oscuras de color marrón, bronce o negro. También se pueden apreciar ciertas áreas del lunar de color rojo, blanco, gris o azul (cuanto más uniforme sea el color, y más si es monocromático, el lunar suele ser más benigno).melanoma3
  • Con la D se representa el diámetro. Hay un consenso general en cuanto a que si la lesión es inferior a 6 milímetros (el tamaño aproximado del diámetro de un lápiz común) es poco probable que sea una lesión maligna.

melanoma4Cualquier cambio en tamaño, forma, color, elevación, o la presencia de cualquier nuevo síntoma como comezón, sangrado, formación de costras, obliga acudir a un especialista.

Los cuatro signos  y los cambios observados son de gran utilidad para detectar posibles lesiones en la piel con riesgo de transformarse en melanomas. No obstante, estas características pueden estar presentes en muchos nevus (lunares) benignos clínicamente atípicos y, en ocasiones, en otros tipos de nevos. Hemos de hacer énfasis en que son los cambios en estas características, más que las características en sí, lo que debe constituir el signo principal de alerta.

El melanoma no suele causar ningún dolor a las personas afectadas, aunque en algunos casos puede causar comezón yllegar a sangrar.

Cuando aparece bajo la uña, adquiere el aspecto de un moretón. Se aconseja visitar a tu médico de confianza si un lunar presenta cualquiera de estas características:

  • Cambio de tamaño, forma o color
  • Exudación o sangrado
  • Comezón
  • Dolor al tacto
  • Protuberancias sobre el lunar

Factores de riesgo

Todas las personas pueden tener el riesgo de presentar melanoma, pero existen algunos factores que incrementan el riesgo: la exposición al sol, el número de lunares en la piel, el tipo de piel y la historia familiar (genética).

  • Exposición al sol: Tanto los rayos UVA como los UVB son peligrosos para la piel.
  • Lunares: existen dos clases de lunares, los normales, de tamaño pequeño y color café que aparecen en las primeras décadas de la vida a casi todas las personas y los lunares atípicos también conocidos como “nevus displásicos”. Sin importar el tipo, mientras más lunares, más riesgo de presentar melanoma.
  • Tipo de piel: Al igual que con cualquier tipo de cáncer de piel, las personas con piel más blanca tienen más riesgo.
  • Historia familiar: Si algún familiar cercano tiene melanoma, puedes considerar que estás en una familia que tiene tendencia al melanoma.
  • Historia personal: si ya tuviste melanoma, tienes un riesgo incrementado de recurrencia.
  • Sistema inmunológico debilitado: si tu sistema inmunológico está debilitado por algún tratamiento de quimioterapia, por un trasplante de órganos, por exceso de exposición al sol o por enfermedades como el VIH/SIDA o linfoma, tienen mayor riesgo de padecer melanoma.

Si estás en cualquiera de estos grupos, puedes protegerte a ti y a tu familia teniendo cuidado al exponerte al sol, examinándote regularmente, vigilando los primeros signos y acudiendo a tu cita anual con el oncólogo (especialista en cáncer) o con el dermatólogo (especialista en piel).

Tipos de Melanoma

Los diferentes tipos de Melanoma pueden agruparse en tres categorías. Tres de ellos empiezan “in situ” (lo que quiere decir que se encuentran únicamente en las capas superiores de la piel) y algunas veces son invasivos.

  • Melanoma cutáneo: es el melanoma de la piel. Dado que la mayoría de los pigmentos se encuentran en la piel, el melanoma cutáneo es el más común. Este tipo de melanoma se presenta en cualquier parte de la piel incluidas las plantas del pie o palmas de la mano, entre los dedos y por debajo de los dedos del pie o de las uñas.
  • Melanoma de la mucosa: puede presentarse en cualquier membrana mucosa del cuerpo incluyendo los pasajes de la nariz, la garganta, la vagina, el ano y la boca.
  • Melanoma ocular: conocido también como “melanoma uveal” o melanoma coroidal, es una forma rara de melanoma.

A su vez, el melanoma cutáneo puede ser:

  1. El melanoma superficial diseminante es el más común y el que se ve más frecuentemente en gente joven.

melanoma6a) Como su nombre lo indica, viaja un tiempo por la capa superior de la piel antes de penetrar más profundamente. Puede aparecer en un lunar que era benigno y generalmente aparece en el tronco y en la espalda y en las piernas y espalda en las mujeres.

2. El lentigo maligno es similar al anterior. Se encuentra más frecuentemente en las personas viejas que han tenido daño solar.

melanoma73. El melanoma acral lentiginoso se expande también superficialmente antes de penetrar a las capas más profundas de la piel. Se distingue de los anteriores en que aparece como una decoloración café debajo de las uñas, en la planta del pie o en la palma de las manos. Este tipo es más frecuente en la raza negra.

melanoma84. El melanoma nodular generalmente es invasivo para el momento en el que se diagnostica. El lugar más frecuente de aparición es el tronco, las piernas y los brazos. Es el más agresivo. Puede aparecer donde antes no había ninguna lesión. Tiene a diseminarse más rápidamente hacia abajo por lo que es difícil ver su progreso. Las lesiones generalmente son oscuras pero también pueden ser café claro o pálidas.

melanoma9Diagnóstico

Cualquier persona puede tener melanoma y el melanoma es agresivo, es por esto que es fundamental el diagnóstico precoz. Se considera como una enfermedad curable si es tratada en los estadios tempranos.

Una mujer embarazada que presenta un lunar que ha cambiado de aspecto  no debe ser tratada en forma diferente de las no embarazadas.

Es común que los lunares cambien durante el embarazo y crezcan y se oscurezcan y esto hace que las embarazadas no tomen en cuenta algunos aspectos que pueden ser preocupantes y no sean evaluadas a tiempo.

Habla con tu médico si notas cualquier cambio o si aparecen nuevos lunares, si él lo considera necesario, tendrá que hacer una biopsia del tejido para determinar la presencia o no de melanoma.

La biopsia temprana es la clave para un buen pronóstico.

El grosor de la tumoración sigue siendo el factor más importante en los estadios precoces del melanoma cutáneo.

El embarazo por sí solo, no parece que ejerza una influencia adversa a largo plazo en estas pacientes

Estadios del melanoma

Una vez que se ha establecido el diagnóstico de melanoma, el siguiente paso que deberá tomar tu médico es determinar el estadio de la enfermedad. Esto es muy importante para que pueda elaborar el plan de tratamiento que seguirá.

El estadio del cáncer o la estadificación del tumor se refiere al grosor del melanoma, profundidad de penetración y el grado de diseminación.
Estadios I y II: se consideran melanomas iniciales o tempranos y no se han diseminado; los estadios III y IV se han diseminado a otras partes del organismo.
Los médicos consideran también subdivisiones para cada una de estas clasificaciones.

El factor más importante a tomar en cuenta por tu médico será el grosor del lunar y si tiene o no ulceritas o heridas. Mientras más delgado sea y más completo esté, mejores serán las posibilidades de curarse.

Uno de los indicadores más importantes de la severidad de un melanoma es saber si este se ha diseminado (metástasis). La diseminación inicial es probable que se haga hacia el ganglio más cercano al tumor al que se le llama “ganglio centinela” el cual puede ser identificado mediante un estudio especial de imagen o biopsia. El ganglio se extrae y se analiza en el laboratorio para buscar la presencia de células de melanoma.

La metástasis es un factor a considerar cuando el tumor mide más de 1.0 mm de grosor o cuando muestra signos de ulceración.

Tratamiento

Si hay una enfermedad en la que aplica casi estrictamente el dicho “es preferible prevenir que curar” es justamente en el cáncer de piel, dado que la piel es un órgano que está expuesto y es, en general, de fácil visualización y curación.

Si se tratan en una etapa temprana, los tumores malignos de la piel debieran curarse en un porcentaje cercano al 100 por ciento. Sobre todo en el melanoma, que de todos los villanos de la película es el más malo.

Una gran preocupación que surge para la embarazada cuando se le diagnostica melanoma es la incógnita de no saber si puede o no recibir tratamiento y si el embarazo empeora o afecta su pronóstico. Se ha demostrado que el desarrollo del melanoma no es afectado adversamente por el embarazo y que el embarazo en sí no es afectado por el melanoma.

El melanoma puede ser tratado con seguridad durante el embarazo.

En general, el tratamiento del melanoma en una embarazada es similar al de la población en general y se basa principalmente en el tipo y estadío del tumor así como de otros factores como el estado de salud y la edad de la embarazada.  Las principales diferencias en el tratamiento surgen por la necesidad de considerar el bienestar del bebé.
Existen cuatro tipos de tratamientos, que pueden utilizarse de forma individual o combinada:

Cirugía: El objetivo principal es evitar las complicaciones para el feto y para la madre. En principio no hay ninguna contraindicación para el tratamiento quirúrgico.

El tratamiento quirúrgico consiste en la total extirpación del tumor, junto con una parte del tejido sano que hay a su alrededor. Así, se evita que el cáncer se reproduzca si ha invadido zonas cercanas. La extirpación quirúrgica es el tratamiento más común para esta enfermedad. La cantidad de tejido que se extirpa depende de la profundidad y el grosor del melanoma.

Esta cirugía no debe retrasarse y puede efectuarse, bajo anestesia local, durante el embarazo. En el caso de que se tuviera que dar anestesia general, el equipo médico encargado de su tratamiento: ginecólogo, cirujano oncólogo (especialista en cáncer) y anestesiólogo, trabajarían en equipo para vigilar el bienestar del feto durante la cirugía.

Sin embargo, cuando el melanoma es más profundo de 1mm, es importante que el médico verifique (mediante el procedimiento llamado “ganglio centinela”) si el cáncer se ha diseminado a los ganglios linfáticos de su cuerpo.

Terapia de apoyo: Para las embarazadas con estadios III y IV, el médico puede elegir continuar el tratamiento con quimioterapia, radiación e inmunoterapia (medicamentos que estimulan el sistema inmune). Estos tratamientos pueden retardar la enfermedad, pero los melanomas en etapa avanzada son difíciles de detener. Por ello, el reconocimiento de los signos precoces de advertencia es la clave para salvar vidas.

Preguntas frecuentes

¿Existe alguna relación entre el melanoma y el embarazo?
La literatura actual es muy clara a la hora de determinar que el embarazo antes, durante o después de un melanoma no altera la supervivencia. El único factor real y consistente que influye en el pronóstico de un melanoma primario en el embarazo es la etapa en la que se diagnostica.

El pronóstico depende del espesor del tumor, y por tanto de su potencial para producir metástasis (enviar células a distancia de la localización del tumor). Por lo tanto, no se debe diferir nunca la extirpación de una lesión pigmentada sospechosa, aunque la mujer esté embarazada.

¿Cuál es el riesgo para el bebé en un embarazo complicado por el melanoma materno?
Las metástasis al bebé ocurren solamente en las embarazadas por diseminación vía sanguínea pero esto es muy raro que se presente. Sin embargo, si la madre tiene melanoma metastásico, las posibilidades de transmisión son del 20 -25% (fuente Summer Academy Meeting 2008. American Academy of Dermatology. 9 September 2008)

En el momento del parto es importante que el pediatra haga una revisión completa al bebé y que el ginecólogo mande al laboratorio la placenta y el cordón umbilical para que sean analizados en el microscopio buscando células tumorales.

¿Cuándo puede embarazarse una mujer después de un tratamiento para melanoma?

El consejo general de los médicos es que es necesario esperar de 2 a 3 años para las lesiones de no más de 1 mm y 5 años para las lesiones mayores. Esto tiene que ver con el tiempo en que, generalmente, aparecen las recurrencias.

Esto puede variar dependiendo de la edad de la mujer y el tiempo que le queda de reproducción, su salud en general y su deseo.

¿Existe una relación entre el melanoma y el uso de anticonceptivos?

Los primeros estudios que se hicieron hablaban de la elevación del riesgo de padecer melanoma cuando había una dosis elevada de anticonceptivos, pero actualmente esa teoría se ha refutado negando esta relación.

Documento elaborado con la colaboración y supervisión del médico cirujano especialista en oncología Dr. Eduardo Maafs Molina.

Referencias

Cáncer y embarazo, Complicaciones

Cáncer de ovario

¿Qué son los ovarios?

Los ovarios son los órganos reproductores femeninos y están localizados en la pelvis. Hay dos de ellos, uno en cada lado del útero. Los ovarios producen óvulos y las hormonas femeninas estrógeno y progesterona.

ce05

El estrógeno y la progesterona controlan el desarrollo de las características del cuerpo femenino (por ejemplo, los senos, la silueta del cuerpo y el vello corporal), y regulan el ciclo menstrual y el embarazo.

¿Qué es el cáncer?

Las células normales y sanas del organismo crecen, se reproducen y reemplazan constantemente. A veces, algunas células se desarrollan anormalmente y comienzan a crecer y reproducirse fuera de control. Estas células pueden formar masas o tumores.

Los tumores pueden ser benignos (no cancerosos) o malignos (cancerosos). Los tumores benignos no se diseminan (metástasis) a otros tejidos del cuerpo. Los tumores malignos pueden invadir y destruir los tejidos y órganos cercanos a estos.
Las células cancerosas se pueden diseminar a otras partes del organismo y formar nuevas áreas cancerosas.

¿Qué es el cáncer del ovario?

El cáncer de ovario es una enfermedad en la cual las células de los ovarios empiezan a crecer sin control y pueden invadir tejidos cercanos o diseminarse por el cuerpo. Si no tienen la propiedad de poder invadir tejidos ni diseminarse son tumores benignos.

El cáncer que se diseminó al ovario pero que NO se originó ahí, no es cáncer de ovario.

En el ovario hay una proporción de tumores benignos muy alta. Los quistes ováricos son colecciones líquidas que pueden crecer y causar dolor y que suelen ser benignos

Clasificación del cáncer de ovario

El cáncer de ovario se clasifica según la célula que lo origina:

  • El más frecuente es el epitelial (90% de los casos), formado por las células que cubren el ovario en su superficie, típicos de las mujeres de más edad.
  • Los cánceres de células germinales se originan a partir de las células que dan lugar a los óvulos. Son más típicos de mujeres jóvenes y por lo general el índice de cura es alto.
  • Finalmente los del estroma son los que se originan en las células estromáticas en el tejido conectivo, el tejido que le da estructura al ovario. Su índice de cura también es alto. Puede aparecer a cualquier edad.

El cáncer de ovario durante el embarazo es una complicación relativamente rara, pero cuando ocurre, representa un desafío para el médico tanto en el diagnóstico como en el tratamiento.

El manejo o tratamiento de los tumores de ovario es muy importante por todas las complicaciones que pueden surgir por su causa: impactación pélvica que favorece la obstrucción de la labor de parto, hemorragia dentro del tumor, ruptura del quiste, infección y malignidad.

El cáncer de ovario tiene una incidencia de 1: 8,000 a 1: 20,000. Es el quinto cáncer más común entre las mujeres y provoca más muertes que cualquier otro cáncer del aparato reproductor.

Quistes o Tumores de ovario

 Un quiste de ovario es una acumulación de líquido dentro de un ovario. La mayoría de los quistes de ovario son de tipo folicular (los folículos donde se encuentran los óvulos) o de cuerpo lúteo (también llamado cuerpo amarillo, se forma cuando el óvulo sale del folículo y este folículo se transforma en el cuerpo amarillo) y miden entre 3 y 5 cm. A estos se les llama “quistes funcionales”

Casi el 90% de estos quistes funcionales desaparecerá en pocos meses sin tratamiento.

 Un quiste de ovario es más preocupante cuando la mujer no está ovulando (después de la menopausia o antes de la menstruación). Aun cuando la mayoría son benignos, algunos de ellos pueden ser cancerosos.

 Causa

 Aunque se desconocen las causas del cáncer de ovarios, existen algunas teorías:

  • El aumento de los niveles de hormonas antes y durante la ovulación, pueden estimular el crecimiento de células anormales.
  • Los errores genéticos pueden ocurrir por el desgaste mensual de la salida del óvulo.

Se reconocen algunos factores de riesgo:

  • Cuántos menos hijos tenga una mujer y cuánto más tarde en su vida dé a luz, más alto será el riesgo de presentar este tipo de cáncer. El riesgo disminuye con cada embarazo a término y más aun con la lactancia.
  • Genética: Ciertos defectos genéticos (anomalías en los genes BRCA1 o BRCA2) son responsables de un pequeño número de casos de cáncer ovárico.
    • Se usan análisis de sangre para determinar si una mujer tiene una de estas mutaciones. Estos análisis se recomiendan según el historial familiar de la mujer, historial personal de cáncer del seno o cáncer ovárico y sus antecedentes étnicos. Las mujeres que tienen uno de estos genes anormales deben acudir a un asesor genético para enterarse bien del riesgo de desarrollar cáncer ovárico y de la cirugía preventiva que puede reducir el riesgo
  • Historia familiar: Las mujeres con antecedentes personales de cáncer de mama o antecedentes familiares de cáncer de mama o cáncer de ovarios tienen un mayor riesgo de sufrir este tipo de cáncer.
  • Anticonceptivos: Las mujeres que toman estrogenoterapia solamente (no con progesterona) durante 5 años o más pueden tener un riesgo alto de cáncer ovárico. Sin embargo, las pastillas anticonceptivas disminuyen el riesgo de éste cáncer y es menor si se tomaron durante un tiempo largo.
  • Los fármacos para la fertilidad: en algunos estudios, los investigadores encontraron que el uso de Clomid por más de un año podría incrementar el riesgo de desarrollar tumores. Este riesgo se incrementa en las mujeres que no se embarazaron mientras tomaban este medicamento. Si estás tomando este tipo de fármacos, es importante que hables con tu médico acerca de los riesgos.
  • Edad: El riesgo se incrementa en las mujeres de más de 40 años. Las mujeres mayores tienen un riesgo más alto de padecer cáncer ovárico. La mayoría de las muertes por este tipo de cáncer se presentan en mujeres de 55 años en adelante.
  • Obesidad: en algunos estudios se ha observado la relación de cáncer de ovarios con obesidad. En general, parece ser que las mujeres obesas tienen un mayor riesgo.
  • Cirugía: la cirugía de trompas reduce casi en dos tercios el riesgo y la histerectomía (extracción del útero), en un tercio
  • Endometriosis.

Síntomas

 Cada mujer puede experimentarlos de una forma diferente. Los síntomas son los mismos para los tumores o quistes benignos que para los malignos y pueden incluir:

  • Incomodidad general en la parte baja del abdomen:
    • Sensación de hinchazón o de estar abotagada.
    • La pérdida del apetito o la sensación de llenura – aún después de una comida ligera.
    • Gases, indigestión y náusea.
  • Diarrea o estreñimiento, o la necesidad de orinar frecuentemente a causa del tumor que está creciendo, el cual puede presionar los órganos vecinos, como los intestinos o la vejiga.
  • Dolor pélvico o abdominal bajo; el área puede sentirse “pesada” (pesadez pélvica)
  • Pérdida o aumento de peso.
  • Sangrado por la vagina que ocurre entre periodos
  • Acumulación de fluido alrededor de los pulmones, lo cual puede dificultar la respiración.

En muchos casos, los síntomas pueden ser tan vagos que son ignorados fácilmente y algunos de ellos pueden confundirse con las molestias normales del embarazo. Los síntomas del cáncer del ovario pueden parecerse a los de otras condiciones o problemas médicos.

En muchas ocasiones sucedes que, cuando el cáncer se diagnostica, el tumor a menudo se ha diseminado más allá de los ovarios.

Si tienes cualquier duda, siempre consulta a tu medico y coméntalo con él.

Otros síntomas también son posibles con el cáncer ovárico; sin embargo, estos síntomas son igualmente comunes en mujeres que no tienen cáncer.

  • Ciclos menstruales anormales
  • Dolor de espalda por razones desconocidas que empeora con el tiempo
  • Crecimiento excesivo del vello que es áspero y oscuro
  • Ganas repentinas de orinar

Diagnóstico en el embarazo

 El diagnóstico es difícil para el médico ya que no hay signos ni síntomas específicos y la tensión normal en el embarazo de la pared abdominal y el crecimiento del útero y el desplazamiento de los intestinos, enmascaran la presencia de un tumor de regular tamaño y ocultan la de un tumor inicial (especialmente en su etapa precoz), salvo que surja una complicación como el desarrollo de una torsión de su base (pedículo) o de la ruptura de la cápsula que por lo común sucede en tumores de gran tamaño.

 Aún así, lo más común es que la embarazada sólo haya tenido síntomas vagos digestivos y que el tumor se detecte durante el ultrasonido de rutina o hasta el momento de la cesárea.

 Dependiendo de en qué momento del embarazo se encuentra el tumor de ovario, el médico lo podrá sentir -o no- al palpar el abdomen durante el examen físico. Si lo pudo sentir, esto le dará una pauta o guía para la decisión que debe tomar acerca de realizar la cirugía de inmediato o esperar y observar cuidadosamente con ultrasonidos el desarrollo del tumor.

 Si el quiste detectado permanece sin cambios o incluso ha crecido (semana 18), entonces el médico seguramente te hablará de la necesidad de hacer un ultrasonido y quizás una cirugía exploratoria (en ese momento se ha reducido el riesgo de aborto) para realizar una biopsia.

 El tejido extraído será analizado en el laboratorio por el médico patólogo quien establecerá si es maligno, el tipo de tumor y el estadio. Esto es sumamente importante para que tu médico pueda elaborar un plan de tratamiento adecuado para tu caso.

 Los diferentes estadios del cáncer de ovario son los siguientes:

  • Estadio I – Cáncer del ovario confinado a uno o ambos ovarios
  • Estadio II – Cáncer del ovario que se ha extendido más allá de los ovarios, pero está confinado a la pelvis (puede estar en el útero, vejiga ó recto)
  • Estadio III – Cáncer del ovario que ha invadido el peritoneo (la capa que cubre el abdomen) y/o los ganglios linfáticos
  • Estadio IV – Cáncer del ovario que ha invadido órganos distantes (metástasis)

Estudios de laboratorio e imagen

Es posible que el médico sugiera varios estudios de laboratorio y de imagen para confirmar tu estado de salud. A la fecha, ningún estudio de imagen ni de laboratorio alguna vez ha demostrado que pueda detectar o diagnosticar el cáncer ovárico en sus etapas iniciales.

El ultrasonido es seguro durante el embarazo, no así la tomografía ya que produce radiación.

La resonancia magnética se considera segura durante el embarazo y el médico puede solicitarla cuando el ultrasonido no ha dado suficientes datos.

El análisis de sangre con el marcador CA-125 no es enteramente certero durante el embarazo ya que la gestación en sí misma puede hacer que se eleve este nivel, sin embargo, si se eleva arriba del los 1000IU/ml, es probable que sea debido a cáncer.

Tratamiento:

El tratamiento será igual al que se le da a una mujer no embarazada:

  • Cirugía: es el primer paso en el tratamiento. El médico debe decidir cuándo la realizará. Es el más importante para extirpar el tumor y estudiar su extensión. En algunos estadios, este puede ser el único tratamiento.
  • Quimioterapia (generalmente se da posterior a la cirugía)
  • Radioterapia (posterior al parto)

Pero para establecer el plan de tratamiento tu médico debe considerar también estos factores:

  • edad gestacional,
  • deseo de otro embarazo y
  • el tipo de tumor y el estadio.
  • Tu estado de salud y tu opinión.

En algunos casos es conveniente que estos tumores sean extraídos durante la primera parte del 2do trimestre del embarazo (semana 18).

Si el diagnóstico se hace durante el primer trimestre, entonces tu médico tendrá que hablar contigo acerca de los riesgos que están involucrados con el tratamiento ya que, generalmente, los medicamentos anticancerosos pueden causar defectos al nacimiento en el bebé. La madre y sus familiares deben ser orientados e informados en relación con los efectos nocivos potenciales a corto y largo plazo por el uso de los medicamentos anticancerosos (quimioterapia).

 A pesar de esto, no se aconseja retrasar el tratamiento porque estos tumores son de rápido crecimiento y recurrentes. El daño potencial a la madre supera el posible daño que tendría el bebé. Después del primer trimestre, estos riesgos se reducen considerablemente.

 Generalmente la quimioterapia es compatible con el segundo y tercer trimestre del embarazo cuando el riesgo de malformaciones congénitas del feto expuesto a la quimioterapia se ha reducido.

 Si el tumor de ovario es detectado cerca del final del embarazo, la cirugía puede ser diferida hasta que se confirme que el bebé es viable y sus pulmones ya están maduros. Siempre se terminará el embarazo por cesárea. El médico aprovechará la cirugía para después sacar el tumor y los tejidos cercanos.

 Si el tumor no ha sido diagnosticado y al final del embarazo llega a obstruir el canal del parto, el médico tendrá que realizar una cirugía que facilite el parto y, al mismo tiempo, el manejo del tumor maligno, si no se hace esto habría riesgo de que el tumor se rompiera o de que el trauma del parto provoque hemorragia dentro del tumor que seguiría con infección severa.

Al término del embarazo generalmente te repetirá los estudios de imagen como ultrasonido, tomografía computarizada (CT) y resonancia magnética del abdomen y de la pelvis.

 Si el médico oncólogo (especialista en cáncer) lo considera necesario, después del parto prescribirá radioterapia o quimioterapia.

Complicaciones

 Una de las complicaciones más frecuentes de los tumores de ovario es la torsión que ocurre justamente cuando el útero está creciendo rápidamente (8 a 16 semanas) o cuando el útero está regresando a su tamaño (involucionando) después del parto.

 Si esto sucede se desarrolla una situación aguda que requiere una cirugía de emergencia.

 En el puerperio (post parto) son frecuentes las complicaciones que puedan surgir del traumatismo que tuvo el tumor en el momento del parto.

Pronóstico

 El cáncer de ovario raras veces se diagnostica en sus estadios iniciales y, por lo general, está bastante avanzado al momento de hacerse el diagnóstico.

  • Aproximadamente 3 de cada 4 mujeres con cáncer ovárico sobreviven un año después del diagnóstico.
  • Cerca de la mitad de las mujeres vive por más de 5 años después del diagnóstico.
  • Si el diagnóstico se hace al comienzo de la enfermedad y el tratamiento se recibe antes de que el cáncer se disemine por fuera del ovario, la tasa de sobrevida a 5 años es muy alta.

¿Dónde puedo obtener más información sobre el cáncer de ovarios?

  • Ovarian Cancer National Alliance (Alianza Nacional contra el Cáncer de Ovarios)
  • American Cancer Society (Sociedad Americana del Cáncer)

Referencias

Documento elaborado con la colaboración y supervisión del médico cirujano especialista en oncología Dr. Eduardo Maafs Molina.

 

Cáncer y embarazo, Complicaciones

Cáncer de cuello uterino (cáncer cervicouterino)

¿Qué es el cuello uterino?

Es el nombre que se le da a la parte más baja del útero. El útero es un órgano que sólo las mujeres tienen, y es el sitio donde los bebés crecen y se desarrollan cuando una mujer está embarazada.

Durante el embarazo, el útero aumenta de tamaño enormemente. Cuando una mujer no está embarazada, el útero es un órgano pequeño, en forma de pera que se encuentra entre el recto y la vejiga de la mujer. El cuello uterino es el que conecta el útero con el canal del nacimiento (la vagina) y puede ser visualizado y examinado por el ginecólogo durante un examen pélvico de rutina.

ce02

El cuello uterino está compuesto por tres capas de tejido:

  • Una capa externa conocida como membrana serosa
  • Una capa intermedia muscular
  • Una capa interna conocida como membrana mucosa compuesta por “células escamosas”. Esta capa interna tiene muchas glándulas pequeñitas que secretan una mucosidad lubricante.

Casi todos los cánceres cervicales surgen de las células de la capa interna.

¿Qué es el cáncer de cuello uterino?

El cáncer de cuello uterino (cervicouterino) es una enfermedad por la cual se forman células malignas (cancerosas) en los tejidos del cuello uterino.

El cáncer cervicouterino se desarrolla cuando las células en el cuello uterino comienzan a crecer sin control y pueden luego invadir tejidos cercanos o diseminarse a otras partes del cuerpo. Grandes colecciones de células que crecen anormalmente se llaman tumores. Algunos tumores no son realmente cáncer porque no pueden diseminarse o no amenazan la vida de las personas. Estos son llamados tumores benignos.

Los tumores que pueden diseminarse a otras partes del cuerpo o invaden tejidos cercanos son considerados cáncer y son llamados tumores malignos. Usualmente el cáncer cervicouterino es muy lento en crecer aunque en algunas circunstancias puede avanzar y diseminarse rápidamente.

El cáncer cervical es uno de los cánceres que más afecta a las mujeres jóvenes (en los 20s ó incluso en la adolescencia), por lo tanto, ninguna mujer que es sexualmente activa es demasiado joven para empezar los chequeos de detección temprana. Adicionalmente, el riesgo del cáncer cervical nunca disminuye, por lo tanto nadie es demasiada vieja para continuar con los chequeos.

Tipos de cáncer cervical

Existen varios tipos de cáncer cervical:

  • El carcinoma de células escamosas es el más común y constituye cerca del 80 al 90% de todos los casos. Este tipo de cáncer se origina en la capa superficial de células del cuello del útero, las células escamosas.
  • La segunda forma más común es el adenocarcinoma que se origina de las células que forman las glándulas en la cérvix. El porcentaje de cánceres de la cérvix que son adenocarcinomas se ha aumentado desde los años 1970s, aunque nadie sabe exactamente por qué.
  • Cerca del 3% al 5% de los cánceres cervicales tienen características de ambos escamosos y adenocarcinomas y son llamados carcinomas adenoescamosos o mixtos.
  • Existen otros tipos de cáncer poco frecuentes como el carcinoma neuroendocrino y de célula pequeña.

Los cánceres son caracterizados por las células de las cuales se originan.

Factores de riesgo

Aunque hay varios factores de riesgo asociados al cáncer cervical, nadie sabe exactamente por qué una mujer lo adquiere y otra mujer no.

  • Uno de los factores de riesgo más importantes para el cáncer cervicouterino es la infección con un virus llamado VPH (virus del papiloma humano). un virus común que se disemina a través de las relaciones sexuales. Existen muchos tipos diferentes (también llamadas cepas) de VPH y algunas cepas llevan a cáncer cervical. Otras cepas pueden causarverrugas genitales, mientras que otras no causan ningún problema en absoluto. Medicamentos hormonales. Algunos investigadores sugieren que las hormonas en los anticonceptivos pueden hacer que la mujer sea más susceptible a lesiones por VPH. Igualmente afirman que tomar anticonceptivos orales durante más de cinco años seguidos, incrementan el riego de tener cáncer de cuello uterino, especialmente cuando empezó a tomarlos antes de los 25 años.
  • Múltiples compañeros sexuales masculinos.
  • Inicio de relaciones sexuales a muy temprana edad.
  • Duchas vaginales: porque la ducha vaginal destruye la flora bacteriana normal del cuello del útero y de la vagina, las mujeres que se duchan una vez a la semana o más seguido, incrementan el riesgo de padecer cáncer cervicouterino.
  • Enfermedades que debilitan el sistema inmunológico: VIH, trasplantes de órganos, enfermedad de Hodgkin, etc.
  • Las fumadoras tienen por lo menos dos veces más el riesgo de desarrollar el cáncer del cuello uterino que las no fumadoras.
  • Exposición a químicos: las mujeres que trabajan en granjas o en la industria manufacturera y que están expuestas a ciertas substancias químicas que pueden incrementar su riesgo.

Signos y síntomas

El desarrollo del cáncer cervical generalmente es muy lento y comienza como una afección precancerosa llamada displasia. Pueden pasar años para que los cambios se conviertan en cáncer cervical. Habitualmente no se presentan signos perceptibles de cáncer de cuello uterino temprano sino hasta que las células malignas han invadido los tejidos cercanos.

Sin embargo, esta afección se puede detectar por medio de un estudio de Papanicolaou vaginal y es 100% tratable. La mayoría de las mujeres a quienes se les diagnostica cáncer cervical en la actualidad no se han sometido a citologías vaginales regulares o no han tenido un seguimiento por resultados anormales en éstas.

Habitualmente no se presentan signos perceptibles de cáncer de cuello uterino temprano sino hasta que las células malignas han invadido los tejidos cercanos. Sin embargo, existe la posibilidad de detectarlo desde el inicio con los exámenes anuales.

Las mujeres deben someterse a exámenes anuales, incluso una prueba de Papanicolaou para detectar células anormales en el cuello uterino. El pronóstico (posibilidad de recuperación) es mejor cuando el cáncer se encuentra temprano.

A medida que el tumor crece en tamaño, puede producir una variedad de síntomas incluyendo:

  • Sangrado vaginal anormal entre periodos, después de la relación sexual o después de la menopausia.
  • Menstruaciones con sangrado más fuerte y prolongado.
  • Flujo vaginal anormal (puede tener mal olor) y que no cesa.
  • Dolor de espalda ó pélvico
  • Dolor al orinar

Muchos de estos síntomas no son específicos del cáncer de cuello uterino y podrían estar presentes en otros padecimientos. Sin embargo, es importante que acudas de inmediato a tu ginecólogo si tienes cualquiera de ellos.

El cáncer cervical puede diseminarse a la vejiga, los intestinos, los pulmones y el hígado. Con frecuencia, no hay problemas hasta que el cáncer esté avanzado y se haya propagado. Los síntomas del cáncer cervical avanzado pueden ser:

  • Dolor de espalda
  • Fracturas o dolor en los huesos
  • Fatiga
  • Fuga o filtración de orina o heces por la vagina
  • Dolor en las piernas
  • Inapetencia
  • Dolor pélvico
  • Hinchazón en una sola pierna
  • Pérdida de peso

Diagnóstico

Para detectar (encontrar) y diagnosticar el cáncer de cuello uterino, tu médico va a utilizar pruebas que examinan el cuello uterino.

Si no estás embarazada, el médico puede utilizar los siguientes procedimientos:

  • Prueba de Papanicolaou: procedimiento para recoger células de la superficie del cuello uterino y la vagina. Las células son examinadas bajo un microscopio para determinar si son anormales. Este procedimiento también se llama “prueba Pap” o prueba de Papanicolaou.
  • Prueba del virus del papiloma humano (VPH): prueba de laboratorio que se usa para analizar el ADN (material genético) para determinar si hay ciertos tipos de infección por el VPH. Esta prueba también se llama prueba de ADN para el VPH.
  • Colposcopia: procedimiento mediante el cual se usa un espejo vaginal llamado colposcopio (un instrumento con aumento y luz que se introduce en la vagina) para que el médico pueda determinar si hay áreas anormales en la vagina o el cuello uterino.
  • Biopsia: si se encuentran células anormales en una prueba de Papanicolau, seguramente tu médico te hará una biopsia de tejido del cuello uterino, para que un patólogo la observe bajo un microscopio y determine si hay signos de cáncer.
  • Examen pélvico: se le llama así al examen de la vagina, el cuello uterino, útero, las trompas de Falopio, los ovarios y el recto. El médico introduce uno o dos dedos cubiertos con guantes lubricados en la vagina, mientras que con la otra mano ejerce una ligera presión sobre el abdomen para palpar el tamaño, la forma y la posición del útero y los ovarios. También se introduce un colposcopio en la vagina y el médico observa la vagina y cuello uterino para detectar signos de enfermedad. Habitualmente aprovechará este momento para tomar una muestra del tejido del cuello uterino (prueba de Papanicolaou).
  • Tomografía computarizada, Resonancia magnética o ultrasonido para comprobar hasta dónde ha llegado el cáncer.

Cáncer de cuello uterino durante el embarazo

Durante el embarazo, tu ginecólogo hará únicamente los tres primeros estudios. Cuando se ha confirmado el diagnóstico de cáncer en cuello uterino, es importante para el médico saber también el estadio o extensión del tumor que le va describir el tamaño, el grado de penetración y la diseminación dentro y fuera del cuello uterino (cérvix). Esto le ayudará a planear el tratamiento más adecuado para cada persona en particular.

Para lograr esto tendrá que utilizar la información que obtenga a través de los resultados de la biopsia y varios estudios de imagen como el ultrasonido, e incluso la resonancia magnética.

Tratamiento:

El tratamiento del cáncer de cuello uterino puede ser por:

  • Cirugía que puede incluir la extracción del útero
  • Radioterapia
  • Quimioterapia

El tipo de tratamiento va a depender de qué tan temprano se haya diagnosticado el cáncer, de la localización del tumor, el tipo de tumor, la edad de la mujer , su salud en general y su futura vida reproductiva y de si está o no embarazada.

No debemos olvidar que una herramienta valiosa como es la radioterapia, aplicada sobre la pelvis, provocará la muerte fetal.

Tratamiento durante el embarazo

El diagnóstico de cáncer será devastante para la embarazada y sus familiares. En el tratamiento estará involucrado un equipo médico de especialistas que puedan dar respuesta a temas como terminación contra continuidad del embarazo, retraso del tratamiento definitivo, tipo de tratamiento que se debe implantar durante el embarazo así como la planeación del momento y tipo de parto.

El tratamiento para pacientes embarazadas con carcinoma invasivo del cérvix debe individualizarse en base a la evaluación del riesgo materno y fetal. Para decidir el tratamiento del cáncer de cuello uterino durante el embarazo, el equipo médico tiene que tomar en cuenta el estadio del cáncer y la etapa del embarazo y el deseo de la embarazada de continuar con el embarazo.

La limitada experiencia que se tiene con un cáncer cervical diagnosticado durante el embarazo, hace que cualquier tratamiento que se proponga, aparte de la establecida terapia estándar para mujeres no embarazadas, sea experimental.

Dado que no se ha demostrado que el embarazo tenga un efecto adverso en el cáncer, cuando el diagnóstico se establece en la segunda mitad del embarazo y dependiendo de estadio del tumor, es muy probable que tu médico te diga que es posible seguir con el embarazo siempre adelantando el parto y haciéndolo por cesárea. Es probable que, al mismo tiempo, te hagan histerectomía (te quiten el útero) y ya una vez que te has recuperado de la cirugía, inicies los tratamientos de quimioterapia y radiaciones.

En los casos en los que el cáncer es detectado en el primer trimestre del embarazo y el tumor se clasifica en estadio II, generalmente se le sugiere a la embarazada interrumpir el embarazo para dar inicio inmediato al tratamiento. La radiación de la pelvis en este momento resultará en un aborto espontaneo Tu médico te hará ver que un retraso de seis meses en el tratamiento es demasiado para un cáncer progresivo.

Cuando se desea mantener el embarazo, el médico discutirá contigo las posibles opciones de tratamiento, su naturaleza y riesgos. El médico puede contemplar una linfadedectomía en la cual se extraen ganglios linfáticos y se estudian para determinar el riesgo que existe de continuar con el embarazo.

La quimioterapia neoadyvante durante el embarazo puede ser utilizada para estabilizar o reducir el tamaño del cáncer cervical.

La traquelectomía o remoción por medio de cirugía del cuello uterino, es un procedimiento que tiene muchos riesgos y debe ser ejecutada por un cirujano con mucha experiencia. El uso de estos tratamientos depende del estadio del cáncer.

Para los casos de cáncer de cuello uterino detectados precozmente (in situ) o para los casos de cáncer detectados durante el último trimestre del embarazo, es probable que el médico pueda diferir el tratamiento hasta el nacimiento del bebé.

En este caso, tu ginecólogo y el oncólogo necesitarán una vigilancia cercana. Repetirán la prueba de Papanicolaou cada dos meses durante el embarazo. Si llegara a surgir la sospecha de diseminación del cáncer, entonces se tendrá que realizar la biopsia que permita un diagnóstico y estadificación exactos.

El parto puede ser por vía vaginal cuando las lesiones no son muy grandes, pero generalmente tu ginecólogo preferirá la cesárea para evitar sangrados e infecciones

Pronóstico

El pronóstico (probabilidad de recuperación) depende de los siguientes aspectos:

  • La edad y el estado general de salud de la embarazada.
  • El estadio del cáncer (si el cáncer afecta parte del cuello uterino, todo el cuello uterino o se diseminó hasta los ganglios linfáticos u otros lugares del cuerpo).
  • El periodo del embarazo en el que se estableció el diagnóstico. Es muy probable que si se diagnosticó en el último trimestre, tiene un pronóstico grave y esto se debe, principalmente, al estadio del tumor y no al embarazo en sí mismo.
  • El tipo de cáncer de cuello uterino.
  • El tamaño del tumor.

Documento elaborado con la colaboración y supervisión del médico cirujano especialista en oncología Dr. Eduardo Maafs Molina.

Referencias.

Cáncer y embarazo

Linfoma de Hodgkin y embarazo

Definición:

Un linfoma es un tumor, es decir un crecimiento anormal de células (glóbulos blancos llamados “linfocitos”) que se desarrolla en el sistema linfático, el cual es parte del sistema inmunológico del cuerpo humano.
lin

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define como cáncer asociado al embarazo a toda neoplasia maligna que se diagnostica durante la gestación o hasta seis meses del parto. Por orden de frecuencia, estas son: cáncer de cuello uterino, carcinoma de mama, melanoma y linfoma

¿Qué es el sistema linfático?

El sistema linfático o circulación linfática incluye una red de finos tubos que se ramifican a través del cuerpo. Los vasos linfáticos llevan linfa, un fluido acuoso incoloro que contiene las células que luchan contra las infecciones llamadas linfocitos.

A lo largo de esta red de vasos hay pequeños órganos llamados nodos o “ganglios linfáticos”. Se encuentran conjuntos de ellos en las axilas, cuello, ingles, pecho y abdomen. Cuando los linfocitos se multiplican de modo anormal o no mueren cuando deben morir, pueden agruparse en los ganglios linfáticos haciendo que aumenten de tamaño y formar tumores.

También forman parte del sistema linfático el bazo (un órgano que se encuentra en la parte superior del abdomen cuya función es producir linfocitos y filtrar los glóbulos deteriorados de la sangre), el timo (un órgano pequeño situado debajo del esternón) y las amígdalas (situadas en la garganta).

En el siguiente dibujo tenemos un diagrama del sistema linfático y una ampliación de un ganglio.

lin1

El sistema inmunitario, del que forman parte los linfocitos, es responsable de la defensa del organismo frente a las agresiones del medio ambiente..

¿Cuántos tipos de linfoma hay?

Los linfomas se dividen en dos tipos generales:

  • Linfoma de Hodgkin (también llamada enfermedad de Hodgkin): las células cancerosas en el linfoma de Hodgkin tienen un aspecto específico bajo el microscopio.
  • Linfoma no Hodgkin: Es cualquier tipo de linfoma maligno que no sea Hodgkin. Se sabe de qué tipo es basándose en el aspecto que tienen las células cancerosas al estudiarlas al microscopio. Existen muchos tipos de linfomas no Hodgkin y unos se expanden más rápido que otros. Se dividen en 2 grupos:
    • “linfomas indolentes”, los cuales crecen con más lentitud y provocan menos síntomas, y
    • “linfomas agresivos o de alto grado”, que se expanden más rápidamente.

Incidencia

Los linfomas se suelen dar un 40% más en los varones que en las mujeres, y es rara antes de los 10 años. Se suele dar en mayor medida en personas jóvenes (entre 15 y 34 años), y también en mayores de 60 años.

En la actualidad es la enfermedad “oncohematológica (cáncer de la sangre) más frecuente.

Por tanto, algunas mujeres pueden ser diagnosticadas de linfoma durante el embarazo. Es más habitual que se trate de linfoma de Hodgkin que de linfoma no-Hodgkin, probablemente por la mayor incidencia de linfoma de Hodgkin a la edad en que la mujer es fértil.

¿En dónde se inicia el linfoma?

Dado que el tejido linfático se encuentra en todo el cuerpo, el linfoma de Hodgkin puede comenzar en prácticamente cualquier parte del cuerpo y propagarse a casi todo tejido u órgano del cuerpo.

lin2

Generalmente, se origina en los ganglios linfáticos de la parte superior del cuerpo. Las localizaciones más frecuentes son el tórax, el cuello o debajo de los brazos.

¿A quién afecta el linfoma de Hodgkin?

El linfoma de Hodgkin puede presentarse tanto en adultos como en niños.

lin3

El linfoma de Hodgkin en mujeres embarazadas es la misma enfermedad que la que se presenta en mujeres no embarazadas en edad de procrear. Sin embargo, el tratamiento es diferente para las mujeres embarazadas.

Causa y Factores de riesgo

La causa del linfoma se desconoce, sin embargo los estudios han demostrado que existen algunos factores de riesgo.

Cualquier cosa que aumente el riesgo de padecer de una enfermedad se llama factor de riesgo. Tener un factor de riesgo no significa que se va a padecer de cáncer; no tener un factor de riesgo no significa que no se va a padecer de cáncer.

  • Déficit del sistema inmunológico: Algunas formas del linfoma aparecen con más probabilidad en personas que han tomado fármacos para evitar el rechazo de un órgano después de un trasplante o que tienen una inmunidad baja, por ejemplo, personas con SIDA.
  • Manejo de productos tóxicos: Se cree que algunos químicos en los insecticidas o en los productos de conservación de la madera pueden causar linfoma maligno agresivo.

Otros factores de riesgo pueden ser también:

Los linfomas malignos no son contagiosos ni hereditarios. El embarazo no es un factor de riesgo de padecer linfoma de Hodgkin.

Signos y síntomas del linfoma de Hodgkin

Existe la posibilidad de que otras enfermedades ocasionen los mismos síntomas, por lo que es importante que siempre consultes con tu médico si persiste cualquiera de estos problemas:

  • El síntoma más característico que puede señalar la existencia de un linfoma es el crecimiento de un ganglio linfático, lo que se conoce como “adenopatía”.

lin4Estas adenopatías suelen ser indoloras y no causan molestias, por lo que, salvo al tacto, pueden pasar desapercibidas durante largo tiempo. Lo más frecuente es que aparezcan en el cuello, las axilas o las ingles y, más raramente, en otras regiones.
No debes alarmarte si te detectas un ganglio. En caso de que notes “un bulto”, sea cual sea su localización, es importante que acudas a tu médico para que te valore y determine si hay que realizar alguna prueba.
En un elevado porcentaje de casos tiene un origen trivial, ya que la causa más frecuente de aparición de una adenopatía es que exista una infección, muchas veces irrelevante. Es siempre el médico quien establece su importancia.

  • Fiebre sin razón conocida.lin5
  • Una enfermedad febril asociada a una infección, no es un síntoma
  • Sudores nocturnos.
  • Pérdida de peso sin razón conocida.

                                                           linfoma

  • Picazón en la piel de todo el cuerpo.

                                                                 linfoma2

  • Sensación de mucho cansancio.

                                                                     linfoma3

  • Tos y dificultad para respirar (disnea)

                                                               linfoma4

Diagnóstico

Si tienes cualquiera de estos síntomas, el médico te examinará cuidadosamente en busca de masas (tumores o bolitas) en el cuello, las axilas y las ingles. Si durante el examen físico se encuentra con alguna anomalía en los ganglios, seguramente te hará algunos estudios para determinar la presencia de células cancerosas.

Existen dos métodos de diagnóstico del linfoma: la biopsia ganglionar y el estudio de extensión.

Biopsia ganglionar: Se trata de estudiar en el microscopio el tejido del ganglio inflamado. Para ello, el médico extrae una muestra del mismo mediante una pequeña intervención, generalmente con anestesia local. No produce molestias importantes, sobre todo si el ganglio es externo. Y son raras las ocasiones en las que se requiere estudiar ganglios internos u otros órganos del cuerpo como el estómago o el hígado.

La biopsia es la única técnica válida para diagnosticar el linfoma y conocer su tipo exacto y resulta absolutamente imprescindible para que tu médico pueda determinar qué tratamiento hay que seguir.

Estudio de extensión: Una vez que se ha diagnosticado el linfoma, el especialista te pedirá hacer otros estudios para conocer la extensión de la enfermedad y determinar su estado evolutivo (estadio). Es lo que se conoce como “estudio de extensión del linfoma”.

El estudio de extensión de un linfoma consiste habitualmente en las siguientes pruebas:

  • Análisis de sangre con recuento sanguíneo completo en donde se verifica lo siguiente:
    • La cantidad de glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas. La cantidad de hemoglobina (la proteína que transporta el oxígeno) en los glóbulos rojos.
    • Estudios de la química de la sangre procedimiento en el cual se examina una muestra de sangre para medir las cantidades de ciertas sustancias liberadas a la sangre por órganos y tejidos del cuerpo. Una cantidad (mayor o menor que lo normal) de una sustancia puede ser signo de enfermedad en el órgano o el tejido que la fabrica.
  • Radiografías de tórax (siempre protegiendo el abdomen).
  • Resonancia magnética y ultrasonido de tórax, abdomen y pelvis (este tipo de estudios protegen al feto de los efectos dañinos de la radiación).
  • Biopsia de la médula ósea. extracción de una muestra de médula ósea y sangre y un trozo pequeño de hueso mediante la inserción de una aguja en el hueso de la cadera o el esternón. Un patólogo observa y analiza las muestras de médula ósea, sangre y hueso bajo un microscopio para determinar la presencia de signos de cáncer.
  • Biopsia de ganglios linfáticos: extracción total o parcial de un ganglio linfático. Luego un patólogo examina el tejido bajo el microscopio en busca de células cancerosas. Se puede realizar uno de los siguientes tipos de biopsia:
    • Biopsia por incisión: extracción de parte de un ganglio linfático.
    • Biopsia central: extracción de parte de un ganglio linfático mediante el uso de una aguja ancha.
    • Biopsia con aguja: extracción de parte de un ganglio linfático mediante una aguja fina.

Estadio del cáncer

El proceso usado para determinar si el cáncer se ha diseminado dentro del sistema linfático o hasta otras partes del cuerpo se llama estadificación. La información obtenida a partir del proceso de estadificación determina el estadio de la enfermedad.lin8

Los estadios del linfoma de Hodgkin en adultos pueden incluir las formas A, B, E y S.

  1. La persona afectada no presenta síntomas.
  2. La persona afectada presenta síntomas como fiebre, pérdida de peso o sudores nocturnos.
  1. Significa extraganglionar y hace referencia al cáncer que afecta un área u órgano fuera de los ganglios linfáticos o que se ha diseminado hasta tejidos ubicados más allá de las principales áreas linfáticas, pero cerca de las mismas.
  2. “S” se refiere al bazo que en inglés es “spleen” e indica que el cáncer se localiza en el bazo.

Con la biopsia y las pruebas complementarias, el médico especialista conoce el grado de afectación de los órganos, el estadio de la enfermedad y establece, junto con tu ginecólogo, el tratamiento a seguir en cada caso.

 Información sobre los estadios del cáncer en el embarazo

La necesidad de evitar la radiación también limita los estudios por imágenes que se pueden usar para ayudar a determinar la etapa o estadio (extensión) del linfoma o para saber si el tratamiento es eficaz. La CT, la PET y las radiografías usan radiación de modo que estos estudios por imágenes se evitan lo más posible. En lugar de estos estudios, a menudo se pueden usar la resonancia magnética y la ecografía (ultrasonido).

El estadio que se presente, el comportamiento clínico, el pronóstico y los subtipos histológicos del LH durante el embarazo no difieren de los correspondientes a las mujeres no embarazadas en edad de procrear.

Tratamiento

Puesto que la enfermedad de Hodgkin afecta principalmente a jóvenes adultos, la mayoría de los oncólogos (especialistas en cáncer) se enfrentarán eventualmente al dilema de cómo darle terapia a una mujer embarazada y al mismo tiempo reducir al mínimo el riesgo del feto

Es sumamente importante que la embarazada y su familia reciba toda la información necesaria acerca de la enfermedad y su pronóstico, las alternativas que existen con respecto al tratamiento y los riesgos tanto maternos como para el feto.

La selección del tratamiento es una decisión que, idealmente, involucra al equipo médico (ginecólogo, oncólogo, radioterapista, etc.) y a la embarazada y su familia tomando en consideración los deseos de la madre, la gravedad y el ritmo de evolución de la enfermedad de Hodgkin y el tiempo que quede de embarazo. Cualquier decisión que se tome debe ser después de evaluar cuidadosamente tanto los riesgos como los beneficios.

El plan de tratamiento puede cambiar según evolucionan los síntomas, el cáncer y el embarazo.

Las principales opciones de tratamiento que se utilizan por sí solas o combinadas, son las siguientes:

  • “Observar y esperar”: En algunos linfomas indolentes no es necesario actuar inmediatamente. Si la enfermedad no presenta síntomas y su crecimiento es muy lento, tu médico puede optar por no aplicar un tratamiento hasta que aparezcan más manifestaciones clínicas. Por supuesto, llevará un control muy cercano de tu evolución con planes para inducir a un parto precoz y seguir adelante con el tratamiento definitivo o para determinar el momento en que puede ser preciso iniciar algún tratamiento activo.
  • Quimioterapia: Consiste en la administración de diferentes fármacos que actúan en las células tumorales hasta que las destruyen, de manera de llegar a erradicar completamente el linfoma. Es el tratamiento más utilizado, aunque a veces hay que complementarlo con otras medidas terapéuticas.
  • Radioterapia: En el tratamiento de los linfomas, la radioterapia es generalmente complementaria a la quimioterapia, y las personas afectadas suelen tolerarla bien. Se trata de administrar radiaciones de alta energía para destruir las células tumorales.

lin9

  • Anticuerpos monoclonales: Actualmente están apareciendo nuevos tratamientos que utilizan sustancias producidas por el propio organismo o similares a ellas, pero fabricadas en un laboratorio. Son las denominadas terapias biológicas. Las más utilizadas ya en el tratamiento de los linfomas son los anticuerpos monoclonales.
    • Los anticuerpos son sustancias que produce el sistema inmunitario para defenderse de los agentes externos. Éstos se llaman monoclonales porque se refieren a un solo clon de linfocitos B, las células que los producen.
    • Su descubrimiento supone un gran avance porque los anticuerpos se fijan selectivamente en la célula tumoral. De esta manera, las células del linfoma pueden ser destruidas con escasa toxicidad para las células normales. Esta terapia a menudo puede combinarse con la quimioterapia, y la suma de los efectos es de una gran eficacia
  • Terapia con esteroides: se ha visto que ayudan a detener el crecimiento del tumor al mismo tiempo que ayudan a la maduración de los pulmones del bebé.
  • Trasplante de médula ósea (células madre): El objetivo fundamental del tratamiento en este caso, es conseguir la remisión total del tumor a base de aplicar dosis elevadas de quimioterapia, seguidas de un trasplante que proporciona una renovada población de células sanas. En primer lugar, se consiguen las células madres por extracción sanguínea. A continuación, se procede a su centrifugado. Este material se congela y, posteriormente, se administra de nuevo por vía intravenosa (como un suero).

Es importante aclarar que un trasplante sólo se practica cuando el tratamiento con quimioterapia ya ha dado buenos resultados.

Las imágenes que se obtienen en la resonancia magnética son la herramienta preferida por el médico para la evaluación de etapas.

Tratamiento durante el embarazo

No hay reglas fijas para el tratamiento del linfoma durante el embarazo y frecuentemente se retrasa o se modifica para que el oncólogo pueda tener el mejor balance entre un control de la enfermedad, el bienestar del bebé y el tiempo de embarazo.

Es importante que tu médico, antes que nada, te dé una explicación completa de la enfermedad, el tratamiento y el pronóstico. El conocimiento de lo que realmente nos pasa, de los tratamientos disponibles y la certeza de que existen opciones de curación puede proporcionar una visión más optimista.

Primer trimestre del embarazo: Si la enfermedad de Hodgkin se presenta en su etapa temprana y el tumor está arriba del diafragma y parece estar creciendo lentamente, seguramente tanto tu ginecólogo como el oncólogo, optarán por un control muy cercano de la evolución del tumor, con planes de inducir un parto prematuro y proceder de inmediato con el tratamiento definitivo.

Pero si es necesario que recibas tratamiento inmediato para el linfoma de Hodgkin, pueden elegir entre la radioterapia y la quimioterapia, con el riesgo de que, tanto una como otra, puede dañar al feto.

 La quimioterapia: debido a su bajo peso molecular, la mayoría de los medicamentos usados pueden atravesar la placenta y llegar al feto y se a documentado que los agentes quimioterapéuticos pueden ser teratogénicos (que causan malformaciones). La quimioterapia en el primer trimestre pueden incrementar el riesgo de aborto espontáneo, muerte fetal y malformaciones.

 Las malformaciones reflejan el momento del embarazo en que el bebé fue expuesto al medicamento. El bebé es extremadamente vulnerable en la semana 2 a la 8 cuando tiene lugar la formación de los órganos del bebé. En este periodo, cualquier daño puede causar la muerte o malformaciones.

 Después de este periodo, hay algunos órganos, incluidos los ojos, los genitales y el sistema hematopoyético, que permanecen vulnerables a la quimioterapia. Sin embargo, a partir de la semana 14 a 16, el riego de malformaciones y retraso mental se reduce significativamente.

 Si es posible, tu médico seguramente pospondrá el tratamiento hasta el final de este primer trimestre.

 Cuando se administra radioterapia durante el primer trimestre del embarazo, la exposición del feto depende de varios factores. Siempre se debe de usar la protección de plomo en el abdomen para proteger al bebé. La radioterapia puede considerarse como tratamiento en circunstancias específicas como cuando el linfoma está confinado al cuello o a la axila.

  • Los investigadores del hospital M.D. Anderson (Texas, E.U.), no dieron cuenta de anomalías congénitas en 16 niños dados a luz después de que las madres recibieron radiación supradiafragmática y se protegió el útero con cinco capas de plomo de valor medio.

 Segundo trimestre del embarazo: El manejo en esta etapa del embarazo es más fácil para el médico porque tiene más opciones. La mayoría de las embarazadas que están en la segunda mitad del embarazo pueden ser observadas cuidadosamente posponiendo la administración del tratamiento hasta que se les induzca el parto entre la semana 32 y la 36. El tratamiento para el linfoma de Hodgkin puede comenzar poco tiempo después de que nazca el bebé. Ésta es la solución más segura para el bebé.

 Las embarazadas con enfermedad de Hodgkin en etapa avanzada pueden requerir tratamiento antes del parto con quimioterapia, esteroides (diseñados para combatir el crecimiento del tumor y para ayudar en la aceleración de la madurez de los pulmones del feto), radioterapia y/o quimioterapia.

 La quimioterapia durante el segundo y tercer trimestre del embarazo no se asocia a malformaciones pero aumenta el riesgo de muerte del feto durante el embarazo o al nacer, de que el bebé tenga retraso en su crecimiento, que el parto se adelante y que el bebé tenga bajo peso al nacer. Sin embargo, el beneficio de la administración de la quimio es mayor que el riesgo que se puede producir.

 Es probable que al terminar el tratamiento de quimioterapia, tu médico decida esperar de 2 a 3 semanas antes del parto para permitir que tu médula ósea se recupere y para que el bebé- que tiene un hígado y unos riñones inmaduros- pueda eliminar el medicamento de la quimioterapia a través de la placenta.

Una vez que nace el bebé es probable que el médico decida administrarte una quimioterapia más extensa. Si llegaras a presentar dificultades para respirar causadas por un tumor grande en el pecho, es posible que decida administrar una serie corta de radioterapia.

 La radioterapia: Debido a inquietudes sobre los efectos a largo plazo al feto, la radiación a menudo no se administra. Sin embargo, varios estudios sugieren que mientras se tomen precauciones muy cuidadosas para dirigir la radiación con precisión, se limite la dosis, y se proteja al bebé, las mujeres embarazadas que tengan la enfermedad de Hodgkin en ganglios linfáticos en el cuello, el área debajo del brazo, o dentro del tórax pueden recibir este tratamiento con poco o sin riesgo aparente al bebé.

Cirugía: No hay justificación para la cirugía, es decir, la extirpación radical de las áreas ganglionares afectadas.

Las mujeres que reciben tratamiento para el linfoma de Hodgkin durante el embarazo parecen tener los mismos índices de supervivencia que aquéllas que lo reciben sin estar embarazadas. Aún se desconocen los efectos a largo plazo que el tratamiento anticáncer tiene en los niños de estas mujeres; no obstante, el riesgo no parece ser significativo.

Las mujeres que reciben tratamiento para el linfoma de Hodgkin durante el embarazo parecen tener los mismos índices de supervivencia que aquéllas que lo reciben sin estar embarazadas. Aún se desconocen los efectos a largo plazo que el tratamiento anticáncer tiene en los niños de estas mujeres; no obstante, el riesgo no parece ser significativo.

Tratamiento del Linfoma No Hodgkin

Para el tratamiento de estos linfomas el médico tendrá que tomar en cuenta el tipo de linfoma y distinguir si es: indolente, agresivo o muy agresivo.

Linfoma No Hodgkin indolente (LNHI): Este grupo se caracteriza porque la enfermedad tiene un curso muy lento y dado que no se pueden curar con la quimioterapia usual, el médico generalmente decide esperar hasta después del embarazo para iniciar el tratamiento, por lo tanto, la administración de quimioterapia durante el primer trimestre generalmente no es necesaria.

El equipo médico decidirá “esperar y observar” sin administrar ningún medicamento hasta el momento del parto o hasta que se presente algún progreso en el desarrollo de la enfermedad. Es extremadamente raro que se presenten este tipo de tumores durante el embarazo.

Linfoma No Hodgkin Agresivo (LNHA): Este grupo incluye a la mayoría de los diagnosticados durante el embarazo. Dado el curso agresivo que tienen estos linfomas durante el embarazo, es importante que se inicie de inmediato el tratamiento con una combinación de quimioterapia. La quimioterapia administrada en el primer trimestre puede ser causa de malformaciones en el feto.

Es importante que la decisión del tratamiento se tome en conjunto con el equipo médico, la embarazada y su familia teniendo en cuenta el tipo de tumor y la salud de la embarazada. El equipo médico hablará contigo explicando claramente la enfermedad, el tipo de tumor y los riesgos y beneficios de la terapia.

La investigación muestra que la quimioterapia combinada puede ser administrada con más seguridad durante el segundo y tercer trimestre del embarazo sin causar daños mayores al bebé.

Las embarazadas que son diagnosticadas al final del primer trimestre hasta el término de este periodo, pueden ser mantenidas en observación hasta la semana 14 en la que se iniciaría el tratamiento con quimioterapia. Sin embargo, esta opción está limitada a las personas con LNH en estadio 1-2.

Linfoma No Hodgkin muy agresivo (LNHMA): Dado el curso agresivo que toma este tipo de tumores y el pronóstico pobre que tiene la persona afectada, el tratamiento debe iniciarse inmediatamente después de que se ha hecho el diagnóstico definitivo aunque sea durante el primer trimestre. El médico deberá informarte acerca del alto riesgo de malformaciones que pueden presentarse con los medicamentos que se utilizan para la quimioterapia y de los riesgos que existen cuando no se administra el tratamiento.

En el segundo y tercer trimestre, estos medicamentos no causan malformaciones pero sí pueden causar otro tipo de problemas neuronales. Los estudios demuestran que cuando se administra la dosis y los medicamentos adecuados, la tasa de sobrevivencia, son similares a las que tendría una mujer no embarazada con el mismo tipo de tumor.

Con el tratamiento no parece haber riesgo de aborto espontáneo ni de prematuridad, sin embargo, se observa una tendencia hacia bebés con bajo peso al nacer.

Lactancia y quimioterapia

La concentración de los diferentes medicamentos en la leche materna varía mucho, sin embargo, no se puede ignorar los efectos que puede producir en el bebé por lo que se considera que la lactancia no es compatible con la quimioterapia.

Pronóstico

El pronóstico (perspectivas de recuperación) y la selección del tratamiento dependerán de la etapa en que se encuentre el cáncer (si está en una sola área o si se ha diseminado a todo el cuerpo), el tamaño de las áreas inflamadas, los resultados de los análisis de sangre, el tipo de síntomas que presentas, y tu edad y estado de salud en general.

El pronóstico (posibilidad de recuperación) y las opciones de tratamiento dependen de los siguientes aspectos:

  • Los síntomas de la persona afectada.
  • El estadio del cáncer.
  • El tipo de linfoma de Hodgkin.
  • Resultados de los análisis de sangre.
  • La edad y la salud general de la embarazada.
  • Si el cáncer es recidivante o está avanzando.
  • Los deseos de la embarazada.
  • La edad del feto.

El linfoma de Hodgkin en adultos puede generalmente curarse si se detecta y trata de manera temprana.

Últimas investigaciones

Descripción genética. Algunos investigadores están estudiando genes y proteínas específicas que se encuentran en el linfoma de Hodgkin. Estos genes y estas proteínas aportan más información sobre el comportamiento del linfoma de Hodgkin, lo que puede ser de ayuda para un mejor tratamiento con quimioterapia o inmunoterapia.

Otros tratamientos. También se encuentra en estudio el trasplante de células madre en combinación con distintos regímenes de quimioterapia e inmunoterapia para el linfoma de Hodgkin nuevo o recurrente. Se está analizando el trasplante alogénico, también llamado trasplante no mieloablativo o de intensidad reducida, o minialogénico en combinación con quimioterapia e inmunoterapia para el linfoma de Hodgkin nuevo o recurrente. También se encuentran en estudio varios tipos nuevos de medicamentos, llamados terapia dirigida, que actúan de manera diferente que la quimioterapia. Muchos de ellos se administran en comprimidos (píldoras).

Cuidados de apoyo. Se están realizando estudios clínicos para encontrar mejores métodos para reducir los síntomas y los efectos secundarios de los tratamientos actuales para el linfoma de Hodgkin, a fin de mejorar el bienestar y la calidad de vida de los pacientes.

Referencias:

Cáncer y embarazo, Complicaciones

Cáncer del útero o cáncer uterino

¿Qué es el cáncer?

El cuerpo está formado por trillones de células vivas que crecen, se dividen en nuevas células y mueren en una forma ordenada. Durante los primeros años de la vida, las células se dividen más rápidamente y, una vez que la persona llega a ser adulto, las células se dividen únicamente para reponer a las que van muriendo o para reparar algún daño.

El cáncer se inicia cuando las células en algún lugar del cuerpo empiezan a crecer sin control. Existen muchos tipos de cáncer, pero todos ellos empiezan por el crecimiento sin control de células anormales.

El crecimiento de las células cancerosas es diferente del de las células normales. En vez de morir, las células cancerosas continúan creciendo y formando nuevas células anormales. En la mayoría de los casos, estas células forman lo que se llama un “crecimiento o tumor”. Las células cancerosas pueden también invadir (crecer dentro de) otros tejidos; esto es algo que las células normales NO pueden hacer.

Las células se convierten en cancerosas debido al daño que se hace en su ADN. El ADN se encuentra en todas las células de nuestro cuerpo y dirige sus acciones. En una célula normal, cuando el ADN se daña, la célula misma repara el daño o muere. En las células cancerosas, el ADN dañado no se repara y la célula no muere como debería hacerlo, en cambio, esta célula sigue haciendo nuevas células –con el mismo ADN dañado- que el cuerpo no necesita.

Las personas pueden heredar el ADN dañado, pero es más probable que el daño en el ADN se produzca por errores que a veces suceden en el momento de la reproducción celular o por algo que se encuentra en nuestro medio ambiente. En algunos casos la causa del cambio en el ADN es algo obvio, como por ejemplo el tabaquismo, pero es muy probable que no se encuentre una causa clara.

¿Cómo se disemina el cáncer?: Las tres maneras en que el cáncer se disemina en el cuerpo son las siguientes:

  • A través de los tejidos. El cáncerinvade el tejido normal que lo rodea.
  • A través delsistema linfático. El cáncer invade el sistema linfático y circula por los vasos linfáticos hacia otros lugares del cuerpo.
  • A través de lasangre. El cáncer invade las venas y los capilares, y circula por la sangre hasta otros lugares del cuerpo.

Cuando las células cancerosas se separan del tumor primario (original) y circulan a través de la linfa o la sangre hasta otros lugares del cuerpo, se puede formar otro tumor (secundario). Este proceso se llama metástasis. El tumor secundario (metastásico) es el mismo tipo de cáncer que el tumor primario. Por ejemplo, si el cáncer de mama se disemina hasta los huesos, las células cancerosas de los huesos son en realidad células de cáncer de mama. La enfermedad es cáncer metastásico de mama, no es cáncer de hueso.

Los diferentes tipos de cáncer pueden comportarse en forma muy diferente. Crecen en tiempos diferentes y responden a diferentes tratamientos. Esta es la razón del por qué las personas con cáncer necesitan un tratamiento que esté dirigido a su tipo particular de cáncer.

¿Cuál es la diferencia entre un tumor canceroso y un tumor benigno?: No todos los tumores son cancerosos. A los tumores que no son cancerosos se les llama “benignos”. Los tumores benignos también pueden causar problemas; pueden crecer tanto que presionan órganos y tejidos. Sin embargo, NO pueden crecer dentro de (invadir) otros tejidos. Y tampoco pueden extenderse a otras partes del cuerpo (metástasis). Los tumores benignos casi nunca amenazan la vida.

Acerca del útero

El útero es un órgano en forma de pera ubicado en la pelvis de la mujer (debajo del estómago, entre los huesos de la cadera) entre la vejiga y el recto. También conocido como matriz, el útero es el lugar donde se desarrolla el bebé cuando una mujer está embarazada. Está integrado por tres partes, la pared muscular o miometrio, el endometrio (revestimiento y el cuello uterino (la abertura). En caso de no producirse la fecundación, el endometrio, la membrana que recubre el útero, se descama y da lugar a la menstruación.

Los ovarios producen los óvulos, que se desplazan a través de las trompas de Falopio.

Una vez que el óvulo abandona el ovario puede ser fertilizado y se implanta en las paredes del útero. La principal función del útero es alimentar al feto en desarrollo antes del nacimiento.

¿Qué es el cáncer de útero?

El cáncer de útero es una enfermedad en la cual las células del útero cambian y se multiplican sin control formando una masa de tejido que se llama “tumor”. Los tumores en el útero pueden ser malignos o benignos.

Un tumor maligno es aquél que puede diseminarse a otras partes del cuerpo. Un tumor benigno es aquél que no se disemina. El cáncer uterino es el más común del sistema reproductivo de la mujer.

utero

El cáncer del endometrio que complica el embarazo es sumamente raro y no se ha evaluado su comportamiento biológico.

Cuando el cáncer de útero se detecta en etapas tempranas, el tratamiento es más eficaz.

Mioma

Un mioma es un tumor benigno y no canceroso que crece en el tejido muscular del útero o miometrio en las mujeres. Sólo un 0,5% de los miomas se convierten en tumores malignos (sarcomas) en las mujeres. Se estima que aproximadamente una de cada cuatro a cinco mujeres de más de 35 años de edad padecen de Miomas.

¿Cuántos tipos de cáncer uterino hay?

El tipo más común de cáncer del útero se denomina cáncer endometrial (adenocarcinoma). Este tipo de cáncer puede presentarse cuando se forma en el revestimiento del útero.

Existen dos tipos principales de cáncer uterino:

Adenocarcinoma: constituye casi el 80% de los cánceres uterinos. Se desarrolla a partir de las células del tejido que reviste el útero llamado endometrio.

Un tipo común de adenocarcinoma endometrial es el llamado carcinoma endometrioide. Y otro, menos común, es el llamado cáncer endometrial seroso.

Sarcoma uterino: Este es un tipo de cáncer muy raro y se inicia en la pared muscular del útero.

¿Cuáles son los signos y los síntomas del cáncer de útero?

El síntoma más común del cáncer de útero es el sangrado anormal. Por ejemplo, sangrado después de la menopausia, periodos menstruales que duran más de siete días, sangrado entre periodos menstruales o cualquier otro sangrado que sea más abundante o dure más de lo normal.

Otros síntomas del cáncer de útero pueden incluir dolor o sensación de presión en la pelvis, dificultad para orinar y dolor durante la relación sexual.

Si presentas cualquiera de estos síntomas, habla inmediatamente con tu médico. Estos síntomas podrían ser ocasionados por alguna otra causa que no sea cáncer, pero la única manera de saberlo es si hablas con tu médico.

¿Cómo puedo prevenir el cáncer de útero?

La investigación ha demostrado que ciertos factores pueden reducir el riesgo de desarrollar cáncer uterino.

  • Tomar píldoras anticonceptivas, principalmente cuando es por un periodo largo.
  • Mantener un peso saludable.
  • Si eres diabética, mantener este padecimiento bajo control.
  • Tomar progesterona (la otra hormona femenina) si usted está tomando estrógeno para el reemplazo hormonal durante la menopausia.

Factores de riesgo

Un factor de riesgo es cualquier cosa que pueda incrementar la posibilidad de una persona de desarrollar cáncer, pero aunque influyen en el desarrollo del padecimiento, la mayoría de ellos no es causa directa del cáncer.

Los siguientes factores pueden incrementar el riesgo de una mujer para desarrollar cáncer uterino:

  • Edad: generalmente se presenta en mujeres de más de 50 años.
  • Obesidad: el tejido grasoso en la mujer obesa produce estrógenos adicionales, una hormona sexual que puede incrementar el riesgo de cáncer uterino.
  • Raza: las mujeres de raza blanca tienen más posibilidades de desarrollar el cáncer uterino.
  • Genética: el cáncer uterino se da en familias en donde al cáncer de colon es hereditario.
  • Otros problemas de salud: las mujeres pueden incrementar el riego cuando han tenido endometriosis o diabetes.
  • Otros cánceres: las mujeres que han tenido cáncer de mama, colon o de ovario, tienen un riesgo incrementado de desarrollar cáncer uterino.
  • Terapia radiactiva: las mujeres que han tenido terapia radioctiva como tratamiento para otros padecimientos en la zona de la pelvis.
  • Dieta: las mujeres que ingieren alimentos altos en grasas animales.
  • Estrógeno: una exposición prolongada al estrógeno y/o un desbalance en esta hormona.

Diagnóstico

No hay pruebas de detección para el cáncer endometrial en las mujeres que no presentan síntomas. Para muchas mujeres, la prueba de Papanicolaou puede estar integrada con un examen médico regular, sin embargo, esta prueba no siempre detecta el cáncer del útero. De hecho, los resultados de la prueba de Papanicolaou de la mayoría de las mujeres con cáncer endometrial son normales.

Existen varios métodos que se usan para detectar la presencia de cáncer endometrial:

  • Biopsia de endometrio: prueba en la que se extrae una pequeña cantidad de tejido y se examina en el microscopio. Esta prueba es generalmente la primera que se realiza para detectar células anormales.
  • Ecografía transvaginal: prueba que emplea ondas sonoras para examinar el grosor del endometrio y el tamaño del órgano.
  • Histeroscopía: procedimiento quirúrgico donde se usa un instrumento delgado que transmite una luz para ver dentro del útero o para cirugías.
  • Dilatación y raspado: procedimiento mediante el cual se abre el cuello uterino para raspar o aspirar levemente el interior del útero.

El cáncer endometrial puede diagnosticarse sólo mediante un examen del tejido del útero.

Durante el embarazo, el médico puede también solicitar estudios de imagen como ultrasonidos y resonancia magnética que no producen radiaciones que podrían dañar al bebé.

Estadio del cáncer

Si se ha encontrado cáncer, el médico patólogo estudia las muestras de tejido para determinar el grado o estadio del tumor.

Se determina también dónde está localizado el tumor o hacia dónde se ha diseminado y si está afectando otras partes del cuerpo. Los médicos utilizan varios estudios de laboratorio o de imagen para completar este estudio y, en algunas ocasiones es necesario también estudiar las muestras del tejido que se extrajeron durante la cirugía.

Saber el estadio del cáncer ayuda al médico a decidir cuál es el mejor tratamiento y puede ayudar a conocer el pronóstico y cuál es la posibilidad de recuperación que tiene la mujer afectada.

El estadio es un medio común para describir el cáncer y permite que los médicos puedan trabajar en equipo para planear el mejor tratamiento.

Sistema TNM

Una de las herramientas para describir el estadio es el sistema TNM que corresponde a la abreviación de “Tumor”(T) “Nódulo (N), y “Metástasis” (M). Los médicos buscan estos tres factores al determinar el estadio del cáncer:

  • El tamaño del primer tumor y dónde se localiza. (Tumor, T).
  • ¿Se ha diseminado a los nódulos o ganglios linfáticos? (Nódulo, N).
  • ¿El cáncer se ha diseminado a otras partes del cuerpo? (Metástasis, M).

Los resultados se combinan para obtener un resultado. Existen tres estadios: estadio 0 y estadios I a IV.

Sistema FIGO

Este es el sistema estándar que se utiliza por la mayoría de los médicos para determinar el estadio del cáncer uterino.

Tumor: utilizando el sistema TNM, la T y una letra o número (0 a 4), se usa para describir el tamaño y la localización del tumor. Algunos estadios de subdividen a su vez en grupos más pequeños que ayudan a describir con más detalle el tumor:

  • TX: el tumor primario no puede ser evaluado debido a una falta de información. Es necesario hacer más pruebas.
  • T0: (T y 0) No parece haber un tumor primario en el útero.
  • Tis: esta condición se denomina “cáncer in situ” que quiere decir que el cáncer se encuentra únicamente en la capa de células que cubren el útero y no se ha diseminado a los tejidos más profundos del útero.
  • T1/FIGO I: El tumor parece encontrarse nada más en el cuerpo del útero.
  • T1/FIGO IA: El tumor se encuentra nada más en el endometrio y se ha diseminado a menos de la mitad del miometrio (la capa media del útero)
  • T1b/FIGO IB: El tumor se ha diseminado a más de la mitad del miometrio.
  • T2/FIGO II: El tumor se ha diseminado al tejido conectivo del cuello uterino pero no se ha diseminado fuera del útero.
  • T3a/FIGO IIIA: El tumor involucra la capa de tejido que cubre la superficie exterior del útero y/o el tejido de las trompas de Falopio y ovarios.
  • T3b/FIGO IIIB: El tumor se ha diseminado a la vagina o a los tejidos cercanos al útero.
  • T4/FIGO IVA: el tumor se ha diseminado al tejido interior de la vejiga y/o a la mucosa del intestino.

Nodulo. La “N” en el sistema de estadio TNM, se refiere a los nódulos o ganglios linfáticos (Los ganglios linfáticos son estructuras pequeñas, en forma de frijol, que se encuentran por todo el cuerpo y cuya función es producir y almacenar células que combaten la infección.)

Los que quedan cerca del útero se denominan “ganglios regionales”, los que quedan más en la periferia se denominan “ganglios linfáticos distantes”.

  • NX: los ganglios regionales no pueden ser evaluados.
  • N0: no has diseminación a los ganglios regionales.
  • N1/FIGO IIICI: El cáncer se ha diseminado a los ganglios regionales de la pelvis.
  • N2/FIGO IIIC2: El cáncer ha llegado a los ganglios para-aórticos que se localizan en la mitad del abdomen superior y puede haber (o no), diseminación a los ganglios de la pelvis.

Metástasis distante: La “M” en el sistema TNM describe si el cáncer se ha diseminado a otras partes del cuerpo.

  • M0: El cáncer no se ha diseminado.
  • M1/FIGO IVB: Existe una diseminación distante incluyendo el abdomen y/o a los ganglios inguinales que se encuentran en las ingles.

Los de más alto grado crecen más rápidamente y tienen más posibilidades de diseminarse.

Agrupación por el estadio del cáncer

Los médicos asignan el estadio del cáncer de endometrio al combinar las clasificaciones T, N y M

Estadio 0 ó carcinoma in situ (carcinoma temprano): El cáncer de útero en etapa 0 es un cáncer temprano. El cáncer se encuentra únicamente en las capas superiores del endometrio y no se ha diseminado (Tis, N0, M0).

Estadio I: El cáncer se formó y se encuentra en útero, pero no se ha diseminado fuera de éste. Puede haber invadido el miometrio. (T1, N0, M0).

  • Estadio IA: El cáncer se encuentra únicamente en el endometrio o en menos de la mitad del miometrio. (T1a, N0, M0).
  • Estadio IB: El tumor se ha diseminado a la mitad o más del miometrio (T1b, N0, M0).

Estadio II: El cáncer ha invadido el cuello uterino pero no otras partes del cuerpo (T2, N=, M=).

Estadio III: El cáncer se ha diseminado a la vagina y los nódulos linfáticos pero se encuentra todavía en la región pélvica (T3, N0, M0).

  • Estadio IIIA: El cáncer se ha diseminado a la capa serosa del útero y/o al tejido de las trompas de Falopio pero no a otras partes del cuerpo (T3a, N0, M0).
  • Estadio IIIB: El tumor se ha diseminado a la vagina o a los tejidos cercanos al útero (T3b, N0, M0).
  • Estadio IIIC1: El cáncer se diseminó a los ganglios de la región pélvica (T1 a T3, N1, M0).
  • Estadio IIIC2: El cáncer se ha diseminado a los ganglios para aórticos, con o sin diseminación hacia los ganglios regionales (T1 a T3, N2, M0).

Etapa IVA: El cáncer se ha diseminado a la mucosa de la vejiga o del recto (T4, cualquier N, M0).

Etapa IVB: El cáncer se ha diseminado a los ganglios linfáticos de la ingle y/o a órganos distantes como los huesos o los pulmones (cualquier T, cualquier N, M1).

Grado

Los especialistas describen también este tipo de cáncer por el “grado” (G) el cual describe que cantidad de las células cancerosas se ven como células sanas cuando se observan en el microscopio.

El patólogo compara el tejido canceroso con el tejido sano el cual, generalmente, contiene muchos tipos de células diferentes que se agrupan. Cuando el tejido canceroso se ve como el tejido sano y contiene grupos de diferentes células, se denomina “cáncer diferenciado” o tumor de bajo grado.

Cuando el tejido canceroso se ve muy diferente del tejido sano, se denomina tumor pobremente diferenciado o “tumor de alto grado”.

El grado del cáncer puede ayudar a los médicos a predecir qué tan rápido se va a diseminar. En general, los de bajo grado tienen un mejor pronóstico.

La letra “G” se usa para definir el grado en un cáncer uterino.

  • GX: el cáncer no puede ser evaluado
  • G1: Las células están bien diferenciadas.
  • G2: Las células están moderadamente diferenciadas.
  • G3: Las células están muy pobremente diferenciadas.
  • G4: las células no están diferenciadas.

Cáncer uterino recurrente

Enfermedad recurrente significa que el cáncer ha vuelto a aparecer (recurrido) después de haber sido tratado. Puede volver a aparecer en otro lugar (recurrencia a distancia).

Aproximadamente el 70% del cáncer uterino recurrente se presenta en los primeros 3 años del tratamiento inicial. Algunos de los síntomas son similares a los que se experimentaron cuando el primer diagnóstico.

  • Dificultad o dolor para orinar.
  • Pérdida de peso.
  • Tos crónica
  • Dolor en la región pélvica, en el abdomen o en la parte posterior de las piernas.

Si existe una recurrencia, otros estudios de laboratorio ayudarán a determinar la extensión del padecimiento.

Tratamiento del cáncer uterino

Opciones de tratamiento por Estadio

Es probable que el médico te recomiende uno o una combinación de tipos de tratamiento y esto dependerá de una variedad de factores como, por ejemplo, el tipo del tumor, el estadio y otros problemas médicos que puedas tener.

Estadio I

  • Solamente cirugía
  • Cirugía con radiaciones o quimioterapia
  • Terapia hormonal con un medicamento del tipo de la progesterona. Este tratamiento es por vía oral o a través de un componente intra uterino que se utiliza en circunstancias especiales.
  • Cirugía, radiaciones y quimioterapia.

Estadio II

  • Cirugía con radiaciones o quimioterapia.
  • Cirugía, radiaciones y quimioterapia.

Estadio III

  • Cirugía con radiaciones o quimioterapia.
  • Cirugía, radiaciones y quimioterapia.

Estadio IV

  • Cirugía. Durante este procedimiento el cirujano oncólogo extirpa el útero, los ovarios y las trompas de Falopio.
  • Terapia hormonal.

Es importante que le preguntes a tu médico acerca de las diferentes opciones de tratamiento que existen para tu caso, incluyendo los protocolos.

El cáncer uterino asociado al embarazo

El cáncer endometrial asociado al embarazo es muy raro ya que este tipo de cáncer generalmente afecta a las mujeres que están en la sexta década de vida y que tienen una historia de otros padecimientos crónicos como diabetes, hipertensión, obesidad, etc.

El cáncer en útero durante el embarazo es atípico porque un tumor maligno antes de la concepción, seguramente crea un ambiente no favorable para la concepción e implantación del embrión.

El adenocarcinoma asociado con el embarazo es típicamente del endometrio y mínimamente invasivo. Sin embargo, sí puede ser causa de muerte.

Embarazo después de un tratamiento para cáncer uterino

Desafortunadamente, después de cualquier tratamiento de cáncer uterino, no puedes embarazarte. Esto puede ser difícil de aceptar y ocurre cuando te hicieron una histerectomía (te quitaron el útero) o te dieron radiaciones que detuvieron el funcionamiento de los ovarios.

Pero si tuviste un cáncer uterino diagnosticado en etapa muy temprana y quieres quedar embarazada después del tratamiento, es probable que te hagan una biopsia cónica (bajo anestesia el médico corta una sección en forma de cono del tejido de tu cuello uterino que incluye toda el área del cuello donde puede haber células anormales para que sean examinadas en el laboratorio).

Con este tratamiento el útero no se quita y se permite la posibilidad de un embarazo. Esto funciona únicamente cuando el cáncer es realmente temprano y puede extraerse completamente. Es probable que con estos tratamientos haya un riesgo incrementado de un parto prematuro, todo dependerá de la cantidad de tejido del cuello que sea necesario quitar.

Otra opción es la llamada traquelectomía (cirugía en la que el médico trata de quitar todo el cáncer pero de la apertura interna del cuello uterino el cual después se cierra con costura pero dejando una pequeña apertura para permitir el flujo de tu menstruación).

No todas las mujeres pueden tener este tipo de tratamiento. Solamente puede hacerse cuando el cáncer se ha detectado muy tempranamente –no más allá de un cáncer estadio I. La mayor parte del cuello se quita junto con la parte superior de la vagina. El útero y la apertura superior del cuello se dejan y se juntan a la vagina que quedará más corta.

Los bebés han nacido sanos pero existe el riesgo de parto prematuro después de esta operación. El parto tiene que ser por cesárea. Con este tipo de operación, la fertilidad no es tan buena como con la biopsia de cono, pero es mejor para curar el cáncer un poco mayor.

Dado que no es posible que el médico sepa si el cáncer se ha diseminado sino hasta el momento de la cirugía en el que se verifica el tejido en busca de células cancerosas. Si se encuentran en las capas más profundas, será necesario quitar más tejido del cérvix para curar el cáncer y entonces existe la posibilidad de te tengan que extraer el útero (histerectomía) combinada con quimioterapia y radiaciones.

Con el cáncer en estadio I, el riesgo de que se haya diseminado a los ganglios es muy bajo, pero si se llegara a detectar que cualquiera de los ganglios contiene células cancerosas, el especialista recomendará radioterapia.

Desafortunadamente, el tratamiento te volverá infértil y no podrás tener hijos después de la traquelectomía.

Tratamiento del cáncer uterino durante el embarazo

El tratamiento activo del cáncer es incompatible con la continuación del embarazo. Sin embargo es difícil que se presente un dilema en cuanto al balance del binomio madre-feto ya que, casi todos los casos reportados en la literatura médica, estaban asociados a abortos espontáneos o al periodo post parto.

El cáncer invasor de útero durante el embarazo se maneja de acuerdo con los protocolos que existen para la mujer que no está embarazada, sin embargo debe ser individualizado y, en lo posible, se debe respetar los deseos de la embarazada.

Si te han diagnosticado cáncer uterino invasivo cuando estás embarazada, lo que sucederá depende de:

  • Qué tipo de cáncer cervical tienes.
  • Qué tan grande es el tumor y cuál es su estadio.
  • Cuántas semanas tienes de embarazo
  • Qué es lo que tú y tu familia desean.

Para tomar una decisión, es necesario que tengas una información muy completa de tu equipo médico acerca de las opciones que puedes tener y cuáles son los beneficios y riesgos de cada una. Tu médico es parte de un equipo multidisciplinario que discutirá contigo la situación y juntos decidirán cuáles son las mejores opciones en tu caso. Este equipo de especialistas incluye:

  • Especialista en el tratamiento de los medicamentos para el cáncer o quimioterapia (oncólogo médico)
  • Especialista en tratamiento de medicamentos y radioterapia (oncólogo clínico).
  • Cirujano especializado en el sistema reproductivo femenino (obstetra)
  • Especialista en el estudio de tejidos (patólogo)

Cáncer en estadio temprano: la mayoría de las mujeres embarazadas    a las que se les ha diagnosticado cáncer uterino, están en estadio temprano. La investigación, hasta ahora, sugiere que estos cánceres crecen y se diseminan con la misma velocidad que sucede en mujeres con cáncer uterino que no están embarazadas.

Menos de 3 meses de embarazo: En términos generales en el primer trimestre del embarazo el médico se preocupará más por iniciar el tratamiento del cáncer que por el embarazo.

Si tienes menos de tres meses de embarazo, tu médico puede querer tratarte de inmediato ya que puede pensar que más de seis meses es un tiempo demasiado largo para dejarte sin tratamiento. Si decides tomar el tratamiento, entonces tendrás que terminar el embarazo.

Si decides continuar con el embarazo, tu médico retrasará el tratamiento hasta que tengas más de tres meses. El tratamiento del cáncer durante el embarazo es experimental y hay muy pocos casos reportados. Igualmente hay muy poca información acerca del resultado a largo plazo de mujeres tratadas durante el embarazo.

Es en el II trimestre cuando encuentra el mayor problema para la toma de decisiones. Cada caso debe ser resuelto individualmente y tanto tu ginecólogo como el cirujano oncólogo deben hablar claramente contigo acerca de los pros y contras que tendrías si inicias o retrasas el tratamiento y cuál es el plan que han diseñado para ti.

Generalmente el parto se efectúa por medio de cesárea para evitar las complicaciones que se podrían presentar si se hace por vía vaginal y se inicia el tratamiento de inmediato. El médico puede quitar el útero (histerectomía) al mismo tiempo. Es probable que necesites además tratamiento de quimioterapia y radiaciones.

Para tumores pequeños: Para algunos tumores pequeños, es posible el tratamiento con la biopsia de cono o traquelectomía. Son muy pocas las mujeres que han tenido traquelectomía durante el embarazo; existe el riesgo de sangrado y de pérdida del bebé poco después de la cirugía.

Para tumores grandes: Tu médico puede sugerir la quimioterapia para disminuir el tamaño del tumor hasta que el bebé nazca. La quimioterapia NO se puede administrar durante el primer trimestre ya que puede dañar el desarrollo del bebé o causar un aborto.

La investigación acerca de la administración de quimioterapia después del primer trimestre, no ha mostrado un riesgo incrementado de defectos al nacimiento comparado con la población en general. Pero aún es necesaria más investigación para entender lo que sucede al bebé a largo plazo.

Pronóstico

El pronóstico de esta enfermedad no es afectado por la gestación, en términos biológicos, el comportamiento evolutivo del cáncer es igual en mujeres gestantes y no gestantes.

Documento elaborado con la colaboración y supervisión del médico cirujano especialista en oncología Dr. Eduardo Maafs Molina.

 

Referencias

Cáncer y embarazo, Complicaciones

Cáncer de vejiga y embarazo

¿Qué es la vejiga y cuáles son sus funciones?

La vejiga es un órgano hueco, cuyas paredes musculares son flexibles, que está localizado en la pelvis y que almacena la orina. La vejiga de un adulto promedio tiene capacidad para guardar aproximadamente 2 tazas de orina.

La orina se produce en los dos riñones y se transporta hacia la vejiga mediante dos conductos llamados uréteres. La vejiga vacía la orina a través de otro conducto llamado uretra. En las mujeres, la uretra es un conducto muy corto que termina inmediatamente delante de la vagina.

Las paredes de la vejiga tienen varias capas.

  1. Hay una capa de células uroteliales (que también se conocen como células de transición), que cubre el interior de los riñones, los uréteres, la vejiga y la uretra.
  2. Por debajo de esta capa, hay una zona delgada de tejido conectivo que se conoce como “lámina propia”.
  3. La siguiente capa en profundidad es una amplia zona de tejido muscular llamada muscularis propia.
  4. Más allá de este músculo, otra zona de tejido graso conectivo separa la vejiga de los otros órganos adyacentes.

Estas capas son muy importantes para entender el cáncer de la vejiga.  El cáncer se inicia en la capa más interna (o de células transicionales) y al avanzar invade las otras capas haciendo más difícil el tratamiento.

¿Qué es el cáncer?

El cuerpo está formado por trillones de células vivas que crecen, se dividen en nuevas células y mueren en una forma ordenada. Durante los primeros años de la vida, las células se dividen más rápidamente y, una vez que la persona llega a ser adulto, las células se dividen únicamente para reponer a las que van muriendo o para reparar algún daño.

El cáncer se inicia cuando las células en algún lugar del cuerpo empiezan a crecer sin control. Existen muchos tipos de cáncer, pero todos ellos empiezan por el crecimiento sin control de células anormales.

El crecimiento de las células cancerosas es diferente del de las células normales. En vez de morir, las células cancerosas continúan creciendo y formando nuevas células anormales. En la mayoría de los casos, estas células forman lo que se llama un “crecimiento o tumor”. Las células cancerosas pueden también invadir (crecer dentro de) otros tejidos; esto es algo que las células normales NO pueden hacer.

Las células se convierten en cancerosas debido al daño que se hace en su AND. El ADN se encuentra en todas las células de nuestro cuerpo y dirige sus acciones. En una célula normal, cuando el ADN se daña, la célula misma repara el daño o muere. En las células cancerosas, el ADN dañado no se repara pero la célula no muere como debería hacerlo, en cambio, esta célula sigue haciendo nuevas células –con el mismo ADN dañado- que el cuerpo no necesita.

Las personas pueden heredar el ADN dañado, pero es más probable que el daño en el ADN se produzca por errores que a veces suceden en el momento de la reproducción celular o por algo que se encuentra en nuestro medio ambiente. En algunos casos la causa del cambio en el ADN es algo obvio, como por ejemplo el tabaquismo, pero es muy probable que no se encuentre una causa clara.

¿Cómo se disemina el cáncer?: Las tres maneras en que el cáncer se disemina en el cuerpo son las siguientes:

  • A través de los tejidos. El cáncerinvade el tejido normal que lo rodea.
  • A través delsistema linfático. El cáncer invade el sistema linfático y circula por los vasos linfáticos hacia otros lugares del cuerpo.
  • A través de lasangre. El cáncer invade las venas y los capilares, y circula por la sangre hasta otros lugares del cuerpo.

Cuando las células cancerosas se separan del tumor primario (original) y circulan a través de la linfa o la sangre hasta otros lugares del cuerpo, se puede formar otro tumor (secundario). Este proceso se llama metástasis. El tumor secundario (metastásico) es el mismo tipo de cáncer que el tumor primario. Por ejemplo, si el cáncer de mama se disemina hasta los huesos, las células cancerosas de los huesos son en realidad células de cáncer de mama. La enfermedad es cáncer metastásico de mama, no es cáncer de hueso.

Los diferentes tipos de cáncer pueden comportarse en forma muy diferente. Crecen en tiempos diferentes y responden a diferentes tratamientos. Esta es la razón del por qué las personas con cáncer necesitan un tratamiento que esté dirigido a su tipo particular de cáncer.

¿Cuál es la diferencia entre un tumor canceroso y un tumor benigno?: No todos los tumores son cancerosos. A los tumores que no son cancerosos se les llama “benignos”. Los tumores benignos también pueden causar problemas; pueden crecer tanto que presionan órganos y tejidos. Sin embargo, NO pueden crecer dentro de (invadir) otros tejidos. Y tampoco pueden extenderse a otras partes del cuerpo (metástasis). Los tumores benignos casi nunca amenazan la vida.

Tipos de cáncer de vejiga

Los tumores de la vejiga se agrupan en varios tipos según su apariencia bajo el microscopio. Los cuatro tipos principales de cáncer que afectan la vejiga son:

Carcinoma urotelial (o carcinoma de células de transición). Es el más frecuente y corresponde a más del 90% de los casos.

Las células uroteliales también cubren otras partes del tracto urinario, tal como el revestimiento de los riñones (que se conoce como pelvis renal), los uréteres y la uretra. Por lo tanto, los cánceres de células transicionales también pueden ocurrir en estos lugares. De hecho, los pacientes con cáncer de vejiga algunas veces tienen otros tumores en el revestimiento de los riñones, los uréteres o la uretra.

Cuando alguna persona tiene cáncer en alguna parte de su sistema urinario, es importante que se revise todo el sistema urinario para descartar la presencia de más tumores.

La descripción de los cánceres de vejiga generalmente se refiere también al grado de profundidad que han llegado en la pared de este órgano y se denominan como:

  • No invasivos cuando están en las paredes internas (epitelio transicional) y aún no han llegado a las capas más profundas.
  • Invasivo cuando crecen en la “lámina propia o aún más profundo en la capa muscular de la vejiga. Estos cánceres se difunden fácilmente y son difíciles de tratar.
  • Superficial o no invasivo: estos términos incluyen tanto los tumores invasivos como los no invasivos pero que no han llegado a la capa muscular de la vejiga.

Los cánceres de células transicionales pueden también dividirse en dos sub-grupos: papilar y plano (basándose en la forma en la que crecen).

  • Los carcinomas papilares crecen como en proyecciones parecidas a un dedo delgado, desde la superficie interior de la vejiga hacia el hueco. Los tumores papilares casi nunca se dirigen hacia las capas más profundas de la vejiga. Estos tumores se denominan también “tumores cancerosos papilares no invasivos” y tienden a tener un muy buen pronóstico.
  • Los carcinomas planos no crecen hacia la parte hueca de la vejiga. Cuando permanece en la capa de células internas, se denomina “carcinoma plano in situ”.

Si cualquiera de estos dos tipos de carcinoma crecen hacia las capas profundas de la vejiga, entonces se les llama “carcinoma invasivo de células transicionales (o uroteliales)”.

Otros tipos de carcinomas que inician en la vejiga

Existen otros tipos de carcinomas que pueden empezar en la vejiga pero que son mucho menos frecuentes que el cáncer de células transicionales:

Carcinoma de células escamosas: es un cáncer más raro. Al observar las células con un microscopio, se parecen mucho a las células planas que se encuentran en la superficie de la piel. Casi todos los carcinomas de células escamosas son invasivos.

Adenocarcinoma: es también un tipo de cáncer poco frecuente. Casi todos los adenocarcinomas de la vejiga son invasivos.

Carcinoma de Células  pequeñas: no es un cáncer frecuente. Se origina en células que parecen células nerviosas, llamadas células neuroendocrinas. A menudo estos cánceres crecen rápidamente y típicamente necesitan ser tratados con quimioterapia.

Sarcoma: se inicia en las capas musculares pero es muy raro.

Estos mismos tipos de cáncer también pueden crecer en la membrana que recubre los riñones (que se conoce como pelvis renal), así como en los uréteres y la uretra. Por esta razón, se recomienda una evaluación completa del sistema urinario de los pacientes diagnosticados con cáncer del riñón, vejiga, uréteres o uretra.

El tipo de cáncer influye en las recomendaciones para el tratamiento de las personas que padecen cáncer de vejiga.

Estadísticas

En casi la mitad de los casos, el diagnóstico de cáncer en la vejiga se da cuando todavía está confinado a las capas internas (cáncer no invasivo in situ). En un 35% de los casos, el cáncer invadió las capas más profundas de la vejiga pero todavía no se ha diseminado. En los casos restantes el cáncer ya se disemino a los tejidos que rodean la vejiga.

Causa y factores de riesgo

No se sabe exactamente cuáles son las causas de la mayoría de los cánceres de vejiga, sin embargo, algunos investigadores han descubierto algunos factores que se sabe que aumentan la posibilidad de que las células de la vejiga se transformen en células cancerosas.

Estos incluyen:

  • Edad: El cáncer de vejiga es más común en personas con edades comprendidas entre 50-70. Es dos veces más común en hombres que en mujeres y es muy poco frecuente en las personas menores de 40 años.
  • Tabaquismo: Es el factor de riesgo más importante, el tabaquismo es la causa de casi el 50% de los cánceres de vejiga tanto en hombres como en mujeres.
  • Historial médico de cáncer en la vejiga. Si has tenido cáncer de vejiga en el pasado, hay una mayor probabilidad de desarrollar otro cáncer en algún lugar del tracto urinario.
  • Repetidas infecciones de la vejiga. Si tienes repetidas infecciones de la vejiga, tu riesgo de desarrollar un tipo de cáncer de la vejiga llamado cáncer de células escamosas de la vejiga aumenta.
  • Piedras de la vejiga. Las Piedras de vejiga son los trozos de calcio en el sistema urinario. Una vez más, el riesgo es bajo.
  • Historia familiar. En algunas familias, el cáncer de vejiga está vinculado a un gen defectuoso, que puede ser transmitido.
  • La exposición a productos químicos, en particular en el caucho, el petróleo, el cuero y las industrias de tinte, probablemente es la causa de alrededor del 30% de los casos en los hombres.
  • Quimioterapia y radioterapia: El uso prolongado del medicamento de quimioterapia ciclofosfamida (Cytoxan) puede irritar la vejiga y aumentar el riesgo de cáncer de vejiga.
  • Poco consumo de líquido: El poco consumo de líquido pudiera aumentar el riesgo de cáncer de vejiga. Las personas que beben muchos líquidos todos los días presentan una tasa menor de cáncer de vejiga. Se cree que esto se debe a que vacían frecuentemente sus vejigas y al hacer esto, evitan que los químicos se queden en su cuerpo.

Síntomas

El síntoma más frecuente del cáncer de vejiga es la presencia de sangre en la orina o hematuria. En la mayoría de los casos, hematuria (presencia de sangre en orina) es el primer signo de advertencia de cáncer de vejiga.

La sangre en la orina se puede deber a varias causas:

  • Infección de la vejiga o del riñón
  • Presencia de “piedras” en la vejiga.
  • Cáncer en la vejiga

Pero siempre es un signo que debe conducirnos a una cita con el especialista para que se determine la causa del problema.

Algunas veces, hay suficiente sangre como para cambiar el color de la orina. Dependiendo de la cantidad de sangre, la orina puede ser de color rojo amarillento muy pálido, rosado, o con menos frecuencia, rojo oscuro. En otros casos, el color de la orina es normal, pero se detectan pequeñas cantidades de sangre en los análisis de orina que se realizan debido a otros síntomas o como parte de un examen médico general.

Puede que haya sangre en la orina un día y que no la haya el próximo día, y que la orina permanezca sin sangre por algunas semanas o meses. Si una persona tiene cáncer de vejiga, la sangre reaparece en el futuro. Usualmente, en las etapas tempranas del cáncer de la vejiga aparece sangrado pero poco o nada de dolor.

Cambios en los hábitos para orinar o síntomas de irritación: El cáncer de vejiga algunas veces puede ser causa de cambios en los hábitos para orinar como por ejemplo orinar más seguido de lo usual, dolor o ardor al orinar (nunca debe doler o arder cuando orinas) o sensación de que tienes que orinar de inmediato aún cuando la vejiga en realidad no está llena.

Estos síntomas pueden también ser causados por algún problema benigno como por ejemplo una infección, piedras en la vejiga, una vejiga hiperactiva o una próstata agrandada (en hombres).

Puede haber también dolor en la pelvis o en la cintura baja acompañado de constantes deseos de orinar. Es importante distinguir entre sangrado en la orina y sangrado vaginal.

Puede haber también pérdida de peso y del apetito. Seguramente tu ginecólogo te pedirá que acudas a la consulta de un urólogo o especialista en vías urinarias.

Síntomas de cáncer avanzado

Los cánceres de vejiga que han crecido mucho o que se han diseminado a otras partes del cuerpo pueden dar otros síntomas como:

  • Incapacidad para orinar
  • Dolor en la parte baja de la espalda en un lado.
  • Pérdida del apetito y peso
  • Hinchazón de los pies
  • Dolor de los huesos

Si hay alguna razón para sospechar que tienes cáncer de vejiga, el doctor te pedirá que te realices uno o varios estudios para determinar si realmente es cáncer o se trata de algún otro problema.

Diagnóstico

Si presentas algún signo o síntoma de cáncer en la vejiga, seguramente tu médico te hará, como primer paso, una historia clínica en donde anotará más información sobre tus síntomas y determinará si hay factores de riesgo para cáncer de vejiga y seguirá con un examen físico en el que podría examinar el recto y la vagina (en las mujeres) para ayudar a determinar el tamaño del tumor de la vejiga y para ver si se ha propagado y, de ser así, qué tanto se propagó.

Cuando el médico sabe que hay hematuria, seguramente iniciará una evaluación completa considerando la posibilidad de cáncer de vejiga entre los posibles diagnósticos. Aunque la cistitis (inflamación de la vejiga) es la principal causa de la hematuria durante el embarazo, cuando no hay respuesta al tratamiento, es necesario que investigue a fondo.

Te pedirá que te hagas algunos de estos estudios:

  • Urocultivo: para verificar si existen bacterias en la orina, sangre, proteínas, azúcar o alguna otra sustancia.
  • El doctor también puede pedir que se examine la orina en el microscopio para buscar células cancerosas. Este estudio se llama “citología urinaria”.
  • Análisis de orina para buscar marcadores de tumor. Estos nuevos estudios buscan sustancias en la orina que pueden indicar la presencia de cáncer de vejiga:
    • Urovysion: Esta prueba busca cambios en los cromosomas que se ven frecuentemente en las células cancerosas de la vejiga.
    • Prueba BTA: Esta prueba busca una sustancia llamada antígeno asociado al tumor de vejiga.
    • Inmunocyt: en esta prueba se observan las células de la orina buscando sustancias como el antígeno mucin o el carcinoembriónico (ACE) que se encuentran frecuentemente en las células cancerosas.
    • Chequeo de vejiga NMP22: esta prueba busca una proteína llamada NMP22 en la orina cuyos niveles se elevan en las personas con cáncer de vejiga.

Estas pruebas pueden detectar el cáncer de vejiga en etapas tempranas, pero también pueden perder de vista otros cánceres. En otros casos, los resultados de la prueba pueden ser anormales aun en personas que NO tienen cáncer. Hasta hoy, estas pruebas se realizan únicamente en personas que YA tienen síntomas de cáncer o en las personas que ya tuvieron cáncer y fueron operados para constatar que el cáncer no ha regresado.

  • Cistoscopía: este estudio se hace con el cistoscopio (un instrumento como telescopio con luz en la punta) que se introduce gentilmente por la uretra y entra a la vejiga para examinar la mucosa. Este estudio le permite al doctor hacer la biopsia para extraer el tejido que debe ser analizado por el patólogo en el laboratorio para determinar la presencia de cáncer y su estadio.
  • Ultrasonido: El ultrasonido (ultrasonografía) usa ondas sonoras para formar fotografías de los órganos internos. Puede ser útil para determinar el tamaño del cáncer de vejiga y si se ha propagado fuera de la vejiga hasta alcanzar órganos o tejidos adyacentes. También se puede usar para examinar los riñones.
  • Los otros estudios: el pielograma y la Tomografía Computarizada (TC) no pueden ser utilizados si estás embarazada por el riesgo que existe para el bebé.

Después de la confirmación del diagnóstico de cáncer y de acuerdo al resultado de la biopsia, es importante que el médico inicie la búsqueda de metástasis o diseminación del cáncer a otros lugares del cuerpo de la embarazada. Los carcinomas de vejiga se diseminan a través del torrente sanguíneo más comúnmente hacia los pulmones, el hígado y el esqueleto.

La resonancia magnética puede ser necesaria para ver si el cáncer se ha propagado.

En el momento del diagnóstico, aproximadamente el 85% de los cánceres de la vejiga están todavía limitados a la vejiga. El resto se ha propagado también a los ganglios linfáticos.

Estadios del cáncer de vejiga (TNM)

Para decidir cuál va a ser el tratamiento que se debe dar a cada persona, es necesario que el médico sepa cuál es el estadio del tumor (significa decidir la severidad del cáncer y colocarlo en una categoría fácilmente reconocible). Para el cáncer de la vejiga, se utilizan los siguientes estadios:

Estadio Ta: El tumor es superficial y está presente nada más a la mucosa puede tener el aspecto de pequeños hongos que crecen en la vejiga.

Estadio Tis: cuando hay un tumor o pólipo visible, se le llama también “carcinoma in situ”.

Estadio T1: cuando el cáncer ha invadido y se ha diseminado en la siguiente capa de tejido de la vejiga (lámina propia).

Estadio T2: son los tumores que han invadido la musculatura de la vejiga

Estadio T3: el cáncer pasó la capa muscular y llegó a la capa de grasa perivesical (que rodea a la vejiga).

Estadio T4: el cáncer ya se ha diseminado y ha invadido otros órganos de la pelvis. Puede haberse diseminado a uno o a más ganglios linfáticos o a otras partes del cuerpo.

Tratamiento del cáncer de vejiga

Cuando tu médico tenga los resultados de todos los estudios de laboratorio e imagen que te pidió, sabrá con certeza si el tumor es superficial o invasivo. Para lograr un óptimo, seguro y efectivo tratamiento durante el embarazo, será necesaria la colaboración de tu ginecólogo con otros especialistas médicos entre     los que podemos mencionar al urólogo y al cirujano oncólogo. El tratamiento y el seguimiento son completamente diferentes.

La categoría del tumor define el tratamiento:

Etapa temprana de cáncer: Cuando el cáncer se encuentra todavía en las primeras etapas (cuando el tumor se limita al revestimiento interior), puede ser fácilmente tratado. Esto sucede en alrededor de la mitad de todos los casos. La etapa temprana de cáncer puede ser eliminada usando un cistoscopio (un instrumento que se pasa en la uretra en la vejiga). Algunos tumores se pueden eliminar de una vez de esta manera.

Necesitarás tener cistoscopias regulares en el futuro para comprobar si hay nuevos tumores.

Cáncer invasivo: A veces el cáncer se descubre cuando se ha convertido en invasor. Esto significa que podría haberse propagado a la pared de la vejiga, en la parte inferior del abdomen o en general en todo el cuerpo. La cirugía, quimioterapia y / o la radioterapia puede ser necesaria para tratar este tipo de cáncer. El tipo de tratamiento que tengas dependerá de a dónde se ha propagado, del tiempo de embarazo en el que estás y de tu estado de salud general.

Es muy importante discutir los objetivos del tratamiento con tus médicos. Los tratamientos comunes incluyen:

Cirugía: Es la opción más común. Incluso si el médico elimina todo el cáncer visible durante la operación, es posible que se administre quimioterapia a algunas embarazadas (al término del primer trimestre del embarazo para evitar la posibilidad de malformaciones causadas por los medicamentos) después de la cirugía para eliminar toda célula cancerosa que pueda haber quedado.

Radioterapia: Existen dos tipos de radioterapia. La radioterapia externa y la interna. La forma en que se administre la radioterapia va a depender del tipo y el grado de avance del cáncer que está siendo tratado. Este tipo de terapia no se administra durante el embarazo.

Quimioterapia: La quimioterapia es un tratamiento del cáncer que utiliza medicamentos para interrumpir el crecimiento de células cancerosas, mediante la eliminación de estas o evitando su multiplicación. La forma de administración de la quimioterapia depende del tipo y estadio del cáncer tratado, del trimestre del embarazo y de tu opinión y preferencia.

Terapia biológica: La terapia biológica es el tratamiento que usa el sistema inmunitario del paciente para combatir el cáncer. Esta consiste de sustancias fabricadas por el cuerpo o en un laboratorio que se utilizan para reforzar, dirigir o restaurar las defensas naturales del cuerpo contra la enfermedad. Este tipo de terapia se denomina también bioterapia o inmunoterapia.

Complicaciones

 El cáncer de vejiga puede causar varias complicaciones y cada una de ellas necesita de atención médica: anemia, bloqueo de los uréteres, incontinencia urinaria.

 Pronóstico

 Si el cáncer sigue siendo superficial, suele cursar con un buen pronóstico, mientras que el cáncer invasivo de la vejiga es mucho más grave y requiere tratamiento agresivo.

 Cuando la enfermedad se encuentra ampliamente diseminada, las posibilidades de curación son muy bajas.

 Cáncer de vejiga durante el embarazo

El diagnóstico de cáncer de vejiga durante el embarazo es un evento raro del cual hay muy pocos casos reportados en la literatura médica. La mayoría de los casos fueron de carcinomas no invasivos y unos cuantos de tumores invasivos de la capa muscular de la vejiga.

El síntoma que aparecía casi siempre era la presencia de sangre en la orina (hematuria), sin embargo, también se reportó dificultad para orinar (disuria), urgencia para orinar y dolor abdominal.

La cistitis es la causa más común de sangre en la orina, por lo tanto, cuando la embarazada no responde al tratamiento, el ginecólogo pedirá una interconsulta con el urólogo para que se haga un estudio urológico completo para determinar la causa.

El método más común de diagnóstico es el ultrasonido pélvico, principalmente porque, en algunos casos, la hematuria fue confundida con sangrado vaginal, la cistoscopía con un cistoscopio flexible y bajo anestesia local y la citología de la orina.

Una vez confirmado el diagnóstico, el tratamiento puede ser con “resección transuretral del tumor de vejiga” para la cual se utiliza anestesia epidural o general y durante la cirugía se pasa un cistoscopio a través de la uretra hasta la vejiga y con otro instrumento se remueve el cáncer (para enviarlo a patología) y se cauterizan las células cancerosas restantes.

En la mayoría de los casos, esta cirugía ha sido exitosa durante el embarazo, sin embargo, las recurrencias después del embarazo han sido una complicación común.

Existen también reportes de tratamiento con aplicaciones intravesicales (dentro de la vejiga) de vacunas de BCG durante el segundo trimestre del embarazo con buenos resultados.

El pronóstico en los casos de cáncer no invasivo ha sido bueno. No así en los casos de cáncer invasivo los cuales necesitaron un tratamiento más radical.

En conclusión, es importante que el médico, ante la presencia de sangre en la orina, piense en primer lugar en la posibilidad de cáncer de vejiga y tome las medidas necesarias para descartar este diagnóstico.

Organizaciones y Sitios de apoyo

Aunque te puedes sentir totalmente sola en el diagnóstico, existen muchas organizaciones y sociedades que ayudan a los pacientes y a sus familias a reunirse con otras personas para compartir experiencias similares. Algunas de ellas incluso ofrecen información educativa y práctica.

Documento elaborado con la colaboración y supervisión del médico cirujano especialista en oncología Dr. Eduardo Maafs Molina.

Referencias

Cáncer y embarazo, Complicaciones

Cáncer de vagina

El cáncer de vagina es una enfermedad por la cual se forman células malignas (cancerosas) en los tejidos de la vagina.

¿Qué es el cáncer?

El cuerpo está formado por trillones de células vivas que crecen, se dividen en nuevas células y mueren en una forma ordenada. Durante los primeros años de la vida, las células se dividen más rápidamente y, una vez que la persona llega a ser adulto, las células se dividen únicamente para reponer a las que van muriendo o para reparar algún daño.

El cáncer se inicia cuando las células en algún lugar del cuerpo empiezan a crecer sin control. Existen muchos tipos de cáncer, pero todos ellos empiezan por el crecimiento sin control de células anormales.

El crecimiento de las células cancerosas es diferente del de las células normales. En vez de morir, las células cancerosas continúan creciendo y formando nuevas células anormales. En la mayoría de los casos, estas células forman lo que se llama un “crecimiento o tumor”. Las células cancerosas pueden también invadir (crecer dentro de) otros tejidos; esto es algo que las células normales NO pueden hacer.

Las células se convierten en cancerosas debido al daño que se hace en su AND. El ADN se encuentra en todas las células de nuestro cuerpo y dirige sus acciones. En una célula normal, cuando el ADN se daña, la célula misma repara el daño o muere. En las células cancerosas, el ADN dañado no se repara pero la célula no muere como debería hacerlo, en cambio, esta célula sigue haciendo nuevas células –con el mismo ADN dañado- que el cuerpo no necesita.

Las personas pueden heredar el ADN dañado, pero es más probable que el daño en el ADN se produzca por errores que a veces suceden en el momento de la reproducción celular o por algo que se encuentra en nuestro medio ambiente. En algunos casos la causa del cambio en el ADN es algo obvio, como por ejemplo el tabaquismo, pero es muy probable que no se encuentre una causa clara.

¿Cómo se disemina el cáncer?: Las tres maneras en que el cáncer se disemina en el cuerpo son las siguientes:

  • A través de los tejidos. El cáncerinvade el tejido normal que lo rodea.
  • A través delsistema linfático. El cáncer invade el sistema linfático y circula por los vasos linfáticos hacia otros lugares del cuerpo.
  • A través de lasangre. El cáncer invade las venas y los capilares, y circula por la sangre hasta otros lugares del cuerpo.

Cuando las células cancerosas se separan del tumor primario (original) y circulan a través de la linfa o la sangre hasta otros lugares del cuerpo, se puede formar otro tumor (secundario). Este proceso se llama metástasis. El tumor secundario (metastásico) es el mismo tipo de cáncer que el tumor primario. Por ejemplo, si el cáncer de mama se disemina hasta los huesos, las células cancerosas de los huesos son en realidad células de cáncer de mama. La enfermedad es cáncer metastásico de mama, no es cáncer de hueso.

Los diferentes tipos de cáncer pueden comportarse en forma muy diferente. Crecen en tiempos diferentes y responden a diferentes tratamientos. Esta es la razón del por qué las personas con cáncer necesitan un tratamiento que esté dirigido a su tipo particular de cáncer.

¿Cuál es la diferencia entre un tumor canceroso y un tumor benigno?: No todos los tumores son cancerosos. A los tumores que no son cancerosos se les llama “benignos”. Los tumores benignos también pueden causar problemas; pueden crecer tanto que presionan órganos y tejidos. Sin embargo, NO pueden crecer dentro de (invadir) otros tejidos. Y tampoco pueden extenderse a otras partes del cuerpo (metástasis). Los tumores benignos casi nunca amenazan la vida.

Cáncer de vagina

La vagina es el pasaje a través del cual salen los fluidos del cuerpo durante los períodos menstruales y a través del cual nacen los bebés. También se conoce como “canal de parto”. La vagina conecta el cuello uterino (la abertura de la matriz o útero) y la vulva (los pliegues formados por la piel alrededor de la abertura de la vagina).

CV-1

El cáncer de vagina es el cáncer ginecológico más raro ya que representa sólo el 1% de estos, pero la vagina puede ser lugar donde asienten metástasis de tumores con otro origen. Es muy raro verlo en la embarazada. El cáncer que inicia en la vagina (cáncer vaginal primario), es muy raro.

Tipos de cáncer vaginal

Existen varios tipos de cáncer vaginal:

Cáncer de células escamosas: Cerca de un 70 % de los cánceres vaginales son de células escamosas, las células planas y delgadas que revisten la vagina.

Son más comunes en el área superior de la vagina cerca del cuello uterino. Son cánceres que se desarrollan lentamente. Al principio, algunas de estas células normales, sufren cambios cancerosos que, más tarde, se convierten en células cancerosas. Este proceso puede tomar muchos años.

El término médico que se usa para nombrar esta condición pre-cancerosa es: neoplasia vaginal intraepitelial el cual significa que la condición precancerosa se encuentra únicamente en la capa superficial de la vagina (el epitelio).

Existen tres tipos: VAIN, VAIN1, VAIN2 Y VAIN3. Este último indica un progreso más hacia un cáncer verdadero.

VAIN es más común en las mujeres a las que les quitaron el útero (histerectomía) y en aquellas que fueron previamente tratadas de cáncer o pre cáncer cervical.

Anteriormente, se utilizaba más el término displasia en vez de VAIN.

Adenocarcinoma: El cáncer que se inicia en las células de las glándulas, se denomina adenocarcinoma. Cerca de un 15 % de los casos de cáncer vaginal son de este tipo.

El tipo más usual de adenocarcinoma vaginal se presenta en mujeres de más de 50 años. Pero el tipo denominado adenocarcinoma de célula clara ocurre con más frecuencia en mujeres jóvenes que fueron expuestas al medicamento dietilbestrol cuando aún estaban dentro del útero materno.

Melanoma: El melanoma se produce en las células de la piel que producen el pigmento que le da color. Estos cánceres se presentan con más frecuencia en las áreas del cuerpo que se han expuesto a los rayos solares, pero igualmente se pueden formar en la vagina o en otros órganos internos.

Cerca del 9% de los casos de cáncer de vagina son de este tipo.

El cáncer varía en tamaño, color y patrón de crecimiento.

Sarcoma: El sarcoma es un cáncer que se inicia en las células de los huesos, músculos o tejido conectivo. Cerca de un 4% de los casos de cáncer vaginal son sarcomas.

Este tipo de cáncer se forma en las células profundas de la vagina, no en la superficie. Existen varios tipos de sarcomas: Rabdomiosarcomas es el más común de los sarcomas vaginales, se presenta más en niñas y es raro en adultos. El leiomiosarcomas, por el contrario, se presenta en adultos y aparece en mujeres mayores de 50 años.

Otros cánceres: Los cánceres que se inician en la vagina son más raros que los cánceres que se inician en otros órganos 8como en el cuello del útero, en el recto o en la vejiga) y después se extienden a la vagina. Estos cánceres reciben el nombre del sitio donde se iniciaron.

Igualmente el cáncer que involucra al cuello uterino y a la vagina se considera como un cáncer cervical. Igualmente, el cáncer que afecta a la vulva y a la vagina, se considera un cáncer vulvar.

Factores de riesgo

Cualquier cosa que aumenta el riesgo de contraer una enfermedad se llama factor de riesgo. Por ejemplo, exponerte a una luz solar fuerte durante mucho tiempo es un factor de riesgo para tener cáncer de piel.

Existen diferentes factores de riesgo. Algunos, como la edad y la raza, no pueden cambiarse. Otros pueden relacionarse con el estilo de vida elegido por la persona como por ejemplo fumar, beber o tener una dieta no sana. Algunos factores representan más riesgo que otros. Tener un factor de riesgo, o incluso varios, no quiere decir que la persona tendrá la enfermedad pero, no tener ningún factor de riesgo, tampoco quiere decir que NO tendrás la enfermedad.

Los científicos han descubierto que existen ciertos factores de riesgo que hacen que una mujer tenga más posibilidad de desarrollar cáncer de vagina, pero muchas de las mujeres que tienen cáncer de vagina no tienen ningún factor de riesgo aparente.

Entre los factores de riesgo del cáncer de vagina se incluyen los siguientes:

Edad avanzada (60 años o más): el cáncer de células escamosas se presenta más bien en mujeres de más de 60 años. Sólo el 15% se presenta en mujeres menores de 40 años.

Infección por virus del papiloma humano (VPH): el Virus del Papiloma Humano (VPH) es un grupo de más de 150 tipos de virus relacionados. Se les llama así porque algunos de ellos son causa de un tipo de crecimiento de tejidos llamados “papilomas o verrugas” las cuales no son cancerosas.

Los diferentes tipos de virus pueden ser causa de diferentes verrugas en diferentes partes del cuerpo. Algunos de ellos son causa de los mesquinos en manos o pies, otros pueden ser causa de las verrugas en los labios o en la lengua.

Algunos tipos de VPH pueden infectar los genitales masculinos y femeninos o el área anal produciendo verrugas que pueden apenas distinguirse o bien pueden abarcar un gran espacio de tejido. El término médico es “condiloma acuminado”. Son dos los tipos de VPH que causan casi todas las verrugas genitales: el VPH 6 y el VPH 11.

Los otros tipos de VPH se han ligado al cáncer de cuello uterino y vulva en la mujer y cáncer de pene en el hombre. Se dice que estos tipos de VPH son de alto riesgo e incluye a: el VPH 16, el VPH 18, el VPH 31 y otros.

La infección por un VPH de alto riego puede no dar signos visibles sino hasta que se desarrolla el cáncer. El VPH se pasa de una persona a otra durante el contacto de piel a piel. Una forma es a través del contacto sexual que incluye el sexo vaginal, anal u oral.

Cerca de 9 de cada 10 cánceres vaginales están ligados a la infección por VPH.

Tener antecedentes de células anormales en el cuello del útero: Esto incrementa el riesgo de presentar cáncer vaginal de células escamosas.Algunos estudios sugieren que el tratamiento del cáncer cervical con radiaciones puede incrementar el cáncer de vagina. Esto no ha sido confirmado.

Tabaquismo: esto es un factor de riesgo que duplica la posibilidad de cáncer vaginal.

Alcoholismo: en un estudio realizado a mujeres alcohólicas se encontró más casos de cáncer de vagina de los que se esperaban.

VIH: la infección con el virus de inmunodeficiencia humana que es causa del SIDA, incrementa también el riesgo de cáncer de vagina.

Irritación vaginal crónica: en algunas mujeres, los ligamentos pélvicos se han debilitado y esto permite que el útero se “caiga” a la vagina o aún hasta más afuera. A este problema se le llama “prolapso uterino” y puede irritar la vagina en forma crónica. Algunos estudios sugieren que esta irritación puede ser causa de cáncer vaginal de células escamosas. Esto no ha sido conclusivo.

Exposición a “dietiestilbestrol” (DES) durante la vida fetal (un medicamento hormonal que se les administraba a las embarazadas en riesgo de abortar durante la década de los 50´s.

¿Cuál es entonces la causa del cáncer de vagina?

La causa exacta se desconoce pero los científicos han encontrado que se asocia a los factores de riesgo que mencionamos anteriormente. Los estudios actuales están dirigidos a conocer el por qué estos factores de riesgo hacen que las células vaginales se hagan cancerosas.

Síntomas

Con frecuencia, el cáncer de vagina no causa síntomas tempranos y se descubre casualmente cuando el médico te hace una prueba de Papanicolaou de rutina.

Pero si llegaran a presentarse síntomas, éstos podrían incluir:

  • Flujo vaginal o sangrado que no es normal para ti. El sangrado puede ser anormal por lo fuerte o por el momento en que se presenta (como por ejemplo cuando llega después de la menopausia), sangrado entre los periodos o cualquier otro sangrado que sea más largo o fuerte de lo que es normal en ti.
  • Un cambio en los hábitos para ir la baño como por ejemplo tener presencia de sangre en las heces fecales o en la orina; que vayas al baño más seguido de lo que acostumbrabas o, por el contrario estar estreñida.
  • Dolor en la pelvis, en el área debajo de tu estómago y entre los huesos de las caderas, especialmente cuando orinas o cuando tienes relaciones sexuales.

Cuando se presentan síntomas, estos pueden ser causados por el mismo cáncer de vagina o por otros problemas. Es importante que acudas de inmediato a tu ginecólogo si presentas cualquiera de estos problemas.

Diagnóstico

Para detectar (encontrar) y diagnosticar el cáncer de vagina, el ginecólogo utiliza varias pruebas que examinan la vagina y otros órganos de la pelvis.

Examen físico y antecedentes: empezará por hacerte un examen físico del cuerpo para verificar tu estado de salud general y te preguntará sobre tus hábitos de salud, enfermedades anteriores y tratamientos que te hayan administrado. Y después te hará un examen pélvico.

Examen pélvico: El médico introduce uno o dos dedos cubiertos con guantes lubricados en la vagina y coloca la otra mano sobre la parte baja del abdomen para palpar el tamaño, la forma y la posición del útero y los ovarios. Después, introduce un espejo vaginal en la vagina para observar con más detenimiento las paredes de la vagina y el cuello uterino, Al mismo tiempo te hará una prueba de Papanicolaou.

En esta exploración, es probable que examine también los otros órganos de la pelvis para determinar el lugar de origen del cáncer y los órganos a los que se pudo haber diseminado.

Si se encuentran células anormales en la prueba de Papanicolaou, el médico tendrá que hacer una biopsia de tejido de la vagina para ser observada en el microscopio y determinar el tipo y estadio de las células cancerosas.

Después de diagnosticarse el cáncer de vagina, es importante para el médico determinar si las células cancerosas se diseminaron dentro de la vagina o hasta otras partes del cuerpo.

El proceso usado para determinar si el cáncer se diseminó dentro de la vagina o hasta otras partes del cuerpo se llama estadificación”. La información obtenida en este proceso, determina el “estadio” de la enfermedad. Es importante saber en qué estadio se encuentra la enfermedad para que el médico pueda planear el tratamiento que se debe aplicar.

En el proceso de estadificación, tu médico podría pedirte cualquiera de los siguientes procedimientos:

  • Biopsia: se puede realizar una biopsia para determinar si el cáncer se diseminó hasta el cuello del útero. También se puede hacer una biopsia de la vulva para determinar si el cáncer se diseminó hasta ella.
  • Radiografía del tórax: radiografía de los órganos y los huesos dentro del tórax (protegiendo el abdomen con un mandil de plomo).
  • Cistoscopia: procedimiento para observar el interior de la vejiga y la uretra y verificar si hay áreas anormales.
  • Uretroscopía: procedimiento para observar el interior de los uréteres (conductos por los que baja la orina de los riñones a la vejiga) para verificar si hay áreas anormales.
  • Proctoscopia: procedimiento para observar el interior del recto para determinar si hay áreas anormales.
  • Exploración por TC (tomografía computarizada).
  • Resonancia Magnética.
  • Linfangiografía: procedimiento mediante el cual se toman radiografías del sistema linfático. Esta prueba ayuda a determinar si el cáncer se diseminó hasta los ganglios linfáticos.

Las siguientes etapas o estadios se emplean para la clasificación del cáncer de la vagina:

Etapa 0 ó carcinoma in situ (carcinoma temprano): El cáncer de la vagina en etapa 0 es un cáncer temprano. El cáncer se encuentra dentro de la vagina únicamente y sólo en unas cuantas capas celulares.

Etapa I: El cáncer se formo y se encuentra en la vagina, pero no se ha diseminado fuera de ésta.

Etapa II: El cáncer se ha diseminado a los tejidos externos que se encuentran en la parte inmediatamente afuera de la vagina, pero no ha llegado hasta la pared y huesos de la pelvis.

Etapa III: El cáncer se ha diseminado a los huesos de la pelvis. Las células cancerosas también se pueden haber diseminado a otros órganos y a los ganglios linfáticos de la pelvis. (Los ganglios linfáticos son estructuras pequeñas, en forma de frijol, que se encuentran por todo el cuerpo y cuya función es producir y almacenar células que combaten la infección.)

Etapa IVA: El cáncer se ha diseminado a la vejiga o al recto.

Etapa IVB: El cáncer se ha diseminado a otras partes del cuerpo, como los pulmones.

Recurrente: Enfermedad recurrente significa que el cáncer ha vuelto a aparecer (recurrido) después de haber sido tratado. Puede volver a aparecer en la vagina (recurrencia localizada) o en otro lugar (recurrencia a distancia).

La probabilidad de recuperación (pronóstico) y elección de tratamiento dependerán de la etapa en la que se encuentra el cáncer (si está solamente en la vagina o se ha diseminado a otros lugares) y el estado de salud general de la embarazada.

Tratamiento

Al terminar las pruebas de diagnóstico, tu equipo médico (tu ginecólogo, un ginecólogo- oncólogo, el radiólogo y el oncólogo médico especializado en la aplicación de quimioterapia y otros medicamentos para tratar el cáncer) te hará un plan de tratamiento que dependerá del tipo de cáncer y del estadio de la enfermedad cuando ha sido diagnosticada.

Pero también tendrán que tomar en cuenta otros factores como por ejemplo tu edad, tu estado de salud, si piensas embarazarte, etc. El cáncer de vagina puede afectar tu vida sexual y tu capacidad para tener hijos. Asegúrate de entender bien los riesgos y los efectos colaterales del tratamiento antes de hacer una decisión. Es probable incluso que necesites de una segunda opinión.

Algunos tratamientos se usan únicamente para el pre cáncer de vagina:

  • La cirugía con laser (vaporizaciones). Se usa una luz de alta energía para vaporizar el tejido pre canceroso. El médico tiene que estar seguro de que se hizo biopsia de la lesión principal y que el cáncer invasivo no está presente.
  • Los tratamientos tópicos. Se aplica el medicamento directamente en la lesión pre cancerosa.

 Para el cáncer invasivo existen tres tratamientos principales:

  1. Cirugía (extracción del cáncer y parte del tejido sano que lo rodea en una operación).
  2. Radioterapia (uso de dosis elevadas de rayos X u otros rayos de alta energía  para eliminar las células cancerosas y reducir tumores).
  3. Quimioterapia (uso de medicamentos para eliminar las células cancerosas).
  • La quimioterapia se puede tomar en forma oral, o puede ponerse en el cuerpo con una aguja en una vena o músculo. La quimioterapia se denomina un tratamiento sistémico ya que los medicamentos se introducen al torrente sanguíneo, viajan a través del cuerpo y pueden destruir las células cancerosas situadas fuera de la vagina.

El objetivo del tratamiento es quitar o destruir el cáncer para prevenir que se extienda, crezca o que se vuelva a presentar. Cuando el cáncer se ha extendido, el tratamiento es paliativo para evitar dolor o bloqueo de las vías urinarias o del tracto intestinal u otros síntomas.

Cáncer de vagina y embarazo: Si el cáncer se diagnostica en la primera mitad del embarazo, la aplicación inmediata del tratamiento dependerá de la opinión del cirujano y de las preferencias de la embarazada.

En la segunda mitad del embarazo el médico debe considerar la posibilidad de inducir el parto en el momento en el que se considere que el bebé ya es viable y han madurado sus pulmones para iniciar de inmediato el tratamiento.

Pronóstico

Depende del estadio del cáncer y del tipo de tumor.

Prevención

La mejor manera de prevenir el cáncer de vagina es evitar los factores de riesgo conocidos y descubrir y tratar cualquier pre-cáncer.

Evita la exposición al VPH: las infecciones suceden principalmente en las mujeres jóvenes.

La infección por VPH es muy común y, en la mayoría de los casos, el cuerpo puede luchar contra ella, pero cuando la infección persiste, se vuelve una situación crónica y, especialmente la causada por los tipos de VPH de alto riesgo, pueden ser causa de ciertos cánceres incluyendo el cáncer de vagina.

Retrasar el momento de inicio de las relaciones sexuales puede evitar el contagio y ayuda también a que limites el número de parejas sexuales y evite que tengas sexo con alguien que, a su vez, ha tenido múltiples parejas sexuales.

Una persona puede tener VPH sin haber tenido ningún síntoma, así que la falta de papilomas o verrugas no puede decir si tiene o no VPH pero sin embargo, si está infectado puede transmitir la enfermedad.

VPH y los hombres: los dos principales factores de riego de una infección por VPH en el hombre es la circuncisión y el número de parejas sexuales. Los hombres circuncidados tienen un riesgo menor de adquirir y permanecer infectado por VPH. No es clara cuál es la razón de esto pero tampoco es una garantía ya que también se ha visto VPH en hombres circuncidados.

Condones y VPH: Los condones proveen cierta protección contra el VPH cuando se utilizan correctamente, pero no protegen completamente porque no cubren todas las regiones de la piel infectadas por VPH como puede ser la piel del área genital.

Evita el tabaquismo: esta es otra forma de disminuir el riesgo de cáncer de vagina y de otros órganos.

Descubre y da tratamiento a las células pre-cancerosas. La mayoría de los cánceres de células escamosas inician como cambios pre-cancerosos en las células epiteliales a los que se les llama “neoplasias intraepiteliales o VAIN” las cuales pueden estar presentes durante muchos años antes de cambiar a un verdadero cáncer invasivo.

Aunque un frotis de Papanicolaou es una herramienta efectiva de revisión para cáncer cervical, no se puede confiar totalmente en ella para detectar cáncer vaginal. Sin embargo, si se realizan exámenes ginecológicos regulares, se podría reducir la mortalidad por cáncer vaginal ya que permiten al médico detectarlo a tiempo. Además, si informas a tu médico que has estado expuesta a DES en el útero, esto le permitirá obtener una supervisión más detallada.

Por otra parte, en la actualidad se ha desarrollado una vacuna para prevenir la infección por VPH, que puede prevenir tanto el cáncer vaginal y cervical relacionado con la infección por VPH. Habla con tu médico para conocer más sobre esta vacuna.

Documento elaborado con la colaboración y supervisión del médico cirujano especialista en oncología Dr. Eduardo Maafs Molina.

 Referencias:

Cáncer y embarazo, Complicaciones

Cáncer de tiroides en el embarazo

¿Qué es el cáncer?

El cuerpo está compuesto por millones de millones de células vivas. Las células normales del cuerpo crecen, se dividen formando nuevas células y mueren de manera ordenada. Durante los primeros años de vida de una persona, las células normales se dividen más rápidamente para facilitar el crecimiento. Una vez que se llega a la edad adulta, la mayoría de las células sólo se dividen para remplazar las células desgastadas o las que están muriendo y para reparar lesiones.

El cáncer se origina cuando las células en alguna parte del cuerpo comienzan a crecer de manera descontrolada. Existen muchos tipos de cáncer, pero todos comienzan debido al crecimiento sin control de células anormales.

En la mayoría de los casos, las células cancerosas forman un tumor. Las células cancerosas a menudo se trasladan a otras partes del organismo donde comienzan a crecer y a formar nuevos tumores que remplazan al tejido normal. A este proceso se le conoce como metástasis. Ocurre cuando las células cancerosas entran al torrente sanguíneo o a los vasos linfáticos de nuestro organismo.

Los diferentes tipos de cáncer se pueden comportar de manera muy distinta. Por esta razón, las personas con cáncer necesitan un tratamiento que sea específico para el tipo particular de cáncer que les afecta.

¿Qué es el cáncer de tiroides?

Es el crecimiento y proliferación anormal de las células del tiroides que forman un tumor o nódulo dentro de la glándula. Es el más común de los cánceres llamados “endócrinos”. Aunque la gran mayoría de los nódulos tiroideos son benignos (99%), o sea, no cancerosos, una pequeña proporción de estos nódulos sí contienen cáncer de tiroides. Es por esta posibilidad que la evaluación de un nódulo tiroideo está dirigida a descubrir un potencial cáncer de tiroides.

El cáncer de tiroides es uno de los pocos cánceres que ha incrementado su tasa de incidencia y puede presentarse en cualquier grupo de edad, desde la infancia hasta la edad mayor. El número es mayor en mujeres que en hombres.

Aunque el embarazo NO es la causa del cáncer de Tiroides, se ha visto que las mujeres tienen tres veces más tendencia que los hombres a padecer este tipo de cáncer y esto se incrementa con la edad.

Para poder entender el cáncer de tiroides, resulta útil conocer sobre la estructura normal y el funcionamiento de esta glándula.

¿Qué es el tiroides?

 La glándula tiroides es una glándula endócrina localizada debajo del cartílago tiroideo (la manzana de Adán), en la parte delantera del cuello. En la mayoría de las personas no se puede ver o palpar. Esta glándula, en forma de mariposa, tiene dos lóbulos, el lóbulo derecho y el lóbulo izquierdo, que están unidos por un istmo angosto.

Tiroides

La glándula Tiroides está encargada de “fabricar” dos hormonas principales llamadas T3 y T4, las cuales ayudan a regular el metabolismo de una persona.

Estas hormonas son también necesarias para el desarrollo normal de órganos como el corazón y el cerebro en los niños y para el funcionamiento normal de la reproducción humana.

La glándula tiroidea tiene dos tipos principales de células:

  • Las células foliculares usan yodo de la sangre para producir la hormona tiroidea, la cual ayuda a regular el metabolismo de una persona. Demasiada hormona tiroidea (una afección llamada hipertiroidismo) puede causar que una persona tenga palpitaciones aceleradas o irregulares, dificultad para dormir, intranquilidad, hambre, pérdida de peso y una sensación de calor. Por otra parte, muy poca hormona (hipotiroidismo) causa que una persona sea más lenta, se sienta cansada y gane peso.
    • La cantidad de hormona tiroidea segregada por la tiroides es regulada por la glándula pituitaria, en la base del cerebro, la cual produce una sustancia llamada hormona estimulante de tiroides (TSH, por sus siglas en inglés).
  • Las células C (también llamadas células parafoliculares) producen calcitonina, una hormona que ayuda a controlar cómo el cuerpo usa el calcio.

Otras células menos comunes en la glándula tiroidea incluyen las células del sistema inmunitario (linfocitos) y las células de apoyo (estromales).

Cada tipo de célula genera diferentes tipos de cáncer. Las diferencias son importantes porque afectan cuán grave es el cáncer y el tipo de tratamiento que se necesita.

En la glándula tiroides se pueden originar muchos tipos de crecimientos y tumores. La mayoría de estos son benignos (no cancerosos), pero otros son malignos (cancerosos), es decir, se pueden propagar a los tejidos cercanos y a otras partes del cuerpo.

El embarazo tiene un impacto profundo en la glándula Tiroides la cual aumenta casi un 10% en tamaño y casi un 50% en la producción de sus hormonas (T3 y T4) las cuales permanecen elevadas hasta el parto. Existe también una fuerte evidencia de que el nivel en sangre de la hormona estimulante del tiroides, la TSH, disminuye durante el embarazo.

En el embarazo, además, hay que tener en cuenta dos factores, el tiroides de la madre y el tiroides del niño. Cada cual tiene su propia personalidad y requiere sus propias atenciones.

Tiroides del bebé: Durante el embarazo el embrión primero y el feto después están muy protegidos. Tienen dos posibilidades de utilizar las hormonas tiroideas: las que él mismo fabrica y las de su madre que pasan la placenta.

Tiroides de la Madre: modificaciones inducidas por el embarazo: El embarazo es un impacto importante para tu tiroides que modifican, naturalmente, los niveles de hormonas tiroideas en tu sangre. El tiroides de la madre durante el embarazo lleva una carga adicional de trabajo.

En el embarazo el tiroides de la madre puede crecer un poco. Esto ocurre entre un 10 – 15 % de los casos. Posteriormente regresa a su tamaño normal.

Nódulos y agrandamientos tiroideos benignos

Los cambios en el tamaño y la forma de la tiroides a menudo se pueden palpar o incluso pueden ser descubiertos por ti misma o por tu médico.

El término médico para una glándula tiroides anormalmente agrandada es bocio. Algunos bocios son difusos, es decir que toda la glándula está agrandada. Otros bocios son nodulares, lo que significa que la glándula está agrandada y tiene uno o más nódulos (protuberancias).

Existen muchas razones por las que la glándula tiroides pudiera estar más grande de lo usual y, en la mayoría de los casos, esto no es cáncer. Los bocios difusos y nodulares usualmente son causados por un desequilibrio en ciertas hormonas. Por ejemplo, cuando no se obtiene suficiente yodo en la dieta pueden ocurrir cambios en los niveles hormonales y causar un bocio.

A las masas o protuberancias en la glándula tiroides se les llama nódulos tiroideos. La mayoría de los nódulos tiroideos son benignos, pero alrededor de uno de 20 es canceroso (lea la próxima sección). Algunas veces estos nódulos producen demasiada hormona tiroidea, lo que causa hipertiroidismo.

La mayoría de los nódulos son quistes llenos de líquido o de hormona tiroidea almacenada llamada coloide.

Los nódulos sólidos tienen poco líquido o coloide. Estos nódulos tienen más probabilidad de ser cancerosos que los nódulos llenos de líquido. Aun así, la mayoría de nódulos sólidos no son cáncer. Algunos tipos de nódulos sólidos, como los adenomas y los nódulos hiperplásicos, tienen demasiadas células, pero estas células no son cancerosas.

Tipos de cáncer de Tiroides

 Existen cuatro tipos:

  1. El más común es el cáncer papilar tiroideo. Es una de las formas más curables y tiene el 97% de éxito. Los carcinomas papilares suelen crecer muy lentamente, y por lo general se original en un solo lóbulo de la glándula tiroides.
  2. El cáncer folicular tiroideo también es muy común y también tiene un porcentaje de éxito en la curación bastante elevado. Éste es más común en los países donde las personas no reciben suficiente yodo en la alimentación. Por lo general, estos cánceres no se propagan a los ganglios linfáticos, aunque se pueden propagar a otras partes del cuerpo, tal como los pulmones o los huesos.
    • Probablemente, el pronóstico para el carcinoma folicular no es tan favorable como el del carcinoma papilar, aunque sigue siendo muy favorable en la mayoría de los casos.
  3. Los otros dos tipos son bastante raros e incluyen al cáncer medular tiroideo y al cáncer anaplástico tiroideo. Este cáncer a menudo se propaga rápidamente hacia el cuello y otras partes del cuerpo, y es muy difícil de tratar.
    • Estos dos tipos de cáncer tiroideo son más difíciles de curar.

Síntomas

La mayoría de los nódulos tiroideos no causan ningún síntoma. El médico generalmente los descubre durante el examen físico de rutina o es probable que tú misma notes un bulto en la parte anterior del cuello cuando te mires en el espejo o alguien de tu familia lo note. Cualquier nódulo o “bolita” en el cuello que no desaparece en dos semanas, debe ser evaluado por el médico.

Los síntomas varían dependiendo del tipo de cáncer tiroideo, pero pueden abarcar

  • Tos
  • Dificultad para deglutir
  • Agrandamiento de la glándula tiroides
  • Ronquera o cambios en la voz
  • Hinchazón en el cuello
  • Tumor (nódulo) tiroideo

Algunas personas con nódulos tiroideos se pueden quejar de dolor en el cuello, la mandíbula o el oído. Si el nódulo es suficientemente grande, puede causar dificultad para tragar, “un cosquilleo en la garganta”, o dificultad respiratoria si ejerce presión en el tubo respiratorio. Raras veces, se puede producir ronquera si el nódulo irrita el nervio que va a la laringe.

Dado que el cáncer de tiroides tiene un patrón de crecimiento muy lento, cuando existen estos síntomas es importante que se lo reportes al médico quien seguramente te hará los estudios necesarios para establecer el diagnóstico.

Causa

No se sabe cuál es la causa de los nódulos tiroideos no cancerosos. A veces, la falta de yodo en la dieta puede hacer que la glándula tiroides produzca nódulos. Algunos nódulos autónomos tienen un defecto genético que los hace crecer.

No hay evidencia científica de que el embarazo empeore el pronóstico del cáncer de tiroides que se diagnostica durante el embarazo o de que los embarazos subsecuentes van a incrementar el riesgo de que el cáncer recurra. Tampoco hay evidencia de que el cáncer de tiroides complique el embarazo.

Factores de riesgo

Los factores de riesgo asociados al cáncer de tiroides incluyen una historia familiar con algún pariente cercano con este tipo de cáncer, el género (las mujeres tienen una mayor incidencia de cáncer de tiroides), la edad (la mayoría de los casos ocurren en personas mayores de 40 años aunque este padecimiento puede afectar a cualquier grupo de edad, desde la infancia hasta la edad madura) y previa exposición de la glándula tiroidea a la radiación.

La exposición puede ocurrir a raíz de:

  • Radioterapia en el cuello (especialmente en la niñez)
  • Exposición a la radiación por desastres en plantas nucleares

Otros factores de riesgo son antecedentes familiares de cáncer tiroideo y de bocio crónico.

Clasificación por estadios del cáncer de Tiroides

La clasificación por etapas (estadios) o estadificación es el proceso de determinar si el cáncer se ha propagado y, de ser así, hasta dónde. La etapa de un cáncer es uno de los factores más importante para seleccionar las opciones de tratamiento y para predecir su probabilidad de cura.

La clasificación por etapas se basa en los resultados del examen físico, la biopsia y los estudios por imágenes (ecografía, gammagrafía con yodo radioactivo, CT, MRI, radiografía del tórax, y/o PET).

El sistema más comúnmente usado para describir las etapas del cáncer de tiroides es el sistema TNM delAmerican Joint Committee on Cancer (AJCC)

El sistema TNM se basa en tres piezas clave de información:

  • La letra T indica el tamaño del tumor primario y si éste ha crecido hacia el interior de las áreas cercanas.
  • La N describe la extensión de la propagación a los ganglios o nódulos linfáticos adyacentes (regionales). Los ganglios linfáticos son grupos de células del sistema inmunológico, tienen la forma de un frijol, y es el lugar donde a menudo se propagan primero los cánceres.
    • Las células de los cánceres de tiroides pueden pasar a los ganglios linfáticos en las áreas del cuello y tórax.
  • La M indica si el cáncer se ha propagado (ha producido metástasis) a otros órganos del cuerpo. (El cáncer de tiroides se propaga con más frecuencia a los pulmones, el hígado y los huesos).

 Los números o las letras que aparecen después de la T, N y M proveen más detalles acerca de cada uno de estos factores. Los números del 0 a 4 indican la gravedad en forma creciente. La letra X corresponde a una categoría que no puede ser evaluada porque la información no está disponible

Diagnóstico

El cáncer de tiroides no está asociado a ningún síntoma en las primeras etapas, pero conforme avanza la enfermedad, se pueden presentar síntomas como ronquera, tos, dificultad para tragar, inflamación del cuello y la formación de bolitas o nódulos que son descubiertas por la misma persona al tocarse esa zona del cuello.

Los nódulos generalmente se descubren durante el examen del cuello que hace el médico por otra razón, como por ejemplo durante el examen físico de rutina o cuando estás enferma con un catarro o gripe. La conversación entre el ginecólogo y la embarazada, la observación y la exploración clínica, permiten el diagnóstico de las alteraciones tiroideas, tanto funcionales como morfológicas.

Tu médico palpará el cuello en la zona donde se encuentra esta glándula para ver si toda la glándula está aumentada de tamaño, si existe un solo nódulo, o si tienes muchos bultos o nódulos en esta glándula.

ce07

Una vez que se descubre el nódulo, tu médico tratará de determinar si es el único problema que tienes en el tiroides o si ha sido afectada toda la glándula. Los exámenes de laboratorio iniciales pueden incluir pruebas de sangre para medir los niveles de hormona tiroidea (tiroxina o T4) y hormona estimulante de la tiroides (TSH) en la sangre para saber si tu glándula tiroides está funcionando normalmente. La mayoría de las personas afectadas con nódulos tiroideos suelen tener pruebas de función tiroidea normales.

Rara vez es posible determinar, solo con el examen físico y los exámenes de sangre, si un nódulo es canceroso y por eso la evaluación de un nódulo de tiroides con frecuencia requiere de pruebas especializadas como una punción de tiroides con aguja fina, y otros estudios especializados de imagen.

  • Punción de la tiroides con aguja fina: Una punción con aguja fina de un nódulo tiroideo puede sonar atemorizante, pero la aguja que se utiliza es muy pequeña y se puede utilizar anestesia local. Este procedimiento sencillo se puede realizar en el consultorio del doctor. Con la aguja fina el médico extrae células del nódulo que serán luego examinadas en el microscopio. El resultado puede ser reportado como benigno, sospechoso, maligno, o inadecuado. Cualquier embarazada que tenga un nódulo de más de 1 cm. deberá ser evaluada con este procedimiento.
    • Esta es la herramienta más importante para el diagnóstico de un nódulo tiroideo que se ha descubierto durante el embarazo y se les hace a todas las gestantes que están antes de la semana 20 del embarazo. Es segura, no muy costosa y ayuda a distinguir a la embarazada que se puede mantener en observación de la que necesita cirugía inmediata.
  • Centellograma tiroideo: El centellograma tiroideo utiliza una pequeña cantidad de una sustancia radiactiva, generalmente yodo radiactivo, para obtener una imagen de la glándula tiroides. No se debe utilizar este método durante el embarazo.
  • Ultrasonido o Ecografía de la tiroides: Esta prueba de alta sensibilidad puede determinar si un nódulo es sólido o quístico (de contenido líquido), y puede determinar el tamaño exacto del nódulo. Ciertas características ecográficas de los nódulos son más frecuentes en los nódulos cancerosos que en los no cancerosos.
    • Este estudio puede ayudar al médico para llevar a cabo la biopsia con aguja fina, especialmente si el nódulo es pequeño o difícil de palpar.
  • Tiroglobulina: La tiroglobulina es una proteína producida por la glándula tiroides. La medida del nivel de esta proteína en la sangre no se puede utilizar para diagnosticar cáncer de tiroides, aunque puede ser útil después del tratamiento. Una manera común de tratar el cáncer de tiroides es mediante la extirpación quirúrgica de la mayor parte de la tiroides y luego usar yodo radioactivo para destruir cualquier célula de tiroides remanente. Estos tratamientos deben causar un nivel muy bajo de tiroglobulina en la sangre dentro de varias semanas.
    • Si el nivel no es bajo, esto podría significar que aún existen células del cáncer de tiroides en el cuerpo. Un nuevo aumento en el nivel después de haber estado bajo, es un signo de que el cáncer podría estar regresando.

Tratamiento

El tratamiento que se dará a un nódulo tiroideo descubierto en una mujer embarazada, es similar al que se da a las no embarazadas excepto por el hecho de que las radiaciones con yodo radioactivo están contraindicadas.

El equipo médico, que incluye a un grupo de médicos especialistas: ginecólogo, oncólogo, endocrinólogo, anestesiólogo, etc., elaborará un plan específico para tu caso tomando en cuenta una serie de factores incluyendo el tipo de cáncer, el tamaño y la localización del tumor, el estadio del cáncer, los efectos colaterales del tratamiento, la etapa del embarazo, tu edad, tu salud y voluntad.

Las decisiones que tome el equipo médico estarán hechas para dar a la madre la mayor posibilidad para recuperarse del cáncer y al mismo tiempo minimizar los riesgos para el bebé evitando aquellas intervenciones que puedan afectarlos.

Cirugía: Todos los nódulos tiroideos que se descubre que contienen cáncer o los que se sospecha que puedan ser cancerosos, deben ser eliminados quirúrgicamente por un cirujano con experiencia, siempre trabajando en equipo con tu ginecólogo y el anestesiólogo para vigilar el bienestar de tu bebé.

Cuando los nódulos se descubren durante el primer trimestre, es probable que tu médico elija realizar la cirugía hasta el segundo trimestre. El cáncer de tiroides avanza, por lo general, muy lentamente y eso le da la oportunidad de esperar -a veces- hasta el momento del parto.

Esto es principalmente porque, como complemento de la terapia, después de la cirugía se administrarán dosis de yodo radioactivo –el cual puede dañar al feto- para asegurarse de que se acaba con todas las células cancerosas que puedan haber quedado.

 Si el cáncer es agresivo y se disemina rápidamente, la cirugía tendrá que llevarse a cabo en cualquier etapa del embarazo.

 Medicamentos: Una mujer embarazada que a quien se le diagnostica cáncer de tiroides y que está esperando el parto para que le hagan la cirugía, puede recibir tratamiento con hormona tiroidea. El objetivo es hacer que la glándula no trabaje y esto ayude a que el nódulo se disminuya de tamaño (se llama tratamiento supresivo). O bien puede mantenerse una vigilancia cuidadosa hasta que se pueda hacer la cirugía.

 Aunque estés en tratamiento supresivo con hormona tiroidea o no, puede ser necesario repetir la biopsia si el nódulo crece. También, aún cuando la biopsia sea benigna, si el nódulo crece, es probable que tu médico te recomiende la cirugía.

 Aunque no se ha demostrado que la hormona tiroidea dañe el desarrollo del bebé, la mayoría de los médicos prefieren esperar hasta después del embarazo para empezar a administrarlo.

 Tratamiento con yodo radioactivo: Si el tratamiento con yodo radioactivo es indispensable o conveniente y dado que no se puede administrar durante el embarazo, probablemente después del parto, tu médico iniciará este tratamiento.

Los embarazos subsecuentes después de la administración de yodo radioactivo parecen ser seguros. No se han reportado casos de muerte en útero, malformaciones, muertes tempranas o malignidades en los hijos. Se recomienda de uno a dos años de espera para volver a embarazarse después del tratamiento con yodo radioactivo para asegurarse de que la función del tiroides es estable y que el cáncer está en remisión.

Lactancia: El yodo radioactivo no debe darse a mujeres que están amamantando.

Cómo afrontar el embarazo y el cáncer

Es difícil sobrellevar el diagnóstico de cáncer durante el embarazo. Por este motivo, los expertos recomiendan compartir los sentimientos con alguna persona de confianza, como un familiar, amigo o consejero. Muchos centros contra el cáncer tienen especialistas que pueden ayudar.

Antes de decidir, tú y los médicos deben determinar el mejor tratamiento y los posibles riesgos para el feto. La decisión de someterse a una prueba o tratamiento depende finalmente de tu decisión. No obstante, antes de tomarla debes estar perfectamente informada de las opciones, beneficios y riesgos.

Dependiendo del estado del cáncer y del trimestre de embarazo, es posible que el médico decida esperar al nacimiento o inducir el parto antes de fecha, antes de comenzar con el tratamiento.

Prevención

No se conoce ninguna forma de prevención. Conocer el factor de riesgo (como la radioterapia previa en el cuello) puede permitir el diagnóstico y el tratamiento más temprano.

Algunas veces, a las personas con fuertes antecedentes familiares y mutaciones genéticas relacionadas con el cáncer tiroideo les extirparán la glándula tiroides para propósitos preventivos.

Pronóstico

La calidad de vida de los individuos afectados con cáncer de tiroides está basada en la severidad del cáncer y la respuesta de las células cancerígenas y el organismo al tratamiento.

Mientras que el pronóstico para la mayoría de los pacientes con cáncer de tiroides es muy bueno, la tasa de recurrencia puede llegar al 30% presentándose el cáncer décadas después del diagnóstico inicial.

Es por esto que es importante que, durante toda tu vida, te hagas una revisión anual para detectar si el cáncer resurge. Esta revisión puede incluir una revisión de la historia médica junto con algunos exámenes de sangre apropiados para el tipo de cáncer y tratamiento, un examen físico y algunos estudios de imagen como ultrasonido, rayos X de tórax, tomografía computarizada, resonancia magnética y otras.

¿El embarazo afecta el pronóstico del cáncer de Tiroides? La mayoría de los estudios realizados indica que el pronóstico no empeora. La cirugía puede posponerse hasta después del parto sin aimpactar la recurrencia o mortalidad.

Se desconoce el impacto en mujeres embarazadas con cáncer de Tiroides anaplásico o medular. (fuente: thyca.org)

Documento elaborado con la colaboración y supervisión del médico cirujano especialista en oncología Dr. Eduardo Maafs Molina.

Referencias