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Infecciones vaginales en el embarazo: VAGINOSIS BACTERIANA

INFECCIONES VAGINALES EN EL EMBARAZO: VAGINOSIS BACTERIANA

La Vaginosis Bacteriana (VB) es una infección vaginal causada por bacterias. En forma natural, la vagina tiene “Bacterias buenas” llamadas lactobacilos y “bacterias malas” llamadas anaeróbicas.

Normalmente existe un balance cuidadoso entre los lactobacilos y las bacterias anaeróbicas, sin embargo, cuando se interrumpe este balance, las bacterias anaeróbicas pueden incrementar su número y causar la VB.

Es la infección vaginal más común entre las mujeres de 15 a 45 años y es también muy común en las mujeres embarazadas.

La VB es, típicamente, una infección leve que puede ser fácilmente tratable con medicamentos. Sin embargo, cuando no se trata, la infección puede incrementar tu riesgo de adquirir alguna infección de transmisión sexual (ITS) y de causar complicaciones en el embarazo.

Un número importante de investigadores considera a la vaginosis bacteriana (VB) como un complejo desequilibrio microbiano, no como una infección.

¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS DE LA VB?

Esta infección no siempre presenta síntomas, por eso, muchas personas no saben que la tienen. A veces, los síntomas van y vienen o son tan leves que no se perciben. Aproximadamente la mitad de las mujeres afectadas no presentan ningún síntoma.

Cuando se presentan los síntomas puedes tener un flujo vaginal delgado y abundante con un fuerte olor a pescado. El flujo puede ser de color blanco, gris apagado, o verdoso. En algunos casos es incluso espumoso.

El olor a pescado es el resultado de los químicos que se producen por la bacteria causante de la VB.

La menstruación y las relaciones sexuales generalmente empeoran el mal olor. suele ser más notorio después de las relaciones sexuales porque la sangre y el semen reaccionan químicamente con la bacteria desprendiendo olores.

Puede ser que al orinar, sientas picazón o ardor alrededor del exterior de la vagina  aunque muchas personas no sienten ninguna incomodidad.

CAUSAS DE LA VAGINOSIS BACTERIANA

La VB es el resultado del crecimiento excesivo de ciertas bacterias en la vagina. Como en otras partes del cuerpo, incluyendo la boca y los intestinos, existen diferentes bacterias que habitan en la vagina. Muchas de estas bacterias protegen el cuerpo de otras bacterias que pueden producir enfermedades.

En la vagina, los Lactobacilos son las bacteria natural que sirve para luchar contra la bacteria infecciosa que se conoce como anaeróbica.

Normalmente, existe un balance natural entre los lactobacilos y los anaeróbicos. Los lactobacilos son, generalmente, una mayoría y controlan el crecimiento de los anaeróbicos.

Sin embargo, si el número de los lactobacilos se reduce, los anaeróbicos tienen oportunidad de crecer y es entonces cuando se presenta la infección vaginal por bacterias (VB).

FACTORES DE RIESGO

Los médicos no saben exactamente cuál es el factor desencadenante que produce el desbalance en las bacterias vaginales. Sin embargo, se sabe que existen ciertos factores que pueden incrementar el riesgo de desarrollar esta infección. Entre estos se incluye:

  • actividad sexual frecuente sin protección.
  • Múltiples compañeros sexuales.
  • Sexo oral frecuente.
  • Empleo de duchas y espermicidas.
  • Uso de antibió
  • Tratamientos hormonales.
  • Algunos anticonceptivos.

¿CÓMO SE HACE EL DIAGNÓSTICO DE LA VB?

Para hacer el diagnóstico, tu médico te preguntará acerca de tu historia médica y después te hará un examen pélvico buscando signos de infección y tomará una muestra del flujo para que pueda ser analizado en el laboratorio bajo el microscopio.

  • Verifica la acidez del flujo.
  • Detecta los olores químicos que desprenden las bacterias causantes de la VB.
  • Observa las características de las “células clave” (células que se encuentran en la vagina y están cubiertas por bacterias).
  • Cada paso del examen pélvico, permite identificar las diferentes características de las bacterias de VB.

Cuando se hace correctamente esta revisión tiene una precisión del 90%.

Además, el estudio del Papanicolaou también puede diagnosticar la VB y considerarse un diagnóstico preciso.

Una vez diagnosticada la paciente, puede ser tratada adecuadamente y su curación será del 80 al 90%

¿CUÁL ES EL TRATAMIENTO DE LA VAGINOSIS BACTERIANA?

La vaginosis bacterial se trata, generalmente, con antibióticos. Estos pueden venir en píldoras que tragas o en cremas o supositorios que se insertan en la vagina. Sin importar el tipo que te haya recomendado tu médico, es importante NO automedicarte y seguir sus recomendaciones hasta el fin del tratamiento.

Los medicamentos generalmente son efectivos aunque algunos de ellos pueden tener efectos colaterales como náuseas, vómitos o dolor de cabeza cuando se toman con alcohol.

Una vez que inicias el tratamiento, la infección desaparecen los primeros tres días. Sin embargo, es importante continuar con los medicamentos hasta que el médico te lo haya prescrito. NUNCA suspendas el tratamiento, esto te ayudará a prevenir que regrese la infección.

Los antibióticos acaban con las bacterias que causan la VB, pero las bacterias buenas no regresan inmediatamente para detener a las malas.

Avisa a tu medico si la infección regresa. Es probable que sea necesario que el tratamiento se alargue por algún tiempo cuando los síntomas persisten.

A diferencia de otras infecciones vaginales, no es necesario que tu pareja reciba tratamiento.

¿CÓMO PUEDE AFECTAR EL EMBARAZO LA VAGINOSIS BACTERIANA?

Las complicaciones y los riesgos para la salud si la infección por VB no es tratada puede llegar a las siguientes situaciones:

Complicaciones durante el embarazo:

Aumenta dramáticamente el riesgo de un parto prematuro, una complicación frecuente causa de la muerte del bebé.

La VB que se extiende del útero al liquido amniótico, combinado con la inflamación local del cuello uterino, son dos de las razones que potencialmente pueden causar parto prematuro.

En vista de esta evidencia el American College of Obstetricians and Gynecologists recomiendan hacer pruebas de VB a mujeres que están en alto riesgo de parto prematuro.

Se considera de alto riesgo cuando la mujer tiene antecedentes de parto prematuro, o pesa menos de 50 kilos antes del embarazo, o ambos.

La VB puede causar ruptura prematura de membranas, infección uterina después del parto y un bebé con bajo peso al nacer.

Algunos estudios relacionan esta infección con los abortos del segundo trimestre.

La VB aumenta la susceptibilidad de padecer infecciones de transmisión sexual (ITS) como la clamidia, la gonorrea, SIDA, herpes genital.

Complicaciones en mujeres que no están embarazadas:

  • La VB aumenta el riesgo de contraer la Enfermedad Pélvica Inflamatoria (EPI), que es una inflamación del aparato reproductor femenino, que incluye el útero, las trompas de Falopio, y los ovarios.
  • La EPI puede desencadenar complicaciones como infertilidad y embarazo ectópico (el embrión se aloja en las trompas uterinas).
  • Aumenta el riesgo de Infecciones post operatorias. Las mujeres que padecen de VB tienen un riesgo más alto de padecer infecciones después de una cirugía ginecológica.

¿CUÁL ES EL TRATAMIENTO DURANTE EL EMBARAZO?

Si has sido diagnosticada de VB, te prescribirán antibióticos que se consideran seguros durante el embarazo.

Es importante que sigas el tratamiento prescrito aun si sientes que hay una mejoría. En la mayoría de los casos, esto quitará totalmente la infección en la vagina aunque, desafortunadamente, la infección puede regresar.

De hecho, casi un 30% de las mujeres tienen síntomas nuevamente casi a los tres meses. Esto es debido a que l   os antibióticos matan a la mayoría de la bacteria que causa la VB, pero no hay manera de promover el crecimiento rápido de la “buena bacteria” que es la encargada de mantener bajo control a la “mala bacteria”. Avísale de inmediato a tu médico si los síntomas reaparecen.

La mayoría de las mujeres con VB, que siguen el tratamiento llevan un embarazo perfectamente normal, más de la mitad de casos de VB en mujeres embarazadas se resuelven.

PREVENCIÓN DE LA VAGINOSIS BACTERIANA

La Vaginosis Bacteriana no siempre se puede prevenir, pero si se pueden disminuir los riesgos:

  • La VB es más frecuente en mujeres que tienen múltiples parejas sexuales y nuevas parejas sexuales y es común en las mujeres homosexuales.
  • Practicar una buena higiene:
    • Asear diariamente la zona genital, y después de orinar y defecar, limpiarse de adelante hacia atrá
    • Usar pantaletas de algodón que no queden ajustadas, esto permite que el aire fluya y se evite la humedad que favorece las infecciones.
    • Enjuagar bien el jabón del área genital después del baño de regadera y secar bien el área para prevenir la irritación.
    • Evitar los productos para la higiene íntima femenina como: sprays, jabones perfumados y duchas vaginales. Pueden alterar el delicado balance de la flora normal de la vagina, lo que favorece las infecciones.
  • El consumo de tabaco aumenta el riesgo de la VB.
  • Recuerda que durante el embarazo con mayor razón están contraindicadas las duchas.
    • Al ducharse se puede introducir aire en el saco amniótico, pasa a la circulación, y puede causar una embolia de aire (embolismo gaseoso) y puede poner en un alto riesgo la vida de la madre.
  • Evita los baños calientes y yacusi.

No sientas vergüenza si padeces de VB, se considera que el 30% de las mujeres de 14 a 49 años en algún momento han padecido de VB. ¡Atiéndete y acude a tu ginecólogo!

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REFERENCIAS:

Complicaciones, Defectos al Nacimiento, E -H, Otras

Hepatitis C y embarazo

DEFINICIÓN

La hepatitis C es una enfermedad del hígado infecto-contagiosa causada por el virus del mismo nombre; ese virus puede causar hepatitis, tanto aguda como crónica, cuya gravedad varía entre una dolencia leve que dura algunas semanas, y una enfermedad grave de por vida.

La palabra hepatitis se deriva de: “hepar” hígado e “itis” inflamación: inflamación del hígado.

El virus de la Hepatitis C fue identificado en 1989, después de muchos años de estudio, antes de esto, esta enfermedad se denominaba “Hepatitis “NoA, NoB postrasfunsional”, esto quería decir que era una hepatitis que no había sido provocada por estos virus que eran los que se conocían en ese momento y que había aparecido después de una transfusión de sangre.

A mediados de 1995 el virus fue visto por primera vez por científicos con la asistencia de un microscopio electrónico.

Es un tipo de hepatitis que afecta primariamente al hígado pero que también ataca a  otros órganos y puede desencadenar una serie de problemas en todo el organismo afectando al sistema inmunológico y causando otras enfermedades como la diabetes, el linfoma No-Hodgkin, complicaciones de la retina y tiroiditis.

Al principio se consideraba que este tipo de hepatitis era benigno porque el curso de su desarrollo es muy lento y no presenta síntomas por muchos años; para la mayoría de las personas, el progreso de la enfermedad puede durar de 20 a 30 años (50 a 70% de las personas afectadas van a “hepatitis crónica” que, habitualmente, no da ningún síntoma), pero otras pueden desarrollar cirrosis o cáncer del hígado rápidamente (un 20% progresará a cirrosis hepática en los 10-20  años posteriores al contagio).

En la actualidad la infección por VHC es la primera causa de hepatitis crónica, la principal causa de trasplante hepático y de cáncer de hígado en el mundo occidental.

¿QUÉ ES EL HÍGADO?

Es el órgano más grande de tu cuerpo, pesa aproximadamente 1,500 gramos y, a pesar de su gran tamaño, está escondido debajo de las costillas en el lado derecho de tu cuerpo.

Normalmente permanece así, sin que sepas siquiera dónde está y es tu socio silencioso. Quizá es por esto que su funcionamiento es tan misterioso y desconocido para la mayoría de nosotros.

Es solamente cuando se daña -por diferentes enfermedades o procesos- que uno se familiariza con este órgano vital.

Funcionalmente, el hígado es el órgano más complejo que lleva a cabo una multitud de diferentes procesos, entre algunos de ellos son:

Procesa los carbohidratos, grasas, proteínas y el alcohol.

  1. Almacena vitaminas y hierro
  2. Produce y excreta bilis
  3. Desintoxica la sangre
  4. Produce proteínas plasmáticas y factores de coagulación.

¿QUÉ ES EL SISTEMA INMUNOLÓGICO?

Tu cuerpo tiene un sistema inmunológico. Este sistema actúa como un ejército cuyo trabajo es proteger tu salud. Tu sistema inmunológico está formado por células y órganos que te van a proteger de la invasión los gérmenes que pueden afectar tu salud. El trabajo de tu sistema inmunológico es destruir esos gérmenes.

Los gérmenes vienen en multitud de tipos: bacterias, parásitos y virus. Cuando logran penetrar tu organismo, tu sistema inmunológico hará todo lo posible por defenderte de la invasión.

Algunas personas logran defenderse con éxito y no se enferman pero su sangre llevará la prueba de que su sistema inmunológico luchó contra el germen invasor. Esta prueba se llama “anticuerpos”. Son como las “heridas de guerra” que quedan después de que el enemigo se ha ido.

Si tu sistema inmunológico se “deprime”, vas a estar en constante ataque de todos estos gérmenes que harán que te enfermes y puedas morir.

El virus de la Hepatitis C es uno de tantos virus que, si penetra en tu organismo, tu sistema inmunológico hará todo lo posible por defenderte de la invasión.

Algunas personas logran defenderse con éxito y son las que desarrollan Hepatitis C aguda, dura entre 3 a 6 meses, teniendo una fase crítica que puede alargarse hasta un año e incluir una curación espontánea que suele ocurrir en el 20% de los casos, en el segundo semestre de padecer la enfermedad.

Pero la mayoría de las personas, el 80% de las personas infectadas, llega a padecer la Hepatitis C crónica que puede alargarse 20 0 30 años sin síntomas.

¿CUÁL ES LA DIFERENCIA ENTRE LAS DISTINTAS HEPATITIS?

Todas son infecciones virales que inflaman el hígado, sin embargo, los virus son diferentes uno de otro y son también diferentes los medios de transmisión, el periodo de incubación y sus efectos.

Cada una de ellas: A, B, D, C (son las más conocidas) tiene formas especiales de presentación y las posibles complicaciones difieren sustancialmente, especialmente en la mujer embarazada, por las implicancias para la salud ulterior de la madre y el bebé.

¿QUÉ ES LA HEPATITIS C AGUDA?

La hepatitis C aguda es una infección de corto plazo por el virus de la hepatitis C. Los síntomas pueden durar hasta 6 meses. A veces, la infección desaparece porque el cuerpo es capaz de combatir la infección y deshacerse del virus.

¿QUÉ ES LA HEPATITIS C CRÓNICA?

La hepatitis C crónica es una infección por el virus de la hepatitis C de duración prolongada. La hepatitis C crónica se produce cuando el cuerpo no puede deshacerse del virus de la hepatitis C. La mayoría de las infecciones por hepatitis C se vuelven crónicas.

Sin un tratamiento, es posible que la hepatitis C crónica provoque cáncer de hígado o daño hepático grave que produzca insuficiencia hepática. La insuficiencia hepática se produce cuando el hígado deja de funcionar de manera correcta.

¿Cómo se puede reducir el riesgo de hepatopatías crónicas en la persona con hepatitis C?

La persona infectada con la hepatitis C no debe beber alcohol. Debe consultar con el médico antes de tomar medicamentos nuevos, incluso los de venta libre y de hierbas (fitoterapia). También debe consultar sobre la posibilidad de recibir las vacunas contra la hepatitis A y la hepatitis B.

¿CÓMO SE CONTAGIA LA HEPATITIS C?

Se conocen muchas, aunque no todas las posibles vías de contagio de la Hepatitis C. Esta relacionada principalmente con:

  • Trasmisión Sanguínea:contacto con sangre de una persona infectada, por vía parenteral: heridas, exudados de heridas, laceraciones de la piel o mucosas.
  • Transfusiones sanguíneas:en la actualidad es una vía de contagio casi inexistente por los controles a los que se somete a la sangre utilizada para dichas transfusiones. Sin embargo, existen muchas personas que contrajeron la enfermedad mediante esta vía cuando no se había descubierto el virus ni había forma de detectarlo (antes de 1993).
    • Dado que existe un periodo denominado ‘ventana’, desde que te contagias hasta que desarrollas anticuerpos (que es lo que detectan los análisis), en el que se pasaría por alto el diagnóstico de una hepatitis, para reducir el riesgo de contagio, a todos los donadores  de sangre se les hace una encuesta sobre factores de riesgo de modo que si existe duda de que haya podido contagiarse, su sangre no se acepta.
  • Pinchazos accidentales o compartir agujas,inyecciones intravenosas, jeringas contaminadas con sangre infectada. las personas que fueron tratadas con inyecciones en la época en la que se usaban jeringas no desechables pueden contagiarse de la Hepatitis C.
  • Tatuajes y perforaciones corporales (‘piercing’)pueden ser causa de infección si no se usan materiales desechables o no se tienen las medidas higiénicas adecuadas. La persona que hace el ‘piercing’ debe utilizar guantes y lavarse las manos después de cada trabajo.
  • Uso de drogas por vía intravenosa o vía intranasalal compartir instrumentos contaminados con agujas o popote. En la actualidad, en nuestro país el grupo de los usuarios de drogas es uno de los más afectados por la enfermedad
  • Vía sexual:mantener relaciones sexuales no suele ser una causa frecuente de contagio. Existen algunas relaciones de más riesgo, como son las de carácter homosexual (si existen erosiones anales). También aumenta el riesgo de contagio si la persona afectada o su pareja tienen una enfermedad de transmisión sexual concomitante: la infección por VIH aumenta el riesgo de contagio, así como la gonorrea o la infección por clamidia (enfermedad de transmisión sexual causada por una bacteria que puede afectar los órganos genitales de una mujer).
    • Durante la menstruación se desaconsejan las relaciones sexuales por la presencia de sangre.
  • Compartir cepillos de dientes, corta úñas, tijeras, navajas, rastrillos  o maquinas de afeitarpuede poner en contacto la sangre de un paciente infectado con la de uno no infectado y éste podría ser un teórico vehículo de contagio, por lo que estas prácticas se desaconsejan.
  • Vía materno-fetal:los hijos de las madres afectadas pueden contagiarse. El riesgo de transmisión es del 2% y se incrementa al 4-7% para los hijos de madres con ARN (ácido ribonucleico que el virus necesita para replicarse) positivo en el momento del parto. También depende, en parte, de que existan otras infecciones asociadas o de lo traumático del parto.

Algunas de las personas afectadas (un tercio) son diagnosticadas y no tienen ningún antecedente que justifique el contagio, por lo que se supone que existen vías de infección diferentes de las nombradas y que no han podido ser demostradas hasta el momento.

¿CÓMO NO SE CONTAGIA?

La Hepatitis C no se contagia por dar pecho o leche materna, los abrazos, la tos, estornudos, besos, comida, agua, contacto casual, o por compartir utensilios de comida o vasos.

¿QUÉ PERSONAS TIENEN MÁS RIESGO DE PADECER HEPATITIS C?

  • Persona que haya recibido una transfusión de sangre o derivados (plasma, inmunoglobulinas etc.) antes de 1993.Después de esta fecha, las pruebas que se realizan a las muestras de sangre minimizan tanto el riesgo que hace muy poco probable el contagio.
  • Usuarios de drogas por vía venosa o vía intranasal al compartir instrumentos contaminados (agujas o popotes).Este grupo de personas tiene un riesgo muy alto de tener una infección por Hepatitis C. Con frecuencia existen personas coinfectados por la Hepatitis C y el virus del VIH.
  • Portadores de tatuajes o perforaciones corporales:los tatuajes y los ‘piercing’ son un vehículo frecuente de transmisión de la infección cuando se realizan en lugares que no cumplen las medidas de higiene exigidas (uso de aguja única para cada individuo, material desechable, esterilización adecuada de los materiales). En los últimos años este problema parece en aumento por la gran difusión que han tenido estas técnicas, especialmente entre gente joven.
  • Las personas que han recibido inyecciones con jeringas o agujas no desechables que están contaminadas.El uso de material de laboratorio desechable se extendió hace poco más de 20 años, previamente se empleaban agujas hipodérmicas que, en muchas ocasiones, no estaban esterilizadas de forma adecuada.
  • Personas con antecedentes de intervenciones quirúrgicas.El modo de contagio en estos casos puede ser del personal quirúrgico cuando entran en contacto con la sangre del paciente intervenido.
  • Personas que han compartido cepillo de dientes, corta úñas, tijeras, navajas, rastrillos o máquinas de afeitar contaminados con sangre infectada.
  • Personal de salud:el riesgo aumenta al tener más posibilidades de pinchazos accidentales con personas infectadas, algo que ocurre también en otros procedimientos como extracción de sangre, colocación de catéteres, etc.

¿CÓMO SE PUEDE EVITAR EL CONTAGIO DEL VHC?

Se deben tomar todas las precauciones para evitar que la sangre infectada no entre en contacto con la sangre de otras personas.

Por eso es muy importante para las personas que presentan el virus de la Hepatitis C:

  • No compartir artículos personales: cepillos de dientes, rasuradoras, corta úñas, navajas, etc.
  • Cubrirse las heridas y llagas abiertas.
  • Tener sexo seguro: usar condón.
  • No donar sangre, plasma, ni semen.
  • Informar a sus dentistas, doctores y enfermeras para que tomen las medidas necesarias.

¿EL VHC ES ALGO COMO EL VIH?

No, pertenecen a dos familias de virus totalmente distintas, tienen estrategias  diferentes para la replicación, estructura, envoltura y para la supervivencia, NO son para nada parecidos – excepto en que ambos confunden completamente al sistema inmune.

Sin embargo se sabe que las madres infectadas con VIH-VHC tienen mayor probabilidad de infectar al producto durante el parto.

¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS DE LA HEPATITIS C?

Es una enfermedad silenciosa que puede presentarse de manera aguda o crónica.
La Hepatitis C aguda es casi indistinguible de la Hepatitis B aguda. Al poco tiempo de contraer la infección mucha gente tiene una enfermedad parecida a la gripe con fatiga, fiebre,dolores y malestar muscular, náusea y vómitos.

Aproximadamente el 10% tiene ictericia (su piel y la parte blanca de los ojos se vuelve amarilla).Generalmente estos síntomas se resuelven y la persona afectada no padece síntomas de enfermedad hepática durante muchos años.  Los síntomas pueden ocurrir entre las 2 semanas a 6 meses después de la exposición, aunque normalmente sucede a los dos meses.

La Hepatitis C crónica la padecen el 80% de las personas infectadas. Puede no presentar síntomas por un largo periodo de tiempo hasta 20 0 30 años sin más síntomas que algunas alteraciones en los  marcadores hepáticos.

Después puede empezar una fase de fibrosis del hígado, que en algunos años puede desarrollar cirrosis y evolucionar en cáncer de hígado.

Los efectos del virus varían ampliamente entre los individuos y pueden presentar:

  • Cansancio y debilidad
  • Disminución de apetito
  • Náuseas o malestar estomacal.
  • Ictericia o coloración amarilla en la piel y/o ojos
  • Prurito (aparición de ronchas y comezón en la piel)
  • Dolor en la parte superior derecha del abdomen.
  • Dolor o inflamación de articulaciones.

Cuando se padece Hepatitis C crónica el paciente se mantiene estable y no hay mejora en forma espontánea. En algunos casos, a los 15 o 20 años del diagnóstico se detecta progresión de la lesión hepática.

Los síntomas de la cirrosis incluyen fatiga progresiva, ictericia (piel  y ojos amarillos), orina oscura (del color de la coca-cola), hinchazón abdominal (ascitis), pérdida muscular, picor, desorientación, confusión, pérdida de apetito y facilidad para las magulladuras (moretones).

Los síntomas de la Hepatitis C se han confundido con los de la Fibromialgia (Fatiga Crónica). Los estudios más recientes muestran que la Hepatitis C tiene un efecto muy importante en la calidad de vida de las personas afectadas.

DIAGNÓSTICO

A menudo, la infección crónica por el VHC también queda sin diagnosticar porque se mantiene asintomática hasta décadas después, cuando aparecen síntomas secundarios al daño hepático grave.

En la mayoría de los pacientes con VHC se detecta de forma casual, ya que la infección generalmente cursa sin síntomas,  pocos son los casos diagnosticados en la fase aguda.

Suele descubrirse en el momento en el que: el médico realiza análisis de rutina, al ir a donar sangre, al hacer análisis para seguros médicos o de vida.

Actualmente existen varias pruebas disponibles para diagnosticar la infección por el virus de Hepatitis C. Tu médico puede confirmar si has sido infectada con el virus de Hepatitis C haciendo ciertas pruebas de sangre:

Exámenes de sangre:

Para analizar la presencia en la sangre de anticuerpos frente al virus VHC. Los anticuerpos que son específicos contra el virus de la hepatitis C sólo se sintetizan cuando el virus está presente en la sangre.

Por tanto, si estos anticuerpos se identifican en la sangre, implica que la persona ha estado en contacto con el virus de la hepatitis C en algún momento. Sin embargo, la presencia de estos anticuerpos no significa necesariamente que siga teniendo el virus en la sangre, pero sí que en un momento dado estuvo.

Si la determinación de anticuerpos es positiva, se necesita otra segunda comprobación  para saber si el virus sigue estando presente (dado que en el 10%-30% de las personas desaparece espontáneamente).

Otros análisis de sangre

En la prueba definitiva se mide la cantidad de material genético, el ARN del virus de la hepatitis C, habitualmente mediante una técnica llamada reacción en cadena de la polimerasa (PCR) o sus variantes, de ahí que la prueba suela denominarse prueba de PCR.

La prueba de PCR también puede emplearse para identificar el genotipo del virus (hay seis genotipos diferentes del virus de la hepatitis C) y la cantidad de virus presente (carga viral). En ciertos casos, cuando se sabe que una persona tiene una producción reducida de anticuerpos (por ejemplo, en caso de infección por el VIH), es necesario efectuar análisis de hepatitis C utilizando directamente el método de PCR.

Una vez diagnosticada una hepatitis C crónica se deberá evaluar el grado de daño hepático (fibrosis o cirrosis). Esto puede hacerse por biopsia hepática o por diversas pruebas no invasivas:

  • Elastografía por resonancia magnética.Una alternativa no invasiva para la biopsia de hígado .Es la elastografía por resonancia magnética que combina la tecnología de las imágenes por resonancia magnética con los patrones formados por las ondas sonoras que rebotan en el hígado para crear un mapa visual que muestra el grado de rigidez en todo el hígado. Un tejido hepático rígido indica la presencia de fibrosis, o cicatrices en el hígado, como consecuencia de la hepatitis C crónica.
  • Elastografía de transición.Otra prueba no invasiva es la elastografía de transición, la cual es una forma de ecografía que transmite vibraciones al hígado y mide la velocidad de la dispersión de estas por el tejido hepático para medir la rigidez.
  • Biopsia de hígado.Esta prueba normalmente se realiza utilizando una ecografía como guía e incluye la inserción de una ajuga fina a través de la pared abdominal para extraer una pequeña muestra de tejido hepático para analizarla en el laboratorio.

La utilidad de estas pruebas es confirmar el diagnóstico además de establecer el tipo y duración del tratamiento de acuerdo al genotipo del virus  y monitorizar la respuesta del organismo a los medicamentos antivirales.

¿QUÉ ES EL GENOTIPO DE LA HEPATITIS C?

No todas las personas tienen el mismo tipo de virus de Hepatitis C. Hay seis genotipos del VHC, y su respuesta al tratamiento es diferente. Por otra parte, una misma persona puede estar infectada por más de un genotipo.

El grado de daño hepático y el genotipo del virus se utilizan para orientar las decisiones terapéuticas y la conducta clínica.

El diagnóstico debe excluir otras causas posibles como VHA, VHB, citomegalovirus, infección del virus de Epstein-Barr, además de problemas no virales del hígado: hígado graso o enfermedades relacionadas con el alcohol o las drogas.

Tu médico te pedirá, periódicamente, los estudios y exámenes necesarios para monitorizar el tratamiento.

¿Quiénes deben de hacerse la prueba en forma preventiva?

El diagnóstico precoz puede prevenir problemas de salud derivados de la infección, y también la transmisión del virus. La OMS recomienda el cribado en personas que puedan correr un alto riesgo de infección.

Los grupos de población más expuestos al riesgo de infección por el VHC son:

  • los consumidores de drogas inyectables;
  • los consumidores de drogas por vía intranasal;
  • los receptores de productos sanguíneos infectados, y los pacientes sometidos a intervenciones invasivas en centros sanitarios cuyas prácticas de control de la infección son inapropiadas;
  • los niños nacidos de madres infectadas por el VHC;
  • personas cuyas parejas sexuales están infectadas por el VHC;
  • personas infectadas por el VIH,
  • reclusos o exreclusos, y
  • personas que hayan tenido tatuajes o perforaciones ornamentales (piercings).

¿CUÁL ES EL TRATAMIENTO PARA LA HEPATITIS C?

La hepatitis C no siempre requiere tratamiento porque, en algunas personas, la respuesta inmunitaria eliminará la infección espontáneamente y algunas personas con infección crónica no llegan a presentar daño hepático.

Cuando el tratamiento es necesario, el objetivo es la curación. La tasa de curación depende de algunos factores tales como la cepa del virus y el tipo de tratamiento que se dispensa.

Medicamentos antivirales

La infección de la hepatitis c se trata con medicamentos antivirales Hepatitis C los cuales intentan sacar el virus del cuerpo de la persona afectada.

El objetivo es la curación total, es decir, que ya NO se pueda detectar el virus de la Hepatitis C en la sangre del individuo afectado, al menos 12 semanas después de que completaron el tratamiento.

Los investigadores recientemente lograron grandes avances en el tratamiento de la hepatitis C con nuevos medicamentos antivirales «de acción directa», a veces en combinación con otros medicamentos existentes.

Como consecuencia, las personas tienen mejores resultados, menos efectos secundarios y tratamientos más cortos, algunos duran solamente ocho semanas.

La elección de medicamentos y duración del tratamiento dependen del genotipo de la hepatitis C, la presencia del daño hepático existente, otras afecciones y tratamientos anteriores.

Debido al ritmo de la investigación, las recomendaciones para los regímenes de medicamentos y tratamientos están cambiando rápidamente. Por lo tanto, lo mejor es analizar las opciones de tratamiento con un especialista (gastroenterólogo o hepatólogo).

Durante todo el tratamiento, el equipo de atención controlará tu respuesta a los medicamentos.

Es muy importante que NUNCA INTERRUMPAS EL TRATAMIENTO sin antes consultar a tu médico.

HEPATITIS C Y EMBARAZO

¡OJO! Si estás decidida a tomar tratamiento contra la Hepatitis C antes de embarazarte, es recomendable esperar por lo menos 6 meses después de terminar el tratamiento antes de embarazarte para evitar los defectos al nacimiento que el medicamento puede causar en el bebé.

Los hombres que toman tratamiento deben usar control de natalidad durante el mismo y por lo menos 6 meses después de finalizado.

La respuesta al tratamiento depende, en parte, de lo avanzada que esté la infección. Las personas afectadas que ya padecen cirrosis tienen menos posibilidades de responder o su mejoría será menos espectacular que la de las personas que están en fases más precoces de la enfermedad.

Sin embargo incluso los cirróticos responden al tratamiento y, el uso de estos medicamentos, puede reducir el riesgo de desarrollar un cáncer en el futuro.

Las personas con daño hepático avanzado, pueden necesitar un  trasplante de hígado. La Hepatitis C es   la causa número uno de los trasplantes de hígado.

TRASPLANTE DE HÍGADO

Si has padecido complicaciones graves debido a la infección crónica por hepatitis C, el trasplante de hígado puede ser una opción. Durante el trasplante de hígado, el cirujano extrae el hígado dañado y lo reemplaza con uno sano. La mayoría de los hígados trasplantados provienen de donantes fallecidos, si bien una pequeña cantidad proviene de donantes vivos que donan una porción de sus hígados.

En la mayoría de los casos, la hepatitis C no se cura solo con el trasplante de hígado. Es probable que la infección vuelva a aparecer y requiera un tratamiento con medicación antiviral para evitar daños en el hígado trasplantado.

Varios estudios han demostrado que los nuevos regímenes de medicación antiviral de acción directa son efectivos para curar la hepatitis C después de un trasplante.

El tratamiento con antivirales de acción directa también puede ser efectivo con ciertos pacientes seleccionados adecuadamente antes del trasplante de hígado.

VACUNAS

Aunque no existe la vacuna contra la hepatitis C, es probable que el médico recomiende que te coloques vacunas contra los virus de la hepatitis A y B. Estos virus son diferentes y también pueden provocar daño hepático y complicar la evolución de la hepatitis C crónica.

TRANSMISIÓN SEXUAL DE HEPATITIS C

La transmisión sexual de la Hepatitis C es poco frecuente en las parejas monógamas. Aunque se han detectado VHC-ARN en los fluidos genitales femeninos, es rara la transmisión de la mujer a su pareja sexual. No se recomienda el uso de preservativos en estas parejas o en aquellas interesadas en tener descendencia.

Las parejas infértiles con VHC pueden recurrir a las técnicas de reproducción asistida.

Lo que concierne a las mujeres con respecto al VHC

Las mujeres pueden verse afectadas por la Hepatitis C de una manera diferente a la de los hombres. Esto es posiblemente debido a los efectos hormonales.

Menstruación: Los efectos del VHC pueden involucrar irregularidades menstruales, particularmente si estás experimentando síntomas significativos. Es importante que vigiles tu salud en general así como que lleves un control de la hepatitis.

Las toallas higiénicas y tampones que se han expuesto a la sangre deben envolverse firmemente y disponerse de una manera segura. Las superficies contaminadas deben lavarse perfectamente con cloro y la ropa que se haya expuesto a la sangre debe remojarse durante 30 minutos. El contacto sexual durante la menstruación no es seguro.

Es importante que tengas en cuenta que en la enfermedad hepática crónica es muy frecuente que se presente sangrado uterino disfuncional, menopausia prematura y cualquier otra clase de anormalidad hormonal. El hígado es quien procesa estas hormonas y no se procesan adecuadamente si este órgano está dañado.

Anticoncepción: Es importante que consultes siempre con tu médico para que él te indique cuál es el anticonceptivo indicado para ti ya que puede variar dependiendo de si la infección con el virus de la Hepatitis C está activa.

Terapia de reemplazo hormonal: Si tienes síntomas severos de Hepatitis C puedes necesitar hablar con tu médico si deben usarse hormonas para los síntomas de la menopausia. Si este es el caso, cremas vaginales externas y parches en la piel son probablemente mejores que las píldoras.

EFECTOS DEL EMBARAZO EN LA HEPATITIS C

Una mujer afectada con la Hepatitis C que desea embarazarse puede tener cierta ansiedad sobre su salud y la de su bebé.

Es importante saber que, aún cuando tiene el virus en la sangre, no tiene mayor riesgo de complicaciones obstétricas y el embarazo no parece inducir el agravamiento de su enfermedad excepto cuando la enfermedad hepática está muy avanzada, cuando hay problemas en la coagulación de la sangre o anemia.

No hay evidencia de que el VHC aumente la incidencia de anomalías congénitas, bajo peso al nacer o prematurez. Esta infección tampoco disminuye la fertilidad.

Las mujeres con VHC tienen alto riesgo de padecer “colestasis del embarazo” (es un trastorno en el que un obstáculo dificulta o impide el flujo normal de bilis de la vesícula biliar y se produce comezón e ictericia -color amarillento de la piel, los ojos y las membranas mucosas-), esta complicación es frecuentemente benigna y desaparece rápida y de manera espontánea después del parto.

Se puede presentar prurito o comezón ligero y empeora en las noches. Su tratamiento consiste en medicamentos de acción tópica o local.

Transmisión Vertical: es aquella que acontece de madre a hijo durante el parto. La trasmisión de virus de Hepatitis C madre-hijo es infrecuente pero puede darse durante el parto, especialmente si la carga vírica es elevada o existe coinfección por el virus de SIDA.

Información actualizada muestra que la transmisión puede ser un poco más probable en los bebés de las madres con genotipo 1.

La mayoría de los niños nacidos de madres con Hepatitis C reciben anticuerpos generados por el organismo de su madre que NO SON PROTECTORES EN EL CASO DE LA HEPATITIS C.

Varios estudios indican que la transmisión de la Hepatitis C ocurre al momento del parto o cerca de él cuando la sangre se pone en contacto con las mucosas del recién nacido o es tragada por éste. La importancia de la transmisión del virus de la Hepatitis C está bajo línea de investigación por encontrarse que este modo de propagación es la mayor causa de infección por VHC entre los niños.

Dado el riesgo bajo de transmisión de madre a hijo, no existe suficiente información actualmente sobre el uso de la cesárea para reducir el riesgo de transmisión. Sin embargo, es posible que si una mujer tiene un caso agudo de Hepatitis C, habría más riesgo de que se infectara su bebé con la cesárea.

La placenta es una barrera salvo si existe rotura placentaria, amenaza de aborto o parto prematuro.  Es por eso que, en este caso, deben evitarse cualquier estudio invasivo que ponga en riesgo su integridad (como amniocentesis, biopsia coriónica, etc).

CUIDADOS DURANTE EL EMBARAZO

Los cuidados obstétricos se enfocan a limitar el daño hepático, controlar las complicaciones de esta enfermedad y reducir las posibilidades de transmisión madre-hijo. El consejo prenatal y la atención obstétrica cuidadosa son factores que repercuten favorablemente.

Si tienes Hepatitis C diagnosticada y descubres que estás embarazada, concerta inmediatamente una cita con tu médico. Deberás someterte con regularidad a chequeos médicos y a exámenes en los que se evalúe el estado de tu hígado.

La terapia a base de Interferón para tratar la Hepatitis C deberá ser interrumpida debido a que los efectos que la misma podría dejar en el feto son totalmente desconocidos.

Es importante que sean tu ginecólogo y el  especialista en enfermedades del hígado (hepatólogo) quienes lleven el control de los medicamentos que necesites durante este periodo.

Las mujeres con colestasis (este término comprende todas las situaciones en las cuales existe un impedimento en el normal flujo de bilis desde el hígado hasta el intestino-duodeno) durante el embarazo, tienen riesgo elevado de tener un parto prematuro u ocasionar estrés fetal.

El parto por cesárea normalmente no reduce el riesgo de transmisión. Sin embargo, es recomendable en mujeres con casos agudos de Hepatitis C o con infección con VIH, ya que hay más riesgo que se infecte su bebé. Cuando es necesaria la cesárea, se aplica anestesia peridural o anestésicos que no sean tóxicos para el hígado (hepato-tóxicos).

Dieta durante el embarazo: Lo importante del aumento de peso en el embarazo es que éste permita un crecimiento y desarrollo adecuado del futuro bebé. La idea es seguir las recomendaciones de alimentación para una mujer embarazada, adecuando la dieta como aquí se presenta.

La lactancia

Se sabe que las madres que padecen Hepatitis C pueden amantar a los bebés sin ningún riesgo.  Son muchas las ventajas de amamantar. Las madres que dan pecho deberían revisar sus pezones antes de cada toma y suspender la lactancia si tienen grietas, cortes, heridas o sangran ya que en este caso pueden contagiar al bebé con el virus de la Hepatitis C presente en la sangre.

La posibilidad de infección ocurrida después del nacimiento por convivencia íntima con la madre, se considera nula.

Se desconoce si los medicamentos pasan al bebé a través de la leche materna.

¿Cómo puedo saber si mi bebé tiene Hepatitis C?

Si un bebé nace de una madre con VHC+ y se analizará su sangre al nacer para comprobar los anticuerpos de C, la prueba sería positiva. Esto es porque el bebé tiene algunos anticuerpos de la madre adquiridos a través de la placenta.

Sólo cuando persistan los anticuerpos en sangre después de 18 meses tras el parto, puede considerarse que están producidos por el niño en respuesta a la infección.

¿CÓMO AFECTA EL VHC A LOS NIÑOS?

En los niños la infección usualmente es silenciosa, aunque hay niños de 8 años que pueden ponerse muy enfermos con la Hepatitis C, el padecimiento suele tener evolución crónica (su pronóstico final no se ha establecido). Aún no se tienen medios efectivos de prevención.

Niños que son portadores crónicos de VHC tienen modelos de crecimiento normales. Las hepatitis crónicas raramente progresan a cirrosis en niños y esto es consecuencia de que se requiere un periodo de tiempo de 10 a 20 años o más para las cirrosis. El cáncer hepático muy raramente ocurre en niños.

Los niños tienen menos probabilidades que los adultos de presentar síntomas de la infección con virus de la Hepatitis C, y por lo tanto son capaces de transmitir el virus sin saberlo. Parece que la Hepatitis C no afecta al crecimiento del niño.

Todos los niños, con o sin la Hepatitis C, deben recibir educación sobre la higiene correcta.

El tratamiento en los niños: No pueden tratarse niños con hepatitis crónicas simplemente como adultos en miniatura.

PREVENCIÓN

El tratamiento previo al embarazo con el objeto de disminuir la viremia o carga viral,  podría aumentar la probabilidad de mantenerse no virémica en el embarazo y bajar el riesgo de transmisión.

El bebé de una madre con Hepatitis C debe de recibir la vacuna contra la Hepatitis B en el primer mes de vida ya que pueden tener un riesgo mayor de infectarse y la Hepatitis B puede ser mucho más severa en un paciente con Hepatitis C. La vacuna contra la Hepatitis A deberá dársele, por las mismas razones, al cumplir los dos años de edad.

No se necesitan precauciones especiales para el cuidado del recién nacido. No existe el riesgo de transmisión vía orina o heces fecales. La Hepatitis C en los niños no es contagiosa. Estos niños no son ningún riesgo para la comunidad y por lo tanto, no debe restringirse sus actividades diarias.

PRONÓSTICOS

El pronóstico del recién nacido infectado  con VHC al nacer es favorable.  Además en algunos casos pueden recibir tratamiento con el cual la gran mayoría de los bebés infectados logran erradicar al virus por lo que no tendrán ningún problema posterior.

PROBABILIDAD DE QUE SE REPITA

Aproximadamente cinco de cada 100 bebés con madres infectadas por el VHC se contagian. Esto ocurre al momento de nacer y no hay tratamiento que pueda prevenirlo. La probabilidad con cada embarazo es la misma.

INSTITUCIONES DE APOYO

Puedes obtener  más información sobre la Hepatitis C de en las siguientes asociaciones:

FUNDACIÓN MEXICANA PARA LA SALUD HEPÁTICA, A.C.

Avenida Revolución # 1386

Colonia Guadalupe Inn

México, D.F. 01030

Tel   56 63 48 86

www. hígado.com.mx

correo electrónico: informate@fundhepa.org.mx

American Liver Foundation (ALF)

75 Maiden Lane, Suite 603

New York, NY 10038–4810

Línea gratuita las 24 horas al día (7 días/semana) 1–800–465–4837 ó 1–888–443–7222
Teléfono: 1–800–676–9340 ó 212–668–1000

Correo electrónico: info@liverfoundation.org

Internet: www.liverfoundation.org

Hepatitis Foundation International (HFI)

504 Blick Drive

Silver Spring, MD 20904–2901

Teléfono: 1–800–891–0707 ó 301–622–4200

Telefax: 301–622–4702

Correo electrónico: hfi@comcast.net

Internet: www.hepfi.org

REFERENCIAS

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¿Cuáles son los síntomas del herpes genital?

Los síntomas generalizados pueden abarcar:

  • Fiebre
  • Inapetencia
  • Dolor de cabeza intenso.
  • Dolores musculares en la región lumbar, los glúteos, los muslos o las rodillas.
  • Ganglios linfáticos inflamados y sensibles en la ingle durante un brote.

Los síntomas genitales incluyen la aparición de ampollas pequeñas y dolorosas, llenas de un líquido claro o color paja. Generalmente se encuentran:

  • En las mujeres: las ampollas pueden estar en los labios vaginales externos, la vagina, el cuello uterino, alrededor del ano y en los muslos o en las nalgas.
  • En los hombres: las ampollas pueden estar en el pene, el escroto, alrededor del ano, en los muslos o en las nalgas.
  • En ambos sexos: las ampollas pueden estar en la lengua, la boca, los ojos, las encías, los labios, los dedos de la mano y otras partes del cuerpo.
  • Antes de que las ampollas aparezcan, puede haber hormigueo, ardor, picazón en la piel o tener dolor en el sitio donde las ampollas van a aparecer.
  • Cuando las ampollas se rompen, dejan úlceras superficiales que son muy dolorosas, las cuales finalmente forman costra y sanan lentamente durante 7 a 14 días o más.
  • Dolor al orinar.
  • Las mujeres pueden tener flujo vaginal o pueden ser incapaces de orinar y requerir una sonda vesical.

Un segundo brote puede aparecer semanas o meses más tarde. Por lo regular, es menos intenso y desaparece más pronto que el primer brote. Con el tiempo, el número de brotes puede disminuir.

PREGUNTAS FRECUENTES

Pregunta: ¿a los cuántos dia se presentan los síntomas del herpes y qué prueba me hago para descartar?

Respuesta:   no hay una fecha exacta, existe un período de incubación de 2 semanas, pero para que se presente la enfermedad depende de la calidad y estado de salud de tu sistema inmunológico, es decir te pueden dar síntomas como un resfriado común y no presentar lesiones, y dentro de meses o años activarse la enfermedad y presentar las lesiones herpéticas.

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REFERENCIAS

Hipertiroidismo y Embarazo
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Hipertiroidismo y Embarazo

Actualizado a Julio 2022

HIPERTIROIDISMO Y EMBARAZO

 

INTRODUCCIÓN

 

Un problema de la glándula tiroidea puede ser causa de esterilidad y puede ser causa de diferentes problemas durante el mismo embarazo. Sin embargo, una vez bajo control, no hay ninguna razón para no tener un embarazo exitoso y un bebé sano.

 

Los cambios en los niveles en sangre de la hormona tiroidea que son característicos del hipertiroidismo deben distinguirse de los cambios​​ normales en​​ el funcionamiento de la glándula tiroides que ocurren durante el embarazo, especialmente durante el primer trimestre.

 

Se considera que el embarazo puede ser una prueba de estrés para la glándula tiroides y el diagnóstico​​ de las enfermedades tiroideas puede ser difícil ya que los síntomas clínicos son un reflejo de los síntomas propios del embarazo.​​ 

 

¿QUÉ ES LA GLÁNDULA TIROIDES?

 

Es una glandula con forma de mariposa ubicada normalmente en la parte baja del cuello. Su función es fabricar las hormonas tiroideas que se secretan a la sangre y se llevan a todos los tejidos del organismo.​​ 

 

La hormona tiroidea ayuda a tu cuerpo a usar la energía, mantener la temperatura y mantiene al cerebro, corazón, músculos y otros órganos trabajando​​ como deben de hacerlo.

 

Las hormonas tiroideas son necesarias para un desarrollo fetal normal durante los primeros 3 meses.​​ Si la glándula produce mucha cantidad o poca cantidad de la hormona, puedes tener problemas durante el embarazo.

 

PADECIMIENTOS TIROIDEOS

 

Existen dos tipos de padecimientos de la tiroides:

 

  • Hipertiroidismo​​ (hiper significa demasiado) es cuando la tiroides está super activa y fabrica demasiada hormona. Esto puede hacer que tu organismo acelere muchas de sus funciones. Esto es causado por un padecimientio autoinmune llamado​​ “Enfermedad de Graves”.

    • Si tienes Graves, eso significa que tu organismo fabrica anticuerpos que hacen que tu tiroides fabrique mucha hormona tiroidea.

    • En algunos casos, el hipertiroidismo está ligado a una forma severa de náuseas y vómitos matutinos.

    • Igualmente puede ser causada por nódulos tiroideos

  • Hipotiroidismo​​ (hipo significa muy poco o insuficiente), cuando la tiroides no fabrica suficiente hormona, muchas de las funciones de tu organismo se hacen más lentas.

  • El hipotiroidismo durante el embarazo generalmente es causada por un padecimiento autoinmune llamado Enfermedad de Hashimoto que hace que produzcas una cantidad menor o insuficiente de hormona tiroidea.

 

El​​ diagnóstico correcto​​ se hace tomando en cuenta la historia clínica, el examen físico y los resultados de los exámenes de laboratorio.​​ 

 

ANTES DEL EMBARAZO

 

La causa más comun de una glándula tiroidea hiperactiva es la llamada Enfermedad de Graves.​​ Sino se trata, tus periodos menstruales pueden ser ligeros e irregulares y puedes tener dificultad para embarazarte.​​ 

 

Después del tratamiento debes checar la función de tu tiroides antes de embarazarte. Si no estás planeando embarazarte usa anticonceptivos de inmediato ya que la fertilidad regresa​​ rápidamente.

 

Si estás embarazada y tienes la enfermedad de Graves, es importante comunicarlo a tu obstetra y a tu endocrinólogo.

 

INTERACCIÓN ENTRE LA TIROIDES MATERNA Y EL BEBÉ

 

En las primeras 18 a 20 semanas de embarazo el bebé depende completamente de la madre para la producción de la hormona tiroidea.​​ A​​ la mitad del embarazo, el bebé empieza a producir su propia hormona.

 

Sin embargo, el bebé depende de la cantidad de iodo que su madre ingiere​​ para poder fabricar esta hormona. La Organización Mundial de la salud recomienda una ingesta de 250 microgramos diarios.

 

CAUSA​​ DE LA HIPERTIROIDITIS

 

La llamada​​ Enfermedad de​​ Graves, que es un padecimiento autoinmune en su naturaleza, es la principal causa del hipertiroidismo, pero, durante el embarazo, también puede ser causado por: hipertiroidismo toxico multinodular o de un solo nódulo de funcionamiento autónomo.

 

La tirotoxicosis gestacional transitoria se reporta en mujeres con hiperhemesis gravidarum (náuseas y vomitos excesivos al inicio del embarazo).​​  ​​ ​​​​ 

 

FACTORES DE RIESGO PARA PADECER PROBLEMAS TIROIDEOS

 

Existe un riesgo mayor de padecer algún problema tiroideo cuando:

  • Te están tratando de algún problema tiroideo, tienes nódulos o bocio. El bocio es​​ una glándula tiroidea inflamada que hace que tu cuello parezca hinchado.

  • Haz​​ tenido algún padecimiento tiroideo en el pasado o haz tenido un bebé con problema tiroideo.

  • Tienes historia de algún padecimiento tiroideo autoinmune como Enfermedad de Graves o de Hashimoto.

  • Si tienes diabetes tipo I, o sea, que la tenías desde antes del embarazo.

  • Te han aplicado dosis elevadas de radiación como tratamiento para el hipertiroidismo.

 

RIESGOS DE LA ENFERMEDAD DE GRAVES PARA LA MADRE

 

Cuando el hipertiroidismo no se trata correctamente, puede causar problemas para el bebé y para la madre durante el embarazo.

 

La enfermedad de Graves puede presentarse al principio del embarazo o puede exacerbarse en la embarazada que ya tenía este padecimiento.

 

Además de los síntomas clásicos asociados al hipertiroidismo, si no se trata este padecimiento, puede ser causa de:

  • Anemia,

  • aborto,​​ 

  • parto prematuro,​​ 

  • muerte en útero​​ y​​ 

  • hipertensión gestacional que lleva a preeclampsia,​​ 

  • abruptio placenta (cuando la placenta se separa de la pared uterina antes del parto),

  • hemorragia postparto.

 

Igualmente, la mujer con la enfermedad de Graves tiene un riesgo elevado de presentar un severo hipertiroidismo (la llamada​​ tormenta tiroidea)​​ que puede causar falla cardiaca​​ y muerte si no se trata.

 

La enfermedad de Graves mejora​​ durante el tercer trimestre del embarazo y empeora durante el postparto.​​ 

 

RIESGOS DE LA ENFERMEDAD DE GRAVES PARA EL BEBÉ

 

Los riesgo de esta enfermedad​​ pueden incluir:

 

  • Aborto y muerte del bebé en útero.

  • Parto prematuro antes de las 37 semanas de embarazo.

  • Problemas de crecimiento y desarrollo del cerebro y sistema nervioso.

  • Bocio.

  • Bajo peso al nacer. Nacen pesando menos de 2.5 kg.

  • Problemas tiroideos. Los anticuerpos causantes de la Enfermedad de Graves, cruzan la placenta​​ durante el embarazo y el bebé puede presentar problemas tiroideos durante el embarazo y al nacer.

  • Si te han tratado por Graves​​ antes del embarazo, tu bebé​​ tiene riesgo de padecer Graves.

  • Hipertiroidismo incontrolable que se asocia a taquicardia fetal, bebés pequeños para su edad gestacional​​ (que pesan menos de 2.5 kg.), prematurez​​ (que nacen antes de la semana 37), muerte en útero y malformaciones congénitas.

  • Niveles extremadamente altos de la hormona TSI (estimulante de la tiroides). La producción de anticuerpos que estimulan la tiroides cruzan la placenta y pueden interactuar con la tiroides del bebé.​​ 

    • Se recomiendan mediciones de los niveles de TSI al principio del embarazo y si están elevados, repetirlos a las 18-20 semanas.

 

Se recomienda que la terapia antitiroidea​​ durante el embarazo​​ sea en su mínima dosis para​​ disminuir​​ el riesgo​​ de​​ malformaciones​​ en el bebé.

 

DIAGNÓSTICO DE GRAVES DURANTE EL EMBARAZO

 

Tu médico elaborará la historia clínica, te hará un examen físico y te pedirá una serie de estudios de laboratorio en sangre para medir la cantidad de hormona tiroidea.​​ 

 

TRATAMIENTO PARA LA EMBARAZADA CON GRAVES

 

Cuando el hipertiroidismo es leve, nada más se monitorea a la madre durante el embarazo.

 

El objetivo del​​ tratamiento​​ es mantener la hormona tiroidea en niveles normales y puede incluir:

 

  • Frecuentes chequeos de los niveles tiroideos​​ en sangre.

  • Medicamentos antitiroideos​​ ​​ en dosis ajustadas​​ cuando el medicamento es más importante que el riesgo. Algunos de ellos cruzan la placenta y pueden no ser seguros para el bebé.​​ 

  • Cirugía para remover la parte hiperactiva​​ de la glándula.

  • Las radiaciones no son recomendadas durante el embarazo.

 

Si tienes Graves, puedes prepararte antes del embarazo y trabajar con tu obstetra para tener un manejo adecuado de la enfermedad​​ durante la gestación.

 

Para el recién nacido dar calcio y vitamina D.​​ 

 

Es importante evitar el hipotiroidismo en la madre.

 

ENFERMEDAD DE GRAVES EN EL POSTPARTO

 

Este padecimiento típicamente se empeora durante el postparto o puede presentarse​​ por primera vez en este periodo.​​ 

 

Es probable que se administren altas dosis del medicamento antitiroideo y es necesario monitorear cercanamente a la madre​​ y para esto son necesraios​​ estudios de laboratorio.

 

LA MADRE CON TRATAMIENTO ¿PUEDE AMAMANTAR A SU BEBÉ?

 

Si. Se considera que las dosis del medicamento que le pasan al babé a través de la leche materna son seguras.​​ 

 

PREVENCIÓN​​ 

 

El diagnóstico de hipertiroidismo en la madre se determina basándose en su historia clínica y debe acudir a un consejo genético

 

Prevencion secundaria:​​ Vigilancia estrecha en el embarazo, aunque no son evidentes las manifestaciones clínicas como pérdida de peso, pulso lento (abajo de 100), debilidad muscular, onicolisis (Separación de las uñas).

 

REFERENCIAS

 

 

 

Infección Urinaria durante el Embarazo
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Infección Urinaria durante el Embarazo

Introducción

En las personas sanas, la orina que se encuentra dentro de la vejiga es estéril, no hay bacterias ni otros microorganismos infecciosos presentes, sin embargo, pueden entrar bacterias a las vías urinarias las cuales se eliminan rápidamente del cuerpo antes de que causen síntomas, pero cuando superan las defensas naturales del organismo, causan infección.

La importancia de las infecciones urinarias radica no solo en su frecuencia, sino también en el riesgo que entrañan de originar otras alteraciones como: extensión de la infección, lesión renal progresiva e irreversible y recurrencias, cuyo tratamiento y prevención resultan a menudo difíciles.

Las infecciones del tracto urinario (ITU), son quizás las complicaciones médicas más frecuentes durante la gestación y pueden tener una repercusión importante tanto en la salud de la madre como en la evolución del embarazo.

Definición

La infección urinaria (o infección del tracto urinario) es una infección causada generalmente por bacterias que puede afectar a la uretra y a la vejiga, o extenderse a los uréteres y riñones.

Anatomía del sistema urinario

El sistema urinario es el conjunto de órganos que participan en la formación y evacuación de la orina. Está constituido por:

  • Los riñones son un órgano par con forma de fríjol cuya misión principal es eliminar los químicos no necesarios y los residuos que hay en la sangre. Los riñones convierten estos residuos en un líquido muy característico que recibe el nombre de
  • Los riñones están conectados a la vejiga mediante unos pequeños conductos llamados uréteres. La orina se desplaza a través de estos uréteres y baja hasta la vejiga. La vejiga es un órgano ahuecado donde se almacena la orina.
  • Cuando te dispones a orinar, la orina se desplaza a través de la uretra hacia el exterior del cuerpo.

Los riñones filtran la sangre y producen la orina, que varia en cantidad y composición.

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Tipos de infecciones urinarias

Se pueden distinguir distintos tipos de infecciones urinarias:

Se denomina bacteriuria cuando en el análisis de la orina, se detectan bacterias. Puede ser asintomática (no da síntomas).

Cuando la infección es en la vejiga recibe el nombre de cistitis y cuando se localiza en la uretra se llama uretritis. Se llama pielonefritis cuando la infección se desplaza hacia los riñones.

Las infecciones urinarias también pueden ser:

  • Infecciones urinarias no complicadas:Comprende las cistitis y las pielonefritis no complicadas en mujeres jóvenes y que no tienen otros problemas de salud.
  • Infecciones urinarias complicadas:Las infecciones urinarias en las embarazadas, se deben considerar como complicadas.
  • Infecciones urinarias recurrentes:puede tratarse de repeticiones de infecciones causadas por el mismo agente causante o de reinfecciones (distinto agente causante).
  • Infección urinaria crónica:persistencia del mismo microorganismo durante meses o años, con repeticiones tras los tratamientos.

¿Cuándo se produce la infección urinaria?

Se produce infección cuando las bacterias de tu piel, vagina o recto entran en tu uretra y se desplazan hacia arriba. A menudo las bacterias se detienen en la vejiga y se multiplican allí, causando una inflamación y los típicos síntomas de la cistitis (necesidad de orinar frecuentemente y sensación de ardor intenso al orinar).

Pero las bacterias también pueden desplazarse desde tu vejiga, a través de los uréteres, hasta uno de tus riñones o los dos, causando una pielonefritis (es la complicación médica grave más común durante el embarazo). Esta infección puede extenderse a tu corriente sanguínea y poner tu vida en peligro.

¿Qué tan frecuente es la infección urinaria en la mujer?

Las mujeres tienen un alto porcentaje de infecciones urinarias, hasta un 15 a 20 % de las mujeres han presentado alguna vez una infección urinaria a lo largo de su vida. Además las infecciones urinarias femeninas suelen ser recidivantes (que se repiten).

En general, las infecciones urinarias constituyen un problema que es mucho más frecuente en la mujer que en el varón. Esta tendencia tiene varias explicaciones:

  • La uretra femenina es mucho más corta que la del varón.
  • Está próxima a la vagina que puede estar colonizada por varios gérmenes.
  • Está próxima al ano con su contenido séptico (contaminado).
  • Se incrementa la susceptibilidad en determinadas condiciones como la diabetes, prolapsos (salida de algún órgano como la vejiga hacia el exterior del cuerpo) cicatrices de partos, incontinencia urinaria, etc.

Algunas mujeres presentan esta infección varias veces. Si pasan meses o años sin tratar la infección, los riñones pueden lesionarse.

Infección del tracto urinario y embarazo

La infección urinaria constituye la complicación médica más frecuente del embarazo y se puede manifestar como:

  1. Bacteriuria asintomática (en un 4 a un 7 % de mujeres en edad reproductiva se puede demostrar la presencia de 100.000 bacterias por mililitro de orina, pero raramente dan síntomas),
  • Esta bacteriuria asintomática no tratada desarrolla cistitis sintomática en el 30%, que puede, a su vez, convertirse en pielonefritis en el 50% de los casos.
  • Además, se asocia con riesgo incrementado de parto prematuro, retardo del crecimiento intrauterino y recién nacidos con bajo peso al nacer, anemia, eclampsia e infección del líquido amniótico.
  1. Cistitis (infección e inflamación de la vejiga) y
  2. Pielonefritis (infección renal) La pielonefritis aguda durante el embarazo puede producir complicaciones serias como septicemia (infección generalizada) materna.

El médico puede hacer el diagnóstico cuando en el análisis de orina se detecta la presencia de bacterias (bacteriuria) acompañado de síntomas como fiebre, escalofríos, náuseas, vómitos y dolor en los flancos.

¿Por qué se incrementa la predisposición a las infecciones urinarias en el embarazo?

Los cambios anatómicos y funcionales que ocurren durante el embarazo, guardan una relación directa con el aumento a la predisposición para las infecciones urinarias:

  • Los riñones aumentan de tamaño por aumento del flujo sanguíneo que deben filtrar y por lo tanto aumenta la longitud renal.
  • Tu vejiga es desplazada de su sitio habitual y (a causa del aumento de la hormona progesterona), pierde tono muscular durante el embarazo. Resulta más difícil vaciarla por completo cuando orinas y se vuelve más propensa al reflujo, una condición en la que parte de la orina vuelve a subir por los uréteres hacia los riñones.
  • El útero (que sigue creciendo) comprime los uréteres, especialmente el del lado derecho, acumulándose en los uréteres hasta 200 ml de orina. Este estancamiento urinario favorece el crecimiento de las bacterias.
    • El crecimiento del abdomen también dificulta que te hagas una buena higiene cuando vas al baño.
  • Se cambia el pH de la orina y se hace más alcalino.
  • Otro de los factores que contribuyen para la multiplicación de bacterias es la mayor eliminación de proteínas por la orina conforme avanza la gestación.

Durante el embarazo la presencia de bacterias en la orina adquiere otra dimensión en la salud de la embarazada. El riesgo de que una bacteriuria se transforme en pielonefritis es de 1.4 % fuera del embarazo, mientras que en la gestación aumenta hasta el 28 %.

La identificación y tratamiento precoz de la bacteriuria permite mejorar los resultados del embarazo.

 ¿Cuál es la causa de las infecciones urinarias?

Más del 90% de las infecciones urinarias son causadas por un solo microorganismo (escherichia coli) y solamente en un 10% de los casos la infección es polimicrobiana. Estos gérmenes pasan generalmente a través de la uretra y se desplazan hacia el tracto urinario.

La infección de vías urinarias causada por estreptococos Beta hemolítico es causa de ruptura de membranas y parto prematuro.

Factores de riesgo

A continuación mencionamos algunos factores que facilitan la adquisición de una infección en el tracto urinario.

  • Autoinfección: Limpiarse de atrás hacia delante después de orinar o defecar.
  • Ser diabética.
  • Haber tenido antes una infección en el tracto urinario.
  • Retener la orina en lugar de orinar cuando tienes ganas.
  • Sexo y actividad sexual:  El coito propicia la introducción de bacterias en la vejiga y se asocia temporalmente al inicio de cistitis. Orinar tras el coito, disminuye el riesgo de cistitis.
  • El uso de compuestos espermicidas con un diafragma, o de preservativos recubiertos de espermicida, modifica la flora bacteriana normal de la zona genitourinaria, y se ha asociado a un aumento de infecciones urinarias.
  • Embarazo: las embarazadas son más susceptibles a padecer infecciones urinarias.
  • Obstrucción: cualquier obstáculo que interfiera en el flujo de orina (tumor, estrechamiento, aumento de tamaño de la próstata, cálculos…).
  • Tratamiento con antibióticos para otro problema médico: El tratamiento reciente con antibióticos por cualquier motivo puede haber cambiado el tipo y número de bacterias en la vagina y en la uretra.

Todo esto puede llegar a explicar por qué algunas mujeres siguen teniendo infecciones de las vías urinarias mientras que otras no las tienen nunca o bien las tienen esporádicamente.

¿Cuáles son los síntomas de una infección en la vejiga?

Los síntomas de una infección en la vejiga o cistitis varían en cada mujer. Los más comunes incluyen:

  • Dolor, incomodidad o ardor al orinar y posiblemente durante las relaciones sexuales.
  • Molestia pélvica o dolor en la parte inferior del vientre (generalmente justo arriba del pubis).
    • Dolor, sensación de presión o sensibilidad extrema en la zona de la vejiga.
  • Necesidad frecuente o incontrolable de orinar, incluso cuando hay muy poca orina en la vejiga.
    • Después de orinar sigues con el deseo de orinar un poco más.

También puedes notar que tu orina huele mal o está turbia. Y quizás notes que tiene moco o sangre. Puedes tener unas décimas de fiebre, pero lo más común es que tu temperatura siga siendo normal.

La necesidad frecuente de orinar, levantarte en la noche y la presión o molestia arriba del pubis, son molestias comunes durante el embarazo, y, por lo tanto, son síntomas que no ayudan mucho al médico a diagnosticar una cistitis, porque pueden ser el resultado de cambios fisiológicos normales en el embarazo que mencionamos con anterioridad (el crecimiento del útero que ejerce una presión sobre la vejiga, la expansión del volumen de sangre y el aumento de filtración en los riñones).

Puede resultar difícil saber con certeza si tienes cistitis, especialmente si tus síntomas son leves.

 ¿Cuáles son los síntomas de una infección en los riñones?

Si muestras señales de una posible infección en los riñones, debes buscar atención médica inmediatamente. Los síntomas a menudo se presentan de forma repentina e incluyen:

  • Fiebre alta (a menudo con temblores, escalofríos o sudores).
  • Dolor en la parte baja de la espaldao en el costado bajo tus costillas, en uno o ambos lados, o posiblemente en el abdomen.
  • Náuseas y vómitos.

También puedes notar sangre o pus en tu orina y los síntomas de la cistitis.

¿Qué sucede si tengo bacteriuria asintomática durante el embarazo?

La bacteriuria asintomática se ha asociado con:

  • Amenaza de aborto.
  • Parto prematuro que puede estar asociado a un bajo peso al nacer.
  • Retardo en el crecimiento del bebé dentro del útero (crecimiento intrauterino).
  • Ruptura de membranas
  • Muerte fetal dentro del útero.

Y, si no se trata, tienes un 40 por ciento de posibilidades de desarrollar una infección en los riñones. Sin embargo, con el tratamiento adecuado tu riesgo se reduce dramáticamente a entre el 1 y el 4 por ciento.

Diagnóstico y tratamiento

Para saber si tienes bacterias en tus vías urinarias, tu doctor analizará una muestra de tu orina en tu primera visita prenatal, tanto si tienes síntomas como si no los tienes y te pedirá que te hagas un examen general de orina en el laboratorio. Si este cultivo inicial de orina da negativo, tus posibilidades de desarrollar una infección en las vías urinarias después, son pequeñas.

Pero si resulta positivo, es posible que necesiten hacerte otro tipo complementario de estudios entre los que podemos mencionar:

  • Análisis sistemático de orina y sedimento:para hallar la presencia de leucocitos, bacterias, sangre…
  • Tiras reactivas:para saber rápidamente si hay o no posible infección mediante distintas reacciones químicas.
  • Cultivo de orina. El cultivo de orina es una de las mejores pruebas, pero aún así puede dar posibles falsos negativos.
  • Ecografía abdominal: se trata de la prueba de imagen más utilizada. Es fundamental para descartar dilataciones por cálculos o tumores, o complicaciones.

¿Qué sucede si tengo bacteriuria asintomática (sin síntomas)?

Si tu análisis da positivo, te tratarán con antibióticos por vía oral que son seguros durante el embarazo. Tomar la dosis completa de antibióticos, que generalmente dura una semana, debería curar la infección.

Al finalizar el tratamiento te harán otro análisis de orina para asegurarse de que ya no hay infección. Si no se ha curado, te tratarán con un antibiótico diferente. Deberían repetir los análisis de orina a intervalos regulares durante tu embarazo para asegurarse de que no tienes otra infección.

Si la bacteriuria recurre, te tratarán de nuevo y probablemente te recetarán una dosis baja y continua de antibióticos durante el resto del embarazo para prevenir la recurrencia.

Es necesaria una ingesta diaria de abundantes líquidos.

¿Qué sucede si contraigo una infección en la vejiga?

Si contraes una infección en la vejiga (cistitis) durante el embarazo te tratarán de forma similar, aunque quizás durante menos días.

Los antibióticos probablemente te aliviarán los síntomas con rapidez, pero es fundamental que termines el tratamiento para poder eliminar todas las bacterias que se encuentran en las vías urinarias.

Después del tratamiento, te realizarán un nuevo análisis para que no queden dudas de que la infección ha desaparecido. Luego te deberían hacer pruebas a intervalos regulares durante todo el embarazo para asegurarse de que no te has infectado nuevamente. Si las infecciones en la vejiga siguen recurriendo, puede que necesites recibir una dosis baja de antibióticos diariamente, como medida de prevención.

Es necesaria una ingesta diaria de abundantes líquidos.

¿Qué sucede si tengo cistitis aguda?

La cistitis aguda por la presencia de síntomas repentinos como el dolor intenso y el aumento de la frecuencia para orinar en personas que no tienen fiebre y en las que no existe ninguna otra evidencia de alguna enfermedad sistémica.

 Tu médico seguramente iniciará el tratamiento antes de que lleguen los resultados del laboratorio. Es importante que termines el tratamiento tal cual te lo prescriben para evitar la recurrencia.

 ¿Qué sucede si contraigo una infección en los riñones?

Si tienes una infección en los riñones durante el embarazo, te ingresarán en el hospital y te administrarán antibióticos por vía intravenosa. Se controlará tu temperatura, tu tensión arterial, pulso, respiración y capacidad de orinar y se vigilará también el latido del corazón de tu bebé y si presentas alguna señal de parto prematuro.

El tiempo de hospitalización debido a una infección en los riñones, varía y dependerá de tu caso particular. Si tras la evaluación inicial, durante las primeras 12 a 24 horas, se determina que tu caso no es grave y estás respondiendo adecuadamente al tratamiento y además no hay señales de un parto prematuro, tu doctor posiblemente decida darte de alta. El resto del tratamiento, probablemente consistirá en antibióticos orales.

Sin embargo, si tu infección es grave necesitarás permanecer en el hospital para que te traten y te tengan en observación. No te dejarán salir del hospital hasta 24 a 48 horas después de que tu temperatura vuelva a su nivel normal y no presentes síntomas.

Una vez hayas completado el tratamiento, te recetarán una dosis baja y continua de antibióticos durante el resto del embarazo para prevenir otra infección. Sin esta terapia diaria supresiva, corres un alto riesgo de contraer otra infección en los riñones.

¿Qué puedo hacer para evitar contraer una infección de las vías urinarias?

Sigue estos pasos para reducir la probabilidad de contraer una infección de las vías urinarias:

  • Bebe mucha agua, por lo menos ocho vasos grandes de agua (aproximadamente de 8 onzas o 250 mililitros) diariamente.
  • No ignores las ganas de hacer pipí. Y vacía completamente la vejiga al orinar.
  • Después de defecar, límpiate de adelante hacia atrás para evitar que las bacterias de las heces se acerquen a la uretra.
  • Mantén el área genital limpia con jabón suave y agua.
  • Antes y después de mantenerrelaciones sexuales, limpia el área genital y haz pipí.
  • Bebe jugo de arándano (cranberry). Hay estudios que demuestran que el jugo de arándano puede reducir los niveles de bacteria y evitar que se introduzcan nuevas bacterias en las vías urinarias. Sin embargo, beber este jugo no curará una infección ya existente, de modo que si tienes síntomas, no dejes de consultar con tu médico de inmediato para que te recete antibióticos.
  • Evita los productos de higiene femenina (en aerosol o en polvo) y los jabones fuertes que puedan irritar la uretra y los genitales y convertirlos en un caldo de cultivo para las bacterias.
  • No te des duchas vaginales durante el embarazo.

Preguntas frecuentes:

¿Cómo puedo saber si tengo una ITU?

Algunas veces los gérmenes pueden crecer en el tracto urinario pero puedes NO tener ningún síntoma. Esto se llama bacteriuria asintomática.

Tu médico le puede hacer un análisis para comprobar el diagnóstico. La bacteriuria asintomática debe tratarse en las mujeres embarazadas pero no necesita ser tratada en la mayoría de las demás mujeres.

¿Cómo puedo saber si el tratamiento no está funcionando?

Si tienes fiebre mayor de 38,05 grados, escalofríos, dolores en la parte baja del estómago, náusea, vómito o dolor en el costado debes llamar a tu médico. Igualmente debes llamarlo si tienes contracciones o si, después de tomar medicamento durante tres días, todavía tienes una sensación de ardor cuando orinas.

¿Puedo hacer algo para evitar que esto ocurra de nuevo?

Puedes ayudar a prevenir las ITU de varias maneras:

  • Bebe de 6 a 8 vasos de líquido diariamente, el agua es lo mejor.
  • Elimina las comidas refinadas, los jugos de frutas, la cafeína, el alcohol y el azúcar.
  • Toma vitamina C.
  • Desarrolla el hábito de orinar en el momento en el que tienes el deseo de orinar y vacía completamente tu vejiga.
  • Orina antes y después de las relaciones sexuales.
  • Evita las relaciones sexuales durante el tratamiento de una infección urinaria.
  • Después de orinar sécate sin friccionar y mantén el área genital limpia. Asegúrate de limpiarte siempre de adelante hacia atrás.
  • Evita usar jabones fuertes, duchas, cremas antisépticas, polvos y sprays de higiene femenina.
  • Cámbiate diariamente la ropa interior y procura que sea de algodón.
  • Evita usar pantalones demasiado ajustados.

Referencias

Complicaciones, Otras

Infecciones Vaginales: Tricomoniasis

¿Qué es la tricomoniasis?

La tricomoniasis es una infección vaginal causada por un parásito (protozoario) llamado trichomonas vaginalis. Su nombre ya indica el lugar de residencia preferido del parásito, la vagina. En los hombres el agente patógeno de la tricomoniasis se manifiesta principalmente en el tracto urinario y en la próstata. Por eso a veces el parásito también se denomina Trichomonas urogenitalis.

Es altamente contagioso, y después de la Vaginosis Bacteriana y la Candidiasis Vaginal la Tricomoniasis es la tercera causa de infección vaginal.

¿Qué tan frecuente es la tricomoniasis?

La tricomoniasis es considerada la enfermedad de transmisión sexual curable más común. Es más frecuente en las mujeres que en los hombres y las mayores son más propensas que las jóvenes a tener la infección.

¿Cómo se contrae la tricomoniasis?

A diferencia de las infecciones por hongos, la tricomoniasis se transmite a través de las relaciones sexuales, de modo que es una enfermedad de transmisión sexual (ETS). Solamente puede infectar al ser humano.

En las mujeres, el área del cuerpo infectada con más frecuencia es la parte baja del aparato genital (la vulva, la vagina o la uretra) y en los hombres es la parte interna del pene (uretra). Es muy raro que esta infección se extienda al útero y a las trompas, como sucede con la clamidia y la gonorrea, y no afecta otros órganos como la sífilis y el VIH.

Durante las relaciones sexuales, el parásito por lo general se transmite del pene a la vagina o viceversa, pero también se puede transmitir de una vagina a otra. No es frecuente que el parásito infecte otras partes del cuerpo, como las manos, la boca o el ano.

En los hombres, el parásito vive y se multiplica pero raramente causa síntomas. Por lo tanto, las mujeres con frecuencia son infectadas repetidamente por sus compañeros de relaciones sexuales, ya que no saben que ellos están infectados.

Si una mujer tiene más de un compañero de relaciones sexuales, sus probabilidades de contraer tricomoniasis son mucho más altas. Muy raramente, el parásito puede transmitirse a través de toallas, paños, o trajes de baño mojados.

Tiempo de incubación

El tiempo de incubación de la tricomoniasis es de 3 a 21 días. El tiempo de incubación es el tiempo que transcurre desde el contagio hasta la aparición de los primeros síntomas.

La mujer puede no enterarse de que tiene tricomoniasis por días o meses debido a que el parásito puede vivir en el cuerpo de la mujer sin causar ningún síntoma. Pero lo que sucede es que el parásito se multiplica repentinamente y súbitamente causa síntomas muy desagradables. Como el parásito vive tanto en el hombre como en la mujer, ambos compañeros de relaciones sexuales necesitan tratamiento.

¿Cuáles son los signos y síntomas de la tricomoniasis?

Alrededor del 70% de las personas infectadas no presentan signos ni síntomas. No está claro por qué algunas personas con la infección presentan síntomas y otras no, pero probablemente depende de factores como la edad de la persona y su salud en general. Las personas infectadas que no tengan síntomas de todos modos pueden transmitir la infección a otras.

Cuando la tricomoniasis causa síntomas, pueden variar entre irritación leve e inflamación grave. Algunas personas presentan los síntomas durante los 5 a 28 días después de haberse infectado, pero otras los presentan mucho más tarde. Los síntomas pueden aparecer y desaparecer.

Síntomas en el hombre: Los hombres con tricomoniasis no suelen tener síntomas. No obstante, si aparecen molestias son, sobre todo, comezón, dolor y un flujo lechoso y blanquecino por la uretra. En los hombres las tricomonas causan inflamaciones, sobre todo en el glande y el prepucio. A través de la uretra la tricomoniasis puede propagarse a la vejiga urinaria, la próstata y el epidídimo, produciéndose dolor al orinar y tras la eyaculación.

En la mujer el parásito afecta la vagina, la uretra (el canal que lleva la orina de la vejiga al exterior del cuerpo) y la vejiga (la bolsa en que se contiene la orina) de la mujer.

Las mujeres con tricomoniasis pueden presentar síntomas de inflamación vaginal: picazón, ardor, enrojecimiento o dolor en los genitales o una secreción clara con un olor inusual desagradable que puede ser transparente, blanca, amarillenta o verdosa. Si las tricomonas pasan por la uretra y la vejiga urinaria también se experimenta dolor al orinar y aumento de la necesidad de orinar.

Tener tricomoniasis puede provocar molestias al tener relaciones sexuales. Si no se trata, la infección puede durar meses y hasta años.

Factores de riesgo de la tricomoniasis.

Como sucede en todas las infecciones de trasmisión sexual, los factores de riesgo son:

  • Inicio de relaciones sexuales a edad temprana.
  • Tener varias parejas sexuales.
  • Tener relaciones sexuales con alguien promiscuo
  • Uso de drogas ilícitas

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La Tricomoniasis y el Embarazo

Las mujeres embarazadas pueden contraer Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) al igual que las que no lo están. El embarazo no le da una protección extra a la mujer o a su bebé contra las ETS. Muchas ETS son silenciosas, o no tienen síntomas, así que las mujeres no saben que están infectadas.

 La ETS incluso pone en riesgo la vida de la mujer embarazada y su bebé si la mujer se infecta durante el embarazo. Es muy importante que la mujer conozca los efectos tan dañinos de las ETS y cómo debe protegerse ella y su bebé. Su pareja sexual deberá ser examinada y tratada.

La mayoría de estos problemas pueden prevenirse si la madre recibe atención médica de rutina durante el embarazo. Esta atención incluye pruebas de detección de ETS en etapas tempranas del embarazo.

Una de las enfermedades de transmisión sexual más fáciles de curar es la tricomoniasis; pero si la misma no es tratada a tiempo podría ocasionar serios problemas en tu embarazo.

A pesar de que los síntomas de la tricomoniasis podrían hacerte pensar que estás padeciendo una candidiasis, (que no implica mayor riesgo para la madre durante el embarazo ni para el bebé) es realmente importante acudir al médico para que te revise y te diagnostique a fin de tratar eficazmente esta infección antes del parto.

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¿Cómo se diagnostica?

Ante los síntomas de la tricomoniasis es importante acudir al médico para que establezca el diagnóstico.

El médico te preguntará por síntomas al orinar o al mantener relaciones sexuales. Después indagará sobre las prácticas sexuales, el número de relaciones en un mes, el número de parejas diferentes en un año y el uso de métodos de profilaxis.

Al terminar, te hará un examen pélvico buscando signos de inflamación, que en las mujeres se manifiestan como enrojecimientos de las paredes vaginales, y en los hombres como supuración por la uretra.

Para confirmar el diagnóstico de la tricomoniasis tomará una muestra del flujo vaginal o de la supuración uretral y la llevará a un laboratorio para su análisis. Su estudio es muy sencillo, ya que las tricomonas son mucho más grandes que las bacterias o virus, y no necesitan tratarse con tinciones especiales para verlas al microscopio. Cuando se observa la muestra al microscopio se ven directamente las tricomonas nadando en el fluido. Eso es suficiente para establecer el diagnóstico.

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Si el estudio sale positivo a Tricomoniasis, es probable que el médico te ordene pruebas para detectar HIV, sífilis, gonorrea y clamidia.

¿Cómo se trata la tricomoniasis durante el embarazo?

Es muy raro que la tricomoniasis desaparezca de una persona si no se trata con un antibiótico adecuado. Y, aunque se han dado casos de curación espontánea, siempre se recomienda su tratamiento porque así se impide la transmisión a otras personas.

El antibiótico que se utiliza para tratar la tricomoniasis es el metronidazol. Si te diagnostican tricomoniasis, te recetarán metronidazol que generalmente se considera seguro para el bebé durante el embarazo.

Tu pareja deberá recibir tratamiento al mismo tiempo, independientemente de si presenta síntomas (recuerda, la mayoría de los hombres no tienen síntomas). La tricomoniasis generalmente se cura tomando la dosis completa del antibiótico. En más del 90% de los casos se logrará una cura primaria tratando a la mujer y a su pareja

Será necesario que se abstengan de tener relaciones sexuales hasta que ambos hayan terminado el tratamiento y no presenten más síntomas. De lo contrario, correrán el riesgo de volverse a infectar.

El metronidazol puede oscurecer la orina mientras dure el tratamiento y tu médico te recomendará tomarlo junto a las comidas para minimizar las molestias gastrointestinales. Se desaconseja la ingesta de alcohol mientras dure el tratamiento, pues puede producir dolor abdominal intenso, náuseas y vómitos (la ingesta de alcohol no está recomendada durante el embarazo).

 ¡OJO! Las personas que hayan sido tratadas por tricomoniasis pueden contraerla de nuevo. Aproximadamente 1 de cada 5 personas se infectan otra vez dentro de los 3 meses después del tratamiento.

Para evitarlo, asegúrate de que todas tus parejas sexuales también reciban tratamiento y espera para tener relaciones sexuales nuevamente hasta que todos tus síntomas hayan desaparecido (alrededor de una semana). Acude de nuevo al médico si sientes nuevamente los síntomas.

¿Si la infección no es tratada, cómo puede afectar mi embarazo y a mi bebé?

Si estás embarazada y tienes tricomoniasis, corres más riesgo que otras mujeres sin esa ETS de tener ruptura prematura de las membranas (RPM). Esto sucede cuando el saco que rodea al bebé se rompe antes de que comience el parto. La RPM puede dar lugar al parto prematuro, que es el que sucede antes de las 37 semanas de embarazo.

Es más probable que los bebés nacidos de madres con tricomoniasis tengan bajo peso al nacer (menos de 2 kilos 500 gramos) que aquellos nacidos de madres no infectadas aumenta también el riesgo de aborto, infección uterina y nacimiento sin vida (mortinato)

La mayoría de estos problemas pueden prevenirse si la madre recibe atención médica de rutina durante el embarazo.  

¿Contagiaré a mi bebé?

La tricomoniasis también puede ser transmitida a neonatos al paso por el canal de parto infectado: En algunos casos (raramente) si tu bebé es niña podría infectarse al pasar por el canal vaginal y presentar flujo vaginal (síntoma de vaginitis). También pueden presentarse manifestaciones respiratorias. Si se contagió podrá ser tratada con antibióticos.

¿Cómo se puede proteger una mujer embarazada?

  • Tener una relación mutua monógama con una persona que no tenga otras parejas sexuales y que se haya comprobado que no padece ETS.
  • En caso de parejas múltiples, usar condones de látex correctamente todas las veces que tengas relaciones sexuales te ayudará a reducir el riesgo de contraer o transmitir la tricomoniasis. Sin embargo, los condones no cubren toda el área y es posible contraer o transmitir esta infección incluso cuando se utiliza uno.
  • Realizar chequeos regulares en el médico para descartar la presencia de ETS, o detectarlas cuanto antes.
  • La única manera segura de prevenir las enfermedades de transmisión sexual es evitar por completo las relaciones sexuales.

¿Las ETS pueden ser tratadas durante el embarazo?

Las ETS como la clamidia, la gonorrea, la sífilis, tricomoniasis y la vaginosis bacteriana pueden ser tratadas con antibióticos que se pueden prescribir durante el embarazo.

Las ETS que son causadas por virus como: herpes genital, hepatitis B, hepatitis C, o SIDA, no se curan. Sin embargo en algunos casos, estas infecciones pueden ser tratadas con medicamentos llamados retrovirales, además de otras medidas preventivas para reducir el riesgo de contagiar al bebé.

Si una mujer está embarazada, o está pensando embarazarse, debe de realizarse pruebas de laboratorio para que lleve a cabo los pasos necesarios para protegerse ella y el bebé.

¿Cuáles son las complicaciones de la tricomoniasis?

La tricomoniasis puede aumentar el riesgo de contraer o propagar otras infecciones de transmisión sexual. Por ejemplo, puede causar inflamación genital que hace más fácil infectarse con el virus del VIH o transmitírselo a una pareja sexual.

Referencias

Complicaciones, Durante, Embarazo, Otras

Hipotiroidismo y embarazo

Introducción

Las enfermedades de la glándula Tiroides son particularmente comunes en las mujeres en edad reproductiva. Como resultado, no es una sorpresa el que dichos padecimientos puedan complicar el curso de un embarazo. La frecuencia varía en las diferentes poblaciones geográficas y entre los diferentes países.

Mientras que el embarazo en sí es un “estado natural” y NO un padecimiento, los desórdenes o enfermedades del Tiroides durante el embarazo pueden afectar tanto a la madre como al bebé.

¿Qué es una enfermedad tiroidea?

Una enfermedad tiroidea es un padecimiento que afecta a la glándula tiroidea. La función de las hormonas tiroideas es regular el metabolismo –o sea, la forma en la que el organismo utiliza la energía- y afectan a todo nuestro organismo.

Algunas veces, la glándula produce muchas o pocas hormonas tiroideas. Cuando se producen demasiadas hormonas tiroideas, se dice que existe un “hipertiroidismo” y puede hacer que se aceleren muchas de las funciones de nuestro organismo. Cuando existen muy pocas hormonas tiroideas, se dice que existe un “hipotiroidismo” y este puede hacer que se hagan más lentas las funciones de nuestro organismo.

Las hormonas tiroideas juegan un papel crítico durante el embarazo, tanto en el desarrollo del bebé como en el mantenimiento de la salud materna.

Las mujeres que tienen un problema de tiroides, pueden tener un embarazo saludable y proteger la salud de sus bebés al informarse y aprender acerca de los efectos de la tiroides en el embarazo, siguiendo meticulosamente el programa de pruebas analíticas de función tiroidea que le indique su médico y tomando la medicación en la dosis indicada cuando sea necesario.

¿Qué es el Tiroides?

El tiroides es una glándula endocrina, situada en el cuello, por debajo del cartílago cricoides, “la nuez de Adán”, con forma de mariposa, con dos lóbulos, uno a cada lado, unida por una zona central que se llama istmo (como lo que une a las penínsulas a los continentes. A veces, sobre el istmo, hay una prolongación superior que constituye el lóbulo piramidal.

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Su tamaño es importante y actualmente podemos medirlo por medio de una ecografía. Los lóbulos miden aproximadamente 55 mm de diámetro longitudinal y unos 15 mm de grosor. El tiroides suele ser tener una cierta relación con la talla. En personas altas, en mujeres de 1.70 a 1.80, puede tener 60 mm de diámetro longitudinal.

El tiroides generalmente no se palpa, salvo en personas que tengan el cuello muy delgado.

Es igualmente importante considerar las estructuras que rodean el Tiroides. En primer lugar hay que considerar que incluidas en el tiroides, en su cara posterior, están unas pequeñas glándulas que participan en el metabolismo del calcio y que son las paratiroides. Hay cuatro paratiroides, dos en cada lado y junto al tiroides pasa el nervio recurrente laringeo que enerva las cuerdas vocales.

¿Cómo se forma el tiroides?

El tiroides se origina en la base de la lengua y las células que van a formar el tiroides van descendiendo hasta que alcanzan su sitio definitivo en el cuello.

El tiroides se desarrolla muy pronto. Aproximadamente a los 30 días del desarrollo del embrión, el tiroides aparece como una estructura con dos lóbulos y a los 40 días se interrumpe la conexión que tenia con la base de la lengua, atrofiándose y desapareciendo este hilo de unión.

En la 8ª semana empieza a reconocerse la estructura tubular que caracteriza al tejido glandular y entre la 11 y la 12 semana el tiroides del embrión ya concentra yodo, aunque realmente no empieza a funcionar produciendo sus propias hormonas hasta la semana 21.

¿Qué es una Glándula?

Las glándulas son agrupaciones celulares que segregan compuestos hormonales que pueden:

  • Verterse al exterior (glándulas exocrinas): la mama produce la leche y es una glándula exocrina y las glándulas salivares, las glándulas lacrimales y las glándulas sudoríparas lo son también.
  • Verterse directamente a la propia sangre (glándulas endocrinas). Las glándulas suprarrenales, el páncreas en parte, la hipófisis, el tiroides, son glándulas endocrinas, cuya secreción, las hormonas, pasan directamente a la sangre.

Las hormonas circulan en la sangre por todo el organismo y llevan mensajes a otras partes del cuerpo produciendo efectos aún lejos de la glándula que produce la hormona. La Endocrinología estudia exclusivamente el funcionamiento de las glándulas endocrinas.

El tiroides produce hormonas que tienen una característica única en el organismo y es que en su composición entra el yodo. Y esto es un hecho muy importante, porque si el organismo no dispone de yodo, el tiroides NO puede producir hormonas. Podemos vivir con un número limitado de elementos, podemos vivir sin níquel, sin cadmio y sin muchísimas otras cosas, pero no podemos vivir sin yodo.

¿Cuáles son las Hormonas Tiroideas?

Hay dos tipos de hormonas tiroideas presentes en la sangre: la Tiroxina o T4 y la Triyodotironina o T3. Recordemos, son los únicos componentes de la fisiología de los vertebrados que contienen yodo.

Si no hay yodo suficiente en la dieta no hay posibilidad de fabricar hormonas tiroideas en cuantía suficiente y esto puede ocasionar problemas que van desde una pequeña hiperplasia o Bocio no muy importantes, a una situación de severo retardo del crecimiento y déficit mental conocido como Cretinismo Endémico.

El yodo que ingresa en el organismo es atrapado por el tiroides. Pero no todo el yodo se fija en el tiroides, parte de él se elimina por la orina, parte se elimina por la saliva, parte se elimina por la mucosa gástrica y una parte pequeña se elimina por la leche materna durante la lactancia, el suficiente para que el niño que se alimenta al pecho también disponga de su ración de yodo. La cantidad de yodo necesaria para el organismo es de 80 a 200 microgramos diarios y es la que normalmente se ingiere en la dieta.

¿Cómo se regula la producción, secreción y paso de las hormonas tiroideas a la sangre?

El sistema que regula el metabolismo celular puede explicarse de la siguiente manera:

  • En el cerebro existen unas células especiales que “monitorean” el nivel de hormona tiroidea en la sangre.
  • Cuando este nivel desciende, estas células le envían señales a otra glándula: la Hipófisis (o Pituitaria). Es probablemente la glándula más importante del organismo, ya que regula la función de bastantes glándulas endocrinas. Está alojada en una pequeña cavidad que el hueso del cráneo fabrica para ella llamado “silla turca”.

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  • Estas señales estimulan a la Hipófisis para que suelte a la sangre una sustancia llamada “hormona estimulante del tiroides” o TSH por sus siglas en inglés.
  • La función de la TSH es “avisarle” a la glándula Tiroides que el organismo necesita de más hormona tiroidea en la sangre.
  • Cuando la hormona tiroidea se eleva nuevamente a los niveles normales, las células del cerebro lo detectan y mandan señales a la Hipófisis para que detenga la producción de TSH y el tiroides disminuya su actividad.

¿Cuál es la acción de las hormonas tiroideas?

Las hormonas tiroideas cumplen múltiples funciones. Considerando sólo las más importantes podemos citar las siguientes acciones.

  • Son necesarias para un correcto crecimiento y desarrollo.
  • Tienen acción calorígena y termorreguladora.
  • Aumentan el consumo de oxigeno.
  • Estimulan la síntesis y degradación de las proteínas.
  • Regulan las mucoproteínas y el agua extracelular (el líquido que rodea a las células en todos los tejidos).
  • Actúan en la síntesis y degradación de las grasas.
  • Intervienen en la síntesis el glucógeno y en la utilización de la glucosa (azúcar).
  • Son necesarias para la formación de la vitamina A, a partir de los carotenos.
  • Estimulan el crecimiento y la diferenciación.
  • Imprescindibles para el desarrollo del sistema nervioso, central y periférico.
  • Intervienen en los procesos de la contracción muscular y motilidad intestinal.
  • Participan en el desarrollo y erupción dental.

En resumen: Las hormonas tiroideas intervienen prácticamente en la totalidad de las funciones orgánicas activándolas y manteniendo el ritmo vital (metabolismo).

El metabolismo es un término usado para describir el proceso del cuerpo que produce energía y las sustancias químicas necesarias para que las células crezcan se dividan y desarrollen actividades vitales.

¿Qué es el hipotiroidismo?

El Hipotiroidismo es una alteración de la glándula tiroides que ocasiona una disminución de la producción de Hormonas Tiroideas.

Se dice que una persona tiene hipotiroidismo cuando su glándula tiroides no es capaz de producir suficiente hormona tiroidea para mantener el cuerpo funcionando de manera normal.

Las personas hipotiroideas tienen muy poca hormona tiroidea en la sangre. y la falta de esa sustancia ocasiona desde pequeñas molestias, hasta graves alteraciones. Eso significa que el tiroides y las hormonas tiroideas son muy importantes en el organismo.

El hipotiroidismo es una condición bastante común y puede ser tratado con éxito. Sin embargo, como los síntomas generalmente son sutiles, las personas lo pueden confundir con estrés, depresión, o simple envejecimiento. Una persona puede estar sin diagnóstico por varios años. Afecta tanto a hombres como a mujeres pero es más común en mujeres.

Aproximadamente 1 de cada 100 mujeres en edad fértil tiene hipotiroidismo y el riesgo de desarrollarlo aumenta con la edad.

 ¿Cuál es la causa del hipotiroidismo?

 Existen muchas razones diferentes por las cuales las células de la glándula tiroides no pueden producir suficiente hormona tiroidea. Estas son las principales causas, desde la más común a la menos frecuente.

  • Enfermedad autoinmune. En algunas personas, el sistema inmune que protege el cuerpo contra infecciones extrañas, puede confundir a las células tiroideas y sus enzimas con agentes invasores y atacarlas. En consecuencia no quedan suficientes células tiroideas y enzimas para producir cantidad adecuada de hormona tiroidea. Esto es más común en mujeres que en hombres. La tiroiditis autoinmune puede comenzar repentinamente o se puede desarrollar lentamente en el curso de varios años. Las formas más comunes son la tiroiditis de Hashimoto y la tiroiditis atrófica.
  • Extracción por medio de la cirugía de una parte o la totalidad de la glándula tiroides. Algunas personas con nódulos tiroideos, cáncer de tiroides o enfermedad de Graves necesitan cirugía para eliminar una parte o la totalidad de la glándula tiroides. Si se quita toda la glándula, la persona sin duda desarrollará hipotiroidismo. Si se deja intacta una parte de la tiroides, ésta puede producir suficiente hormona tiroidea para mantener los niveles sanguíneos dentro del rango normal.
  • Tratamiento radiactivo. Algunas personas con enfermedad de Graves, bocio nodular o cáncer de tiroides son tratados con yodo radiactivo (I-131) con el fin de destruir la glándula tiroides.
  • Hipotiroidismo congénito (hipotiroidismo con el que el niño nace). Algunos bebés nacen sin la glándula tiroides o con una glándula que esta sólo parcialmente formada. Otros pocos tienen una parte o toda la glándula tiroides en el lugar incorrecto (tiroides ectópica). En algunos bebés, las células tiroideas o sus enzimas no funcionan en forma normal.
  • Tiroiditis. La tiroiditis es una inflamación de la glándula tiroides, generalmente causada por un ataque autoinmune o por una infección viral.
  • Medicamentos. Algunos medicamentos pueden impedir que la glándula tiroides produzca hormona tiroidea en forma normal.
  • Demasiado o muy poco yodo. La glándula tiroides debe disponer de yodo para producir hormona tiroidea. El yodo entra al cuerpo con los alimentos y viaja a través de la sangre hasta la tiroides. Para mantener balanceada la producción de hormona tiroidea se necesita una cantidad de yodo adecuada. Ingerir demasiado yodo puede causar o agravar el hipotiroidismo.
  • Daño a la glándula pituitaria o hipófisis. La hipófisis, la “glándula maestra” le dice a la tiroides cuánta hormona tiroidea debe producir. Cuando la pituitaria ha sido dañada por un tumor, radiación o cirugía, ya no podrá darle instrucciones a la tiroides, y en consecuencia, la glándula tiroides dejará de producir suficiente hormona: hipotiroidismo secundario.

 Un tiroides que se encuentra en condiciones deficitarias y que durante   embarazo va a ser sometido a una mayor demanda de hormonas, va a acelerar su deterioro. Quizá lo que ahora se denomina Tiroiditis Inmunitaria Postpartum sea la consecuencia de un tiroides, que no estaba previamente bien, que se ha visto muy forzado durante el embarazo y acaba fallando de una forma ya evidente en los meses que siguen al parto.

¿En qué momento se puede presentar el hipotiroidismo?

El hipotiroidismo es más común en mujeres y personas mayores de 50 años, sin embargo, puede presentarse en cualquier etapa de la vida. El hipotiroidismo puede presentarse antes, durante o después del embarazo y puede también afectar la capacidad de una mujer para embarazarse.

Desafortunadamente muchos de los síntomas del hipotiroidismo están ocultos por los síntomas de embarazo tales como fatiga, aumento de peso y menstruación anormal y, como consecuencia, la enfermedad ni se diagnostica ni se trata. Además, el riesgo de desarrollar hipotiroidismo aumenta con la edad, lo que es significativo porque más y más mujeres retrasan sus embarazos hasta que son mayores.

¿Cuáles son los síntomas de hipotiroidismo?

Cuando los niveles de hormona tiroidea están bajos, las células del cuerpo no pueden recibir suficiente hormona tiroidea y los procesos corporales comienzan a funcionar con lentidud. A medida que el cuerpo se comienza a funcionar con lentitud, podrás notar que sientes más frío y te fatigas más fácilmente, que tu piel se reseca, que tienes tendencia a olvidarte de las cosas y a encontrarte deprimido y también comienzas a notar estreñimiento.

A continuación se enumeran los síntomas más comunes de hipotiroidismo. Sin embargo, cada individuo puede experimentar los síntomas de una forma diferente:

  • Expresiones faciales de aburrimiento.
  • Voz ronca o áspera.
  • Lentitud al hablar.
  • Párpados caídos.
  • Cara hinchada y abultada.
  • Aumento de peso.
  • Estreñimiento.
  • Pelo seco, grueso y disperso.
  • Piel seca, gruesa y áspera.
  • Síndrome del túnel carpiano (dolor o adormecimiento de la mano).
  • Pulso lento.
  • Calambres musculares.
  • Plantas de los pies y palmas de las manos de color anaranjado.
  • Lados de las cejas adelgazados o faltantes.
  • Confusión.
  • Aumento del flujo menstrual en mujeres.

Los síntomas de hipotiroidismo pueden parecerse a los de otras condiciones o problemas médicos. Consulta a tu médico para confirmar el diagnóstico.

¿Cómo se diagnostica el hipotiroidismo?

El Diagnostico del Hipotiroidismo en sus fases iniciales e incluso avanzadas se basa en una Historia Clínica detenida, en una Exploración física meticulosa (un examen físico detallado puede evidenciar hallazgos que no son muy aparentes) y en estudios de laboratorio.

Sería ideal que las mujeres, antes del embarazo, controlaran si padecen de algún trastorno de tiroides, de esta manera se podrìan prevenir las repercusiones graves de los efectos del hipotiroidismo materno en el feto.

Está justificado, por tanto, que el ginecòlogo pida, como parte de la rutina del inicio del embarazo, un estudio de laboratorio (screening) para investigar la posible existencia de una Tiroiditis Inmunitaria y de un hipotiroidismo.

Estudio de laboratorio: Hay dos pruebas de sangre que se utilizan en el diagnóstico de hipotiroidismo.

  • Prueba de la TSH (hormona estimulante de la tiroides). Esta es la prueba más importante y sensible para el hipotiroidismo. Una TSH anormalmente alta significa hipotiroidismo: Se le pide a la tiroides producir más T4 porque no hay suficiente T4 en la sangre.
  • Prueba de T4. La mayoría de la T4 en la sangre se encuentra unida a una proteína llamada globulina ligadora de tiroxina. La T4 libre y el índice de T4 libre son pruebas simples que miden la cantidad de T4 sin ligar que se encuentra en la sangre, disponible para entrar en las células.

Cuando se realiza este estudio, el médico se puede encontrar con diferentes resultados que marcarán el tratamiento que deba aplicarse. El hipotiroidismo a menudo se sospecha cuando los niveles de TSH son más altos que lo normal y los niveles de T4 más bajos. Siempre consulta a tu médico para el diagnóstico.

Generalmente, cuando hay problemas, será necesario consultar a un especialista (endocrinólogo) quien, trabajando conjuntamente con el ginecólogo, te controlarán durante el embarazo.

¿Cuál es la interacción entre la función tiroidea de la madre y el niño?

Durante las primeras 10 a 12 semanas del embarazo, el bebé depende completamente de la madre para la producción de hormona tiroidea. Al final del primer trimestre, el tiroides del bebé comienza a producir hormona tiroidea por sí sola.

El bebé, sin embargo, sigue dependiendo –durante todo el embarazo- de que la madre ingiera suficiente cantidad de yodo, el cual es esencial para la producción de hormonas tiroideas. La Organización Mundial de la Salud recomienda un consumo de yodo de 200 microgramos al día durante el embarazo para mantener una producción adecuada de hormonas tiroideas.

La función tiroidea en embarazadas con falta de yodo.

En condiciones normales, el moderado sobreesfuerzo que se pide al tiroides no supone ningún problema, pero si hay una deficiencia en yodo la situación es diferente. El tiroides de la madre es insuficiente para fabricar la cantidad de hormona necesaria, porque no tiene yodo suficiente y sin material, no se puede hacer una casa.

La TSH de la madre se eleva y el tiroides de la madre crece. Al niño le pasa lo mismo y también puede nacer con un pequeño bocio, aparte de los problemas de desarrollo y neurológicos que haya podido tener.

¿Cómo puede afectar el embarazo el hipotiroidismo?

 De varias maneras:

Antes del embarazo:

  • Puede ser la causa de infertilidad porque previene la producción de óvulos: anovulación y, por lo tanto, no puede haber fecundación.
  • Produce irregularidades en el ciclo menstrual.
  • Aumento de la prolactina, una hormona que normalmente estimula la producción de leche luego del parto. El exceso de prolactina en ausencia de embarazo puede impedir la ovulación.

Durante el embarazo:

  • Existen riesgos de aborto espontáneo durante el primer trimestre o parto prematuro.
  • Igualmente la madre puede tener complicaciones como preeclampsia (hipertensión en el embarazo).
  • Puede impedir que el huevo fecundado prospere y aparece una menstruación temprana, que en realidad podría ser un aborto.

 ¿Cómo afecta al bebé el hipotiroidismo materno?

 Durante los primeros meses de embarazo, el feto depende de las hormonas de la tiroides de la madre. Las hormonas de la tiroides son esenciales para el desarrollo normal del cerebro.

La carencia de las hormonas de la tiroides maternas debida al hipotiroidismo puede tener efectos devastadores en el bebé, tanto en el desarrollo del cerebro como en el desarrollo físico.

Los estudios han demostrado que el hipotiroidismo NO controlado en la mujer embarazada, puede tener efectos a largo alcance en los bebés de estas mujeres aun cuando el hipotiroidismo sea leve y la mujer no haya tenido síntomas. Se puede decir que mientras más importante sea el hipotiroidismo, mayores serán los problemas de desarrollo que tenga el bebé.

Sin embargo, investigaciones recientes han demostrado que, con el tratamiento adecuado, los embarazos con hipotiroidismo pueden ser totalmente saludables y sin complicaciones futuras en el bebé.

 ¿Cuál es el tratamiento para una mujer con hipotiroidismo durante el embarazo?

El hipotiroidismo no se puede curar, pero en casi todas las personas afectadas, se puede controlar por completo.

El tratamiento del hipotiroidismo en una mujer embarazada es el mismo que para un hombre o una mujer no embarazada, es decir, reemplazo adecuado de hormona tiroidea en la forma de levotiroxina sintética.

Las píldoras de tiroxina sintética contienen hormona exactamente igual a la T4 que produce normalmente tu glándula tiroides. El tratamiento es ambulatorio, no es necesario que seas hospitalizada.

Es importante hacer notar que los requerimientos de levotiroxina con frecuencia aumentan durante el embarazo, a veces en un 25% a un 50%.

Ocasionalmente, la dosis de levotiroxina puede duplicarse. Idealmente, la dosis de levotiroxina debe optimizarse en las mujeres hipotiroideas antes de quedar embarazadas. Efectos secundarios y complicaciones.

Las mujeres con hipotiroidismo deben medirse la función tiroidea tan pronto como se detecte el embarazo y la dosis debe ser ajustada por su médico según sea necesario para mantener el nivel en sangre de la TSH en el rango normal. El único peligro de la tiroxina proviene de tomar demasiada o muy poca. Si tomas muy poca, el hipotiroidismo persistirá. Si tomas demasiada, desarrollarás síntomas de hipertiroidismo. Es por esto que es importante la consulta con el especialista para llevar un control exacto.

Las pruebas de función tiroidea deben ser repetidas aproximadamente cada 6 a 8 semanas durante el embarazo para asegurarse que la mujer tenga función tiroidea normal durante todo el embarazo. Si es necesario un cambio en la dosis de levotiroxina, las pruebas de función tiroidea deben repetirse 4 semanas más tarde. Tan pronto como el niño nace, la mujer puede volver a la dosis de levotiroxina que usualmente tomaba antes del embarazo.

Es importante también reconocer que las vitaminas prenatales contienen hierro, que puede impedir la absorción de la hormona tiroidea desde el tracto gastrointestinal. En consecuencia, la levotiroxina y las vitaminas prenatales no deben tomarse al mismo tiempo y deben estar separadas por los menos por 2-3 horas.

El tratamiento es seguro y esencial para ambos: la madre y el feto. Cuando el feto nace, la investigación de rutina para los recién nacidos (tamiz neonatal) incluye los exámenes para determinar el nivel de hormonas de la tiroides.

Si la mujer tiene hipotiroidismo previo al embarazo, pero sigue su tratamiento adecuadamente y el médico hace los controles periódicos durante toda la gestación, desaparece cualquier tipo de peligro y su embarazo será tan hermoso como el de cualquier mujer.

Importancia del yodo en el embarazo

Control del aporte de yodo durante el embarazo

Se ha considerado durante años que el tiroides del bebé es autónomo y basta para mantener sus necesidades. Pero cuando existe una carencia severa en yodo, ni el tiroides de la madre ni el del feto disponen del material imprescindible para fabricar las hormonas tiroideas. Por otra parte, los investigadores han estudiado que el feto, al principio del embarazo, necesita de una cantidad suficiente de hormonas tiroideas de la madre para mantener un desarrollo fetal normal hasta que empieza a desarrollar su propio sistema de producción.

La prevención de las alteraciones tiroideas empiezan desde el embarazo y el problema más importante que tiene el desarrollo del embrión y del feto en relación con el tiroides es la Carencia de Yodo. Si la madre tiene cubiertas sus necesidades de yodo, es muy probable que todo vaya bien, pero si la madre tiene un déficit severo en yodo, las cosas pueden ir regular y hasta francamente mal.

Carencia de yodo en el feto: La carencia de yodo en el feto es la consecuencia de la carencia de yodo de la madre. Si durante el embarazo hay una severa deficiencia de yodo en la alimentación de la madre, con toda seguridad que estará alterada la síntesis de las hormonas tiroideas de la madre y del feto.

Como lo mencionamos anteriormente, las hormonas tiroideas juegan un papel esencial en la maduración del cerebro del bebé. La falta de estas hormonas (en este caso, por carencia del yodo) durante la etapa fetal ocasiona un daño cerebral irreversible y un retardo mental permanente.

Control del nivel de yodo en la madre. Sólo hay una forma de saber si la madre está manteniendo una dieta rica en yodo, valorar la eliminación de yodo en la orina. Es una técnica un poco compleja y sólo se hace en los hospitales y no de forma rutinaria. Si tienes una dieta variada, consumes pescado de mar con cierta frecuencia y sal yodada, no vas a tener problema con el yodo. Si no estás muy segura, lo mejor es mantener un complemento durante el embarazo, ya desde el primer trimestre.

Aporte de yodo en la embarazada. Hasta ahora se ha hablado de la sal yodada como una norma de actuación permanente, pero en el embarazo debemos de tener la certeza de que el feto no va a tener problemas de suministro de yodo. Lo más fácil para esto y para que puedas estar absolutamente tranquila es preguntar a tu ginecólogo acerca de este importante tema.

Prevención

Son varias las asociaciones médicas que han hecho recomendaciones para la prevención y detección de las enfermedades tiroideas:

  • Todas las mujeres que están planeando un embarazo, deben realizarse los estudios de laboratorio especializados en la detección de los padecimientos de tiroides.
  • Todas las mujeres embarazadas con bocio (tiroides agrandada), altos niveles de sangre de anticuerpos antitiroideos, una historia familiar de enfermedades tiroideas o síntomas de hipotiroidismo, deben de hacerse las pruebas de laboratorio.
  • En las mujeres que están en la línea fronteriza o con un hipotiroidismo sub-clínico, puede ser beneficioso que se le prescriba una terapia con dosis bajas de hormona tiroidea.
  • Existe evidencia de que los anticuerpos que contribuyen al hipotiroidismo pueden jugar un cierto papel en el embarazo. Los datos científicos sugieren que la suplementación de selenio pueden ser beneficiosos para las mujeres que tienen altos niveles en sangre de anticuerpos antes de la concepción. Esto tiene que ser cuidadosamente revisado con tu endocrinólogo.
  • Las mujeres que ya están bajo un régimen de reemplazo de hormona tiroidea antes del embarazo, tienen que hacerse también las pruebas de laboratorio para asegurarse de que está en los niveles apropiados. Durante el embarazo, es probable que las dosis tengan que elevarse casi en un 50% y esto sería casi desde el primer trimestre.
  • La dosificación de la levotiroxina sintética es dinámica durante el embarazo y debe ser monitoreada muy cercanamente por medio de las pruebas de laboratorio.

Preguntas frecuentes

Tengo hipotiroidismo, ¿Hay algo especial que yo necesite hacer ahora que estoy embarazada?

  • Ve a tu médico tan pronto como sepas que estás embarazada. Pregunta cómo planea tratar tu hipotiroidismo durante el embarazo
  • ¡Trata de no preocuparte! Con cuidado apropiado y tratamiento, tienes todas las posibilidades de tener un embarazo y un bebé sanos.
  • Toma tu medicamento de la tiroides cada día según lo indicado. Ten cuidado de no fallar ni una dosis.
  • Dependiendo del resultado de los análisis de laboratorio que tu médico te solicite, tal vez necesites cambiar la dosis de tu medicamento para el Tiroides, durante y después de su embarazo.

¿Los niveles bajos de la hormona tiroidea pueden aumentar el riesgo para el bebé de tener un bajo índice de inteligencia?

Los bebés nacidos a las madres con hipotiroidismo no tratadas durante el embarazo tienen cuatro veces más posibilidades de tener el índice de inteligencia bajo u otras dificultades en el aprendizaje.

Me preocupa tomar cualquier medicina durante el embarazo. ¿Es realmente seguro tomar mi medicación de la hormona de tiroides?

Es no sólo seguro, sino muy importante tomar tu medicación del reemplazo de la tiroides durante embarazo. Estas medicaciones (Synthroid, Levoxyl, Levothroid, Armour, o Thyrolar) substituyen a las hormonas normales que necesitas para un embarazo sano.

 ¿Puedo tomar esta medicación de la tiroides con mi vitamina prenatal, o con el alimento?

Las vitaminas prenatales, los suplementos del hierro, los antiácidos, y ciertos alimentos interfieren con la absorción de la hormona tiroidea por el cuerpo.

  • Toma tu medicación de la tiroides con el estómago vacío por lo menos una hora antes o dos horas después de las comidas.
  • No tomes las vitaminas o los antiácidos prenatales en el plazo de dos horas de su medicación de la tiroides. Sea constante.

Si no puedes tomar la píldora de la tiroides sin el alimento, es mejor tomarla cada día con el alimento que faltar algunos días. Si no puedes continuar con la píldora de la Tiroides debido al malestar matinal asegúrate de comunicárselo a tu médico.

¿Puedo dar pecho a mi bebé mientras que tomo la medicación de la tiroides?

 Sí, la lactancia es la opción más sana para alimentar a tu bebé. Las madres continúan tomando la medicación de la tiroides y comprobando sus niveles de la tiroides de la sangre mientras dan de lactar. Con la dosis correcta, la medicación de la tiroides no dañará al bebé. Con una cantidad normal de hormona de tiroides, tu cuerpo producirá mayor cantidad de leche para tu bebé.

¿Mi bebé tendrá hipotiroidismo también?

 Tan pronto como nacen, a todos los bebés se les hacen pruebas para el hipotiroidismo (Tamiz Neonatal). El hipotiroidismo es muy raro en infantes y niños. Si la enfermedad de la tiroides se trasmite genéticamente, generalmente no aparece hasta después de ser adultos.

 Referencias

Complicaciones, Otras

Incompatibilidad del Rh o Eritroblastocis Fetal

Introducción

La Eritroblastosis Fetal también llamada Enfermedad Hemolítica del Recién Nacido (EHRN) o Incompatibilidad del Rh, se trata de un trastorno sanguíneo potencialmente mortal en un feto o en un bebé recién nacido.

Durante siglos, muchas mujeres dieron a luz un primer hijo sano y luego sufrieron embarazos subsiguientes que terminaron en aborto espontáneo, parto de feto muerto o bebés con anemia, ictericia u otros problemas graves de salud.

Esta enfermedad llamaba poderosamente la atención a los doctores Coombs, Race y Mourant, quienes no se explicaban la muerte fetal intrauterina o la muerte neonatal de bebés que compartían con sus madres el mismo grupo sanguíneo. Al descubrirse el sistema Rh de la sangre, el panorama se les fue aclarando.

El diagnóstico preciso de la enfermedad hemolítica (en la que hay destrucción de los glóbulos rojos) fue realizado por estos mismos investigadores (Coombs, Race y Mourant) en 1945 al descubrirse el test de antiglobulina humana. Descubrimiento que hizo posible el diagnóstico prenatal y el diagnóstico más o menos acertado de la EHRN.

¿Qué es la sangre?

La sangre es un tejido vivo formado por líquidos y sólidos que recorre el organismo transportando células, y todos los elementos necesarios para que realicen sus funciones vitales (respirar, formar sustancias, defenderse de agresiones) y todo un conjunto de funciones muy complejas y muy importantes para la vida.

La cantidad de sangre de una persona está en relación con su edad, peso, sexo y altura, una persona adulta se puede considerar que tiene entre 4,5 y 6 litros de sangre.

Todos los órganos del cuerpo humano funcionan gracias a la sangre que circula por arterias, venas y capilares.

La sangre está formada por diversos componentes

La parte líquida, llamada plasma, contiene agua, sales y proteínas. Más de la mitad de la sangre es plasma. La parte sólida de la sangre contiene glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas.

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Glóbulos Rojos o Hematíes: Son las células sanguíneas más numerosas y la hemoglobina que contienen es la responsable de su color rojo.

Se forman en la médula ósea, que se halla dentro de los huesos del esqueleto, desde donde salen a circular en el cuerpo.

Su función es transportar el oxígeno desde los pulmones a los diferentes tejidos del cuerpo para que las células respiren y también eliminan los residuos producidos por la actividad celular.

Glóbulos Blancos o Leucocitos: Son los encargados de proteger al organismo contra los diferentes tipos de microbios. Cuando hay una infección aumentan su número para mejorar las defensas. Unos se forman en la médula ósea y otros en el sistema linfático (bazo, ganglios, etc.).

Plaquetas: Son las células sanguíneas más pequeñas. Se producen también en la médula ósea y viven unos 6-7 días. Las plaquetas intervienen cuando se produce una rotura en alguna de las conducciones de la sangre. Se adhieren rápidamente al lugar de ruptura para que cese la hemorragia, dando tiempo a la formación del coágulo definitivo.

El Plasma: Es un líquido compuesto de agua, proteínas, sales minerales y otras sustancias necesarias para el funcionamiento normal del organismo y en donde se encuentran “nadando” las células sanguíneas.

¿Qué es el grupo sanguíneo?

La identificación de los grupos sanguíneos supuso un hecho muy importante, tanto por las numerosas contribuciones al establecimiento de los principios genéticos como por su importancia en las transfusiones.

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El Sistema ABO

Se han descrito cuatro combinaciones esenciales de glóbulos rojos (hematíes) y plasma, que definen los cuatro grupos sanguíneos que se conocen con las letras O, A, B y AB.

En cada uno de los grupos descubiertos, son los glóbulos rojos los que tienen en la membrana una sustancia (antígeno), que es diferente a cada grupo.

El grupo A tiene el antígeno A, el grupo B tiene el antígeno B, el grupo AB tiene los dos antígenos y el grupo O no tiene antígeno.

¿Me pueden poner sangre de cualquier tipo?

No, el tipo de sangre que te vayan a trasfundir debe ser compatible con el tuyo para evitar una reacción con base en la incompatibilidad ABO. Las personas que tengan un tipo de sangre determinado, al ser expuestas a sangre de otro tipo forman anticuerpos y ocurre una descomposición de la sangre. Es por eso que es muy importante saber cuál es tu tipo cuando necesitas un trasplante o una transfusión de sangre.

En estos casos, Por ejemplo, si tienes sangre con tipo sanguíneo A reaccionarás contra el tipo sanguíneo B o AB; de igual manera, si tienes sangre con un tipo sanguíneo B reaccionarás contra el tipo sanguíneo A o AB y si tienes sangre con un tipo sanguíneo O, reaccionarás contra el tipo sanguíneo A, B ó AB.

Debido a que el tipo sanguíneo O no tiene ninguna molécula en la superficie de sus glóbulos rojos, no ocasiona una respuesta inmune, por lo que las células tipo O se le pueden dar a personas de cualquier tipo de sangre; por esta razón, a las personas con tipo sanguíneo O se les llama donante universal. Sin embargo, las personas con el tipo sanguíneo O solo pueden recibir sangre del tipo sanguíneo O.

A la reacción que ocurre en el organismo cuando se mezclan dos tipos de sangre diferentes se le llama incompatibilidad sanguínea.

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Es la más frecuente de las incompatibilidades sanguíneas que pueden suceder entre la madre y el bebé. Se presenta cuando la madre tiene sangre del grupo O y el bebé es grupo A ó B y se le llama incompatibilidad sanguínea materno-fetal.

La gran mayoría de las embarazadas con esta incompatibilidad por grupo clásico, no presenta grandes problemas. Es una enfermedad más bien benigna, poco intensa donde la hemólisis fetal (destrucción de los glóbulos rojos) es escasa en importancia, sólo siendo necesario -en algunos casos- que el médico dé tratamiento a la anemia que resulta de la hemólisis de los glóbulos rojos que, en la mayoría de los casos, es leve.

Factor Rh

En el año 1940, se detectó la existencia de un nuevo antígeno (proteína) en la membrana de los glóbulos rojos de la mayoría de la población. Este antígeno es llamado Rh, ya que las primeras investigaciones se llevaron a cabo experimentando con un simio del tipo Macaccus Rhesus.

Nosotros somos Rh positivo si el antígeno se encuentra en nuestra sangre y Rh negativo si no lo tenemos.

Ser Rh negativo no es ni bueno ni malo, pero puede convertirse en un problema si estás embarazada o si estás planeando un embarazo con un hombre que es Rh positivo.

De la misma manera que en el sistema ABO, en el sistema Rh no se puede transfundir sangre con el antígeno Rh a las personas que no lo tienen, ya que podría originar la producción de anticuerpos Rh en el receptor.

Los sujetos Rh negativos sólo podrán recibir sangre de donantes Rh negativos. Este sistema explica la enfermedad hemolítica (o eritroblastosis fetal) del recién nacido. Esta enfermedad, de aparición habitual en el segundo hijo, podía incluso llegar a provocar la muerte de éste.

  • “hemolítica” implica una destrucción de los glóbulos rojos
  • “eritroblastosis” se refiere a la producción de glóbulos rojos inmaduros
  • “fetal” se refiere al feto

¿Cómo se determina el tipo Rh de la sangre?

A través de un exámen sencillo de una pequeña cantidad de sangre en el laboratorio.

¿Qué es la “Isoinmunización al factor Rh” o “Enfermedad del Rh”?

El Rh, sea positivo o negativo, sólo influye en nuestra vida en dos cosas: si existe embarazo o si hay necesidad de una transfusión. La condición negativa del factor Rh no afecta la salud de estas personas en absoluto.

Sin embargo, una mujer que tiene Rh- (negativo), puede desarrollar Isoinmunización al factor Rh o “Enfermedad del Rh”, cuando se casa con una persona que es Rh positiva, se embaraza y el hijo que esperan es Rh+ (herencia paterna).

  • En este caso existe el peligro de que algunos de los glóbulos rojos de la sangre Rh-positiva del bebé penetren, a través de la placenta, en el flujo sanguíneo de la madre durante el embarazo y, especialmente, durante el parto y el nacimiento.
    • El sistema inmune de la madre considera a los glóbulos rojos factor Rh positivo del bebé como “extraños”. De igual manera que cuando una bacteria invade el cuerpo, el sistema inmune responde desarrollando anticuerpos para combatir y destruir estas células extrañas. Esta activación de la respuesta del sistema inmune de la madre, se denomina “sensibilización”.

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  • El sistema inmune de la madre guarda esos anticuerpos por si las células extrañas vuelven a aparecer, incluso en un embarazo futuro y es así que se produce la “sensibilización Rh” de la madre.

Si este es tu primer embarazo, es muy probable que todo vaya bien. Los anticuerpos sensibilizados no te darán problemas sino hasta el próximo embarazo –de otro bebé Rh positivo- cuando ya hayan crecido en fuerza y número.

  • Es por eso que es importante actuar de inmediato para prevenir que tu sistema inmune sea expuesto a la sangre Rh positiva.
  • 10 % de las madres Rh (-) se sensibilizan luego de su primer embarazo;
  • 30% luego del segundo, y
  • 50 % con posterioridad al tercero.
  • El riesgo de sensibilización post aborto (del segundo trimestre) es 2%, y es 4-5% si el aborto es inducido.

Durante el segundo embarazo, los anticuerpos de la madre cruzan la placenta para combatir los glóbulos Rh positivos del cuerpo del bebé. A medida que los anticuerpos destruyen los glóbulos rojos, el bebé puede enfermarse.

En caso de que este proceso se detecte durante el embarazo, recibe el nombre eritroblastosis fetal; en cambio, si el diagnóstico sucede en un recién nacido, hablamos de enfermedad hemolítica.

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  • Si la destrucción de los eritrocitos es muy grave (enfermedad hemolítica o eritroblastosis fetal), el bebé puede morir.

Si la madre con Rh- tuvo un aborto -ya sea espontáneo o provocado- embarazo ectópico (que el embrión o futuro bebé se anida en un lugar diferente al útero), o recibió una transfusión de sangre Rh+, va a desarrollar incompatibilidad de sangre para embarazos posteriores.

¿Quiénes tienen riesgo de presentar la Enfermedad del Rh?

Por lo general, el primer bebé (a menos que la madre haya tenido embarazos interrumpidos, abortos espontáneos o alguna transfusión sanguínea anteriormente, los cuales podrían haber sensibilizado su organismo), ya que toma tiempo que la madre desarrolle anticuerpos contra la sangre fetal.

  • Sin embargo, el segundo bebè, que también sea Rh positivo, pueden resultar afectados. Los anticuerpos de la madre destruirán muchas de sus células sanguíneas.
  • Si por el contrario, el segundo embarazo el bebé hereda el grupo sanguíneo de la madre, entonces NO existirá problema alguno.
  • Según los expertos cuando ambos progenitores son Rh positivo los bebés no tendrán ningún problema, tampoco si la madre es Rh positivo y el padre Rh negativo, tanto en el primer embarazo como en los siguientes.
  • Cuando ambos progenitores tienen el grupo sanguíneo negativo, no existirá tampoco ningún problema.

¡OJO!

Es importante repetirlo: Sólo existirá un posible problema cuando la madre sea Rh negativo y el padre Rh positivo y siempre a partir del segundo embarazo.

¿En qué momento puede producirse la sensibilización?

La sensibilización puede presentarse en el momento en que los glóbulos rojos del bebé llegan a la madre. Esto suele suceder durante el parto, cuando la placenta se desprende.

También puede suceder, sin embargo, en cualquier momento en que los glóbulos de las dos circulaciones (madre-feto) se mezclen, como por ejemplo:

  • Durante un aborto espontáneo o provocado,
  • Con una caída o trauma al abdomen,
  • Durante un procedimiento de examen prenatal invasivo (por ejemplo, una amniocentesis –estudio del líquido amniótico que rodea al bebé- o un muestreo de vellosidades coriónicas –estudio de tejido de la placenta),
  • Durante un parto traumático que incluye a una cesárea,
  • en la muerte del bebé en útero o durante el parto.

¿Qué le pasa al bebé?

Los anticuerpos de la madre atacan y destruyen los glóbulos rojos (hemólisis) del bebé. Esto da por resultado que el bebé se vuelva anémico. La anemia es peligrosa dado que limita la capacidad de la sangre de transportar oxígeno a los órganos y tejidos del cuerpo. Como consecuencia:

  • El cuerpo del bebé responde a la destrucción de sus glóbulos rojos (hemólisis) e intenta producir más glóbulos rojos muy rápidamente en la médula ósea, el hígado y el bazo. Esto hace que los órganos se agranden y que los nuevos glóbulos rojos, llamados eritroblastos, generalmente sean inmaduros e incapaces de cumplir la función que realizan los glóbulos rojos maduros.
  • Además, a medida que los glóbulos rojos se destruyen, se va acumulando una sustancia llamada bilirrubina. Debido a que es difícil para los bebés deshacerse de esta sustancia, es posible que la bilirrubina se acumule en su sangre, sus tejidos y fluidos corporales, trastorno que se denomina hiperbilirrubinemia. Dado que la bilirrubina tiene un pigmento o coloración, la piel y los tejidos del bebé se tornan amarillentos. A esto se le llama ictericia.
    • Si la bilirrubina se acumula en la circulación fetal, pueden llegarse a niveles altos de acumulación en el cerebro provocando una enfermedad llamada kerníctero, que da lugar a un síndrome de mala alimentación, flaccidez (“desguanzado”),nistagmo (movimientos rápidos de los ojos), convulsiones (ataques), tiene problemas para respirar (apnea) y muerte. Si llegan a sobrevivir pueden manifestar retraso mental y sordera.

Síntomas

A continuación se enumeran los síntomas más comunes de la enfermedad hemolítica del recién nacido. Sin embargo, cada bebé puede experimentarlos de una forma diferente. Durante el embarazo los síntomas pueden incluir:

  • Si se realiza una amniocentesis (estudio del líquido amniótico que rodea al bebé), el líquido amniótico puede tener coloración amarillenta y contener bilirrubina.
  • La ecografía del feto muestra crecimiento del hígado (hepatomegalia), del bazo (esplenomegalia), del corazón (cardiomegalia) y una acumulación de líquido en el abdomen.

Después del nacimiento, los síntomas pueden incluir:

  • Anemia leve, hiperbilirrubinemia (elevación de los niveles de bilirrubina en la sangre). La placenta ayuda a eliminar parte de la bilirrubina, pero no toda. Palidez debida a la anemia.
    • Ictericia o coloración amarillenta del líquido amniótico, del cordón umbilical, la piel y los ojos. Es posible que el bebé no tome un color amarillento inmediatamente después del nacimiento, pero la ictericia puede desarrollarse rápidamente, por lo general durante las siguientes 24 a 36 horas.
  • El recién nacido puede presentar crecimiento del hígado y del bazo.

Diagnóstico

Dado que la anemia, la hiperbilirrubinemia y la hidropesía fetal pueden presentarse también con otras enfermedades y trastornos, el diagnóstico preciso depende de la determinación de la existencia de una incompatibilidad del tipo o grupo sanguíneo.

  • Una vez que el médico confirma el embarazo, es importante que pida que te hagas exámenes de sangre para determinar cuál es tu grupo sanguíneo (A, B, AB, O) y factor Rh; en la medida de lo posible se debe efectuar idéntica prueba con el padre. Si se descubre que tú tienes factor Rh-negativo y, más aún, si además de esto el papá posee Rh-positivo, entonces pedirá que te hagas una prueba de mayor precisión como el test de antiglobulina o examen de Coombs directo.
    • En la embarazada con sangre Rh-negativa, un resultado positivo alto significa que el feto puede padecer eritroblastosis fetal.

A veces, la enfermedad puede diagnosticarse durante el embarazo en función de la información obtenida a través de los siguientes exámenes:

  • Ecografía: Para detectar el agrandamiento de órganos o la acumulación de líquido en el feto.
  • Amniocentesis: Para medir la cantidad de bilirrubina en el líquido amniótico. Para practicar este examen, se inserta una aguja a través de la pared abdominal y uterina hasta llegar al saco amniótico con el fin de tomar una muestra de líquido amniótico.
  • Cordocentesis: Toma de muestras de algunas células de la sangre del cordón umbilical durante el embarazo para verificar que no haya anticuerpos, bilirrubina ni anemia en el feto.

Una vez que el bebé nace, el pediatra pedirá algunos estudios:

  • Análisis de la sangre del cordón umbilical del bebé para determinar el grupo sanguíneo, el factor Rh, el recuento de los glóbulos rojos (eritrocitos) y de los anticuerpos
  • Análisis de la sangre del bebé para determinar los niveles de bilirrubina
  • Si es necesario, pedirá una ecografía para determinar si hay crecimiento del hígado, del bazo y del corazón.

Complicaciones que se pueden presentar

Las complicaciones de la enfermedad hemolítica del recién nacido pueden variar desde leves a graves:

Durante el embarazo puede presentarse:

  • Anemia grave con crecimiento del hígado y el bazo. Cuando el hígado, el bazo y la médula ósea no pueden compensar la rápida destrucción de los glóbulos rojos, se produce una anemia grave y se afectan otros órganos.
    • Si la bilirrubina está muy alta se tendrá que realizar una transfusión sanguínea (cambiarle la sangre al bebé para corregirle la anemia), dentro del útero, y tratar de inducir el nacimiento dentro de las semanas 32-34 de gestación (a los 8 meses).
  • Hidropesía fetal (Hydrops fetalis) Se produce debido a que los órganos del bebé son incapaces de controlar la anemia. El corazón comienza a fallar y grandes cantidades de líquido se acumulan en los tejidos y órganos del bebé (presentan edema fuerte -hinchazón- de todo el cuerpo). Un feto con hidropesía corre gran riesgo de sufrir muerte intrauterina.
    • El bebé que nace con hidropesía fetal, es extremadamente pálido y generalmente tiene dificultad para respirar.

Después del nacimiento:

  • Hiperbilirrubinemia grave e ictericia. El hígado del bebé es incapaz de controlar la gran cantidad de bilirrubina producida por la destrucción de los glóbulos rojos. Por lo general, se produce hepatomegalia (crecimiento del hígado) y la anemia continúa.
  • Kernícterus. Es la forma más grave de exceso de bilirrubina y se produce por su acumulación en el cerebro. Puede provocar convulsiones, dañar el cerebro, producir sordera y la muerte.

Tratamiento

Una vez que se hace el diagnóstico el pediatra determinará si es necesario darle un tratamiento al bebé el cual se basará en:

  • La edad gestacional del bebé, su estado general de salud y los antecedentes médicos.
  • La gravedad de la enfermedad.
  • La tolerancia del bebé a determinados medicamentos, procedimientos o terapias.
  • Sus expectativas para la evolución de la enfermedad.
  • La opinión o preferencia de los padres.

Durante el embarazo

Cuando la prueba de Coombs directa muestre la presencia de incompatibilidad sanguínea entre madre e hijo, se deben realizar, a la brevedad, las medidas de tratamiento correspondientes. En caso de eritroblastosis fetal, son las siguientes:

Transfusión intrauterina de glóbulos rojos en la circulación del bebé: En los años 80, el desarrollo de una nueva técnica llamada cordocentesis constituyó un gran avance en el tratamiento de la intolerancia de Rh.

Utilizando ultrasonidos a manera de guía, el doctor hace pasar una aguja delgada a través del abdomen de la madre hacia el interior de un pequeñísimo vaso sanguíneo del cordón umbilical y procede a inyectar la transfusión de sangre. La cordocentesis también se utiliza para determinar el grado de destrucción de células sanguíneas del feto, permitiendo a los médicos saber si el feto necesita una transfusión de sangre en forma inmediata y cuánta sangre se necesitará para la transfusión.

  • Este procedimiento se lleva a cabo colocando una aguja a través del útero de la madre y en la cavidad abdominal del feto, o directamente en la vena del cordón umbilical. Puede ser necesario administrar un medicamento sedante para evitar que el bebé se mueva. Quizá sea necesario repetir estas transfusiones intrauterinas.

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Inducción anticipada del parto: Si el médico detecta que el bebé está desarrollando complicaciones, es probable que decida recomendar la inducción anticipada de la fecha del parto. Si el feto tiene los pulmones maduros, es posible inducir el trabajo de parto y el parto para prevenir que los anticuerpos maternos sigan destruyendo demasiadas células sanguíneas del bebé.

Después del nacimiento,

Para la enfermedad hemolítica neonatal, el tratamiento puede incluir:

  • Líquidos a través de la vena (por vía endovenosa -en caso de presión sanguínea baja).
  • Ayuda para el problema respiratorio por medio de oxígeno o un respirador mecánico
  • “Ex sanguíneo transfusión” para reemplazar la sangre dañada del bebé por sangre sana. La ex sanguíneo transfusión ayuda a aumentar el recuento de eritrocitos y a reducir los niveles de bilirrubina. Este procedimiento se lleva a cabo suministrando y extrayendo sangre en pequeñas cantidades de manera alternada a través de una vena o arteria. Si los niveles de bilirrubina se mantienen altos, es posible que deba repetirse la ex sanguíneo transfusión.
  • La ictericia leve puede ser tratada colocando al bebé debajo de luces azules especiales (fototerapia). En los casos leves, no es necesario realizar tratamiento alguno.

Pronóstico

La concentración de las bilirrubinas indica la gravedad del pronóstico. Por ello es fundamental informarse sobre el tipo de sangre de los padres.

Probabilidad de que se repita

Para prevenir la isoinmunización al Rh las mujeres deben recibir una inyección con un producto de sangre llamado inmunoglobulina de Rh (RhIg) dentro de las 72 horas siguientes del parto siempre y cuando el bebé sea Rh positivo. Esto prevendrá la exposición al antígeno (cuerpo extraño para el organismo que se presenta al nacimiento por el paso de glóbulos rojos a la circulación materna). Por algún motivo las los eritrocitos pueden pasar a partir del tercer trimestre del embarazo y mujeres pueden quedar expuestas al antígeno por lo que algunos doctores recomiendan:

  • una inyección de RhIg a la semana 28 de su embarazo así como después del parto del bebé con Rh+.
  • La inyección debe de aplicarse también después de cada aborto, después de un embarazo ectópico o sea un embarazo que se forma fuera del útero, después de un aborto inducido o de una transfusión de sangre Rh+.

Es importante anotar que una vez que se han desarrollado los anticuerpos, estos NO desaparecen aunque la mujer sigue siendo tan saludable como siempre, estos anticuerpos forman parte de su sistema sanguíneo, el único problema es que si ella tiene más bebes Rh+ quienes podrían desarrollar la enfermedad hemolítica al factor Rh.

La vacuna en este caso es inútil.

Prevención

PREVENCIÓN PRIMARIA: Las personas que desean casarse deberán de tener en cuenta la importancia de conocer su grupo sanguíneo y el de su pareja. Una mujer puede averiguar si es Rh-negativa mediante un simple análisis de sangre. Este análisis puede realizarse en un consultorio médico, una clínica o un hospital.

Toda mujer debe someterse a este análisis antes de quedar embarazada o al comienzo de su embarazo para determinar si es Rh-negativa. Si es Rh negativo, es necesario que se haga también un análisis de Coombs.

PREVENCIÓN SECUNDARIA: Afortunadamente, la Enfermedad Hemolítica es una enfermedad fácil de prevenir. Debido a los avances en el cuidado médico prenatal, casi todas las mujeres con sangre Rh negativa se deben identificar antes del embarazo o en los primeros meses para que, si su pareja es Rh positivo, se le aplique la vacuna Rhlg.

Toda madre Rh- que está inmunizada al factor Rh+, deberá ser atendida durante su embarazo y parto por un médico gineco-obstetra, Perinatólogo o con especialidad en medicina Materno Fetal en una institución hospitalaria que tenga los recursos tecnológicos y con Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales para el tratamiento del recién nacido.

Es muy probable que la embarazada sea expuesta a la sangre Rh positiva de su bebé durante los 3 últimos meses del embarazo y durante el parto. Es por esto que tu médico, para evitar la sensibilización, te pedirá que te apliques la vacuna Rhlg en la semana 28 del embarazo. Este producto derivado de la sangre especialmente desarrollado puede prevenir, en el 95 por ciento de los casos, que los anticuerpos de la madre Rh negativa reaccionen contra células Rh positivas. Una vez que nace el bebé y se determina que su sangre es Rh positivo, deberás recibir la segunda dosis de la droga dentro de las 72 horas después del parto.

Se recomienda también aplicarla cuando:

  • Has tenido algún trauma en el abdomen durante el embarazo y cuando te hacen algún estudio como amniocentesis o muestra de las vellosidades coriónicas y después cada 12 semanas (que es el tiempo de duración del efecto de la vacuna).
  • Después de un aborto espontáneo, un embarazo ectópico, un aborto inducido o una transfusión de sangre con sangre Rh-positiva.
  • Después de otra prueba prenatal llamada Biopsia de vellosidades coriales (CVS).

Preguntas Frecuentes

¿Cómo se hereda el factor Rh?: La mayoría de las personas son Rh positivo: de un 85 a un 99 por ciento. Los porcentajes pueden variar según el grupo étnico o racial. Para el 1 al 15 por ciento que es Rh negativo, el tipo sanguíneo no implica ninguna preocupación especial de salud y sólo se hace importante cuando donan o reciben sangre y, principalmente, durante el embarazo. Cuando una mujer Rh negativo y un hombre Rh positivo conciben un hijo, la condición de Rh adquiere especial importancia.

Los factores Rh se determinan genéticamente. Un bebé puede tener el grupo sanguíneo y el factor Rh de cualquiera de sus padres o bien una combinación de ambos. Los factores Rh siguen un patrón común de herencia genética. El gen Rh positivo es dominante (más fuerte) e incluso cuando se junta con un gen Rh negativo, el positivo prevalece. Por ejemplo:

  • Si una persona tiene los genes + +, el factor Rh en la sangre del bebé será positivo.
  • Si una persona tiene los genes + -, el factor Rh en la sangre del bebé será positivo.
  • Si una persona tiene los genes – -, el factor Rh en la sangre del bebé será negativo.

Un bebé recibe un gen del padre y uno de la madre.

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¿Qué pasa si mi bebé heredó mi sangre Rh negativo?

Antes del nacimiento, el tipo sanguíneo Rh del bebé sólo se puede determinar por medio de procedimientos invasivos (como la amniocentesis). Es más seguro suponer que el bebé es Rh positivo y administrar Gama Globulina Hiperinmune durante el embarazo. Si tu bebé resulta ser Rh negativo al nacer, no es necesario recibir la segunda dosis.

¿Cómo funciona la RhIg (vacuna del Rh)?: La RhIg contiene anticuerpos contra el factor Rh. Los anticuerpos se obtienen del plasma humano. Cuando se inyecta la Gama Globulina en el músculo de una madre Rh negativo, estos anticuerpos circulan por su sistema inmunológico y la protegen de cualquier glóbulo rojo Rh positivo que pueda haber ingresado a su flujo sanguíneo. En consecuencia, no es necesario que su sistema inmunológico tome otras medidas.

La protección que brinda la RhIg sólo perdura durante unas 12 semanas, por lo que es necesario repetir el tratamiento durante cada embarazo y ante las situaciones descritas más arriba en que las células sanguíneas del feto pueden mezclarse con la sangre de la madre.

¿Los anticuerpos de la Gama Globulina Hiperinmune le harán daño a mi bebé?: No. En más de 35 años, nunca se demostró que la pequeña cantidad de anticuerpos de la Gama Globulina dañase al feto. Se han administrado millones de dosis en forma segura a madres Rh negativo que dieron a luz a bebés sanos.

¿Funciona siempre el tratamiento con RhIg?: La RhIg no funciona en mujeres Rh-negativas que ya han quedado sensibilizadas (es decir, cuyos cuerpos ya han producido sus propios anticuerpos para combatir células Rh-positivas) a causa de un embarazo, un aborto espontáneo, un aborto inducido o una transfusión de sangre acontecidos anteriormente.

Y si soy Rh negativa, ¿cómo puedo saber si estoy sensibilizada?: Es posible determinar si una mujer Rh-negativa ha quedado sensibilizada mediante un análisis de sangre llamado: PRUEBA DE COOMBS

Si eres Rh negativo el médico te pedirá que te realicen un estudio llamado Prueba de Coombs indirecta que sirve para determinar la existencia de anticuerpos  anti-Rh. Si es negativa, significa no has tenido contacto con el antígeno que provoca la reacción. Esto sucede cuando es tu primer embarazo, no has tenido abortos previos ni te han hecho transfusiones. Es conveniente que te repita ese estudio en la semana 20- 24, 28, 32 y 36 del embarazo.

Si tu bebé es Rh negativo, no es necesario hacer más, pero si es Rh positivo, entonces habrá que repetir el análisis después del parto para determinar cuándo te aplican la vacuna y previamente al segundo embarazo.

¿Existe alguna manera de deshacerse de los anticuerpos de la madre?: No. Si bien una mujer puede no presentar síntoma alguno y permanecer enteramente sana, puede seguir produciendo anticuerpos como parte de su sangre. Si concibe y alumbra otros bebés de sangre Rh-positiva, éstos podrían padecer la intolerancia de Rh.

¿Se puede transmitir el virus del SIDA al practicar el tratamiento con RhIg Si bien la Rhlg es un producto sanguíneo, parece ser completamente segura. La sangre donada, que ha sido sometida a pruebas para comprobar que no contiene el virus del SIDA, recibe un tratamiento con una sustancia que mata ciertos virus y bacterias. No se han producido casos de SIDA relacionados con el uso de la RhIg. Tampoco se ha demostrado que pueda transmitirse hepatitis o alguna otra enfermedad infecciosa mediante el tratamiento con RhIg

¿Voy a necesitar que me pongan Gama Globulina Hiperinmune en cada embarazo?: Sí, porque cada embarazo pone a la madre Rh negativo en riesgo de exponerse a los glóbulos rojos Rh positivos de su bebé. Recuerda, la protección dura nada más 12 semanas.

¿Es necesario utilizar Gama Globulina después de un aborto inducido?: Sí. El factor Rh está presente en los glóbulos rojos desde el momento en que el feto tiene 8 semanas. Si hay un aborto inducido o espontáneo a las 12 semanas de embarazo, o después, se debe administrar una dosis completa de Gama Globulina. Antes de las 12 semanas, se puede administrar una dosis menor. Sin tratamiento con Gama Globulina después de un embarazo interrumpido, aún en el primer embarazo a término, el bebé puede verse gravemente afectado.

¿Qué molestias puedo tener con la aplicación de la Gama Globulina?: Los efectos secundarios de la Gama Globulina son poco comunes y normalmente leves. Puedes experimentar dolor, debilidad, ardor o desarrollar sarpullido en el lugar de la inyección. Otros efectos secundarios leves incluyen fiebre, escalofríos, dolor de cabeza o sensación de fatiga. Si experimentas otros síntomas, consulta a tu médico.

Referencias:

 

 

Embarazo Prolongado: qué esperar cuando ha pasado la fecha de su parto y aún no ha dado a luz
Complicaciones, Durante, Embarazo, Otras

Embarazo Prolongado: qué esperar cuando ha pasado la fecha de su parto

Introducción

El inicio correcto en tiempo y forma de la labor de parto y del parto, es un factor determinante del resultado perinatal. Tanto el parto pretérmino como el postérmino se asocian con tasas más elevadas de morbilidad y mortalidad del binomio madre-hijo, que los embarazos que se resuelven a término (39-40 semanas de embarazo).

Definición

Se dice que un embarazo es postérmino cuando el embarazo a llegado a la semana 42 o sea 294 días de embarazo contando desde el primer día del último periodo menstrual (FUM fecha de la última menstruación). Saber esta fecha con exactitud es crítico para el diagnóstico.

Un embarazo generalmente se completa entre 38 y 42 semanas (alrededor de los 280 días).

“Embarazo posfechado” es el que ha sobrepasado la fecha probable de parto confiable calculada (40 semanas).

 “Embarazo posmaduro” hace referencia a la descripción de un neonato con aspectos clínicos reconocibles que indican un embarazo prolongado.

Se ha utilizado el término de embarazo en vías de prolongación para referirse a aquellas gestaciones entre las 41 y 42 semanas de amenorrea.

Incidencia

Su incidencia varía entre el 5 y 8% de los partos, y de este porcentaje el 10% se relaciona con complicaciones fetales. La mortalidad perinatal aumenta 2 veces a la semana 43 y de 4 a 6 veces a la semana 44.

La prevalencia de esta cifra en una población, puede variar por diferentes factores. Uno de los más importantes es si se realizó el ultrasonido de control del primer trimestre para evaluar la edad gestacional. Cuando este estudio se hace, la tasa puede variar hasta el 2%.

¿Cómo se estima la edad gestacional?

Aun cuando se dice que un embarazo tiene una duración de 9 meses, los médicos llevan la cuenta más bien por semanas y días. La fecha estimada de parto se calcula en 40 semanas o 280 días empezando a contar desde el primer día de tu última menstruación. Se calcula que solamente el 4% de las embarazadas dan a luz en la fecha estimada.

Hacer un cálculo exacto de la fecha de parto es muy importante para que el médico pueda determinar que el embarazo realmente se ha prolongado. Idealmente, la edad gestacional se establece al principio del embarazo. En las mujeres que tienen un periodo menstrual regular, la fecha puede establecerse con una relativa seguridad basándose en la fecha de la última menstruación y el examen físico que haga el médico.

Cuando la embarazada acude tempranamente al ginecólogo, la fecha probable de parto es más confiable y exacta. La fecha de última menstruación (FUM) es el primer dato que el médico te va a preguntar y ésta le permitirá calcular el tiempo que tienes de embarazo (edad gestacional) y la fecha probable de parto (FPP). Esto aporta una idea aproximada del tiempo límite que el bebé puede permanecer en el vientre materno.

Se define como fecha de última regla confiable, aquella que se presenta en mujeres con ciclos regulares que no han estado expuestas a anticonceptivos hormonales o medicamentos que alteren el ciclo en los últimos tres meses, que no hayan presentado sangrado en los primeros tres meses de embarazo, y que sepan con exactitud la fecha del primer día de la última regla. En la mujer con ciclos regulares, se podría calcular el inicio del embarazo 14 días antes de la fecha en la que esperabas tu siguiente menstruación (de la primera menstruación ausente).

Otras maneras, aceptablemente confiables, podrían ser: la curva térmica, la inducción de la ovulación y el conocimiento de la fecha de inseminación.

Si el médico no tiene certeza acerca de las fechas o si el tamaño del útero de la embarazada es más grande o más pequeño que lo esperado –basándose en la fecha de la última menstruación- podría realizar un ultrasonido que le ayude a estimar la edad gestacional del feto y la fecha de parto.

Esto es más certero cuando el ultrasonido se realiza al principio del embarazo, los que se realizan en la segunda mitad del embarazo ya no son tan confiables para hacer esta estimación.

Son útiles las mediciones que incluyen: la longitud cefalocaudal (de cabeza a parte final de la espalda) del feto durante el primer trimestre, el diámetro biparietal o circunferencia craneal y longitud del fémur durante el segundo trimestre.

Debido a las variaciones normales en el tamaño de los infantes, en el tercer trimestre, la estimación de la edad gestacional es menos confiable.

¿Cuáles son las causas del embarazo prolongado?

El proceso normal del parto envuelve la aparición de una secuencia de cambios compleja y requiere la presencia de un cuello uterino maduro (el cuello de ablanda y adelgaza en preparación para el parto) y de actividad uterina regular, es decir, es importante que pueda tener contracciones. El factor desencadenante de la actividad de contracción durante el trabajo de parto es todavía desconocido.

Está claro que la causa más común de embarazo prolongado es un error en la estimación del tiempo real de gestación. Y cuando se presenta realmente un embarazo post término, la causa generalmente es desconocida.

Sin embargo, existen algunos factores que se pueden considerar predisponentes del embarazo prolongado:

  • Factores sociales: El bajo nivel socioeconómico donde las mujeres pueden no poner atención a recordar su fecha de última menstruación.
    • Es más frecuente en la raza blanca.
    • La edad materna y la cantidad de embarazos son factores aún controversiales.
    • Mujeres que trabajan en turnos nocturnos.
  • Factores obstétricos: El antecedente de embarazo prolongado puede aumentar en 50% la probabilidad de repetición.
    • Primipariedad (cuando es el primer embarazo).
    • Historia de un embarazo prolongado anterior.
    • Sexo masculino del bebé.
    • Predisposición genética materna.
    • Obesidad.
    • Historia ginecológica: Las variaciones en la fecha de ovulación de una mujer pueden ser la causa de error para calcular la verdadera duración de un embarazo y llevar al médico a determinar una fecha que puede ser anterior o posterior, especialmente con mujeres que tienen ciclos menstruales largos (de más de 30 días) o irregulares.
      • Cuando la mujer ha estado bajo tratamiento con anticonceptivos orales (ACO), psicotrópicos, hormonas.
    • Lactancia: el embarazo se inicia durante la lactancia.
    • Has tenido hemorragias durante el primer trimestre.
    • Implantación anormal de la placenta.
  • Factores mecánicos como lo son: la desproporción céfalo pélvica (cabeza del bebé demasiado grande para poder pasar por la pelvis) y/o       cuello uterino muy cerrado con dificultad para abrirse.
    • Macrosomía fetal (bebés demasiado grandes).
  • Factor hormonal, como la disminución de la producción de estrógenos y progesterona, que alteran el determinismo del parto.
    • Hipotiroidismo materno (baja de hormonas tiroideas).
  • Factor mecánico, como la disminución del volumen uterino, que impide o retrasa el inicio del trabajo de parto.
  • Factor fetal, malformaciones congénitas como la hidrocefalia, la trisomía 18, hipoplasia congénita de las suprarrenales (falta de crecimiento de las glándulas) y defectos en el tubo neural en el bebé (anencefalia), son descritos como precursores de embarazos prolongados.

¿Cómo se diagnostica el embarazo prolongado?

Para hacer el diagnóstico el médico debe: precisar con exactitud la fecha del embarazo. Sin embargo, muchas mujeres no pueden recordar el primer día de su último período y no están seguras de cuándo quedaron embarazadas.

Entre el 15 y el 18% de los casos de embarazo prolongado se excluyen por datos dudosos referente a la fecha de la última menstruación (FUM), especialmente cuando es el primer bebé de una mujer joven, cuando el embarazo es ilegítimo o cuando se concibió antes del matrimonio.

El médico te preguntará también acerca de

  • tu menstruación si eres regular o si has tenido algún trastorno.
  • si has tomado algún tipo de anticonceptivos orales en los últimos tres meses o algún inductor de la ovulación.
  • Te preguntará cerca de la fecha en la que empezaste a sentir los movimientos fetales
  • Investigará acerca de la evolución de la altura del útero y las fechas en las que se escuchó por primera vez los latidos cardiacos del bebé..

Exámenes y estudios de laboratorio:

Un ultrasonido precoz siempre será de utilidad para conocer la edad gestacional. De existir discordancia entre la edad gestacional estimada por la embarazada, según su último periodo menstrual y la edad estimada por el ultrasonido, siempre se le dará mayor valor diagnóstico a este último.

¿Cómo debe controlarse un embarazo prolongado?

El objetivo del control del embarazo prolongado es evitar complicaciones y lograr un parto con un bebé saludable.

Cuando se establece el diagnóstico de embarazo prolongado, se lleva a cabo una valoración de las condiciones del bebé por medio de:

  1. Ultrasonido: que ayude al médico a:
    1. Determinar la edad gestacional a partir de diferentes diámetros y longitudes (diámetro biparietal, longitud del fémur, etc).
    2. Valorar el grado de madurez de la placenta.
    3. Medir el “índice del líquido amniótico”. Si el resultado es mayor de 16.2, el volumen amniótico es normal. Índices menores de 5 indican oligohidramnios severo (disminución severa de la cantidad de líquido amniótico)
    4. El perfil biofísico del feto es una prueba que incluye la presencia de movimientos respiratorios, normalmente 3 por minuto; tono fetal.

Sin embargo, el ultrasonido también otorga un margen de error, el cual es aproximadamente de 1 semana para ecografías del primer trimestre, 2 semanas para ecografías hechas durante el segundo trimestre, y 3 semanas para ultrasonidos hechos en el tercer trimestre. Así, aún mujeres con edades gestacionales basadas en ecografías del primer trimestre, pueden tener una ventana de tiempo de más o menos 14 días.

  1. Prueba sin estrés: Prueba que mide el aumento de la frecuencia cardiaca del feto en respuesta a sus movimientos, señal de bienestar del feto. Es un procedimiento sencillo, no invasivo y barato. Bien interpretada es confiable.
  2. Prueba con estrés: Se indica realizarla cuando existe una prueba sin estrés no reactiva y consiste en un registro de la frecuencia cardiaca fetal durante la contracción uterina.
  1. La percepción de disminución de movimientos fetales por parte de la madre constituye un parámetro siempre importante para sospechar que el bebé no está bien. No es raro que la baja de movimientos del bebé indique un compromiso importante que requiera estudios para conocer bien cuál es la reserva que le queda.
  2. La amniocentesis y la amnioscopía permiten determinar las características del líquido amniótico. De éstas, la primera es un procedimiento relativamente sencillo pero que requiere una adecuada justificación por ser invasivo y potencialmente implicar mayor riesgo tanto para la madre como para el feto.

¿Cuáles son las complicaciones de un embarazo prolongado?

Por definición, el embarazo postérmino está directamente relacionado con el riesgo fetal pero también es necesario tener en cuenta los riesgos maternos.

Problemas maternos: La embarazada que esté pasada dos semanas de su fecha probable de parto experimenta varios problemas. El primero es la tensión emocional de aprehensión, expectativa y ansiedad ya que el embarazo prolongado está asociado con trabajos de parto más largos y partos quirúrgicos (asistidos por fórceps o ventosas).

Existe un riesgo incrementado de que el bebé tenga macrosomía (es un bebé muy grande de más de 4 kg.). Las mujeres corren mayor riesgo de sufrir traumatismos en un parto vaginal cuando el bebé es grande.

Por lo tanto, el parto por cesárea es dos veces más probable en un embarazo prolongado debido al tamaño del bebé (más de 4 kg). Las madres tienen también más probabilidades de sufrir infecciones, complicaciones en la herida y hemorragias posparto (después del alumbramiento).

Problemas en el bebé:

 Los problemas del bebé asociados con un embarazo prolongado pueden dividirse en dos categorías:

 Los problemas asociados a una función disminuida del útero y de la placenta:

El envejecimiento de la placenta es el gran riesgo vital para el feto antes del parto, en el parto y en los primeros días de vida. La causa fundamental de estos riesgos es la anoxia o falta de oxigenación, que produce síntomas de sufrimiento fetal:

  • Paso de meconio: Algunos fetos pasan meconio en respuesta a la insuficiente oxigenación. En embarazos prolongados la incidencia del paso de meconio es mayor a 25%. Una complicación asociada es que el volumen de líquido amniótico disminuye, y el meconio será menos diluido, resultando en un meconio espeso que estará disponible para que el bebé lo aspire. El meconio espeso obstruirá el tracto respiratorio.
  • Disminución de los movimientos fetales,

Esto dará como resultado bajos valores de Apgar al nacer, daño cerebral y hasta complicaciones más graves como la muerte. Comparado con los nacimientos en la semana 40, los nacimientos en la semana 42 o más, están relacionados con un riesgo incrementado de que el bebé presente parálisis cerebral.

Placenta postmadura: La placenta alcanza su máximo tamaño o función a las 37 semanas de gestación. Después, la superficie y la función disminuyen gradualmente. Si el bebé continúa creciendo, el aporte de sustancias importantes disminuye y puede alcanzar un punto en el cual la vida está comprometida.

  • Inmadurez fetal: también llamado “síndrome de post madurez” y se refiere al feto cuyo crecimiento en el útero después de la fecha probable de parto se ha restringido (RCI) y esto generalmente se debe a problemas con la circulación sanguínea a través de la placenta que ha envejecido.

Cuando además hay oligohidramnios (poco liquido amniótico) se puede incrementar el riesgo de compresión del cordón umbilical. Para sobrevivir en el útero bajo estas condiciones anormales, el bebé puede disminuir sus requerimientos de energía mediante dos vías.

  1. El feto puede disminuir su crecimiento, lo cual lleva a una pérdida de la grasa depositada y al nacer mostrará signos de restricción de crecimiento intrauterino con piel arrugada y descamada y uñas largas.
  2. Disminuir sus movimientos para no usar la energía que necesita para sobrevivir.

Los problemas asociados con función placentaria normal, que permite la continuidad del crecimiento fetal y puede ser causa de macrosomía fetal, con el subsecuente riesgo aumentado de trauma durante el parto.

 Se dice que un bebé tiene macrosomía cuando tiene un peso mayor de 4.000 gr. La posibilidad de que éste problema aparezca aumenta si la madre es obesa o tiene diabetes mellitus.

Las consecuencias de la macrosomía incluyen obstrucción del trabajo de parto, trauma durante el nacimiento, especialmente distocia de hombros (se presenta cuando el hombro del feto queda trabado detrás de la pelvis materna después de la salida de la cabeza), lesión del plexo braquial (es una red de nervios que transmite las señales desde la columna vertebral hasta el hombro, el brazo y la mano. Las lesiones del plexo braquial son causadas por el daño a estos nervios) e hipoxia (falta de oxígeno durante el parto).

El médico puede saber si el bebé es demasiado grande por el ultrasonido y la medida de la altura del útero. La circunferencia abdominal es la medida más importante para predecir macrosomía. Una circunferencia abdominal fetal mayor de 36 cm sugiere macrosomía (error de 10%).

Algunas anomalías fetales, como la anencefalia (bebés que no tienen cerebro), están relacionados con los embarazos prolongados.

¿Cuál es el tratamiento más adecuado?

El objetivo del control del embarazo prolongado es evitar complicaciones y lograr un parto con un bebé saludable. El tratamiento específico para el embarazo prolongado será determinado por tu médico basándose en:

  • Tu embarazo, tu estado general de salud y tus antecedentes médicos
  • La gravedad del trastorno
  • Tu tolerancia a ciertos medicamentos, procedimientos o terapias
  • Las expectativas para la evolución del trastorno
  • Tu opinión o preferencia.

Generalmente, en un embarazo prolongado se realizan pruebas a la madre y al feto para controlar si existen señales que indiquen algún problema. Algunos de los métodos para detectar posibles problemas son:

Prueba de estrés en las contracciones uterinas: esta prueba se realiza inyectando a la madre un medicamento (oxitocina) para inducir las contracciones. Se estudia el latido cardiaco del bebé en respuesta a las contracciones. Cuando los latidos disminuyen, es señal de que se requiere de un parto por cesárea de emergencia.

Monitoreo fetal: en la mayoría de los casos, el médico recomendará que se hagan algunas pruebas en el feto cuando se ha confirmado el diagnóstico de parto prolongado. Estas pruebas le dan información acerca de la salud del bebé y acerca de los riesgos o beneficios que existen al permitir que continúe el embarazo.

Algunos especialistas recomiendan que esto se haga dos veces a la semana y que se incluya una medición de la cantidad de líquido amniótico. Este elemento es una variable importante porque una disminución del volumen (llamada oligohidramnios) puede ser un signo de que existe un cambio en la circulación entre el útero-placenta-feto. El líquido amniótico se puede disminuir en unos cuantos días.

Recuento de movimientos fetales: Seguimiento de las patadas y los movimientos del feto. Una modificación en la cantidad o frecuencia puede significar que el feto atraviesa un momento de estrés.

Prueba sin estrés: Prueba que mide el aumento de la frecuencia cardíaca del feto en respuesta a sus movimientos, señal de bienestar del feto y se hace mediante un pequeño dispositivo que se coloca en el abdomen de la madre. Este dispositivo usa ondas sonoras (ultrasonido) para medir los cambios en el corazón del bebé en un periodo de tiempo (20 a 30 minutos). Normalmente, la línea base de los latidos cardiacos debe estar entre 110 y 160 latidos por minuto y debe aumentar 15 latidos durante 15 segundos varias veces durante el estudio.

La prueba se considera “reactiva” cuando se observan dos o más “aceleraciones cardiacas” en un periodo de 20 minutos. Cuando no se observan aceleraciones, será necesario prolongar un tiempo más el estudio.

Perfil biofísico: Prueba que combina la prueba sin estrés y la ecografía para evaluar el bienestar fetal. Consta de cinco componentes, la prueba sin estrés y la medición por medio del ultrasonido de cinco parámetros: movimientos del cuerpo, movimientos respiratorios, tono fetal (flexión y extensión de una pierna, brazo o de la columna) y medición del volumen de líquido amniótico. Cada componente se califica individualmente y la máxima calificación es 10.

  • Ecografía: La ecografía se utiliza para ver el funcionamiento de los órganos internos y para evaluar el flujo sanguíneo que circula por los diferentes vasos. Las ecografías se utilizan para realizar el seguimiento del crecimiento del feto.
  • Estudios del flujo por Doppler: Tipo de ecografía que utiliza ondas de sonido para medir el flujo sanguíneo.

Si las pruebas determinan que ya no es saludable para el feto permanecer en el útero de la madre, el médico debe seleccionar la mejor forma para que nazca el bebé ya sea inducir las contracciones uterinas para lograr un parto vía vaginal o decidir por la cesárea dependiendo de las condiciones del bebé, las maternas, el estado de la placenta, las condiciones del cuello del útero (si se ha dilatado y adelgazado) y la presencia o no de líquido amniótico.

Inducción de la labor de parto: el momento óptimo para el parto en una mujer con embarazo prolongado es, algunas veces, difícil de determinar. El médico debe considerar, junto con la embarazada, los riesgos y beneficios de continuar el embarazo considerando los resultados de las pruebas realizadas y las condiciones del cuello uterino.

La inducción del parto puede fallar cuando el cuello no ha madurado (no se ha dilatado o borrado). En esos casos es probable que la mujer requiera un parto por cesárea.

Algunas veces, la embarazada elige tener un parto por cesárea, especialmente cuando el bebé es muy grande, cuando tienen historia de una cesárea previa o por razones de elección propia. Es importante que tu médico te explique los riesgos y beneficios de esta intervención.

Durante el trabajo de parto de una inducción, generalmente se usa el monitoreo continuo de la frecuencia cardíaca para detectar cambios en ella, cualquier trastorno que se presente en el bebé requiere un parto por cesárea.

Dado que es muy probable que durante el trabajo de parto el feto de un embarazo prolongado evacue meconio (las primeras heces), el riesgo de aspiración de meconio aumenta. Después del parto, es probable que el bebé requiera succión de la boca y garganta y cuidado especial.

Bebés postérmino

Algunos de los bebés postérmino tienen una apariencia distintiva. Los brazos y piernas pueden ser largos y delgados. La piel se ve reseca y como con exfoliación y (algunas veces) de coloración verdosa/ amarronada debido a la tinción del meconio.

Tienen arrugas en las palmas de las manos y las plantas de los pies y los depósitos de grasa son mínimos. El pelo de la cabeza puede ser más largo o grueso y las uñas de manos y pies son más largas. Los bebés post término generalmente se ven muy alertas y pueden tener la mirada de “ojo muy abierto”.

Hay muy pocos estudios acerca de los resultados posteriores en la vida del bebé: patrones de crecimiento y desarrollo de la inteligencia. Pero en general, el pronóstico parece ser similar al de los niños a término.

Cuidados inmediatos al recién nacido postérmino: Los cuidados especiales del bebé posmaduro pueden incluir: Vigilar que no haya problemas respiratorios relacionados con la aspiración de meconio (la primera defecación del bebé). Y seguramente le harán un análisis de sangre para controlar que no tenga hipoglucemia (nivel bajo de glucosa en sangre).

Prevención del embarazo post término

La prevención de un embarazo prolongado parece ser el mejor tratamiento. La inducción del parto es la forma más decisiva de prevención. Sin embargo tanto a los médicos como las embarazadas les preocupa los riesgos asociados con la inducción.

Para evitar esto y estimular el inicio de un parto a término, se han recomendado varias intervenciones que incluyen el “barrido de las membranas (también llamada Maniobra de Hamilton), relaciones sexuales no protegidas (no queda claro su acción), estimulación del pezón y acupuntura.

El barrido de membranas es una forma de tratar de provocar la labor de parto para evitar que se llegue a embarazo prolongado. Es la primera acción que realizará el médico antes de cualquier otro método de inducción.

En un examen interno, insertará el dedo, a través de la vagina, en la apertura de tu cuello uterino y después, suave pero firmemente, lo moverá alrededor del cuello. Esta acción, incómoda y dolorosa, deberá separar las membranas del saco amniótico que rodea a tu bebé (la bolsa), del cuello uterino.

Esta separación debe provocar la producción de las hormonas (prostaglandinas) que iniciarán la labor de parto provocando contracciones.  En algunos casos incluso tratará de estirar y masajeará el cuello uterino; la estimulación será suficiente para principiar la maduración del cuello sin que sea un riesgo de infección ni para ti ni para el bebé

¿Y si mi embarazo se pasa una semana de la fecha anticipada de mi parto?

Si tu embarazo dura una semana o más después de la fecha anticipada del parto, usualmente tu médico comenzará a hacerte un chequeo más seguido del estado de salud del bebé. Debes sentir los movimientos del bebé diariamente. El movimiento fetal disminuido puede ser una señal de que necesitas llamar a tu médico.

El médico verá también si el cuello del útero ha dilatado y adelgazado. Tu médico considerará si es necesario inducir, es decir, comenzar el parto.

¿Y si mi embarazo se pasa dos semanas de la fecha anticipada de mi parto?

Muchos médicos inducen el trabajo de parto si una mujer está pasada dos semanas de la fecha anticipada de su parto. Esto se hace para evitar complicaciones tales como sufrimiento fetal o un bebé que crece demasiado para poder nacer con facilidad por vía vaginal. El médico puede optar por un parto por cesárea.

Referencias

Diabetes Mellitus y Embarazo
Complicaciones, Durante, Embarazo, Otras

Diabetes Mellitus y Embarazo

Diabetes mellitus y embarazo

¿Qué es la diabetes mellitus?

La diabetes es una enfermedad crónica en la cual el cuerpo no puede regular la cantidad de azúcar en la sangre.

Metabolismo del azúcar y Causa de la diabetes

Para entender mejor la diabetes, es importante que primero entendamos el proceso normal del metabolismo de los alimentos que ingerimos por medio del cual el alimento se descompone y es empleado por el cuerpo para obtener energía. Durante este proceso suceden varias cosas:

  • Los alimentos se transforman durante la digestión en glucosa que es absorbida por la sangre.
  • Un órgano llamado páncreas, produce la insulina cuyo papel es movilizar la glucosa de la sangre y llevarla a los músculos, grasa y células del hígado donde puede almacenarse o utilizarse como energía para que el organismo pueda desarrollar todas sus actividades.

En los diabéticos este sistema se “descompone” y en vez de que la glucosa sea transportada dentro de las células, se acumula en la sangre y eventualmente es excretada por la orina

Esto se debe a que:

  • El páncreas no produce suficiente insulina.
  • Las células no responden de manera normal a la insulina.
  • Ambas razones anteriores.

Clasificación:

Existen 3 tipos principales de diabetes:

  1. La diabetes Tipo I generalmente se diagnostica durante la niñez. El cuerpo fabrica poca o nada de insulina y es necesario inyectarla diariamente para que el niño pueda vivir. La causa exacta se desconoce.
  2. La diabetes Tipo II es más común. Generalmente se presenta durante la vida adulta. El páncreas no fabrica suficiente insulina o desarrolla una resistencia a la insulina. Cuando tus células desarrollan una resistencia a la insulina, se rehúsan a aceptar a esta hormona como la llave para abrirle la puerta a la glucosa y como resultado, la glucosa permanece y se acumula en el flujo sanguíneo. Muchas de las personas que tienen Diabetes Tipo II ni siquiera saben que la tienen.
  3. Diabetes Gestacional es la elevación de los niveles de glucosa que se presenta en cualquier momento del embarazo en una mujer que NO es diabética.

Factores de riesgo

Cualquier cosa que aumente el riesgo de padecer de una enfermedad se llama factor de riesgo. Tener un factor de riesgo no significa que se va a padecer de diabetes; no tener un factor de riesgo no significa que no se va a padecer de cáncer.

Los factores de riesgo para la diabetes son tanto del ambiente como de la herencia, entre ellos encontramos:

  • Uno de los padres, hermano o hermana con diabetes
  • Obesidad
  • Edad arriba de los 45 años
  • Algunos grupos étnicos (afro-americanos , hispano-americanos)
  • Diabetes gestacional o haber tenido un bebé de más de 4.5 kg.
  • Presión arterial elevada
  • Niveles elevados en la sangre de triglicéridos
  • Niveles elevados de colesterol

Complicaciones de la diabetes

Después de muchos años, la diabetes puede llevar a otros problemas serios. Estos problemas se conocen como complicaciones de la diabetes y abarcan:

  • Problemas renales: alteraciones a nivel de los riñones que pueden llevar a insuficiencia renal.
  • Retinopatías: como hay exceso de glucosa (azúcar) en el organismo empieza haber mayor circulación de líquidos hiperosmolares (que tienen sustancias de mayor peso molecular) y la retina empieza a presentar problemas, debido a que ahí se encuentran venas muy pequeñas.
  • Debilitamiento del sistema inmunitario, lo cual puede llevar a infecciones más frecuentes.
  • Aumento de la probabilidad de sufrir un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular.
  • Deshidratación: por la pérdida de agua (orina en exceso) y también de electrólitos (sustancias que se encuentran en el agua).
  • Daño a los nervios en el cuerpo causando dolor, hormigueo, pérdida de la sensibilidad, problemas para digerir el alimento y disfunción eréctil.
  • En casos más graves puede presentarse coma por el aumento de la glucosa (azúcar) y llegar a la muerte.

Diabetes y Embarazo

Si tienes diabetes y estás embarazada, tu embarazo se considerará un embarazo de alto riesgo. Otros embarazos que presentan altos riesgos son los de mellizos (o más de dos bebés) y embarazos en mujeres pasada cierta edad. “Alto riesgo” no significa que tendrás problemas. Simplemente quiere decir que

  • Deberás prestar atención especial a tu salud: Aún cuando ya tengas experiencia en el manejo de tu diabetes, el embarazo puede crear nuevas circunstancias médicas.

Tal vez necesites consultar a médicos especializados: Para conseguir un feliz término de la gestación es imprescindible la participación de un equipo multidisciplinario a la cabeza del cual deben estar el diabetólogo, el obstetra y el neonatólogo

  • Acude a tu ginecólogo y planea tu embarazo desde al menos 6 meses antes de la fecundación.

Millones de embarazos de alto riesgo producen bebés en perfecto estado de salud, sin que se vea afectada la salud de la mamá. Las claves son el cuidado y la atención especial.

Influencia del embarazo sobre la diabetes 

En la placenta se producen hormonas como el cortisol, adrenalina, estrógenos y progesterona las cuales tiene el efecto de bloquear la acción de la insulina materna lo cual finalmente se traduce en hiperglucemia.

El mayor de estos efectos (resistencia a la insulina) está dado por la hormona de crecimiento del bebé que se llama “lactógeno placentario” la cual se comienza a elevar desde la semana 24 (sexto mes) y alcanza su pico máximo entre las 28 a 32 semanas de embarazo.

Por lo que a la diabetes preexistente se refiere, si bien al principio pueden disminuir algo las necesidades insulínicas, a partir de la segunda mitad del embarazo tienden a aumentar, con la consiguiente tendencia a hiperglucemia (elevación de los niveles de azúcar en la sangre de la madre) y cetosis (acidosis sanguínea) si no se establece un control metabólico adecuado.

Durante este periodo puede haber descontroles severos que ameriten el ajuste en las dosis de insulina. Es en este tiempo cuando se desarrollan las complicaciones fetales (fetopatía diabética)

Influencia de la diabetes en el embarazo

Al ser la diabetes una enfermedad previa al embarazo (preexistente), lo convierte a éste en un embarazo de alto riesgo por lo que, el equipo médico tendrá una estrecha vigilancia del bebé y un control estricto de la glucosa en la madre para asegurar el desarrollo adecuado del bebé y para evitar complicaciones al nacimiento originadas por la exposición constante del bebé a los niveles elevados de glucosa en su madre.

El embarazo idealmente en una paciente con diabetes tipo 2 debería de ser un evento planeado y con control de la glucosa previo al mismo en forma estricta con insulina, ya que al inicio de la gestación descontroles severos de más de 160 mg en ayuno pueden terminar en abortos del primer trimestre o bien en malformaciones congénitas.

Repercusiones maternas:

  • Las mujeres con diabetes pueden tener problemas de presión arterial alta que pueden causar complicaciones durante el embarazo.
    • La presencia de presión arterial alta durante el embarazo aumenta el riesgo de sufrimiento fetal agudo o crónico y de que la madre presente preeclampsia, un problema médico grave que puede causar convulsiones y problemas en los riñones o el hígado de la madre.
    • La preeclampsia también aumenta el riesgo del nacimiento de un niño muerto.
  • La mujeres con nefropatía (enfermedad del riñón causada por la diabetes) e hipertensión tienen mayor riesgo de preeclampsia y retraso del crecimiento del bebé dentro del útero.
  • La diabetes provoca Hidramnios: En esta afección, el saco amniótico que rodea al bebé contiene una cantidad mayor de líquido amniótico y esto puede provocar trabajo de parto y parto prematuro.
  • Está demostrado que la diabetes favorece la existencia de una mayor frecuencia infecciones urinarias o vaginales que pueden terminar en amenazas de partos prematuros, muerte del bebé en útero, etc.
  • El embarazo puede contribuir a un empeoramiento de la retinopatía diabética, sobre todo la proliferativa no conocida o no tratada.
  • Se ha descrito una mayor mortalidad entre las mujeres embarazadas diabéticas con cardiopatía isquémica.

Repercusiones en el bebé:

Un bebé de madre diabética es, por definición, un bebé que nació de una madre que padece de Diabetes Mellitus, pero se refiere en especial a aquél que nació de una madre que tuvo un nivel elevado de azúcar en la sangre (glucosa), durante todo el embarazo y que puede presentar:

  1. Macrosomía: Esta complicación se desarrolla entre la semanas 28 a 36 y puede ser evitada teniendo un control estricto de la glucosa en este periodo. Los bebés pesan más de 4 kilos, cara con cachetes grandes y nariz chata. El cuello se ve corto por exceso de grasa y las manos regordetas. A pesar del gran tamaño del bebé, el funcionamiento de su organismo es inmaduro y durante los primeros días pueden presentarse problemas.
    • Los bebés de estas madres crecen tanto porque el azúcar en exceso en la sangre de la madre pasa al feto, quien entonces produce insulina para contrarrestar y esto favorece la acumulación de dicha azúcar como grasa.
    • La grasa se acumula en los hombros y tronco haciendo dificultosos los partos y con riesgo de trauma durante el parto. Sus órganos y sistemas también son más grandes, en especial el hígado, las glándulas adrenales y el corazón.
  2. Los niños nacidos de madres diabéticas, tienen cinco veces más probabilidades que uno normal, de tener alteraciones respiratorias (membrana hialina). La insuficiencia respiratoria o Síndrome de distrés respiratorio (SDR) en el bebé a su nacimiento se debe a la falta de producción en sus pulmones de una substancia llamada agente tensoactivo que es necesario para que se pueda llevar a cabo la respiración.
  3. En el tercer trimestre aumenta la posibilidad de tener óbitos tardíos. Esta es la complicación más temida por todos, ya que representa la muerte intrauterina del bebé entre las 38 a 39 semanas y puede ser secundaria tanto a un descontrol severo agudo como por descontrol crónico de la enfermedad (se piensa que los bebés con macrosomía acabaron con la dotación de oxígeno antes de su nacimiento).
  4. Falla cardiaca o sea la pérdida de la capacidad del corazón para bombear la sangre a todo el cuerpo. Cuando hay falla cardiaca, muchos órganos no reciben suficiente oxígeno y reducen su capacidad de funcionar adecuadamente. Se asocia también a la enfermedad vascular en particular con daño renal (del riñón) y una mayor incidencia de muerte del bebé.
  5. Hipocalcemia (baja de calcio en la sangre) que se pueden traducir en espasmos musculares e incluso crisis convulsivas, e ictericia (color amarillo de la piel) en el recién nacido por inmadurez de su hígado.
  6. Al nacer, estos bebés pueden tener un episodio de hipoglucemia (que se les baja el nivel normal de azúcar que deben de tener en la sangre) poco después de su nacimiento y esto es debido a la alta producción de insulina que tiene el bebé (la sustancia que moviliza el azúcar de la sangre hacia los tejidos del organismo) como una respuesta a los altos niveles de glucosa que recibe de la madre.
    • Es por esto que se debe tener una medición constante de los niveles de azúcar en su sangre durante las primeras horas después del nacimiento.
  7. Aumento en la incidencia de anomalías congénitas por hiperglicemia (elevación de los niveles de azúcar en la sangre) cuando la madre no ha tenido un buen control metabólico en el primer trimestre del embarazo.
  • La incidencia de anomalías mayores (cardíacas, del tubo neural, genitourinarias, gastrointestinales, y músculo esqueléticas) es  varias veces mayor que en la población general:
  1. La cetoacidosis puede llevar a una tasa de hasta el 50% de mortalidad fetal.

A todas estas complicaciones potenciales detectables en el bebé a su nacimiento se le llama en conjunto: Fetopatía diabética.

A largo plazo, parece también que estos niños pueden ser más proclives al desarrollo de obesidad o diabetes que la población general.

Aunque la mayoría de los bebés se encuentran bien después de nacer, algunos deben permanecer por un tiempo en una sala de cuidados especiales de recién nacidos. Lo bueno es que con la debida planificación y el control adecuado de la diabetes, puedes reducir el riesgo de que tu bebé padezca estos problemas.

Control de la diabetes antes del embarazo

Si tienes diabetes, el mejor momento para controlar tu nivel de glucosa en sangre, también denominado nivel de azúcar en sangre, es antes de quedar embarazada. Desde varios meses antes de concebir, acude a una cita con tu especialista para que sepas qué medidas puedes y debes tomar para reducir el riesgo de problemas posteriores.

Es importante lograr este óptimo control antes de la concepción, para evitar o disminuir la presencia de anomalías congénitas en el bebé

  • Durante las primeras 8 semanas de embarazo, se empiezan a formar el cerebro, el corazón, los riñones y los pulmones del bebé.
  • Los niveles altos de azúcar en la sangre son especialmente perjudiciales para los bebés durante esta etapa temprana del embarazo. Demasiada glucosa en la sangre puede causar defectos de nacimiento.

Lamentablemente, la mayoría de las mujeres no se da cuenta de que está embarazada hasta las 5 ó 6 semanas aproximadamente después de la concepción.

Al mismo tiempo, es importante que tu médico te hable claramente acerca de los posible problemas derivados en caso de embarazo, los métodos anticonceptivos que deberás seguir hasta que se considere que estás en el mejor momento para embarazarte, la modificación del tratamiento con insulina según los resultados de tus análisis, etc.

Controlar los niveles de glucosa puede requerir de cambios en tus medicamentos, en la dieta y en tu programa de ejercicios.

Además de normalizar los niveles de glucosa, la atención antes de la concepción también le permite a tu médico:

  • Diagnosticar y tratar los problemas médicos que puedas tener a causa de la diabetes, como presión arterial alta, enfermedades del corazón, enfermedades de los riñones y problemas de la vista
  • Darte información general sobre cómo puedes adelgazar, si fuera necesario, mediante una alimentación saludable y ejercicios.
  • Aconsejarte tomar multivitaminas o suplementos vitamínicos prenatales que contienen por lo menos 400 microgramos de ácido fólico para ayudar a prevenir defectos del tubo neural

Tu médico desaconsejará un embarazo cuando:

  • Hay un mal control metabólico (tu diabetes no está bien controlada).
  • Tienes retinopatía proliferativa (el daño a tus ojos es importante)
  • Tienes cardiopatía isquémica (deficiencia en la irrigación de la circulación del corazón)
  • La enfermedad ha causado nefropatía con deterioro de la función del riñón.

Si No deseas embarazarte: es prioritario y urgente establecer un método anticonceptivo eficaz.

Control de la diabetes durante el embarazo

Inmediatamente después de recibir el diagnóstico de embarazo, debes acudir de inmediato con tu médico endocrinólogo para que se inicie el control que llevarás durante este período, es muy importante controlar los niveles de azúcar.

La meta es mantenerlos tan cercanos a lo normal como sea posible desde antes de quedar embarazada y durante toda la gestación. Aun cuando te enteres de que estás embarazada ya avanzado el embarazo, hay mucho que puedes hacer.

Para que puedas lograr esto, tu médico diseñará junto contigo un plan de cuidado y control de la diabetes que incluye:

  • Una dieta saludable y un plan de comidas
  • Rutina de actividad física
  • Tratamiento médico que deberás tomar siguiendo estrictamente las recomendaciones de tu médico.

El embarazo es causa de una serie de cambios en el cuerpo. Por eso, aún cuando ya tengas experiencia en el cuidado de tu salud, es posible que necesites cambiar la forma en que maneja su diabetes y que tus necesidades muden a medida que avanzas en el embarazo y se acerca la fecha de parto.

Las consultas rutinarias con médicos especialistas te asegurarán la mejor atención posible. El equipo médico que deberá atenderte está compuesto por varios especialistas entre los que se incluyen:

  • Un médico especializado en la atención de la diabetes, como un endocrinólogo o un diabetólogo.
  • Un ginecólogo obstetra con experiencia en atención a mujeres embarazadas con diabetes.
  • Un dietista o nutriólogo con experiencia en dietas para diabéticos -en especial, para embarazadas- que te ayude a planificar tus comidas. Al comer saludablemente puedes controlar el azúcar en la sangre y lograr una buena nutrición.
  • Especialistas que diagnostiquen y traten complicaciones relacionadas con la diabetes, tales como oftalmólogos y optometristas para los problemas de la visión, nefrólogos para los problemas de los riñones y cardiólogos para los problemas del corazón. Si ya sufres complicaciones relacionadas con la diabetes, deberán observar estos problemas durante tu embarazo.
  • Si suben tus niveles de ansiedad, informa a tu ginecólogo. Si necesitas ayuda para resolver estos problemas, pide que te recomiende un especialista.
  • Pediatra o neonatólogo para el bebé. Un neonatólogo, es un médico que atiende a bebés recién nacidos.

Tú también formas parte del equipo. Eres el miembro más importante. Los médicos pueden ofrecerte consejos profesionales, pero tú serás la responsable de llevar a cabo las medidas que se necesitan día a día para controlar la diabetes.

Con el fin de evitar complicaciones, es necesario que sigas estrictamente las recomendaciones que te harán tu equipo médico.

Seguramente tu equipo médico te programará visitas prenatales frecuentes para examinar los niveles de glucosa y hacer otros exámenes.

Tratamiento de la diabetes en el embarazo

En la actualidad no existe ningún tratamiento que cure la diabetes, pero el nivel de glucosa en sangre puede controlarse con una medicación adecuada y un buen manejo del estilo de vida que incluye: comer lo que se debe comer y cuando se debe comer, mantener un peso adecuado y hacer suficiente ejercicio.

Es importante repetirlo: si tienes los niveles de glucosa en sangre controlados desde antes del embarazo y durante el embarazo, es muy factible que puedas tener una gestación y un bebé saludables y sin complicaciones.

Control de los niveles diarios de azúcar en la sangre: El objetivo del tratamiento de la diabetes en el embarazo es evitar complicaciones en el bebé, y para esto el médico te explicará que es necesario tener como meta el llevar los niveles de glucemia a los observados en un embarazo normal.

Si tomamos en cuenta que dichos niveles son hasta 110 mg en personas sin embarazo y que durante la gestación disminuyen en promedio 20 mg, por el consumo de glucemia de origen materno por el bebé, entonces podremos concluir que estos niveles en ayuno deben oscilar entre los 80 a 90 mg.

Otra consideración importante es que la hiperglucemia posprandial (elevación de la glucosa después de haber ingerido alimentos) es la principal causa de los problemas en el bebé y sobretodo de la macrosomía.

Por estas razones a nivel mundial se recomienda que los niveles de glucemia se mantengan durante la gestación como sigue:

  • Ayuno < o =a 95 mg.
  • 1 hr después de los alimentos < o = a 140 mg
  • 2 hs después de los alimentos < o = a 120 m

Seguramente tu médico te pedirá que te midas, varias veces al día, los niveles glucosa en sangre usando el dispositivo especial con tiras reactivas que te permite hacerlo en tu hogar. La mayoría de los médicos recomienda que las embarazadas lo hagan por lo menos cuatro o cinco veces al día.

Puedes llevar un registro de tus niveles de azúcar en la sangre. Anota los resultados cada vez que te midas la glucosa en la sangre. Tanto tú como tus médicos pueden usar este “Registro de glucosa en sangre” para determinar si el plan para el control la diabetes te está dando resultado.

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La prueba de hemoglobina glicosilada: Otra forma de saber si estás logrando los niveles deseados es hacerse una prueba de sangre llamada hemoglobina glicosilada. Los resultados de esta prueba muestran tus niveles promedio de azúcar en la sangre durante los últimos 2 ó 3 meses. Anota el objetivo que tus médicos hayan fijado para ti.

Labor del especialista en diabetes: tu médico buscará una adecuada compensación del metabolismo de tu glucosa mediante el establecimiento de un régimen dietético y un tratamiento insulínico idóneo.

  • La dieta de la embarazada diabética no debe variar de la que vienes realizando desde antes del embarazo, a no ser por la necesidad de un discreto aumento en el aporte de proteínas y ocasionalmente del aporte de calcio, hierro y ácido fólico. Durante el embarazo no deberás engordar más de 12 kg de peso.
  • Medicamentos: Si usabas insulina antes del embarazo para controlar la diabetes, la dosis de insulina generalmente aumentará mientras estás embarazada. Durante el embarazo puedes usar insulina sin riesgo. La insulina NO causa defectos congénitos. Si usabas una bomba de insulina antes de quedar embarazada, probablemente la seguirás usando. A veces, sin embargo, es posible que necesites cambiar a inyecciones de insulina.
    • La insulina se aplica por vía subcutánea (insulina de acción rápida, duración 6 horas o insulina de acción intermedia, duración 12-16 horas). Estas dos solas o mezcladas en pautas de tres a cuatro inyecciones al día (dosis múltiples de insulina)
    • Si generalmente tomabas medicamentos orales, tu médico podría recomendar cambiar la dosis o indicarte usar insulina mientras estás embarazada.

Los requerimientos de insulina tienden a incrementarse durante el embarazo porque las hormonas producidas por la placenta hacen que se disminuya la respuesta normal a la insulina. El médico te enseñará a ajustar la cantidad de insulina que debe administrarse en cada pinchazo; para ello se basará en la valoración de glucosa en sangre capilar que hagas en tu domicilio.

Riesgo de Hipoglucemia: Ten en cuenta que aunque te examines rigurosamente la glucosa en la sangre, durante el embarazo tienes un mayor riesgo de tener niveles bajos de glucosa (hipoglucemia). La hipoglucemia puede ocurrir si no consumes suficientes alimentos, omites una comida, no comes a la hora adecuada del día o haces demasiado ejercicio. Los síntomas de hipoglucemia son los siguientes:

  • Mareos
  • Temblores
  • Hambre repentina
  • Sudor
  • Debilidad

Si crees que estás presentando síntomas de hipoglucemia, mídete el nivel de glucosa en la sangre de inmediato. Si se encuentra debajo de 60 mg/dL, come o bebe algo, como un vaso de leche, unas galletas de soda o tabletas especiales de glucosa. Asegúrate de que los miembros de tu familia sepan lo que deben darte.

¿La hipoglucemia puede dañar al bebé? Por lo general el bebé es muy resistente a la hipoglucemia materna, ya que sus niveles de glucosa en sangre son inferiores en aproximadamente 20 mg en comparación con su madre y, para que se presenten alteraciones, los niveles deben ser menores de 20 mg. Para que esto suceda, los niveles maternos deben ser iguales o menores de 40 mg, por lo que solo las hipoglucemias severas pueden comprometer la salud del bebé.

Hiperglucemia: El nivel de glucosa en la sangre también puede subir demasiado, lo que se llama hiperglucemia. Cuando el nivel de glucosa está demasiado alto, el organismo puede producir unas sustancias que se llaman cetonas y que pueden ser perjudiciales para tu bebé.

Los síntomas del nivel alto de glucosa en la sangre incluyen:

  • Orinar con frecuencia
  • Sed
  • Pérdida de peso

La hiperglucemia puede ocurrir si comes más de lo habitual, estás enferma o menos activa de lo normal. Si tienes hiperglucemia, llámale de inmediato a tu endocrinólogo. Es posible que necesites cambiar tu alimentación, rutina de ejercicios o los medicamentos.

Labor del Nutriólogo: Para lograr los objetivos mencionados, el especialista te diseñará un plan de alimentación con una dieta que reúna las características de ser balanceada, completa, equilibrada, suficiente e inocua.

  • Balanceada: se refiere a que debe de contener todos los tipos de alimentos (frutas, vegetales, cereales, leche y sus derivados, carne, grasas).
  • Equilibrada: significa que debe de contener Carbohidratos, proteínas, grasas, vitaminas y minerales
  • Completa: significa que todos los tipos de alimentos deben de ser consumidos en todos los servicios (desayuno, comida y cena).
  • Suficiente: significa que la alimentación debe de estar en cantidad y calidad adecuada para cada persona, en función de su edad, complexión y estado fisiológico (infancia, adolescencia, embarazo, edad adulta y senectud)
  • Finalmente la alimentación debe de ser inocua, es decir, higiénica y libre de agentes patógenos que nos pudieran causar enfermedades.

La cantidad de calorías que deberás consumir cada día depende de tu peso, la duración del embarazo, tu edad y nivel de actividad y la glucemia. En el embarazo es importante vigilar tu aumento de peso.

Es posible que te pida que escribas en el registro de glucosa, lo que comes durante varios días para que los médicos puedan establecer una estadística comparativa con la dosis del medicamento, el ejercicio que hagas y los niveles de glucosa.

Ejercicio: Otra parte vital de un embarazo saludable es el ejercicio. El ejercicio ayuda a mantener normalizados los niveles de glucosa y ofrece muchos otros beneficios, por ejemplo, controla el peso, aumenta la energía, te ayuda a dormir mejor y reduce los dolores de espalda, el estreñimiento y la hinchazón abdominal debido a gases.

Colabora con tu médico para decidir el tipo y la cantidad de ejercicio que son adecuados para ti. Es beneficioso tratar de hacer por lo menos 30 minutos de ejercicio casi todos los días de la semana.

Labor del obstetra: Cumplirá los siguientes objetivos:

  • Primero que nada tu médico te hará algunas pruebas para controlar tu inmunidad frente a determinadas infecciones (rubéola, toxoplasmosis, etc.).
  • Buscará igualmente la posibilidad de infecciones sobreañadidas (urinarias o vaginales).
  • En cada visita prenatal controlará tu ganancia de peso y de la tensión arterial.
  • Vigilará a lo largo del embarazo el adecuado crecimiento, bienestar y madurez de tu bebé.

Para la valoración del crecimiento del bebé, estudio de la implantación de la placenta y del volumen de líquido amniótico el médico te hará periódicamente pruebas o exámenes especiales.

A medida que progresa el embarazo, el ginecólogo te pedirá algunas pruebas o exámenes especiales para determinar el tamaño y el estado del bebé. Estas pruebas o exámenes le permiten detectar posibles problemas y tomar medidas para tratarlos.

Además del ultrasonido del primer trimestre, se puede hacer un examen de ecografía especializada en el segundo trimestre para detectar defectos congénitos visibles. Los exámenes de ecografía se pueden repetir en las semanas posteriores para dar seguimiento al desarrollo del bebé. A partir de la semana 32–34 de embarazo seguramente te pedirá también:

  • Evaluación por monitor en reposo: Este examen mide la frecuencia cardíaca (el ritmo del corazón) del bebé por medio de un monitor electrónico fetal.
  • Perfil biofísico: Este examen usa la ecografía (ultrasonido) para examinar la respiración, los movimientos del cuerpo y el tono muscular del bebé, así como la cantidad de líquido amniótico. También se registran los cambios en la frecuencia cardíaca del bebé con un monitor electrónico fetal. Los resultados de estos exámenes pueden revelar información detallada sobre el estado del bebé.
  • Evaluación por monitor con contracciones: Este examen mide cómo reacciona la frecuencia cardíaca del bebé cuando el útero se contrae.

Para evaluar el bienestar del bebé, tu médico tendrá en cuenta también todo lo que le relates con respecto a los movimientos del bebé.

En la actualidad, con adecuado control de la diabetes y la oportuna vigilancia obstétrica, el embarazo de una gestante diabética no tiene por qué no finalizar por vía vaginal; no obstante, la presencia de determinadas circunstancias puede conducir en muchos casos a la práctica de cesárea (inmadurez del cuello uterino, macrosomía, nefropatía grave con hipertensión, retinopatía proliferativa con hemorragias retinianas importantes, causas obstétricas independientes de la diabetes, etc.).

Clasificación del descontrol de la glucosa en el embarazo 

El descontrol de la glucosa en el embarazo se clasifica en:

  • Leve cuando la glucemia de ayuno se encuentra entre 96 a 119 mg/dl
  • Moderado cuando esta se encuentra entre 120 a 139 mg/dl y
  • Severo cuando es > o= a 140 mg.

Las mujeres con descontrol leve se tratan con dieta únicamente. En caso de descontrol moderado el médico te pedirá que inicies con el plan de alimentación por 2 semanas, y en caso de que no se controle la glucemia solo con la dieta, te iniciará el tratamiento con insulina.

Las mujeres con descontrol severo son internadas para iniciar tratamiento dietético y médico con insulina al mismo tiempo.

Durante el parto

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Seguramente tu médico programará la fecha del parto aunque es posible que el trabajo de parto ocurra naturalmente. El trabajo de parto se podría inducir (provocar mediante medicamentos u otros métodos) antes de la fecha prevista del parto, especialmente si surgen problemas con el embarazo.

Entre los factores que tu equipo de médicos considerará para decidir qué tipo de parto es mejor para ti y para tu bebé, pueden incluirse los siguientes:

  • El tamaño y la posición del bebé.
  • La maduración pulmonar del bebé.
  • Los movimientos del bebé.
  • La frecuencia cardíaca del bebé.
  • La cantidad de líquido amniótico.
  • Tus niveles de glucosa en sangre y presión arterial.
  • Tu estado de salud general.

Control de la glucosa en sangre durante el trabajo de parto y el parto

Mantener tus niveles de glucosa en sangre bajo control ayuda a garantizar que el bebé no tendrá un nivel bajo de glucosa en sangre inmediatamente después del nacimiento. Cuando estés en trabajo de parto estarás físicamente activa, por lo tanto, es posible que no necesites mucha insulina.

Mientras te encuentres en trabajo de parto, se examinarán rigurosamente los niveles de glucosa (generalmente cada hora). Si fuera necesario, podrías recibir insulina directamente en vena en un suero. Si usas una bomba de insulina, es posible que puedas usarla durante el trabajo de parto. Las mujeres que usan bombas de insulina deben colaborar con sus equipos médicos durante el trabajo de parto para llevar un control de los niveles de glucosa y ajustar las configuraciones de la bomba.

Si tienes un parto quirúrgico, es posible que tus niveles de glucosa en sangre aumenten debido al estrés de la cirugía. Los médicos monitorizarán de cerca tus niveles de glucosa en sangre y probablemente utilicen un suero para administrar la insulina y la glucosa en vena a fin de mantener tus niveles bajo control.

Labor del pediatra neonatólogo: Cuidará del recién nacido, previniendo o tratando las posibles complicaciones, antes referidas, tales como dificultad respiratoria, hipoglucemia, hipocalcemia, ictericia, etc.

De particular importancia es el diagnóstico precoz de las anomalías congénitas mayores o menores que el niño pueda presentar.

Cambios en la rutina diaria durante el embarazo

Días en los que estás enferma: Cuando estás enferma, tus niveles de glucosa en sangre pueden aumentar rápidamente y puede producirse cetoacidosis diabética. Habla con tu equipo médico acerca de lo que debes hacer si te enfermas. Asegúrate de saber lo siguiente:
  • Qué hacer si tienes náuseas o vómitos.
  • Con qué frecuencia debes controlar tu nivel de glucosa en sangre.
  • Con qué frecuencia debes controlar tu nivel de cetonas en orina o sangre.
  • Cuándo debes llamar a tu médico.
Lejos de tu hogar: Cuando estés lejos de tu hogar, durante varias horas o durante un viaje más largo, es recomendable que estés preparada para enfrentar problemas. Asegúrate de tener siempre contigo lo siguiente:
  • Un bocadillo o una comida.
  • Alimentos o bebidas para tratar el nivel bajo de glucosa en sangre.
  • Tus medicamentos y suministros para la diabetes.
  • Tu medidor de glucosa en sangre y sus suministros.
  • Tu kit de glucagón.
  • Los números telefónicos para emergencias de su equipo médico.

Tratamiento y cuidados después del embarazo

No existe ningún inconveniente, sino más bien al contrario, para el establecimiento de la lactancia natural. Los expertos hacen hincapié en que las mujeres con diabetes lacten a sus bebés. La lactancia materna le brinda al bebé la mejor nutrición para mantenerse saludable y es beneficioso para la madre también.

Mediante la lactancia, las madres que acaban de dar a luz pueden perder el peso adicional adquirido durante el embarazo. Además, permite que el útero regrese más rápidamente al tamaño que tenía antes del embarazo.

Deberás examinarte el nivel de glucosa en la sangre rigurosamente después del parto. Esto es vital para determinar tus necesidades continuas de medicamentos o decidir la mejor dosis. La mayoría de las mujeres que usaban insulina antes del embarazo deben poder usar las dosis de insulinas previas al embarazo al poco tiempo de dar a luz.

Habla con tu nutriólogo sobre la cantidad y los tipos de alimentos que pueden darte las calorías adicionales que vas a necesitar para asegurar una producción adecuada de leche. Comer bocadillos (meriendas) pequeñas durante el día puede ser útil.

Si se presenta descontrol de la glucosa mayor o igual a 160 mg, seguramente el endocrinólogo te pedirá que continúes con la insulina durante la lactancia (la insulina no pasa a la leche materna.

Al término de la lactancia, te harán nuevamente análisis para nivelar tu diabetes.

Por último, y de cara al futuro, antes de que tú y tu pareja empiecen a tener relaciones sexuales otra vez, es importante seleccionar un método anticonceptivo para evitar un embarazo no planificado. El médico te recomendará un método anticonceptivo transitorio (anticonceptivos orales, métodos de barrera o dispositivos intrauterinos) o uno definitivo (ligadura de trompas, vasectomía). Lo que se considere más oportuno.

Pronóstico

En cuanto al bebé: el tratamiento preventivo ayuda a asegurar la recuperación. En general, los síntomas se resuelven en unas semanas. Sin embargo, cuando el corazón está crecido entonces tardará meses para resolver el problema.

En cuanto a la madre: Desafortunadamente, muchas diabéticas llegan al consultorio cuando la gestación ya se encuentra adelantada o, incluso, cuando se presentan señales de serias complicaciones. Si los niveles de glucosa no son rigurosamente controlados durante la gestación, existe un riesgo muy aumentado de mortalidad perinatal, abortos, anomalías congénitas y traumatismos durante el parto.

Por otro lado, las embarazadas que tienen un seguimiento médico adecuado, tienen la misma posibilidad de tener un bebé sano que las mujeres no diabéticas.

  • Si tienes diabetes, el mejor momento para controlar tu nivel de glucosa en sangre, también denominado nivel de azúcar en sangre, es antes de quedar embarazada. Los niveles altos de glucosa en sangre pueden ser perjudiciales para tu bebé durante las primeras semanas de embarazo, incluso antes de saber que estás embarazada.
  • Mantener tu nivel de glucosa en sangre lo más cercano posible a los valores normales antes de su embarazo y durante este es la medida más importante que puedes tomar para mantenerte sana y tener un bebé sano.
  • Antes de quedar embarazada, puedes planificar y prepararte para tener un embarazo saludable y un bebé sano. Si tienes diabetes y ya estás embarazada, puedes asegurarte de que estás haciendo todo lo que puedes para cuidar tu salud y tu diabetes durante el embarazo.
  • Acudir a las citas con los médicos especialistas te garantizará el mejor cuidado.
  • Durante el embarazo, el medicamento para la diabetes más seguro es la insulina. Tu equipo médico trabajará contigo para elaborar una rutina personalizada de uso de insulina. No es seguro tomar algunos medicamentos durante el embarazo y antes de quedar embarazada debes hablarlo con tu médico para que él te diga cuáles debes dejar o cuales debes suplir con otros medicamentos que no hagan daño a tu bebé en desarrollo.
  • Durante su embarazo te harán pruebas para controlar la salud del bebé.
  • Mediante el amamantamiento, puedes dar al bebé un comienzo saludable.

Referencias