ACTUALIZACIÓN MAYO 2022

DEFINICIÓN

El “frenillo corto” (también conocida como anquiloglosia o lengua atada) es una condición -presente desde el nacimiento- caracterizada por un frenillo anormalmente corto que restringe el movimiento de la punta de la lengua por debajo de los límites normales.


¿QUE ES EL FRENILO?

El frenillo es un repliegue mucoso, elástico que casi siempre pasa desapercibido y raramente provoca dificultades. Se extiende a partir de la base de la boca hacia la superficie inferior de la lengua, en su línea media.


Frenillo lingual


Al nacimiento del bebé, la lengua es corta y por lo tanto el frenillo parece llegar a la punta de la lengua y se ve tirante, sin embargo, el bebé puede mover la lengua entre las encías.

Este tejido varía en tamaño entre una persona y otra. Al crecimiento del niño, la lengua se hace más fina, se alarga y bien pronto puede sacarla fuera de la boca.

El frenillo también se alarga por lo que una lengua verdaderamente atada es muy rara aunque hay casos de tejido anormal y poco flexible que dificulta la alimentación y puede complicar el habla.

Esta limitación del movimiento puede ser el resultado de alguno de estos factores:

  • El frenillo es muy corto, grueso o fibroso.
  • Está situado muy cerca de la punta de la lengua.
  • Está pegado a la base de la boca.

FUNCIONES DE LA BOCA

La boca cumple con dos funciones muy importantes para el ser humano, en principio, en ella se inicia la digestión mediante la masticación de los alimentos y su deglución; además interviene en la generación de los diversos sonidos que posibilitan la comunicación a través de la palabra.

El desarrollo de ambas funciones es posible gracias a la lengua, músculo fuerte y moldeable que, además, cuenta con terminales nerviosas que le permiten distinguir los sabores de los alimentos.

Es el órgano más importante para la articulación del lenguaje. Mientras hablamos, la lengua realiza una gran cantidad de movimientos desde elevación de la punta, retracción y protrusión.

La rapidez, exactitud y sincronismo de los movimientos de la lengua, son de extraordinaria importancia para la articulación del lenguaje.

Además de servir para el habla, la lengua es necesaria también para chupar, masticar, tragar, comer, beber, para la salud de los dientes y de las encías, para besar, para limpiar la boca de los sobrantes de comida y otras partículas, para calentar el aire cuando respiramos por la boca y para jugar.

El frenillo: en la anatomía un frenillo es una membrana que generalmente une dos zonas, una fija y otra móvil. Todas las personas nacen con un frenillo lingual que conecta la lengua con la base de la boca.

Normalmente cuando el bebé se forma dentro de la madre, existe una producción mayor de células donde se localiza el frenillo lingual; más tarde esas células se degeneran y desaparecen en su mayoría, dejando sólo unas cuantas, que dan origen al frenillo.

Si estas células no se degeneran, el frenillo queda corto y pegado a la lengua o a la encía, según sea el caso.


MOVIMIENTOS DE LA LENGUA

Hay cuatro movimientos principales que la lengua del niño debe realizar:

  1. Extensión: acción de sacar la lengua hasta cubrir la encía inferior con la lengua  y mantenerla en esta postura mientras dura la toma.
  2. Elevación: acción de alzar la lengua hacia el paladar para comprimir la areola y poder así “ordeñar” el pecho.
  3. Lateralización: la habilidad de mover la lengua a ambos lados de la boca.
  4. Peristaltismo: movimiento ondulante de la lengua que permite llevar la leche hacia la faringe para ser deglutida.

SÍNTOMAS 

Los signos y síntomas del frenillo corto incluyen:

  • Dificultad para levantar la lengua hacia los dientes superiores  o moverla de un lado al otro.
  • Los movimientos de la lengua quedan condicionados y restringidos provocando en ocasiones trastornos alimentarios por déficit en la succión y babeo exagerado.
  • Problemas para sacar la lengua más allá de los dientes frontales.

Hay recién nacidos en los que la lengua se encuentra prácticamente inmóvil o su movimiento es sumamente restringido debido a que la banda o membrana mucosa que la sujeta a la parte inferior de la boca, el frenillo lingual, es poco flexible y de proporciones anormales; hay quien lo llama largo, porque su dimensión llega hasta la punta de la lengua y otros corto porque no permite que el bebé pueda levantar su lengua y toque el paladar.


Frenillo lingual anormal (anquiloglosia)  es más corto y más ancho que lo normal


OTROS FRENILLOS DE LA BOCA

Además del frenillo lingual, en la boca existen otros frenillos: el frenillo bucal que conecta la parte interna de la mejilla con la encía y el frenillo labial que conecta el labio superior o inferior con la encía.

El frenillo labial superior se encuentra a nivel de los dientes incisivos centrales superiores y normalmente produce una separación entre ellos que no suele ser muy importante y mejora al salir los caninos permanentes; ocasionalmente si esto no fuera así y la separación se mantuviera, podría realizarse tratamiento de ortodoncia y cortarlo.



Siempre se aconsejará la consulta con el odontopediatra antes de realizar su resección.

Por lo general, el frenillo del labio superior no se corrige quirúrgicamente hasta la adolescencia temprana, cuando ya han brotado los caninos superiores definitivos.


CAUSA

No se sabe cuál es la causa aunque algunos casos se han asociado a factores genéticos (herencia).


FACTORES DE RIESGO

Aunque el frenillo lingual puede afectar a cualquier bebé, es más común en niños y a veces corre en familias.


CLASIFICACIÓN

Teniendo en cuenta qué tan cerca de la punta de la lengua está el frenillo, esta alteración se clasifica en:

  • Tipo 1. Es el típico frenillo donde podemos ver a primera vista la imposibilidad del bebé de mover la lengua con libertad, ya que el frenillo se extiende desde la base de la lengua hasta la punta de la misma, haciendo que adopte una forma de corazón y no pueda colocarse sobre la encía inferior.


  • La movilidad de la lengua para cumplir su función estaría muy restringida.
  • Tipo 2. Este frenillo presenta el tejido un poco más atrás de la punta de la lengua, a unos 2 o 4 mm. La lengua no se suele ver bífida, pero cuando el bebé llora, se puede observar que la punta de la lengua desciende hacia abajo.


  • Los movimientos son bastante restringidos en la elevación y extensión de la lengua.
  • Tipo 3 posterior. Este tipo de frenillo, al igual que el tipo 4, tiene lo que llamamos un componente submucoso. Cuando el bebé llora, visualmente, la lengua se asemeja a un bloque: la lengua se eleva de los laterales y se hunde del centro, creando una concavidad.
  • Más que verse, es un frenillo que se percibe con el dedo, pasándolo por debajo de la lengua del bebé en reposo.


  • El movimiento de elevación está restringido y no llega bien al paladar con la boca totalmente abierta.
  • Tipo 4. Se le llama también frenillo oculto. Muchos médicos no lo conocen como frenillo, sino como lengua corta. El frenillo esta oculto por una banda de tejido mucoso. Es como si la lengua estuviera anclada muy anteriormente, pero no vemos la banda característica, porque está tapada.


  • Este frenillo restringe casi totalmente los movimientos de la lengua, que presenta un aspecto muy compacto.

Los tipos 1 y 2 son los más comunes (“clásicos”) y casi acumulan el 75% de los casos. Los tipos 3 y 4 son más raros y, como son más difíciles de detectar, pueden no ser diagnosticados.

El Tipo 4 es probable que cause problemas en la alimentación lo que puede traer complicaciones tanto para el bebé como para la madre.

 


  • Los movimientos son bastante restringidos en la elevación y extensión de la lengua.
  • Tipo 3 posterior. Este tipo de frenillo, al igual que el tipo 4, tiene lo que llamamos un componente submucoso. Cuando el bebé llora, visualmente, la lengua se asemeja a un bloque: la lengua se eleva de los laterales y se hunde del centro, creando una concavidad.
  • Más que verse, es un frenillo que se percibe con el dedo, pasándolo por debajo de la lengua del bebé en reposo.



  • El movimiento de elevación está restringido y no llega bien al paladar con la boca totalmente abierta.
  • Tipo 4. Se le llama también frenillo oculto. Muchos médicos no lo conocen como frenillo, sino como lengua corta. El frenillo esta oculto por una banda de tejido mucoso. Es como si la lengua estuviera anclada muy anteriormente, pero no vemos la banda característica, porque está tapada.

DIAGNÓSTICO

El frenillo corto algunas veces se diagnostica durante un examen físico de rutina que se hace a los recién nacidos (al elevar pasivamente la punta de la lengua con un abatelenguas, se puede observar el problema), pero no siempre es fácil de detectar.

Puede no ser aparente sino hasta que el bebé tenga problemas para alimentarse.

Hay señales que indican que el bebé puede tener el frenillo de la lengua corto:

  • Retrognatiapese a que la retrognatia (mandíbula inferior más corta de la superior) es fisiológica en los bebés, y se modifica con su crecimiento, los bebés que tienen anquiloglosia acostumbran a tener una retrognatia evidente.
  • Callo lingual: el callo, o callos, de la lengua indican que el bebé debe hacer mucha fuerza para agarrarse el pecho y eso le ocasiona ampollas por el roce.
  • Movimientos irregulares de la lengua: cuando el bebé llora podemos observar que la lengua no se mueve de manera simétrica, se alza o se comba de diferentes zonas
  • Chasquidos: los bebés con anquiloglosia pueden succionar haciendo ruidos con la lengua, chasquidos, muy característicos que indican que de vez en cuando la lengua no puede mantener el agarre.
  • Paladar ojival: la lengua, en reposo, no puede situarse en la posición correcta lo que acaba modificando las estructuras orales. El maxilar superior se estrecha formando una V, y el paladar paralelamente se hunde, lo que le confiere un aspecto profundo.

Pero si se requiere una valoración y evaluación más rigurosa del frenillo lingual corto, el médico puede usar la Herramienta de Hazelbaker . Es una tabla desarrollada por la doctora Alison Hazelbaker para ofrecer una evaluación cuantitativa de la anquiloglosia y poder recomendar así la necesidad, o no, de dar tratamiento.

Esta Herramienta mide tanto la funcionalidad como la apariencia de la lengua. De este modo, puntuaciones inferiores a 8 en aspecto y 11 en funcionalidad señalan la necesidad de intervención.

En los niños mayores se le pide al niño que mueva la lengua lo más que pueda observando no sólo la apariencia física sino demostrando el grado de restricción de la lengua y la presencia de ciertos síntomas como:

  • Incapacidad para tocar, con la lengua, su labio superior, o sacarla más allá de las encías o dientes.
  • Cuando se estira y en lugar de mirarse aguda, en punta, se ve como en forma de V.


  • Y cuando el niño en tiempo de aprender a hablar tiene dificultad para pronunciar aquellos sonidos en donde la lengua debe levantarse para hacer contacto con el paladar, en concreto nos referimos a las consonantes “r”, “rr” y ”l” (en inglés y en francés no produce ninguna dislalia).

Es importante que el médico, al diagnosticar el frenillo corto, haga una revisión completa del bebé buscando la presencia de otros defectos al nacimiento que puedan estar asociados como labio y paladar hendido, deformidades faciales, déficit neurológico o muscular, etc.


¿QUÉ PROBLEMAS PUEDE CAUSAR EL FRENILLO CORTO A LA DUPLA MADRE-HIJO?

En la mayoría de los casos, el frenillo corto (anquiloglosia) perjudica tanto a la madre como al bebé.

Para la madre

El mayor inconveniente de dar de mamar a un niño con frenillo corto es el dolor: el niño realiza movimientos compensatorios de succión para evitar que el pezón se le escape de la boca (uno de los más habituales es comprimir el pezón con la encía inferior), lo que provoca grietas por la fricción a la que se ve sometido el pezón, infecciones bacterianas causadas por un mal drenaje de los conductos y favorecidas por la presencia de las grietas, y falta de circulación por la compresión del pezón contra el paladar.

Todo ello hace que la experiencia de dar el pecho resulte dolorosa y desagradable.

Además, las tomas pueden ser interminables, ya que los bebés con anquiloglosia no sueltan el pecho por sí mismos y suelen mostrarse llorosos e irritables. La madre se siente cansada y frustrada, lo que puede conducir al abandono precoz de la lactancia, incluso por parte de madres muy motivadas.

En otras ocasiones, la succión no es dolorosa pero si inefectiva. Para la madre esto resulta desconcertante, ya que el niño mama aparentemente bien pero se muestra muy demandante y no gana suficiente peso.

Estas madres pueden llegar a pensar que su leche no es buena o que no son capaces de producir suficiente cantidad, cuando en realidad el problema es otro.


Para los bebés

Las consecuencias de un frenillo corto pueden variar mucho y, aunque a corto plazo pueden afectar negativamente a la lactancia, a mediano y largo plazo causan también otros trastornos:

Impide o restringe los movimientos de la lengua, dificultando o imposibilitando un buen agarre del niño al pecho, lo que a su vez puede hacer que la transferencia de leche sea insuficiente.

Debido a la succión ineficaz, el bebé no aumenta de peso y esto se traduce, en una escasa producción de leche. Hasta que se corta el frenillo o se estimula la producción (con el uso de un extractor, por ejemplo), la cantidad de leche producida será insuficiente.

En algunos casos, la glándula mamaria actúa a menudo de forma compensatoria. Ante un bebé que mama de forma ineficaz o caótica, puede reaccionar fabricando mucha leche y dando lugar a una producción excesiva (hipergalactia).

Cuando esto ocurre, los bebés toman mucha leche que, de inicio, es más rica en lactosa, lo que la hace difícil de digerir y puede dar lugar a deposiciones verdes, malolientes y explosivas, muy diferentes de las deposiciones típicas del lactante amamantado, que son de color mostaza y con un olor dulzón que recuerda al del yogur.

Este exceso de lactosa también los hace más propensos a sufrir reflujo, puesto que deben tomar más volumen de leche para obtener las mismas calorías que recibirían si mamaran de forma eficaz y tendrán también molestias intestinales (gases, cólicos).


CAMBIOS EN LA ESTRUCTURA MAXILOFACIAL Y COMPLICACIONES

Al nacer, todos los bebés tienen el paladar alto y cerrado, pero a medida que la lengua se mueve eficazmente en la cavidad oral, éste se va abriendo y descendiendo.

Si la lengua no tiene capacidad de elevación debido a un frenillo corto, este cambio no se produce, lo que afecta a toda la estructura maxilofacial.

  • El bebé respira por la boca: Al quedar el paladar más elevado, las coanas (aberturas posteriores de las fosas nasales) ven reducido su diámetro, lo que hace quelos bebés con frenillo corto respiren más por la boca que por la nariz, duerman con la boca abierta y ronquen durante el sueño. Los problemas respiratorios se deben a la entrada de aire a los pulmones directamente por la boca.
    • Ese aire no es filtrado por las fosas nasales facilitando la entrada de partículas dañinas. Y es más frío, lo que les  predispone a sufrir bronquitis y neumonías. También son propensos a sufrir otitis, debido a un mal drenaje de  la trompa de Eustaquio. Asimismo, hay estudios que relacionan la anquiloglosia con una mayor incidencia de las apneas del sueño.
  • Mala oclusión dental: Es otro problema derivado de la anquiloglosiay se manifiesta cuando empiezan a salir los dientes. Éstos pueden nacer desplazados o encabalgarse, lo que unido a la deformación del paladar  puede requerir costosas intervenciones odontológicas.
  • Dificultades en el lenguaje: Es importante observar que el frenillo lingual corto no necesariamente afecta al lenguaje, de hecho, es difícil que lo haga.
  • Muchas de las personas afectadas con este problema aprenden a compensar bien y tienen un lenguaje correcto, aún aquellos que tienen el frenillo muy cerca de la punta de la lengua.
    • Sin embargo, algunos individuos pueden tener un lenguaje con articulación no precisa, especialmente cuando hablan rápido. Igualmente puede interferir con la habilidad de hacer ciertos sonidos como la “t”, “d”, “s” y “l” y puede ser un desafío controlar la “r”.
  • Baja higiene oral y salud dental: Pueden presentarse caries porque la lengua no ejecuta el “barrido” de restos alimenticios y derrame de saliva.  Por esta misma razón puede también presentarse caries e inflamación de las encías (gingivitis).
  • Separación de los incisivos inferiores: El frenillo corto puede ser también causa de la separación de los dos dientes centrales inferiores.

Si tienes estos problemas es conveniente que los comentes con tu médico para que evalúe el movimiento de la lengua de tu bebé y decidan cuál es el mejor tratamiento.

Tu médico pondrá atención en los siguientes puntos:

  1. Evaluará del movimiento de la lengua que debe tener un grado de extensión más allá del borde de la encía inferior y del labio, se debe de poder elevar hasta el paladar y moverse hacia los lados cuando la boca está bien abierta.
    1. El movimiento de elevación puede ser el más importante para la alimentación al pecho.
  2. Evaluará también el grado de succión que el bebé puede realizar y la cantidad de leche que succiona en cada toma.
    1. Esto se hace pesando al bebé antes y después de que lo alimentes.
  3. Es importante también conocer la eficiencia con la que el bebé “maneja” el alimento que recibe (la habilidad que tiene para mantener la leche que succiona en el hueco de la lengua y controla la deglución coordinándola con la respiración).
    1. Los signos de que algo está mal entre la deglución y la respiración incluyen congestión nasal que se va incrementando durante la toma, se oyen demasiados ruidos cuando el bebé traga y se disminuye el número de respiraciones mientras que succiona e incluso puede haber periodos cortos en los que se corta la respiración (apnea).
  4. Es importante también observar el grado de irritabilidad o fatiga del bebé durante y después de cada toma que se puede expresar en temblor de la lengua o la barbilla, inquietud y arqueo para alejarse del pecho durante la alimentación o necesidad de alimentarse nuevamente después de un corto tiempo de reposo.
  5. En cuanto a la madre, es importante observar el grado de dolor y daño que se haya causado al pezón.

Es factible que te recomiende que trates de alimentarlo cambiando la posición y buscando la que sea más cómoda para ti y que permita que tu bebé se acople al pecho.

Si esto no es posible, es probable que tengas que alimentarlo con biberón. Puedes seguir alimentándolo con leche materna si te la extraes con bomba.


OTRAS COMPLICACIONES

Problemas nutritivos y digestivos

Algunos niños que tienen este problema son muy sucios para comer ya que no tienen la habilidad de limpiar su boca con la lengua tanto por dentro como por fuera de la boca mientras que comen.

Igualmente se les complica, por ejemplo, lamer un helado, besar o tocar un instrumento de viento.

En casos extremos, esta deficiencia en la higiene acarrea problemas digestivos.


Problemas con la apariencia

La lengua puede ser demasiado aparente o verse un poco rara, especialmente cuando se les acercan o les toman fotos o películas de cerca.


Dificultad para llevar a cabo juegos que involucran la boca

Los niños no podrán tomar parte en ningún juego  que involucre los movimientos de la lengua y gestos.


Problemas con el autoestima

Se ha visto en personas adultas que resienten y son muy conscientes del aspecto y movimiento de su lengua.


TRATAMIENTO

El tratamiento del Frenillo Corto es controversial. Algunos pediatras y consultores de lactancia recomiendan que se haga de inmediato (incluso antes de que salga del hospital). Pero otros prefieren esperar y observar.

El Frenillo lingual puede soltarse con el tiempo y así se resuelve el problema, en otros casos, la lengua queda sujeta sin que esto cause problemas o bien puede ser necesario que se haga un tratamiento quirúrgico.

Hace algunos años, siempre se recomendaba cortar la parte del frenillo cuando lucia demasiado grande, en la actualidad la cirugía correctiva solo se considera en casos muy especiales, como son:

  • Lactantes que presentan serios inconvenientes para alimentarse y succionar.
  • Niños en los que las limitaciones de movimiento de la lengua no mejoran con el paso del tiempo.
  • Infantes en quienes se presentan trastornos del habla.
  • Pequeños que muestran incapacidad para tocar un instrumento de viento, ya que la falta de movilidad de la lengua ocasiona el uso incorrecto de la boquilla.

En cuanto al lenguaje, se requiere de una evaluación muy minuciosa, ya que la gran mayoría de dificultades para pronunciar ciertos sonidos no se deben al frenillo, sino a otros problemas.

Asimismo, hay que señalar que, en caso de tartamudez, la intervención quirúrgica podría incluso empeorar los síntomas.

Vale la pena considerar que el niño no debe ser sometido a cirugía sin una segunda opinión por parte de un foníatra (médico especializado en trastornos del habla y la comunicación).

La cirugía, cuando es precisa, es de muy buen pronóstico, podemos decir que todos los niños mejoran sus funciones.

Quien puede realizar esta intervención son médicos especializados en el área de la boca, el pediatra, el otorrinolaringólogo (especialista en oídos, nariz y garganta) el cirujano dentista o el foníatra; todos ellos conocen perfectamente la anatomía de la boca.

Generalmente no tiene complicaciones, aunque se puede presentar inflamación de la lengua, sangrado, infección, daño en los conductos de las glándulas salivales o que deje un tejido cicatricial residual.

Los problemas del habla pueden mejorar notablemente. Sin embargo, los padres deben saber que aunque se facilita la deglución, el pronunciar bien las palabras requerirá de la ayuda de ejercicios especiales, coordinados por el profesional, que pueden realizar sin dificultades en el hogar.

Como es de suponer, los síntomas del frenillo sublingual no ponen en riesgo la vida de quien los padece.


CIRUGÍA DEL FRENILLO

El tratamiento quirúrgico puede hacerse en bebés, niños o adultos. Los procedimientos quirúrgicos son la “frenotomía y la “frenuloplastía”.


¿Qué es y cómo se hace una Frenotomía?

Se trata del procedimiento quirúrgico por el que se secciona el frenillo sublingual. Es una técnica sencilla que se realiza en pocos segundos.

Puede hacerse con o sin anestesia (puesto que, como se ha dicho ya, es una zona poco inervada y que apenas tiene sensibilidad) en la oficina del médico tratante: un cirujano general, un otorinolaringólogo, cirujano plástico o cirujano oral.

El frenillo se divide con tijeras, electrocauterio o rayo laser. El frenillo es delgado y no se necesita sutura. A veces se produce un ligero sangrado sin mayor trascendencia, que se detiene simplemente comprimiendo la zona con una gasa. Una vez realizada la frenotomía, el bebé es colocado al pecho enseguida para reanudar la lactancia.

Raramente se presentan complicaciones que podrían ser sangrado o infección o daño a la lengua o glándulas salivales. Igualmente, es posible que el Frenillo se fije nuevamente a la base de la lengua.

Conviene advertir que la frenotomía puede no solucionar de inmediato los problemas de lactancia. Pese a que la mayoría de madres notan una mejoría al instante, en otros casos puede ser necesario realizar ejercicios específicos de fisioterapia de la succión y tener paciencia hasta que el niño aprenda a mamar moviendo la lengua de manera correcta.

En los niños mayores la operación requiere de anestesia general para asegurarse de una adecuada cooperación del niño para accesar el piso de la boca y realizar el procedimiento.


¿Qué es y cómo se hace una Frenuloplastía?

Este procedimiento (más extenso) puede recomendarse cuando es necesario hacér una reparación adicional o el Frenillo lingual es demasiado grueso como para hacer la frenotomía.

Se realiza bajo anestesia general y después de que se ha soltado el frenillo lingual, la herida debe cerrarse con sutura que se absorbera conforme la lengua se va curando.

Las posibles complicaciones son semejantes a las de la Frenotomía. Es posible que se forme cicatriz ya que el procedimiento es más extenso.

Posterior a la frenuloplastía el médico seguramente te recomendará ejercicios para la lengua para mejorar el movimiento de la lengua y reducir la posibilidad de que se forme una cicatriz que pueda, nuevamente, limitar el movimiento de la lengua.


¿Qué sucede tras la intervención?

Las madres pueden notar una succión diferente y menos dolorosa inmediatamente después de la intervención. Sin embargo, los bebés tardan un tiempo en acostumbrarse y volver a aprender a mamar, incluso, a veces, la mejoría no resulta tan evidente.

Por ello es de vital importancia en los tipos 3 y 4 realizar ejercicios posteriores a la intervención, a fin de evitar adherencias y que el frenillo vuelva a aparecer.


Recordemos

Podríamos resumir que el frenillo corto puede causar dificultades en la lactancia y, a posteriori, otros trastornos, por lo que resulta necesaria una evaluación específica del frenillo corto en las parejas madres/bebés que presenten obstáculos en la lactancia.

Cuando observamos una toma, deberíamos ir mucho más allá de la simple verificación de un buen agarre y una buena postura, puesto que la lengua es uno de los primeros motores de la lactancia y debe funcionar perfectamente a fin de conseguir una lactancia placentera y eficaz tanto para la madre como para el bebé.


¿POR QUÉ PARECE DE PRONTO QUE HAY TANTOS NIÑOS CON FRENILLO CORTO?

Para empezar, no debemos olvidar que la lactancia materna es cosa de dos y, en muchas ocasiones, los bebés con frenillo lingual corto no manifiestan ninguna dificultad para agarrarse, succionar y deglutir la leche, ya que la ductilidad y plasticidad del pecho de la madre les permite realizar un agarre válido consiguiendo así una transferencia de leche óptima.

Sin embargo, en los últimos años, parece que se haya producido una epidemia de frenillos cortos y que todos los bebés los tengan siendo esta la causa de todos los problemas y dificultades que se pueden producir durante la lactancia.

En realidad ni todos los bebés tienen frenillo, ni todos los que lo tienen deben padecer dificultades. Si un bebé tiene un frenillo lingual corto y ello no afecta a la lactancia no se debería prestarle más atención.

Pero lo cierto es que muchas de las madres que buscan ayuda en los grupos de apoyo acaban descubriendo que su bebé ha nacido con un frenillo lingual corto.

Ahora no hay más niños con frenillo corto que hace dos décadas. De hecho, podemos constatar su existencia desde la antigüedad ya que son citados en textos griegos, romanos, mozárabes… en los cuales se refleja el reconocimiento que un frenillo lingual corto podía crear perturbaciones en la lactancia y también producir dificultades del habla en la etapa adulta.

Así pues, se conocía su existencia y los libros recogen explícitamente técnicas para seccionarlos.

En los últimos años el aumento de madres que desean amamantar y el interés de la ciencia por la composición de la leche materna han propiciado que se hayan retomado y estudiado de manera científica las implicaciones de un frenillo lingual corto.


PREVENCIÓN

Se recomienda consejo genético para aquellas personas que hayan padecido frenillo corto, así como a las que tuvieron un hijo o hija con el mismo problema para determinar la posibilidad de que se repita.

Usa nuestra sección de “directorio de Genetistas” para localizar a un profesional especializado en genética en tu área.  


PRONÓSTICO

El pronóstico después de realizarse la cirugía, es totalmente favorable para el niño.


PROBABILIDAD DE QUE SE REPITA

Si son casos esporádicos, sin antecedentes genéticos, el riesgo es mínimo. Si uno de los padres tiene el gen que ocasiona el frenillo corto y lo padeció, el riesgo para que se presente en uno de sus hijos es de un 50%.


REFERENCIAS

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