¿Cuándo sentiré las pataditas de mi bebé?
Lo más probable es que no empieces a sentir los movimientos de tu bebé hasta que estés entre las semanas 16 y 22 del embarazo, aunque tu pequeño ya se ha estado moviendo desde la séptima u octava semana. Es posible que le hayas visto hacer sus volteretas antes de que empieces a sentirlas si te han hecho una ecografía (ultrasonido).
Las mamás veteranas suelen percibir con mayor facilidad los movimientos tempranos y suaves que las mamás primerizas. Esto se debe a que las mujeres que ya han tenido otros embarazos son capaces de distinguir mejor entre estas sutiles pataditas y otros movimientos intestinales, como aquéllos provocados por los gases.
Tu estructura física también puede afectar tu habilidad para distinguir entre un codazo de tu pequeñín y las quejas de tu hambriento estómago. Las mujeres más delgadas suelen sentir los movimientos del bebé más temprano y más a menudo que las más gorditas.
¿Qué es lo que se siente?
Muchas mamás describen esta sensación como palomitas de maíz reventando, un pez nadando de un lado a otro, o una mariposa aleteando en su barriga. Las primeras veces, seguramente ignorarás esos leves toques y movimientos, y los atribuirás al hambre o a los gases.
Pero a medida que los sientas con más frecuencia empezarás a notar la diferencia. Será más fácil distinguir esos primeros movimientos cuando estés tranquilamente sentada o acostada.
¿Con qué frecuencia debería notar los movimientos?
Al principio, las pataditas serán pocas y espaciadas. Es posible que notes varios movimientos un día y ninguno al día siguiente. Aunque el bebé se mueve y patea con regularidad, muchos de sus saltitos y sacudidas no los podrás sentir aún.
Más adelante, en el segundo trimestre del embarazo, estos movimientos serán más intensos y regulares, y te darán la certeza de que todo marcha bien.
A partir de la semana 24, el bebé puede tener hipo de vez en cuando, y quizás sientas movimientos bruscos con cada hipo. También en este período puedes notar que reacciona moviéndose cuando oye un ruido fuerte y repentino (aunque ya podía oír desde antes). A medida que va creciendo y tiene menos espacio en el útero para menearse, sus movimientos se hacen más pequeños y definidos y, en las últimas semanas del embarazo, sentirás sobre todo codazos y patadas fuertes, y a veces movimientos de la cabeza, por ejemplo cuando está tratando de encontrar su dedito para chupárselo.
En algún momento después de la semana 36, el bebé puede adoptar la posición ideal para el parto, cabeza abajo y encajado en la pelvis, y esto quizás te haga sentir presión o pesadez en la pelvis, al tiempo que la caja torácica parecerá más libre, y quizás te cueste menos respirar.
Si caes en la tentación de comparar tus sensaciones y las de otras embarazadas, no te asustes si no sientes lo mismo que tus amigas. Cada bebé es diferente en su modo de moverse, y no hay un patrón de movimiento ideal. Lo importante es que su nivel de actividad no cambie demasiado, con eso sabrás que lo más probable es que todo vaya bien.
¿Debo anotar los movimientos del bebé?
Una vez que empieces a sentir las pataditas del bebé con regularidad, fíjate en su frecuencia y avisa inmediatamente a tu doctor si notas una menor cantidad de movimientos. Una reducción en la actividad del bebé podría indicar algún problema, y es posible que el doctor solicite una prueba sin estrés o un perfil biofísico para verificar el bienestar de tu pequeño.
En el tercer trimestre del embarazo algunos doctores recomiendan que todos los días, en un momento dado, cuentes los movimientos del bebé. Hay muchas formas diferentes de anotar esta cantidad y lo mejor es que le pidas instrucciones específicas a tu doctor.
Aquí tienes una de las maneras más comunes de hacerlo: Elige una hora del día en la que sabes que tu bebé suele estar muy activo (lo ideal es que sea la misma hora todos los días). Siéntate cómodamente o acuéstate de costado en un lugar tranquilo para que no te distraigas.
Anota el tiempo que tardas en sentir diez movimientos, que pueden ser pataditas, espasmos, sacudidas, volteos o cualquier otra clase de movimiento concreto. Si no sientes por lo menos diez movimientos en un período de dos horas, deja de contar y llama a tu doctor o comadrona.
¿Cuándo me debo preocupar?
La mayoría de los bebés desarrollan un patrón de movimientos que puedes predecir. Algunos se mueven más en la mañana y otros en la noche. Si notas un cambio significativo en este patrón de movimientos, vete a un lugar tranquilo, acuéstate de la do y concéntrate poniendo tu mano en el abdomen.
Si se llega a mover dos veces en media hora, probablemente no hay ningún problema, pero si no sientes que se mueva, llama de inmediato a tu ginecólogo. Recuerda, los movimientos del bebé pueden disminuir hacia el final del embarazo cuando el bebé ha crecido mucho y tiene poco espacio para moverse.
¿Qué es lo que hace el bebé en el útero?
Por medio del ultrasonido podemos observar lo que hace y cuando lo hace el bebé. Aunque muchos de sus movimientos se inician mucho antes de que los puedas sentir, si tienes suerte, el bebé puede estar despierto durante el estudio y podrás verlo cómo se mueve.
- De las siete a las 8 semanas, el bebé empieza a realizar movimientos generales como doblarse lateralmente.
- Cerca de las 10 semanas, puede tener hipo, mover un brazo o una pierna, succionar y tragar.
- A las 10 semanas, puede flexionarse y rotar su cabeza, elevar sus manos para tocarse la cara y abrir la quijada y estirarse.
- A las 11 semanas puede bostezar
- A las 14 semanas ya puede mover sus ojos.
Gradualmente, estos movimientos se van haciendo más enérgicos y con más fuerza hasta que llega el momento en que puedes sentirlos y reconocerlos.
El bebé no se está moviendo constantemente, habrá momentos en los que simplemente quiera dormir y descansar.