¿Qué pasa cuando una mamá trabaja y quiere seguir amamantando?
Cuando estamos amamantando y llega el momento de regresar al trabajo, muchas veces pensamos que la única opción es dejar de dar pecho. Pero si tú deseas continuar con la lactancia, ¡sí puedes hacerlo!
Muchas mamás siguen disfrutando ese vínculo único con su bebé, aunque estén separadas algunas horas al día.
La leche materna no solo es el mejor alimento para tu bebé, también lo protege con defensas naturales. Además, el cariño y cercanía que se crea durante la lactancia le ayuda al bebé a tolerar mejor tu ausencia y a adaptarse más fácilmente al cambio.
¿Cómo influye el horario y el lugar de trabajo en la lactancia?
Para lograr combinar la lactancia con el trabajo, es necesario hacer un plan que se adapte a tu situación.
No es lo mismo si trabajas cerca o lejos de casa, si tienes jornada completa o reducida, o si en tu trabajo hay o no un espacio para amamantar o extraer la leche.
Lo importante es saber que sí se puede encontrar una solución que funcione para ti, porque el pecho no tiene horario: se adapta a ti y a tu bebé.
¿Cómo puedo prepararme antes de regresar al trabajo?
Primero que todo, enfócate en recuperarte y establecer bien la lactancia durante las primeras semanas con tu bebé.
Después, prepárate con estos pasos clave:
¿Cuándo empiezo a extraer leche?
Desde la tercera semana, puedes empezar a practicar la extracción de leche. Al principio tal vez saques poca cantidad, pero con práctica será más fácil.
Guarda esa leche en el congelador: te servirá cuando regreses a trabajar.
¿Dónde puedo dejar a mi bebé mientras trabajo?
Busca un lugar en el que confíes plenamente. Lo ideal es que se quede con alguien cercano como tu mamá o tu hermana.
Si no es posible, elige una guardería cercana al trabajo para que incluso puedas ir a darle pecho.
Asegúrate de que quien lo cuide sepa cómo darle la leche extraída y respete tus indicaciones.
¿Cómo puedo extraer la leche de forma segura y efectiva?
Hay dos formas principales:
¿Qué es la extracción manual?
Se hace con tus propias manos. Requiere práctica, pero no necesitas equipo.
¿Qué tipos de sacaleches existen?
Manual: Tú controlas la succión. Son portátiles, silenciosos y económicos, pero pueden cansarte o ser lentos.
Evita los de tipo bocina, ya que pueden dañar el pecho.
Eléctrico: Más rápidos y cómodos. Algunos se conectan a la luz o usan pilas.
Elige uno que imite la succión del bebé: que succione y suelte cada 2–3 segundos.
Los extractores dobles permiten extraer leche de ambos pechos al mismo tiempo y ahorran tiempo. También pueden rentarse por periodos determinados.
¿Qué método de extracción me conviene según mi tiempo?
Depende de cuánto tiempo tengas disponible en el trabajo.
Con un sacaleches eléctrico doble, puedes extraer leche en 10–15 minutos, más unos 5 minutos para lavar los utensilios.
Aunque no te dé tiempo para una extracción completa, incluso 5 a 10 minutos ayudan a mantener la producción.
¿Cuántas veces debo extraer leche en el trabajo?
Suma el tiempo total en que estarás separada de tu bebé (incluyendo traslados) y divídelo entre tres. Ese será el número de veces que necesitas extraer leche durante tu jornada.
¿Cómo ofrezco la leche extraída a mi bebé?
Durante el primer mes evita usar biberón para que no se confunda con el pecho. Puedes darle la leche con una cucharita, vasito o jeringa.
Enséñale al cuidador cómo hacerlo y practica con el bebé unas dos semanas antes de volver al trabajo.
¿Qué debo considerar antes de extraerme leche?
Aunque la leche materna tiene propiedades que retrasan el crecimiento de bacterias, es importante tener buena higiene:
Lava bien tus manos y los utensilios.
Estimula la salida de la leche con una foto de tu bebé, escuchando su llanto o con un masaje suave.
¿Cómo se hace un masaje antes de la extracción?
Haz movimientos circulares con las yemas de los dedos desde la base del pecho hasta el pezón (como si dibujaras un caracol).
Toma el pecho con una mano y recorre los dedos hacia adelante, como si fueran rayos de una rueda.
Peina suavemente hacia la areola.
Estimula el pezón con el pulgar e índice.
Este masaje solo toma 1 o 2 minutos y ayuda a que fluya la leche.
¿Cómo puedo mantener la producción de leche después de volver al trabajo?
La producción depende de cuánto se vacían los pechos. Cuanto más se extrae leche, más se produce.
Por eso es importante extraerte cada 3 horas y dar pecho a libre demanda cuando estés con tu bebé.
¿Cuándo debo amamantar si ya regresé a trabajar?
Amamanta a tu bebé justo antes de salir y en cuanto regreses. Durante los fines de semana o días libres, dale solo pecho.
Esto ayuda a mantener la producción y fortalece el vínculo.
¿Qué dice la ley sobre la lactancia en el trabajo?
Según la Ley Federal del Trabajo (artículo 170), tienes derecho a dos descansos de 30 minutos para lactancia o extracción de leche.
Cuando te estés extrayendo, sigue unos minutos más aunque parezca que ya no sale nada: eso ayuda a estimular la producción.
¿Qué puedo hacer para facilitar la lactancia en el trabajo?
Habla con tu jefe y compañeros sobre tu plan de amamantar.
Explica que esto puede ayudar a que tu bebé se enferme menos y tú faltes menos al trabajo.
Pide un espacio privado y con toma eléctrica para usar tu sacaleches.
Guarda la leche en un recipiente limpio dentro del refrigerador o en una hielera.
Al llegar a casa, refrigera la leche para usarla al día siguiente.
¿Cómo puedo cuidarme como mamá lactante que trabaja?
El cansancio es el principal reto. Trata de descansar lo más posible.
Por la noche, duerme con tu bebé cerca y amamántalo acostada para descansar mientras lo alimentas.