Dolor del ligamente Redondo
Durante, Embarazo, Semanas 13 - 24

Dolor del Ligamento Redondo

Introducción

Debido a los dramáticos cambios corporales que sufre la mujer durante el embarazo es natural que ocurran molestias articulares y musculares. Su frecuencia es alta pero afortunadamente son leves o moderadas en intensidad y rara vez te incapacitan.
Hacia la mitad del segundo trimestre comienzan a manifestarse estas molestias que afectarán al menos al 50% de las mujeres embarazadas. Aparecen de manera gradual y en diferentes localizaciones de tu cuerpo.

¿Qué es el ligamento Redondo?

El útero está sostenido por medio de varios ligamentos que van del útero a los huesos de la pelvis y que sirven para mantenerlo en una cierta posición y son los siguientes:

  • Útero- sacro
  • Cardinal
  • Puvo-vesico-uterino
  • Ancho
  • Útero-ovárico
  • Redondo.

El ligamento redondo es un cordón muscular grueso, que sale de las trompas rodeando al útero  en tu pelvis y conecta al útero con la ingle  a través del canal inguinal y llega a los  labios mayores. Ahí, las fibras del ligamento se mezclan con el tejido del pubis o monte de Venus. Estos ligamentos se contraen y se relajan como los músculos, pero de manera muy suave, cuando toses, al  levantarte después de estar sentada, cuando te ríes y cuando estornudas

¿Cual es la función del ligamento redondo?

El tamaño normal de tu útero es el de una pera. Los ligamentos gruesos uno de los cuales es el ligamento redondo, mantiene el útero en suspensión dentro de tu abdomen, además  de mantenerlo en su posición normal, es decir, ligeramente inclinado hacia delante.

Ligamento Redondo

¿Qué es el dolor del ligamento redondo?

Este es un dolor que aparece típicamente entre las  semanas 16-20 del embarazo, es muy frecuente (más del 70% de las embarazadas lo reportan).
Los ligamentos redondos son normalmente unas bandas gruesas que se estiran y adelgazan durante el embarazo para sostener el crecimiento del útero.

Esta elasticidad se debe a la progesterona y a los efectos de la hormona relaxina cuya función es, precisamente, relajar las articulaciones y ligamentos para favorecer el proceso del parto.

Un movimiento rápido puede hacer que el ligamento se contraiga rápidamente y esto es lo que produce un doloroso calambre.

Cuando tiene problemas con el dolor del ligamento redondo, la embarazada debe evitar el ejercicio vigoroso y los movimientos súbitos en el segundo y tercer trimestre del embarazo. Toser, estornudar y carcajearse son también movimientos súbitos que pueden desencadenar un espasmo del ligamento redondo.

¿En dónde se presenta este dolor?

Conforme crece tu panza, los ligamentos redondos se engrosan y estiran más y más. Para la mayoría de madres, este proceso pasa inadvertido, mientras otras menos afortunadas sufren dolores agudos.
El dolor del ligamento redondo estirado se experimenta usualmente en el lado derecho debido a que el útero tiene la tendencia a voltearse hacia el lado derecho durante el embarazo; sin embargo, el dolor el dolor puede ser en cualquiera de los dos lados de la pelvis. Puede sentirse también a lo largo del área de la línea del bikini (en la ingle).

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Una madre que lo padeció en dos embarazos lo describe como “si te estuvieran jalando la panza a los lados y para abajo”. El dolor puede ser peor cuando caminas o te mueves súbitamente (como al reír, estornudar, toser, ponerte de pie súbitamente después de haber estado sentada, hacer ejercicios o caminar). Puedes sentirlo en uno o ambos lados y por lo general el dolor dura solo unos instantes a la vez.
Otras actividades, tales como demasiado ejercicio, después de un día de trabajo arduo, actividad física inusualmente intensa o cuando ha habido estancias prolongadas de pie, pueden también causar el dolor de ligamento redondo; es reportado como dolor menstrual o dolor “en los ovarios”

Síntomas.

El espasmo de los ligamentos irrita las fibras nerviosas y las estructuras sensibles cercanas, provocando dolor. Los movimientos como, toser o levantarse bruscamente después de estar  sentada, hacen que  los  ligamentos se estiren y después se contraigan bruscamente, ocasionando que se dispare un dolor agudo.

El dolor se puede presentar en ambas caderas, pero generalmente se presentan en la cadera derecha debido a la tendencia del útero a voltearse hacia ese lado.

Puede iniciarse en la ingle y  correr hacia la parte superior de las caderas. El dolor es interno, pero si lo sigues sobre la piel, seguiría la línea del bikini. Debe durar solamente unos segundos, (dentro de los  cuales, si te cambias de posición o te paras, desaparece el dolor), pero su severidad te puede alarmar.
Se puede presentar en la noche, después de un cambio de postura o después de haber hecho ejercicio.

¿Cómo se puede prevenir el dolor del ligamento redondo?

Recuerda, cuando estás embarazada experimentas  una serie de cambios en el cuerpo, en particular en los ligamentos que antes del embarazo eran  una estructuras  gruesas y ahora son delgadas y muy elásticas, para sostener y adaptarse al útero conforme éste vaya creciendo. Estos cambios naturales son inevitables pero puedes ayudar a prevenir las molestias siguiendo las siguientes medidas generales

  1. Ejercítate razonablemente durante el día para tonificar tus músculos (nadar es excelente, caminar estupendo)
  2. Mantén posturas correctas en tu trabajo, evita mantener las piernas cruzadas cuando te sientes.
  3. Usa zapatos bajos para no exagerar la curvatura vertebral.
  4. No te dobles hacia delante para recoger cosas del piso, dobla las rodillas y baja/sube con apoyo.
  5. Si notas que el dolor se presenta con más frecuencia cuando más activa estás, reduce tu actividad diaria y si te sientes mejor, auméntala gradualmente hasta el punto que no te afecte.
  6. Cuando cambies de posición hazlo despacio para que los ligamentos se estiren gradualmente.
  7. Cuando vayas a estornudar,  a toser o a reír, dobla  tu cuerpo hacia delante y flexiona tus caderas, esta medida puede reducir el estiramiento brusco de los ligamentos
  8. Si el dolor de los ligamentos redondos es constante, tu médico indicará  qué ejercicios de estiramiento puedes hacer en casa.

¿Qué se puede hacer para aliviar el dolor?

Si tu médico ya te aseguro que el dolor se debe al los ligamentos redondos:

    • El descanso es lo que más te ayuda en este tipo de dolor.
    • Toma un baño tibio (nunca muy caliente).
    • Usa  el cojín eléctrico a mediana temperatura (nada más hasta que disminuya el dolor).  Pregúntale a tu médico si está de acuerdo.
    • Acuéstate  de lado opuesto al que te duele y coloca una almohada debajo del abdomen y otra entre las piernas.

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  • Al estornudar, reír o toser, inclina tu cuerpo hacia delante.
  • Cuando cambies de posición, hazlo despacio.
  • Si el dolor es constante e intenso, consúltaselo a tu obstetra. Es posible que te prescriba algún analgésico o incluso fisioterapia. NUNCA te automediques.
  • Evita cargar peso excesivo.
  • Utiliza una faja de soporte para embarazadas. Las bandas o fajas para embarazadas ayudar a aliviar el peso de la barriga y brindan apoyo a la espalda.

Pronóstico

Si tu médico te ha estado revisando y sabe que no se trata de un embarazo ectópico, no hay sangrados, no se asocia con contracciones uterinas, lo más probables es que se trate como una molestia normal del embarazo.

Para la mayoría de las mujeres el dolor se irá casi siempre cuando cambie sus actividades diarias y a medida que el embarazo progrese.

En casos excepcionales, la molestia puede durar hasta el tercer trimestre. Una vez que nace el bebé, las molestias  van desapareciendo

Cuándo llamar al médico

Siempre debes llamar a tu médico cuando el dolor persiste y además se acompaña de:

  • Cólicos severos, o más de 4 contracciones en una hora (no importa si no te duelan).
  • El dolor dura más de unos instantes
  • Dolor en la parte baja de la espalda, o un aumento en la presión de la pelvis, como si el bebé estuviera empujando hacia abajo.
  • Tienes fiebre
  • Tienes escalofríos, náuseas, vómito, desmayo.
  • Te duele al orinar
  • Se te dificulta caminar.

El dolor abdominal durante el embarazo se puede deber a muchas causas diferentes. Es importante que tu médico descarte otras condiciones que pueden ser serias del embarazo como desprendimiento de la placenta o que no estén relacionadas con el embarazo como:

  • Hernia inguinal.
  • Apendicitis
  • Problemas intestinales, del hígado o del riñón.

Las contracciones pre término pueden confundirse también con dolores del ligamento redondo.

Referencias

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https://espanol.babycenter.com/a700136/dolor-en-el-bajo-vientre-y-los-lados-del-abdomen-durante-el-embarazo
https://www.babycenter.com/0_round-ligament-pain_205.bc
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Cambios físicos y emocionales
Durante, Embarazo, Semanas 13 - 24

Cambios físicos y emocionales

Cambios físicos y emocionales en el segundo trimestre

El segundo trimestre abarca desde la semana 13 hasta la semana 27. Tu embarazo sigue avanzando y tu cuerpo tiene que adaptarse, los cambios en este trimestre son más notorios, empezando por tu aspecto físico.

Por lo general, es en el segundo trimestre cuando la mujer embarazada se siente mejor debido a que la mayoría de los malestares del primer trimestre han desaparecido y todavía faltan algunos meses para que aparezcan los malestares y dolores del tercer trimestre. Ya conoces el sexo de tu futuro bebé y puedes sentir sus movimientos, por lo que durante estos tres meses seguramente soñarás de noche y de día con tu hijo.

En estos meses, tus niveles hormonales se habrán ajustado y la náusea y el vómito que experimentaste en las semanas anteriores, deben ahora ir desapareciendo. También es muy probable que tengas más energía y duermas  mejor, te sentirás más tranquila e ilusionada.

Es en este trimestre cuando empiezas a sentir los movimientos de tu bebé, al principio en forma de pequeñas burbujas y, después, incluso como pequeñas patadas. Además, te encuentras mucho más activa y fuerte sobre todo porque los mareos y la sensación de cansancio han desaparecido.

Es posible que surjan algunas molestias como catarros, ardores de estómago, digestiones más pesadas, estreñimiento o congestión nasal. No debes de preocuparte, pero debes de consultar a tu médico y recuerda NO TE AUTOMEDIQUES.

Durante este segundo trimestre el aumento de peso continúa de manera constante y puede aumentar alrededor de medio kilo (1 libra) por semana. La embarazada por lo general aumenta unos 4 kilos de peso, de los cuales sólo uno corresponde al bebé. El resto se reparte entre la placenta, el líquido amniótico, el útero, los pechos, el aumento del volumen de la sangre y la grasa materna.

Los cambios en la piel

Durante el  segundo trimestre,  debido a las hormonas (estrógenos y progesterona)  puedes observar el obscurecimiento de algunas regiones del cuerpo (esto ocurre en el 90 % de las mujeres) como los pezones o alrededor de ellos, el área entre el ano y la vulva (en el perineo), alrededor del ombligo, en las axilas, y en la parte interna de los muslos.

Debido a las hormonas puedes observar el obscurecimiento de algunas regiones del cuerpo

Este obscurecimiento es más pronunciado en las mujeres de piel obscura y desaparece después del parto, pero permanece en algunas partes del cuerpo.

Las manchas en la cara llamadas también cloasma o máscara del embarazo afecta al 50 %de las mujeres. Generalmente aparece en la frente, las sienes, las mejillas, la barbilla y la nariz. Eventualmente  desaparece después del parto. Se oscurecen con la exposición al sol, por lo que se recomienda el uso de una crema de protección solar durante todo el embarazo.

Otros cambios incluyen: obscurecimiento de la línea  que va del ombligo hacia el pubis llamada la línea negra.

Otros cambios incluyen: obscurecimiento de la línea  que va del ombligo hacia el pubis llamada la línea negra

  • La línea nigra (en latin ) comienza a desaparecer lentamente luego del parto pero nunca desaparece del todo y es muy probable que, si la mujer se expone a los rayos del sol, se aprecie con mayor claridad.
  • Obscurecimiento de los lunares o de las pecas  y cicatrices.
  • Pueden aparecer nuevos lunares que, generalmente, no son de origen canceroso, pero debes de consultarlo con tu médico
  • Las uñas  de los pies y de las manos crecen más rápido, aunque son débiles y quebradizas.
  • Enrojecimiento y comezón en las palmas de las manos y las plantas de los pies, causado por el aumento de los estrógenos.
  • Aumenta la transpiración (sudor) y urticaria o irritaciones en  la piel debido al calor. El aumento del sudor en las mujeres embarazadas se debe  a la acción de las hormonas  y la necesidad de controlar el calor que produce el bebé. El sudor favorece las irritaciones y comezón en la piel de la madre.

En algunas mujeres pueden aparecer las primeras estrías en el abdomen y  en los senos

En algunas mujeres pueden aparecer las primeras estrías en el abdomen y  en los senos.

Cambios en el aparato digestivo

El aumento de la hormonas  durante el embarazo (estrógenos y progesterona) relajan los músculos suaves de tu cuerpo, esto incluye los de tu aparato digestivo, haciéndolo más lento. Los movimientos que empujan la comida desde el esófago hacia el estomago, son más lentos y  el estómago también tarda más en vaciarse.

El aumento de la hormonas  durante el embarazo relajan los músculos suaves de tu cuerpo, esto incluye los de tu aparato digestivo, haciéndolo más lento

Esta lentitud en el funcionamiento  del aparato digestivo esta diseñada para permitir que los nutrientes tengan más tiempo para ser absorbidos y pasen a la circulación para nutrir al bebé. Desafortunadamente cuando esto lo combinas con el crecimiento del útero que está aplastando otros órganos en tu abdomen (intestino grueso, intestino delgado), esta lentitud puede causar agruras y estreñimiento -que son muy incómodas durante el embarazo- sumadas a que el intestino grueso absorbe más agua durante el embarazo, lo cual endurece la heces y  dificulta la motilidad

Cambios en el corazón y aparato circulatorio

El corazón aumenta su tamaño y se desplaza hacia un lado por la elevación del diafragma

El corazón aumenta su tamaño y se desplaza hacia un lado por la elevación del diafragma. A veces, si te auscultan puede aparecer un soplo sistólico que desaparece con la finalización del embarazo.

Durante las primeras 24 semanas de embarazo, la presión arterial disminuye y después se irá normalizando hasta alcanzar la  que tenías antes del embarazo.

Puedes presentar mareos y desmayos durante los meses cálidos del año, o cuando tomas baños muy calientes en la regadera. Esto ocurre porque los pequeños vasos  circulatorios de tu piel, se dilatan reduciendo temporalmente la cantidad  de sangre que regresa al corazón.

Si presentas anemia te sentirás cansada y estarás más susceptible a enfermarte. El embarazo está diseñado de tal manera, que aunque  tu no tomes suficiente hierro, el bebé no será afectado, a menos que se trate de una anemia severa.

El aumento del flujo sanguíneo en todo tu cuerpo también puede causarte otros síntomas. El tejido mucoso de tu nariz está inflamado y más frágil, puede que produzcas más moco, lo que te causará congestión nasal. También puedes presentar sangrados nasales o sangrados en las encías cuando te cepillas los dientes. El 80 % de las mujeres presentan encías sensibles y sangrantes. Ninguna de estas molestias le afectaran a tu bebé, pero te pueden preocupar.

Debido a la presión que ejerce el peso del útero, la presión venosa se encuentra muy aumentada en las extremidades inferiores y eso justifica la aparición de varices en las piernas y en algunas mujeres en la vulva.

Cambios en el aparato respiratorio

Debido a la estimulación de la progesterona, tu capacidad pulmonar  aumenta

Debido a la estimulación de la progesterona, tu capacidad pulmonar  aumenta . En cada respiración tus pulmones aumentan  de un 30 a un 40 % más de aire al inhalar y al  exhalar. Estos cambios  en tu sistema respiratorio permiten que tu sangre transporte una gran cantidad de oxígeno a la placenta y a tu bebé y que, al mismo tiempo, elimines más dióxido de carbono  de tu cuerpo, de lo que eliminabas antes del embarazo.

También notarás que tu respiración es más rápida, y en algunas ocasiones notarás que te falta el aire. Esto se debe a que tu cerebro está disminuyendo los niveles de dióxido de carbono en tu sangre, para que se facilite el transporte del dióxido de carbono del bebé a la mamá. A medida que se aproxime el término del embarazo, el bebé descenderá un poco y tu respiración será menos rápida.

Para acomodar el aumento del tamaño del pulmón, las costillas que forman la caja del tórax, aumentarán su circunferencia de dos a tres pulgadas. NO te preocupes,  después del parto tu caja torácica volverá a su tamaño anterior.

Cambios en el sistema urinario

El flujo orina es más lento, lo que favorece  a las infecciones de la vejiga y los riñones

Debido al efecto relajante de la progesterona sobre  los músculos de los uréteres (son los tubos que trasportan la orina de los riñones a la vejiga), el flujo orina es más lento. Además  como el útero  está creciendo, impide el flujo de la orina hacia el exterior. Estos cambios combinados con la tendencia a eliminar más glucosa (azúcar) favorecen las infecciones de la vejiga y los riñones.

Si estás orinando más de lo normal, sientes ardor al orinar o tienes fiebre, es posible que tengas una infección urinaria y se lo debes de comunicar al médico de inmediato. También el dolor abdominal o en la parte baja de la espalda pueden ser síntomas de una infección de vías urinarias.

Es importante que recuerdes que es necesario un diagnóstico y tratamiento oportuno ya que cuando estas infecciones no son atendidas, pueden ser causa de parto prematuro.

Cambios en el útero

 El útero está más alto y más inclinado hacia delante, lo que cambia tu centro de gravedad

A medida que el útero va aumentado de tamaño para que tu bebé tenga espacio para crecer, tu abdomen también  será más notorio y tu ombligo estará más salido.

El útero está más alto y más inclinado hacia delante, lo que cambia tu centro de gravedad y sin  darte cuenta  irás ajustando tu postura  y  la forma en que te mantienes erguida, cómo caminas y cómo te mueves; en un principio te sentirás torpe mientras te ajustas a tu nueva postura.

La presión que ejerce el crecimiento del útero en el retorno de la sangre venosa  de tus piernas  puede causarte calambres  especialmente en la noche.

El aumento de tamaño del útero también ejerce mas presión sobre algunos ligamentos y músculos que lo rodean, uno de ellos es el ligamento redondo que al estirarse cuando te cambias de posición o te estiras para alcanzar algo, ocasiona un dolor fuerte en la ingle, aparecen también dolores  musculares en la parte baja de la espalda. Aunque estas molestias pueden ser muy aparatosas  no son dañinas ni para el bebé ni para ti.

Si te duele la espalda, debes consultar con tu médico para que te indique ejercicios

Si te duele la espalda, debes consultar con tu médico para que te indique ejercicios, te de consejos para levantar objetos y te explique cuáles son las posiciones más cómodas para dormir que te puedan ayudar a aliviar o prevenir el dolor.

Al inicio de este segundo trimestre  puedes sentir dolor en la parte baja del abdomen, debido al estiramiento de los ligamentos y músculos que rodean al útero, lo cual no implica ningún riesgo para tu bebé. Si el dolor  persiste y aumenta debes de consultar a tu médico.

Alrededor de la semana 22,  tu útero empezará a “practicar”  el trabajo de parto y podrás tener contracciones muy irregulares, que varían en la duración y la intensidad, no son dolorosas, se presentan espontáneamente y son  llamadas “contracciones  de Braxton- Hicks o de falso trabajo de parto”. Estas contracciones se localizan en una sola área  del abdomen y no ocasionan cambios en el cuello del útero (cérvix) es decir no lo dilatan.

Las contracciones de trabajo de parto se sienten en todo el abdomen y en la espalda, se presentan de manera regular, son muy dolorosas y dilatan el cuello del útero, si tienes mas de seis contracciones en una hora debes de acudir al médico, pueden ser signos de parto prematuro.

Cambios en los pechos

En el 4ª mes de embarazo (semana 13 a 16), los pechos y las glándulas productoras de leche dentro de ellos, continúan  creciendo debido a la estimulación de la progesterona y los estrógenos.

En el 4ª mes de embarazo, los pechos y las glándulas productoras de leche dentro de ellos, continúan  creciendo debido a la estimulación de la progesterona y los estrógenos

La piel alrededor de los pezones (las areolas) se notan más obscuras y aunque  después del parto  disminuye el aumento de la pigmentación, estas áreas aún después del parto quedan más obscuras que antes del embarazo. Tus pechos están más sensibles o se sienten más pesados y llenos.

En el 5º mes  de embarazo  (semana 17 a la 20) con el aumento del flujo sanguíneo  y el crecimiento de las glándulas productoras de leche, tus pechos siguen aumentando de tamaño, casi dos tallas más,  y las venas son más notorias y se ven como líneas delgadas de color azulado.

En el 6º mes de embarazo  (semana 23 a la 24), los pechos siguen aumentado y  probablemente  están listos para producir leche. Notarás la aparición de pequeñas gotas amarillas  en tus pezones y se llama calostro. El calostro contiene  muchos anticuerpos que  ayudan a combatir las infecciones de tu cuerpo. Si vas a amamantar a tu bebé, el calostro será el primer alimento que recibirá.

Cambios en la vagina

Durante este trimestre  vas a notar un aumento en el flujo vaginal  y se debe a la estimulación hormonal  sobre las células que recubren la vagina.

Durante este trimestre  vas a notar un aumento en el flujo vaginal  y se debe a la estimulación hormonal  sobre las células que recubren la vagina. Estas secreciones tienen una acidez más alta  y juegan un papel muy importante para combatir  las infecciones bacterianas.

Los cambios hormonales durante el embarazo pueden causar un desequilibrio en  la flora vaginal. Esto sucede cuando algún un organismo que habitualmente está presente en la flora, crece más que los demás, causando una infección vaginal. Si presentas flujo amarillo, o verdoso, de mal olor, picazón y ardor  en la vulva, debes de ir al médico.

No te alarmes demasiado, las infecciones vaginales son frecuentes durante el embarazo- y pueden ser tratadas sin problemas (la mayoría de las veces se trata de infecciones por hongos). Recuerda, no te auto mediques, otro tipo de infecciones vaginales pueden  dar los mismos síntomas, por eso es importante que tu médico te revise y determine el tipo de organismo causante de la infección para que  recibas el tratamiento correcto.

Cambios en el sistema muscular, ligamentos y huesos

A medida que los músculos y ligamentos que soportan el útero se expanden, algunas mujeres sienten dolores en el abdomen o la ingle

A medida que los músculos y ligamentos que soportan el útero se expanden, algunas mujeres sienten dolores en el abdomen o la ingle. Como medida de seguridad, se debe informar al médico sobre cualquier dolor abdominal ya que, en algunos casos, esto puede ser señal de una condición más grave, tal como un embarazo ectópico (fuera del útero)

 En la columna vertebral aparecen  las modificaciones posturales a la altura de la zona lumbar

En la columna vertebral aparecen  las modificaciones posturales a la altura de la zona lumbar. Las molestias por la posición forzada que se debe adoptar por necesidad estática se mantienen hasta el final de la gestación

Debido al aumento del  tamaño del útero, la vejiga se comprime disminuyendo su capacidad, obligándote a ir muchas veces al baño. También comprime los uréteres (los tubos que comunican el riñón con la vejiga) causando episodios de infecciones urinarias.

En su funcionamiento, el riñón debe trabajar más para recibir un flujo plasmático aumentado en un 40%. También aumenta  el filtrado que hace a nivel glomerular, lo que beneficia a la embarazada  para que sus niveles de urea disminuyan.

Cambios psicológicos

¡Ahora si que te encuentras feliz y tranquila! El periodo de adaptación emocional ha llegado
Tu situación de estabilidad y el disfrutar tu maternidad aparece en esta segunda etapa  y aparece el orgullo de estar embarazada en tu esfera social.

La percepción de los movimientos de tu hijo son cada día más notorios, y te sientes emocionalmente más ligada a tu bebé, sobre todo cuando tú y tu pareja colocan las manos sobre tu vientre y sienten sus movimientos. Estos primeros movimientos te hacen reflexionar que tu bebé es un ser único, individual y empiezas a imaginarte como será.

Te preguntarás  si puedes comunicarte con él. Las habilidades del bebé dentro del útero se han empezado a estudiar muy recientemente, pero está comprobado que la música y el que le hables suavemente, lo tranquiliza. Esto te hará sentir bien y te sensibilizará ante las futuras necesidades de tu bebé, lo cual es muy importante para ti y tu pareja.

Si te van a realizar un ultrasonido, la experiencia de ver los movimientos del  bebé, ver como late su corazón es tan emocionante  como cuando sientes su primer movimiento. El ultrasonido influye mucho para que  a la pareja  entienda más  el sentido al embarazo.

Ansiedad. Hacia el sexto mes embarazo -semana 21 a 24m- puede presentarse la ansiedad sobre el bebé. Es normal para las parejas embarazadas, pero especialmente para la madre que se preocupe mucho por la salud del bebé. ¿Será normal? ¿Habrá complicaciones? El asistir a tu consulta prenatal  puntualmente  te puede ayudar mucho a resolver todas estas dudas. Asegúrate de seguir las instrucciones y consejos de tu médico.

Si este es tu primer embarazo también sentirás ansiedad, preguntándote si serás una buena madre, si  serás capaz de adaptarte a  las demandas del bebé recién nacido. Es  perfectamente normal, a muchas mujeres les da miedo lastimar accidentalmente al bebé  o no sentirse capaces de lidiar con el  día a día.  Aquí  es importante que recibas  el apoyo de tu pareja y de tu familia desde antes que nazca el bebé, trata de aprender lo más que puedas en el cuidado del recién nacido, discute tus temores  y dudas con ellos, y con otras mamás. Adquiriendo conocimiento te sentirás más segura para  cuando nazca tu bebé.

Tus Sueños. Puede que tengas sueños  y pesadillas sobre tu bebé. Se trata de tu subconsciente lidiando con tus  temores. No importa cuán horribles sean estos sueños, no les hagas caso, piensa que son la válvula de escape de tus miedos.

Tu preocupación sobre el trabajo de parto. La mayoría de las mujeres se preocupan por este momento y cómo lo van a a manejar. Tienes miedo al dolor y te preocupa cómo te comportarás, lo cual es muy común. Estos pensamientos se presentarán más frecuentemente  a medida que se acerque la fecha del parto. Si aprendes más sobre el trabajo de parto y el parto, si practicas tus ejercicios y técnicas de respiración, te sentirás segura y con menos miedo al parto.

Durante el embarazo tendrás, subidas y bajadas en tu estado de ánimo que son perfectamente controlables, especialmente si tu pareja te apoya. Solo piensa que todas estas emociones se presentan en la mayoría de las embarazadas.

El embarazo es una experiencia maravillosa así que no permitas que estos  cambios emocionales  que son normales te impidan disfrutarlo.

Finalmente  recuerda que una de las principales tareas durante los nueve meses de embarazo es prepararte mentalmente  para la maternidad.  Tus planes futuros, tu estilo de vida incluirán a este nuevo ser humano.

Cambios en tu sexualidad

El apetito sexual vuelve a normalizarse. Algunas mujeres experimentan un aumento de la libido debido a los mayores niveles hormonales y al hecho de que el cuerpo se encuentra más sensible al tacto. Aunque también puede ocurrir que sientan un rechazo hacia las relaciones sexuales. Esta situación suele ser pasajera y desaparece tras el parto.

La necesidad de atención de los tuyos a veces se materializa en los célebres antojos.

Referencias


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http://www.mayoclinic.com/health/pregnancy/PR00018
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Mayo Clinic Guide to a  Healthy Pregnancy  Dr. Roger W.Harms  M.D.
http://www.selfgrowth.com/articles/Johnson44.html
http://www.bienestaremocional.org/cambios-de-humor-durante-el-embarazo/
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http://www.kidspot.co.nz/article+3356+117+Emotional-changes-for-you-during-middle-pregnancy.htm
http://health.howstuffworks.com/pregnancy-and-parenting/pregnancy/issues/understanding-psychological-changes-during-pregnancy2.htm

Ejercicio durante el Segundo Trimestre
Durante, Embarazo, Semanas 13 - 24

Ejercicio durante el Segundo Trimestre

El ejercicio es una parte importante de un embarazo saludable. Beneficia a la embarazada a corto y a largo plazo. A corto plazo le da energía y le mejora o evita los dolores de espalda, los calambres y la falta de aire. Te ayudará también a evitar una ganancia excesiva de peso, venas varicosas y los problemas para dormir o de estreñimiento. Estimula al bebé y te prepara para el momento del parto.

Y a largo plazo puede ayudarte a evitar que el útero quede en su lugar, mantiene el tono muscular de la vagina y del abdomen, previene la incontinencia urinaria y el dolor de la espalda baja y en general te ayuda a mantenerte saludable.

Si no habías hecho ejercicio durante el primer trimestre, inicia ahora una rutina suave. Los estudios demuestran que las embarazadas que hacen algún tipo de ejercicio tienen menos probabilidad de tener un bebé prematuro. Pregunta a tu médico cuáles ejercicios serían apropiados para ti durante el embarazo.

Se recomienda hacer ejercicio diariamente o, cuando menos, tres veces a la semana.

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¿Tendré que modificar mi rutina de ejercicio durante este trimestre?

Durante el embarazo vas a necesitar modificar tu rutina de ejercicio cada vez que sea necesario para que sea seguro y efectivo. Tu cuerpo no está acostumbrado al peso extra que exige de más energía para hacer el ejercicio y quizás sea necesario que ésta modificación la hagas mensual, semanal o incluso diariamente, todo depende de la respuesta de tu organismo tanto al embarazo como a tu rutina de ejercicio.
Conforme tu embarazo progresa, el peso extra y su distribución hace que haya una presión extra en tus articulaciones y músculos, especialmente en la parte baja de la espalda y en la pelvis. Quizás tengas también problemas con la circulación que te provoquen calambres y mareos.

Esto hará que tengas que hacer modificaciones. Si estás acostumbrada a un programa fuerte como puede ser la bicicleta o el aeróbico con escalón, quizás sea el momento de cambiar por algo que no sea tan extenuante y que no te exija un equilibrio perfecto. Conforme el bebé va creciendo, el centro de gravedad va cambiando y quizás tengas menos equilibrio y puedes caerte.

Después del primer trimestre evita cualquier ejercicio que te haga estar sobre tu espalda. El peso de tu útero en crecimiento puede comprimir algunas venas y arterias importantes y restringir la circulación y, por lo tanto, la oxigenación. Si sientes que te falta el aire o te mareas, suspende el ejercicio, voltéate de lado y quédate en reposo hasta que te sientas mejor.  Has tus ejercicios abdominales en posición erecta (parada) y cuando tengas que ir al suelo, colócate del lado.

Ejercitándote en el segundo trimestre

En el segundo trimestre es probable que ya te sientas mucho mejor y podrás aumentar el tiempo que dedicas al ejercicio

En el segundo trimestre es probable que ya te sientas mucho mejor y podrás aumentar el tiempo que dedicas al ejercicio. No olvides modificar cuando sea necesario.

Si ya estabas acostumbrada a hacer ejercicio desde antes del embarazo, entonces es probable que puedas continuar utilizando el mismo brassiere hasta el final del primer trimestre, pero ahora te darás cuenta de que necesitas usar una talla mayor. Es importante que sea cómodo y que te sostenga bien el pecho.

Si disfrutas haciendo un largo ejercicio, pon atención a las señales de tu cuerpo y para cuando te sientas cansada. Conforme vaya creciendo la panza y cambien tus síntomas del embarazo, es probable que necesites acortar el tiempo. La mayoría se siente cómoda en 30 minutos de actividad física moderada (como caminar y nadar).

Y dependiendo de la cantidad de ejercicio que hagas, es probable que también necesites aumentar las calorías en tu alimentación.

Intensidad del ejercicio

Por razones de salud y seguridad, es importante que mantengas tu actividad cardiaco en un buen nivel. Si te esfuerzas demasiado, mueves la sangre hacia tus músculos y piel y hay menos para el útero. Si el ejercicio es demasiado fuerte, existe el riesgo de que le llegue menos oxígeno al bebé.

Cuando te ejercites, asegúrate de que estás 60% debajo de tus máximas pulsaciones. Para la mayoría eso quiere decir que te mantienes debajo de 140 pulsaciones por minuto. De esta manera estás tranquila en cuanto a que no dañes al bebé cuando te ejercitas.

¿Qué tipos de ejercicio puedo realizar en este trimestre?

Las actividades aeróbicas como caminar, correr o nadar, las técnicas de relajación y el entrenamiento de fuerza, son actividades propias del segundo trimestre del embarazo siempre y cuando tengas en cuenta tus límites y sigas unas simples reglas de seguridad.
Aun cuando no te hayas ejercitado antes del embarazo o durante el primer trimestre, puedes con toda seguridad empezar ahora con una rutina simple; una de las mejores formas es a través de la caminata o la natación.

Si sientes que tienes problema con el equilibrio, considera suspender cualquier ejercicio en el que te puedas caer como puede ser la gimnasia, el tenis, el esquí de nieve o agua, patinaje, equitación, bicicleta de montaña, y caminata en veredas no seguras. Es mejor que hagas natación, aerobics acuáticos, o bicicleta estacionaria que no te demandan mucho equilibrio.

  • Si estás acostumbrada a hacer aerobics con escalón, asegúrate de que no tiene más de 10 centímetros de alto a menos de que estés segura de tu equilibrio.

Dado que tu bebé está creciendo, se ha vuelto vulnerable a los golpes que te puedas dar (o que te puedan dar) en el abdomen y es por esto que tu médico te pedirá que evites todo lo que signifique ejercicio de contacto como puede ser futbol soquer, básquetbol, voleibol, etc.

Si te gusta remar, encontrarás que este es un ejercicio que exige demasiado de tu energía durante el resto del embarazo. Pon atención a como te sientes y que tan bien tú y tu bebé están ganando peso.

Si estás levantando pesas, no les exijas demasiado a los músculos de las piernas porque estas máquinas tienden a poner demasiado esfuerzo en los ligamentos de la pelvis y esto te va a causar dolor.

Si estás haciendo yoga, ya es tiempo de parar con las vueltas hacia atrás y con cualquier movimiento que implique que estés acostada sobre tu espalda, estómago, brincos y posiciones invertidas.

Tu médico seguramente te pedirá que te retires de cualquier competencia deportiva aunque esto dependerá de qué tipo de deporte sea el que practicas y de cómo te sientes.

Cuídate en este trimestre (y hasta el parto) de no estirarte demasiado ni de hacer movimientos bruscos. Durante el embarazo, una hormona llamada “relaxina” relaja tus articulaciones y ligamentos para ayudar al parto. Eso significa que tienes el riesgo de lastimarte porque tus ligamentos no te responderán como lo hacían antes del embarazo.

Yoga, caminata y natación, son los ejercicios más seguros para la mujer embarazada.

Caminar es un gran ejercicio durante el embarazo. No toma mucho esfuerzo, se puede hacer en cualquier lugar y te ayudará a mantenerte en el peso adecuado. Trata de caminar diariamente media hora cuando menos, pero escucha a tu cuerpo, si te cansas antes, suspende. Trata de caminar cuando el clima esté más fresco.

Nadar es un ejercicio maravilloso que no es de impacto y que te ayuda a mantenerte en forma y tonifica tus músculos. Puede ser especialmente beneficioso para aquéllas embarazadas que están luchando contra la hinchazón de las piernas que hacen que el caminar sea difícil. Encuentra qué movimiento es el que te acomoda y evita nadar cuando haya demasiada gente en la alberca. No es necesario hacer un gran esfuerzo para que dé resultados y este es uno de los ejercicios que puedes continuar hasta el final del embarazo.

Guías para el ejercicio mes a mes

4to mes

  • Levantamiento de pesas: conforme inicias el segundo trimestre, tu volumen sanguíneo se ha incrementado y la placenta y el bebé están creciendo. Cuando te paras, la sangre se puede acumular en tus piernas haciendo que te sientas mareada. Es por esto que es más seguro que hagas este ejercicio sentada y que siempre mantengas tu respiración controlada para evitar lastimar tus músculos y vasos sanguíneos.
  • Trote y carrera: si eres una corredora, puedes continuar corriendo con moderación. Durante el segundo trimestre tu útero ha crecido cambiando tu centro de gravedad. Este cambio te puede hacer que pierdas el equilibrio y te caigas. Siempre corre en lugares planos y sin obstáculos.
  • Yoga: Conforme tu panza crece y tus articulaciones se aflojan, tu equilibrio se afecta y puedes lastimarte. Pon atención a tu cuerpo y realiza nada más el ejercicio en el que te sientas cómoda. Tu respiración debe ser calmada y pareja. Es probable también que te acomode más estar en una silla o usar la pared para balancearte cuando hagan las posiciones paradas. Evita todas las poses que trabajen el abdomen o el piso pélvico y cámbialas por otras.
  • Natación y aeróbicos acuáticos: si eres nadadora, es posible que sigas nadando en el segundo trimestre sin dificultad. Pero si eres nueva en la natación, empieza lentamente nadando por periodos cortos y no te sobre ejercites. Los ejercicios aeróbicos moderados acuáticos pueden ser buenos incluso para las mujeres que no habían hechop ejercicio previamente.

5to mes

Al crecer tu abdomen puedes ver que tu centro de gravedad ha cambiado y que ya no estás tan ágil como antes. Puedes compensar siendo más cuidadosa cuando caminas. Cuando llegas a las 20 semanas, debes evitar cualquier ejercicio que se requiera que te acuestes en tu espalda. El útero agrandado puede presionar la vena cava inferior, la gran vena que corre verticalmente a lo largo de tu útero y que es responsable del regreso de la sangre al corazón.

  • Caminar: conforme cambia tu forma de caminar, asegúrate de concentrarte en tu postura cuando caminas y mantén las caderas apretadas hacia abajo para prevenir que tu espalda se curve por el peso que llevas al frente. Cuando te falte el aire, disminuye el paso o para y descansa. No debes estar resollando con falta de aire.
  • Yoga: Conforme avanza tu embarazo y tiene un mayor impacto en tu actividad, piensa en unirte a una clase de yoga que sea específica para embarazadas o compra un libro o un video.
  • Natación: Si eres una nadadora, debes de ser capaz de continuar nadando hasta el segundo trimestre sin dificultad. Si sientes que te falta el aire mientras nadas, disminuye un poco el paso y quédate en la parte baja de la alberca.

6to mes

Tu volumen de sangre se incrementó en un 40 por ciento y tu trabajo cardiaco se aumentó en un 30 a 40 por ciento. Durante el ejercicio, tus pulsaciones se incrementan aun más. Se recomienda moderación y que no te sobre esfuerces. Siempre mantente hidratada y fresca.

  • Levantamiento de pesas: puede ser que quieras disminuir la duración o la frecuencia de este ejercicio. Depende de cómo te sientas. Puede ser que te sientas más cómoda con pesas más ligeras. Ten siempre cuidado de no lastimarte el abdomen. No detengas tu respiración durante las repeticiones y no te acuestes en tu espalda.
  • Yoga: Ahora que ya estás al final del segundo trimestre, puede ser que necesites un apoyo extra para tu equilibrio cuando hagas la posición parada. Evita aquellas que estiran los músculos abdominales o que requieren que te acuestes en la espalda. Dóblate  desde las caderas. Si te sientes incómoda, detente y reevalúa si hay una forma más fácil para hacer esa posición.

Importancia de la temperatura corporal al ejercitarte

Sabemos que el ejercicio incrementa la temperatura corporal y es muy importante que no aumente demasiado (si sudas profusamente puedes saber que se ha subido) pues puede ser peligroso para tu bebé. Mantenla en un nivel moderado.

¿Por qué hay peligro de sobrecalentamiento al hacer ejercicio?
A pesar de que no hay estudios realizados en humanos, se ha observado en los animales que un incremento de la temperatura corporal, sobre todo en el primer trimestre del embarazo, puede causar malformaciones en el bebé. Por eso, se sugiere evitar saunas y baños muy calientes en los primeros meses del embarazo, debido a que aumentan la temperatura de la mamá.

¿Qué temperatura corporal se considera demasiado alta?
Sobrepasar los 38ºC de temperatura, tomada en la axila, después de realizar ejercicio empieza a considerarse peligroso.

¿Cómo mantener la temperatura a un nivel seguro?

  • No hagas ejercicio durante largos periodos si hace mucho calor o la humedad es adecuada
  • Lleva ropa adecuada para el ejercicio
  • Toma todos los líquidos que puedas dos horas antes del ejercicio y durante su práctica. Lleva contigo una botella de agua de la que puedas ir sorbiendo a medida que lo necesites
  • Comprueba que no estés realizando ejercicios demasiado duros controlando los latidos de tu corazón

¿Cuándo debo evitar el ejercicio?

A veces, realizar ejercicio físico durante el embarazo está completamente contraindicado para proteger la salud de la madre, el bebé o ambos. Consulta con tu médico antes de empezar o continuar ningún ejercicio. Los siguientes son algunos de estos problemas:

  • Cuando tienes la presión arterial elevada a causa del embarazo. La toxemia, es decir, la tensión alta por causa del embarazo, es un importante problema de la circulación sanguínea que el ejercicio puede agravar. Consulta con tu médico sobre tu situación particular.
  • Si tienes asma.
  • Si estabas obesa antes del embarazo.
  • Si estabas baja de peso antes del embarazo.
  • Si fumabas mucho o fumas.
  • Si tienes problemas en articulaciones
  • Si tu embarazo es múltiple.
  • Si tu diabetes no está controlada.
  • Si tienes placenta previa.
  • Si has tenido sangrado vaginal durante el primer trimestre o en el segundo. Es preferible no realizar ejercicios físicos, a no ser que el médico te indique cuáles son adecuados.
  • Si ya has tenido un parto prematuro anterior: En casos de partos previos anteriores a las 36 semanas, debes ser extremadamente cauta al realizar ejercicios físicos durante el tercer trimestre del embarazo. Los más adecuados son la natación suave, el yoga y la gimnasia suave, así como andar.
  • Si estás anémica: Las mujeres con anemia que quieran continuar con el ejercicio deben tomar una dieta rica en hierro, conjuntamente con vitamina C para incrementar su absorción, y posiblemente un suplemento si su médico se los indica.
  • Cuando hay retraso del crecimiento intrauterino: Es posible que el bebé no esté creciendo al ritmo que debiera por un bajo aporte de oxígeno, aunque también existen otras causas, como fumar, el consumo de drogas, las infecciones y un deficiente suministro de sangre a la placenta. Como el ejercicio hace que la sangre, y con ella el oxígeno, se desvíe hacia otras partes del cuerpo, es preferible limitar su intensidad ya que al bebé puede verse afectado seriamente.
  • Cuando tienes problemas de corazón: Puesto que la cantidad de sangre que bombea el corazón se incrementa en un 40%, y el ejercicio físico aumenta la frecuencia cardiaca, éste sólo se debería realizar bajo la supervisión de un cardiólogo o un médico especialista.

¿Cómo puedo saber si estoy haciendo demasiado ejercicio?

Escucha a tu cuerpo. Puede pedirte que te detengas o que vayas más despacio.

En general, no debes cansarte hasta el agotamiento. Como dispones de menos oxígeno para el ejercicio porque el bebé lo necesita antes, no deberías pasar del 60% del índice máximo de latidos de tu corazón. Cuenta los latidos durante 10 segundos, y procura que no sobrepasen los 25. Si puedes charlar normalmente mientras estás haciendo ejercicio, lo haces bien. Si no es así, para o baja la intensidad. Para inmediatamente si te sientes mareada, te falta el aliento, tienes pérdidas vaginales, te cuesta andar, tienes contracciones o notas algo raro en el bebé.

Siempre realiza tus ejercicios de Kegel

Los ejercicios de Kegel DEBEN ser parte de tu rutina diaria a partir del segundo trimestre. Durante los últimos meses del embarazo, el útero en crecimiento va a volver a presionar tu vejiga lo que hará que tengas necesidad de orinar más frecuentemente. Algunas mujeres limitan la cantidad de líquido que tomas, pero es absolutamente necesario que continúes hidratándote bien.
Una mejor solución es hacer los ejercicios de Kegel que te ayudarán a fortalecer los músculos del piso alrededor de la uretra. Son muy sencillos:

  • Contrae los músculos de tu vagina, uretra y ano como si estuvieras tratando de detener el chorro de orina. Detén por 5 ó 7 segundos y suelta. Repite 10 a 20 veces por día.

¿Cuáles son los beneficios del ejercicio en el embarazo?

Si eres constante en el ejercicio, serás más ágil al final del embarazo comparada con otras mamás y tendrás menos dolores o molestias. Un buen tono muscular y un sistema cardiovascular tonificado son importantes para disminuir el estrés del embarazo y prepararte para las demandas del momento de labor de parto, el nacimiento y…!el bebé!

  • El ejercicio te ayuda para el cansancio del embarazo, te da energía y produces hormonas que te ayudan a sentirte bien.
  • Ayuda con el estreñimiento. La hormona del embarazo, la progesterona, lentifica el sistema digestivo causando estreñimiento. El ejercicio ayuda a mejorar esto.
  • Aumenta el tamaño de la placenta fetal. Tu bebé está muy bien nutrido porque te ejercitas.
  • El ejercicio te prepara para enfrentarte mejor a los cambios que ocurren en el segundo y tercer trimestre.
  • El ejercicio aumenta el uso de la grasa como fuente de energía.  Previene el aumento de peso excesivo.

Referencias

http://www.bebesymas.com/embarazo/cuando-empezar-a-hacer-ejercicio-durante-el-embarazo
http://www.davidmsc.com/ejercicios-para-el-segundo-trimestre-del-embarazo.html
http://www.clinicamedicinadeportiva.com/index_archivos/programaembarazoyejercicio.htm
http://www.healthline.com/health/pregnancy/second-trimester-exercise-fitness
http://www.womenshealthmag.com/fitness/pregnancy-exercises-for-the-second-trimester
http://www.babycentre.co.uk/a758/guide-to-exercising-in-pregnancy
http://www.pregnancyexercise.co.nz/pregnancy-exercise-second-trimester-exercise/
http://www.mayoclinic.org/healthy-living/pregnancy-week-by-week/in-depth/pregnancy-and-exercise/art-20046896
http://www.webmd.com/baby/features/exercise-during-pregnancy-myth-vs-fact

Dolor de Espalda durante el Embarazo
Durante, Embarazo, Semanas 13 - 24

Dolor de Espalda durante el Embarazo

Si padeces de dolor de espalda, no te preocupes. Alrededor de un 75 por ciento de mujeres embarazadas sufren de dolor de espalda. Es común que el dolor se presente en los últimos meses de embarazo o que se intensifique a medida que progresa el embarazo.

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El dolor podría incluso continuar después de que nazca el bebé, pero no te preocupes, que es muy probable que desaparezca en unos meses.

¿Qué me produce el dolor de espalda?

Es muy probable que tu dolor de espalda se deba al útero en crecimiento y a los cambios hormonales que estás experimentando.

El útero en expansión desplaza el centro de gravedad y estira y debilita los músculos abdominales, lo que hace que tu postura cambie y tu espalda se vea sometida a una presión adicional. El peso extra que estás llevando significa más trabajo para tus músculos y mayor estrés para tus articulaciones y esto explica por qué puede ser que sientas que el dolor de espalda empeora al final del día. Además, el útero también puede ejercer presión sobre un nervio.

Por otra parte, los cambios hormonales del embarazo distienden las articulaciones y los ligamentos que conectan los huesos pélvicos a la columna vertebral. Esto puede hacer que te sientas menos estable y tengas dolor al caminar, estar de pie o sentada por periodos de tiempo prolongados, al darte vuelta en la cama, al levantarte de un sillón bajo, salir de la tina (bañera), agacharte, o levantar objetos.

¿Qué clase de dolores son comunes en la parte baja de la espalda durante el embarazo?

Existen tres clases de dolor de espalda relacionado con el embarazo:

  • Dolor de cintura o un poco más arriba (dolor lumbar) cuando te paras, te sientas o cuando te acuestas. También se puede irradiar a las piernas.
    • Permanecer sentada o de pie durante periodos de tiempo prolongados y levantar objetos hacen por lo general que el dolor empeore, y éste tiende a ser más intenso al final del día
  • El dolor en la parte posterior de la pelvis y en la parte profunda de los glúteos.
    • Se siente más abajo que el dolor lumbar. Se puede sentir muy adentro de las nalgas, en una o ambas, o en la parte trasera de los muslos. Es posible que se desencadene a raíz de ciertas actividades tales como caminar, subir escaleras, entrar o salir de la tina, sentarse o levantarse de un sillón bajo, darse vuelta en la cama, girar el cuerpo y levantar cosas.
    • Las posiciones en que flexionas las caderas — como cuando te sientas en una silla o te inclinas hacia adelante mientras trabajas sentada en el escritorio — pueden empeorar el dolor pélvico posterior. Las mujeres con dolor pélvico posterior están también más predispuestas a tener dolor en el hueso púbico.

Algunas mujeres tienen síntomas de ambos tipos de dolor.

Semana 14 a 25

Los ligamentos que sostienen tu abdomen se han vuelto más elásticos y las articulaciones entre los huesos que forman la pelvis se han debilitado y suavizado. Además, la parte baja de tu columna vertebral se empieza a curvar hacia atrás para ayudarte en el equilibrio y que no te caigas de frente.

Todos estos cambios en conjunto pueden empezar a causarte dolor en la parte baja de tu espalda. Este dolor generalmente empieza entre el cuarto y séptimo mes del embarazo.

Puede ser una pequeña molestia o, si ya tenías problemas en la espalda desde antes de embarazarte, puede convertirse en algo que te impida realizar tus actividades diarias.

Semana 25 a 28

Los ligamentos que conectan los huesos de la pelvis a la columna, se hacen cada vez más elásticos porque ya se están preparando para que la pelvis se expanda en el momento del parto y el bebé pueda salir.

Las articulaciones en los huesos de la pelvis suelen doler porque no están acostumbradas a esta elasticidad y el dolor se puede presentar al frente en la parte media (pubis) y a los lados de tu línea media de la espalda.

Si hasta el momento no has tenido ninguna molestia en la espalda, es probable que se te presente en este mes.

En estas semanas has cambiado tu centro de gravedad y ajustas tu postura y la forma de moverte.  Tu columna vertebral se ha curvado aún más para compensar este cambio, si no lo hicieras, te caerías de panza, pero esto causa un esfuerzo en los músculos y ligamentos que pueden causar dolor.

¿Qué puedo hacer para evitar el dolor de espalda?

Para proteger tu espalda de malas posturas, esfuerzo innecesario y daños que causen dolor, te sugerimos lo siguiente:

  • Evitar el reposo salvo que sea necesario por motivos médicos.
  • Postura. Presta atención a tu postura. Trata de mantener las caderas hacia adelante y la espalda recta. No camines arqueando la espalda ni sacando la panza.
    • Aprieta tus nalgas, hecha tus hombros para atrás y hacia abajo y párate derecha. Fíjate en cómo te paras, cómo te sientas y cómo te mueves.
  • Pararse. Evita en lo posible pasar mucho tiempo de pie, cambia de posición constantemente. Si tienes que estar parada durante un tiempo largo, descansa un pie sobre un banquito o caja (libro o lo que sea). Así aliviarás la tensión en la espalda.
  • Levantar objetos. Evita levantar objetos pesados o niños porque significa aun más esfuerzo para la espalda. Si tienes que levantar algo del piso, flexiona las rodillas, levanta poniendo la fuerza en tus piernas y no en tu espalda y mantén la espalda recta.
    • Divide el peso de los artículos que transportas. Una bolsa de compras en cada mano con la mitad del peso es mucho mejor que la presión dispareja que ejerce sobre la espalda una sola bolsa más pesada.
  • Calzado. Usa zapatos de tacón bajo con buen apoyo en el arco del pie. Evita usar zapatos de tacón alto porque ponen presión sobre los músculos de la cintura.
  • Agacharse y estirarse. Ten a mano las cosas que necesitas para que no debas agacharte ni estirarte para alcanzarlas. Recuerda que es más fácil perder el equilibrio cuando estás embarazada.
  • Sentarse. Siéntate en sillas que tengan buen apoyo para la espalda. Coloca una almohada pequeña detrás de la cintura para que tengas más apoyo cuando estés sentada. Si tienes que estar sentada por mucho tiempo, trata de levantarse cuando menos cada hora.
  • Dormir. El mejor apoyo para la espalda es un colchón firme más que uno blando. Si tu colchón es demasiado blando, coloca una tabla entre el colchón y la base. Duerme de costado en lugar de dormir boca arriba. Coloca una almohada entre las piernas cuando te acuestes de costado. La almohada te ayudará a mantener recta la columna vertebral y te dará más apoyo a la espalda.
    • A medida que avance el embarazo, usa otra almohada o un almohadón en forma de cuña para sostener el abdomen.
  • Agacharse y estirarse. Ten a mano las cosas que necesitas para que no debas agacharte ni estirarte para alcanzarlas. Recuerda que es más fácil perder el equilibrio cuando estás embarazada.
  • Apoyo. Usa pantalones de embarazo con una banda ancha de elástico que caiga debajo de la curva de la panza. Esa banda te ayudará a sostener el peso extra. También hay fajas especiales de apoyo abdominal que te brindan ese tipo de soporte lumbar. Puedes conseguirlas en tiendas de ropa para embarazadas.
  • Alivio del dolor. Por lo general no conviene tomar medicamentos para aliviar el dolor de espalda durante el embarazo. Antes de tomar cualquier tipo de remedio, consulta con tu médico. Puedes aliviar el dolor de espalda con una almohadilla térmica, una bolsa de agua caliente o compresas frías.
    • Aprende técnicas de relajación. Te pueden ayudar a sobrellevar las molestias y pueden resultarte especialmente útiles a la hora de acostarte, si es que el dolor de espalda es una de las cosas que te dificultan el sueño.
  • Ejercicios. Puedes hacer algunos ejercicios para fortalecer y estirar los músculos de la espalda. Eso te ayudará a mejorar la postura y fortalecer los músculos abdominales en preparación para el parto. No olvides consultar con tu médico qué ejercicios son buenos para ti y cuánto tiempo puedes mantener el programa de actividad física.
    • Mantenerte activa durante el embarazo puede ayudar a aliviar el dolor de espalda. Los ejercicios acuáticos y las salidas a caminar se pueden hacer sin riesgo durante el embarazo y son muy buenos para la espalda.
    • Presta atención a tu cuerpo. Si descubres que una actividad en particular te da dolor de espalda, simplemente deja de hacerla.

Un masaje suave en esa zona puede ayudar a disminuir el esfuerzo y la tensión muscular.

Pregunta a tu médico si puedes ir con un fisioterapista que te enseñe a hacer algunos ejercicios sencillos y seguros especiales para el dolor.

¿Podría ser ciática?

Cuando el dolor en la parte baja de la espalda irradia a las nalgas y los muslos, se confunde muchas veces con ciática, una afección que no es común. La verdadera ciática, que puede ser causada por una hernia o una inflamación de un disco en la parte inferior de la columna vertebral, afecta sólo a alrededor del uno por ciento de las mujeres embarazadas.

Si tienes ciática, el dolor de pierna será por lo general más intenso que el de espalda. Posiblemente sientas también dolor debajo de la rodilla, que puede incluso irradiarse al pie y los dedos de éste. Es probable que también sientas una sensación de cosquilleo u hormigueo en las piernas o te parezca que están como dormidas.

Si la ciática es intensa, también puedes tener sensación de adormecimiento en la ingle o en la zona genital. Incluso puede suceder que tengas dificultad al orinar o al evacuar. O es posible que sufras del problema opuesto, es decir, de incontinencia (dificultad para contener la orina o las heces).

Si piensas que tienes ciática, díselo a tu médico. Llámalo de inmediato si observas pérdida de sensibilidad o debilidad en una o ambas piernas o si sientes pérdida de sensibilidad en la ingle, vejiga o ano.

¿Quiénes están más predispuestas a tener este tipo de dolor?

La propensión al dolor en la parte baja de la espalda es mayor si ya has sufrido este tipo de dolor, ya sea antes de quedar embarazada o durante un embarazo anterior. También presentas mayor riesgo si llevas un estilo de vida muy sedentario, eres poco ágil y los músculos de tu espalda y abdomen están débiles.

Si estás embarazada de mellizos o gemelos, o incluso de más bebés, aumentan las posibilidades de tener dolor de espalda. La obesidad puede ser un factor de riesgo.

¿Cuándo debo llamar a mi médico?

Si sientes dolor en la cintura a finales del segundo trimestre o durante el tercer trimestre y, a pesar de haber hecho todo lo posible, el dolor no disminuye o aumenta, consulta con tu médico. Esto puede ser también un signo de una infección renal o  parto prematuro, en especial si no tuviste dolor de espalda hasta ese momento.

El dolor fuerte de espalda de todo tipo puede ser un signo de problemas, como cálculos o infección de los riñones. Cerciórate de consultar con tu médico si tienes:

  • Dolor fuerte de espalda que no mejora con compresas de calor o frío ni con el uso de prendas de apoyo lumbar
  • Dolor irradiado, entumecimiento, cosquilleo o debilidad en las piernas (el dolor se irradia a partir de un punto central)
  • Fiebre

Referencias

https://www.acog.org/For_Patients/Search_Patient_Education_Pamphlets__Spanish/Files/Como_aliviar_el_dolor_de_espalda_durante_el_embarazo
http://espanol.babycenter.com/a700142/dolores-en-la-parte-baja-de-la-espalda-durante-el-embarazo
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http://www.babymed.com/pregnancy-symptoms/back-pain-pregnancy

Dolor pélvico
Durante, Embarazo, Semanas 13 - 24

Dolor Pélvico

Para entender este problema, es necesario que primero conozcamos la anatomía de los huesos de la pelvis de una mujer.

Anatomía de la Pelvis

La pelvis está conformada  por dos huesos llamados ilíacos, unidos en la parte posterior por el hueso sacro, llamada articulación sacro-ilíaca. En la parte anterior, los huesos ilíacos terminan en los  huesos púbicos que se unen en la llamada “sínfisis púbica”. Todos ellos forman el llamado “canal óseo del parto”.

Los huesos de la pelvis están articulados entre sí aunque sólo se mueven en el embarazo debido a la hormona llamada “relaxina” la cual es segregada por la placenta para relajar estas articulaciones y prepararse para el momento del parto. El movimiento de estas articulaciones (que hasta el embarazo habían permanecido inmóviles) puede producir dolor en algunas mujeres, que a muchas de ellas lo describen como agujetas.

Para que tu bebé pase a través de la pelvis más fácilmente, tu cuerpo produce una hormona llamada relaxina, que ablanda los ligamentos de la pelvis

La movilidad de la sínfisis del pubis puede producir dolor detrás del vello púbico, generalmente al andar deprisa o levantarse bruscamente. Si llegan a separarse los huesos púbicos de ambos lados puede producirse una “diástasis de pubis”, situación muy dolorosa para la gestante.

Historia

Existe evidencia histórica que el dolor en la región lumbar y el anillo pélvico relacionado al embarazo eran problemas conocidos y descritos hace ya muchos siglos. Hipócrates (siglo IV A.C.), lo describe como el ensanchamiento de la sínfisis púbica que solo ocurría en el primer parto y quedaba ensanchada para los siguientes embarazos, relacionando este hecho a la aparición de dolor.

Definición

En 1870, Snelling describe el “Síndrome Pélvico” de la siguiente forma: “la afección aparentemente consiste en la relajación de las articulaciones de la pelvis, iniciándose bruscamente luego del parto o en forma gradual durante el embarazo, permitiendo un grado de movilidad de los huesos de la pelvis que entorpece la marcha y ocasiona las sensaciones de dolor más peculiares y alarmantes”.

Es también llamado Disfunción Sínfisis-Pubis (DSP). La palabra Disfunción significa  una pérdida o restricción de movilidad que origina un mensaje que llega a la médula espinal provocando un espasmo muscular que causará la disfunción y un dolor intenso.

Es un problema frecuente que se puede presentar en un tercio de las embarazadas quiénes lo consideran como un problema grave que interfiere en su calidad de vida, en  la realización de las tareas del hogar, incrementa el ausentismo laboral y perturba su sueño.

Causa

Hasta la fecha, no se sabe exactamente cuál es la causa de este dolor pero se piensa que es una combinación de las hormonas con:

  • Cambios posturales típicos en la embarazada:
    • Es posible que, en mujeres susceptibles, la postura anormal del cuerpo que presentan durante el embarazo, resulta en estrés de las articulaciones y ligamentos, especialmente de la columna vertebral y  pelvis, lo cual produciría finalmente dolor.
    • Debilidad muscular de los glúteos
    • La diferencia de los movimientos  entre una pierna y otra, por ejemplo si un lado de la pelvis se mueve más que el otro al  caminar o mover tus piernas, causa dolor, estrés e inflamación  de  las articulación, de  los ligamentos y  de los músculos de la pelvis.
  • Contenido total de agua corporal:
    • El contenido de agua corporal aumenta en un promedio de 8,5 litros. Esta retención de fluido, particularmente a nivel de columna vertebral y pelvis, aumenta la laxitud de estas articulaciones, lo que podría contribuir al dolor.
  • Cambios hormonales:
  • En particular por el efecto de la hormona relaxina encargada del aumento de la laxitud de los ligamentos alrededor de la pelvis y cuello uterino. Este “aflojamiento”, necesario para acomodar el feto en desarrollo y facilitar el parto, podría ser causante de distensión y aumento del rango de movimiento de las articulaciones sacro ilíacas y de la sínfisis, lo cual a su vez podría causar dolor.

El tamaño de la separación no tiene relación con la molestia que puedas sentir, muchas mujeres con una brecha normal sienten bastante dolor. Las mujeres con sobrepeso y que empezaron a tener menstruación antes de los 11 años tienen más tendencia a desarrollar disfunción de la sínfisis pública.

Síntomas

Dolor: en la zona púbica que frecuentemente se acompaña de dolor de espalda baja.

El síntoma característico de este cuadro es la presencia de un dolor pelviano que se da en forma de faja, es decir, que cubre desde la espalda hasta la pelvis. Asimismo, se trata de una molestia intermitente, es decir, hay días en que se presenta de forma muy intensa y otros en que no; es de inicio agudo; y habitualmente aparece cuando la mujer está caminando o realizando algún esfuerzo físico, como subir escaleras.

La naturaleza del dolor pélvico se ha descrito como tipo estocada (puñal) la del dolor lumbar como un dolor sordo y en la zona torácica como quemante. Se ha reportado que el dolor es leve a moderado en el 50% de los casos y severo en el 25% de las embarazadas.

El dolor posparto es de menor intensidad que el dolor presente durante el embarazo. Además se ha observado que el dolor pélvico es de mayor intensidad que el lumbar durante el embarazo y se invierte la situación luego del parto.

  • Puede haber también dolor en la cadera.
  • En el área del pubis se siente un  como  clic y el dolor viaja hacia la cara interna de los muslos o entre las piernas.
  • Dolor que por lo general empeora al separar las piernas, caminar, subir o bajar las escaleras, o dar vueltas en la cama.
  • Dolor que se acrecienta durante la noche y puede que no te deje dormir.
  • Levantarte para ir al baño en el medio de la noche puede resultar muy doloroso.

En cuanto a los cambios de la percepción de los movimientos, se ha descrito sensación de atrapamiento (“catching”) de los muslos y también sensación en las piernas “como si estuvieran paralizadas”.
Por último, se han descrito cambios en la coordinación de los movimientos.

  • Hay una limitación en los movimientos de las piernas.
  • La habilidad para caminar es desigual, una pierna se mueve mejor que la otra.

Este dolor aumenta al separar las piernas, al caminar, subir o bajar escaleras o al moverse en la cama

¿En qué momento del embarazo se puede presentar este problema?

La presentación del dolor pélvico relacionado al embarazo, varía ampliamente tanto de caso en caso como en el tiempo. Frecuentemente la aparición del dolor ocurre alrededor de la semana 18 a de embarazo y la máxima intensidad se observaría entre la semana 24 a a 36 a .

El dolor durante el primer trimestre de embarazo puede predecir un fuerte dolor en el tercero. Además, en el posparto el dolor desaparece en el 93% de los casos en los primeros 3 meses, el 7% de los casos restantes tienen un alto riesgo de dolor pélvico prolongado. Si tuviste esta molestia en tu embarazo anterior, es muy probable que se presente en el próximo embarazo.

Lo ideal es esperar a que los síntomas desaparezcan totalmente antes de volver a embarazarte.

¿Cómo se diagnóstica?

El diagnóstico se hace en base a los síntomas que presenta la persona
El médico te hará una revisión médica completa y especialmente revisará:

  • Las pruebas de estabilidad pélvica,
  • Los movimientos que causan dolor.
  • En dónde se localiza el dolor
  • Tipo de dolor
  • Hacia donde se irradia el dolor

Los estudios de rayos X y de tomografía generalmente no ayudan para hacer el diagnóstico. Muchas mujeres con DSP reportan mucho dolor, no habiendo realmente una separación en la articulación, así que el grado de separación de la articulación no tiene relación con el dolor.

Tratamiento

Respecto al tratamiento, los especialistas mencionan que el dolor sólo se puede manejar con analgésicos, básicamente paracetamol. Sin embargo, también son de gran ayuda las terapias kinesiológicas que refuerzan la musculatura tanto abdominal como pélvica.

Lo que se recomienda es que las mujeres que ya lo han tenido y han pasado una mala experiencia en embarazos previos, realicen ejercicios kinesiológicos antes de embarazarse o dentro de los primeros meses de gestación.

Generalmente tu médico te enviará con el especialista en este tipo de problemas: fisioterapeutas y especialistas en rehabilitación física que te indicarán una serie de medidas que te ayudarán a lograr un equilibrio para que mejores el apoyo y la postura articular de los huesos de la cadera y para  aliviar el dolor.

  • Los ejercicios — especialmente para los músculos del abdomen y del suelo pélvico — constituyen una parte importante del tratamiento y están dirigidos a mejorar la estabilidad de la pelvis y la espalda.
  • La hidroterapia puede ser útil algunas veces. La cirugía sólo se usa para tratar los casos más graves de diástasis y con frecuencia no da resultado.
  • Muchos médicos recomiendan para esta condición  el uso de una faja  especial  o un cinturón pélvico, para  que te ayude estabilizar la cadera.

Muchos médicos recomiendan para esta condición el uso de una faja especial o un cinturón pélvico, para que te ayude estabilizar la cadera

Otras terapias que pueden ser útiles incluyen la osteopatía y la quiropráctica, pero es esencial que veas a un médico que tenga experiencia en tratar a mujeres embarazadas.

¿Cómo puedo ayudar a disminuir las molestias?

Tú también puedes ayudar a lograr que las actividades diarias de cada día sean menos molestas y lograr que tu parto sea más fácil

  • Hacer ejercicios de Kegel y ejercicios para el abdomen inferior regularmente te puede ayudar a reducir la sobrecarga sobre la pelvis durante el embarazo. Para hacer de manera sencilla y sin riesgos un ejercicio para el abdomen inferior, colócate sobre las manos y rodillas y nivela la espalda de manera que quede prácticamente plana. Respira profundamente y luego a medida que exhalas, haz un ejercicio de Kegel y al mismo tiempo introduce y saca tu ombligo. Sostén esta contracción por unos 5-10 segundos sin dejar de respirar y sin mover la espalda. Relaja lentamente los músculos al final del ejercicio.
  • No trates de forzarte a realizar una actividad si te está causando dolor. Si es posible, deja de hacerla. Si continúas y el dolor empeora, puede ser más difícil remediarlo después.
  • Tu actividad diaria debe ser tranquila y con pausas de descanso.
  • Descansa regularmente, con la espalda recta y bien apoyada.
  • Descansa sentándote sobre una pelota grande (del tipo que se usa en los gimnasios) o recostándote sobre tus manos y rodillas, esto quita peso a tu pelvis y te ayuda a mantener una posición estable.
  • Evita empujar o cargar cosas pesadas (los carritos del super cuando van pesados, molestan provocando dolor fuerte en la región púbica).
  • Cuando te vistas, siéntate para ponerte la ropa. Por ejemplo cuando te pongas  los pantalones, colócalos sobre  los pies  y después al pararte súbelos. No trates de ponerte la ropa interior y los pantalones estando de pie.
  • Cuando subas las escaleras, sube un escalón a la vez, primero con la pierna ágil  después sube la otra pierna en el mismo escalón. Repítelo con cada escalón.
  • Evita separar las piernas y hacer movimientos bruscos que te obliguen a abrir las piernas demasiado, como cuando entras o sales el automóvil o de la tina. Si necesitas separar las piernas, hazlo de manera lenta, con cuidado.
  • Si practicas la natación, recuerda que mientras estás en el agua puede parecer que la natación te ayuda, sin embargo te puede causar un incremento de dolor cuando sales.
  • Puedes aplicarte el cojín eléctrico, en las áreas que sientas dolor.
  • Duerme con una almohada entre las piernas puede ayudarte a aliviar el dolor temporalmente
  • Si el dolor es  intenso y requieres de un analgésico, consulta  con tu medico para que  te indique qué analgésico puedes tomar

Complicaciones

Cuando la DSP no es tratada debidamente, se puede presentar una condición parecida llamada Diastasis Sínfisis –Pubis (DSP) en la cual la articulación se afloja demasiado y queda una separación anormal entre los dos huesos pélvicos.

En una mujer normal, no embarazada la separación de esta articulación es de 4 a 5mm y durante el embarazo aumenta de 2 a 3 mm. Si esta separación es mayor de 10mm se diagnostica como DSP y se puede confirmar por medio de rayos X.

Preguntas frecuentes

¿Cuánto tardaré en recuperarme de los dolores pélvicos después del parto?

Un estudio reciente mostró que alrededor del 60 por ciento de las mujeres con disfunción de la sínfisis púbica experimentan aún algunos síntomas después del parto. En la mayoría de las mujeres los síntomas mejoran después del nacimiento del bebé, aunque un pequeño porcentaje siguen teniendo dolor al año de nacer tu bebé.

Probablemente los especialistas en fisioterapia te aconsejen seguir con fisioterapia después del nacimiento y si es posible, conseguir ayuda para cuidar a tu bebé durante las primeras semanas. Algunas mujeres que han padecido estas molestias descubren que experimentan dolor cada mes justo antes del periodo menstrual, lo cual es provocado por hormonas que tienen un efecto similar a la relaxina.

¿Puedo tener un parto natural o me harán cesárea?  

Generalmente se recomienda el parto natural como la mejor opción para la mayoría de las mujeres con dolor pélvico con la excepción de una minoría que tiene síntomas severos y no pueden mantener la posición de parto. Para ellas, se considera como mejor opción, un parto por cesárea.

Es importante que el médico tenga en cuenta tu problema y que no des a luz acostada sobre tu espalda.

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Referencias

http://www.natalben.com/dolor-en-el-embarazo/tercer-trimestre-embarazo-pelvico-genital-contraccion
http://espanol.babycenter.com/a2000016/dolor-en-la-pelvis-durante-el-embarazo
http://www.emol.com/tendenciasymujer/Noticias/2012/07/28/23008/Dolor-pelvico-en-el-embarazo-una-molestia-que-hasta-puede-invalidar.aspx
http://www.facemama.com/embarazo/dolor-de-pelvis-durante-el-embarazo.html
http://www.parents.com/pregnancy/my-body/aches-pains/pelvic-pain-pregnancy/
http://www.nhs.uk/conditions/pregnancy-and-baby/pages/pelvic-pain-pregnant-spd.aspx
http://www.athletico.com/2012/02/08/pelvic-pain-during-pregnancy-what-is-symphysis-pubic-dysfunction/
http://www.pregmed.org/pelvic-pain-during-pregnancy.htm
http://www.webmd.boots.com/pregnancy/guide/pelvic-girdle-pain-pgp-spd
http://www.pelvicinstability.org.uk/faq.asp