¿Es normal sentirte mareada durante el embarazo?

Sí. No es raro que te sientas mareada o aturdida de vez en cuando. Cuando estás embarazada, tu sistema cardiovascular está sujeto a cambios drásticos: aumentan las pulsaciones, tu corazón bombea más sangre por minuto y la cantidad de sangre de tu cuerpo aumenta de un 40 a un 45 por ciento.

En un embarazo normal, la tensión arterial disminuye gradualmente al principio y alcanza su punto más bajo en la mitad del embarazo. Después comienza a aumentar y regresa a su nivel normal cuando el embarazo llega a su etapa final.

La mayor parte del tiempo, los sistemas cardiovascular y nervioso logran adaptarse a todos estos cambios, pero hay veces en que esto no sucede y puede que entonces te sientas mareada o un poco aturdida. Si llegas a desmayarte, esto podría ser un indicio de que algo no anda bien, en cuyo caso deberías llamar a tu médico.

¿Cuál es la causa de los mareos y sensación de desmayo durante el primer trimestre?

¿Cuál es la causa de los mareos y sensación de desmayo durante el primer trimestre?

Cuando estás embarazada se llevan a cabo grandes cambios en tu sistema cardiovascular: los vasos sanguíneos se relajan y ensanchan para dar cabida al aumento de sangre (40 a 50%) que va a ser necesario para llevar nutrientes y oxígeno a tu bebé, por consecuencia, los latidos cardiacos aumentan y el corazón bombea más sangre por minuto.

La relajación y ensanchamiento de los vasos sanguíneos ocasiona también una disminución –por debajo de lo normal- de la presión arterial, lo que puede traer como consecuencia que se disminuya también el volumen de sangre que llega a tu cerebro causando un mareo temporal.

En el inicio del embarazo la presión arterial de la embarazada baja gradualmente, alcanzando su punto más bajo  en la mitad del embarazo. Se empieza a regularizar poco a poco y para el final del embarazo está en sus niveles normales.

La mayoría de las veces tu aparato cardiovascular y tu sistema nervioso son capaces de ajustar estos cambios, pero ocasionalmente no lo logran lo que se manifiesta en mareos y sensación de desmayo. Pero si realmente te desmayas  debes de consultar a tu médico, puede ser un síntoma de que tienes algún problema.

¿Qué puedo hacer si me mareo?

¿Qué puedo hacer si me mareo?

Recuéstate en cuanto te sientas mareada o aturdida, para que no te caigas o lastimes en caso de que te desmayes. Si estás en un lugar donde no puedes recostarte, siéntate y trata de colocar la cabeza entre las rodillas. Y, por supuesto, si estás haciendo alguna cosa que pudiese ponerte a ti o a otros en peligro, como por ejemplo, manejar el auto, detente de inmediato.

Si te acuestas del lado izquierdo, aumentará el flujo de sangre hacia el corazón y, en consecuencia, hacia el cerebro. Seguramente esto impedirá que te desmayes, y es posible que también reduzca la sensación de mareo.

¿Puedo hacer algo para evitar el mareo?

Cuando estás sentada o acostada, no te levantes rápidamente. Cuando te sientas, la sangre se acumula en las extremidades inferiores (los pies y la parte inferior de las piernas). Si tu cuerpo no logra adaptarse cuando te paras, es porque no regresa suficiente sangre desde las piernas al corazón. Como resultado, la tensión arterial baja rápidamente, y puede ocurrir que te desmayes. Esto también les puede pasar a las personas que no están embarazadas.

  • ¿Cómo evitarlo?: Cuando estés sentada en tu cama o en la silla   levántate  con suavidad. Si estás acostada en tu cama o en el sofá, primero siéntate despacio, espera unos 10 min y te levantas. Cuando salgas de la tina o de la regadera hazlo despacio. Si presentas los mareos al levantarte por la mañana, antes de levantarte toma un poco de jugo o fruta.

¿Puedo hacer algo para evitar el mareo?

  • Cuando necesites permanecer de pie en un lugar durante mucho tiempo, mueve las piernas para estimular la circulación. Usar medias de soporte también te puede ayudar a mejorar la circulación en la mitad inferior de tu cuerpo.

No te acuestes sobre la espalda (boca arriba): En el segundo y tercer trimestres de embarazo, el útero en crecimiento puede hacer más lenta la circulación en las piernas al comprimir la vena cava inferior (la vena grande que regresa la sangre desde la mitad inferior de tu cuerpo al corazón) y las venas de la pelvis.

Acostarte sobre la espalda puede empeorar este problema. De hecho, alrededor del 8 por ciento de las mujeres embarazadas desarrollan en su segundo y tercer trimestres una condición denominada “síndrome hipotensivo en decúbito supino” que consiste en que al acostarte sobre la espalda, se incrementan tus pulsaciones, baja la tensión arterial y como consecuencia, te sientes nerviosa, mareada y con náuseas hasta que cambias de posición.

  • ¿Cómo evitarlo?: Para evitar este problema, acuéstate de lado en lugar de hacerlo sobre la espalda. Cualquiera de los lados es mejor que la espalda, aunque el lado izquierdo es mejor. Si te colocas una almohada por detrás o bajo la cadera, te ayudará a permanecer de costado o, al menos, lo suficientemente inclinada como para impedir que el útero comprima la vena cava.

Aliméntate bien y mantente hidratada: Si no comes lo suficiente, es posible que te baje el nivel de azúcar en la sangre (hipoglucemia), lo cual puede provocarte mareos o desmayos. Esto puede ocurrir con mucha más facilidad durante el embarazo. La deshidratación te puede afectar de manera similar.

  • ¿Cómo evitarlo?: Asegúrate de estar hidratada y para eso bebe de seis a ocho vasos de agua por día, y más si practicas ejercicios o si hace calor.
  • Para evitar que te baje demasiado el nivel de azúcar de la sangre es recomendable que hagas varias comidas ligeras al día en lugar de hacer tres comidas grandes (esto no quiere decir que puedes comer más). Lleva contigo refrigerios saludables (por ejemplo fruta, queso, jugos)  de modo que puedas comer cuando tengas hambre. Esto te ayudará a mantener normales tus niveles de glucosa en sangre.

Asegúrate de comer una dieta rica en hierro y toma tus multivitaminas con hierro para evitar la anemia: La falta de hierro es la causa más común de la anemia y esta condición hace que tengas una menor cantidad de glóbulos rojos para transportar oxígeno a tu cerebro y a otros órganos, lo cual te puede ocasionar mareos, especialmente en el segundo y tercer trimestre.

  • ¿Cómo evitarlo?: tu médico te prescribirá un multivitamínico prenatal. Si estás anémica, probablemente el médico te prescribirá además  un suplemento de hierro.

Evita acalorarte y que se eleve la temperatura de tu cuerpo: Permanecer en una habitación en donde haga mucho calor o tomar un baño o una ducha calientes puede hacer que los vasos sanguíneos se dilaten, y de esta manera baje tu tensión arterial y te sientas atontada.

  • ¿Cómo evitarlo?: Evita los lugares abarrotados de gente y con aire viciado y vístete con ropas cómodas que te puedas ir quitando a medida que lo necesites. Toma duchas o baños tibios en lugar de calientes y trata de mantener fresco el cuarto de baño.

Evita las situaciones de estrés, ansiedad o el exceso de ejercicio: El ejercicio en exceso o la ansiedad pueden algunas veces provocar una respiración acelerada y profunda (hiperventilación) y producirte un desmayo.

  • ¿Cómo evitarlo?: Aunque el ejercicio puede ayudar a mejorar la circulación, ten mucho cuidado de no realizarlo en exceso cuando estés cansada o no te sientas bien. Empieza despacio. Si comienzas a sentirte mareada o aturdida mientras haces ejercicio, para y recuéstate de costado.

Síncope vasovagal. Algunas personas se marean cuando hacen fuerza para toser, orinar o evacuar el intestino. Estas acciones pueden provocar una “respuesta vasovagal” (o sea, un efecto sobre el sistema circulatorio provocado por el nervio vago), es decir, una disminución de la presión arterial y de las pulsaciones, que produce mareos y desmayos. (La palabra síncope significa desmayo).

La deshidratación, la ansiedad y el dolor pueden también desencadenar esta clase de reacción, y las mujeres embarazadas son más vulnerables a padecerla.

  • ¿Cómo evitarlo?: Los mareos y las señales de advertencia como la sensación de calor, la palidez, el sudor, las náuseas, los bostezos y la hiperventilación muchas veces preceden al síncope vasovagal. Presta atención a estas advertencias y recuéstate inmediatamente para intentar prevenir el desmayo.

No importa cual sea la causa, cuando te sientas así, acuéstate inmediatamente para evitar una caída y que te puedas lastimar. Si estás en un lugar donde no puedes acostarte, siéntate, dobla las rodillas abraza las piernas y trata de poner tu cabeza entre ellas, esta posición aumenta el riego sanguíneo a tu cerebro y si estás manejando detente, hasta que te sientas bien.

Si tienes  venas varicosas: Las mujeres que sufren de venas varicosas, están más propensas a sufrir mareos o desmayos. El retorno venoso es más lento por la insuficiencia que hay en las válvulas venosas de las piernas, mucha sangre se queda estancada en las venas y el retorno de la sangre hacia el corazón se hace más lento, por lo tanto  el volumen circulatorio es menor y la  presión arterial puede bajar.

  • ¿Cómo evitarlo?: Tu médico te recomendará, el uso de medias de soporte y  ejercicios para mejorar la circulación Te pedirá que cuando estés sentada, mantengas tus pies elevados, que hagas una dieta con poca sal y que evites estar parada durante un tiempo largo. Si estás parada mucho tiempo, aprieta los glúteos y después flexiona y estira las piernas, esto ayudará  al retorno venoso.

¿Cuándo debo de llamar al médico?

SI el mareo  se acompaña además de sangrado vaginal y/o de dolor abdominal, debes de avisarle de inmediato a tu médico. Pueden ser síntomas de que hay complicaciones en el embarazo.

También debes de avisar a tu médico si el mareo se acompaña de visión borrosa, dolor de cabeza o palpitaciones, zumbidos en los oídos o adormecimiento de las manos o pies, puede ser que estés anémica, pero también podrían ser síntomas que indican la existencia de una enfermedad más grave que podría afectar tanto a ti como al bebé.

Preguntas que podrías hacer a tu médico: En la consulta médica debes hablar acerca de todas las molestias y quizás algunas de estas preguntas puedan ayudarte a guiar la conversación:

  • ¿Qué riesgos tengo cuando me mareo?
  • ¿Es necesario tomar algún medicamento?
  • ¿Existen algunos estudios para descartar problemas médicos?

Referencias

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