La nutrición es un aspecto importante en las diferentes etapas de la vida de una persona; esto se refleja con mayor importancia en el embarazo. Las investigaciones han demostrado que la alimentación durante el embarazo afecta al curso de este y a su desenlace final.

Es necesario tener precauciones con la dieta de la embarazada ya que incluso las deficiencias leves, que en la madre no producen ninguna enfermedad seria ni manifestaciones graves, pueden causar efectos más o menos marcados en su bebé.

¿Qué requisitos debe cumplir la dieta en este periodo?

La dieta de una mujer embarazada (en el segundo trimestre), debe de:

  • Satisfacer las exigencias nutritivas debidas al crecimiento fetal,
  • Preparar el organismo materno para afrontar mejor el parto y
  • Promover la futura lactancia.

Las necesidades de vitaminas y minerales también están aumentadas. La existencia de déficit de muchos de estos nutrientes pueden dar lugar a múltiples malformaciones y enfermedades del niño, así como, un posible deterioro de la propia madre.

En el segundo trimestre no todos los órganos y sistemas principales del feto se han terminado de formar. Es precisamente durante los siguientes meses del embarazo que su peso se multiplicará más de siete veces y seguirá en aumento hasta el momento de nacer. El cerebro, a partir del 5º mes de gestación, está en su periodo más importante de crecimiento.

A estas alturas del embarazo habrán desaparecido las náuseas y vómitos y es probable que la comida te resulte más apetecible. Debes seguir vigilando tu peso procurando no engordar más allá de un kilo al mes. En ningún caso deberás comer menos de 1600 calorías diarias.

¿Cómo debo comer para no tener molestias?

A partir del tercer mes puede aparecer reflujo gastroesofágico, debido a los cambios propios del embarazo. Entonces, dentro de la dieta para embarazadas segundo trimestre, es recomendable que consumas comidas fraccionadas y en poca cantidad, es decir, hacer de seis a siete tiempos de comida diaria; y permanece sentada o de pie o caminando por lo menos 15 a 20 minutos después de cada comida.

Es importante que las porciones sean pequeñas, mastica muy bien y no mezcles líquidos con sólidos.

Es recomendable que aumentes el tamaño de la porción de cereales (arroz, avena, maíz, pasta o pan), o tubérculos (papa), o raíces (yuca, arracacha o ñame) o plátano, leche, o yogurt, o kumis, o queso, bajo en grasa y en sal, en la dieta para embarazadas segundo trimestre.

Consume la fruta entera, así como verduras o ensaladas, pan o galletas integrales, para evitar el estreñimiento. De igual manera, es bueno incluir a la semana, una porción de vísceras, leguminosas (fríjol, lenteja o garbanzo). El agua de remojo de las leguminosas se debe desechar y no utilizarla para la cocción de las mismas.

¿Cuántas calorías debo aumentar a mi dieta en este periodo?

En estos meses el feto pasa de unos 23 gramos a las 13 semanas a pesar 750 gramos a las 26. Esto justifica que las necesidades de energía y nutrientes sean más altas para asegurar un buen desarrollo.

Por lo tanto, es necesario aumentar las calorías en un promedio de 350 kcalorías al día, si no estabas en sobrepeso antes de quedar embarazada, y varía dependiendo de qué tan activa seas.

Sin embargo, el médico y/o el nutricionista podrían recomendar un aumento mayor de calorías diarias si estás baja de peso, o menos calorías si estás en sobrepeso, y te hablará acerca de la cantidad y la calidad de los alimentos.

Debes evitar un aumento mayor de peso al esperado hasta el cuarto mes, ya que hasta ese momento el incremento de peso es el resultado de la acumulación de líquidos y grasa en los tejidos maternos. Después del quinto mes, el aumento de peso se debe al crecimiento del útero, la formación de la placenta, del líquido amniótico y el bebé.

¿No estás segura de cómo obtener estas 300 kcalorías adicionales?

¿Qué tal una pequeña comida extra de una taza de leche descremada con cereal y una fruta pequeña? O ¿Comer un sándwich ligero de 60 gramos de jamón de pavo con mostaza en dos rebanadas de pan de trigo entero?, recuerda que la decisión es tuya y siempre debes de consultarlo con tu ginecólogo y nutriólogo.
De manera sorprendente, tu bebé ahora está almacenando hierro para usarlo en el futuro. La proteína que comes durante estos meses ayudará a que crezca de 700 a 1100 gramos hacia el final del segundo trimestre.

¿Cómo sabes si estás obteniendo suficientes nutrientes de lo que comes?

Asegúrate que tu dieta sea variada, suficiente y equilibrada, procura usar de guía “El plato del bien comer”. También toma cualquier complemento prenatal que te recomiende tu médico, y asegúrate de que estás aumentando de peso correctamente. Recuerda que tu alimentación es la clave para un mejor desarrollo en tu bebé.

¿Cuánto voy a aumentar de peso?

En el segundo trimestre el incremento debe ser de, aproximadamente, 6 kg:

  • 2/3 partes del peso aumentado corresponderán al desarrollo del bebé: placenta, líquido amniótico y senos. Este aumento no puede ser controlado por la madre y depende bien poco de la alimentación.
  • El tercio restante corresponde al acumulo de kilos en la madre repartidos en forma de reserva de grasa, que servirá para la fabricación de leche tras el nacimiento, y a la retención de agua.

¿Qué son los nutrientes o nutrimentos? ¿De dónde provienen las calorías?

Los nutrientes son los componentes específicos de los alimentos. Pueden ser de origen natural u orgánico o de origen inorgánico, de ahí vienen las calorías  y son los que nos permiten vivir.

Los nutrientes de origen orgánico son:

  • Las proteínas
  • Los carbohidratos
  • Las grasas

Las Proteínas

Las proteínas ocupan un lugar de máxima importancia entre las moléculas constituyentes de los seres vivos. Prácticamente todos los procesos biológicos dependen de la presencia y/o actividad de este tipo de sustancias.

El consumo adecuado de las proteínas es de vital importancia para el desarrollo del feto.

La función de las proteínas:

  • Construyen el material necesario para la formación de todos los tejidos del feto en desarrollo.
  • Son vitales para el desarrollo de las células nerviosas.

Por lo tanto, es necesario aumentar las dosis de proteínas en 20 a 30 g al día. Una buena manera de hacerlo es tomando una ración un poco más grande de pescado (150 g) y un vaso más de leche.
El consumo bajo de proteínas se relaciona con bebés de bajo peso al nacer que en el futuro presentarán problemas de salud.

Las Grasas

Son importantes para la formación del feto y para las reservas de la madre y no deben excluirse de la dieta pero sí controlarse y seleccionarse.

Se aconseja consumir grasas de origen vegetal (aceite de oliva, girasol, etc. aguacate, aceite de girasol, nueces, almendras), el consumo de grasas animales como mantequillas, mantecas, leche entera de vaca, carne de cerdo y sus derivados se deben sustituir por alimentos bajos en grasa.

Los Carbohidratos

La principal función de los carbohidratos es suministrarle energía al cuerpo, especialmente al cerebro y al sistema nervioso. El hígado descompone los carbohidratos en glucosa (azúcar en la sangre) que se usa como fuente de energía por parte del cuerpo.

Los carbohidratos se clasifican como simples o complejos y esta clasificación refleja la rapidez con la que el azúcar es digerido y absorbido.

Los carbohidratos complejos, a menudo llamados alimentos «ricos en almidón», incluyen:

  • Los panes y cereales integrales
  • Las verduras ricas en almidón
  • Las legumbres

Los carbohidratos simples que contienen vitaminas y minerales se encuentran en forma natural en:

  • Las frutas
  • La leche y sus derivados
  • Las verduras

Los carbohidratos simples (calorías vacías) también se encuentran en los azúcares procesados y refinados como:

  • Los dulces
  • El azúcar de mesa
  • Los jarabes (sin incluir los naturales como el de arce)
  • Las bebidas carbonatadas (no dietéticas) regulares, como las bebidas gaseosas

Los azúcares refinados suministran calorías, pero carecen de vitaminas, minerales y fibra. Estos azúcares simples a menudo son llamados «calorías vacías» y pueden llevar al aumento de peso. Igualmente, muchos alimentos refinados, como la harina blanca, el azúcar blanco y el arroz elaborado, carecen de vitaminas del complejo B y otros importantes nutrientes, a menos que aparezcan etiquetados como «enriquecidos.»

Lo más sano es obtener carbohidratos, vitaminas y otros nutrientes en la forma más natural posible, por ejemplo, de frutas en lugar del azúcar de mesa.

Deben formar parte de manera importante en la dieta de la embarazada, controlando y reduciendo el consumo de los azúcares simples y reforzando el de los complejos.

  • El exceso de carbohidratos puede producir un incremento en la ingesta total de calorías, causando obesidad.
  • La deficiencia de carbohidratos puede producir falta de calorías (desnutrición) o llevar al consumo excesivo de grasas para reponer las calorías.

Durante el embarazo no se deben de restringir los carbohidratos porque se pondría en riesgo la vida del bebé. Como ya lo dijimos, sin carbohidratos, tu cuerpo usará las proteínas y las grasas como combustible.

Para incrementar los carbohidratos complejos y nutrientes saludables se recomienda:

  • Comer más frutas y vegetales
  • Comer más granos enteros, arroz, panes y cereales
  • Comer más legumbres (fríjoles, lentejas habas y chícharos secos)

Nutrientes de origen inorgánico

  • Los minerales
  • Las vitaminas

El calcio: Es un mineral necesario para la formación de los huesos el bebé, para la conducción de los impulsos nerviosos, para construir los músculos y el corazón.
Como con otros nutrientes el bebé toma primero el calcio que está circulando en la sangre materna. Si el calcio no es suficiente, lo tomará de los huesos de la madre. La deficiencia de calcio en la dieta también puede ser causa de insomnio, irritabilidad y calambres.

¿Qué ocurre con el calcio? La eficiencia de la absorción de minerales como calcio y hierro aumenta durante embarazo, pero las demandas del feto y otros tejidos en desarrollo necesitan incrementos en la dieta hacia el segundo y tercer trimestre fundamentalmente.

El requerimiento de calcio adicional durante este período es de aproximadamente 30 gr, lo cual coincide con la cantidad de calcio presente en el feto a término. Algo de calcio y de fósforo se depositan al inicio pero la mayoría de estos minerales se incorporan en el último trimestre. La calcificación de los huesos se incrementa durante los últimos dos meses captando el feto alrededor de 300 mg/día en este período.

El primer conjunto de dientes se comienza a formar en la octava semana del embarazo y están bien formados al final de la gestación. Lo mismo ocurre con los molares de los seis años, que son los primeros dientes permanentes que brotan, éstos comienzan a calcificarse antes del nacimiento.

Como verás, es de gran importancia para tu bebé disponer de calcio. Y a diferencia del hierro, los depósitos de calcio de la madre serán utilizados para cubrir las demandas del niño, éstos representan el 25% de las reservas maternas.

El aumento de calcio en la ingesta diaria, (debe hacerse desde el comienzo del embarazo conjuntamente con la del fósforo), será de 1.200 a 1.500 mg para cubrir las demandas del feto, que son de 200 a 300 mg diarios. Las principales fuentes de calcio son los lácteos (o sus sustitutivos, como las bebidas de soja enriquecidas) y es recomendable tomar cada día 4 raciones.

1 ración de lácteo equivale a:

  • 1 vaso de leche
  •  2 yogures de 125 g
  • 40 g de queso semicurado
  • 80 g de queso fresco
  • 1 vaso de bebida de soja enriquecida

Observaciones importantes:

  • El acido oxálico de las espinacas y del chocolate, disminuye la absorción del calcio. El fósforo de los refrescos disminuye la absorción del calcio.
  • Aunque la mejor manera de obtener calcio es a través de ciertos alimentos (Ej.: espinacas cocidas, brócoli), tu médico te puede recomendar tomar además calcio en tabletas para asegurar una ingesta correcta.
  • Por su parte la vitamina D, ayuda a absorber mayores cantidades de calcio y contribuye a fijarlo en los huesos, por lo que se recomienda consumir alimentos que la contengan por ejemplo las verduras y frutas, el hígado y la leche, además es necesario mencionar que la luz solar hace que funcione mejor la vitamina en la fijación del calcio en el hueso.
  • El estreñimiento crónico es un trastorno que obstruye la absorción de calcio y para evitarlo hay que comer suficientes verduras, frutas con cáscara y tomar más de ocho vasos de agua al día, asimismo se recomienda hacer ejercicio rutinariamente. Es aconsejable el consumo diario de leche y derivados de ésta: yogures, cuajadas, quesos poco grasos, tortillas, etc.

Magnesio: El magnesio es un mineral que cumple un rol fundamental durante el embarazo ya que interviene en la generación y reparación de tejidos. El consumo de alimentos refinados (harinas, azúcar, etc.) es pobre en este mineral, por lo que se aconseja el consumo de frutas y verduras, de aguas minerales ricas en magnesio y no desperdiciar, durante el cocinado, el agua de cocción de las verduras.

Las deficiencias de magnesio se asocian a mayor riesgo de preeclampsia, eclampsia, mortalidad infantil y malformaciones congénitas. Uno de los tratamientos para la eclampsia es el sulfato de magnesio por vía endovenosa. Algunas investigaciones aseveran que, si durante el embarazo se mantienen niveles adecuados de magnesio, se reducen o previenen las contracciones uterinas antes de la semana 35 del embarazo.

¿Qué alimentos contienen magnesio? La fuente con mayor contenido de magnesio son las nueces, avellanas, almendras, castañas, semillas de girasol, soja, cacao, cereales enteros, papa, zanahoria, remolacha, espinaca, legumbres y mariscos.

Hierro: El hierro es un mineral que combinado al oxígeno produce la hemoglobina, una proteína que se encarga en transportar el oxígeno que llega a nuestros pulmones hasta todas las células del organismo.

La ingesta de hierro durante el embarazo es muy importante, ya que una gran parte de esa cantidad la utiliza la madre para aumentar la cantidad de sangre en un 50% y el resto del hierro lo utiliza el feto y la placenta para su desarrollo.

Para cubrir este requerimiento la madre dispone de dos mecanismos. Por un lado puede aumentar el volumen de hierro en la dieta y por otro lado puede utilizar sus propias reservas.

En general una mamá que llega al embarazo en condiciones ideales, es decir con sus reservas de hierro adecuadas y no toma suplementos durante la gestación, finalizará el embarazo habiendo consumido todas sus reservas.

Pero en la mayoría de los casos la situación no es la ideal, es decir la mamá llega al embarazo con déficit en hierro, y en estos casos la anemia será seguramente un común denominador durante su embarazo, especialmente durante el segundo y tercer trimestre. Una anemia por déficit de hierro (anemia ferropénica) en el embarazo, aumenta el riesgo de nacimientos prematuros y de mortalidad del feto. Existe menor resistencia a las infecciones y afecciones en la piel y mucosas.

¿Qué alimentos contienen hierro? La fuente de mayor contenido de hierro son las carnes rojas, el pollo y el pescado, siendo el hígado el que posee la mayor concentración. También se encuentra en la yema de huevo, las legumbres, vegetales y granos, como por ejemplo lentejas, nueces, acelga, espinaca y tomate. Por esta razón es imprescindible en toda dieta vegetariana, tomar un suplemento de hierro.

Para que el hierro de estos alimentos sean absorbidos correctamente por el organismo se necesita la presencia de vitamina C, por eso te recomendamos que acompañes estas comidas con un jugo de naranja natural recién exprimido.

A diferencia de la vitamina C, los productos que contienen cafeína, interfieren y disminuyen la absorción del hierro, y en este caso es recomendable que no ingieras té, café o chocolate con las comidas principales.

Suplementos: Es posible y frecuente la recomendación por parte del médico de suplemento de hierro para mujeres que tengan un riesgo real de anemia. El hierro como un suplemento, se debe de tomar entre comidas con agua o con jugo y no se debe de tomar junto con otros suplementos.

Yodo. El yodo es un mineral que interviene en el crecimiento físico y mental, el funcionamiento de tejidos nerviosos y musculares, el sistema circulatorio y el metabolismo de otros nutrientes. Además es necesario para el funcionamiento adecuado de la glándula tiroides, que regula el crecimiento y el metabolismo.

¿Cuáles pueden ser los síntomas de su déficit? Las dietas deficientes en yodo se asocian a bocio e hipotiroidismo por un déficit de hormona tiroidea generado por esta carencia. Además la carencia de yodo constituye una importante causa de problemas de desarrollo mental en los niños.

¿Qué alimentos contienen yodo? La fuente con mayor contenido de yodo es la sal yodada, los pescados y mariscos.

Vitamina C.- Es un nutriente esencial en la formación de colágeno, reparación de tejidos y numerosos procesos metabólicos incluyendo la absorción del ácido fólico y del hierro.
Los últimos estudios han revelado que mantener un buen nivel de vitamina C durante el embarazo reduce la incidencia de la ruptura prematura de membranas (RPM) y reduce la incidencia de infecciones vaginales e intrauterinas. La ruptura prematura de membranas (RPM), (es la ruptura del saco amniótico antes de tiempo) se presenta en el 10% al 20% de los embarazos y es la causa principal de parto prematuro.

Ácido fólico: la falta de esta vitamina es la deficiencia más común durante el embarazo debido a que su necesidad aumenta de manera considerable. Su carencia provoca un tipo de anemia y aumenta los riesgos de prematuridad, malformaciones y otros trastornos.

  • El consumo de alcohol y tabaco aumenta su déficit. Los alimentos más ricos en ácido fólico son las verduras de hoja (acelga), el hígado y quesos fermentados (queso azul). También hay contenidos importantes en la levadura de cerveza. Es aconsejado también el consumo de pescado.

Vitamina D: Esta vitamina es indispensable para la fijación del calcio en el organismo. El bebé antes de nacer depende de los suministros maternales de la vitamina D, para que pueda almacenarla. Un estado de carencia de la madre pueden ocasionar en el recién nacido enfermedades importantes que afectan a su desarrollo óseo. La exposición a la luz solar hace que nuestro organismo sintetice esta vitamina.

  • Los alimentos más ricos en vitamina D son el salmón fresco, la sardina en aceite o fresca y los huevos. O bien la encuentras en los suplementos vitamínicos que te prescribió tu médico. Asegúrate de evitar los que tienen aceite de hígado de bacalao porque contienen altos niveles de vitamina A que puede ser dañina para el bebé.

Líquidos

El agua ayuda a llevar los nutrientes a tus células y arrastra los desechos. Hidrátate bien para que te ayude a “lavar” el exceso de agua que se pueda acumular haciendo que te hinches. De preferencia agua natural o de sabores, evita los refrescos y las bebidas con cafeína.

No debes olvidar

  • Si bien las verduras y frutas frescas aportan escasas calorías, su valor alimenticio está dado por su contenido de vitaminas y minerales.
  • El calor de la cocción destruye muchas de las vitaminas.
  • Los dulces aportan calorías en exceso y perjudican la dentición, que durante el embarazo son muy proclives a las caries.
  • Las grasas que digieres mejor, son las que debes seleccionar durante tu embarazo.
  • Debes preferir los aceites de oliva extra virgen puros, y utilizarlos como condimento de las preparaciones junto con las margarinas de mesa.
  • Los alimentos muy salados como fiambres embutidos y conservas en latas deberán ser consumidos con suma moderación y en caso que exista hipertensión y/o edemas debes evitarlos totalmente.

¿Qué es una dieta “desbalanceada”?

Cuando se dice que la alimentación no está balanceada, puede ser que:

  • Se ingieren más calorías de las que se gastan. (Consumes 3500 calorías diariamente y quemas solamente 1000 por llevar una vida sedentaria, las 2500 calorías se van almacenando en forma de tejido graso).
  • Se ingieren menos calorías de las necesarias y eso se traduce en desnutrición materna y fetal.
  • Los alimentos que se ingieren son ricos en grasa y en azúcar y pobres en proteínas
  • Los alimentos son pobres en nutrientes en general.

¡OJO! Evita durante el embarazo

  • Alcohol: Muchas de las futuras mamás, no saben que están embarazadas desde el primer día de la concepción y tal vez se tomaron una cerveza o una copa de vino. Esto tal vez no le cause daño a tu bebé pero desde el momento en que sepas que estás embarazada debes evitar totalmente la ingesta durante todo el embarazo. Las personas deben saber que no se ha establecido un nivel de alcohol que no dañe a tu bebé.
  • La Cafeína: Esta sustancia es potencialmente dañina durante el embarazo, sobre todo cuando se consume en grandes dosis. La cafeína cruza rápidamente la barrera placentaria (la placenta se desarrolla al final del primer trimestre).
    • Aunque no está establecido el consumo diario mínimo de cafeína durante el embarazo, March of Dimes 2007, recomendó menos de 300 mg de cafeína al día, equivalentes aproximadamente a dos tazas de café ó tres vasos de té negro ó 5 latas de refresco. Limitar el consumo de cafeína en el segundo trimestre es de suma importancia, porque afecta el ritmo cardiaco del bebé, aumenta el riesgo de aborto y puede ser causa de bajo peso al nacer. Limita tu consumo de cafeína, o cambia a bebidas descafeinadas.
  • Pescados: pez espada y tiburón, ya que pueden contener niveles elevados de mercurio cuyos efectos en el bebé pueden causar un daño neurológico de leve a moderado con retraso mental, convulsiones y dificultad en el aprendizaje.
    • Ningún pescado crudo y tener especial cuidado con la ingesta de almejas y ostiones crudos.
  • Quesos suaves y leche no pasteurizada: se han asociado a un padecimiento infeccioso denominado «listeriosis» que puede causar abortos u óbitos (la muerte de un bebé en el útero). La listeria es un germen que se encuentra en varios alimentos.
    • Puedes comer quesos duros procesados: Monterrey, cheddar y mozzarela, queso crema, cottage y yogurt.
  • Carne de res o cerdo cruda: la infección es 20 veces más frecuente en mujeres embarazadas, ya que su sistema inmunológico está deprimido o disminuido. Se manifiesta con dolores musculares, escalofríos, náuseas y diarrea. Puede ser diagnosticada por un estudio en sangre y deberá ser tratada con antibióticos.
  • Se debe evitar al máximo los alimentos con conservadores y el uso de productos “light”. Sólo cuando el médico los recomiende.
  • Para evitar cualquier contagio con alimentos, se recomienda:
  • Cocinar todas las carnes y pescados perfectamente bien y lavarse las manos después de tocar la carne cruda.
  • Lavar bien las frutas y los vegetales.
  • No consumir comidas que se quedaron a la intemperie o volverlas a cocinar a temperaturas altas.
    • Refrigera los alimentos perecederos de inmediato
    • Limpia las superficies donde se hayan preparado cualquier tipo de carnes.
  • El hígado es muy saludable, pero contiene cantidades muy elevadas de Vitamina A que podrían ser dañinas para el bebé. No está probado científicamente que el consumo de hígado dañe al feto, pero se recomienda que la mujer embarazada limite el consumo de este alimento y se asegure que el suplemento vitamínico que toma no tiene más de 5,000 UI de vitamina A.

Precauciones en la dieta

  • Recuerda que mientras estés embarazada, eres más susceptible a las intoxicaciones. Algunos aditivos e ingredientes artificiales pueden ser dañinos para el bebé e inclusive causar daños congénitos. Lee cuidadosamente las etiquetas de los productos y minimiza la ingesta de alimentos procesados o enlatados. Trata de comer alimentos preparados frescos cuando te sea posible.
  • Bebe entre 8 y 10 vasos de agua al día. Sobre todo no te aguantes las ganas de orinar. Eliminar las toxinas de tu cuerpo te ayudará a evitar infecciones urinarias que con frecuencia padecen las mujeres embarazadas.
  • Evita consumir mucha sal que podría hacerte retener líquido e hincharte.
  • Las infecciones intestinales son 20 veces más frecuentes en mujeres embarazadas ya que su sistema inmunológico está deprimido o disminuido. Se manifiesta con dolores musculares, escalofríos, náuseas y diarrea. Puede ser diagnosticado por un estudio en sangre y deberá ser tratada con antibióticos.

Queso: Los quesos suaves y las comidas preparadas se han asociado a un padecimiento llamado “Listeriosis” que puede causar abortos u óbitos (la muerte de un bebé en el útero). La Listeria es una bacteria que se encuentra en varios alimentos. Los quesos seguros para comer son:

  1. Quesos duros, por ejemplo, Babybel, Cheddar, Edem, Emmental, Cheddar de cabra inglés, Feta, Gouda, Gruyere, Jarlsberg, Mozzarella, Parmesano;
  2. Quesos blandos y fundidos, por ejemplo, queso blanco grumoso, queso de untar, queso fundido, Borsin, Mascarpone, Filadelphia, Quark, Ricota.

Los quesos a evitar:

  • Quesos blandos sazonados, por ejemplo, Brie, Cambozola, Camembert.
  • Quesos azules, por ejemplo, Queso brie azul , Azul danés, Gorgonzola, Roquefort, Stilton.

Yoghurt, Queso fresco, Crema agria, Nata: Algunas variedades son seguras para comer, por ejemplo, natural, con sabores y biológicamente activos. Por favor recuerda que durante tu embarazo, una dieta rica en calcio es esencial para ti y para tu bebé. Consumir un yogurt o beber un vaso de leche antes de acostarte te ayudará a dormir mejor.

Leche: Evita la leche cruda, directamente de la vaca, oveja y cabra. Bebe sólo leche pasteurizada, esterilizada.

Pate: Evita cualquier tipo de paté, a menos que esté enlatado.

Comidas preparadas y carne de ave lista para comer: Recalienta estas comidas a conciencia hasta que hiervan.

Huevos: Come solo huevos que han sido cocidos hasta que la clara y la yema están sólidas. Evita los huevos crudos y las comidas que los contienen (ej., cremas y mayonesas caseras) Las comidas preparadas comercialmente, hechas con huevos pasteurizados (ej., mayonesa de bote) son seguras para comer.

Carne: Cocina la carne hasta que esté bien hecha. Todos los productos cárnicos, por ej., salchichas y hamburguesas, deben ser también cocinados concienzudamente de forma que los jugos salgan claros.

Mariscos: Se aconseja evitar el marisco. Si deseas comer camarones por ejemplo, cómpralos en un puesto acreditado, pre-empaquetados y con la fecha sellada, asegúrate de que han sido cocidos a fondo, o cómelos en un restaurante acreditado.

Verduras y ensaladas: Lava estos alimentos cuidadosamente para quitar la tierra y suciedad que pueden contener Toxoplasma.

Hígado: Evita el hígado y embutidos de hígado, que contienen gran cantidad de la forma animal de la vitamina A. Los suplementos de aceite de hígado de bacalao también se deben evitar. La forma vegetal de la vitamina A encontrada en frutas y verduras es segura.

Helados: Evita helados de máquinas (la Listeria puede sobrevivir a bajas temperaturas si las maquinas no están limpias).

Cacahuates: La alergia al cacahuate está aumentando en los niños, y se piensa que puede originarse por la exposición a los cacahuetes en edades jóvenes. La opinión actual es que si tú, el padre del bebé o cualquiera de sus hijos anteriores sufren de asma, eczema, fiebre del heno o alergias alimentarias, es sensato evitar los cacahuates y productos que lo contienen durante el embarazo (y durante la lactancia). Comprueba también si los cacahuates forman parte como ingrediente de productos comerciales.

En resumen

Los principios de la nutrición son: Variedad, moderación y equilibrio.
No existen “alimentos perfectos” que sean capaces de aportar todos los nutrientes que una mujer embarazada necesita. La mujer embarazada debe de consumir durante el día, una variedad de alimentos cuidadosamente seleccionados para obtener la cantidad de calorías y nutrientes que se requieren durante esta etapa del embarazo.

Referencias

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