SÍNDROME DE HURLER/ ENFERMEDAD DE HURLER, MPS1​

La enfermedad de Hurler (EH), también llamada Síndrome de Hurler o MPS I, es un error innato del metabolismo es decir una enfermedad metabólica congénita.

Los desórdenes del metabolismo o errores innatos del metabolismo son un conjunto de enfermedades hereditarias, que resultan de la alteración de un gen encargado de fabricar una enzima en especial.

¿QUÉ SON LAS ENZIMAS?

Las enzimas son proteínas necesarias para que se realicen las miles de reacciones que tienen lugar en la célula para transformar los nutrientes.

Sin las enzimas el cuerpo es incapaz de convertir los nutrientes en energía de manera apropiada.

Cuando una molécula compleja no se metaboliza adecuadamente, se puede acumular en las células del cuerpo y ocasionar una amplia variedad de síntomas físicos y anormalidades.

La sustancia acumulada en la MPS I, eventualmente causa un daño permanente y progresivo que afecta los tejidos y los órganos.

Esta condición fue observada por primera vez en 1900 y clasificada como síndrome por la doctora Gertrud Hurler en 1919.

En 1962, el Dr. Scheie, oftalmólogo, escribió acerca de algunos de sus pacientes con la córnea opaca que estaban levemente afectados y fueron diagnosticados con el síndrome de Scheie.

En un principio se pensó que este síndrome era una MPS diferente de la enfermedad de Hurler, pero en 1971 se estableció claramente que eran diferentes manifestaciones de una misma cosa.

DEFINICIÓN

El Síndrome o Enfermedad de Hurler, también llamado mucopolisacaridosis tipo I (MPS1), forma parte del grupo de padecimientos llamados mucopolisacaridosis o enfermedades lisosomales por acumulación(MPS) causados por cambios genéticos (mutaciones).

¿QUÉ SON LAS MUCOPOLISACARIDOSIS (MPS)?

 Las Mucopolisacaridosis son enfermedades hereditarias poco frecuentes.

Son Trastornos de depósito lisosomal de mucopolisacáridos causados por cambios genéticos (mutaciones).

Los lisosomas son organelas celulares que contienen enzimas capaces de hidrolizar o romper grandes moléculas como los mucopolisacáridos o glucosaminoglicanos (GAGs).

Los mucopolisacáridos son largas cadenas de moléculas de azúcares complejos que intervienen en la formación de los huesos, cartílagos, tendones y en muchos de los tejidos del cuerpo.

¿POR QUÉ SE LLAMAN “ENFERMEDADES LISOSOMALES DE ACUMULACIÓN”?

En el cuerpo humano existe un proceso de recilaje continuo de GAGs, a memdida que se construyen nuevos, se van desechando los viejos. Para realizar este reciclaje son necesarias una serie de proteínas especializadas llamadas enzimas.

Los afectados por MPS no tienen la capacidad de producir una de éstas enzimas que degrada los mucopolisacáridos a moléculas más simples.

La falta de esta enzima provoca que los GAGs se acumulen en las células de todos los órganos, especialmente en el cerebro, originando una multitud de anomalías en diversos órganos y tejidos.

Los pacientes con MPS presentan una afectación clínica crónica, multisistémica y progresiva en los órganos afectados aunque de grado variable según los diferentes defectos enzimáticos.

Los bebés recién nacidos pueden mostrar pocos signos de este padecimiento, pero conforme más células de su organismo se van dañando, los síntomas empiezan a aparecer.

INCIDENCIA

La incidencia de la MPS I se calcula de 1 de cada 144.000 nacimientos y para el Síndrome de Scheie en 1 de cada 1,3 millones de nacimientos.

Existen también otras estadísticas casuísticas que muestran las siguientes incidencias: 1 de cada 74.000 nacimientos en Hurler; 1 de cada 173.000 en Hurler-Scheie y 1 de cada 600.000 en Scheie.

CAUSA

Los mucopolisacáridos son largas cadenas de moléculas de azúcar utilizadas en la construcción de los huesos, cartílagos, tendones y muchos otros tejidos del cuerpo humano.

  • “Muco”: hace referencia a la gruesa capa gelatinosa de las moléculas.
  • “Poli”: significa muchos.
  • “Sacárido”: es un término general para denominar la parte de azúcar de la molécula.

La terminología moderna para los mucopolisacáridos es glucosaminoglicanos (GAGs), pero el término mucopolisacáridos es el que se ha utlizado anteriormente.

La causa de la MPS I es la deficiencia de la enzima alfa-1-iduronidasa, esencial para la degradación de los sulfatos de dermatán y heparán.

Al degradarse de forma parcial grandes moléculas se depositan o almacenan en los lisosomas de las células.

Los lisosomas empiezan a hincharse interrumpiendo el funcionamiento normal de la célula y causando un daño progresivo a la misma.

Al ser una enfermedad progresiva, los bebés pueden no mostrar signos de padecerla pero los síntomas empiezan a manifestarse cuando hay muchas células dañadas por la acumulación de mucopolisacáridos.

GENÉTICA

 El síndrome de Hurler tiene un patrón de herencia autosómico recesivo. Esto quiere decir que es necesario que el niño herede un gen afectado o mutado tanto del padre como de la madre el cual se encuentra en el cromosoma 4.

Cuando el niño hereda nada más una copia del gen mutado (es decir, el otro cromosoma 4 tiene todos los genes sanos), no padece la enfermedad pero se convierte en portador de ella y si tiene descendencia con otro portador, la pareja tendrá un 25% de posibilidades de tener un hijo afectado.

Se conocen muchas diferentes mutaciones del gen, capaces de causar el síndrome de Hurler.

CLASIFICACIÓN

Basándose en el actual conocimiento de las enzimas y de los genes, se sabe que la MPS I comprende un amplio espectro de severidad y que los pacientes pueden ser clasificados desde Síndrome de Hurler a Hurler- Scheie a Síndrome de Scheie.

Debido a que no hay una clara distinción entre los grupos, se ha sugerido una clasificación sobre la base de la gravedad de la enfermedad.

  • Hurler como MPS1severo, los niños afectados tienen una vida corta.
  • Hurler- Scheie como MPS1 intermedio, los niños afectados tienen inteligencia normal o casi normal pero síntomas físicos más severos que los que tienen síndrome de Scheie.
  • Scheie como MPS1 atenuado, los afectados tienen una inteligencia normal y el progreso de los problemas físicos es más lento y pueden vivir hasta la vida adulta.

 

Sin embargo, el conocimiento actual sobre la enzima y su gen alterado (mutado) señala que la MPS I abarca un amplio espectro de síntomas y un diferente desarrollo de la enfermedad.

La clasificación tradicional de Hurler, Hurler Scheie y Scheie no refleja adecuadamente la amplitud de este espectro.

DIAGNÓSTICO

El diagnóstico temprano es difícil ya que los bebés con síndrome de Hurler se ven normales al nacer pero es crucial diagnosticarla para iniciar un tratamiento a tiempo.

Los primeros síntomas que alertan al médico de la posibilidad de este padecimiento incluyen problemas crónicos respiratorios y la aparición de hernias.

Dado que el Síndrome de Hurler comparte muchos síntomas con otras mucopolisacaridosis y con diferentes enfermedades de acumulación lisosómica, el médico -basándose en los signos presentados por el niño y el examen físico que le haya hecho- pedirá algunos exámenes de laboratorio que lo ayuden a confirmar el diagnóstico de Síndrome de Hurler.

ESTUDIOS DE LABORATORIO

Análisis de orina: si el médico tiene la sospecha de que el bebé puede padecer una MPS, una prueba rápida y simple es el análisis de orina en el que se podrá medir el exceso de GAGs excretados cuando está presente cualquier tipo de las MPS I.

Sin embargo, como el aumento de GAGs en la orina también puede ser causado por cualquier otro padecimiento que involucre la deficiencia de una enzima.

El médico pedirá entonces, para poder hacer un diagnóstico definitivo un análisis de sangre en el que se determinará:

  • Estudio enzimático en sangre, piel o plasma para saber si hay disminución de alfa-L-iduronidasa lisosómica. En la actualidad no existe un estudio que de un 100% de certeza acerca de qué tan severa o leve puede ser la deficiencia.
    • Este estudio en sangre ayuda algunas veces a distinguir el síndrome de Hurler de otros subtipos muy relacionados del padecimiento como el síndrome de Hurler- Scheie y el Sindrome de Scheie.
    • La dificultad para distinguir el tipo exacto de MPS I no afecta el tratamiento que será igual para todos.
  • Las pruebas genéticas moleculares pueden mostrar la mutacióndel gen de la alfa-L-iduronidasa lisosómica y esto puede usarse para verificar el diagnóstico.

El médico pedirá también otros estudios de gabinete:

  • Radiografías de columna vertebral
  •  

La disminución de la enzima alfa -L-iduronidasa en la sangre, las anormalidades óseas detectadas durante el examen físico y las observadas en las radiografías, pueden considerarse como definitivos para hacer un diagnóstico de MPS I.

DIAGNÓSTICO PRENATAL

La mayoría de padres portadores del gen recesivo del síndrome de Hurler lo desconocen hasta que tienen un hijo afectado por la enfermedad.

En la mayoría de los casos no existen antecedentes en la familia de un pariente afectado por esta enfermedad. Una vez se detecta un primer caso en la familia si es posible realizar test prenatales durante los siguientes embarazos.

En cada embarazo la probabilidad de tener un niño afectado de MPS I es la misma (25%), independientemente de que ya haya un niño afectado en la familia.

El diagnóstico prenatal de un feto se puede realizar por estudio enzimático (actividad de la enzima alfa-1-iduronidasa) o genético (mutaciones previamente estudiadas en el gen IDUA del hijo afectado y de sus padres portadores) en dos períodos del embarazo utilizando diferentes muestras fetales:

  1. La Biopsia de Corion (en la semana 10ª-12ª del embarazo).
  2. La Amniocentesis (en la semana 16ª del embarazo).

En esta muestra se puede realizar además del estudio enzimático y/o genético en amniocitos (células amnióticas), el análisis de GAGs en líquido amniótico, que muestra una elevada concentración de los mismos si el feto está afectado.

CONSEJO GENÉTICO

El asesoramiento genético ayuda a los padres con antecedentes familiares de mucopolisacaridosis a determinar si son portadores de un gen mutado que causa dichos trastornos

El genetista es la persona más indicada para informar y resolver las dudas sobre los riesgos de otro embarazo y los que puedan padecer otros miembros de la familia tales como hermanos, primos, etc…

También les asesorará en buscar otras alternativas de reproduccción asistida como el Diagnóstico Genético Preimplantacional.

Usa nuestra sección de “directorio de Genetistas” para localizar a un profesional especializado en genética en tu área.

DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL

Es importante que el médico descarte otras formas de MPS incluyendo la forma más leve de MPS1 (síndrome de Hurler-Scheie), aunque esta forma se asocia a un retraso del desarrollo con un deterioro cognitivo leve e incluyendo la mucopolisacaridosis tipo VI y la de tipo II; la de tipo VI no está asociada a una discapacidad intelectual.

SIGNOS Y SÍNTOMAS

 

Es importante recordar que, cualquiera que haya sido la categoría o tipo  de MPS I que presente tu bebé, la enfermedad puede producir una variedad enorme tanto de signos y síntomas durante el desarrollo como de su severidad.

CRECIMIENTO: 

Muchos niños con Síndrome de Hurler crecen rápidamente durante los primeros meses. Sin embargo, las anormalidades en sus huesos hacen que sea más lento este proceso y que se detenga totalmente antes de lo que debería hacerlo.

En contraste, los bebés con el síndrome de Scheie generalmente llegan a una estatura normal (1.50 o más). La altura en el síndrome de Hurler-Scheie es variable llegando a normal-bajo.

La talla baja no está proporcionada y el tronco es relativamente más corto que las piernas.

INTELIGENCIA: 

La acumulación progresiva de MPS en las células cerebrales tiene un efecto devastador en el desarrollo mental y al año o a los dos años de edad, causa retraso mental seguido de una regresión progresiva de las habilidades adquiridas.

El deterioro de los sentidos hace que esta situación empeore: las cataratas dañaN la visión, la audición se pierde y el tamaño de la lengua obstaculiza el habla.

Sin embargo, hay una gran variedad en la severidad de estos síntomas, algunos niños pueden decir solamente algunas palabras mientras que otros aprenden a hablar bien y hasta llegan a leer un poco.

Los padres dan énfasis a que es importante ayudar a los bebés con Hurler a aprender tanto como sea posible antes de que la enfermedad progrese.

  • Incluso cuando el niño empieza a perder las habilidades que ha aprendido puede que nos sorprenda con cosas que aún conserva.
  • Pueden seguir comprendiendo y disfrutar de la vida aún cuando hayan perdido la habilidad de hablar.

No hay almacenamiento de mucopolisacáridos en el cerebro de los afectados por la variante Scheie y generalmente tienen una inteligencia normal.

Otros que no tienen la enfermedad de Hurler clásica pueden ser de inteligencia normal, pero algunos tendrán dificultades moderadas de aprendizaje.

CEREBRO

El cerebro y la médula espinal están protegidos por el líquido cefalo-raquídeo (LCR) que circula alrededor suyo.

En algunos individuos con la forma clásica de MPS I la circulación del líquido cefalo-raquídeo puede bloquearse a medida que avanza la enfermedad.

El bloqueo (hidrocefalia comunicativa) aumenta la presión en la cabeza, comprime el cerebro causando dolores de cabeza y un retraso en su desarrollo que precisará la colocación de una válvula de derivación ventricular que coloca un neurocirujano.

En caso de convulsiones y/o crisis epilépticas se realiza un EEG y el neuropediatra o neurólogo les aconsejará si precisa tratamiento antiepiléptico.

APARIENCIA FÍSICA

Los individuos afectados se parecen mucho dado el crecimiento exagerado de sus rasgos faciales, sus facciones son toscas como de las gárgolas de la arquitectura gótica por lo que, en los primeros términos médicos, se hablaba de “gargolismo”.

Nariz: entre los signos más comunes se incluye una nariz ancha con puente nasal plano y ligeramente respingada pero tosca.

La cabeza generalmente tiene una apariencia grande y debido al puente nasal plano, la cara parece plana.

La frente es grande y abultada y el cuello es corto y rígido dando la apariencia de que la cabeza es demasiado grande.

Las orejas son gruesas.

Boca: La lengua es grande y muchas veces se llega a salir de la boca los labios son gruesos y prominentes y los dientes son pequeños y malformados con muy poco esmalte.

Es importante cuidar la higiene dental de estos niños porque una caries dental puede ser causa de dolor.

La lengua larga, la sordera y el retardo mental se suman para causar dificultades en el habla.

La apariencia de los individuos afectados con el síndrome de Scheie es extremadamente variable.

Los adultos son generalmente de constitución grande y su tronco es más corto que sus extremidades.

El cuello puede ser corto y tieso. La apariencia facial es común.

El pelo es generalmente más grueso y abundante que en los niños normales. 

PECHO

En la variante clásica de Hurler la forma del pecho es anormal y la unión entre las costillas y el esternón no es tan flexible como debería ser.

Las costillas son anormalmente rectas y tienen la forma de remos con el cuello estrecho y las puntas anchas por lo tanto el pecho es rígido e incapaz de moverse libremente para permitir que los pulmones inspiren un gran volumen de aire.

Los nódulos o la excesiva dureza de los tejidos pueden bloquear las vías respiratorias.

 

Bazo e Hígado: Tanto el hígado como el bazo se agrandan por el depósito de los mucopolisacáridos, lo que se conoce con el nombre de hepatoesplenomegalia, que causan una apariencia física con un abdomen muy grande. 

Esto afecta también la expansión de los pulmones para una buena respiración.

 

PROBLEMAS DEL TUBO DIGESTIVO

Muchos niños con el síndrome de Hurler sufren periódicamente de diarrea y heces blandas. La causa de esto no se conoce completamente.

Generalmente, el problema es causado por estreñimiento severo o por «escape» de materia fecal blanda por detrás de la masa sólida de heces.

Se piensa que puede haber un defecto en el sistema nervioso que controla los movimientos del intestino.

El problema puede desaparecer a medida que el niño crece, pero puede empeorar debido a la toma de antibióticos prescritos para otros problemas.

El estreñimiento puede volverse un problema a medida que el niño se vuelve más grande y menos activo y los músculos se debilitan.

Frecuentemente, se forman hernias, del ombligo (hernia umbilical) o en la ingle (hernia inguinal). 

Las hernias se pueden presentar desde el nacimiento y pueden provocar dolor, náusea o vómitos. Las hernias deberían repararse quirúrgicamente pero a veces vuelven a aparecer.

Las hernias umbilicales generalmente no son tratadas a menos que sean muy grandes y causen problemas.

Los niños con el síndrome de Scheie es menos probable que tengan hernias.

HUESOS Y ARTICULACIONES

 

Los niños con MPS1 tienen problemas de los huesos y su crecimiento. Esto conduce a problemas esqueléticos y neurológicos si se llegan a comprimir los nervios por los huesos.

Columna vertebral: Los huesos de la columna se conocen como vértebras y generalmente se alinean uno sobre el otro.

Las vértebras de los niños afectados por el síndrome de Hurler – Scheie generalmente están planas y una o dos de ellas en la mitad de la espalda son más pequeñas que el resto y están colocadas más atrás lo que puede causar una joroba pero generalmente no se requiere tratamiento.

Articulaciones: todas las articulaciones: manos, muñecas, hombros, codos, caderas, rodillas y tobillos, pueden verse afectados en grados variables.

El movimiento puede limitarse bastante y posteriormente pueden presentar artritis y rigidez. 

Se paran y caminan un poco doblados debido a la rigidez de las articulaciones de las caderas, hombros y rodillas. La marcha es dificultosa.

Manos: la forma de las manos es muy característica de las MPS. Las manos son pequeñas, anchas con dedos gruesos que gradualmente se curvan sobre sí mismos dando la apariencia de “manos en garra”.

A veces surge un problema conocido como síndrome del túnel carpiano.

El estrechamiento de este canal debido al engrosamiento de tejidos, puede comenzar a comprimir el nervio mediano causando picadas, dolor, pérdida de la sensibilidad y limitación en el movimiento.

Se sabe ahora que los/as niños/as con Hurler y Hurler Scheie también pueden tener este problema.

Si su hijo/a parece tener el dolor en las manos, particularmente por la noche, es recomendable que se haga una prueba eléctrica llamada “estudio de conducción de nervio” que mostrará si el Síndrome del Túnel Carpiano es la causa.

Se puede operar para liberar el nervio y recuperar la fuerza muscular.

DIFICULTADES RESPIRATORIAS

Muchos niños con MPS I respiran muy ruidosamente incluso cuando no hay infección. Por la noche pueden estar intranquilos y roncar.

A veces un niño puede dejar de respirar durante períodos cortos mientras duerme (apnea del sueño).

Esta respiración ruidosa que se detiene y vuelve a empezar puede desarrollar problemas en una de las válvulas del corazón pero es posible que tengan una válvula del corazón afectada durante años sin notar ningún efecto negativo.

Si la condición empeora se puede reemplazar las válvulas dañadas con una intervención. El “soplo cardíaco” puede asustar a los padres pero muchos niños pueden respirar así durante años.

CORAZON

 

Los problemas cardiacos son bastante comunes en los individuos con Hurler clásico pero es posible que no se desarrollen o causen los problemas hasta más tarde. Tu médico les puede recetar medicamentos para ayudar a aliviar la condición.

Las válvulas del corazón están diseñadas para cerrarse herméticamente mientras la sangre pasa de una cámara del corazón a la otra para que no refluya en la dirección equivocada.

Si una válvula está debilitada o ha modificado su forma, no puede cerrarse de forma hermética y una pequeña cantidad de sangre puede escapar.

En pacientes muy afectados los músculos del corazón también sufren daños por el depósito de mucopolisacáridos (cardiomiopatía) y el corazón puede sufrir estrés por la obstrucción de las vías respiratorias superiores y las repetidas infecciones pulmonares, o al tener que bombear la sangre a través de unos pulmones más rígidos de lo normal.

Algunos niños afectados tienen la tensión arterial alta.

De vez en cuando las arterias coronarias del paciente de Hurler pueden estrecharse lo que puede provocar episodios de dolor en el pecho (la angina de pecho).

Si tu hijo está intranquilo, llora y al mismo tiempo está pálido y sudando aún sin moverse deben consultar al médico quien puede pedir un exámen completo de su función cardíaca.

 

CUELLO Y GARGANTA 

 

El cuello es generalmente corto lo que contribuye a problemas respiratorios.

Los huesos en la conexión de la cabeza y el cuello pueden estar malformados haciendo que no sea muy estable.

Algunas veces es necesaria una cirugía para fijar el cuello y evitar que se deslicen.

Las amígdalas y adenoides se encuentran crecidos y pueden bloquear el paso del aire a los pulmones.

La tráquea se estrecha porque se forman depósitos de mucosidad y los cartílagos que la forman pueden estar reblandecidos.

Los nódulos y la ondulación excesiva puede bloquear aún más el paso del aire.

OJOS

 

La opacidad corneal causada por el depósito de mucopolisacáridos se puede observar en todos los niños y adultos con MPS I y puede llevar a una discapacidad visual significativa.

La opacidad corneal severa puede reducir la vista, sobre todo con poca luz. Algunos individuos no toleran las luces brillantes ya que la opacidad provoca una refracción desigual de luz. Algunos pacientes precisan de un trasplante de córnea.

Es habitual una pérdida de visión nocturna que también puede ser debida al daño de la retina.

Pueden tener glaucoma, la presión anormalmente alta en los ojos, que puede dañar la retina y atrofiar el nervio óptico

PIEL

La manifestación dermatológica más frecuente del síndrome de Hurler es el vello es más grueso y más abundante de lo normal.

Algunos autores señalan el síndrome de Hurler como una enfermedad que puede darse en asociación con la dermatitis atópica (enfermedad de la piel que no tiene una causa determinada).

Es común observar manchas mongólicas que son unas manchas de tono azulado que aparecen desde el nacimiento.

AUDICIÓN

Algunos niños pueden tener infecciones de oídos frecuentes y es común un grado de sordera que puede empeorar lentamente.

Puede ser sordera de conducción (alteración de las estructuras que permiten el paso del sonido al oído), nerviosa (alteración de los nervios del oído), o ambas (sordera mixta).

Es muy importante que la audición sea examinada frecuentemente para que los problemas se traten de inmediato y así ayudar al niño a mantener, lo más posible, la capacidad de comunicarse.

Los bebés con MPS1 severa, parecen normales al nacer pero pronto (entre los 6 y los 12 meses), empiezan con algunos indicios.

Los síntomas del MPS1 intermedio, generalmente se desarrollan entre los 3 y los 8 años de edad y es común que la persona sobreviva hasta la vida adulta.

TRATAMIENTO

El manejo del niño debe llevarlo a cabo un equipo multidisciplinario de médicos especialistas que trabajarán juntos para elaborar un plan de tratamiento: el pediatra, el neurólogo, ortopedista, cardiólogo, oftalmólogo, otorrinolaringólogo, fisioterapista y cualquier otro que sea necesario involucrar en el plan de tratamiento del niño afectado.

Es importante incluir al médico genetista cuyos consejos y apoyo serán útiles tanto para el niño como para la familia.

Trasplante de Médula Ósea TMO

Durante algunos años los Trasplantes de Médula Ósea se han utilizado para tratar a los/as niños/as afectados por MPS I en edades muy tempranas antes de los 3 años.

El Trasplante de Médula Ósea implica un proceso que incluye largas temporadas de aislamiento en el hospital además de tener que contar con un donante compatible.El donante puede ser un familiar o alguien que esté en las listas de donantes compatibles.

El tratamiento puede acarrear problemas adicionales y algunos niños pueden morir durante el trasplante. Hay riesgos de infección y rechazo entre otros que el especialista les puede explicar de forma detallada.

Es importante pensarlo cuidadosamente y con el tiempo sopesar los pros y los contras

Las investigaciones indican que la TMO tiene más éxito cuando se realiza antes de los dos años ya que después de eso no será posible corregir el daño cerebral y los tejidos de otros órganos estarán tan severamente dañados que el niño no podrá sobrevivir la TMO.

Si el trasplante tiene éxito, la mayoría de los síntomas se detiene, sin embargo, la mayoría de los efectos positivos se producen únicamente durante los primeros años tras el injerto.

Se ha demostrado que el TMO ha sido efectivo para alterar la progresión del síndrome de Hurler y mejorar la esperanza de vida. La dureza de los rasgos faciales, el oído, el tamaño del higado y bazo y el funcionamiento del corazón han mejorado después de un trasplante.

Sin embargo, el TMO tiene menos efecto sobre la estructura ósea y otros problemas como la giba, el agarrotamiento de las articulaciones y el dolor. El síndrome del Túnel Carpiano y la compresión de las vértebras continúan de forma significante después del TMO.

Una vez llevado a cabo el trasplante también se les ofrecerá a los pacientes cuidados ortopédicos específicos. Por lo que se refiere al resultado neurológico, el TMO es muy eficaz en individuos que son trasplantados antes de los 2 años.

Este tratamiento normalmente no beneficia a los niños que ya muestran un retraso en su desarrollo neurológico. Es importante recordar que el TMO es un tratamiento para mejorar el estado del paciente, pero no es una cura de la enfermedad.

 

Terapia de reemplazo enzimático

En 2003, la FDA aprobó el uso de la terapia de reemplazo enzimático(TRE) con iduronidasa obtenida por ingeniería genética.

El nombre genérico del producto que se utiliza como la Terapia Enzimática Sustitutiva en la MPS es Aldurazyme ® y realizado por el laboratorio Genzyme a Sanofy Company.

Este producto ha llevado a cabo amplias pruebas clínicas incluyendo pruebas y estudios con control de placebo en las que se proporcionaba infusiones intravenosas a grupos de pacientes.

Parte de estos estudios se llevaron a cabo en el Reino Unido y la mayoria de los pacientes que se incluyeron tenían la variante atenuada de MPS I o Hurler-Scheie.

Aunque es muy temprano para conclusiones definitivas, hasta ahora los resultados de estudios clínicos con Aldurazyme ® han sido muy positivos mostrando una reducción de los problemas ortopédicos asociados al síndrome de Hurler tales como una mayor movilidad de las extremidades y una mejoría en la rigidez de las articulaciones.

También se han visto mejorias significantes en la función respiratoria, uno de los síntomas más típicos en todas las variantes de MPS I. Aún hay cuestiones por resolver sobre la eficacia de la Terapia Enzimática Sustitutiva.

La enzima no puede atravesar la barrera hematoencefálica y llegar al cerebro por ello cualquier mejoría experimentada en niños y niñas con MPS I tipo severo utilizando la T.E.S. están limitados a mejorar su calidad de vida mediante un alivio de los síntomas no neurológicos.

Es posible también utilizar la Terapia Enzimática Sustitutiva juntamente con el Trasplante de Médula Ósea para mejorar la condición física general del niño antes del trasplante.

Se administra la TRE hasta poder realizar el Trasplante de Médula Ósea y después durante unos meses, hasta observar que el trasplante funciona.

Dieta

La mayoría de los pacientes con Hurler clásico disfrutan comiendo aunque algunos son reticentes a probar algo nuevo. En fases más tardías, el niño puede tener dificultades a la hora de masticar de forma correcta y habrá que darle los alimentos en forma de puré (triturados).

No hay ninguna evidencia científica que indique que una dieta particular tenga algún efecto beneficioso y síntomas como la diarrea suelen presentarse y desaparecer de forma natural.

Algunos padres sin embargo encuentran que un cambio en la dieta de su hijo disminuye problemas como la diarrea o la hiperactividad.

El consumo de leche y productos lácteos aumenta la producción de mucosidad por tanto es mejor reemplazarla por la leche y derivados de soja o bien en la actualidad existe leche sin lactosa.

Se tiene que evitar las comidas con demasiados aditivos y colorantes. Esta medida podría ayudar a mejorar la calidad de vida de los pacientes. Sería aconsejable consultar a su doctor o a un dietista si piensa hacer grandes cambios para asegurar que la dieta propuesta no omita ningún elemento esencial.

Si los problemas de su hijo se alivian podría probar de reintroducir alimentos de uno en uno para detectar si hay algún tipo de alimento que parece aumentar los síntomas de su niño.

Medicamentos

Los medicamentos pueden afectar de forma diferente a los niños con MPS I por lo que es esencial consultar a su doctor en vez de comprar los medicamentos directamente.

Se pueden probar medicamentos para controlar la producción de mucosidad pero algunos pueden hacerla más espesa y más difícil de extraer o incluso pueden hacer al niño más irritable.

El uso de sedativos puede aumentar el problema de apnea durante el sueño al deprimir la respiración.

Se sabe ahora que el uso frecuente de antibióticos puede hacerlos menos eficaces cuando realmente se necesitan. El uso repetido también puede causar una irritación, una infección con hongos (Candidiasis) que normalmente afecta la boca o la vagina y produce un poso blando y espeso.

Causa irritación y malestar y necesitará un tratamiento específico. Por eso su doctor puede desear limitar el uso de antibióticos en casos de tos y resfriados.

Fisioterapia e Hidroterapia

La fisioterapia e hidroterapia pueden ser útiles para ayudar a los individuos con MPS a lograr algunas metas específicas en su vida diaria o simplemente para drenar la mucosidad del pecho.

Por otro lado, es de sentido común hacer que los individuos sean tan activos como sea posible para mejorar su salud general y el fisioterapeuta puede sugerir la manera de lograrlo.

En los más pequeños la mejor forma de introducir los ejercicios de fisioterapia es a través del juego.

En los adultos es importante recordar que el estiramiento pasivo de los músculos puede resultar doloroso y sólo debe usarse con cautela.

Anestesia

Dar anestesia a un afectado por la enfermedad de Hurler requiere mucha habilidad y siempre debe hacerlo un anestesista o anestesista-pediatra experimentado.

PRONÓSTICO

El síndrome de Hurler es una enfermedad con un pronóstico desalentador. Los niños con esta enfermedad presentan deterioro neurológico progresivo y la muerte puede ocurrir a temprana edad. Generalmente mueren por problemas cardiacos o pulmonares.

Pero los individuos afectados por el síndrome de Scheie pueden llegar a tener una vida normal y si llegan a tener descendencia sus hijos serán normales portadores de este padecimiento.

REFERENCIAS

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